Partida Rol por web

High School DxD: Armageddon [+18]

ボリューム .5: Tiempos de paz, tiempos de destrucción

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08/01/2020, 11:48
Director

Life I: El despertar

20 de octubre, domingo. Dos meses después del segundo ataque a Agreas.

Dos meses habían transcurrido desde la tragedia que había destruido Agreas casi en su totalidad. La arena de los Rating Games no había sido más que uno de los grandes focos del ataque. Toda Agreas había sido sumida en caos. La lucha fue especialmente complicada. Hicieron aparición enemigos muy fuertes que se creían ya muertos. Además de eso, para el terror de todos, dos monstruos gigantes, deformes, creados a partir de oscuridad, devastaron gran parte de la ciudad. Los Mahous pudieron reducirlos, pero a costo de destruir muchas zonas de la ciudad. Zelig Mephistopheles, el portador del Boosted gear, fue uno de los héroes reconocidos por la batalla. Había conseguido matar a Kokabiel, así como a otros tantos enemigos muy fuertes. Ayudó al grupo de los Mahous a exterminar a los gigantes y pudo vivir para contarlo. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos por defender Agreas, las pérdidas, en cuanto a vidas se refiere, pasaban las miles.

Agreas los días posteriores fue confinada en un estricto orden de seguridad muy cerrada. Todos los que vivían en la ciudad fueron evacuados a Lilith y a las ciudades más pequeñas. Ajuka Beelzebub, uno de los Mahous, pasó a tomar el mando de la ciudad custodiando lo más precioso que tenía el inframundo y la más grande invención de Ajuka: las evil pieces.

Los rating games oficiales fueron todos suspendidos. Se rumoreaba de que volverían a llevarse a cabo el mes de noviembre, pero todo dependía del ambiente político. Todas las facciones estaban muy tensas; pequeñas disputas surgían entre unas y otras. Había un poco de desconfianza en el ambiente. Lo mismo sucedía, en pequeña escala, dentro de las mismas facciones. 

A pesar de la tensión que se vivía, la paz había reinado los dos meses posteriores al ataque. En ninguna parte del mundo sobrenatural se había reportado algún ataque devastador en aquel tiempo. Por un momento parecía incluso que los terroristas hubiesen desaparecido. Pero, por supuesto, esto no hacía más que poner a todas las facciones en alerta quienes cada día reforzaban más y más su seguridad.

Al mes de haber transcurrido el atentado, Ikutsuki había despertado. Después de salir de Agreas había sido llevado a Grigori por órdenes de Azazel. Desde entonces había estado confinado allí. Aún a los dos meses del ataque seguía en el lugar. La única explicación que daba era que "necesitaba estudiar más a fondo el sacred gear de Ikutsuki".

Val directamente fue quien se encargó de mover el cuerpo de Sora. Fue enterrado en un pequeño pueblo llamado "Vuppoct", dentro de los territorios de los Gremory. La pieza de caballo de Sora había quedado con Val y este no había hecho mención de lo que haría con esta a lo largo de los dos meses.

En una tensa y artificial paz habían transcurrido los días. Las cosas en el club de lo oculto no habían cambiado demasiado. Los contratos como demonios seguían siendo llevados a cabo y la vida en Byoko-sho transcurría de forma "normal". Los exámenes estaban a dos meses de distancia y pocos eran los estudiantes que se preocupaban por esto. 

Todos despertaron ese domingo con un frío que les calaba los huesos. Por segunda vez en el mes estaba nevando.

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08/01/2020, 12:46
Director

Ese domingo te despertó más temprano el frío. Al dirigirte a la ventana notaste una pequeña capa blanca que lo cubría todo: estaba nevando.

Toru estaba dormido en un futón al lado de tu cama, la noche anterior lo habías conseguido allí. Habías vuelto alrededor de las diez el día anterior, un par de trabajos como demonio habían retrasado tu llegada a casa. Normalmente llegabas más tardar a las ocho (cosa que, sin embargo, al principio ponía los pelos de punta a tus padres), pero habían algunos días en los que se te hacía imposible. Esa noche no te quedó más que aguantar el severo regaño de tu madre. Tu padre, más flexible que su dura esposa, te cocinó algo para cenar mientras que, a su manera, también te reprendía. Solo por él supiste que Toru había llegado en la tarde y que tenía la ilusión de hacer una pijamada contigo.

Dejaste a Toru durmiendo; dormía tan apasiblemente que sería un pecado levantarle de su sueño. Tú te pusiste algo más abrigado y bajaste las escaleras. No tenías ningún apuro; tenías la mañana y parte de la tarde libre, no debías ir al salón del club sino hasta esa hora. Los momentos que podías pasar con tu familia eran de apreciar. Desde que habías sido convertida en demonio no pasabas demasiado tiempo con ellos y ellos se preocupaban cada vez más por ese hecho.

Al bajar escuchaste el familiar sonido de las sartenes en la cocina y un delicioso aroma te golpeó la nariz. Te dirigiste a la cocina y viste las anchas espaldas de tu papá. Estaba aún en pijamas preparando el desayuno. Viste unos cuantos huevos revueltos en una sartén cocinándose y, al lado, otra sartén rebosante de tocineta y la cosa no parecía detenerse allí. Dai estaba preparando un desayuno al estilo occidental, pero no un simple desayuno; estaba preparando otras tantas cosas, desde que tenías memoria nunca habías probado un plato que te disgustase viniendo de manos de tu padre. Tenías suerte de poder comer su comida todos los días, ¿no? Eras una demonio. Vivirías miles de años; ¿por cuánto tiempo más podrías disfrutar de tus padres?

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08/01/2020, 13:45
Director

El tiempo pasa más lento cuando se vive una monotonía.

Hacía un mes que habías despertado en las blancas paredes de una habitación en Grigori. Aquella vez después de la fiesta donde se dio la traición de Vapula habías despertado en un lugar así, aunque esa vez en una camilla contigua a la tuya estaba Val. Esta vez te encontrabas completamente solo. 

Muchos de tus recuerdos sobre lo que había sucedido el día del ataque en Agreas se habían esfumado por completo. La ausencia de tu brazo fue algo que no recordaste hasta pasada una semana y todo lo demás fue llegando progresivamente con los días, aunque aún habían cosas que no recordabas. Olvidaste por completo lo que había pasado cuando perdiste el control y vagos recuerdos tenías sobre lo que había sucedido cuando te lanzaste a por Kokabiel. Esos recuerdos estaban sellados en tu memoria, era casi como si no deseasen salir a flote.

Durante un largo mes fuiste sometido a múltiples pruebas, un par de cirugías y charlas con distintos científicos, incluyendo al mismo Azazel. Además de largos interrogatorios, eran pruebas psicológicas. 

En ningún momento fuiste tratado de mala manera. De hecho, el más serio de todos fue Azazel, y ni él te trato de forma dura. Querían descubrir qué había sucedido contigo y tu sacred gear. Azazel descubrió que tenía el alma de alguien sellada dentro, pero no lograba descifrar la de quien, había algo que les bloqueaba el paso cada vez que querían inmensarse en él. Tú eras el único que podías desentrañar eso y la llave para hacerlo, tus recuerdos, estaba perdida.

Ese domingo era uno de esos días en  que charlabas con Azazel. Las consultas primero eran llevadas en tu habitación, luego en un salón blanco y grande donde no había nada y, después, en el despacho de Azazel. Llevabas una semana haciéndolo y, en el mes que venías viendo a Azazel, viste progresivamente su deterioro. Barba larga, ojeras. No tenía demasiada buena pinta.

El despacho de Azazel estaba hecho un desastre en papeles, latas de cerveza y comida rápida. Pese a que era un gran estudio de estilo occidental, que detrás del escritorio de Azazel estaba lleno de paneles de cristal; adornado con caros cuadros, confortables alfombras y asientos de lujo, en ese momento nada de eso salía a relucir, solo el avejamiento suyo y de su dueño.

Repasémoslo una vez más —mientras hablaba contigo buscaba papeles en su desordenado escritorio—. Acabaste con los magos y uno de los dragones; el otro te arrancó el brazo. ¿Luego de eso qué sucedió? Trata de recordar.

Y eso hiciste, pero nada sucedió. Tu mente estaba en blanco. Azazel había intentado acceder a tus recuerdos, pero estos, tanto como tu sacred gear, de alguna u otra manera estaban bloqueados.

¿Qué sentiste? ¿Por cuánto tiempo fue? —a tu mente no llegaba nada más que un leve dolor de cabeza— Trata de recordar algo, lo que sea —dejó de hablar por un momento, mientras seguía rebuscando en la mesa.

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08/01/2020, 17:35
Director

Los dos meses que siguieron el segundo ataque a Agreas fue relativamente tranquilo para ustedes. Nada realmente importante había sucedido.

Cada una llevó su rutina de estudios de manera normal, así como su rutina de trabajo como demonios. De cierta manera era tranquilizadora esa rutina aunque por otra parte la zozobra que creaba era más que angustiante. Nadie lo demostraba, pero todos tenían miedo.

No veían a Azazel desde la última vez que habían ido a visitar a Ikutsuki hacía un par de semanas. El aspecto del ángel caído era descuidado; se había dejado crecer la barba y tenía consigo unas grandes ojeras. Sin embargo, actuaba con normalidad.

Ese domingo estaba nevando en Byoko-sho. Podrían haberse levantado más tarde, pero Kobayashi despertó a Shiori temprano, e hizo lo mismo mandando varios mensajes a Sayaka. El plan era desayunar en el comedor ramen de cerdo, ella invitaba. De tanto en tanto hacía cosas así para pasar tiempo con ustedes; al fin y al cabo no solía relacionarse con nadie más.

Se encontraron todas abajo. Kobayashi estaba abrigada hasta los dientes, parecía una pelusa andante. Después de encontrar una mesa (cosa que no fue demasiado complicada) compraron los tazones de ramen. Por la ventana del comedor vieron que fuera estaba todo blanco ya. 

Sin mucho más, empezaron a comer.

Cálido —dijo Kobayashi, con su usual inexpresividad de siempre, mientras se llevaba los fideos a la boca. Pese a toda su indiferencia, sus ojos brillaban un poco; probablemente solo ustedes sabían que sus ojos resplandecían únicamente por el ramen—. Pelear —luego de un rato en silencio Kobayashi dijo eso de repente, mirándolas—. Quiero que me enseñen a pelear —y siguió comiendo de forma casual, luchando con la bufanda que a cada rato se le subía y le tapaba la boca.

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08/01/2020, 22:02
Sayaka Umimori

Habían sido días difíciles, sobre todo por las circunstancias en que sus compañeros habían despertado. Lograron salir ilesos ante el ataque, pero despertarse en medio de semejante masacre... Eso era otra cosa. Además, Val se sentía responsable por todos y todos habían sufrido de una manera u otra. De seguro se estaba culpando enormemente por todo eso.

Sayaka había ido a Grigori un poco más seguido durante esas semanas para no perder la posibilidad de hablar con Azazel y visitar a Ikutsuki. Decía sentirse responsable por lo que le sucedió a la torre, así que trataba de ir tanto como podía.

Los días transcurrieron normal, o al menos tan normal como era posible en esa situación, así que se concentró esos días en ponerse al día con sus clases. Trató de depender de Kobayashi lo más posible para ponerse al día y ya que Shiori y ella estaban en la misma habitación, pasaba mucho tiempo con ella también*.

El crudo invierno llegó y Kobayashi la llamó para que fueran a comer ramen de cerdo. Eso le traía recuerdos. Fue con alegría pensando en eso y fue hasta llegar allí que notó que sería junto a Shiori. Eso la alegró. Después de todo, las dos chicas se habían acercado mucho desde que se conocieron.

Sayaka disfrutaba del ramen de cerdo alegremente y su calidez cuando Kobayashi intervino. ¿Dijo que quiere aprender a pelear? ¿Por qué? ¿Sería preocupación? ¿Celos? ¿Curiosidad? ¿Por qué? La sirena quedó boquiabierta ante las palabras de su amiga y se giró hacia ella con dudas.

- ¿Por qué quieres aprender a luchar, Kobayashi? - preguntaba Sayaka con sorpresa. No era que no quisiera enseñarle, pero era difícil pensar en sus motivos, sabiendo lo pacífica que era.

- Shiori y yo manejamos estilos de lucha muy diferentes. Ella es una espadachina y puede manejar el fuego. Yo manejo el agua y la sangre, y mis habilidades de sirena. También aprendí artes marciales y puedo manejar armas a distancia, así que serviría saber qué quieres aprender. No sé si Kiki te pueda ayudar un poco - lo más seguro era que Sayaka ya le hubiera hablado de Kiki, pero tal vez no se lo hubiera presentado.

- Yo estoy dispuesta, pero quiero saber por qué y qué quieres aprender - estaba llena de dudas al respecto, pero no quería desmotivar a su amiga ni quitarle la oportunidad de aprender a defenderse.

Notas de juego

*Si te parece bien XD.

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09/01/2020, 03:59
Mukuro Ikutsuki
Sólo para el director

Abrí los ojos, desorientado. Estaba en un hospital nuevamente, de la misma manera en la que estaba la primera vez que enfrente a lo sobrenatural. Una sensación extraña recorría mi cuerpo completamente sin saber exactamente que me habia pasado. ¿Que era lo que habia sucedido, que hago aqui...? Observe a mis costados, si estaba aqui, seguramente Val o Souma estarían... ¿Conmigo? 

Algo era diferente a la anterior vez, ellos no estaban a mi lado. ¿Que habia sucedido? ¿Donde estan ellos, porque estoy yo solo aquí...? Intente levantarme, pero mi cuerpo difícilmente respondía. Mi brazo derecho logro aferrarse a la cama, pero el izquierdo no me funcionaba, no me respondía. Al voltear a verlo me quede congelado con una expresion fría; mi brazo no estaba allí. No estaba desesperado, tampoco sorprendido. Simplemente habia realizado que de algun modo habia perdido mi brazo como si fuese lo mas natural del mundo, como si estuviese muerto. Estaba sorprendido, pero aun asi no podía expresarlo de la manera que quería, simplemente no podía...

Fueron dias completamente largos. Pasar en la misma habitación solo me daba completamente una noción del tiempo mucho mas lenta, mas agobiante, mas horrible. No pude evitar aun en este estado en Shimizu Yuki. Ella que es consciente de su estado seguramente, en un estado vegetativo, sin poder moverse o hablar... No era momento de sentir simpatía por alguien mas, y aun asi en mi estado sentía pena por ella. Y ahora, con un brazo menos... ¿Estoy mas lejos de completar mi objetivo? ¿Porque en verdad soy tan débil, que es lo que pasa conmigo...? No solo era pena con ella, sentía tambien lastima por mi. Mi orgullo como guerrero estaba en los suelos.

Poco a poco fui recordando todo lo sucedido. Los Rating Games, el ataque en Agreas, mi patética muerte... Yo habia muerto. Era imposible que me salvase de algo asi, pero aqui estaba. Algo o alguien me mantuvo vivo y sufrí las consecuencias. ¿Habrá valido la pena? Tengo cosas por hacer, pero en este estado es como si en verdad desease mejor estar muerto, era irónico. Que habré hecho para estar en un lugar asi... Solo recuerdo apenas como una niebla cuando me lance ante ese ángel caído, pero que paso antes o que paso después... No lo recuerdo. Eso si, esa visión, ese recuerdo... Perdí la memoria en ese corto plazo, pero recupere algo que no quería recordar. Mi madre habia muerto por mi. Me defendió hasta el final y no pude ayudarla. El recordar aquello era uno de los motivos que más me hacían sentir miserable... Me hacían sentir culpable y sobre todo furioso al respecto del porque tenia que sacrificarse por mi... Hubiese preferido morir en su lugar, quizás eso hubiese cambiado muchas cosas en el ahora...

No me dolían tampoco las operaciones, exámenes ni pruebas que me hacían en Grigori. Siempre respondía de la misma manera frívola, desanimada y muerta. En verdad me sentía muerto en vida, algo no estaba bien. No era el mismo yo, el mismo Mukuro Ikutsuki animado, vigoroso y positivo. Me sentía quebrado, vulnerable, destrozado fisica y moralmente. En verdad habia muerto, y todavía no he revivido como la anterior vez...

El alma de alguien estaba sellado en mi Sacred Gear, seguramente fue esa persona la que me mantuvo vivo. ¿Porque lo habra hecho? ¿Con que motivo lo habrá hecho? En verdad no se que paso, porque quise vivir, o que me motivo, no sabia nada, estaba en el aire y no recordarlo me tenia mal. Mi memoria se habia perdido y me hace sentir que lo que he olvidado es mas importante de lo que imagino, pero al mismo tiempo siento que no es por gusto que lo he olvidado. ¿Que cosas habré hecho para sobrevivir...?

Ver a la persona que me habia salvado la vida una vez más en ese estado me hacía sentir todavía peor. Era una carga. Una molestia. No era tan importante como para que alguien de su importancia este tomando tanta precaución en mi caso, quizás lo mejor seria dejarme morir. Pero aun asi, aqui sigue enfrente mio. Su aspecto dice mucho de como esta a pesar de que ni los lujos a su alrededor pueden opacar su estado. — Yo... No recuerdo nada. Después de eso, solo recuerdo lanzarme encima de Kokabiel y yo... Yo... — Se podía notar la frustración en mis ojos apagados y llenos de remordimiento, claramente quería ayudar a averiguar que sucedió conmigo y no podía. — No recuerdo que sentía, en verdad que no recuerdo nada... — Y por mucho que me doliese la cabeza al seguir y seguir y seguir intentando recordar, no lograba nada. Eso si, llevaba días recordando lo sucedido. Aquella memoria de mi madre... Y el es quien me salvo la vida. Mi rostro se lleno por un segundo de rabia pura y dura mirando al piso, decidido a contarle definitivamente quien era el. No podía mentir, no tenia caso seguir ocultando algo que seguramente el sabrá. Necesito respuestas, y ya me da igual si el mundo se entera o no de mi origen. Ya nada me importaba mucho, la verdad. — ... Solo recuerdo algo, una memoria de mi infancia que no podía recordar hasta ahora... — Intente reprimir ese odio en mi mirada, sin mirarlo. — ... Nee, Azazel-sama. Dime una cosa. ¿Tu sabes que sucedió hace años con Beleth... Abrahel? — Mi mirada al decir su nombre se debilito, mostrando una apertura clara a mi punto débil. Quería una respuesta, ansiaba una respuesta. — Hace años, sacrifico su vida por su hijo... Sigo sin entender porque lo hizo, o quien la quería muerta... Pero ahora lo recuerdo. Ella, al igual que seguramente muchos murieron por mi culpa... Yo... Debo de averiguar que paso en verdad, o quien soy... Si sabe algo, yo... — Me quede callado después de hablar, sin palabras ya en la boca para decir algo. 

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09/01/2020, 04:41
Shiori Hino

Aquellos eran tiempos complejos y complicados para Shiori, quien se la pasó entrenando para mejorar su arte en la katana y buscaba distraerse de cualquier cosa porque luego les confesó a Mei y a Sayaka, además de al propio Val, que poco antes de los Rating Games había sido el cumpleaños de Yari, sabiendo que no podía contactar a Mayaka o a la propia familia y saber que a sus 17 años el chico estaría en desconocimiento de paradero, afectó un poco a la sacerdotisa y mermó su humor por unos días. Eso y añadir que sus ojeras parecían ser permanentes junto a un aire de cansancio que a veces dejaba relucir.

Aquellos eran tiempos complejos y complicados para Shiori, pues saber las tensiones que había en varias partes era algo que le ponía en sobre aviso, además de intentar lidiar con sus cosas personales y esfuerzos para llegar a un punto de satisfacción que no podía alcanzar; de igual manera, ella había intentado ver a Ikutsuki sin mucho éxito y se supo que iba bastante seguido al Inframundo a la residencia de los Gremory.

Sin embargo, ese domingo había hecho algo que no estaba en su rutina a pesar de que estaba nevando sin que fuese una época de invierno como tal. Había ido abrigada a comer junto a Mei y Sayaka y disfrutaba del ramen en silencio cuando escuchó la declaración de su amiga. La pelinegra dejó de comer y guardó silencio mientras la sirena hacía las preguntas adecuadas.

-Dependiendo de tu respuesta, Mei-san, se tomará una decisión-su voz era tranquila y disciplinada. Ambas podrían recordar que Shiori creció en una familia  de instructores y ella misma lo había sido por un par de años... a un único alumno que ya estaba con ella-. ¿Qué buscas al aprender al pelear?-miró a su amiga con severidad, pero también comprendiendo por qué lo estaba pidiendo. 

Notas de juego

Sin problema para mí xd

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09/01/2020, 14:25
Muto Urena

Quizá fuera el frío, la nieve o el calor del hogar al sonido de los enseres de cocina chocando entre ellos, me vino a la mente cierto pensamiento que me puso melancólica, algo en lo que no había pensado hasta aquel domingo, vivir la eternidad...

Lo lógico es que los hijos sobrevivan a los padres y no al revés, no sería yo la primera, ni la última que tendría que despedirse de ellos cuando, de ancianos, fallecieran y me dejasen, en cierto modo, huérfana. Claro que tampoco era la primera vez que se me pasaba por la cabeza, pero era la primera vez que lo pensaba desde la perspectiva de vivir la eternidad en el momento en el que ellos, irremediáblemente, acabasen abandonándome.

Quizá tendría que comenzar a plantearme disfrutar de cada momento que pasase con ellos, ofrecerles algo más de atención, disfrutar de mi entorno mortal tanto como pudiera, en tiempos de calma como aquellos.

Me había quedado detenida en el quicio de la puerta de la cocina, observando los cuidadosos movimientos de mi padre, olisqueando el desayuno, pensando, sin decir nada.

Di un paso y otro y otro y finalmente llegué donde se encontraba el chef familiar y le di un abrazo por la espalda.

- Buenos días papá - dije hundiendo mi cara en su espalda -. ¿Mamá ya se ha levantado? Siento preocuparos tanto.

De verdad sentía que se preocupasen tanto, mis intempestivas horas de vuelta a casa eran la principal razón y yo no quería que ellos se preocupasen, tampoco podía dejar mis tareas como demonio, solo me quedaba pedir perdón constantemente y aguantar las broncas que me quedaban por llegar de parte de mis padres.

También estaba Toru, aquel crío me perdía, pero por mis tareas también había descuidado su atención, aquella noche anterior, cuando llegué, el pequeño ya estaba metido en el futón, durmiendo a pierna suelta y todavía seguía allí, por suerte tenía tiempo para pasar con el durante el día antes de la reunión con el club.

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09/01/2020, 15:48
Muto Dai

Tu padre dio un pequeño respingo cuando lo abrazaste de repente; casi tira una de las sartenes que sostenía por el mango, pero pudo salvarla por poco.

Buenos días, Urena —dijo tu padre, de manera afable—. Tu madre ha salido a comprar algunas cosas que necesito para preparar el almuerzo —tu padre rió un poco y con total naturalidad dijo:. Es normal que nos preocupemos, Urena. Eres nuestra hija, y además la única. Entendemos que estás creciendo..., pero para nosotros siempre serás un pequeño renacuajo —salteó un poco los huevos revueltos con gran maestría—. ¿Te lo pasas bien en ese club en el que inviertes tanto tiempo? Recuerdo cuando tenía tu edad, yo también pertenecí a un club. Como podrías esperar, fue al de cocina. Le dedicaba todo el tiempo que podía; esa fue una de las mejores épocas de mi vida. Es por eso que no puedo reprenderte como lo hace tu madre, ya que entiendo lo que es hacer algo que te gusta; o estar con alguien que te gusta —agregó, con cierta picardía.

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09/01/2020, 16:26
Azazel

Azazel te escuchó mientras rebuscaba en sus papeles. Su rostro no mostró ningún signo de asombro, ya que ya había escuchado lo que le habías dicho decenas de veces. Sin embargo, dejó de buscar cuando mencionaste que recordabas algo de tu infancia. Te miró con interés y quitó sus manos de los papeles por fin cuando preguntaste por los Beleth. 

¿Eres el hijo de Abrahel? ¿Por qué no me habías mencionado eso antes? —te dijo, de manera inquisitiva Se especulaba que tuviese un hijo, pero nadie creía que pudiese ser cierto. Por supuesto, existía la posibilidad. Había desaparecido con un humano, y eso era lo único que se sabía. Dime, Ikutsuki —Azazel te miró con total seriedad, ¿lo que me estás diciendo es cierto? ¿Dónde has escuchado ese nombre? Y la cosa más importante, ¿quién es tu padre? Niño —Azazel se cruzó de brazos, entornando sus ojos en ti. Necesito que me lo cuentes todo a detalle.

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09/01/2020, 17:38
Kobayashi Mei

Kobayashi seguía comiendo mientras ustedes hablaban. A primera vista parecía que ni siquiera les estaba prestando atención, pero ustedes sabían que así se comportaba ella. 

Poco a poco empezó a llenarse un poco el comedor, aunque no demasiado. Era un domingo, un domingo frío además; muchos preferían seguir en sus camas durmiendo cómodamente con la calefacción encendida. ¿Quién podía juzgarles? El clima era perfecto para ello. Ustedes mismas hubiesen podido hacerlo: no tenían nada qué hacer en el club sino hasta la tarde.

Mei tomó el tazó de ramen y se lo llevó a la boca, sorbiendo un poco de sopa. Cuando ambas terminaron de hablar lo bajó; el tazón estaba medio vacío y los labios de Kobayashi brillosos por el grasoso caldo. Parpadeó un par de veces con sus ojos de pez muerto antes de contestar.

—Esas son muchas preguntas —fue lo primero que dijo, mirándolas a ambas. Suspiró con calma antes de contestarNo era una pregunta, era una orden —unos meses antes hubiesen quedado descolocadas porque Kobayashi les hubiese dicho algo así, pero en la actualidad podían reconocer que esa era una broma; aunque sí era difícil distinguir cuando la pequeña hablaba en serio o no. Quiero aprender a pelear para ser fuerte como ustedes. No importa lo que pueda aprender, estará bien. Quiero ayudar en lo que pueda.

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09/01/2020, 17:57
Sayaka Umimori

Sayaka se sorprendió al inicio con la actitud de Kobayashi, pero luego comprendió que bromeaba y suspiró aliviada. La verdad era que había aprendido a comprenderla, aunque no sabía muy bien cómo. Después de todo, ella era más inexpresiva que Shiori. Incluso a Sayaka se le dificultaba en ocasiones leer sus emociones. Eso era una proesa de parte de la kitsune.

La escuchó y sonrió tomando un poco de té caliente con que acompañaba su ramen - A mí me parece bien. Después de todo, tienes razón y tu poder es de gran utilidad. ¿Por qué no terminamos esto y vamos a un lugar cerrado y libre de ojos curiosos? De esa manera podré llamar a Kiki - sonrió. Era un zorro. No eran iguales, pero al menos podría orientarla un poco en aspectos que tal vez ni Shiori ni ella podrían.

Miró a Shiori sonriente. De seguro Shiori trataría de frenarla, como hacía siempre. Ella era bastante protectora y aunque Sayaka no quería que Kobayashi se viera envuelta en todo eso, de seguro era lo mejor. Así podría defenderse y sobrevivir.

- Yo podría enseñarte un poco de cómo controlar magia y Kiki sobre tus habilidades. Shiori podría hacer lo mismo con combate, ¿verdad? - le sonrió a la demoniza a la espera de su respuesta. Apoyaría la decisión de su amiga.

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09/01/2020, 18:15
Shiori Hino

Shiori no pudo evitar sonreír de lado y acomodarse los anteojos con la broma que Mei había hecho para luego soltar un suspiro y entrecruzar sus dedos frente así para apoyarse en ellos.

Recordó las noches que se habían desvelado platicando y sabía a qué iba su petición, pero era mejor escucharla por su propia cuenta a realizar conjeturas. Además, aunque ella era una kitsune seguramente temía por los suyos en esta problemática que afectaba a muchas facciones, posición que ella misma habría tomado de estar en su lugar. 

-Habrá que determinar qué es lo que sabes o tus puntos fuertes, tema que podríamos tocar en otra parte una vez que terminemos de comer-revolvió el cabello de manera afectuosa de su compañera de cuarto y luego volvió a acomodarse en su lugar-. Sayaka y yo tenemos distintas formas de pelear y defendernos. Si ninguno se acopla a ti debemos ver cuál sería el mejor, Mei-san.

Miró a Sayaka a sabiendas que no quiso hablar del estilo de combate para no tratar el tema en un sitio público donde podría haber oídos curiosos e innecesarios. Ya tenía pensado qué podría enseñarle. Pero era mejor ir a un sitio especial para eso. 

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09/01/2020, 19:30
Mukuro Ikutsuki
Sólo para el director

Mostraba clara frialdad mientras miraba a Azazel un poco desorientado. Después de mencionar lo que recordé y ver su reacción, un brillo lejano apareció en mi mirada como si no pudiese creerlo. — ... ¿Conoces a mi madre...? — fue lo que dije, casi que saltando para querer ahogarlo en preguntar pero al mismo tiempo sin la fuerza o voluntad para moverme y hacerlo. — Quería investigar esto sin entrometer a nadie, no quiero seguir siendo una carga... — Fue lo único que dije en voz baja, intentando no encarar a Azazel. Cuando me enteré de mi origen en verdad pensé muchas cosas pero ninguna de ellas fue depender de el, hasta ahora que todo ha cambiado y necesito replantear muchas cosas. Aún así, cuando quería confirmar al respecto lo mire seriamente. — No mentiría en algo como esto. Ese nombre lo escuché de mi padre, de las pocas veces que lo escuché balbucear mientras dormía al respecto con ella. Deduje que era mi madre por su reacción, nunca me habló mucho de ella al final. — Y fruncí un poco el ceño al saber que había desaparecido con mi padre. ¿Que sucedió para que hallan hecho eso? Bueno, deduciendo lo que averigüe de los Beleth... Tampoco me extraña, siendo que ellos eran supremacistas de la sangre demoníaca, enfermos malditos...
... Mi padre es Mukuro Saionji, actualmente solo es un fotógrafo. Vivimos mucho tiempo en un pueblo alejado con muchos niños entrenando al igual que yo, pero nos echaron. Luego vivimos de manera nómada. Además, ese recuerdo fue cuando apenas era un niño pequeño y lo recordé en esa situación... Nee, Azazel-sama, ¿Que es lo que sabes? — estaba completamente intrigado en saber cuál es la verdad de todo eso.

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13/01/2020, 08:29
Muto Urena

- ¡Papá! - exclamé cuando dijo aquello último - ¡No es eso y lo sabes! - dije poniendo morros - Igualmente, prometo no ponerme en peligro innecesariamente - dije mintiendo en parte.

En realidad no me había puesto en peligro en ningún momento, parecía que el peligro me perseguía sin remedio, si aquel ángel caído no me hubiera atacado aquella noche, no tendría que estar prometiendo aquello, en aquella mañana de octubre. Los actos después de mi primera muerte solo fueron consecuencia de aquel hecho primero.

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13/01/2020, 15:12
Muto Dai

—¡No debes ser tímida con papá! —dijo Dai, riéndose— Y eso estará bien, confío en que será así. Al fin y al cabo es solo un club, ¿no? No es como si estuvieses haciendo algo peligroso. Es solo que tu madre y yo exageramos un poco. 

Tu padre terminó los huevos revueltos y hizo a un lado la sartén, tomando la que estaba llena de tocino y poniéndola al fuego. Sazonó con una de sus tantas especias y empezó a saltear todo.

—Tú eres al menos tan fuerte como tu madre. Dudo que haya alguien tan tonto para molestarte. Akemi y tú se parecen mucho, tienes su fuerza y su carácter. La gente en su momento se preguntó cómo es que nosotros llegamos a enamorarnos. Akemi tiene un lado muy blando, aunque eso no todo el mundo lo sabe.

Tras de ti pudiste escuchar unos pasos bajar muy lentamente por las escaleras, casi parecía que lo hacía con torpeza. Unos instantes después viste aparecer a Toru en la cocina frotándose los ojos para intentar quitarse el sueño. Sus ojos estaban hinchados de tanto dormir.

Después de un gran bostezo identificó con letargo quienes estaban en la cocina. Se rascó su agitado cabello y volvió a bostezar.

¿Urena-oneesan? Dai-sama; buenos días. ¿El desayuno ya está...? ―se quedó un par de segundos en silencio, mirándote. Su mentecita dormida ya había procesado todo― ¡Urena-nee! ―Toru se lanzó a correr hacia ti, pero en el trayecto se tropezó y cayó de bruces contra el suelo. Sin embargo, no tardó mucho en levantarse, para luego lanzarte hacia ti y abrazarte― ¿Cuándo llegaste? ¿Hace mucho?

 

—El desayuno casi está, será mejor que vayan tomando asiento.

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13/01/2020, 15:55
Muto Urena

- ¡Uy! - exclamé al ver a Toru caer.

Se volvió a levantar y al instante lo tenía abrazándome.

- Buenos días, llegué tarde anoche, lo siento, pero hoy vamos a pasarlo en grande, ¿eh? Como compensación - dije agitando el pelo del pequeño Toru -. Va Toru-kun, hay que sentarse, a desayunar.

Comencé a caminar con el pequeño todavía pegado a mí y rápido se acercó a la que era su silla, se la aparté y se subió de un salto. Luego separé la mía de la mesa y me senté justo al lado del pequeño pupilo de mi madre.

- ¿Qué querrás hacer hoy? - le pregunté con una sonrisa en la cara.

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13/01/2020, 16:05
Kobayashi Mei

Kobayashi las escuchó a ambas con atención, mientras sorbía de su sopa. Cuando terminaron de hablar la pequeña puso el tazón sobre la mesa y asintió satisfecha. Había un extraño brillo en sus ojos e incluso jurarían que la pequeña podía sonreír en cualquier momento, aunque se estaba reprimiendo.

Quiero aprender a hacer así ―con una mano Kobayashi empuñó una espada imaginaria― y así ―y la otra la extendió como si fuese a invocar un círculo mágico―. Después hacer paaaaaaaaam y slash ―y agitó un poco sus manos―, o algo así ―y se encogió de hombros.

―○●○―

Escucha bien, pequeña ojou-sama. La base de el senjutsu es sentir el flujo de vida que emana en todo...

Eso lo sé.

Para controlar la energía espiritual debes empezar por controlar tu propio chakra. Debes fusionarte con la naturaleza, volverte uno con ella.

Ya lo sé.

Kiki, quien estaba sentado frente a Kobayashi, agitó su pequeña cabeza y suspiró. La kitsune, con sus orejas y cola afuera, le miraba fijamente sin expresión.

Se encontraban en la fuente cercana al viejo edificio escolar. Todo estaba cubierto de nieve.

¿Qué es lo que quieres aprender, entonces?

Quiero aprender a hacer paaaaam y slash.

Por un momento solo el silbido del frío viento se escuchó entre el zorro y la kitsune. La nevada se había detenido, pero seguía soplando con fuerza.

No te puedo enseñar eso.

¿Entonces qué puedes enseñarme?

Senjutsu.

Eso ya lo sé.

...

El zorro se levantó y caminó en silencio hacia Sayaka, sentándose a su lado.

Lo siento, Sayaka-sama. Esto no funcionará.

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13/01/2020, 18:17
Azazel

Azazel te escuchó y, aún cuando preguntaste por lo que sabía, no te contestó. Se reclinó más sobre su asiento y se llevó una mano al mentón. Así pasaron unos segundos antes de que se inclinase hacia adelante y apoyase los codos en la mesa sobre todo el montón de papeles. Te miraba con mucha seriedad.

¿Mukuro Saionji? Nunca escuché hablar de él —Azazel se te quedó mirando aún más, casi como si quisiese estudiar tu mirada—. No conocí a Abrahael, pero sé quién fue. Es por eso que lo que me estás diciendo es un poco desconcertante. No creo que estés consciente de lo que significa que esto sea verdad, ¿no es así? Necesito investigar esto mucho más a fondo, Ikutsuki. ¿Puedes contactar con tu padre de alguna forma?

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13/01/2020, 21:11
Sayaka Umimori

Al Kobayashi explicarles qué era lo que quería, Sayaka rió un tanto incómoda. Kobayashi era bastante especial y así había aprendido a entenderla, aunque aún había cosas con las cuales lograba sorprenderle. Como eso. Según entendía, quería luchar con armas y usar magia, así que ambas podrían ayudarle.

Se dirigieron a esa fuente donde la había visto arrastran un bate de béisbol y cuando se aseguró que estaban solas, llamó a Kiki. Sus llamas eran una cálida brisa en aquel invierno congelado. Kobayashi tomó su forma de kitsune y Sayaka no pudo evitar mostrar su impresión ante su forma. Se veía tan tierna que la sirena no pudo resistirse y tocó sus orejas. Se disculpó con la chica y dejó que Kiki le orientara. Aunque parecía que Kiki no podría hacer mucho allí. Suspiró casi a la par de su familiar y cuando Kiki volvió a su lado, se agachó para acariciar su cabeza y cargarlo entre sus brazos.

- Gracias, Kiki - sonriendo aún algo divertida ante lo que había pasado. Le dio un beso en la cabeza y lo dejó en el suelo otra vez para mirar a Kobayashi.

- Como kitsune, el fuego de zorro debería ser tu elemento. Yo controlo el agua, pero Shiori conjura fuego. Si vas a usar elementos de la naturaleza, que en eso se basa el senjutsu, debes concentrarte en mimetizarte con este y que este haga lo que tú quieres. No sé si esto ya lo puedes hacer, pero te lo mostraré. Mi padre siempre me decía que es tan importante saber defenderse como atacar, así que te mostraré un barrera de agua - extendió su mano hacia la fuente y el agua fue hacia ella creando una enorme burbuja densa alrededor de Sayaka. Se aseguró de no lastimar a Kiki con ella, para luego devolver el agua a su lugar -. ¿Puedes hacer una barrera de fuego? Kiki puede mostrate la suya - y miró a su amiga. Solo esperaba que lograra hacer eso sin problema porque luego tendrían que probarla atacándola.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vaya tirada para una práctica o.o.

PP: 180-35+23=158PP