Partida Rol por web

Elle se limita a sonreírte mientras te incorporas e intentas decidir que hacer con su "inquietante" cercanía, hasta que al final te levantas y ella se acomoda en el borde de la cama.
-Te traeré un par dentro de un momento, espero que sean de tu agrado y si no te conseguiré otros- te acercas hasta la vidriera observando el pasillo pero no se puede distinguir a nadie ni nada interesante en él.
Oyes cómo ella se levanta y acaba por acercársete con un pequeño frasco de plástico con varias píldoras y pastillas.

-Está será tu dosis a partir de ahora, cada 4 horas más o menos... Anulan tus poderes y los posibles efectos secundarios, apenas lo notarás- espera que lo tomes para tenderte un vaso con agua y mientras bebes empieza a acariciarte la oreja y las cercanías de ésta con una sonrisa de estar totalmente encantada y ensimismada.

Cojo el vaso de plástico donde están las pastillas miro unos segundos para volver a mirar a Elle y luego hacia la pared pensativo y algo molesto por la cercanía hacia unos segundos sentía ganas de estar cerca suya pero ahor no y menos sabiendo de lo que soy capaz, ¿estás segura de que estas pastillas me ayudarán? Comento antes de metérmelas en la boca y coger un poco de agua para ayudarme a tragar cuando ella me lo trae.

Cuando he terminado de tragármelas me encierro en mi mismo unos segundos esperando sentir un escalofrió o algo pero en lugar de eso no siento nada de nada.

Me miro las manos, no siento nada... es... como si no me hubiera tomado nada.

Cuando llevo un rato sin sentir nada me siento de nuevo en la cama y digo a Elle, seguro que lo que me traigas me vendrá bien para despejarme un poco necesito evadirme, dejar de pensar en todo lo que ha ocurrido... he podido hacer tanto daño.

-Te ayudarán a controlarte que es lo que quieres, ¿no es así? Yo también las tomé durante un tiempo, te harán bien...- te sonríe afablemente cómo si supiera en cierto modo por lo que estás pasando y sigue observándote en paciente silencio mientras piensas y acabas por tomar asiento.

-Claro, si es lo que quieres... enseguida volveré- se encoge un poco de hombros y abandona la habitación cerrando tras de ella y llevándose los recipientes de plástico.
La ves de reojo cruzando el pasillo de la vidriera antes de volver a quedarte solo, aunque ésta vez no pasa demasiado tiempo antes de que vuelvas a verla llegar, dejando dos gruesos libros sobre el escritorio.
Se marcha sin mediar palabra pero al llegar junto al marco de la puerta parece pensárselo mejor y se gira para mirarte.
-Estoy segura de que no lo hiciste a propósito, sé cómo te sientes- te dedica una dulce sonrisa cómo si intentara confortarte con éso y entonces se marcha.

Gracias por todo, digo con voz y mirada sincera pero serio, me toco la barba de varios días, cojo los libros levantándome de la cama y soltando estos encima de ella aún sin mirarlos solo la miro a ella mientras me llevo la mano al mentón y mi toco la barba de varios días, cada cuatro horas, digo en un susurro respondiendo a su sonrisa con una amistosa y cristalina.

Una vez se ha ido me ojeo con curiosidad los libros descartando el ocho que ya lo leí hace algún tiempo y ojeo el interior del psicoanalista, sin llegar a concentrarme, los recuerdos me atormentan cada vez que cierro los ojos, viendo que es lo que sucedió esa noche en mi cabeza una y otra vez, recordando como el fuego y el estallido posterior salía de mi cuerpo cuando estaba en el aire, todo fue cuestión de segundos... si no hubiera estado Nathan...

Vuelvo a obligarme a mirar el libro y comienzo a leer evadiéndome por unos segundos de los recuerdos, el olor a hoja impresa por tinta industrial y la apariencia de libro nuevo o poco usado y bien conservado me distraen ayudándome también un poco.

Intentas mantenerte todo lo ocupado y distraído posible con el libro, aunque a veces resulta imposible no recordar los últimos sucesos y cómo tu hermano se calcinaba mientras te sujetaba en ése vacío silencioso que te rodea.
Aún así haces acopio de fuerza de voluntad, al fin y al cabo tienes que acostumbrarte y seguro que dentro de poco, siguiendo el tratamiento... Podrías volver a la normalidad así que te obligas a esforzarte.

Las horas pasan algo lentas, entre cabezadas y lectura, por suerte la novela es bastante entretenida y consigue mantener tu atención hasta que la puerta se abre de nuevo.
Elle entra sonriente, dejando una de ésa bandejas con huecos para dejar la comida sobre el escritorio, con sus respectivos cubiertos de plástico.
-¿Me has hechado de menos?- pregunta animadamente mientras se deja caer sobre la cama, a tu lado, y te rodea el cuello con sus brazos. La verdad es que parece que hubiera estado deseando que llegara la hora.

Lo cierto es que si te he echado un poco de menos, me sorprende que sabiendo que es lo peligroso que soy me tengas tan poco... miedo, comento medio sonriente mientras toco uno de los mechones de su pelo para luego separarme de ella.

Lo cierto es que gracias a ti y a tu padre que me estáis ayudando ahora puedo tener un remanso de tranquilidad, callo unos segundos, ¿sabes como está mi madre? ¿Sabe ella que estoy aquí? Si es así no se lo digas por favor, no al menos hasta que todo haya vuelto a la normalidad, ando por la habitación tocando con la mano la parede vuelto de espaldas a ella y termino por volverme y mirarla unos segundos.

Me toco nervioso el brazo izquierdo con la mano derecha y me vuelvo a sentar a su lado cogiendo el libro y sopesándolo, ojeando el libro, notando el aroma de Elle llegar a mí.

-¿Un poco...?- pregunta con una sonrisa ilusionada mientras permanece sobre la cama, mirando cómo te mueves y piensas para después preguntar sobre tu madre, a lo cuál abre la boca pero vuelve a cerrarla con un seco sonido producido por sus dientes, mirándote poco sorprendida.
-De acuerdo, si es lo que quieres... esperaremos a que estés más estable- mira cómo ojeas el libro, aunque en realidad sus ojos se centran más en ti mismo y puedes distinguirlo, sintiéndote algo observado hasta que se levanta para tenderte el vaso de agua y la dosis de medicinas.

Cuando acabas y le devuelves los recipientes, los deja sobre la mesa, aprovechando entonces para coger una de tus manos entre las suyas, entrelazando los dedos.
-¿Sabes por qué no te tengo miedo? Porque no me importa lo que puedas hacer o no, sé que no eres mala persona y por éso no harías daño a nadie intencionadamente... Además al final no heriste a nadie excepto a tu hermano, pero se pondrá bien, estoy segura- se produce un corto silencio en el cuál te mira con intensidad a los ojos, cómo si quisiera ver más allá de tus propios pensamientos -Si no confías en ti mismo es cuando no podrás controlarte, pero en realidad podrías incluso sin la medicación- concluye convencida.

Mis ojos se mantienen firmes mirando los suyos cuando ella me habla y cuando concluye mi voz sale seria pero cargada de emoción, gracias tus palabras me reconfortan mucho, mi mano toca las suyas, pero de momento no puedo dejar de tomar el medicamento... no... no estoy seguro que sea capaz aún de aguantar el peso de mis poderes descontrolados.

Miro las frías paredes desnudas dejando escapar unas palabras, ahora y mi voz sale susurrante, algún día me apetecería salir de aquí contigo y pasear por la quinta avenida o ir a dar una vuelta por algún sitio donde disfrutar del aire libre, callo unos segundos y vuelvo a mirarla a los ojos para seguir diciendo, pero ahora supongo que no puede ser, supongo que es pronto y los remordimientos aún atenazan mi corazón.

Por ultimo me separo de ella comentando, creo que me daré una ducha, ¿Me puedes dar ropa y una toalla?

-No te preocupes, lo dejarás cuando te sientas preparado, no tienes porque hacerlo antes- ladea un poco la cabeza mientras continúa mirándote con una sonrisa afable y suelta tu mano con lentitud, cómo si en realidad no quisiera hacerlo.
-¿Me llevarías a dar un paseo? Me encantaría, yo tampoco salgo muy a menudo de aquí- mira alrededor y ríe animadamente tras tu propuesta futura, aunque no esperas salir de ahí en varios meses según lo que te dijeron pero ella parece muy contenta de todos modos.

-Voy a avisar a alguien para que te acompañe hasta las duchas, no quiero que me denuncies por acoso...- se va hacia la puerta y arquea ambas cejas -¡Aunque quizá ya podrías hacerlo!- exclama medio en broma y medio en serio antes de marcharse a paso rápido.
La ves cruzar el cristal pro el otro lado y a los pocos minutos un enfermero se encarga de acompañarte hasta unas duchas comunitarias y vacías, tendiéndote varias toallas y ropa limpia, aunque sigue siendo ésa especie de ropa grisácea parecida a la de un hospital.

Me siento feliz por dentro al verla feliz a ella pero reconozco que aún quedará mucho al menos tres meses para que pueda volver a salir a la calle así que prefiero no darle mas esperanzas mientras pienso, ¿por qué me a dicho que no sale muy a menudo? Le preguntaré mas adelante al respecto.

Sonrío ante sus palabras y digo, quizás no lo haga aunque me acompañes, pero mejor iré con quien me traigas, dejo que se vaya y mientras espero, miro de nuevo el libro volviéndolo a abrir por la pagina que tengo marcada y volviendo a leer el ultimo párrafo donde me quedé para retomarlo.

Después me dejo acompañar por el enfermero que aparece y me desnudo en la ducha, abro el agua nivelándola para que salga muy caliente y me meto bajo el chorro, durante minutos me mantengo quieto y pensativo sobre lo que Bob y su hija Elle me han dicho hasta ahora, también vuelvo a pensar otra vez en Simone, en como murió por mi arrogancia y unas lagrimas surcan mi rostro mezclándose y con el agua que cae de la ducha.

Cuando termino de ducharme me seco bien y me pongo la ropa que tenga para cambiarme dirigiendome con el enfermero otra vez a mi habitación para retomar el libro, mis ojos están enrojecidos por el llanto ya dejado atrás con el agua y mis movimientos son tranquilos, mi rostro es serio y callado.

Cuando entro miro la cama y decido que mejor me siento en la silla para leer apoyando el libro en el escritorio y manteniendome en mi silenciosa lectura hasta la próxima dosis o hasta que el sueño me venza.

Cuando llevas un par de horas leyendo la puerta se abre de nuevo, aunque no parece ser el turno de tu dosis todavía, ésta vez se trata de Bob que porta un sobre bastante grande tamaño DNA-3 bajo su brazo.
Te dedica una sonrisa amable y espera que marques el libro dejándolo a un lado antes de empezar a hablar.
-Espero que te estés adaptando bien a las instalaciones, pareces estar respondiendo perfectamente a la medicación así que de momento la mantendremos, veremos si debemos aumentar la dosis o disminuirla cuando te hagamos el examen médico...- deja el sobre encima del escritorio y anda distraidamente por el cuarto, podría decirse que algo nervioso.

-La verdad es que vengo a pedirte un favor, Peter... porqué sé que conoces a la única persona capaz de curarse de cualquier tipo de accidente o enfermedad, ¿me equivoco?- se gira hacia ti y te señala el sobre para que extraigas lo que hay en su interior.
Se trata de varias radiografias cerebrales y varias pruebas y diagnósticos. Sin duda un tumor cerebral maligno, no necesitas ser especialista en neurología para verlo con claridad aunque todavía no está muy desarrollado.
-Sólo necesitamos una muestra de su sangre, cómo si la donara, incluso podrías hacerlo tú si quisieras...- suspira y se acerca más a ti esperando pacientemente a que acabes de mirar los papeles y evalúes lo que te está pidiendo.

Me sorprendo al ver entrar al principio a Bob y mas sin ser la hora de mi dosis, marco el libro con cuidado y lo observo moverse por la habitación de un lado para otro algo nervioso y entonces deja el sobre en el escritorio y por ultimo me hace una señal para que lo abra y observe las radiografías.

Observo estas mientras me habla y un nombre se me viene a la mente, Claire, por supuesto ¿quién si no? Pero... pero no puedo obligar a Claire que lo haga, quiere que se lo pida a alguien en especial ¿Cómo sabe que conozco a esa persona tan especial y que esta aceptará a donar parte de su sangre? ¿De quién es la radiografía? ¿Y si?... ¿Y si se niega?

Me levanto de la silla con el sobre en una mano y la radiografía en la otra poniéndola a tras luz para ver bien el tumor, ¿Es un tumor en fase terminal?

Me separo de Bob pensativo, ¿y si hiciera daño a alguien mientras estoy fuera? ¿Cómo quiere que contacte con esa persona desde aquí? Pregunto en respuesta a la pregunta que se ha formado en mi mente, ¿Cómo sabe que no haré daño involuntariamente a nadie estando fuera?

Me giro y lo observo esperando respuestas a todas mis preguntas con ciertas dudas y reticencias dibujadas en mi rostro.

Bob suspira pacientemente ante tu cascada de preguntas y se frota el puente de la nariz dónde reposan sus gafas, colocándoselas bien de nuevo mientras te mira.
-No puedo obligarte a que salgas de aquí o a que ella donde su sangre, pero te estamos ayudando y pensé que quizá... En fin, sólo necesitamos un poco de su sangre que puedes extraerle tú mismo, tenemos archivados varios expedientes de personas con habilidades asombrosas y si no me equivoco... Conoces a una chica de Texas con el poder de regenerarse. No tenemos muchos datos sobre ella pero creo que podría ser la clave, es lo único que se me ocurre ya lo hemos intentado todo- frunce un poco el ceño tras su última confesión pero enseguida vuelve a serenarlo demostrando un alto control de sí mismo.

-Terminal, así es... sólo conseguimos apaciguar los efectos y su avance con medicamentos creados en nuestros propios laboratorios pero últimamente incluso éstos resultan ineficaces- ahora se gira hacia ti y te mira directamente.
-Puedo esperar a que estés seguro de que tus dosis han creado el efecto deseado, quizá un par de semanas... sería tiempo suficiente, aunque espero que sepas que eso conlleva que el tumor seguirá avanzando- asiente y ya se dirige a la puerta tras recoger nuevamente el sobre con los informes y demás.
-Sólo te pido que lo consideres seriamente, eres el último recurso que tengo así que podría decir que la vida de mi hija depende de ello en caso de que realmente funcionara el suero... Llámame cuando tengas una respuesta- espera unos segundos y si no añades nada más abandona la habitación para dejarte inmerso en tus propios pensamientos.

Antes de que salga Bob me quedo mirándolo y digo con voz sería, es Elle, ella me ha tratado muy bien y nadie se merece morir si está en mi mano que la salve, pienso para mi, pero esos pensamientos fueron los que me llevaron a esta situación, a veces me gustaría ser mas como... mas como Nathan aunque se que el tampoco la dejaría morir, se que tiene buen corazón.

Miro a Bob de nuevo y digo, de acuerdo iré a ver a Claire y le pediré que done algo de sangre para ayudar a Elle, miro ahora al suelo tocándome la barbilla, ¿Cuando podría salir? Creo que cuanto antes salga antes estaré de vuelta aquí.

Espero a que se vaya y me pongo a leer otra vez mientras los recuerdos de Hiro diciéndome, salva a la animadora salva al mundo y mas tarde los de mi encuentro con ella y Sylar se agolpan en mi mente, como me ayudó a sobrevivir el estar cerca de ella haciendo que mis heridas se cerraran o cuando todos pensaban que estaba muerto y ella me quitó el cristal de la cabeza, con esos pensamientos me acuesto y duermo después de leer durante horas y llevar medio libro terminado del cual ya no recuerdo el principio por culpa de mis demonios.

-Te lo agradezco mucho, Elle se pondrá muy contenta cuando se entere... No le gusta mucho tener que pasarse todo el día en éste edificio-mira las paredes de tu habitación con un pequeño suspiro y finalmente asiente.
-Mañana por la mañana irás a buscarla, si te sientes preparado. Intentaré que te acompañe alguien para que pueda ayudarte a controlarte de ser necesario, pero si sigues tomando tu dosis no tienes nada que temer- te dedica una leve sonrisa de agradecimiento y finalmente te deja solo de nuevo para que acabes de ordenar tus pensamientos.....

Despierto alterado y nervioso, he tenido una pesadilla pero ahora no la recuerdo, se que se encontraba Elle en ella y Hiro también, pero era el Hiro amable y bonachón que conocí en New York, miro a mi alrededor y noto mi cuerpo empapado de sudor frio, miro mis manos y estas están cerradas como si hubiera estado luchando con alguien en el.

Intento recordar y otra imagen me viene a la mente, es un niño moreno que toca el capó de un coche y este se enciende solo, pero el coche lo veo borroso y desenfocado, entonces se monta y me veo yo al volante pero cuando miro en el retrovisor no soy yo sino otra persona que no reconozco, los dos huyen de alguien o de algo ¿pero de que es? Me pregunto entre escalofríos que recorren mi cuerpo por el sudor.

Antes de que puedas recordar todo lo bien que querrías la extraña pesadilla, la puerta se abre y las luces se encienden cegándote momentaneamente.
Por suerte o pro desgracia ésta vez no se trata de Elle si no de uno de los enfermeros que se encarga de darte la dosis de medicamentos matinal y te pide que le sigas por los pasillos.
Enseguida reconoces la puerta del despacho de Bob, y tras llamar con los nudillos el chico que te guiaba abre la puerta y deja que entres.

En su interior distingues a Bob de pie y ceñudo frente al sofá, en el cuál se encuentra sentado un chico afroamericano vestido completamente de negro que te saluda con un gesto de cabeza.

-Toma asiento por favor- te dice Bob escuetamente cuando te ve entrar, señalándote el sofá mientras el otro tipo se aparta para dejarte espacio de sobras.
-Él es Joe, te acompañará para ayudarte a...- resopla sonoramente y Joe entorna ligeramente los ojos aunque no dice anda al respecto y espera a que se decida a explicarse.
-Lo lamento, esperaba que pasara más tiempo para explicar ésto pero ha ocurrido un "incidente" y me veo obligado a explicarte varias verdades que quizá no te gusten- Bob coge una silla que se encontraba junto a la pared y se sienta frente a vosotros aunque centra su atención en ti.

-Cuando trajimos a Peter aquí después de que llevara a su hermano al hospital, nos tomamos la libertad de tomarle unas cuántas muestras de ADN, ni siquiera lo notó por supuesto, y tampoco lo sabe...- coloca bien las gafas sobre el puente de su nariz, algo nervioso mientras prosigue -En realidad no resulta tan difícil clonar células si tienes los medios y las mentes necesarias a tu disposición, aunque por supuesto conlleva riesgos pero podríamos decir que tú has sido un proyecto medianamente exitoso. Aunque dependas de las píldoras- calla y espera impacientemente a que asumas lo que acaba de decir cuando en realidad para ti resulta totalmente inverosímil.

Cuando entro y me presenta a Joe le respondo a su saludo con un movimiento de cabeza, me siento en una silla y lo escucho atónito hablar de clonar mis células, me levanto de un salto enfadado diciendo y con la voz alzada, estás diciendo que habéis clonado ¿células mías? ¿Pero cuando...Como? Y lo mas importante ¿Por qué? Las preguntas salen de mis labios y mis ojos crispados de rabia y enfado se clavan en Bob, yo no he consentido algo así y espero una buena respuesta Bob porque lo que habéis hecho es algo muy grave, callo temblando de enfado y nervioso pensando en la repercusiones que el hecho puede tener ¿y si las usan manos equivocadas?

Miro a Joe enfadado y vuelvo mi rostro a Bob, imagina que alguien las usa para hacer algo con ellas, pueden ser inestables, pueden ser volátiles, doy un golpe en la mesa con la mano y sigo diciendo medio en grito ¿En qué estabais pensando cuando lo hicisteis? ¿Qué más me estáis ocultando? Dices que habéis cambiado pero no me da la sensación de que sean ciertas tus palabras después de lo que me has contado.

Me giro como para irme pero me quedo quieto, me vuelvo a girar y digo, quiero respuestas a esas preguntas, miro de nuevo Joe que aún no ha dicho nada y vuelvo a mirar a Bob, mientras me cruzo de brazos esperando una contestación.

Joe sigue sentado cómo antes y os mira con cierto interés, pero en ningún momento parece dispuesto a decir algo puesto que la conversación no le atañe.

Bob niega con la cabeza mientras suspir ahondamente.
-No estás en posición de exigir nada, tú eres el clon de Peter Petrelli y queríamos comprobar si podíamos duplicar los poderes de alguien, pero por desgracia dependes de las medicinas... No cancelan tus poderes, te permiten seguir vivo y sin ellas créeme, enfermerás y morirás sin remedio así que... Seamos serios, no hablemos cómo si tuvieras muchas opciones- la expresión de Bob se torna más severa y su ceño se frunce.
-Peter decidió abandonar nuestras instalaciones, liberó a una presa peligrosa y además secuestró a mi hija, aunque por suerte Elle ya ha sido localizada y pronto volverá, quiero que encontréis a los otros dos antes de que dañen a alguien. Aunque sea sin querer- Joe asiente a ésto último y empieza a levantarse del sofá mientras Bob se pasa una mano por la calva algo nervioso.

-No tenemos ni idea del paradero de los fugados de momento... Sin embargo hay una niña que antes estaba bajo los cuidados de La Compañía y podría encontrarles. Su nombre es Molly Walkers y lo último que sé es que un tal doctor Mohinder Suresh, Matt Parkman y Noah Bennet se la llevaron. Permanecen en Nueva York, así que podéis intentarlo así o de otra manera, pero si no lo haces no obtendrás tu sustento en forma de píldora así que espero que sea por las buenas