Partida Rol por web

Un cambio en las aguas me hizo darme cuenta de que algo iba mal, los animales y criaturas que se encontraban bajo mi cuidado parecían nerviosas, asustadas, en el mar, su hogar, no pude evitar enfurecerme y lancé un grito que retumbó por todo el océano.

-!A nadie más debéis de temer salvo a mi, Señor de los Mares¡

Acto seguido, me armé con mi tridente y partí hacia el Olimpo. Durante mi viaje, observé como el mundo enteró se estremecía, me preocupé.Una vez allí, ví como el resto de dioses se iba congregando en torno a Gea. Me aproximé y saludé con una leve inclinación de cabeza, luego, ignorando al resto de dioses, me dirigí a Zeus.

-Hermano, ¿Qué ha sucedido para alterar así el mundo?

y alli estaban los tres grande Zeus, Poseidon y Hades.

Evidentemente hicieron su pomposa entrada.Como siempre.Eso me producia cierta ironia y diversion.Hermanos luchando contra hermanos tan solo por ver quien era mas petulante y ostentoso.Por ver quien tenia la lanza mas grande , incluso por ver quien tenia mas hijos bastardos.Y sus mujeres no dicen nada?Pregunte para mi misma.

Por lo visto, no hacia falta mi toque personal para que la envidia se apoderara de ellos.Ellos solitos se romperian la cabeza unos a otros solo por ver quien era el mejor Dios o el mas importante.

Mire  la manzana que tenia a medio comer y la susurre- Tranquila mi amiguita, tu ya tuvistes tu turno, y ahora la Abuela debe hablar.

Era curioso que en una emergencia de reunion  se estuvieran congregando los dioses y presentaran sus respetos cuando habria que decir : Donde esta el peligro.

Bueno, mi hermano Ares lo hizo.Todo un ejemplo de actitud, sin duda.

Acudí en busca de Cerbero al escuchar sus lamentos para descubrir que razón le afligía. No tardé en sentir el motivo de sus aullidos, la llamada de Gea no me pasó desapercibida. Me acuclille al lado de mi can pasando una de mis manos por su lomo para tranquilizarlo mientras con la otra acariciaba por debajo de las distintas barbillas. 

- Buen chico. - 

Eche una mirada hacia atrás en busca de mi querida esposa. En otras circunstancias le pediría que custodiara nuestro reino en mi ausencia, pero la asamblea que nos convocaba exigía su presencia. La intensidad de la llamada traslucía su importancia y urgencia...

- Hazte cargo hasta nuestra vuelta. 

Le di una palmada para que regresara a su cometido y me alce dispuesto a viajar al Olimpo. El presentimiento era terrible, pues que otro motivo requeriría recurrir a semejante despliegue... Me acerque a Perséfone y cogí sus manos entre las mías.

- Emprende el viaje sin mí, querida. Te alcanzaré en el Olimpo. 

Bese su frente y me aleje de su esbelta figura intuyendo que lograría descubrir mis planes, lo que no me preocupaba. Me dirigí a nuestros aposentos, tome mi casco de invisibilidad, lo coloque sobre mi cabeza y puse rumbo al hogar de mi hermano. 

No tarde en cruzar entre los miembros de mi extensa familia mientras ignoraban mi presencia. Los contabilice, retuve los nombres de los asistentes y me imagine las posibles excusas de los ausentes... Sería un asunto a tratar a su debido momento. Seguí caminando hasta situarme en un lugar a la espalda de Zeus, lejos de cualquier posible encontronazo, y esperé. ¿Se atrevería alguien a mencionar mi falta?... La sombra de una amarga sonrisa cruzó mi rostro, pero se desvaneció ante la seriedad que sumía a los dioses y la aparición de Gea. Escuche sus palabras con preocupación y al hacer aparecer el banquete volvió a surgirme otra pregunta referente al respeto que me mostrarían en aquella reunión. ¿Qué lugar osarían reservarme? 

Me mantuve ausente mientras veía como se distribuían y dispuesto a escuchar como intercambiaban palabras, temores y confidencias. Era posible que alguna me interesara...

Frene mi vuelo en seco al sentir un escalofrió recorrer mi espalda, mis ojos se fijaron en aquella sombra extraña y por un momento no supe a donde ir , baje la vista y sacudí mi cabeza, fue cuando lo sentí , el cosquilleo en mis pies y el calor en mi corazón.

-La madre de todo nos convoca-

Tome dirección hacia el olimpo en mi máxima velocidad, la ansiedad me llevaba a ir cada vez mas rápido, como una exhalación cruce valles, ríos y poblados.

Al llegar varios dioses de diferentes niveles ya rodeaban a Gea y la inundaban con sus meloserias y pomposidades…

-Mi querida señora cumplo a tu llamado, me pongo a disposición de tu voluntad-

Le digo mientras tomo asiento.

El vals de invitados seguía y venía mientras Gea saludaba a uno por uno y simplemente saludaba a aquellos que le presentaban sus respetos y asentía a aquellos que le preguntaban lo que sucedería. Se sorprendió un poco al notar la falta de entusiasmo por el banquete pero bueno, ella se había encargado de que su mensaje fuera lo suficientemente alarmante como para reunirlos en el menor tiempo posible, así que su afán era más que comprensible.

La madre Tierra respiró profundo y con ello agitó el cielo entero para decir - Hijos míos, temo que sí hay algo que hace a mi corazón llorar, pues la desdicha está por caer sobre esta tierra una vez más. Se repetirá aquello que estuvimos tratando de evitar porque ahora, El Tártaro está vacío - miró a Zeus con rostro angustioso, esperando que él comprendiera el porqué de su enfocada mirada, mientras paseaba sus ojos por todo el Olimpo. A cada uno le dedicaba unos cuantos segundos de sus profundos ojos, esos ojos que reflejaban los arroyos del mundo humano y esas manos que simbolizaban las raíces de los árboles. Aquella que cobijaba todo sentía su corazón temblar.

- Los Hecatónquiros han sido encerrados en un lugar donde el tiempo no existe y por ello, ahora no pueden liberarse, no importa cuánto los convoque, no saben cómo salir de allí. Pero aquello que es aún peor es que al dejar de desempeñar su función como guardianes del Tártaro y al estar en un lugar de ese tipo, solo indica una cosa: Cronos ha escapado - las hojas de su vestido se marchitaban una a una mientras caían dejando un rastro de sus pasos. Las lágrimas cayendo por sus mejillas crearon una nueva catarata y todos sentían al viento llorar junto a su madre.

- Todos saben qué quiere decir eso, en especial tú - miró a Nyx por un momento y prosiguió - Solo hay una cosa que mueve sus pasos y esa es la venganza sobre los Olímpicos. Él querrá recuperar su trono, aquel que sus hijos le quitaron y aquellos que vivimos la guerra, sabemos que no se detendrá hasta lograrlo -.

Las últimas hojas de su vestido cayeron mientras la eterna madre seguía su relato. Entonces, las nubes cubrieron su delicada figura para obsequiarle un manto cristalino con el cual cubrir su desnudez y su rostro se giró nuevamente hacia todos  - Aunque hay algo más alarmante. Antes fueron sus hijos quienes lo derrocaron, con ayuda de mis primogénitos, pero ahora Cronos cuenta con una nueva habilidad, algo que lo hará difícil de manejar. Lo que hizo con mis hijos... No le encuentro explicación. Debemos hacer algo juntos. De esa manera, no podrá vencer y debemos regresarlo al Tártaro, lugar en el cual deberá permanecer encerrado por la infinidad de los tiempos, si queremos que los humanos sobrevivan - miró a Atenea, sabiendo que sería su área. Si bien había sido su enemiga en algún momento, sabía bien que su hijo sería peor.

Aunque Zeus se encontraba impaciente por la información que iba a dar Gea, mas su rostro y cuerpo no expresaban otra cosa sino paciencia, a pesar de la molesta insistencia por preguntar que es lo que estaba pasando a aquella diosa primigenia. Cuando Poseidón se acercó a preguntar, tuvo que hacer un esfuerzo para no dejar caer el rayo y el trueno.

- Poseidón, ¿no has escuchado a Gea? Es ella quién nos va a entregar respuestas.

Respiro de forma profunda mientras se acomodaba en el trono que le correspondía. En el pecho sentía una extraña sensación, un vago presentimiento de que el mal que acechaba al mundo fuese más antiguo que la mayoría de los allí presentes, un terror primigenio como Gea. Y sus sospechas fueran confirmadas por ella, la de amplio pecho.

- ¡Imposible! - Zeus se levantó de su trono, enfurecido por las palabras que Gea había mencionado, y con su furia tronaron incontables relámpagos en el cielo, el cual parecía rugir con su misma ira.- Cronos no pudo haber escapado del Tártaro por si mismo... ¿Qué significa esto? ¿Qué nuevo poder puede tener aquel Titán para escapar de su prisión? - Observó a todos los presentes, a Nyx sobre todo, a quien iría a exigir respuestas sino fuera por la ausencia de Hades, cuyo reino se encontraba más cercano al Tártaro, lo cual provoco inmediata sospecha en el encolerizado -y paranoico- dios. - ¡¿Por qué no se encuentra Hades aquí?! - Los relámpagos tronaban cada vez que Zeus dejaba de hablar, y fueron estos mismos estruendos los que le hicieron darse cuenta de que debía calmarse. Volvió a tomar asiento en el trono, mientras su pecho se movía al ritmo de su agitado respirar. Abrió su mano derecha, esperando a que alguien se dignara a poner una copa de néctar entre sus dedos.

u mano. 

Vago por la sala observando a todos los presentes mientras Gea habla pasando de un estado de sombras y oscuridad y cuerpo solido mientras me muevo.

Me sorprendo cuando me menciona y me acerco con calma hacia ella. En ese momento noto como Zeus me clava su mirada juzgándome, me detengo y recupero mi estado solido de golpe y me giro hacia y le sostengo la mirada igual de desafiante que el.

cuando termina de hablar Zeus sigo mi camino hacia mi Tía y una vez a su lado empiezo a circular a su alrededor cambiando entre formas.

-Dime Gea, que es eso que debería saber, Zeus fue el que decidió dejarle encerrado en los dominios de su hermano Hades, yo siempre deje clara mi posición sobre dejarlo en mi lugar de reposo-

me detengo a la derecha de Gea y miro denuevo a Zeus

-Ahora mi primo anda suelto y mas poderoso que nunca, no me miréis y me juzguéis Dioses y seres del Olímpo, si buscáis responsables mirad entre vuestros hermanos-

Los aullidos de Cerbero nos atrajeron y pudimos sentir lo que le perturbaba; había una llamada de Gea, haciéndose notar por encima de todas las cosas.

Estaba segura de que debía ser realmente importante, no tenía recuerdos de otra situación similar. Cuando Hades cogió mis manos entre las suyas, supe que no me acompañaría hasta la cima del monte Olimpo.

Asentí, al oír de sus labios las palabras que mi mente ya había formado, mientras besaba mi frente como despedida. No pude evitar pensar que iba a buscar respuestas por sí mismo en primer lugar. Pero no era de mi incumbencia si él no me lo decía, le deje marchar mientras le seguía con la mirada unos instantes antes de tomar el camino hacia el Olimpo.

A mi llegada, saludé con cautela y calma a todos los presentes, mientras tomaba asiento ante las palabras de Gea, las cuales tenían un tinte de desesperación.

Paseo la mirada por entre los presentes hasta que Gea deja a un lado los preámbulos ceremoniosos de aquel acuciante encuentro y decide hacernos participes de sus temores. Sus noticias no podían ser más adversas. Y más para mi, pues además del riesgo al que todos estábamos expuestos al deber enfrentarnos de nuevo a la terrible amenaza que suponía mi padre, debería dar explicaciones sobre su huida, soportando desconfianzas e injurias inmerecidas.

- Aquí estoy, hermano. - Aparezco a varios metros a la espalda de Zeus ostentando el casco de invisibilidad entre mis manos. No permitiría que proliferaran las acusaciones sobre mi ser. No ante un caso tan grave... - Confío en que no se alberguen dudas sobre mi lealtad con insolentes sospechas que me sitúen del lado del padre que me devoró tras mi nacimiento en vez de apoyando al hermano que me liberó y con quien no dude en combatir su tiranía. - lanzo una mirada desafiante a los presentes en busca del osado que pretendiese defender aquella hipótesis. - Te aseguro, Zeus, que en esta ocasión volveré a comprometerme con la totalidad de los recursos de que dispongo para lograr nuestra victoria en el conflicto que se avecina. Tal como antaño.

Avanzo hacia los presentes con la determinación irradiando en mis pupilas.

- A diferencia de Nyx, no considero que sea el momento de adjudicar las culpas ni de someter a ningún ente a juicio. Debemos unirnos para arrojar a Cronos de vuelta a su celda antes de que sea tarde.

Entonces sería el momento de descubrir si el titan había recibido ayuda para huir de su agujero. Me sentía forzado a resolver tal cuestión personalmente, pues se había perpetrado en mis dominios y no podía consentirlo. 

La alarma se cruzó en mi rostro al oír a Gea decir que el Tartaro estaba vacío y que Cronos había escapado. ¿Cómo podía haber ocurrido algo como eso? El Tartaro estaba muy bien guardado y los Hecatónquiros no podían ser vencidos con tanta facilidad. Aún recordaba lo que padre nos había echo la cruel batalla que tuvimos que librar para detenerlo, a él y sus hermanos.

Miré a Gea con gesto grave, sin hacer caso al alboroto que estaban montando algunos dioses - madre Gea, ¿y qué hay del resto de los titanes  que también fueron encerrados en el Tartaro? ¿Han escapado? - me inquietaba la idea de que además del nuevo poder, Cronos pudiera contar con la ayuda de sus hermanos.

El Dios del Sol escuchó atentamente la explicación de la Madre Tierra, la situación era realmente trágica, tal y como en un principio le pareció. Dado que el origen del problema estaba en el Tártaro, pudo entender porque aquel hecho consiguió escapar a su omnipotente visión de todo cuanto acontece en la Tierra.

La sangre le hervía en aquellos momentos, Helios no se caracterizaba por su frialdad, por lo que dejándose llevar por su ímpetu, empezó a caminar de un lado a otro intranquilo y apresurado, para luego volver a mirar a su abuela visiblemente alterado, y con tono preocupado le dijo:

- ¿Qué habilidad es esa? ¿se sabe dónde puede estar ahora? Debemos actuar con presteza, a cada instante que pasa se harán más fuertes, seguro -dijo perdiendo un poco los modales debido a su agitación.

El paseo de Dioses en el Olimpo era la clara confirmación de que algo horroroso ocurría. De repente Gea comenzó a hablar. ​El Tártaro está vacío. Chrono ha escapado - ​las palabras de Gea resonaban en mi cabeza mientras por mi semblante se cruzaba un terror visible.

Escuché poco a poco y con toda la tranquilidad que me fue posible al enfadado Zeus y a su hermano Hades, a Hera y a Helios y al mismísimo Nyx.

Esperando mi turno de palabra añadí - Es cierto, no es hora de dudar de lealtades ni de apuntarnos unos a otros con el dedo. Para eso, la señora Gea no nos necesita. Debemos aportar ideas y soluciones. Chrono debe volver a su prisión. Una vez allí, ya decidiremos si debe volver o no al reino de Hades y dónde debe o no ubicarse, pero eso no compete ahora. Señores mantengamos la calma dentro de lo alarmante de la situación y solucionemos esto de la mejor manera posible.

Era divertido.Sin duda.Unos se echaban la culpa a los otros  de quien, porque y como se hizo .... y todoo estaba mal..etcetc..blablabla.

Se desviaban del tema principal. Hasta que Iris calmo los animos para imponer la razon verdadera.

Oh!Vaya..que aguafiestas...Iris, pense para mi.

No se si se me escucharia..precisamente a mi, pero me hice oir ...sin duda.

-Que tontos!!discutis sobre quien o cual..cuando lo mas importante es el como!!!Hay una verda que nadie ve?Solo la veo yo?Abuela diselo tu!!!Cronos no puede morir!!NO debe Morir!!Es el tiempo en si!!Si el muere el paso del tiempo se detendria!!Cronos es el dios del ahora, del ayer y del mañana!No os dais cuenta?-Mire la manzana que ya tenia en los huesos y con desgana la tire a un lado.

-No podremos matar a Cronos, mas si debemos detenerlo y exiliarlo.Como?No tengo ni idea...quizas la adivina de Delfos sepa algo...Lo unico que se es que si Cronos quiere venganza, tendra venganza y los primero en caer seran los hombres.Y yo no quiero que caigan los hombres..son mi diversion!Son mis guerreros!!Y sin ellos no tendremos ofrendas ni sacrificios ni..nada ..no seremos Dioses ni Nada.-Me levanto de la mesa para coger otro plato de la mesa.

-Un nuevo poder?Dices ..abuela...Es que necesitaba mas?Solo era cuestion de, que...de tiempo?Todos sabiamos que este dia llegaria, y ni tu querido padre Zeus , has querido pensar en todos estos siglos que podria pasar de liberarse Cronos...Admitelo!-Me siento con pesar en la mesa.-Y ahora que?Buscamos algo para deternelo?

Sabía que algo andaba mal. Era incapaz de saber el que, pero algo dentro de ella sabía que no iba como correspondería. Entonces la sombra en la Luna, le indicó que no era una sensación, algo malo había ocurrido realmente. Acudió al Olimpo, pero no faltaban Dioses importantes, no parecía que hubiera habido ningún cataclismo...

... salvo que lo hubo, y mucho peor de lo que hubiera imaginado. Gea le confirmó algo que debería haber sabido, pero era algo que siempre había estado allí, que simplemente era una opción que no veía capaz. Lo que había sucedido con los Hecatónquiros explicaba porque no había acabado de sentir que estaba ocurriendo realmente.

Tengo mi propia opinión de donde deberíamos encerrar a Cronos, pero primero debemos encontrarle y apresarle de nuevo. Y liberar a los Hecatónquiros. No necesariamente en este orden, pero quizás no hayan sido encerrados únicamente, por su condición de guardianes, pues quizás sean los únicos que no nos deseen mal, que puedan saber como el Tártaro ha quedado vacío...

Pasados unos momentos pudo recuperar la calma. Respiro una vez más, profundamente, antes de calmarse completamente. Primero, se dirigió a Hades quién había osado aparecer por su espalda.

- Hades, en efecto, no se albergara duda alguna acerca de los aquí presentes, mas es la ultima vez que tolerare tal falta de respeto por tu parte en mi morada.- Mencionó, creyendo hacer obvia referencia al casco de invisibilidad.

Y si bien escuchaba sensatez en las palabras de la mayoría, fue la diosa de la discordia quien estuvo a punto de volver a enfurecerle. La observo fijamente, mientras se disponía a hablar.

- Eris, ¿acaso no has escuchado nada de lo que se ha dicho, o simplemente no puedes evitar ser así? - Su tono de voz ya no sonaba frustrado como antes, sino calmo en comparación.- Dudo mucho que alguno de los dioses aquí presentes haya pensado en matar a Cronos, mucho menos mencionar la idea en voz alta. Deja de cosechar disputas donde aún no han sido plantadas. Todos tenemos claro que hay encontrar una forma de volver a encerrar a aquel pérfido Titán. 

Apolo observó con desaprobación el numerito que había montado Hades con aquel casco apareciendo a varios metros de su padre. Le resultaba tan insulso como innecesario e infantil. Supuso que lo había hecho para fardar delante de todos y, sobre todo, de sus hermanos, como diciendo que había estado presente todo ese tiempo y que se creía con derecho de escuchar las conversaciones de todos, incluida Gea, sin siquiera mostrarse. Sin embargo no llegó a decir nada, ya que no habría hecho más que caldear el ambiente y las palabras de Dios del inframundo estaban bien encaminadas.

Apresurarse en un momento como este no sería más que una condena para el Olimpo y sus habitantes, ardiente Helios. Habló, con voz armoniosa dirigiéndose al Dios Sol. Cronos ha tenido a su disposición todo el tiempo que ha precisado para urdir su plan, sin duda estará más que preparado para una acción rápida y desesperada por nuestra parte. Tal vez incluso la anhele para acabar con nosotros lo antes posible. No queremos facilitarle el trabajo.

Apolo meditó en silencio hasta que escuchó aquella voz que tantos dolores de cabeza le había propiciado. Eris... Aquella que tanto disfrutaba rompiendo la armonía de las cosas. El oráculo de Delfos sabrá lo que le contemos. Respondió, con tranquilidad y hablando en plural. Normalmente era él el que se encargaba de transmitirle las palabras al oráculo, aunque en algunas ocasiones también acudía Dionisio, Atenea y Artemisa. Dudo que pueda sernos de ayuda, aunque me aseguraré de hacerle llegar tus miedos, descuida. 

Volvió a quedarse en silencio pero por menos este tiempo. Las decisiones que tomemos aquí y ahora serán decisivas para todo. Remarcó la palabra para darle más énfasis. Si fracasaban, Cronos volvería a reinar y su reino del terror volvería. Debemos aguardar y tratar de entender el juego antes de mover ficha o corremos el riesgo de perder sin siquiera haber empezado la partida.

No podía dar crédito a lo que había escuchado. Será una de mis pesadillas. No, no podía ser. Sabía muy bien cuando estaba dormido y esté no era uno de sus sueños, nunca ponía a Cronos en sus sueños, era muy peligroso.

¿Qué podemos hacer? No esperaba una respuesta, era una pregunta más para si mismo que para el resto de los dioses, muchos de los cuáles estaban muy ocupados en echarse la culpa entre sí, o desviar la atención del problema.

Los dioses no habían hecho muchos amigos durante su reinado y no creía que pudieran conseguir mucha ayuda contra Crono. Al fin y al cabo, habían encerrado a la mayoría de los que les habían ayudado para capturarlo la primera vez. Aún así, la idea que había echado a rodar Hécate, le parecía la mejor.

Quizá deberíamos hacer acopio de cuantos aliados dispongamos y que estén dispuestos a enfrentarse al titan.

Escuchó atento y sonrió dentro de su casco, ahora entendía aquella incesante sensación de molestia interna. Su cuerpo le había avisado de que la guerra se avecinaba y no era una guerra de simples mortales, como la de Troya. Era algo mucho más grande, una guerra contra Cronos su abuelo. Escuchó de nuevo, esta vez al resto de dioses a la espera de ver que era lo que ellos conversaban o proponían acerca de como hacer frente a tal problema. Finalmente y con un fuerte chorro de voz claro dijo.

- Yo no le tengo miedo. Cronos ya fue derrotado por Zeus de forma solitaria, ahora somos muchos más y estamos preparados. -Tras eso hizo una pausa y se retiró su casco, antes de que alguno se aventurara a malinterpretar sus palabras añadió - No digo que nos relajemos o que no tomemos medidas, lo que digo es que ya se le ha derrotado y aunque él sea más poderoso nosotros somos más y también más poderosos. - Tras decir eso apretó su lanza con fuerza. La madre de las guerras podía ser aquello y él como dios de la misma no podía negar que se encontraba ligeramente excitado ante tan épica situación.

- Lo primero que debemos hacer es localizarlo. -

La Diosa de la sabiduria escuchaba atenta las palabras de Gea de manera calmada y podia sentir ese ligero toque de amenaza, tanto de ella con su gran poder primigenio como de Cronos que ahora estaba suelto y con una habilidad nueva. Esto le parecia intrigante, un Titan poseé grandes poderes pero estos no podian aumentarse, no tenian el don de crecer como los mortales, el unico modo en que un ser como Cronos pudiera conseguir tal don en su estado aislado era que los recibiera de otra fuente, no habia duda, Cronos recibio ayuda de el exterior para escapar.

Serena, Atenea se pusó de pie despacio y empezo diciendo:

-Hermanos Olimpicos, creo que nos estamos precipitando un poco. Debemos mantener la calma y la cabeza serena, si queremos confinar a Cronos en su encierro primero debemos analizar bien los hechos antes de proceder con un plan de acción.

La diosa cerro los ojos y empezo con la recopilación de eventos:

-El temible y poderoso Cronos, amo y señor del tiempo, percepción de la no escapa dios o mortal. Antes era poderoso y ahora que ha escapado y con un talento nuevo lo es todavia mas. Esto no me sorprende, ya que Cronos no pudo escapar solo, no de las fuertes ataduras impuestas por Zeus el Grande, sin duda fue ayudado por uno o mas complices que tambien le brindaron este nuevo talento.

Dicho esto Atenea abrió los ojos de golpe y dijó, como si tuviera una revelación:

-!!!El vendra aqui¡¡¡- Dijo expentate-No lo ven, si su plan es retomar el poder vendra al Olimpo y no lo hara solo, sus complices vendran con el. Los Olimpicos somos mas y el no se arriesgaria a atacar  solo-Atenea guardo silencio por un segundo, como si estuviera deduciendo sobre la marcha-Y ¿Si el no planeara un asalto directo?....

La diosa Atenea en este momento tenia la cabeza llena de ideas y estrategias, siendo tambien una Deidad de la guerra estaba analizando el posible plan de ataque de su enemigo. Cronos ademas de poderoso era astuto, por algo goberno la existencia antes que los Olimpicos, tendria un plan, un terrible plan. Por ahora solo paseaba con su cetro por el lugar intentando decifrar ese plan, de ello dependia la sobrevivencia del Hombre y los Dioses.

Gea miró a Nyx y le dijo - No quiero pensar que les ayudaste, solo que conoces aquellos dominios y al haber vivido para ver la batalla con él, conoces su alcance - dijo tranquila.

Entonces, se giró hacia Hera y con la misma desconcertante sensación que sentían todos, le respondió - Ellos también han escapado. Algo es claro: Cronos no está solo -.

Se giró hacia Eris y tras la intervención de su padre, le dijo - Debemos hacerlo. Es eso o dejar que nos tome por sorpresa - y al escuchar a Hécate, le sonrió y dijo - Tengo el mismo presentimiento que tú, querida Hécate. Es muy posible que ellos conozcan lo que realmente ha pasado -.

Gea se acercó a Zeus y puso una mano en su hombro del dios de dioses para tratar de calmarle - Recuerda que es de tu padre de quien hablamos y no debemos subestimar en ningún momento su actuar. Por una razón fue él quien abatió a su padre y Atenea tiene razón. Si lo que desea es recuperar el trono, él vendrá hacia aquí. Por ello debemos tener un plan de acción -.