Partida Rol por web

High School DxD: Armageddon [+18]

ボリューム .10: La cara de Dios

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04/12/2022, 18:55
Director

¿Aquella sensación no era de alguna forma liberadora? Caías y caías sin nada en tu mente, acercándote muy lentamente hacia el suelo. ¿Ophis, Issei y Rojo habían sido un sueño? Esa era la sensación que te daba. Más fue así cuando sentiste por fin el dolor en tu cuerpo y más aún en el agujero en tu estómago. ¿Gritaste? ¿Tenías fuerza para ello? Fue ahí que notaste que el mango de Mikasuki estaba literalmente clavado a la piel de tu palma. ¿Entraste en pánico en ese momento? ¿Tenías la suficiente fuerza para ello?

A partir de allí, las imágenes empezaron a entrecortarse entre flashbacks negros. Primero fue sentir que Urena te tomaba en el aire. Luego, fue estar en el suelo sangrando mucho. Incluso podías jurar que tu vista se estaba tornando roja también. Tu respiración se agitó. ¿Estabas muriendo? De alguna forma, era como recrear el momento en el que Amon te había matado. No, ¿y si se trataba de ese momento? ¿Y si realmente lo estabas volviendo a vivir? ¿Y si Amon estaba allí?

¿Cuántos segundos o minutos estuviste en el suelo? Viste un montón de gente de muchas razas arremolinarse al rededor de los heridos, y algunas personas eventualmente llegaron hacia donde estabas, tratando tus heridas de forma rudimentaria y con magia. Aquello no hacía desaparecer el dolor ni detenía el sangrado por completo. ¿Realmente estabas muriendo? Cada vez te sentías más y más débil. Las imágenes volvían a cortarse de nuevo. Escuchabas voces, muchas voces. ¿Había gente alrededor de ti?

Gritos, más gritos. Por el rabillo del ojo habías visto a Rias... o tal vez se trataba de tu vista enrojecida. Pero también sentiste un pequeño peso sobre tu hombro, una pequeña bola de pelos blanca que lloraba. ¿De verdad estaba llorando? Escuchabas que alguien llamaba tu nombre, pero muy a la lejanía. Y eventualmente, fueron más personas, percibiste a una serafín de alas negras cargando a un serafín de alas blancas en el hombro, y no solo a ellos, pues también sentiste que dos jóvenes se abrían paso entre los que te rodeaban hasta llegar hacia ti; un joven de cabello negro de tu estatura con varias heridas en el cuerpo que cuando te vio soltó la katana que tenía en una de sus manos y se quedó de piedra, completamente helado, palideciendo. Por el otro lado, fue un castaño del cual no pudiste percibir su rostro quien se tiró a un lado de ti y tomó tus mejillas. Llamaba a tu nombre desesperado con lágrimas en los ojos, pero no podías responderle. De hecho, apenas y lo podías ver. ¿Quién era? Escuchaste cómo lo apartaban de ti a pesar de que este forcejeaba. Lo último que viste antes de que tu consciencia se apagara fue la imagen de una mujer descendiendo del cielo hacia ti con los brazos abiertos; su voz era dulce. La próxima vez que despertaras lo harías en un lugar completamente diferente.

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06/12/2022, 16:54
Director

Para ti, quizá, el cambio había sido menos abrupto. Si bien la calma que sentías con Ophis había desaparecido, todavía recobrabas la razón sobre lo que estaba pasando. Fue por ello que aunque aparecieron en un lugar totalmente distinto, fuiste capaz de llegar hasta Shiori a pesar de tu agitación, viendo alrededor cómo las paredes de aquel domo se desmoronaban, evidenciando así que Ophis había cumplido su promesa.

Una vez tuviste a Shiori entre tus brazos viste el horrible estado en el que se encontraba. La cantidad de sangre que brotaba desde la herida de su estómago era imposible de controlar por mucha presión que hicieras. Podías ver cómo la vida la abandonaba. ¿A pesar de lo que las tres habían prometido te quedarías sola? Después de todo, si mirabas en la lejanía, una Sayaka que Sun Wukong tomaba en el aire estaba en un estado comparable, dando gritos que incluso tú podías escuchar. ¿Realmente podrían sobrevivir a eso? A pesar de lo dicho por Ophis, ¿podías creerlo? ¿No había alguna duda en tu corazón? ¿Cómo sabías que lo que habías visto no había sido simplemente un sueño?

Después de llegar al suelo con Shiori, una ayuda que no creían que tendrían apareció cuando las paredes del domo desaparecieron del todo. ¿Algunas facciones se habían retractado? Facciones que habían expresado su negativa de ir ese día habían aparecido. La ayuda no tardó en llegar a muchos otros y a tus amigas, pero ni siquiera la medicina humana o la magia parecían ayudarlas demasiado. Apenas sus hemorragias más graves se detenían, pero era imposible tratar en esas condiciones sus heridas.

Fuiste la única consciente respecto a todo lo que sucedió, incluso cuando se llevaron a tus amigas. Sun Wukong no tardó en llegar contigo para ver si estabas bien, tampoco Rias. A pesar de que eras la mejor que físicamente estaba, ¿qué había de tus sentimientos? ¿Eras capaz aún de gestionarlos? ¿Algún día estarías realmente lista para afrontar el peso de la misión que asumías?

Notas de juego

2/2

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12/12/2022, 11:28
Muto Urena

Recuerdo haber hecho una reverencia, quizá dar las gracias como había hecho Sayaka, antes de volver y de estar recogiendo a Shiori en brazos.

Al llegar al suelo con la sacerdotisa en el estado en el que estaba, me puse muy nerviosa, presionaba en la herida, pero esta no paraba de sangrar, mis manos eran muy pequeñas para aquel boquete y no podía controlarla.

El ruido del domo rompiéndose y la aparición de las facciones como refuerzo me distrajeron de aquello unos instantes, los justos como para extrañarme antes de volver a intentar ayudar a Shiori hasta que alguien se acercó para ayudarla.

Me apartaron y me quedé de pie tras aquel cordón de "sanitarios de guerra" como congelada, intentando asimilar que "Las hermanas del Apocalipsis" solo era un grupo que podría durar, en realidad, solo un instante. Miré buscando a Sun Wukong y Sayaka, y vi que se encontraban en la misma situación, no parecía haber nada que hacer.

Se llevaron a ambas y, en aquel momento, Wukong se aproximó y Rias también lo hizo.

Mis ojos no se apartaban del lugar de donde se acababan de llevar a Shiori y luego alternaban este con mis manos llenas de sangre de mi compañera. Vi los pies de ambos y alcé la vista, mis ojos se estaban llenando de lágrimas.

- ¿Y ya está? - pregunté medio sollozando - ¿Se pondrán bien? Estarán conmigo, ellos nos lo dijeron...

Buscaba respuestas en la pelirroja y en mi antepasado. Si me tocaba afrontar el resto del tiempo sin ellas sería duro, sabía que lo superaría, pero en aquel momento me sentí tan vacía como cuando perdí a mi madre, no me rompería, pero necesitaría un tiempo...

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20/12/2022, 06:26
Shiori Hino

¿Shiori tenía miedo? Sí, pero no podía manifestarlo o no quería, externamente solo se mostraba serena esperando volver a la realidad, a una que sinceramente no anhelaba regresar. Mucho antes de que fueran transportadas fue percibiendo cómo poco a poco las voces de Issei y Sayaka se alejaban para oírlos en eco mientras se preparaba para lo inevitable. También observó al castaño y a Ophis, a sus amigas una vez más y cerró los ojos al mismo tiempo que su conciencia se desvanecía, pero la voz del dragón se hizo tan notoria que le tomó por sorpresa.... 

... mas no pudo procesarlo porque de súbito volvió a ella el dolor, la falta de aire y la caída sin que su cuerpo pudiese reaccionar. Sus alas no se agitaban, tener a Mikasuki incrustada en su palma ardía y su visión era una mezcla de escarlata y negro. Lo único que delataba que Shiori "estaba ahí" era que sus ojos se humedecieron rápido y dejaba tras de sí una estela delgada y pequeña de lágrimas. No sintió el impacto de la caída, pues unos suaves brazos la recibieron, pero la caballo luchaba mentalmente entre sus recuerdos de aquella dimensión y la realidad que la aplastaba; su lucidez se iba como arena entre los dedos, por eso no podía darse cuenta en esos momentos que Urena había ido por ella, tampoco de las figuras gigantes de sombras que golpeaban y el domo, los que llegaban y los ausentes ni de los gritos de Sayaka. 

Estaba muriendo, esa certeza solo la había percibiendo cuando fue asesinada ya hacía más de medio año atrás. ¿No tenía una responsabilidad qué cumplir, prepararse para los mil años que venían? En esos momentos no le importaba, y no tanto por que se rindiera, sino que su conciencia no daba para mucho, no podía reconocer a los que estaban a su alrededor y a duras penas sabía quién era ella misma. 

No pasó mucho más cuando Shiori parecía enfocar su mirada al cielo, si es que podía ver. Movió sus labios como si quisiera decir algo, pero estaba tan débil que no se escuchó más allá que un suspiro... su rostro empezó a reflejar tranquilidad y con lentitud cerró los párpados, esperando que al abrirlos... el dolor se hubiese ido. 

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20/12/2022, 06:42
Shiori Hino

Dolor... sufrimiento... pena...

Shiori se asfixiaba de volver a sentir aquello de lo que tanto rehuía. No quería volver, no quería que tener pasar por eso otra vez. ¿Para eso había reencarnado? ¿Por eso Ophis, Issei y el Dragón Rojo les había salvado a ellas? ¿Por qué debía volver a un cuerpo que rechazaba? ¿Era un castigo?

Lo único que le aliviaba era sentir a Mikasuki con ella. Las figuras que la veían y le hablaban le eran lejanas, irreconocibles. El pelaje blanco a su lado apenas fue perceptible, pero aunque quisiese ver mejor no podía, no tenía las fuerzas para eso. La caballo solo lloraba en silencio, sin esfuerzo, sus lágrimas mezclándose con la sangre preguntándose con lo poco que tenía... ¿Para qué abrir los ojos? 

Cuando notó que empezaba a perder su poca conciencia, sintió alivio. ¿Estaba muriendo? No se opondría, vería a sus padres de nuevo; por ello, miró al cielo mientras veía a una mujer acercarse y con sus últimas energías, susurró.

-Adiós...-¿alguien la habría escuchado siquiera? No había dolor en esa palabra... era más bien como si un deseo se hubiese hecho realidad.

Se entregó a la oscuridad y esperaba no sentir dolor, pues se había resignado a que su hora había llegado.

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24/12/2022, 02:40
Director

Los aliados caídos se contaban por decenas; los enemigos por centenas. Tomando en cuenta que se trataba del grupo DxD, aquello era un horrible golpe. Y ese realmente sería el menor de sus problemas: Sirzechs, Dulio, y unos cuántos más del grupo que luchaban contra Zelig habían desaparecido sin dejar rastro alguno, así como el mismo Zelig. Eso solo supondría un gran problema a la larga lista de temas a resolver. Al menos de eso no se tendrían que preocupar ustedes, ¿verdad?

Sayaka y Shiori fueron trasladadas de prioridad junto a unos cuántos más a Grigori, donde Asia las trataría personalmente. Urena sería llevada también, pues estaba preocupada por sus compañeras. Para fortuna de todas, y gracias a las habilidades de Asia, Shiori y Sayaka quedaron sin una sola herida visible a costa de que Asia tuviese que dormir por dos días, lo que en una situación como aquella no era lo más conveniente. A pesar de eso, las dos jóvenes al borde de la muerte tardaron días en despertar.

La situación en el Inframundo fue complicada las primeras semanas después del evento denominado como "Apocalipsis". Lucifer había desaparecido, y con él la estructura del gobierno del Inframundo se desequilibraba. Si bien los demás mahous seguían allí, la influencia que tenía Sirzechs en todo el Inframundo era mayoritaria, por lo que su desaparición fue catastrófica en muchos ámbitos. Eso al menos no evitó que los daños comenzasen a ser reparados y los civiles afectados por todo ayudados, pero sí que tensó como hacía no mucho tiempo la cúpula política. Con Sirzechs desaparecido y sin que hubiese rastro suyo en la grieta dimensional, todo el mundo estaba expectante sobre quién sería el próximo Lucifer. Muchas casas habían esperado por una oportunidad así durante siglos, así que las fichas comenzaban a ser movidas mientras los Gremory sufrían su pérdida.

Durante los primeros siete días después del Apocalipsis, en las muñecas de cada una apareció una marca del infinito que resplandecía sin explicación alguna. Con el pasar de los días, esa marca fue atenuándose hasta desaparecer del todo. Por lo que habían visto y vivido, cuando decidieron contar todo les creyeron sin ninguna duda. Principalmente porque ninguna podría haber visto antes a Ophis, Rojo o Issei y contar detalles tan exactos que solo pocos conocían. Además de la marca, estaba el hecho de que muchas personas las habían visto luchar contra Dios, y algunos allí parecían conocer a Ophis, así que lo que contaron no les pareció descabellado. Menos tomando en cuenta... que habían conocido a las moiras y sus recuerdos ya lo habían evidenciado.

Y hablando de quienes habían luchado con ustedes contra Dios... la serafín que se había enfrentado a su propio dios había caído... y su nombre era Gabriel, la antigua líder del Cielo. El Cielo había entrado en crisis por esto, pero poco había que pudiera hacerse. Azazel, habiéndose recuperado y volviendo a ser un caído con el pasar de los días, la recibió sin pensarlo ni un segundo. ¿Qué pasaba exactamente entre esos dos?

Con el caos, nuevas alianzas nacían y otras muchas se desmoronaban. Los ataques terroristas fueron disminuyendo en muy poco tiempo tanto en cantidad como en gravedad, y no pasó mucho hasta que los terroristas restantes se escondieran y la caza de brujas diese comienzo. Ninguna facción tendría piedad con los traidores a partir de ese momento.

De esa forma, las semanas y los meses comenzaron a pasar. Tenían un gran peso en sus hombros, pero a diferencia de lo que podían creer, nadie las presionó. Junto a unos cuántos más que habían logrado cosas significantes en la guerra, se les fue conferido el título a las tres de heroínas de guerra, lo que conllevaba el derecho, a pesar de ser reencarnadas, a ventajas y riquezas más grandes de las que unas adolescentes como ustedes podrían manejar en ese momento, pero que les serviría para el futuro. Los ladrillos que construían el camino que cada una comenzaría a seguir habían sido colocados.

En mil años, Dios y el Apocalipsis volverían.

Sin embargo, cada una era dueña de su propio destino.

¿Serían destructoras o salvadoras?

¿Seguirían el designio o lo cambiarían por fin?

Después de todo, no se trataba de lo que habían hecho ya, sino de lo que harían.

Sus historias apenas comenzaban.