Partida Rol por web

El nuevo día se alzaba y con él, podían identificar con claridad el escenario donde se encontraban. Se trataba de un parqueadero, eso era seguro, pero ahora se encontraban en capacidad de ver el resto de la edificación. Se encontraban en la parte baja de un edificio de apartamentos, el cual parecía firme a pesar del paso de los años.

Sin Tifu para avisarles sobre los caídos, tardaban un poco más en despertarse, al menos hasta que el terrible olor de esa mañana inundó violentamente sus fosas nasales. Salieron un poco sorprendidos, ya que era un olor nuevo y extraño para algunos, no tanto para otros, pero no común en ese sanguinario escenario en el cual se encontraban. Al inspeccionar, vieron que una de las tiendas se encontraba destrozada. Trataron de contar a aquellos que allí se encontraban y vieron que la chica malhablada no se había levantado. Con dificultad por el potente olor a carne quemada, abrieron la tienda y vieron el cuerpo de la chica. Supieron que era ella por sus zapatos, ya que el resto había sido mayormente consumido por las llamas.

Entonces, vieron que había alguien más que aún no se despertaba y entonces lo vieron. Se trataba de Leinad, el cual estaba atado a una de las columnas que sostenían el edificio, con manos y piernas atadas, una herida de gran tamaño en su cabeza y signos de haber luchado contra su ataduras en manos y piernas.

Analizaron con detenimiento las quemaduras de Irina y Leinad y podía verse que las ataduras del hombre eran las de radiación que habían visto en algunas ocasiones, mientras que las de Irina no tenían nada que ver con esas. Realmente parecía que ella hubiera sido incinerada por el fuego de una cerilla.

La doctora llega al lugar observando lo sucedido con los dos cuerpos y dice - Hemos decidido otorgarles una herramienta más. Solo podrán utilizarla una vez, así que piénsenlo bien. Nos enviarán un mensaje y nos dirán a quién desean entregarlo. Nosotros nos encargaremos de que llegue a dicha persona en privado - y sin decir más, se va.

El dia amanecia con dos muertos dos, otra vez dos muertos y uno de ellos era de esperar, pero el otro, bueno el otro ya habia caido dos veces antes, asi que tampoco fue una sorpresa para Clive, quien se alejo ligeramente del campamento para hacer su rutina de ejercicios y hacer estomago para lidiar con lo que les esperaba.

-Bueno, era obvio que Irina seria una de las victimas supongo, lo de Leinad ya es alucinante, no diré nada mas. -Miro a los presentes ya de regreso con una toalla entre los hombre y el pelo húmedo de sudor. -Supongo que nadie a visto o sabe algo nuevo, ¿Verdad? -Espero pero no obtuvo una respuesta pronto por lo que siguió hablando.

-Vale pues yo tengo algo que decir. Al parecer alguien, supongo que uno de nosotros, esta llevando cada noche a dos personas a otra zona diferente, actualmente estamos cuatro personas allí, pero no sabemos el porque, ni si nos espía lo que hablamos allí, que por cierto es tan poco o menos que aquí. Así que quien este detrás de esto, ¿Nos podría decir porque y para que nos lleva a ese sitio? -No miro a nadie en particular. -Osea, es como aquí, estamos unos cuantos y podemos hablar entre nosotros, pero ya esta, allí no viene la doctora y nadie nos dice para que nos llevan o porque estamos allí, así que me gustaría saber la razón exacta de hacer eso y sin el consentimiento del resto sobre todo. -Dejo la bomba y se sento en una improvisada silla mientras buscaba entre sus pertenencias una lata de su producto.

-Por cierto si alguien necesita un reconstituyente, que sepan que aun me quedan latas.

Un nuevo día traía nuevas muertes. El olor a muerto inundaba el lugar. Al ver el cuerpo de Irina recordé las cuatro muertes que habíamos presenciado y mi cuerpo se estremeció. Era algo nuevo, pero igualmente sobrecogedor. Me até la sudadera y me senté cerca de Clive en silencio.

Recodé la frialdad con la que habló el día anterior la doctora - sigo opinando que es una buena idea lo de pactar los votos, aunque sólo sea para joder a esos capullos que nos tienen aquí como conejillos de indias. 

Cuando Clive habló, apenas le presté atención hasta que algo que dijo llamó mi atención - espera, ¿qué cuatro? ¿De qué hablas? ¿Que os lleva a un lugar diferente? Explícate mejor. Si hubiera llevado dos personas diferentes cada noche a otro lugar, no deberías estar aquí, y de hecho, deberían ser al menos ocho, dos por cada noche que hemos permanecido aquí. En cuanto al reconstituyente, creo que necesito uno, a no ser que lleve algún veneno claro - bromeé intentando aligerar el ambiente.

El olor a quemadura era penetrante, pero parecía aligerarse poco a poco. De repente, un extraño olor a lavanda rodeó la tienda de Irina, la cual comenzó a repararse. Primero fue su base, cuyos tejidos se sanaban a sí mismos, luego sus uniones hasta llegar a la cima de esta.

Muchos se acercaron para ver lo que sucedía un poco más de cerca y vieron cómo la punta de los píes de la chica parecía irse cubriendo de una ventisca reparadora invisible, la cual reparaba sus ropas y su piel, dejándola saludable otra vez. Su cabello volvía a crecer en su cabeza, mientras sus facciones se suavizaban y su cuerpo se reparaba hasta no dejar ningún rastro de la devastación que había sufrido durante la noche.

Irina respiraba despacio y tras unos instantes, abrió los ojos. Irina había regresado envuelta por aquel extraño olor a lavanda.

Sentada pie de tienda, continua el nauseabundo olor a asesinato, así que sostengo una mascarilla cada dos por tres contra mi boca, y tras ver ambas escenas/atender a la Doctora al cargo... se puede decir que vuelve a cerrarse mi estomago. Levanto el culo, aquí se normalizan sucesos profundamente extraños.

Con una mirada curiosa busco a Inadra, pero desde donde estoy pregunto sobre las muertes – ¿Alguien fue calzando los asesinatos? - Me ajusto los guantes. No creo que sean simplemente modos de expresión. Entonces opino sobre el soldado, no sobre su muerte - Que Leinad me haya ignorado por completo para luego votarme “a ciegas” - decía - me toca un poco la moral – Por no decir los ovarios, llevo días perdiendo el tiempo, pero ya no descarto regresos - Supongo que tratar de hablar directamente con un sujeto participante no es suficiente, y más, si es que el programa dispone de bases paralelas – miro al de las energéticas y secundo a Ember – Llevo un par de días tratando de preguntar algunas cosas, aunque puede, no lo sé, que me haya dirigido a las personas equivocadas, Clive ¿puedes decir exactamente quienes estáis allí? - arqueo una ceja, y por supuesto... observo a Irina de regreso. Hm...

Asintió a las palabras de Clive, ella también las conocía de antemano y habían pactado comentarlo los que estaban allí.

-Desconozco la causa pero sí, dos personas son atraídas a ese lugar... como una guardería abandonada que parece existir al mismo tiempo que ésta realidad. La primera vez Shahrzad y yo fuimos a ese lugar. Pudimos hablar entre nosotras pero ignorando quien nos llevó y nada sobre la persona que fue atraída junto a nosotros. La segunda noche aparecieron Clive y Alessandra, la tercera solo vino una persona, leinad- ignoraba las causas de la rotura del patrón de dos personas ese día- y hoy Alexei y Yevtsye han hecho su aparición. Si hay 4 personas ahora es porque los que mueren abandonan ese lugar también. No sabemos nada sobre ese sitio pero decidimos entre todos que lo mejor era sacarlo a la luz, por si había un interés oculto en ese sitio.

- Es cierto. Lo confirmo- Dije mirando a todos - Se nos llevan de pocos en pocos para volver a traernos. Sinceramente no se en quien confiar, pero mucho me temo que hay enemigos entre nosotros mismos.

Me dirijo a Lydia y la miro fíjamente.

-Si realmente nos están estudiando, ¿Porque han vuelto a traerte allí? ¿No deberían haberte sacado la suficiente información la primera vez? Y dado que la señora Goldshiri no está, dudo que sea ella la que nos llevara hasta allí. ¿Que ocultas, chica?- Pregunto apoyándome en el bastos de forma dubitativa

El olor a lavanda empezó a embriagarme poco a poco. Sin darme cuenta, desaparecí de aquel lugar y abrí los ojos de golpe de nuevo en mi tienda. Me levanté mirándome todo el cuerpo, las quemaduras habían desaparecido, volvía a estar entera, aunque algo desconcertada con lo que estaba pasando a mi alrededor.

Escuché cómo hablaban a mi alrededor de volver de algún sitio, pero no podía ser... - ¿Vosotros también habéis estado en el reactor? - pregunté confusa...Allí solo estaban los espíritus de quienes habían muerto hasta el momento, pero no entendía qué podía ser si no - Ese chino es un hijo de puta traidor... - bufé todavía furiosa por todo lo que había dicho - ¿Pero cómo es que vosotros habéis estado allí? ¿Alguien me puede contar qué está pasando aquí y cómo es que todas mis quemaduras desaparecieron de repente? - Jódete chino...

-Nunca he dicho que nos estén estudiando, Alexei, eso fue Yevtsye quien lo dijo en el otro sitio, yo ignoro si nos secuestran por eso o para otro propósito. A mí no me han vuelto a llevar hoy, llevo allí desde que me llevaron a ese sitio. Aparentemente, una persona que va allí sigue en ese sitio todos los días, desconozco su razón. Hasta que, al parecer mueren, pues Leinad, Shahrzad y Alessandra estuvieron allí también hasta que murieron. Por eso quizá el motivo sea otro que el de investigar, porque de ser así una vez investigados, seguir en ese sitio no tiene sentido. Por eso ayer los 4 que estábamos allí decidimos hacerlo público, por si el que encierra a la gente allí lo hace con un propósito no noble. No digo que esté del mismo bando que los asesinos, pero quizá tiene uno propio. O quizá quiere ayudar, pero de ser así no tengo ni idea de como lo hace, quien es el o la que lo hace, o qué bien puede hacer encerrando a gente extraña en el mismo sitio. 

Miró a Irina.

-No es un reactor donde estamos, es una guardería abandonada. ¿Qué es eso del reactor?

Mariano se mostraba terriblemente confundido. 

- No..no.. No os sigo. ¿Están llevando cada noche a gente a un sitio... mientras los demás dormimos? ¿Y sin embargo.... dices que seguís allí Lydia? ¿Hay alguien más aparte de Ember, Maddie y yo que no haya estado en ese otro lugar?

Intercalo algunas miradas, inevitablemente todo parece conllevar su aquel de segundas, pero no tengo respuestas. Creo entender a Lidya, creo, aunque no al anciano. Sin desatender el tema recuerdo un punto que podemos aclarar. Cruzo los brazos – Alexei, un detalle... ayer manifestaste tu intención de proteger a Irina. Visto lo visto... supongo que debería dar por hecho que te referías a las votaciones – se me queda una expresión totalmente seca - ¿Es así?

Clive recogió todo lo que se dijo, que fue bien poco y después hablo.

-Por lo que capto de los que estamos diciendo, aparte de este sitio, hay otros dos mas. El primero es el que dice Lydia, una guardería donde cada día nos meten al menos a uno o dos de nosotros allí, pero sin nada mas que hacer que estar allí. Sin maldito sentido vaya. -Se puso el dedo en la sien y giro la muñeca. -Y el segundo entiendo que es un reactor, donde están... ¿Los muertos? Osea que ademas de que nos maten, nos secuestren por la noche, aquellos que mueren no mueren del todo ¿Y alguien los lleva al reactor? Esto cada vez es mas lioso. Joder... -Empezaba a calentarsele la cabeza.

Iba a decir algo mas, seguramente algo que pasara desapercibido, pero las palabras de Maddie captaron su atención y espero a la respuesta del viejo.

-Si, asi es. Me refería a la votaciones. No la votaría ni lo haré, salvo que lo que haya dicho sea todo una mentira.- Digo mirándola. -Espero que no sea así, jovencita.

-La próxima vez no sé a quien votare, pero igualmente, salvo que encontremos al verdadero culpable, votaré a alguien aleatoriamente. Por mi mano no morirá ninguno que no se lo merezca.- Dije sentándome donde me parecía mas cómodo a mis piernas.

-Con respecto a ese sitio... es extraño. Es como si intentasen separarnos ...en mi opinión. Que dudemos de los demás. Sigo pensando que el suero no es eficaz y es una excusa como cualquier otra. Pero escucho vuestras opiniones-

Miré a Lydia y abrí la boca para responderle, pero de pronto escuché cómo el tío de los refrescos se me adelantaba. Escuché sus palabras atentamente y asentí a cada una de sus palabras - Sí, es lo que dice Clive - aseguré a todos - Hay un puto sitio en el que parecen ir a parar nuestras almas o lo que sea cuando morimos...Estaban todos allí, y como en la guardería esa que decís, allí también hablan - conté al grupo lo que había pasado. Entonces, apreté mi puño fuertemente aún cabreada con el chino de mierda, aunque el haber vuelto sin ningún rasguño me había consolado en parte - Ojalá te pudras ahí dentro... - Ese jodido chino se rió en mi cara nada más aparecer confundida en aquel lugar y me preguntó si me había gustado la barbacoa...¡hijo puta de mierda! No sé si lo hizo solo u ordenó a alguien de aquí, pero juro por mi madre que como sea alguien de vosotros lo mataré con mis propias manos - dije furiosa delante de todos - Pero lo más raro que dijo no fue eso...Cuando me confesó lo de mi tienda, le pregunté si era un jodido traidor y lo que me dijo fue que conocía el nombre de dos de esos "traidores", que tenía información valiosa, pero no la pensaba volver a compartir. Por lo visto... - añadí elevando la mano en dirección a Inadra - Él sabe parte de esa información de cuando estuvieron todos juntos en aquel lugar antes de que yo llegara. Según el chino, este tío es peligroso.

Parecía como si todo hubiera sucedido de golpe en aquel día. Todo se había vuelto más complejo y más raro, cada vez todo tenía menos sentido. Fue entonces cuando el viejo me miró. Clavé mis ojos en los suyos y sonreí ligeramente, después de volver me sentía segura entre mis compañeros, confiaban en mí y quería transmitirle lo mismo con aquel gesto - Puedes estar tranquilo abuelo - respondí simplemente a sus palabras, aún con aquella suave sonrisa entre mis labios.

Todo comenzaba a ser demasiado lioso. Me quedé un rato sentada, como ausente, pensando en todo lo que ocurría, levantando tan solo el rostro un momento cuando Irina regresó. No me sorprendió, ya nada resultaba sorprendente en aquel lugar. 

- Ese reactor parece la antesala del infierno, como si ahí fueran los condenados, los perdedores que al final de este macabro juego aún permanezcan allí, que irán directos a su perdición - comenté con voz amarga. Al oír las maldiciones de la rubia, solté una risa queda - creo que era japonés, no chino - murmuré divertida antes de mirarla y luego a Inadra - ¿Qué quieres decir con que es peligroso? ¿Que es uno de los asesinos? ¿Crees que Tifu pueda ser uno de los asesinos?

Se había levantado, visto a los muertos (y olido), escuchado a la Doctora, y se había sentado en un lado a la espera de que volviese a pasar otro día. Escuchaba a los demás en silencio, algo sobre que son llevados a otro lugar para... ¿hablar? ¿para que? Si aquí ya pueden hablar, que ganan llevándolos a otro sitio para hablar entre ellos? Entonces, Irina vuelve entre los muertos. Esto empieza a ser algo absurdo, que la gente muera y resucite, y luego se vuelva a morir, y volver a resucitar, y más y más. Se queda mirando el cuerpo de Leinad, a la espera de que este resucite de nuevo, como los días anteriores.

Siguen hablando del sitio donde les llevan.- Yo tampoco he estado ahí, Mariano- Responde al cejijunto.- Parece ser, como dicen, que van llegando de dos en dos, a lo mejor es cuestión de tiempo que acabemos todos ahí. -Escucha lo que dice Irina y arquea una ceja.- ¿Crees que Tifu era de los "malos"? ¿Y que Inadra sabe quienes son los demás? Seguramente se lo diría antes de que llegaras tu... Pero joder... -mira a Inadra- ¿Por que no nos dices nada, entonces? Así sabríamos quienes son supuestamente esos traidores y al menos podríamos ir menos a ciegas... -vuelve a mirar a Irina- A lo mejor, dice que es peligroso porque sabe quienes son los malos, para que lo maten o algo. No se...

El silencio se había hecho por un momento con todo. Todavía me sentía extraña por lo que había experimentado, volver a la vida después de morir no es algo que suceda cada día y menos haciéndolo de un lugar como aquel. Me quedé parada pensando cada pregunta que habían lanzado las dos mujeres, dándole vueltas a lo poco que había escuchado en el reactor.

- Tifu me dijo que no era uno de los asesinos y estando muerto ya no sé por qué iba a mentir...pero sí es peligroso. Ese chino de mierda - dije mirando a Ember que poco antes ya me había corregido - o lo que sea...está resentido porque alguien lo haya matado. Nos culpa de su muerte y por eso quiere ahora jugar con nosotros, dijo que tenía la oportunidad de "ver cómo jugaban los vivos" - dije haciendo el gesto de las comillas - y si tiene oportunidad, jugar con nosotros. Él fue el que me hizo eso - añadí señalando a una tienda que ya estaba reparada pero que representaba mi muerte - Por eso no sé qué pensar con lo de Inadra...Tifu está loco, pero por muy loco que esté, si confesó el nombre de dos traidores, sea verdad o mentira, es un dato a compartir con los demás a las alturas en las que estamos - Empezaba a dudar de la fidelidad de Inadra y es que me parecía muy raro que no hubiese dicho nada al respecto - No me da buena espina...

- Joder.... esto tiene demasiadas capas, demasiados intereses superpuestos.... -  Mariano se acercó a Inadra y se paró a un metro frente a él - ¡¡Eh!! ¿Por qué no reaccionas?  Di algo joder, ¿es cierto lo que cuenta Irina? ¿Quién nos está atacando?

-No se porque, pero me da la sensación de que, o dice algo ahora mismo, o nos quedamos sin saber nada... -mira a todos los demás.- Se acerca la noche, e Inadra no ha dicho nada. Una de dos. O es quien dijo ser, y sabe quienes son los asesinos, lo cual estos se lo cargaran esta noche, sin decirnos nada y quedarnos igual que ahora. O esta noche sobrevive, lo cual querrá decir que es uno de ellos, y ya sabemos a quien votar mañana.