Partida Rol por web

Llegaste al edificio, era un poco cochambroso, decidiste acceder por las escaleras de incendios de la puerta de atrás, aunque te costó algo bajar la escalerilla de abajo no fue mucho problema, simplemente con arrastrar uno de los contenedores de basura ya te dio para alcanzarla.

El tipo vive en la tercera planta, te agazapas junto a la ventana esperando tu oportunidad, la ventana está cerrada y da a la cocina, pero en principio no hará falta entrar un disparo con precisión será suficiente, parece un trabajo fácil.

Es por la mañana y tu oportunidad llega, el tipo entra la cocina seguramente para desayunar, te preparas, apuntas y… ¿un sonido? Nada, sigues concentrándote y justo cuando vas a disparar el azar quiere que una puñetera paloma se pose en la ventana, pero ya es tarde, la paloma se colocó en la trayectoria, te despista lo suficiente para que el disparo no sea certero, pero el disparo revienta el bichejo llenando el cristal de plumas y sangre, la bala hace un agujero del tamaño de una moneda en el cristal y se clava en la pared al otro lado de la cocina, te da tiempo de ver la cara de estupefacción del asesino que se tira por la puerta a una habitación que no ves.

Hace como unos cinco días de que te cargaste a la última persona, una chica, quizás no muy guapa, pero parecía alguien con dinero, después de acabar con ella arrojaste su cuerpo a un contenedor de basura, pero te duele la cabeza al pensar en ello, a veces, a veces la situación se te escapa de las manos ¿Querías matarla? ¿Por las joyas? ¿Había algo más?

Te despiertas de nuevo con dolor de cabeza ¡Maldita jaqueca! Te lavas un poco la cara y te vistes, entras en la cocina para prepararte algo de desayuno, inconscientemente te dio una impresión extraña, como una sombra, todo se precipitó en segundos, hubo un estallido, un disparo sin duda, una bala pasó rozándote y se clavó en la pared.

Al girarte hacia el origen lo que viste fue asqueroso y extrañísimo, el cristal de la ventana que daba a la escalera de incendios estaba impregnado de sangre y plumas, por encima de esa mancha repugnante la cara de alguien casi tan sorprendido como tú, empuñaba un arma.

Tus reflejos entraron en acción te lanzaste por la puerta que daba de vuelta a tu habitación, allí no te podía disparar de nuevo, pero el tipo podía entrar en cualquier momento ¿Quién era? ¿Por qué querían matarte?

¿Pero que demonios....? ¿Quien coño me quiere muerto? Tranquilo, es imposible que alguien conozca tu identidad, ese tipo estaba tan sorprendido como tu desde luego no es un profesional.

El hombre metio la mano bajo la almohada sacando su pistola y cargandola.

No es mi metodo favorito... Pero por desgracia no se de cuanto tiempo dispongo y no quiero que me pille preparando una jeringuilla. Pero ha sido un error asomar la cabeza por la ventana, ahora se su altura aproximada.

Stephen se coloco justo al lado de la puerta, apuntando con la pistola justo a la altura de la cabeza del instuso que vio.

Si ese tio entra con la pistola por delante es hombre muerto.

-Maldición- se dice a si mismo Noel, que nunca había tenido tan mala fortuna de encontrar un cliente con tanta suerte.

Trata de abrir la ventana a como de lugar o la rompe y quita los cristales para entrar al lugar teniendo el mayor de los cuidados posibles, uno nunca sabe que locuras tratara de hacer un cliente como este cuando se siente acorralado.
Ya dentro busca rápido por la cocina materiales inflamables, con la idea de provocar un incendio en el departamento.

Apoyas tu espalda contra la pared justo al lado de la puerta, desde esa posición no puedes ver el interior de la cocina, pero tampoco te pueden ver a ti.

No tardas en escuchar el sonido de cristales rompiéndose, sin duda es la ventana, la situación es tensa, no sabes que es lo que va a hacer el intruso, escuchas como empieza a revolver cosas en la cocina ¿Qué está haciendo? Escuchas abrir armarios y algunas cosas caen al suelo.

Usas la culata de una de tus armas para acabar de romper el cristal, y retiras alguno con cuidado.

Entras en la cocina al fondo a tu izquierda está la única puerta, por la que salió disparado el asesino, te paras un momento y… silencio, mucho silencio, comienzas a abrir armarios, algunas cosas caen el suelo, para provocar un incendio encuentras lo siguiente: una botella de disolvente, cerillas, un mechero y… la cocina y el horno que funcionan con gas ciudad.

¿Un ladron cualquiera que entra en una casa cualquiera? Estas cosas pasan... Aunque siempre hay que ponerse en lo peor. No debe ser muy astuto... Sabiendo que hay alguien en la casa ya empieza a rebuscar sin saber como reaccionara la persona del interior. Espera pacientemente a que se vuelva oir el sonido de abrir armarios, entonces estara distraido buscando y no apuntando con un arma.

Stephen se concentra durante unos segundos, es el sonido, esta revolviendo la casa, buscando algo.  Cuando lo escucha sale pistola en mano apuntando directamente al intruso mientras esta distraido.

-¡Las manos donde pueda verlas! ¿Quien eres y que haces aqui? Mas vale que no intentes girarte hacia mi o hacer ningun movimiento de manos mas que lo que te he pedido o te vuelo la cabeza. Has invadido una propiedad privada podria dejarte el craneo como un colador e incluso me darian una medalla.

Noel toma la botella y la pone cerca de las hornillas y la destapa. Toma su pistola con la diestra... y se acerca a la puerta...

Abre la puerta y con ayuda de alguna cuchara o cualquier otra cosa que encontrara en la cocina para ver a modo de espejo sin exponerse. Lo hace rápidamente.

Noel Bossi, un tipo de rasgos latinos, más europeos que americanos se encuentra rebuscando en el cajón de los cubiertos, justo en el momento que coge una cucharilla ve a un hombre, a su víctima que de un salto se planta en la cocina pistola en mano al grito de:

Cita:

Ahora tenemos a dos hombres, ambos armados en una cocina revuelta, aunque el propietario de la casa (Stephen) tiene la iniciativa, apunta al italiano, es su casa y se conoce donde está cada cosa.

A todo esto ¿Qué hace el italiano con una cuchara en la mano? (y el arma en la otra)

El hombre parece claramente enfadado, despues de todo han entrado en su casa sin su consentimiento.

-¿Que pasa? ¿No entienes mi idioma? ¡Dije que las manos en alto y que sueltes la jodida pistola!

El cañon del arma apunta directo al intruso, y a pesar de ser un hombre bajo y de apariencia endeble en su mirada se puede ver que cualquier movimiento en falso desencadenara un proyectil de plomo seguro.

Noel se queda inmóvil. Claramente la situación no puede estar peor.

-Muy bien- dice y luego hace una pausa -pondré mi arma a un lado la estufa- luego moviéndose muy despacio Noel pone el arma a un lado de la estufa.

Noel no se mueve solo mira de a poco con el rabillo del ojo.

El hombrecillo parece tranquilizarse un apice al ver que su asaltante coopera, pero desde luego no le tiembla el pulso, no es la primera vez que coje un arma.

-Vale, eres inteligente, sigue sin hacer movimientos raros y nos entenderemos. -El tono de voz a cambiado, aun marca la autoridad del que tiene la situacion a su favor, pero al menos ya no grita.- Ahora muy despacio te vas a alejar del arma, igual que la dejaste, con movimientos suaves. No me gusta derramar sangre, pero disparar en la galeria de tiro es una de mis aficiones y seguro que ni tu ni yo queremos ver hasta que punto entreno ¿cierto? ¿Que haces en mi casa? ¿Quieres robarme? Estamos a fin de mes, estoy sin blanca no vas a encontrar demasiado...

De tus furtivas miradas puedes sacar alguna cosa en claro, sujeta el arma con las dos manos, y tiene las piernas entreabiertas, todo para compensar el retroceso, es cierto que podria disparar en cualquier momento.

Noel levanta las manos y da un paso atras de donde puso el arma, aunque no hay mucho espacio en la cosina.

-No busco plata, estoy aquí por ti, pero hoy has tenido mucha suerte- Noel hace una pausa.

-Ya que falle en esto, será mejor que me mates, de cualquier modo, si no lo haces tu "ellos" lo harán- Noel siente la boca seca y un sabor metálico en el paladar y la lengua, esta es sin duda la peor situación por la que ha pasado, y nunca había tenido la oportunidad de sentirse nervioso por lo que desconoce esas sensaciones.

-Tendrás un cigarrillo, siempre quise aprender a fumar pero no lo hice por creer que me mataría- Noel vuelve el rostro hacia su interlocutor y verdugo.