Partida Rol por web

El dolor de cabeza le despertó. Notaba un calor latente en el lado izquierdo de la cara y notaba una hinchazón extraña en el pómulo....la noche anterior debió ser movida... Se desperezó sobre las mantas donde al parecer alguien le arrojó para que durmiera la mona. Se levantó y se rascó el culo mientras caminaba hacia la jofaina llena de agua....Metió la cabeza entera para tratar de alejar aquel zumbido sordo que le embotaba....

Cuando alzó la testa escuchó el grito de batalla del clan.... Rápidamente buscó con la mirada alguna de sus armas y descubrió el gran hacha apoyada el la pared de la choza, salió corriendo y por el camino agarró el asta del gran arma.... Salió al exterior con el ansia de enfrentarse al primer enemigo que se pusiera por delante....

El grito despertó a Bjorn . Y acto seguido recogió sus armas que estaban por allí tiradas. Se ponía las prendas de cualquier manera cuando de repente su mirada se cruzó con los de Banda que lo miraba con miedo en sus ojos.

De repente la duda se aposentó en su alma. Podía dejarla allí sola?Si algún enemigo entraba y estaba ella sola...

Entonces allí en ese momento, la joven se levantó. Su desnudez volvió sorprenderlo lo puso duro otra vez.Ella se acercó a el y lo abrazó. Al salir cogió su hacha y se la puso en la mano. 

Ve... Luego nos vemos...

Dios como la quería!!

Salió con rapidez y buscó el origen de los ruidos y los gritos...

Los ruidos lo sorprendieron bajo las pieles de oso que cubría su cuerpo y el de Helga. La muchacha, aún una niña de piel nívea como la nieve, mostraba la mueca propia del terror. Marnus cogió su rostro con suavidad pero con firmeza, obligándola a mirar sus ojos. Cuando Helga vio la inmutable cara del joven cazador, pareció volver en sí. El chico se llevó un dedo a los labios buscando el silencio de la muchacha. Ahora era importante no hacer ni el más mínimo ruido...

Sonrió con sus perlado dientes y acarició el pelo de la joven. - Nada te sucederá... Estás con un héroe de leyenda, capaz de vencer a dragones marinos y luchar codo con codo junto a dioses... Ya no hay nada de lo que debas temer.- Y tras decir estas palabras, el joven cazador aferró con fuerza su espada y se dirigió hacia la noche en busca de los gritos que lo habían despertado. Era tiempo de luchar.

El Craneotorvo se lanzó contra Gunnar con un aullido siniestro de batalla. Aquellas facciones horrendas junto con la adrenalina subita de la batalla despejaron por completo al joven Puño de Trueno, olvidando por completo la noche pasada y los efectos del alcohol y los excesos. Ahora solo contaba el enemigo que tenía delante. Ahora solo contaba el combate. Con agilidad, Gunnar se ladeó ligeramente para evitar la brutal embestida del guerrero, consiguiendo que su hacha simplemente pasase por su lado con un silbido. Ahora tenía al guerrero a tiro para un golpe que debería ser mortal.

Con el gran hacha en ristre, Sigmund avanzaba despacio, en pos de los ruidos de lucha que lo habían sacado de su espeso sueño. Caminando por entre algunas chozas, de las que no provenía sonido alguno, el aturdido joven oyó un pesado plof! de algo al caer sobre el fangoso suelo. Se giró rapido para ver de que se trataba y lo que vió borró todo rastro de embotamiento. Ante él se hallaba una figura grande y fornida de largos cabellos negros, de rasgos bestiales y poderosas mandíbulas. Tenían un aspecto casi de troll, y Sigmund lo reconoció al instante por las canciones del skald. Era como si hubiera salido de una de sus canciones. Era un Craneotorvo. Portaba en una mano un hacha, y en la otra, una cabeza cortada, que Sig reconoció como la madre de Ulli, el muchacho que fuera con ellos a Asaheim. Con un gruñido ronco, el guerrero soltó la cabeza y se dispuso a atacar a Sigmund.

- Habeis disfrutado de la fiesta, hijos de puta? Ahora me toca a mi celebrar tu muerte, bastardo Puño de Trueno - y con un alarido gutural se lanzó en pos del joven guerrero.

La horrenda figura que se alzaba ante él no le amilanó. Al ver la cabeza de aquella buena mujer rodar por el suelo una ira fría le embargó, aquel bastardo iba a pagar por lo que había hecho...

¿Que honor le encuentras a matar a una mujer, bastardo Craneotorvo? Quizá es porque no te atreves con los hombres porque son demasiado para ti, enorme montón de mierda.... Dentro de poco será tu cabeza la que cuelgue de mi hacha

Aferró el hacha con las dos manos y se dispuso a acabar con aquel hijo de la gran puta.

En cuanto el Craneotorvo inició el ataque hizo lo propio y movió el hacha en un gran barrido lateral para intentar frenar el avance del enemigo.... No midió la distancia correctamente y el gran hacha describió un semicirculo muy lejos del cuerpo del enorme cabronazo.

No bien hubo dado cuatro pasos fuera de la choza, un crujir de tablas atrajo la atención de Björn. Justo detrás de él, una seccion de la frágil pared de la chabola reventó a causa de algún golpe fuerte. Al girarse para ver que había pasado, las canciones se hicieron realidad. Frente a él y junto a Banda, se hallaba una figura grande y fornida de largos cabellos negros, de rasgos bestiales y poderosas mandíbulas. Tenían un aspecto casi de troll, y el joven guerrero lo reconoció al instante por las canciones del skald. Era un Craneotorvo. Antes de poder reaccionar, el horrible guerrero propinó un trompazo con el plano del hacha que portaba a la muchacha, destrozandole la cara y dejandola en el suelo totalmente desmadejada. Una sonrisa cruel y monstruosa apareció en el feo rostro del Craneotrovo.

- Ahora es tu turno, perro ladrón. Voy a disfrutar mucho sacandote la tripas, bastardo Puño de Trueno - y gruñendo guturalmente se avalanzó hacia Björn con el hacha levantada.

Avanzando con sigilo, algo embotado por la noche de sudor y alcohol, Marnus se deslizaba de choza en choza, con el origen del sonido del grito en la memoria y presta su espada. El lodoso suelo emitía un ligero sonido de succión cada vez que el cazador daba un paso, y aunque era apenas audible, el joven se maldecía por aquel "estruendo". Sin embargo, pronto se dió cuenta de que nadie oiría eso, pues a su derecha, de dentro de una choza algo delante de él, oyó un crujido como de huesos al astillarse, rematado por un gorgoteante gruñido. Un grito de chica se elevó del mismo lugar, pero enseguida cesó, seguido de un TCHONK!, que Marnus reconoció como un hachazo. Al momento algo cayó al suelo. Al penetrar en la choza, la ligera luz del alba mostró al artífice de tales actos. Ante él se hallaba una figura grande y fornida de largos cabellos negros, de rasgos bestiales y poderosas mandíbulas. Tenían un aspecto casi de troll, y Marnus lo reconoció al instante por las canciones del skald. Era como si hubiera salido de una de sus canciones. Era un Craneotorvo. El degollado cadaver de Ulli yacía entre un charco de sangre, que se mezclaba que con la de la joven que había yacido con el desafortunado. El Craneotorvo alzó su horrorosa cabeza y enarboló el hacha.

- Quieres ir con ellos, malnacido? No sufras, ahora te envio, bastardo Puño de Trueno - y con un gruñido gutural el feo guerrero se abalanzó sobre Marnus.

Un grito de angustia despertó a Ulf. 

La noche había sido larga y lasciva. Unas pocas horas antes, había conseguido conciliar el sueño, un sueño agradable y tranquilo. Pero aquel grito hizo que Ulf despertarse con la piel erizada. Jamás había escuchado un alarido como aquel en su corta vida.

Valeria, que se hallaba tendida a su lado, le miró con ojos de terror:

-Juraría que esa voz era la de mi hermana Ulf!!!!!!!!.- Dijo la muchacha con voz trémula.

​-Tranquila mujer, voy a ver que ha sucedido. Vístete y ve corriendo a casa de tus padres, y no salgas de ella pase lo que pase.

​Dicho esto, Ulf se puso se puso los pantalones, cogió la primera cosa que tuvo a mano y se dispuso a salir de aquel pajar, pero una suave y fuerte mano le agarró la suya. Ulf se giró hacia Valeria, y esta sin mediar palabra, le dio un calido, humedo y largo beso:

-

-Ve con cuidado Ulf. No me gustaría perderte antes de que se cumpla nuestro destino juntos.

Ulf la miró con una sonrisa en la cara, y salió corriendo, justo en el momento que escuchaba otro grito. Pero este no era de angustia. Este significaba otra cosa.

-Guerra!!!!!!!!!!!

El joven cazador reaccionó con premura, y se abalanzó sobre el maldito craneotorvo. Sólo en ese momento se dio cuenta de que el licor había hecho demasiada mella en su cuerpo. Mientras cargaba corriendo sobre la fría nieve, sintió como todo giraba y daba vueltas a su alrededor, pero aún así proseguía con impetu para chocar con su enemigo.

- ¡¡¡UUUAAAAAGHH!!!- bramó con intención de intimidar al enorme oponente, pero justo cuando llegóa a su altura, su ataque fue demasiado impreciso para suponerle un problema. Marnus sabía que estaba en apuros.

La sangre manaba de la cabeza de Banda. Estaba muerta. En la mirada del joven guerrero apareció algo duro y frio. La muerte volvía a ceñirse sobre los hombros de Björn, arrevatándole todo aquello que amaba.

Un grito de ira se elevó en la noche, el aullido de un lobo sediento de sangre. Dejando caer su arco, el joven se abalanzó con ira sobre  el bastardo que había matado a su amor de toda la vida con su hacha en la mano. 

Hijo de mil RAMERAS!!! MUERTE A LOS CRANEOTORVOS!!!!

Se eleva en un salto prodigioso por encima del cuerpo aún caliente de Brenda. El hacha está en  trayectoria con la cabeza del malnacido. Pero este realiza un barrido con el brazo desarmado y lanza al guerrero unos metros para atrás... ¡El hijo de la gran puta es fuerte como un toro!!. Se levanta rápidamente y en ese momento entiende que ahí comienza otra de las grandes pruebas que Russ coloca para acreditar su voluntad.

Acabar con el craneotorvo yano es una cuestión de venganza. O no solo. Ahora es un dictamen divino. Levantando su arma y señalando a su enemigo comenta

Por Russ,  por el nombre de Brenda y el de todos los que han muerto antes, que tu pagarás con tu sangre en el día de hoy .

y así comienza otra lucha

Grimm despertó sobresaltado por algo que le pareció escuchar, un grito tal vez. Miró a un lado y a otro, allí solo estaban las gemelas Olsen que tapaban su desnudez con la piel de un enorme lobo. El muchacho había pasado a ser un hombre de leyenda y también sufría una resaca de tamaño épico. Dejó caer su cabeza hacia atrás con una sonrisa de oreja a oreja y se apretó bien entre las carnes de las hermanas. Un instante después un hombre gritaba con la cólera de un combate y esta vez el aprendiz de skald si lo oyó con claridad. 

El joven pelirrojo dio un salto y agarró su hacha (o eso creyó, seguramente era el hacha de cualquiera de los que habían pasado la noche allí, pero estaba a mano) y cubierto únicamente con su frondoso pelaje corporal salió a ver quien osaba interrumpir el descanso de un resacoso y exhausto Puño de Hierro recién nombrado hombre.

Gunnar se desvió hacia un lateral del guerrero Craneotorvo. Parecía un ataque de su clan. Cómo se atrevían a atacar a los Puños de Trueno después de una celebración? Cómo podían caer tan bajo? Eso era recurrir a una táctica sin honor.

La irá fue apoderándose por momentos del joven Gunnar hasta que le cegó. Quizá fue por este motivo que quiso imprimir una fuerza brutal a su ataque, pero lo que ocurrió fue que tardó mucho en ejecutarlo, y eso le dio un tiempo precioso al Craneotorvo para alejarse lo suficiente para que el ataque de Gunnar pasase sin efecto alguno.

El arco del hacha de Sigmund era potente, pero se desvió demasiado. La furia no fue su aliada en esta ocasión. Acto seguido, el Craneotorvo, aprovechando al ligera descolocación del Puño de Trueno lanzó un hachazo directo a la cabeza nevada del joven, pero el impetu fue demasiado y el arma pasó silbando bastante alejada de su blanco. Con un gruñido, el salvaje guerrero se dispuso a encarar el siguiente golpe que seguro se le avecinaba.

Björn se levantó rapidamente, dispuesto a encarar al Craneotrovo. Este, sin fintas ni florituras, se lanzó salvajemente hacia el joven guerrero. Golpeando desde arriba con un arco descendente trató de hendir la cabeza del Puño de Trueno, pero el salvajismo del golpe se puso en su contra y erró de pleno. En aquella posición, el Craneotorvo se mostraba vulnerable a un contraataque de Björn, aunque su expresión horrenda no mostró flaqueza alguna, tal era su animalismo.

Marnus cargó con fiereza, hendiendo sin embargo solo aire con su espada. Tan cerca del Craneotorvo, el joven Puño de Trueno estaba en una posición vulnerable. Y esa proximidad lo salvó. El estilo de lucha del grotesco guerrero no estaba hecho para tanta cercanía, y su golpe lateral, dirigido a las costillas, falló de largo. La estrechez de la choza daba ligera ventaja a la veloz espada de Marnus. Y el Craneotorvo lo sabía. Sin embargo, aquella bestia, pues hombre no era representativo de su aspecto, no mostró reaación alguna, tal era su salvajismo.

El hacha del Craneotorvo buscó su cabeza pero no la encontró.... Siguiendo la inercia de su anterior movimiento dio una vuelta sobre si mismo y inició un movimiento ascendente con la intención de cortar a su enemigo en diagonal.... Pero este se movió en el último instante y el arma de Sigmund solo encontró el aire....

El golpe del Craneotorvo paso cerca de su hombro derecho, pero la suerte estuvo de su parte y no le hizo nada.

Al girarse para pasar sobre el cuerpo de Banda, rodeó al gigante. Este no vio venir el golpe. Impactó a la altura de las costillas del jodido y odiado enemigo... Se retiró rápidamente otra vez hacia atrás esquivando la respuesta del ñu. El brazo paso otra vez muy cerca de su pecho, pero esta vez sin desplazarlo ni hacerle daño. 

Se quedaron otra vez mirándose, girando en torno al cuerpo aún caliente de la joven. La justa ira en la mirada de uno. El deseo de muerte en los del otro.