Partida Rol por web

Una horrible escena se desarrolla frente a mi. Sorprendido retrocedo a trompicones cayendo al suelo sentado. -Mrd lo sabia- exclamo mentalmente. Trato de alejarme de ellos pero no me dejan ir. Se aferran a mis piernas aun llorando desconsoladamente. Pero, sus caras, sus caras estaban vacias, sin rostro. Sus lagrimas solo surgian de una piel lisa haciendo que la imagen sea aun mas escalofriante. 

Al final estas figuras se derriten al igual que los trabajadores, de una manera horrible y desagradable. Solo puedo gritar en mi mente -¡¿QUE "#$%& ESTA PASANDO?!- mientras miro impotente como mis amigos se convierten en charcos de sangre y piel. En eso, de la nada, el suelo se abre y una espada gigante aparece frente a mi partiendome en dos. Al hacerlo, siento como si desgarraran cada parte de mi cuerpo. El dolor es tan intenso que ni siquiera puedo gritar y justo cuando estoy por desmayarme de dolor oigo la voz tranquila de mi padre 

-Sora, ella es Sona-san. Oye, Sora. ¿Piensas quedarte de pie ahí todo el rato? Es de mala educación no saludar a nuestra invitada.-

-¿Eh?...¿Que?...¿Sona?- digo desconcertado -¿Do..don..donde?- empiezo a decir, pero me callo y solo me pregunto a mi mismo -¿Donde estoy?- miro a mi alrededor aun confundido -Yo..estaba... en el estacionamiento cuando...- mi mente esta hecha un caos, acababa de ser cercenado por la mitad y ahora una hermosa chica esta frente a mi -¿PERO QUE $"#%$%& ESTA PASANDO?- sin embargo aun puedo, apenas guardar la compostur y no gritar todo lo que pienso en este momento, aun asi, no puedo respoder a mi padre ni saludar a la joven frente a mi, solo mirar a mi alrededor para poder ver aunque sea donde me encontraba ahora

La chica te miraba desconcertada.

Una linda joven de tu edad; con el cabello rubio y los ojos azules. Pero... no es para nada como la recuerdas. ¿Sona no tenía el cabello negro y los ojos color café? No es solo eso; tiene el cuerpo de una mujer. Grandes proporciones y una figura esbelta. Sus largos parpados acentuaban aún más el color de sus ojos.

Si bien no la miraste a ella con mucha atención, empezaste a mirar tu entorno para buscar algún indicio de dónde te encontrabas. Era la sala de estar de tu habitación —llámese mejor: apartamento—. Paredes color crema y sofás negros. Aquellos pósteres y cuadros de alta calidad y un gran televisor en medio de todo. No había duda alguna; estabas allí, en ese momento.

La chica inclinó su cabeza, confundida, y te tomó de las manos.

—Reyner-kun... estás pálido. Pareciera que hubieses visto un fantasma —dijo mientras te daba una mirada inquisitiva—. Es que acaso... —apartó su mirada mientras se ruborizaba. En un acto reflejo te soltó las manos— ¿No te alegras de verme?

Lucía abatida y avergonzada a la vez. Sus ojos empezaban a perlarse de lágrimas, mientras su cara iba tomando un tono cada vez más rojo.

-Yoo...estaba en mi habitacion ¿Como es que...- llegue aqui, quiero preguntarme, tengo un sin fin de preguntas y estoy totalmente confundido. Sin embargo, no puedo ahondar en eso, pues lagrimas amenazan con salir de los ojos de la chica frente a mi. -Ella es...¿Sona?- me pregunto.

-Aah...ah..no...no es eso- digo inquieto levantando las palmas como disculpa -Es solo que estaba muy sorprendido- hablo rascandome la mejilla con un dedo -Estas tan hermosa que casi no te reconozco- digo con una sonrisa. Pero...¿enserio era ella? ¿Que le habia pasado? Una cosa es cambiar el color del cabello, pero ¿Tambien los ojos? ¿Se habra puesto lentes de contacto? -Es un gusto poder volver a verte- la saludo tardiamente

La chica ensanchó los ojos y te miró sorprendida.

—He... ¿Hermosa...? —apartó la mirada y se cubrió el rostro con las manos. Por lo que se dejaba entrever de su cara se podía ver que estaba bastante sonrojada— Eso... —bajó las manos y empezó a jugar con ellas copiosamente. Su mirada ahora estaba fija en el suelo— es muy injusto de tu parte. Estaba desprevenida...

Se infló de morros y te miró enfadada.

—No es justo —dijo mientras se te acercaba— Dime la verdad... —rodeó los brazos en tu cuello y te encerró en un estrecho abrazo. Se puso de puntitas y acercó su boca a tu oreja. Podías sentir su cálido aliento.

—Deberías ser más sincero contigo mismo —susurró con picardía— sé más sincero con tus deseos carnales. ¿Qué deseas de mi cuerpo? ¿Mis senos? ¿Mis piernas? ¿O acaso...? —terminó por morderte el lóbulo de la oreja. Al principio lo hizo con suavidad, pero la fuerza que aplicó en su mandíbula fue aumentando progresivamente. La fuerza que aplicaba en su abrazo también aumentaba progresivamente, hasta el punto que no podías zafarte de su agarre. Era mucha fuerza, demasiada para un chico... y para un luchador. El dolor se iba extendiendo, la fuerza de su mandíbula era antinatural, hasta que...

RASGAR.

Te soltó y dio un par de pasos para atrás, con una actitud juguetona. Sin embargo, su rostro...

Su cara se había convertido en una mueca sádica y malévola, en su boca tenía... parte de tu oreja.

GOTEO, GOTEO.

La sangre salía por cantidades industriales de tu herida.

Me pongo bastante nervioso cuando Sona me abraza, se supone que es mi prometida, pero la verdad es que no la conocia mucho. Su repentino acercamiento me deja sin poder hacer nada, dejandola solo hacer lo que quiere. Sin embargo, las cosas se empiezan a torcer. Desde que su repentino cambio personalidad empeze a incomodarme.

-¿Sincero?- pregunto confundido, trato de alejarme, pero subitamente su abrazo empieza a hacerse cada vez mas fuerte. No puedo hacerlo, mientras siento un dolor en la oreja. Sona me muerde la oreja, al principio de una manera provocativa, pero al igual que el abrazo, la fuerza aumenta cada vez mas. Finalmente un terrible dolor me asalta mientras siento como se me desgarra el lobulo. El dolor casi me hace gritar, aprieto los dientes con fuerza mientras llevo una mano a la oreja. Esta no tarda en mancharse de sangre. -¡¿Que haces?!- la interrogo retrocediendo librandome de su agarre, aunque mas que librarme, ella es la que me deja ir. Los sucesos de hace rato, con Miu y Ren sin caras derritiendose ante mi, vienen a mi mente ¿Esto sera algo parecido? No conozco muy bien a Sona, pero no parecia nada sadica o loca, al menos cuando eramos pequeños.

—Uhuhuhu~

—Reyner-kun~

—Hazme el amor, uhuhu~

—¿Quieres matarme, Reyner-kun?

—Tengo ganas de experimentar tu interior, Reyner-kun~

—Reyner-kun.                                                    —Reyner-kun.                                                                  —Reyner-kun.

—¿Reyner-kun? He... ¿Hermosa? —apartó la mirada y se cubrió el rostro con las manos. Por lo que se dejaba entrever de su cara se podía ver que estaba bastante sonrojada— Eso... —bajó las manos y empezó a jugar con ellas copiosamente. Su mirada ahora estaba fija en el suelo— es muy injusto de tu parte. Estaba desprevenida...

Se infló de morros y te miró enfadada.

—No es justo —dijo mientras se quedaba plantada en su sitio— Tú... tú también te has vuelto muy varonil... —de la vergüenza volvió a taparse el rostro.

La hermosa rubia estaba frente a ti, con un aura angelical... Mientras que tu oreja; estaba totalmente intacta y no habían rastros de sangre en el suelo.

Mis ojos se ensanchan -¿Que..- la escena frente a mi vuelve a cambiar repentinamente. -¿Eh?...No...¿Ah?- apenas puedo hablar de lo desorientado que estoy. Rapidamente veo mi mano derecha que estaba sobre mi oreja.....esta...limpia, sin sangre a la vista. El dolor de mi oreja tampoco esta y cuando llevo mi mano otra vez a mi cabeza no siento nada. -¿Que esta pasando?- cada vez estoy mas confundido. -¿Estare perdiendo la cabeza?- eso parece, no se si lo que estoy viendo es real o cambiara de nuevo repentinamente.

Sona sigue frente a mi, yo la verdad no se que hacer. Ahora mismo puede que vuelva a su estado sadica y vuelva a atacarme o ¿Todo habia estado en mi mente? No lo se, mierda no se nada. Solo quiero salir de aqui.....estoy en mi habitacion....mierda....solo quiero estar solo. Fuerzo una sonrisa -Debes estar cansada por el viaje- le digo a Sona -¿Por que no vas a descansar un rato y te instalas? Luego podemos salir un rato y ponernos al dia- si le digo que luego nos reuniremos, puede que no me diga nada por despedirla apenas nos encontramos. La verdad es que no queria ver a nadie en todo lo que quedaba del dia, pero ya veria que hacer cuando llegue el momento -Puede que al dormir hasta mañana se me pase todo esto- se que suena demasiado optimista pero solo puedo intentar autoconvencerme

La chica te miró curiosa.

—¿Te sientes mal, Reyner-kun? Estás sudando... —sus labios entreabiertos y su expresión absorta daban a entender el que estaba preocupada. Se acercó un poco y trató de poner una mano en tu mejilla, pero se detuvo. Juntó las manos tímidamente y asintió— Buenas noches, Reyner-kun —fueron las últimas palabras que escuchaste antes de que las puertas del ascensor se cerraran.

¿Noches? ¿Era de noche? Por la ventana de tu habitación se veía la penumbra; efectivamente era de noche.

En cuanto a tu padre... ¿tu padre? No estaba. ¿Estuvo aquí en primer lugar? 

Buscaste con regocijo tu cama; ese lugar nostálgico en dónde muchas noches habías dejado ir tu consciencia, y te dormiste.

―○●○―

Abriste los ojos y...

—¡Reyner-kun! Sigues siendo tan gracioso como siempre —una chica se estaba reventando a carcajadas a uno de tus costados. Llevaba una blusa azul y una minifalda blanca. Lucía muy coqueta y reía risueña; era Sona.

En tanto tú...

Te encontrabas vestido de forma casual; estabas caminando junto a ella en lo que parecía ser un parque de atracciones. Bueno, había una noria; era un parque de atracciones o Chernobyl*.

—Cuando dijiste que saldríamos a ponernos al día no pensé que me traerías... bueno... —se había ruborizado de repente. Ahora tenía su mirad fija en el suelo— a una cita...

Y no había duda alguna, te encontrabas en el parque de diversiones "Gato Lunar".

Subitamente me detengo dejando que Sona se adelante un par de pasos. Otra vez....-¡¿Que esta pasando?!- grito en mi mente,. No tengo ni idea de donde estoy otra vez, mi alrededor cambia mas que el estado de animo de un chico en plena pubertad. ¿Una nor¡a? ¿Un parque? Espera... ¿Cuando me habia cambiado de ropa? Ahora no solo mi alrededor cambia sino tambien mi ropa. Escucho las palabras de Sona ¿Una cita? ¿Cuando habia salido de mi habitacion?. ¡Aaaahh! no lo entiendo, ¿alucinaciones? ¿perdida de memoria?, no entiendo que me esta pasando, si esto sigue asi creo que voy a perder la cabeza, si no es que la he perdido ya. 

Me estoy inquietando, no importa cuanta fuerza de voluntad tenga, esto ya me esta superando. Primero veo como dos de mis amigos se derriten en el suelo, seguido de un cercenamiento. Luego la que se supone que es mi prometida se vuelve psicopata y me arranca media oreja y de repente estoy en una cita con ella.

Yo... no se que hacer, ahora mismo no puedo ni dormir en paz y no terminar en un lugar completamente diferente. Pienso en correr, solo para alejarme de todo. Sin embargo, veo a Sona delante de mi, racionalmente a nadie le gustaria que le dejen plantado en medio de una cita, pero ahora mismo nada me parece racional....pero ¿es acaso su culpa?, no pero mi oreja aun esta resentida. Ella no fue, ¿o si? ¿Fue solo en mi cabeza? Mi mente se divide en dos, sin saber que hacer. ¡Aaah! Maldigo el concepto de amabilidad y a mi por seguirlo....-¡Pues a la mierda! ¿Quieren volverme loco? Pues bien ¡venga!- le hablo a la nada. Mando a volar todo, ya me da igual que si se parte la tierra o que la chica me apuñale.

Aspiro profundamente y vuelvo a sonreir, creo que me voy a convertir en un experto en eso de forzar sonrisas. Alcanzo a Sona -¿Eh? ¿No te gusta?- me hago el deprimido. Asi es, actuare como un joven normal en un cita ¿Quieres fastidiarme? ¡A ver como lo haces!- Si quieres podemos volver- digo haciendo una cara triste

—N-no... ¡No es eso! —sacudía las manos con sutileza para mostrar que se negaba a la idea— Es solo que... pensé que no te gustaba. Ayer en la noche, bueno... tú... y esta mañana me hiciste la invitación de venir hasta acá... —tomó una gran bocanada de aire y te miró con determinación— ¡Eso me hizo muy feliz! —había alzado un poco la voz, debido a ello algunas personas se habían volteado a mirar. Se sonrojó y por reflejo se acercó a ti y ocultó su rostro en tu pecho— Decir eso en voz alta... qué vergüenza. 

Se quedó un rato más así en tu pecho, mientras las demás personas caminaban a su alrededor.

—Sora-kun, yo sé dónde están Miu y Ren. A cambio de eso debes decirme dónde están escondidas esas dos espadas... si lo haces —subió su rostro, para encontrar su mirada con la tuya— quizá pueda pagarte de muchas formas, pero... si te niegas a decirme... —puso un dedo entre sus labios— ellos... —y dio unos pasos hacia atrás mientras reía divertida. 

—Vamos a la noria, Sora-kun —se acercó para tomarte de la muñeca y empezó a correr.

Rio al ver a Sona avergonzada mientras le acaricio la cabeza como a una niña, es muy tierna en ese aspecto....quitando la parte sadica claro. Sin embargo no puedo disfrutar del todo la "cita", si es que de verdad estaba en una, ya que aun estoy en guardia. No puedo evitarlo, ya van 3 veces que parece que he perdido la cabeza. Y hago bien. De repente, Sona menciona a Miu y Ren haciendo que se me congele la sonrisa ¿Como podia saber ella de ellos? ¿Acaso tiene que ver con su desaparicion? No... primero que nada ¿Es otra alucinacion o es de verdad?. Preguntas y mas preguntas empiezan a inundar mi mente otra vez. 

Sona amenza a Miu y Ren con tal de que le de dos espadas y yo estoy aun mas perdido ¿Espadas? ¿De que estaba hablando? Todo me resulta ya un sin sentido a estas alturas, asi que como habia decidido solo le sigo la corriente y la sigo a la noria con una sonrisa cada vez mas forzada. Sin embargo no puedo evitar preguntar -¿Que espadas?-

—Las "Blazers Swords", Sora-kun~. Si nos las das te regresaremos a Miu y Ren. También te podrás casar conmigo y hacer muchas cosas malas~.

En cosa de un parpadeo estabas dentro de una de las cabinas de la noria. Sona estaba frente a ti y sonreía despreocupada. Se mecía con fuerza, haciendo que el cubículo bailara de un lado a otro. Su rubio cabello ondeaba con desorden. Estaban en el punto más alto de la noria.

—¿Qué quieres para ser feliz, Sora-kun? ¿Mi cuerpo? ¿Que tu padre te quiera? ¿Que traiga a Miu y a Ren? Puedo hacer cualquier cosa de esas. Puedo hacer lo que quieras; solo necesito que me digas dónde están las Blazers Swords. Si me lo dices incluso podría traer a la perra de tu madre. ¿Qué quieres? Dime, dime... So~ra-kun~.

Se empezó a mecer con más fuerza sobre el asiento. El cubículo se estremecía violentamente. Empezaste a escuchar chirridos encima de ti; específicamente de la base que sostenía el cubículo.

—Me dirás, ¿verdad? No te lo guardarás, ¿verdad? Dime que lo harás. Tienes que hacerlo. Si no lo haces me pondré muy molesta. No me quieres ver molesta, ¿verdad, Sora-kun? Sé un buen chico y dime. Me dirás, Sora-kun. Estoy segura que lo harás. Debes hacerlo...

El cubículo se estremecía cada vez con más fuerza. Una de las cosas más extrañas de todo: Abajo; en el parque de diversiones, no había ni siquiera una sola persona. De hecho; la noria había dejado de girar. 

Suspiro, ya se habia vuelto todo raro de nuevo. En un segundo ya estoy sentado en la noria como si nos hubiesemos teletransportado. Apoyo mi cabeza entre mis manos mientras mis codos lo hacen en mis rodillas, cansado. Cansado de tanto sin sentido. -Aaah- exhalo mientras levanto la cabeza para mirar a Sona a los ojos. La contemplo un rato mientras me pregunto como alguien asi de linda puede ser tan sadica y vulgar. Es la clara definicion del dicho "No juzgues a un libro por su portada". ¿Ella era asi de verdad o todo estaba en mi cabeza con tornillos sueltos? -Pero bueno no voy a ganar nada preguntandome eso- pienso, lo que mas me importaba ahora eran Miu y Ren. No se si lo que esta pasando es real, pero al menos quiero verlos una vez mas, aunque sean solo ilusiones de mi mente rota.

-Esta bien- le digo a Sona aun mirandola a los ojos -Te dire donde estan esas espadas, pero si y solo si, veo primero a Miu y a Ren y veo que estan bien. Y no me refiero a una foto o video, sera en persona al menos a 3 metros de distancia- miento y doy condiciones descaradamente, no tengo ni idea de que son esas espadas o donde estan, pero al menos de esta manera podre verlos una vez mas

El viento se detuvo; Sona también se dejó de balancear. Solo quedaba, entonces, el sonido de la base que chirriaba; casi que gruñendo de dolor como un animal herido. Aquellos azules ojos; amplios como el cielo y profundos como el mar, te miraban fijamente mientras, bajo ellos, una sonrisa despiadada se iba pintando en su rostro. Ya no quedaba nada de la dulce chica que habías visto minutos antes; esta era una persona diferente..., o era su verdadera cara.

—Eres un buen chico... —levantó una mano y...

... Chasqueó los dedos.

Ya no quedaba nada del cubículo dónde segundos antes te encontrabas. Ahora estabas en el ascensor. Bajo tus pies sentías el leve vibrar del ascensor en movimiento; iluminado por una luz tenue, amarilla; siendo reflejado por el gran espejo que se encontraba a tus espaldas.

El ascensor paró y las puertas se deslizaron. Te encontrabas en tu departamento —o habitación, como la conocías—. Era muy entrada la noche; las blancas cortinas en los grandes ventanales no hacían más que contener la interminable penumbra que se hallaba ahí fuera.

Al entrar advertiste que dos figuras se encontraban sentadas —de espaldas hacia ti— en el gran mueble de tu sala. Pequeñas; una pelirroja y el otro con cabello negro. Iban vestidos de la misma forma que los habías visto la última vez. 

Un chasquido, eso fue todo lo que necesito. Cuando me doy cuenta, la noria, el parque, todo habia desaparecido para ser reemplazado por unas paredes de metal. Estaba de vuelta en el ascensor del edificio de mi padre. Una de dos o he estado soñando todo este tiempo o he empezado a tener lagunas mentales cada vez mas grandes.  

Sona ya no tiene ni rastro de su actitud dulce y timida, la verdad, espero que nueva personalidad sea producto de mis alucinaciones. Seria una pena, pero ahora mismo no me concentro en eso. Las puertas del ascensor se abren mostrando mi el lugar donde vivia. Un lugar que no hacia mas que traerme aburrido y solitarios recuerdos, tampoco es que me quejara tanto, pero hasta hace poco todo mi mundo se reducia a estas 4 paredes. Sin embargo, apenas entro, puedo ver a dos pequeñas figuras sentadas en el sofa. Mi corazon se acelera y me apresuro hacia ellos aun preocupado por si iban a aparecer como la ultima vez, sin rostros y exclamando con una voz agonica. -¡Miu! ¡Ren!- los llamo con emocion en mi voz. La preocupacion que tengo por ellos me hace olvidar de que puede que solo sean alucinaciones y solo me dirijo hacia enfrente de ellos para poder verlos

Los ojos de los pequeños brillaron de una forma espectacular al verte frente a ellos. Sin dudarlo un segundo se abalanzaron sobre ti atrapándote en un cálido abrazo. Podías sentir sus pequeños brazos rodeando tu torso; mientras sus oscuros ojos dejaban escapar un torrente de lágrimas que bajaban por sus mejillas.

—¡Sora! ¡Estoy tan feliz de verte! —dijo la pequeña pelirroja mientras se aferraba a ti con más fuerza, estrujando su pequeña carita en tu abdomen.

—¡Sora! Pensé que nunca te volveríamos a ver, estábamos tan preocupados por ti —el pequeño de cabello oscuro también presionó su cara contra tu abdomen—. Debes conseguir las Blazers Swords, Sora. Es la única forma de que podamos vivir felices. ¿Sabes dónde están? —el pequeño rompió el abrazo y se enjugó las lágrimas con el dorso de la mano, mirándote, expectante por tu respuesta. 

Estaba totalmente feliz al ver a los dos. Había estado preocupado por ellos desde que habian sido llevados y ahora que los podia ver de nuevo sentía que se me había quitado un gran peso de encima. Los abrazo con fuerza cuando ellos viene a mi -Yo también los he extrañado un monton- les digo con una genuina y calida sonrisa. Sin embargo, cuando escuché a Ren hablar de las espadas mi sonrisa se congelo. ¿Cómo un niño como el entender o saber qu le vivirán felices por unas espadas?

Mi sonrisa, no obstante, regresa a su normalidad en un instante -Si, no se preocupen- digo palabras tranquilizadoras a los dos. -Pero ahora tengo que hablar con la hermana mayor que esta alli- hablo refiriéndome a Sona -Asi que ¿Por qué no van a mi habitacion a jugar o a ver televisión? Esta es mi casa ¿Saben?-

Los niños te miraron deslumbrados ante tu declaración. La pequeña Miu te soltó sin muchas ganas y, junto a Ren, se adentró a explorar el departamento.

La habitación había quedado completamente en silencio; solo se podía escuchar el leve retumbar del violento viento otoñal chocando contra los grandes ventanales.

Alguien te atrapó en un estrecho abrazo desde atrás.

—¿Te has decidido a decirme? Escuché que me llamabas~.

Unos dorados mechones cayeron por tu hombro; así como una dulce fragancia penetraba tu nariz.

Me quedo parado en mi sitio sin reaccionar al abrazo de Sona en lo absoluto. -¿Me toman por tonto? ¿Como unos niños como Miu y Ren sabrian que serian felices por una par de espadas?. A lo mucho estarian muertos de miedo por que unos completos desconocidos se los llevaran a la fuerza. Y aunque se los hubieras dicho, que te hace creer que te creerian- digo completamente fastidiado. Ellos no eran Miu y Ren, solo otra ilusion como en el aparcamiento. -Ahora...- me doy la vuelta, liberandome del abrazo de Sona y mirandola de frente - Ahora dime ¿Por que crees que tengo esas...-el nombre se me hacia raro -Blazers o se donde estan?-