Partida Rol por web

Tras el ciclón, el Olimpo parecía haber perdido todo su esplendor: sus columnas estaban en muy mal estado, las estatuas que los mortales habían labrado para ellos se veían en condiciones deplorables, todo a su alrededor no inspiraba más que desolación y derrota. Todos se miraron entre sí, tratando de buscar consuelo o rastros de Rea, pero su jaula dorada había desaparecido, al igual que ella y su esposo, el dios maniático que había causado todo esto.

Muchos se preguntaban si Iris tenía razón y la victoria era solo una ilusión de sus ojos, si realmente estaban tan cerca de arruinarle los planes al padre de los Olímpicos, y esta duda se hizo mayor al ver las estatuas que adornaban el forzado despertar de los dioses tras el fenómeno que arrasó con su hogar.

Vieron a Hades, quien se encontraba muy cerca de Perséfone, a su vez que miraba hacia otra dirección. Parecía tratar de alcanzarle, de advertirle, pero su mirada vigilante se veía cubierta por el bronce.

Siguiendo el recorrido de la mirada del rey del Averno se encontraba Pan*, quien parecía estar buscando algo justo antes de ser atrapado en la prisión de bronce que a tantos ya había atrapado.

No muy lejos de allí y muy cerca del protector cuerpo de Ares, se encontraba Afrodita, quien se encontraba una vez más atrapada en la prisión de bronce. Su sensual figura siempre hermosa, incluso en una prisión tan despiadada como aquella, prisión que solamente un maniaco como Cronos podría haber creado.

Todos miraban con perplejidad el gran número de muertes que había pero hubo algo que robó aún más su atención. Todas las estatuas de bronce parecían cobrar vida, se movían torpemente pero no se desplazaban, aunque sus párpados se movían y sus bocas podían abrirse y cerrarse. Por un momento, creyeron que el bronce sería absorbido como en el caso de Ares pero no fue el caso, tan solo parecían ser objetos animados. A pesar de eso, la voz de Rea se sintió en sus corazones.

- Ellos también serán escuchados - dijo mientras su voz desaparecía.

Hécate miró a Hades, ahora convertido en una figura de bronce.

No, Morfeo no es el responsable de los cantos de sirena. Él en realidad es Eris, y es mi igual, salvo que los deseos de la Diosa de la Discordia favorecen la destrucción perpetrada por Cronos.

Entonces miró al resto de dioses aún con vida.

¿Aún seguís algunos atrapados en ese lugar?

Mire mis manos cubiertas de la sangre de Poseidon que resbalaba por la lanza y cuando todo volvio a su ser  la clave ene l suelo.No podia creer lo que habia hecho.

Nunca habia pensado en matar a ningun Dios.Era la primera vez que mi votacion era tan directa.Mas aun cuando la que deberia haber muerto era Iris.¿Era esto lo que ella llamaba  tener una segunda vida? Fuere como fuera no me gusto para nada esa sensacion.Algo me habia impulsado a hacerlo, pero no estaria tan mal..cuando Rea nos ayudo a hacerlo.

-¿Hecate?-Digo sorprendida.-¿Que hay de cierto en tu acusacion vertida sobre mi?.Carece de fundamento .Yo soy yo...y Morfeo sera quien sea...pero yo no he incitado a nadie a nada.Sin embargo...hay dudas que yo misma tengo y no puedo comprender...por ello, entiendo que quieras acusarme.

-La isla de las sirenas...Hay Dioses que pueden corroborar mi historia...Yo he llegado hace poco a ella.Es como si mi esencia se hubiera dividido en dos :la que esta aqui con vosotros y la que esta encerrada en esa isla con otros dioses.Zeus, Apolo,Eros y mi hermano Ares...Alli estamos y os puedo decir que estamos en peligro.No se lo que pasara si nuestras esencias mueren alli...que pasaria si ocurre?Que me pasaria a mi, que hablo convosotros ahora?Me volveria malvada?...Si es asi, os pido que me detengais...mi mision aqui no es provocar mas caos sino proteger siempre que pueda.Quiero que esto termine..pero no se como hacerlo.

-Estiendo que algunos desconfien de mi..toda la vida lo habeis hecho!!!Me bautizasteis como Discordia y asi ha sido mi rol.Incluso mis hijos tuvieron sus nombres y trabajos recien nacidos *...de Hecho...deberiais desconfiar de mi si veis algo distinto a lo que normalmente hago..porque?...Vereis...En la isla de las sirenas estamos en peligro.Alguien ha creado unas copias malignas de nosotros mismos y estamos prestos a enfrentarlas.Si alguien ha creado una copia de mi...es posible que la quiera introducir aqui.Por ello os ruego que todo esto termine antes que todos tengan sus copias malvadas...pues, en la isla..no se durante cuanto tiempo podremos detenerlos.

Apolo se sorprendió ante el poder de la diosa del arcoiris. Había conseguido bloquear a tantos dioses a la vez con él. Era poderosa, no en vano era una diosa. Cuando todo se acabó, contemplo con extraño placer que el dios en caer en vez de ella fuese Poseidón. Esto es justicia en estado puro. Dijo, esbozando una sonrisa y preguntándose quien sería el que estaba bajo la estatua de aquel Dios.

Sin embargo no le duró demasiado al pensar en el verdadero paradero del dios del mar. ¿Dónde estaría? Con esos pensamientos llegó Cronos y volvió a hacer gala de su don. Una vez más no pudo hacer nada por salir de su embrujo. Sucumbió y, cuando volvió a abrir los ojos, comprobó los horrores que traía consigo el nuevo día.

Tres muertes. Aquello no podía seguir así. Vio como las estatuas se movían y se dirigió a la de Hades. Hades, señor, ¿sabes de alguien entre los caídos que pueda traer a los demás a la vida? Preguntó, para acto seguido girarse a los demás.

Sin pensárselo dos veces sacó un frasco de su bolsillo, lo abrió y vertió su contenido sobre una flecha que posteriormente cargó en el arco. El dios del sol miró a todos antes de seguir. Esta flecha está envenenada con las artes de Hécate que anteriormente despreciaba. Le dijo, mirando a la dios directamente a los ojos. Cronos cambió una parte de mí y ahora puedo entender mejor esas artes. Cuando el veneno se ponga en contacto con la sangre de cualquiera de nosotros, este morirá. Afirmó, rotundamente.

Antes lo que más ansiaba era la armonía y siempre la perseguía, pero todo lo que ha pasado me ha hecho cambiar. Quiero venganza por todos esos familiares y amigos que no podrán salir de aquí. Tras repasar con la mirada a todos los presentes sus ojos se clavaron en iris. Y eso pasa por acabar con esto de una vez por todas. No sé si eres la única que queda con vida, pero lo que sí sé es que cada aliento que das es una ofensa al Olimpo y a todos los que has matado y no podrán exhalar nunca más.

tensó el arco y la miró con odio. Te permitiría unas últimas palabras, pero las usarías para escupir sobre los inocentes que has asesinado. Muere, puta. Con esas palabras soltó la cuerda y la flecha salió hacia el corazón de la diosa.

Os avisé Apolo, el veneno de Ascepio me hacía decir la verdad y la verdad era que no moriría yo y que estabais ciegos, muy ciegos. Yo moriré esta noche. No en vano volveréis a por mí, pero no todo habrá acabado. Uno a uno moriréis y Chronos volverá a reinar - le dije con una sonrisa en la boca. Nunca me habían creído, ni cuando mentí ni cuando dije la verdad y eso era mi ventaja.

Luego miré a Ascepio (*) - No sabía como me libraría de la muerte, esa parte nunca me fue desvelada, sólo sabía que yo no moriría y es una pena que muriera Poseidón ya que mientras os fijabais en lo que queríais ver no veíais la verdad. Veremos si podéis verla o seguís vendados.

La estatua de Hades pareció moverse mientras miró a Hécate y a Apolo.

- Hecaté, gracias por comprobarlo. Apolo, si, se quien es capaz. Yo. He sufrido un cambio de esencia durante el ciclón y ahora poseo parte de tu esencia.

Después de eso, volvió al silencio y la rigidez habitual.

No sólo fue la forma en la que Iris escapó de la muerte, sino también el ciclón que derribó la edificación del Olimpo. De todas formas, no todo había salido mal, quedaba como saldo positivo la muerte de Poseidón. Por otro lado, el Olimpo podría ser reconstruido.

La sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar mientras repasaba mentalmente las palabras de su perfido padre, mas esta se borró cuando contempló tres nuevas estatuas de bronce.

Se acercó a ellas. Primero, a la de Afrodita.- El Olimpo tiene una deuda importante contigo, a pesar de tu traición. Espero que los poetas tengan compasión por tu nombre en sus canciones... - Apenado por su destino, se acercó a la estatua de Hades. Posó una mano en la estatua del dios del inframundo para traerlo a la vida.

Me decanté por no hacer mucho caso de Iris, sus palabras no eran más las palabras de una lloriqueante diosa intentando llamar la atención. En su lugar, presté atención a lo que realmente tenía importante. El lugar era un desastre y había que encontrar la forma de volver todo a su cauce antes de que Chronos volviera a atacar.

Las palabras de Hecate me sorprendieron, había esperado otra cosa. Con cierto desconcierto, miré a la diosa de la brujería.

- ¿En qué te basas para hacer esa acusación, Hécate? ¿Acaso tiene algo que ver con un nuevo cambio de esencias que haya vuelto a trastocar las identidades de los titanes? 

Negué con la cabeza.

Miré en su interior, y vi a Eris. Pero no con el aspecto que aquí está presente, sino con uno mucho más oscuro. No sé si con tanta Discordia se ha separado en 2 mitades, pero la oscura, sin duda, da poderes a Morfeo. Como a mi me los da Tea.

-Mi mitad oscura...-respondi ante ese comentario-Es justo como lo vemos en la isla...Una Discordia perversa, un Apolo, Zeus Ares y una recien llegada Hera , mas su perversa tambien.nuestro padre Zeus puede corroborar la verdad.

-¿Es posible que alguien este usando mis poderes tambien?Entonces...estoy indefensa?NO!NOoo!!! Me niego a creer que estoy indefensa sin mis poderes porque otro los esta usando.Aunque todo es posible...sin embargo os juro que Discordia..la verdadera diosa Discordia no caera tan facilmente.Luchare frente a los traidores!!!-Grito a los presentes, pues aun se que tengo a mis enemigos a mi alrededor.

De mis manos surge la lanza con la que atravese el pecho de Poseidon y la agarro con Fuerza.

-Si Zeus ,Eros,  Apolo o Ares piden mi vida la dare gustosa, pues se que al final  sera por un bien mayor y nuestro gran padre podra devolvernos a la vida a todos.Pero no aceptare acusacion de ninguno mas!!No confio en ninguno mas!!Aun hay traidores y segare la cabeza de aquel que intente tocarme!!-

-Morfeo?Usando mis poderes?Que tienes que decir al respecto, ladron?!Dime como los usas y sabre sin son mios!Si mientes lo sabre!.Mas yo no te matare.Salvo la fuerza mayor que nos hizo matar a Poseidon, sabeis a ciencia cierta que nunca..y repito Nunca ...he matado a ningun Dios...es mas..mis votos, nunca han señalado al que ha muerto.Yo soy la unica  que puede decir que tengo las manos limpias.Si hubiera sido una traidora habria señalado a mas de uno de los que han muerto!Quien dice que de los que han muerto todos sean titanes!!!Sigo pensando que Hefesto era inocente!!!Pero su actitud contra Afrodita le llevo a la muerte..quien sabe si realmente era quien decia ser.Que hay de Afrodita?Era realmente tan inocente...

-Sabed que desconozco  las respuestas...pero si alguiene sta usando mi poder y llego al final..lo matare con mis manos..mi poder es solo mio...es mi carga y mi maldicion!!!

- Eris tiene razón, en la isla todos vemos una parte oscura que surgió de nosotros, algo que parece sacado de lo más oscuro de nosotros aprovechando algún tenebroso poder. Desde que llegué allí hace apenas unos instantes, he pensado que Morfeo estaba detrás de eso, y las palabras de Eris no hacen más que acrecentar mis sospechas. En mi opinión, quedan dos titanes vivos - miré con ojos acusadores a Iris y Morfeo - y de ellos, Morfeo parece el más sospechoso. ¿Qué consiguen con eso? No lo sé, pero claramente, para nada bueno. 

-Como yo lo veo, Morfeo es alguien el poder de Eris, pero que esta junto a los titanes e Iris la ultima que de los que queda, con Afrodita y Poseidon muertos, claro.-Quiso aclarar el Dios de la medicina, pues parece que no todos llegaron a comprender el papel que Hecate relataba del sueño.

Nuevos dioses caídos, y de nuevo una pena amarga en su corazón. La caída de su madre había sido dura, pero la de afrodita, que tantos sueños inspiraba... La humanidad estaría perdida ahora.

Nuevas acusaciones surgían ahora entre los dioses y, de nuevo, no era una sorpresa. Era el único que quedaba que no quisiera arrodillarse y tendría que pagar por su osadía, por haber mostrado una vez más como son los dioses.

¿Qué tengo que decir? Parece que nada... Todos a los que yo había acusado de su complacencia con un tirano me acusan a mí, y además ahora se suma Hécate, que supongo tendrá algún motivo, más allá de decidir que yo robé los poderes a Eris. Mi poder ya lo dije en su momento, Eris. Y puedes judgar si es el tuyo, por que por mi parte, lo dudo. El poder que tengo es conectarme con otro dios y poder hablarle. Afrodita podría corroborarlo, aunque se encuentra transformada en estatua.

El cansancio asoma y los sueños parecen desaparecer.

Siempre os he dicho la verdad, aunque no queráis reconocerla. Cuando acabé el día todos habremos sucumbido y le deberemos obediencia ciega a alguien. Creamos haber ganado o haber perdido, así será. Tanto yo, como los humanos, hemos perdido, sea como sea que acabe este día. Si queréis convertirme en estatua podéis hacerlo, pero dejadme así para no tener que ver como os rendís y dejáis que sean las ordenes de otro las que gobiernen el mundo, antes de veros encadenados como los titanes estuvieron en su momento, con cadenas etéreas pero más fuertes.

Era el momento de romper, o no, una promesa.

Decir que soy un titan es absurdo. Si realmente ayudé a Cronos, sería como dios, no como titan. Vosotros mismos os contradecís continuamente. Aclarad vuestras ideas, por favor, y esforzaos en atar los cabos. ¿He ayudado a Cronos? En absoluto. Nunca he prestado, intencionadamente al menos, ayuda a ningún titan. Así como mis pretensiones no eran ayudar a los dioses, pero lo hice igualmente. Mi única intención ha sido siempre ayudar a los humanos y, con suerte, que el mundo no se derrumbara sobre ellos en el proceso. Me temo que he fracasado en mis objetivos.

Todos están durmiendo, o eso parece.

Ojala tuvieras todavía tu "medicina" emponzoñada Asclepio... Vaya médico estás hecho, por cierto. Así podrías dármela y preguntarme si he mentido alguna vez, o si soy un titan. Y así yo diría que sí y moriría sin tener que ver como os arrodilláis por el resto de la eternidad.

No solo duermen, alguno parece que sueña.

No pretendo convertir esto en mi alegato, puesto que alguno ya ha decidido, convenientemente, que soy culpable. Tampoco es mi intención decir que una serie de dioses, están siendo controlados por alguien al que nunca han atacado los titanes, a pesar de que dio a conocer su poder al principio y podría ser un problema para ellos. Supongo que estarían oxidados en tácticas de estrategia. Tampoco voy a mostrar mis ensoñaciones de un dios, con grandes deseos de poder que, sutilmente, libero a Cronos y fue poseído, tanto él como su esposa, por el padre de dioses. No, todo eso es absurdo ya, por que nos hemos rendido a la complacencia o al derrotismo. Sea como sea. Hemos perdido.

La sorpresa fue abrumadora al ver como la diosa del arcoiris evitaba su destino, pero Apolo ahora se encargaría con terminar aquella existencia.

Tu condena estaba dictada Iris, eventualmente volveríamos a votar por ti... o al menos eso creo. Digo mirándola con rostro impasible.

Al escuchar las palabras de Eris intervengo- por mi parte diosa da discordia, no votaré por ti aun, el hecho de que ahora estemos librando una batalla en otro entorno y si todos estamos siendo atacados, puedo suponer que es porque cronos lo ha decidido así y podríamos representar algún peligro para sus planes.

Luego escucho las voces que se pronuncian...

En realidad eres un ayudante de cronos Morfeo?... Como podríamos traicionar a nuestros hermanos?... si la respuesta es afirmativa, crees que serás tratado con respeto por ese infame? - Quedo mirando al dios, dubitativo y espectante a su reacción. 

Las conversaciones siguieron pero por un momento, todo aquello que Apolo podía ver o escuchar era el sonido de su arco tensándose, disponiéndose a atacar y al soltar la flecha, el viento fue cortado por esta mientras se abría paso entre los dioses.

Como si de un poder divino se tratara, la flecha no se desvió de su objetivo en ningún momento, mientras volaba en dirección a Iris, quien no pudo reaccionar a tiempo para quitarse de su camino. Trató de hacer gala de sus ágiles movimientos pero apenas hubo dado el primer salto, la flecha atravesó su corazón mientras estaba suspendida en el aire. Iris cayó y tras tener la flecha en su tórax, miró a Apolo con odio verdadero mientras el bronce se iba esparciendo, sentenciándola a la prisión de bronce que muchos habías padecido anteriormente.

Tras esto, Zeus tocó suavemente la estatua de Hades, la cual comenzó a resquebrajarse como habían hecho otras y tras la debilidad característica en algunos de los que habían regresado, el enorme cuerpo de Hades casi cae sobre su amada Perséfone, quien lo sostuvo como mejor pudo, ayudada por su padre y hermano de su esposo. Entre los dos lograron ayudar a Hades a erguirse mientras se incorporaba pero algo era seguro, el dios del Averno estaba de vuelta.

Tras la conmoción, la estatua de Helios empieza a moverse igualmente y de manera suscinta y seca dice - Tengo todas las repuestas que buscáis, el Dios del Sol lo sabe todo, pero ya no podréis sacarme nada, y los sirvientes de Cronos acabarán con todos vosotros... - tras esto, vuelve a guardar silencio.

Sin hacerse esperar demasiado ante las palabras de Zeus, la estatua de Afrodita reacciona.

- Gracias, majestad, pero yo no necesito cánticos que me alaben. - Dice mientras la mirada vacía del bronce se dirige a Zeus. - Yo no hice nada de lo que hice buscando gloria, ni reconocimiento. Quizás el mayor premio al que podía aspirar, ya lo tengo. Aquellas últimas palabras que me dedicásteis antes de volver a caer, las cuales perdurarán guardadas en mi corazón.

Después, despacio, más de lo que quisiera, mira a Ares.

- Siento haber tenido que ponerte en peligro, puede que quien te atacara, lo hiciera por mi culpa. Y siento haberte escondido mi condición. Más, quiero que sepas, que jamás hice nada que te pudiera perjudicar. Los titanes nunca se fijaron en ti, a pesar de que Hefesto estuviera entre ellos, y si lo hubieran hecho yo no les hubiera dejado continuar. Y gracias por protegerme.

Por último, intenta mirar a todos los presentes.

- Como última voluntad, quiero repetiros, que el mayor enemigo del Olimpo nunca ha sido Cronos. A él le habéis vencido, pero os queda mucho camino y mucha guerra para vencer a la hipocresía. Habéis dejado que los prejuicios y los rencores os muevan. Y nos habéis llamado traidores, cuando todos lo habéis sido. Todos y cada uno de vosotros, incluso los que habéis repetido hasta la saciedad que lo que queríais era liberar al Olimpo por el bien de todos, habéis actuado sólo por el bien propio. Habéis sacrificado a inocentes supuestamente por el bien común, pero os habéis resistido a que os vean como posibles culpables. Algunos hasta habéis escondido vuestros poderes al resto. ¿Qué diferencia hay entre vosotros y los titanes? ¿Que los titanes atacaban a inocentes? Lo mismo que el que no ha confesado que atacó a Ares, que es inocente. O a Nyx, que es inocente. No os preguntáisteis por qué, la primera noche, si los titanes atacaron a Hera y vosotros a Hermes, también cayó Dionisio. ¿Por qué a veces había más de dos y de tres víctimas? No os importaba mientras no os tocara a vosotros, ¿no? Hasta nuestro rey, el cuál siempre ha defendido que luchaba por el Olimpo, guardó un secreto. Un secreto peligroso. ¿Y por qué? Porque podía controlarlo en su favor. No espero que me hagáis caso a estas alturas, pero tenía que decirlo.

Tras eso, vuelve a la postura original.

Ares se sintió por primera vez en mucho tiempo impotente, deseaba proteger a Afrodita y había fallado, dos veces. No había sido capaz de protegerla ni del lisiado de Hefesto, ni del mal que ahora la aquejaba. Era algo que escapaba a sus poderes y dominios, el dios de la guerra no estaba acostumbrado a tales cosas. Observó la estatua de la diosa del amor en silencio. Con los puños y los dientes apretados de rabia contenida. Pues sabía que no había conseguido lo que él se había propuesto.

- Garrapatas... crueles y cobardes. - Dijo mientras se giraba y observaba al resto de dioses del Olimpo que allí estaban. - Sigo esperando un nombre Zeus, si no me lo das, atente a las consecuencias. - el tono y la rabia era obvias mientras hablaba a su padre. - Quiero el nombre de quien me atacó y lo quiero ahora. Cronos está derrotado, no hay más enemigos. Quiero saber quien ha intentado matarme, quien es esa rata vil y miserable que ha tratado de acabar con mi vida y ha sido tan torpe de no conseguirlo. -

Escuchó a la estatua de Afrodita hablar, se mantuvo en silencio escuchándola, aunque al final dijo - ya lo sabía, hace un tiempo que lo sé. Zeus me lo dijo. - Comentó en referencia a la naturaleza de esta, mientras seguía esperando las palabras del culpable.

-Ese no es mi poder...Morfeo.Dijiste que tenías el poder de unirte a otro...Ese tendría que ser de otro dios.También dijiste que quisiste ayudar uniendote a Zeus o Hera...puede que ellos lo tomarán como un ataque.Y lo dijiste abiertamente pudiendo callarte sin revelado.Eso me hace confiar algo más en ti.-

 Por un momento me sentí aliviada de tener que cargar con otra muerte más.Pero aquello aún no había terminado.

-Cronos no ha perdido..no os equivoqueis.Acaso no reconocisteis el poder de Eolo en el huracán que ha desolado el Olimpo?Cronos, me temo, esta reuniendo los poderes de todos los muertos y quedándoselos para si o para sus titanes...

Habían acabado con Poseidón... La defensa de Iris había sido intercambiar su destino por otro, pero parecía que habían acabado con todos los titanes. Sólo faltaba ella. Y cuando al fin vieron el Olimpo tras el ciclón se dio cuenta de que éste se encontraba devastado: sus columnas, sus figuras... Todo lo que le hacía magnífico y hermoso ahora eran únicamente recuerdos, estaba devastado.

Entonces se fijó en que Pan y Afrodita se encontraban encerrados en jaulas de bronce, y al mirar a su alrededor la peor de sus pesadillas estaba allí.

Hades.

-¡No! -gritó con fuerza mientras se arrojaba a la que ahora era la escultura de bronce de su marido. -¡No, no, no! -repitió, mientras se echaba a llorar sintiéndose sola y abandonada, mientras abrazaba la estatua que ahora contenía al dios del inframundo.

Su mundo se vino abajo y se quedo arrodillada, llorando y abrazando la estatua alejada de todo lo demás. Sabía que estaban dando caza al titán que se encontraba en Iris, pero apenas vio el suceso de refilón, con los ojos anegados en lágrimas.

Escuchó acusaciones de nuevo, y explicaciones otra vez. Algo sobre una isla donde se encontraban algunas esencias de olímpicos y como tenían una parte oscura. Pero ya  nada le importaba. 

Vio como Zeus se acercaba a ellos y ponía una mano sobre Hades... Recordó su habilidad para traerlo de vuelta, pero también la acusación que habían hecho de que aquellos recuperados perdían su voluntad a favor de Zeus...

Alejó esos pensamientos de su mente mientras dirigía una mirada suplicante al rey del Olimpo.

-Por favor... por favor...- rogó también de palabra, -Tráelo de vuelta-.