Partida Rol por web

Hago un gesto interrogante al escuchar el comentario del dios bélico 

 Tengo la sensación de que todos tenéis más información que yo, que todos libráis una guerra que me es ajena. Eso no me gusta

No Ares... no eres el único que ignora cosas aquí. De hecho creo que soy de los que mas anda a tientas en este predicamento pues he notado que algunos tienen contacto con otros aquí y que de alguna forma comparten información con la cual pueden establecer conjeturas e incluso estrategias...-comento luego-...aunque creo que esto último mas en el caso de los titanes, quienes al parecer tienen también habilidades similares a los dioses de traer de vuelta a los suyos o incluso corromper a los que aun no lo estén como al parecer  ha pasado con dionisio.

Todos los dioses es estaban pronunciando y tratando de esclarecer lo que estaba ocurriendo y descubrir a los culpables de esta de la que solo cronos podría saciar su morbo.

Por el momento me fío del criterio de Apolo y Zeus, pero no puedo creer ciegamente en nadie por lo mismo, la información es insuficiente y solo puedo optar por guiarme por la intuición. Dirijo mi mirada hacia Eris cuando ella me ha mencionado...

No te culpo Eris, después de todo estabas al principio tan desorientada como yo en este momento, aún así no lo tomo como ofensa y no tengo resentimiento contra ti así como no lo he tenido por quienes han votado por mi. Trato de analizar la situación y procuro del buen juicio de los que puedan aportar pruebas a esta encrucijada en la que estamos.

Luego cayo ante la intervención de Hera para poder escuchar su apreciación.

Las palabras que Zeus arroja sobre mí hace que me chirríen los dientes, estaba decepcionado con su actuación pero, especialmente, con la excusa que había puesto para juzgarme de esa manera.

-Padre... me duele escuchar eso, me duele muchísimo después de todo cuanto he hecho por luchar a tu lado. Pero en vista que lo que quieres es deshacerte de mí, no me callaré por más tiempo -me alejé un par de pasos de donde él se encontraba, acercándome más al resto de dioses-.

He descubierto la verdad por boca de Iris bajo los efectos del vino, pero no os he contado toda la verdad bajo la propia prohibición de Zeus. En vista de la traición de mi propio padre, no temo a la muerte ni tampoco a su ira, por lo que os contaré toda la verdad que él no quiere que se sepa. El motivo por el que defiende de cualquier forma a Hera, su mujer, es porque forma parte de los infiltrados que Cronos tiene entre nosotros, sacrificaría a cualquiera de sus hijos sin dudarlo, aún siendo inocente, antes que a su amada esposa. Pues tiene la idea de que, una vez muerto el tirano, podrá devolver su esencia a su esposa.

Os abrí los ojos antes, cuando Zeus me lo permitía porque le convenía apartar las sospechas de su lecho, pero ahora que no le interesan, quiere que vuestros ojos se fijen en mí, con una burda excusa. Lo que dice Apolo es cierto, hay otros lugares en los que podemos coexistir, pues somos dioses, pero hay muchos más entresijos de los que podemos ver por voluntad propia, cosas que se nos escapan a todos, no sólo a Ares y a Eros.

Mi labor no es ser juez, jurado o verdugo, yo sólo quiero que conozcáis toda la verdad para que no mueran más inocentes en esta absurda guerra que nos pone a unos frente a otros, mientras los culpables se ríen en nuestra cara.

Una divertida y burlona risa se escuchó por todo el Olimpo y quedó flotando en el aire mientras intentaba parar de reír. Cuando por fin lo logré, dirigí una sonrisa triunfal a Dioniso acompañada de una media sonrisa.

- Ahí es dónde has metido pata, dios del vino, intentar extender tus mentiras te llevará a la perdición. ¿Que Zeus me defiende porque formo parte de los infiltrados que Cronos? Una buena idea, mi querido Dioniso, pero hace aguas por todas partes - me acerqué a Dioniso y comencé a caminar alrededor suyo con mi media sonrisa - ¿Desde cuando el rey de los dioses ha sido tan entregado a mi? ¿Acaso no se enfrentó a mi cuando intenté librarme de ti o de cualquiera de sus mujeres e hijos bastardos? ¿Porqué ahora de pronto se volvería tan protector conmigo? Tus palabras se desmoronan por sí solas a causa de una mentira construida sin pensar - agité la mano levemente con desprecio y me alejé un poco de él, para después pararme y mirarle a los ojos con seriedad -  ¿Quieres saber porqué mi querido esposo me protege y vela tanto por mi? Yo te diré porqué, porque yo así lo quise. Quise que por una vez sólo me amara a mi, que sólo me mirara a mi, que sólo me protegiera a mi, que por una vez yo lo fuera todo para él. Por lo que aproveché la esencia de Eros que corría por mis venas y con una sola mirada y un deseo, un sueño tan largamente anhelado por fin se hizo realidad. En medio de todo este caos, encontré por primera vez una alegría que nunca caté.En cuanto a mi esencia, la que perdí al llegar aquí, la recuperé cuando nuestra madre vino en nuestra ayuda, por lo que no hay nada que Zeus deba recuperar, salvo a todos los que estamos perdiendo en este infernal juego. Y ahora, ¿qué otra excusa vas a poner, dios de los borrachos?

Zeus, en silencio, espero a que el resto de los acusados hablara y respondiera a las acusaciones. Esperaba un poco de dignidad de parte de ellos, mas lo único que salió de sus bocas no fue otra cosa sino mentiras. Lo peor de todo, es que ni siquiera eran buenas.

Suspiro cansado cuando Morfeo, con lagrimas en los ojos, le acusaba de ser Cronos.- No puedo ser el único cansado de este melodrama.- Respondió, firme como una roca, antes de empezar a desmontar las palabras del dios de los sueños.

- Que Nyx, haya caído a mano de los titanes, suponiendo que haya sido así, no dice otra cosa sino la estupidez de los traidores que los ha llevado a este punto, a días de terminar su empresa en fracaso. ¿Por qué motivo no pudiste unirte a mi, pero si con Hefesto, quién se reconoció a si mismo como traidor? - Paseó su mirada por el resto de los presentes, en caso de que alguien pudiese ofrecer una respuesta.- Puedes hablar de tus dones tanto como quieras, puedes hacer como tus compañeros y falsear la verdad de tus dones tanto como quieras, nadie creerá más tus mentiras. Además, te diré la razón por la que no han ido por mi: Vi las intenciones de Poseidón desde hace mucho, ¿qué habrían conseguido con eliminarme? Sólo poner una diana en sus cabezas. Ademas de que sólo les esperaría el fracaso, pues Hera y yo nos protegemos mutuamente. ¿Has averiguado que soy Cronos? ¡Ja! Tus suposiciones desesperadas no son más que un intento desesperado de quitar la atención sobre ti.

Entonces, observó a Hades y asintió con la cabeza.- Tienes razón. Haré hablar a Afrodita. Ella no tiene el poder para ocultarme nada. Sólo se le permite hablar con la verdad, y nada más que la verdad.

Llevó su mirada hacía Apolo, y le agradeció sus palabras con un gesto de su cabeza.- Dudar es de sabios, hijo mio. 

Dirigió una mirada cansada a Eris. Si pudiese colocar el silencio de todos los presentes en uno solo de ellos, para que se quedara callada para siempre, sería a ella.- No Eris. Fue Iris la que ataco a Hera. Afrodita me lo ha confesado, y Dionisio la observó en el acto. Guarda silencio de una vez, por favor.- Negó con su cabeza, cansado de ella.

Agradeció las palabras de su esposa, a quien acarició en el hombro con cuidado. Y luego llegarían las palabras de Dionisio. Apenado por lo que el dios del vino tenía para decir, bajo la mirada y negó con la cabeza. Habían perdido a un valioso aliado. Era una lastima que la traición lo haya envenenado de tal forma.

- En la isla te pedí que dijeras la verdad, y ganaras una muerte digna, heroica... ¿y sales con esto? - Levantó el rostro para mirarle, mas decepcionado que molesto.- Además, dices que has contado la verdad bajo mi prohibición - Volvió a mirarlos a todos. Debía de haber algún rostro incrédulo ante estas palabras.- ¿Reconoces entonces que eres un traidor? - Alzó una ceja, con una mueca de decepción cada vez más profunda en su rostro.- Ah, ¿como te lo he prohibido? ¿Te he revelado que soy un traidor, y no se lo has dicho al resto? Espera, ¿es Hera la traidora? Aclarate, por favor.- Se puso de píe una vez más de su trono, avanzando lentamente hacía el dios del vino.

- Por un lado tenemos a Morfeo, diciendo que soy Cronos. Por otro lado, estas tu, diciendo que de alguna forma te prohibí decir esto antes, y acusas a Hera de ser una impostora.- Estando frente a Dionisio, niega con la cabeza.- Estoy avergonzado de ti. Y por cierto, lo que dice mi amada esposa es cierto.

Luego, dirigiéndose hacía todos, exclamó.- Unamos fuerzas y acabemos con el traidor Helios. Pero presiento que los hados nos serán beneficiosos, y no será el único traidor en caer al final de este día.

Las palabras de Dionisios eran claras a mis oídos. Antes no tuve razón para dudar de sus palabras, ahora tampoco parecía mentir.

-Mis sospechas eran equivocadas entonces, creí que Zeus era un titán y no es así, mi voto está decidido, y veremos si por fin se demuestra quien miente y quien no. 

Cierto es que, abrazada de nuevo a Ares, no presto demasiada atención al vuelo continuo de acusaciones que para mí ya no tenían ningún sentido. La única cosa sobre la que yo quería información se me negaba, y por lo tanto todo mi interés lo tenía la seguridad de mi amado.

Más una fuerza invisible me devuelve a la realidad para escuchar la petición silenciosa de Zeus. Claramente molesta por tener que repetir lo ya hablado, suspiro y pongo los ojos en blanco, para hablar con un tono de voz monótono y sin ningún matiz, notablemente hastiada.

- Sí, es cierto. Yo le he confesado los nombres de los que albergan titanes en su interior, el hecho de que Iris atacó a Hera, que Hefesto convirtió a Dionisio en un traidor y que intercambió su esencia con Helios, por lo que él ahora alberga también a un titán. Y le hice ver mis sospechas sobre las posibles intenciones de Morfeo, pero en eso puedo equivocarme.

Me encojo de hombros y vuelvo a concentrarme en acariciar la piel de Ares.

Y vuelta con la burra al trigo - dije resoplando -Os preguntaría que porqué yo, pero las palabras de Ares me han abierto los ojos. Parece cierto que algunos libráis otra guerra. Una en la que estáis unidos entre vosotros y la estrategia fácil es tirarse contra quien está sólo. Así nadie le defenderá y podréis seguir con la tarea de Chronos. Hasta ayer voté sin fundamentos pero ya los he encontrado. Para mí queda más que demostrado que tú Zeus, hijo de Chronos y quien una vez tuvo el poder de derrotarle estás con él esta vez, por eso los titanes siguen vivos y todos seguimos así. De este modo me quedará claro que quien se una a tí y te defienda será porque comparte tu mismo destino. Esperemos que otros lo vean también y podamos salir vivos de esta trampa de Chronos y victoriosos como antaño hicimos, aunque esta vez deba ser otro quien nos guie a la victoria. - sentencié con convicción.

Había dicho todo lo que sentía y aunque dejar el alma tan expuesta podía ser peligroso, si confiabamos en Zeus todos moriríamos, así que alguien debía sacrificarse.

Helios ya no podía aguantar más las acusaciones que se vertían sobre él, parecía que Apolo aquel al que tanto odiaba le devolvía su desprecio con aquella burda estratagema para acabar con él, y ante tal encerrona al dios del Sol no le quedó más remedio que confesar, por ello con un voz un tanto iracunda dijo:

-¿Cómo os atrevéis a acusarme así? ¿Queréis verdad? Pues la verdad tendréis, como ya muchos han averiguado, en esta guerra no sólo hay dioses y titanes, también habemos muchos otros con intereses personales... Sí, admito haber ayudado a los titanes, pero simplemente porque me convenía y porque eran minoría, pero intentaba también ayudar a los dioses sin destapar mi tapadera, actué siempre en pos del equilibrio de poder, pero ya de poco servirá, no soy titán, tampoco un Olímpico; cierto es que no soy vuestro amigo, pero tampoco vuestro enemigo. Si fuera alguno de vosotros no desperdiciaría el voto en mi, pues hay objetivos más claros a mi parecer... Además, me gustaría añadir otro dato importante sobre mi segundo rol, podéis estar seguro que si muero, me llevaré a alguien conmigo de vuelta al averno, tenedlo por seguro -dijo finalizando con una amenaza y clavando su mirada en Apolo, pues era obvio que si moría, el que arrastraría en su caída, seria al Dios de la música.

Frunzo el ceño y me enfurezco ante las últimas palabras de Iris.

- Como osas... - digo apretando los dientes al tiempo que involuntariamente llevo una flecha del caraj al arco.

Pero Cerynitis se interpone presto frente a mí para calmar mi furia.

Tras varias largas respiraciones profundas consigo relajar mi mirada y volver a la normalidad. Tanto tiempo de escuchas en silencio a los comentarios y acusaciones vertidas entre todos los presentes no han hecho sino conseguir que mi sangre hierva al oir las falsas y maliciosas mentiras que repetidamente han brotado de los labios de siempre los mismos.

- Aquí sólo hay una tarea que realizar, y es eliminar a todo aquél y a toda aquella que se interpongan en los designios de nuestra madre Gea. Iris, erráis cuál engañoso embaucador. Y temo que lo hacéis a propósito intentando salvar vuestro pellejo de titán. -

Miro al resto.

- Pues bien es sabido que los titanes fueron quienes me atacaron, seguramente bajo tus órdenes, y no fué sino Zeus, el enemigo de Cronos, quien me delvolvió a la vida para que continuase mi guerra eterna contra los enemigos de la madre Gea. -

Clavo la mirada en el Dios del Sol. ¿Qué como se atreven a acusarle? ¿está de broma?

- Me alegra que empecemos a sincerarnos.- muestro una sonrisa enigmática. - Aún así, Helios, noto cierta falta de información importante en tu confesión. Dinos, ¿quiénes son los titanes? 

Notaba las reconfortantes caricias de Afrodita sobre su cuerpo, deseaba acabar esta contienda contra Cronos y sus bastardos y luego poder celebrarlo con ella. Ahora sin la molesta presencia de Hefesto podría disfrutar de Afrodita hasta la saciedad y eso podía ser mucho tiempo. Sin embargo el ansia de sangre nublaba en ocasiones el juicio de Ares y en aquel momento con tal cruce de acusaciones le era complicado discernir quien mentía o quien decía la verdad. Sin embargo todo aquello se aclaró con velocidad.

- Te lo agradezco Helios, estaba confundido pero gracias a tus palabras ahora tengo claro a quien debo matar. - Desde el interior de su casco clavó la mirada en él. Recordaba perfectamente como el había presionado para contar un escabroso asunto del pasado y el dios de la guerra no era de los que olvidaban con facilidad.

- Sí me permitís, me gustaría abrirle el pecho en canal como advertencia al resto de traidores que aún puedan estar por aquí. No habrá piedad por mi parte con ninguno. - Aquellas palabras las dirigió al resto de dioses, primero como petición y segundo como advertencia. Sin embargo sus ojos no se apartaron de Helios.

Helios sonrió lacónicamente y dijo:

-Podría hacerlo sin problemas, ¿pero qué saco yo? vais a matarme antes de que acabe el día, no pienso ayudar cuando se avecina mi muerte, sólo lo contaré si sobrevivo.

Amplio la sonrisa, las sombras sobre mi rostro me dan un aspecto feroz. 

- Sin duda.

¿Bajo mis ordenes? - pregunté perpleja ante la acusación de Artemisa - ¿Y que tengo yo en tu contra?¿O que tenía en contra de nadie hasta esta noche? Creo mi querida Artemisa que estás tan ciega como todos los demás. Igual yo también estoy equivocada. No voy a discutírtelo porque por lo que se ve yo estoy más a ciegas que otros en esta guerra. Pero este empeño contra mí cuando yo sí sé que soy inocente me hace plantearme muchas cosas y esos son mis pensamientos. Yo sí he abierto mi alma sin importar las consecuencias, matadme, seguro que los titanes esperan con ansia que caiga en las votaciones ahora que saben que centrarse en mí es una muerte perdida de primeras.

Luego miré a Helios - Así que no sólo jugamos contra Chronos y los titanes, también contra los deseos individualistas de los dioses. Pues vamos aviados y os lo digo yo que como mensajera vi demasiadas pasiones y egocentrismos de muchos de los presentes.  - Luego tomé aire antes de continuar - ¿Qué ganas con dar nombres? Nada, ni pierdes nada. Venga, ayuda a los titanes. Acusame tú también, únete a la moda y salva tu pellejo que se ve que es de lo que va aquí la cosa. Algún día, alguno de vosotros me explicará el porqué, aunque seguramente, cuando llegue el momento de la verdad será tarde.

La defensa de Zeus era previsible. Pero aún no había terminado.

No pude unirme contigo por que me rechazaste, como ya dije, y no pude unirme tampoco a Hefesto, por que fue transformado en piedra, como también dije. Hay muchas cosas en las que los sueños no son claros, no necesito que me ayuden a confundirlas.

El silencio era un bien escaso en los últimos momentos del día. Todos los dioses hablaban intentando defender y atacar. Ya estaba cansado de todo eso.

Ya has dejado claro que cada dios que devuelves a carne y hueso esta bajo tu control. ¿Y pretendes que confiemos en que dicen la verdad? Pero eso no es lo peor. Bajo tus palabras se puede ver la realidad. Nos estás diciendo que nos arrodillemos ante ti, que te debemos lealtad y eres el único que puede salvarnos. Si no eres Cronos, ¿Qué te diferencia de él?

Los ojos se cierran tratando de recordar la noche.

Helios tiene razón en una cosa. Aquí existen tres bandos. Por un lado están los que quieren ser libres, por otro lado los que quieren encarcelar a los demás y un último bando que quiere dominar el poder de todos. No me queda ninguna duda de en que bando estás, padre de dioses e hijo de titanes. Si yo resulto encarcelado, prefiero quedarme de piedra que ser devuelto a carne y hueso para aceptar las ordenes de un tirano, ya sea titan o dios.

Puede que al final me reúna con mi madre.

-Veis lo que digo?..es inutil matar o votar a quien ya se sabe que es culpable...Seria mejor seguir buscando otros- Digo aceptando todo aquello como si fuera mi dia a dia.

-Ademas, si sabiendo que son culpables  los dejamos vivos, siempre podremos extorsionarlo para que nos cuente mas...asi mismo, los traidores, para evitar que hablen, haran lo posible por matarlso...incluso ellos mismos.Simple estrategia.Verdad, querido hermano Ares?-Pregunto mirandole mientras el parece que solo le interesan las caricias de Afrodita.Para el ya ha ganado y tiene su premio: La diosa del Amor...lo demas es indiferente, pues es fuerte y cree, que todo se puede solucionar con la fuerza bruta.

-Tambien es posible que haya un cuarto bando-Digo mirando a Morfeo.-Estan los que posiblemente seamos solo peones del trablero de ajedrez.Podria ser que Iris fuera solo un peon...que hiciera algo sin saberlo...o es mas...lo cual se me hace mas provable....es posible que sea la "esencia" de Iris y no la propia Iris la que haya atacado a Hera?Tiemblo ante tal posibilidad...pues somos los mas vulnerables ya que, de una manera u otra somos tan prescindibles, que tanto por parte de los titanes como por parte de un Dios enfadado o confundido nos podria borrar del mapa. -

-Todos hemos perdido nuestros poderes, pero viendo que hay Dioses que pueden hacer cosas mas alla de su poder original...seria una posiblilidad.Que hay de mi poder?Que hay de mi esencia? Yo me siento vacia, pero hay momentos en los que temo que mi "esencia" este dentro de alguien...apenas yo  puedo controlarla..imaginaros dentro de alguien que no pueda hacerlo...

- Es mucho mejor dejarlos libres para que sigan atacándonos... No digas tonterías, Eris, o voy a empezar a sospechar de ti con fundamento. 

Hago un gesto despectivo, rechazando todas sus palabras. 

- Debemos tener clara la próxima elección o les daremos la opción de golpear con nuestra única arma. 

Supongo que entonces eso es todo contigo Helios...- digo mirándole fijamente mientras extiendo mis alas y apreto mis manos- No quitare el honor entonces al dios de la guerra, pero también tendrás lo peor de mis pasiones. Endurezco mi mirada contra el que ahora por fin se ha manifestado abiertamente como enemigo del olimpo- ...conozco Gea desde el principio del mundo, ella vio mi nacimiento, no tendré ni poca de compasión contigo titán.

Mis nudillos se tensan, es una sensación desconocida, ahora no habría equivocaciones (si es que antes las hubo) convertir el sexo en dolor para este tintan...

Helios... Bueno, Menecio,  tu defensa ha sido tan pobre como cabría esperar de un titan tan impulsivo. Primero dejar caer que tal vez no seas ni titan ni Olímpico y que no están en ninguno de los bandos aunque afirmes haber ayudado a los primeros.

Los ojos de Apolo brillaban como el fuego. Agarró el arco con más fuerza. Si lo que dices fuese cierto, que sé que no lo es porque he visto con mis propios ojos lo que escondes, que sigas viviendo significaría que seguirías favoreciendo a los titanes. No sé lo que pretendías al contar esa mentira, supongo que el calor ha conseguido reblandecer tu cerebro.

cargó una flecha y la apuntó hacia Helios, listo para pelear. Buscó la mirada de su hermana y sonrió. Adios, hermana. Le dijo, sonriendo. Que tu juicio no se nuble si abandono tu lado y no permitas que tu sonrisa deje de alumbrar las oscuras noches.

Tras esas palabras volvió la vista hacia Helios. Si he de morir para que tú mueras, Menecio, lo haré con gusto, pero tu actitud no hace más que condenarte. Quieres llevarte la vida de un inocente contigo y te niegas a darnos la información que supuestamente tienes. ¿En que posición te deja eso?

Acepto pues mi muerte si así tiene que ser. Mentiría si dijese que mi mano no temblará al matarte sabiendo lo que me espera después de darte el golpe final, pero es lo que debe hacerse y afrontaré lo que venga.

Unas y otras las palabras acusadoras iban y venían. Estaba claro que las anteriores confesiones sobre Hefesto y otros habían obrado un cambio sustancial en todos nosotros. Si bien la intención inicial de Perséfone era seguir a pies juntillas lo que había dicho Dionisio, ya que era lo más fiable, no podía obviar otros detalle; como la confesión de Helios.

O esa semi-confesión que no sabía como tomarse... La verdad es que contaba una historia sumamente extraña. Por otro lado estaban las acusaciones a Zeus. El hecho de que él pudiese devolver a las estatuas a la vida era muy valioso, pero Morfeo tenía razón en una cosa, ¿Quedaban entonces sometidos los salvados a él? Ya no se trataba de que dijeran solo la verdad, si no que no pudieran decir más que lo que él quisiera. Y eso, era muy peligroso.

Aún con esas dudas sobre Zeus, no podía hacer nada. Acusarle sería cavar su propia tumba casi con seguridad, por no mencionar que bien podía ser errónea esa suposición y perder al único que podía devolver a la vida a los dioses encerrados. ¿Para que complicarse teniendo ya claro dos cosas? Por el momento, que Iris y Helios deben ser titanes. Y de segundo, que Dionisio acertó, y por tanto sus consiguientes acusaciones también deben serlo. La historia sobre Hera... Es nuevamente peligrosa, y no hará nada mientras no esté más claro ese respecto. Su decisión era firme: Helios.

-Por mi parte no hay duda de a quién votar, él mismo ha admitido tener relación con ellos. Helios, para ti será mi voto. Y como ya dije anteriormente, las palabras de Dionisio resultaron ser ciertas en el pasado. Del mismo modo, creo lo referente también sobre Iris. Y seguiré creyéndole hasta que se pueda demostrar que no dice la verdad.  -se explicó con decisión. Si luego había dudas sobre otros en las posteriores votaciones, siempre podría votar a Iris sin el temor a equivocarse y condenar a alguien inocente.