Partida Rol por web

Por supuesto iré personalmente y creoq ue sería mejor que vigilase otro, por si acaso. Poseidón de momento no está bajo una sospecha cierta.

Yo vigilaré, no tengo nada que perder.

Miles de discusiones circundaban ese lugar pero sin saber por qué, la presencia de Hefesto desapareció.

Una nueva presencia parecía aparecer allí, una presencia brillante como el sol y ardiente como el fuego. Helios, aquel cuyo carruaje daba apertura a los días se había unido a la fila de los titanes. Allí se encontró con Poseidón (Ceo), Afrodita (Crios) e Iris (Jápeto).

Sentiste que tu luz se apagaba de a poco, mientras el fuego se extinguía en tu interior mientras algo tomaba posesión de ti. Pudiste sentir la esencia oscura apoderándose de ti y cuando menos lo notaste, ya no eras Helios, ni Hestia. Ahora eras Menecio, uno de los titanes infiltrados de Cronos.

Son los Hombres lobo. Les explicaré el funcionamiento de su rol:

- Cada cambio de turno, ustedes escogerán una víctima, la cual será enviada al tártaro por ustedes. Serán convertidos en estatuas mientras su esencia se transporta al Tártaro, la cual fue antes su prisión.

- Está prohibido delatar a uno de sus compañeros o confesar en la escena general, a menos que sea de común acuerdo.

- Tienen hasta el jueves para decirme una víctima o si no, escogeré una al azar, donde están ustedes incluidos.

- Deben escoger una persona que será quien enviará al dios al tártaro y otro que vigilará que nadie los esté siguiendo.

- Deben hacer una tirada oculta de 1D20 para ver la eficacia de su vigilancia. Si sacan por encima de 10, es posible que vean a alguien.

Tu rol secundario es este:

Tu rol secundario es Padre infesto de los lobos: Podrás transformar a un jugador en un lobo. Único uso.

Puede hacerse de dos maneras:

- Al morir tú, puedes escoger tu sucesor.

- En vida, te pones de acuerdo con los otros lobos y en vez de matar a un personaje por la noche, lo convierten en uno de ustedes. No matarían a nadie pero ganarían un aliado.

En el frío de la desesperación parece que una luz se acerca, y arroja algo de cálida esperanza a la causa de Cronos.

- Bienvenido, hermano. No sabría decirte si llegas en buen o mal momento...

Debemos seguir con nuestra misión, no importa como...

El dios del Sol empezó a ser uno con su nueva esencia, ya no le importaba el olimpo ni ninguno de los otros dioses, ahora sentía una completa lealtad hacia Cronos, no se preguntó como habían podido cambiar tan rápido sus creencias, pues ya no le importaba, ahora sólo deseaba acabar con el resto de los olímpicos.

Por ello saludó a sus nuevos compañeros con cordialidad y dijo:

- Saludos hermanos, salve Cronos -dijo en tono comprometido- Unir a Dionisio a nuestra causa me parece acertado, en la elección votaré por Hefesto pues así nos quitamos a un enemigo también, esperemos poder asestar un duro golpe al enemigo.

Saludos hermano, ¿Que ha sucedido con Menecio? ¿Ha abandonado a Hefesto? ¿podemos pues, hacerlo nuestro objetivo? Si es así acabemos con él, ya no nos es necesario.

De repente, la esencia de Afrodita desapareció de este lugar, dejando en su lugar únicamente a Helios, Poseidón e Iris.