Partida Rol por web

HLCN - Ciudad Bala Dorada.

Caseta del Sheriff

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21/01/2015, 22:58
Joey Thorton

Hearts parpadeo y se vio nuevamente en la caseta del sheriff, se encontraba con el reverendo Strong frente a el. ¿Ahora que habia hecho?, El reverendo debia estarlo regañando por algo, de seguro se le pasaron las copas con el whisky y habia estado actuando otra vez como un automata loco y desequilibrado. Hearts debia dejar el alcohol pero a la vez no queria, el alcohol lo ayudaba a olvidar, a olvidarla.

Miro mas a detalle al predicador de la palabra de dios y noto que tenia sangre en su camisa, el padre debia estar herido. Inquietandose un poco Hearts señalo la mancha de sangre en su ropa y le dijo evidentemente preocupado:

-Padre ¿por que esta herido?

Busco entre las cosas de la caseta un recipiente con agua y una franela limpia, a Hearts lo movian muchas cosas entre ellas la compasión. Era tonto practicarla en un lugar tan cruel, engañoso y oscuro como el Oeste pero eso a Hearts no le importaba, queria ayudar en lo posible a los menesterosos, aunque eso si, Hearts no era tonto y sabia cuando alguien si necesitaba su ayuda y cuando era solo un farol. Todo gracias a su "sexto sentido", sus corazonadas. Sin encontrar con que tratar las heridas del siervo de dios Hearts le dijo:

-Padre, debemos tratar esa herida. No podemos dejarlo así, el pueblo lo necesita.

 

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21/01/2015, 23:15
James E. Riley

Me echo hacia atrás en la silla y suspiro... -Cierto... Todavía no me creo que este pasando esto... Miro al reverendo mientras me atuso el bigote pensativo. -¿Por que cree que han venido al pueblo padre?... Justo llegaron y se produjo el primer asesinato... Y todos vimos como no tubo ningún reparo en disparar a la pobre Jessy... ¡Por dios!... Ni siquiera titubeo un segundo... Simplemente disparó... Sin mas... Suspiro y me inclino hacia el reverendo. -Espero que se equivoque padre... Espero que no haya una segunda muerte...

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21/01/2015, 23:37
Susie Powell

Susie se despidió del padre afectuosamente y salió en dirección al Saloon.

Notas de juego

Lo sé, reverendo :) Pero aquí una señorita acostumbrada al rol en mesa prefiere estar en un sitio a la vez... de momento, al menos. Manda llamar a Susie pronto, que sus conversaciones son muy entretenidas.

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22/01/2015, 01:52
Reverendo Adam Strong

- El muchacho lo intenta, Lila, el muchacho lo intenta. - Respondió el reverendo con un suspiro antes de hacer una pausa y observar a la indígena durante un instante. - ¿Puedo llamarte Lila, verdad? - Preguntó, al darse cuenta de que todo ese tiempo lo había pasado tuteando a la chica. Puede que fuese por no conocerla antes o porque ante ella él no tenía que tomar la pose de reverendo.

- Ni siquiera ha dicho que él te mataría de estar en tu pueblo. Ha dicho que tu pueblo te matarían, y tú y yo sabemos que probablemente sea cierto. No todos los sitios son como Bala Dorada. - Dijo emitiendo un nuevo suspiro.

- No digo que no tengas razón. Lo que ha dicho no tiene perdón. Y puede que el chaval sea un asesino. Pero una cosa no tiene que ver con la otra. No podemos juzgarle como asesino por esos comentarios.

- Yo le pido que le de una oportunidad a Francis hasta que yo pueda hablar más con él e intuir de qué pie cojea. Yo se la daré a Giesie. De modo que, por el momento, trataré de centrarme en Riley.

- ¿Hay algo más que intuyas? Seguro que tu forma de mirar y de entender a la gente es diferente de la nuestra. ¿Hay alguien en quien confiarías?

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22/01/2015, 02:01
Reverendo Adam Strong

- Parece que al fin Ella ha reaccionado. - Comentó el reverendo tras escuchar cómo acusaba a Giesie en el Saloon. - Algo es algo. - Dijo, aunque no se le veía más tranquilo. Después se echó hacia atrás en la silla, apoyando la espalda y empezando a balancearse suavemente.

- Puede que tenga algún candidato, sí. - Dijo con una pequeña sonrisa de resignación. - Pero antes tendría que confirmar algunas cosas. Por lo de ahora sólo espero que Prescott sea inocente, o tendremos un problema. - Aseguró antes de hacer una pausa. - Necesitamos a Stolesouls con vida, al menos de momento. Si he entendido bien lo que dice, creo que podría quitarnos de encima a esos forajidos alguna noche.

- ¿Y qué hay de usted, Maybellle? - Preguntó, llamándola por primera vez por su supuesto nombre de pila. - ¿No ha pensado en encontrarse con nadie en secreto?

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22/01/2015, 02:08
Reverendo Adam Strong

Adam Strong escuchó sorprendido cómo Prescott recitaba la Biblia, y asintió en señal de aprobación. Ese chico no dejaba de parecerle cada vez más sorprendente.

- Como bien dices, hijo, el tiempo pondrá a cada uno en su lugar. - Le dijo. - Pero si sigues adelantándote de esa manera el tiempo se te adelantará a ti, y acabarás demasiado pronto en una caja de pino.

- No digo que no tengas razón. Pero las verdades escupidas a la cara de la gente nunca son buena idea. Debes aprender que hay que cuidar el cuándo, el cómo y el dónde. Al menos si no quieres que te linchen como ha estado a punto de pasar.

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22/01/2015, 02:27
Reverendo Adam Strong

Adam Strong escuchó las palabras del hombre y asintió. Era curioso que dos personas tan diferentes pensasen tan parecido.

- Yo había pensado hacer lo mismo, Hardigan. - Le dijo. - Aunque hay quien me presiona para que vote en una u otra dirección, no creo que señalar sin estar seguro sea lo más adecuado. No debemos perder a la ligera a nadie inocente.

Luego se quedó algunos segundos callado, reflexionando sobre lo que el hombre había dicho.

- Lo importante no es lo que uno hizo en el pasado, sino lo que pretende hacer en el futuro, no lo olvide. - Dijo antes de detener su mirada en él. - Entiendo más de lo que cree lo que dice, pero le diré una cosa: si usted no puede perdonarse ni a sí mismo eso le corroerá por dentro hasta gangrenar todo lo que quiera conseguir.

- Se puede sobrevivir en ese estado, pero no vivir en paz. Y eso es lo que al final nos da la vida.

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22/01/2015, 02:10
Maybelle Canary

Resultó evidente que a Maybelle le divirtió la pregunta del reverendo. Emitió un sonido a medio camino entre un resoplido y una risa y sus ojos brillaron divertidos. - Si vamos a entrar en esos temas... - Negó con la cabeza y sacó una petaca metálica del bolsillo interior de su abrigo, la abrió, dio un buen trago y la dejó sobre la mesa, al alcance de la mano del hombre. 

Tomó con naturalidad la bolsa de tabaco y empezó a liar un cigarro más mientras su mirada se desviaba hacia la ventana. Parecía más un intento de tener las manos ocupadas que un interés real en el propio cigarro. - No puedo permitirme caer en esas distracciones, Adam. - Respondió antes de girar la cabeza para volver a mirar al sacerdote, remarcando la última palabra y pasando a dirigirse a él por su nombre de pila, como había hecho él con ella. - Tengo un objetivo que cumplir y esa es mi prioridad. - Volvió a negar con la cabeza. - Los encuentros secretos acaban creando lazos y dependencia. Si dura más de unas horas... No es para mí. - Terminó, esbozando una sonrisa de medio lado. 

Dejó que pasaran un par de segundos antes de volver al tema anterior. - Si va a sugerirme alguno de esos candidatos, debería hacerlo pronto. Tendré que dar ese pequeño empujón.

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22/01/2015, 02:35
Reverendo Adam Strong

Adam Strong suspiró con vehemencia al ver el cambio en su interlocutor. Aquello era algo preocupante. Él no era supersticioso, y menos mal: otros párrocos en su situación habrían pensado en llevar a cabo un exorcismo. Sin embargo él sabía que si algo había mal en Thorton no tenía que ver más que consigo mismo.

- Me lo hicieron anoche. - Dijo con resignación, haciendo un gesto para que viera que no debía preocuparse por la herida. - ¿Qué recuerda de esta mañana, Joey?

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22/01/2015, 02:39
Reverendo Adam Strong

Al ver cómo Maybelle se tomaba su pregunta el reverendo cambió un poco su postura, acomodándose en la silla, y desde su posición echó un vistazo a la petaca, indeciso. Una cosa era beber en el Saloon, normalmente a solas, pero hacerlo compartiendo una conversación personal y una petaca era diferente. Era dar un paso más. Cruzar una línea que no estaba seguro de querer traspasar de momento. De modo que negó suavemente con la cabeza y se dispuso a escuchar. En eso sí era bueno, tanto el Adam Strong de antes como el de después. Aunque negar que los oídos se habían ido entrenando en el confesionario sería de estúpidos.

- Entiendo a qué se refiere. - Respondió clavando su mirada en la de la mujer y manteniéndola durante unos segundos, dejando que comprendiese que lo decía totalmente en serio. Al volver a hablar su voz sonó ligeramente amarga, como si estuviera hablando de sus propios recuerdos y no del futuro de la forastera. - Tiene suerte si nadie se ha ofrecido nunca a acompañarla en su objetivo, las explicaciones que vienen después son las que nadie entiende. - Comentó entonces, formando una pequeña mueca de asco. - Aunque siempre podría emparejarse con alguien que le acompañase a todas partes. y no molestase demasiado - Continuó entonces, y a pesar de sus palabras su tono dejaba claro que estaba haciendo una broma que quedaría explicada a continuación. - Alguien, como, no sé... - Dejó caer antes de encogerse suavemente de hombros. - Dios. - Terminó, formando una sonrisa mezcla de complicidad, resignación y nostalgia.

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22/01/2015, 02:57
Reverendo Adam Strong

Adam Strong escuchó la respuesta de Riley y bajó la mirada, sin saber muy bien qué palabras usar para explicar la verdad al hombre.

- Va a haber muchas más muertes que esa, créame. - Le dijo con tono resignado. - Anoche sólo una persona murió, pero según alguien me ha contado no hubo sólo un ataque. - Le informó antes de hacer una pausa, dejando que el hombre asumiera lo que había dicho. - Fueron tres.

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22/01/2015, 03:03
Reverendo Adam Strong

Una vez Susie se marchó el reverendo se quedó observándola marchar durante algunos instantes, repasando la conversación que había tenido con la mujer. Luego volvió a entrar, decidido a darle algunas vueltas a todo lo sucedido y escuchado últimamente.

Notas de juego

Tú también eres libre de venir cuando quieras. :)

Aún así, me parece que no pasará mucho tiempo antes de que te pegue un toque. ^^

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22/01/2015, 03:30
Maybelle Canary

Los ojos de la pistolera reflejaron incredulidad en un primer momento, pero rápidamente esa incredulidad se convirtió en una carcajada. Si al empezar el día le hubieran dicho que escucharía a un reverendo blasfemar de esa manera no se lo hubiese creído. Y sin embargo, ahí estaba. 

Tardo algunos segundos en responder, mientras terminaba de liar el cigarro, y cuando lo hizo dio algunos golpecitos con él sobre la madera de la mesa. 

- Por suerte nunca me he quedado lo suficiente en el mismo lugar como para que nadie tuviese tiempo de ofrecerse a acompañarme. - Respondió con un tono divertido pero tras el que se dejaba traslucir un leve poso amargo. Hizo una pausa entonces y enarcó una ceja mientras sus ojos se posaban en los del sacerdote. - ¿De verdad me acaba de sugerir que me haga monja? Lamento ser tan directa, Adam, pero creo que prefiero viajar sola. - Añadió, con una sonrisa de medio lado, siguiendo la broma del hombre a pesar de que no creía que el reverendo estuviese hablando de ella. - No estoy tan segura de que no molestase demasiado para mi gusto.

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22/01/2015, 05:49
Giesie

Usted lo ha dicho, reverendo... Es solo cuestión de tiempo.

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22/01/2015, 05:38
Lila Rocarroja

Lila levanta la mirada y escucha al cura pedirle una oportunidad para Francis, a lo cual Lila responde - ¿Por qué se empeña tanto en protegerlo, Reverendo? ¿Lo mueve algo más grande que su fe? - Lila trataba de no ser inquisitiva, pero sentía una gran curiosidad.

- Dice que si yo cambio mi voto por Francis, usted votará por Riley también, ¿Verdad? O eso creí entender - reflexionaba un poco. La verdad es que entre tanta gente, no sabía si podía confiar plenamente en alguien pero tal vez...

- Él no ha dicho que él no me mataría en su pueblo, Reverendo. Se ha hecho partícipe de la acción a sí mismo, pero de acuerdo, accedo a darle la oportunidad que usted me pide si usted vota por Riley - su rostro era firme, ya que su convicción hacia Francis era segura. Si el religioso mantenía su palabra, ella lo haría seguramente.

- Yo confío en Susie y en Rosalind. No puedo decir que tenga plena seguridad de su inocencia, pero considero que son mujeres fuertes, sensatas y rectas, mujeres de bien. Por ello, creo en la inocencia de ambas - sonríe complacida.

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22/01/2015, 11:53
Reverendo Adam Strong

Al reverendo le sorprendió la reacción de Lila, intuyendo incluso una leve desconfianza en sus motivos. Suavemente negó con la cabeza.

- Creo que me he explicado mal. - Dijo. - Con la proximidad de las votaciones y todo lo demás, es lógico.

- Por lo que la gente me ha estado diciendo no creo que Francis sea la persona más votada. No te pido que cambies tu voto, ni mucho menos. Cuando hablo de darle una oportunidad me refiero a dejar durante estos días su mala educación y sus prejuicios de lado, y tratar de ver sólo si es culpable o inocente. Es lo mismo que le he pedido a él: que no dé por hecho que ha sido cosa tuya por sus propios prejuicios.

- La pasada noche hubo varios ataques y no fuimos capaces de ver ninguno. Lo único que digo es que si tú y yo nos fijamos en alguien concreto es probable que luego, al compartir opiniones, podamos sacar más cosas en claro. También me sirve Francis, ojo. Pero con él ya estoy hablando para que me explique qué demonios tiene en la cabeza.

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22/01/2015, 11:59
Reverendo Adam Strong

Después del primer comentario de la mujer Strong se quedó algunos segundos callado, pensativo. Reconocía la más profunda de las soledades en sus palabras, pero también sabía que eso era algo de lo que sólo ella misma podía salir. Esa soledad autoimpuesta, que era casi una penitencia. El castigo por haber sobrevivido. Una retorcida manera de duelo por los difuntos. Y desde luego la más triste forma de pasar los días: la que no dejaba lugar para pensar en el pasado, sólo para vivir deprisa guardando con celo el rencor y la sed de venganza.

- Cuando consiga su objetivo, Maybelle, y sé que lo conseguirá. - Le dijo manteniendo aún la cruda sonrisa y dedicándole una mirada que indicaba que hablar como si eso fuera una certeza no era gratuito. - Seguirá trabajando como cazarrecompensas un tiempo, pero acabará asentándose en algún sitio. - Afirmó con franqueza. - La caldera que tiene en el pecho, la que le mantiene alerta, tiene como único combustible la venganza. Y cuando la haya cumplido se irá apagando hasta quedar  sólo brasas. - Aseguró antes de balancearse suavemente en la silla, y al seguir hablando lo hizo mirando al techo.

- De usted depende encontrar un lugar bonito en el que quedarse o irse volviendo descuidada hasta que ese sitio en el que se asiente sea un cementerio. - Luego volvió a mirarla, dispuesto a ofrecer algo que fuese menos sermón y más una parte de sí mismo. - Le digo esto para que evite lo segundo. Yo tuve la suerte de ser tan tozudo como para no morir cuando ese momento llegó, pero no faltó demasiado. - Explicó, hablando quizá por primera vez de forma directa y sin eufemismos sobre lo que a él le había pasado. - Usted y yo sabemos que sería estúpido, injusto e infructuoso intentar apartarla de lo que busca. Además de que es un derecho que se ha ganado. Pero no cometa mis mismos errores. Podrían costarle un precio muy alto, y lo peor es que no dudo que estaría más que dispuesta a pagarlo.

- Por cierto. - Añadió después, en un tono que dejaba claro que lo que iba a decir no venía al caso. - El cambio de voto de Giesie ha sido cosa mía.

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22/01/2015, 13:33
Mickey McFinnigan

-A excelente, excelente.-El viejo apoyo su doblada espalda en lo que seria su silla a no mucho tardar, esta o cualquiera igual de reconfortarle, lo mismo le daba.

-Vaya, ¿Tres ataques? Creo que he estado dormido demasiado tiempo, pues me he perdido uno, a no ser que se refiera al disparo del Sheriff, entonces si conocería a los tres atacados.-Rumio o pareció rumiar por un segundo, ya se sabe, cosas de viejos.

-Pues le diré joven reverendo que no creo que ninguno de los dos hayan sido el causante de la muerte por hacha, mas parece un juicio por perjuicios.-Sonrió ante su juego de palabras, lo que a el le pareció un juego.-Mas de acuerdo estaría con los que piensan que Giesie, esconde de algo. Su manera de expresarse y hablar son un tanto raras, pero quien sabe si estaré en lo cierto, ya me he confundido en otras ocasiones.-Asintio con la cabeza dos veces antes de volver a callar y disfrutar del confort.

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22/01/2015, 14:13
Maybelle Canary

Los ojos de Maybelle se habían ido volviendo vidriosos mientras escuchaba hablar al reverendo con palabras certeras. Lo tenía delante de sí, pero no era a él lo que veía. Su rostro mostraba una máscara impenetrable, como si se hubiera quedado a medio camino de formar una expresión. El ceño fruncido, los ojos abiertos y la mandíbula apretada, marcando una dura línea en sus mejillas. Los dedos de la mano que tenía sobre la mesa se crisparon levemente.

Todo lo que la mujer veía era rojo. Granate más bien. Y cuando el sacerdote terminó, ella permaneció así varios segundos más antes de parpadear, apartando sus pensamientos, lanzando los recuerdos a ese fuego que ardía en su pecho y la mantenía en pie cada día. 

Asintió al reaccionar con sus últimas palabras. - Gracias, padre. - Dijo con tono ausente, volviendo de forma totalmente inconsciente a tratarlo como un reverendo. Después suspiró, se colocó el cigarro ya liado tras la oreja y empezó a recoger lentamente la bolsa de tabaco y la petaca. 

Se puso en pie y guardó sus cosas en el bolsillo interior del abrigo. Entonces su mano se dirigió a su cadera izquierda y sacó con facilidad la pistola de su funda. La dejó sobre la mesa, con la culata hacia el sacerdote y la empujó acercándola a él. - No se moleste en rechazarla o darme las gracias. Tan sólo téngala cerca por si acaso.

- Creo que necesito airearme un poco. O tal vez terminar de emborracharme a solas. - Añadió antes de mirar al hombre de nuevo a los ojos una vez más. - Gracias. No sólo por la acusación del muchacho. También por la charla. Si necesita algo de mí, envíe al chico a buscarme.

Sin añadir nada más se llevó la mano al ala del sombrero en un gesto de despedida y empezó a caminar hacia la puerta para marcharse. 

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22/01/2015, 14:33
Coronel Luisiana

Asintió de manera rotunda. No las tenía todas consigo, pero tenía una corazonada. Le había parecido tremendamente inquietante que hubiera señalado de buenas a primeras a la india. Debía de reconocer que él tampoco la tenía en gracia, sobre todo, porque los contratos debía de firmarlos cuanto antes para comenzar la vía ferroviaria, pero no la hubiera acusado, ahí, delante de todos.

—Se dejó muy expuesto, ciertamente, el tal Prescott— murmuró el coronel, torciendo el gesto—. Demasiado.

Miró de reojo al reverendo, y suspiró.

Usted tiene algo en la cabeza, que le ronda y le corroe, y no me lo dice, caballero— indicó Luisiana, moviendo su silla para girarse, y mirarlo.