Partida Rol por web

El día se abría y aunque se encontraban dentro del reactor, podían ver cómo la luz del sol entraba por algunas de las rendijas. Entonces, pudieron notar que no muchos de ustedes se ponían de pie y al contarse, encontraron que algunos parecían no haberse levantado. Con algo de temor, comenzaron a buscar en el ahora reducido campamento. Si bien Tatianna había muerto frente a sus ojos, no era la única faltante y entonces, buscaron a Ember, aquella chica que había hablado sobre la naturaleza de Maddie y que había mostrado sus habilidades hae poco. Al llegar a su tienda, pudieron ver que su cuerpo yacía allí, pero algunos tuvieron que ahogar sus gritos al ver su cuerpo quemado, pero además, cómo su mirada estaba 180 grados hacia donde no debía. Su cuello roto y su cuerpo rígido. Al parecer, había encontrado la muerte mucho antes que la radiación quemara su piel.

Con esta perturbadora imagen, buscaron alrededor esperando encontrar a quienes faltaban y notaron que otra tienda seguía ocupada y vieron una figura lastimada, con el rostro destrozado y el cabello negro. Solo la cuenta les ayudó a saber que se trataba de Alessandra, la cual había recibido una lenta y dolorosa muerte junto con las quemaduras de radiación.

Por último y con las cuentas claras, solo restaba una persona por encontrar. Buscaron alrededor y encontraron a una chica amordazada y atada a una viga, una chica de cabello rubio y con toda su juventud a flor de pie. Se trataba de Taylor, una de las chicas que había ajusticiado a Mariano. Con esto, completaron el grupo, aunque no sabían qué tan buenas noticias podían ser aquellas.

Al mirar alrededor, se dieron cuenta de dónde se encontraban. Era el lugar que daba al resto del reactor, aunque este se veía en mejor estado que el resto de la ciudad. Era notorio que habían tratado de conservarlo lo mejor posible para poder seguir haciendo algo por detener las emisiones de radiación de ese lugar al exterior.

Entonces, la doctora se acercó al grupo y les dijo - Dije que habíamos visto movimientos. Lastimosamente, no pudimos ver nada esta noche por la interferencia con nuestras cámaras, pero sabemos que aún hay quienes quieren sabotear nuestro experimento. Por ello, debemos continuar, estamos muy cerca de llegar al reactor como para detenernos. Mañana avanzaremos un poco más dentro del reactor. Mientras tanto, no olviden su dosis diurna. Les hará más falta que nunca - y como siempre, se fue sin permitir que le dirigieran la palabra.

Al analizar el lugar, pudieron ver que unos rieles de tren le atravesaban y había unos torniquetes numerados, los cuales mostraban el avance de la llegada. Esta parecía ser una zona transitada con frecuencia.

En el nuevo día, ¿Cuantos habían caído, cuatro? Los días seguían sucediendo y cada vez moría mas gente mucho mas rápido y lo peor de todo es que no era por la radiación sino por el juego macabro de la doctora y los suyos, a estas alturas paso totalmente de las palabras de Doc y se centro en sus compañeros lo pocos que quedaran.

-Bueno... ahora que... -No le parecía fácil hablar, parecía que todo lo que intentaron había fallado, menos algo. -Al menos en la guardería ya no hay actividad... Y la muerte de Embel, supongo que nos avisa de que ella tenia razón y a los cabrones de la noche les incomodaba, así que aquel/la que pueda traer de regreso del reactor a alguien, puede que seria bueno que lo hiciera con ella. -Intentaba hablar para que el resto hablara, pero entendía su mutismo, estaban cansados y desesperanzados, al menos así se sentía él y ni siquiera le quedaban Zoom, por suerte era una bebida isotónica sin ningún tipo de síntoma adictivo.

Cada vez éramos menos. Quedábamos menos de la mitad en aquel lugar apartado de la mano de Dios y si todo seguía de aquel modo, a la mañana siguiente quizá solo quedase uno en pie. Miré todas las tiendas perpleja por lo que tenía ante mis ojos, sobre todo al ver la imagen de Ember de aquella manera.

- Si esto va a ser lo que siga a un día sin muertes, no sé que será mejor - dije fríamente cerrando mis ojos con fuerza aparentemente apenada. Me empezaba a acostumbrar tanto aquello que ni se notaba miedo en mis palabras. Tras escuchar a Clive mencionar lo del regreso del reactor, esbocé una pequeña risa junto a un leve bufido irónico - No sé si alguien va a poder hacer eso...Tatianna me dejó una nota hace varios días, me dijo que ella me había revivido, que ella tenía la capacidad de devolver a los demás del reactor y ahora está...muerta - Una parte de mí había dudado en algunos momentos de si aquella información había sido cierta, pero no logré llegar nunca a ninguna razón concluyente que me diera motivos para que me hubiese dicho aquello de no ser verdad - Me dijo que confiaba en mí, que me mantuviese callada hasta que no tuviera algo claro, porque después de haber visto algo el segundo día, si volvía a abrir la boca y no daba en el clavo, me matarían de nuevo. Llevo días soñando que una figura de cabello rubio se metía en mi tienda para prenderle fuego, pero me mantuve callada para hacerle caso a Tatianna. Voté durante todos estos días a la misma persona con la intención de ver si se asustaba e intentaba atacarme de nuevo, pues sospechaba de ella - dije girándome hacia Yevtsye - pero esta noche lo vi claro. Al despertarme la vi a ella entre las tiendas, no sabía en ese momento que se dirigía a la de Ember, pero ahora todo cuadra - Volví la mirada al cuerpo destrozado de aquella chica, pero no la pude aguantar demasiado tiempo por lo desagradable que era - Le daría miedo que la descubriera igual que descubrió a Maddie.

Con tan pocas personas en pie, el silencio era generalizado y difícil de romper, pero hubo algo que impresionó a los presentes. El cielo de aquel día se oscureció y una tormenta comenzó. Era un buen momento para estar bajo techo, a pesar del estallido de los relámpagos.

Todos miraban la tormenta con expectativa, ya que era novedad entre tanta monotonía, pero no esperaban lo que pasaría a continuación. Un enorme charcho del aquel agua de lluvia entró por la rendija de la puerta e inundó el sitio hasta que llegó a los pies de Irina, la cual trató de zafarse, pero un látigo de agua la ató. La chica miraba inquieta y algo asustada, mientras forcejeaba para liberarse. No podía creer lo que sucedía y mientras el agua subía por sus piernas, se tornaba de color amarillo y luego verde, un verde que se asemejaba al color de la medicina que debían inyectarse cada día, pero esta comenzaba a deshacer la piel de la chica. Este líquido actuaba como ácido y empezó a consumir el cuerpo de Irina, la cual gritaba por liberarse y por el dolor de las quemaduras. No era nada que conociera de antes y hubiera podido morir sin hacerlo, aunque esta sería exactamente la manera de morir. El ácido llegó a su pecho y deshizo su corazón y sus pulmones. Un último atisbo de respirar fue palpable en su rostro antes de ser consumido también y quedar como un mar rojo en el suelo.

A pesar de la impactante escena, la tormenta no se detuvo y con cada relámpago, esa masa amorfa de tejido y sangre se movía y se volvía más consistente. Un rayo cayó sobre ella y con eso, comenzó a alzarse y a tomar una forma, la forma de un cuerpo. Todos miraron alrededor y vieron cómo esa sangre y tejido que pertenecían una vez a Irina tomaban su lugar para formar otro ser, un nuevo ser surgiría de sus cenizas. Poco a poco, todo se reconstituía y pudieron distinguir que era Maddie quien parecía regresar. Maddie había vuelto.

Todos esperaban el final de la tormenta pero aún no llegaba y esa puerta de seguridad que los separaba del exterior se abrió con un estallido de un rayo, mostrando una figura cadavérica en la puerta, la cual a paso errático e innatural, se acercaba al grupo. Todos miraron con intriga y algo de temor y pudieron reconocer un cabello pelirrojo y unos lentes, pero sus movimientos mostraban cuánto tiempo llevaba aquel cuerpo muerto y expuesto a la radiación.

Entonces, vieron que se dirigía hacia un lugar específico, se dirigía a Clive. El hombre se disponía a luchar, pero aunque lanzó varios elementos al cuerpo, aquel seguía avanzando con decisión hacia él. Clive trató de golpearle, pero a pesar del terrible sonido que hacían sus extremidades calcinadas, no se retiraba. Su cabeza dio una vuelta completa por un puñetazo, pero volvió a acomodarse y siguió acercándose. La mano que el cadáver tenía sujetada comenzó a sanar y a volver a la normalidad, mientras la de Clive parecía secarse y perder su tono. El cadáver se acercó al rostro de Clive y comenzó a aspirar el aire a su alrededor, mientras toda la figura del hombre se secaba. Los ojos parecían globos desinflándose y aunque Clive no gritó, su cara de dolor lo decía todo mientras su cuerpo iba perdiendo fuerza. Con un último suspiro, cayó al suelo, sin vida, la cual había sido drenada de él.

Por un momento, ignoraron al cadáver para ver a un Clive caído, pero entonces se volvieron hacia este y pudieron ver la figura saludable y fuerte de Nicolaj, el cual parecía estar tan fuerte como nunca. Sus lentes y su ropa estaban en perfecto estado, al igual que su piel. También estaba de vuelta entre los vivos y junto con su vuelta, la tormenta se detuvo.

Seguían igual, o peor. Moría gente, de día y de noche. Los únicos que habían hablado ese día murieron también, una de las cuales hizo una seria acusación, antes de morir. Temerosa de morir por abrir la boca, finalmente reunió el valor.

-Yevtsye, ¿por qué dijo eso Irina? ¿Es cierto? ¿Mentía? ¿Y lo de que Alexandra es la que resucitaba?

Ignoraba si la muerte de Irina tenía que ver con esa acusación o no, pero habían sido muy cercanas en el tiempo.

Todo pasó muy deprisa.

Tantas muertes de golpe. Pero...Mariano?? No sabia que nadie pudiera tener nada en contra suya.

-¿Asi que os encargasteis de matar a Mariano? Incluso después de haber sido atacado, ¿lo considerasteis culpable? Me cuesta seguir vuestra lógica. Salvo que seáis de los malos- Añadí mirando a los votantes de Mariano.

Instantes depués la tormenta arrasó con todos. Nicolaj y Maddie volvieron a la vida. Y sentí alegría de que ella resucitara. Asi que la sonreí e hice un gesto de saludo al verla. Pero si lo que decía Irina era cierto y Tattiana devolvia a la vida a los muertos.. ¿ como era posible que estos dos volvieran nuevamente?

- Al parecer puede que haya mas de uno que trae de vuelta a la gente... es un alivio, pero... ¿y si se trae de vuelta al equivocado?

Me observo de pecho a pies un poco desorientada, pero aquí estoy. Vuelvo a respirar de verdad y es realmente extraño. Escucho la tronada y supongo que gran parte de mis pertenencias se quedaron entre el mugroso hotel Polissya y el siguiente paraje ¿Dónde estamos? ¿En la misma planta que los muertos? No ignoro la reacción del viejo, pero sostengo una mirada que busca a la rubia muerta, y me anudo el pelo mirando el suelo que piso, bien pisado.

Tras crujir el cuello no tardo en girar la cintura hasta los sujetos restantes. Sumo al loquero despeinado en su regreso y vuelvo a abrir la boca en vida, vaya. Tras...  - Tras pasar por el reactor de los muertos estoy cabreada por muchos motivos – muchos - Desconozco que habrá vomitado Ember por esa boca, pude equivocarme, pero tal como había expresado ni era ni soy ninguna tara para el programa de inocentes – arqueo una ceja mirando, sobretodo, a las dos que me votaron - ¿Por donde van los tiros? - pregunto - Hablemos - pero de verdad.

Los ojos de Nicolaj brillaban con intensidad. Extrajo del bolsaillo trasero del pantalón una pequeña botellita de whisky, lo único que su cuerpo abrasado y degradado había sido capaz de recuperar de entre sus perjudiciales pertenencias. Caminó decidido hacia Kerr con una sonrisa canina en los labios. Sin embargo, cuando llegó hasta ella, sus gestos se suavizaron; bebió un trago generoso y le ofreció la botella a la joven.

-Y bien...-comentó con tono casual-, ahora que Clive me ha devuelto parte de lo que me debía, supongo que te corresponde a ti matarme la tercera vez, ¿no es así?

Volteó para dirigirse a los supervivientes reunidos y dedicó un asentimiento con la cabeza a Maddie.

-Señorita Smith. Me alegra ver que ha regresado también. Aunque bien podría haber ajustado cuentas con uno de nuestros verdaderos oponentes-observó, mirando con algo de lástima el charcho burbujeante a los pies de la mujer.

-Espero no haber interrumpido nada de importancia con nuestro humilde espectáculo-dijo, dedicando un segundo de deferencia al cadáver consumido de Clive-. Si les parece bien, procederé a realizar la acusación que todos se esperan. He pasado gran parte de los últimos días entre las almas perdidas de los difuntos, tratando de desvelar la identidad de los afectados por la...plaga que ha estado devorándonos. Lamento decirle, señor Ivanov, que Valuo le engañó con tanta habilidad como a mí. Pero puedo asegurarle que he tenido ocasión de comprobar que su aparente inocencia era una mera fachada.

Adoptó una postura más relajada y cruzó los brazos antes de lanzarse al cuerpo de su exposición.

-Comencemos por el primer punto. Considerando que siguen ustedes vivos, y que obviamente no son todos asesinos, nuestros adversarios todavía se hallan en inferioridad numérica. Por consiguiente, no puede haber más de tres entre nosotros; de hecho, me atrevería a afirmar que no hay o había más de dos. Confío en que todos coincidamos en esto. Respecto a Clive, sin duda todos los presentes pudieron comprobar el estado de mi cuerpo tras sendos asesinatos. Hubiera sido necesaria bastante fuerza para dejarlo en el estado en que se hallaba. Por supuesto, podemos atribuir esta ventaja física a una mutación, pero apenas unos minutos atrás han podido ser testigos de los...métodos, de mi apreciado amigo. La cuestión es, que con suma probabilidad uno o dos habían de ser los culpables entre los vivos. Espero que confíen en mí cuando digo que no era mi deseo dañar a un inocente a mi regreso, por lo que me aseguré de identificar a los traidores antes de arrancar ninguna vida. Al fin y al cabo-sonrió melancólico-, soy psicólogo. Mi vocación es, o cuanto menos era, ayudar a aquellos que necesitaban ayuda.

Por unos instantes, el grandilocuente discurso se interrumpió. La mirada de Nicolaj perdió parte de su fuerza, y sus ojos descendieron sin que pudiera evitarlo. Recuerdos que solo le pertenecían a él se agolparon en su mente, y la promesa que había hecho iluminó una vez más las profundas y estancadas sombras de su alma. No os fallaré. No otra vez. Nunca más.

-Dicho empeño por identificar a los asesinos me ha permitido estar seguro de sus identidades-prosiguió, alzando la vista, retornada su intensidad-. Sospecho que a estas alturas la mayoría de ustedes confían en pocas personas, si es que confían en alguien aparte de en sí mismos. Sin embargo, lo mejor que puedo hacer es intentar que mis esfuerzos nos sirvan a todos. Es algo que aprendí mucho tiempo atrás...y había olvidado. En mi defensa solo puedo aducir a la velocidad con que la señorita Kerr y sus aliados procuraron quitarme de en medio hasta en dos ocasiones. Y puedo darles mi palabra de que, si esta mujer goza del "honor" de recibir sus votos en reconocimiento al inestimable esfuerzo que ha estado realizando en los últimos días, no habrá más asesinatos entre nosotros. En caso de que me equivoque, yo mismo daré mi vida por dicho error-aseguró sin vacilar ni desviar los ojos.

Habiendo dicho cuanto tenía que decir, se dirigió hacia la entrada del reactor y apoyó la espalda contra la pared.

-Puede quedarse la botella, señorita Kerr-ofreció con una sonrisa aviesa-. Lo he dejado.

La tormenta había cesado, pero los fuertes vientos no paraban y parecían reunirse en un punto específico. La puerta se abrió de repente otra vez y el huracán comenzó a revolcarlo todo. Algunos tuvieron que sostenerse de algo para no salir volando, mientras otros estaban más preocupados cubriendo sus cosas. El remolino se hacía más intensa y parecía reunir todo el polvo que había allí, todo parecía levantarse mientras un cuerpo muerto era arrastrado. Se trataba de nada más y nada menos que del cuerpo de Tatianna, la cual volaba sin control, mientras las cenizas y el polvo la cubrían.

Era difícil mantener los ojos, pero sus oídos podían escuchar el terrible sonido del ácido láctico de su cuerpo quebrándose para dar paso a unos movimientos más naturales. Poco a poco, aquel cuerpo parecía recuperar el control de sí mismo y a pesar de todo, parecía asustado. La expresión de estupefacción de la joven Tatianna era tal que ignoraba el hecho de que la herida de bala en su frente había sanado y solo le quedaba la cicatriz de aquel disparo.

El remolino se fue dispersando y depositando a la chica suavemente en el suelo. Tatianna los miró y a pesar de haber sido revivida por polvo y cenizas, la única suciedad era del suelo al que había caído al morir, pero ahora se encontraba entre ustedes, una vez más.

Atónita a lo que veía, respondió.

-Yo no he intentado ni mucho menos matado a nadie, sin duda mientes para escurrir el bulto de las acusaciones que ha hecho Irina justo antes de que la mataran  o te han engañado donde sea que hayas estado. Por otro lado, Maddie ignoro si Ember era, como dije, una asesina que quería deshacerse de ti para no tener competencia o era lo que decía ser. Desde luego, nadie ha vuelto a ser llamado a la casa, al menos no hoy, así que es posible que mintiera sobre eso. Claro que quizá se deba a no estar viva esta noche, así que sigue sin estar seguro.

-Irina... era inocente. Al menos así lo siento yo. Al igual que Maddie, aunque desconozco si ha traído algo consigo. Algún poder o ... quien sabe lo que los muertos han hablado!-

-Sin embargo, dudo que Lydia tenga mucho que ver. En la casa no ha venido nadie. Mas bien se fueron Mariano y Clive cuando murieron y ella está tan sorprendida como yo. Si ella tuviera algo que ver, habría traído a alguien mas allí. Puede que Ember mintiera.

- Señor Nicolaj. No sea tan cínico. ¿Cree que esa treta puede funcionar? No le acuso  de nada, pero se que tiene un as en la manga. Nadie se ofrecería a dar su vida. Y dudo que usted quiera "volver" a morir. Salvo, claro está... tenga un salvo conducto...

La cosa estaba difícil y ya no sabia en quien confiar. Lydia, Clive, Irina, Ember... no sabia nada de nada, solo protegía y al parecer... últimamente he fallado. Pero si Mariano me había engañado, quien mas no lo podría hacer.

-Porque Mariano nos engaño, dime.

La vuelta de Tatianna no me pilla por sorpresa, pero su manera de hacerlo sí, tan solo acierto a cubrirme la cara con ambos brazos mientras doy unos pasos atrás. En el fondo me pregunto si con estos dotes nos dejarán salir a ninguno de aquí, realmente.

Ya con la puerta cerrada tampoco se me cae la vista al suelo, prestando buena atención a la info de Nicolaj termino por respingar con el caso de Irina. Espero cerrado. - Digamos que temí algún tipo de conspiración proyectada en mi contra, y de algún modo ella estaba en medio – creo estar convencida – Por aclararlo que no fuese. Mis corazonadas me decían, una y otra vez, que todo empezaba precisamente por la niña estúpida, y cuando tuve momento, en lugar de aclararlo (Alexei/Irina/Inadra y suceso Camille) se me dio pase a la Morgue con todo mi trabajo – good... - Tifu puede decir lo que sea dentro de su ¿poética? relación/corrección con Camille, cosa que creo entender, de lo contrario habría presionado mucho más en mis preguntas – Sí, pudo ser de otro modo... pero nadie me tomó en serio.

Tras reacciones. Aquí y ahora - Quien mató a Childs, Cossette, Leinad, y Taylor... -atándolos a diversos lugares- nos da una inocente, Cossette – me explico un poco - Lo que no calzo es que, los asesinos -¿cuantos?- también han actuado doble, y eso me confunde – hago memoria - Hablando de caras destrozadas, si no me equivoco se han repartido en tan solo 3 noches. 0, 2 y 4 – dos para Nicolaj - Las muertes firmadas con ataduras nocturnas se han dado las noches 0, 3, 4 y 7 - pauso – La noche 0 Childs se lleva un palo, según creo, x2 (Cara destrozada /atado a un arbol) - ojo, x2 - Noche 3: Matan a Nicolaj (cara destrozada) y Cossette (Atada a un poste) - ¿separados? - Estos dos modos tan solo han fallado a su cita nº2 (“Inadra” entre comillas) y nº6 (Nadie) – ah? - Si son meras coincidencias igual solicito una pistola para agujerear mi propio cráneo yo sola, pero... tengo en cuenta los parones – Importante. Y que saco yo de tanta revisión (?) - Obviamente hay muchisimos más datos por encajar, pero estos, creo... me dan para confiar 100% en Cossette. En gran parte puedo seguir a Nicolaj, y con ello puedo - supongo - fiarme de Tatianna, pero... ¿qué pasa exactamente con Mariano? - pregunto por aquí.

Me quedan tres, paso la mirada por la muchacha inglesa – Me retuerzo un poco pensando que pudiste, sino Clive, ser quien amordazó a Taylor. Llevas viva desde el principio, si no eres una asesina, Lydia, tendrás algo más que sospechas – entonces... - ¿Tú quien crees que está tras todo esto? - pregunto.

Ignoro por completo la intervención de Kerr y optó por contestar a Ivanov.

-Como he dicho, comprendo que desconfíe. Según usted ha afirmado, no sospechaba de Valuo porque este sufrió una agresión fallida. En mi caso, se trató de dos agresiones, idénticas, realizadas durante la noche y llevadas a buen término. En cuanto al engaño de Valuo-su rostro se ensombreció a la par que la mirada se endurecía-, entiendo que, al igual que me sucedió a mí, confiaste en su inocencia. Y en la de la señorita Kerr...como yo también hice. Desde el primer día, parecían personas inocentes, casi indefensas. Supongo que eso debiera habernos llevado a dudar de ellos-concluyó con un suspiro de frustración.

Se acercó a Abby y posó una mano en su hombro; un gesto inesperado viniendo de un hombre tan físicamente distante.

-Me sinceraré con ustedes. Primero, admito ser el responsable de que la señorita Abby vuelva a encontrarse entre nosotros. Del mismo modo que la señorita Smith, inspiró en mi una gran confianza durante el tiempo que compartimos en nuestro frío destierro. Por lo que he podido ver y escuchar entre los espíritus de los difuntos, estoy plenamente seguro de la inocencia de ambas, así como la de la práctica totalidad de supervivientes, del mismo modo que estoy convencido de la culpabilidad de Valuo, Clive, y Kerr.

Clavó sus ojos en los de Ivanov. Aunque su mirada no vaciló, el fulgor de esta se vio empañado momentáneamente por una sombra opaca y pesada, teñida por años de aislado sufrimiento.

-Le sorprende que esté dispuesto a renunciar a mi vida...-por primera vez, daba la impresión de que le era difícil encontrar las palabras. Este cambio se esfumó al son de una risa baja, reverberante, privada de alegría-. Asumo que no prestó atención al hombre que vestía mis ropas unos días atrás.

Volvió a mirar a Abby, y casi llegó a revelar un sentimiento auténtico en sus fríos ojos. Apartó la mano, que tembló apenas. Prefería que los motivos que le habían llevado a traerla consigo no se pudieran malinterpretar, pero ahora que se detenía a mirarla, en lugar de estudiarla...su cabello, y sus ojos...

-Soy un alcohólico. Si alguno de ustedes prestó atención, debiera haberse percatado de lo que portaba dentro de mi mochila. No acudí a este yermo olvidado por el hombre tentado por el dinero...vine buscando la paz-miró hacia la puerta; el tono de su voz había perdido las mayor parte de su potencia y seguridad-. Buscando ser olvidado, tal vez. No, señor Ivanov. No había, ni hay, nada en esta vida que me lleve a desear proseguir en ella. Las revelaciones que me han sido concedidas desde que llegamos no me llevan a desear seguir viviendo, sino a arrepentirme de haber prolongado tanto tiempo esta farsa. Nada queda para mí entre los vivos...tan solo quiero dejar atrás los helados páramos en que yo mismo me recluyera. ¿No darán crédito a mis palabras? Es decisión suya. En lo que a mi respecta, habré hecho lo que debía.

Caminó de espaldas y en parte se dejó caer en parte se desplomó contra la pared detrás suyo. Escuchó la intervención de Smith, y llegó a sonreír ante la perspicacia de aquella mujer. Una sonrisa tranquila, libre de agresividad. Una sonrisa que no se formaba en su rostro desde hacía mucho tiempo. Se alegraba de no haberse equivocado en su caso. Habiendo personas como ella entre los supervivientes, aún cabía la posibilidad de vencer.

No volveré a fallaros... aunque me cueste la eternidad. Perdonadme

-Bien, diré lo que hago, pero espero que después de mí todos hagan lo mismo y confiesen lo que hacen también. Sería lo justo para todos y así ver si encaja con lo que se dice o no.

Aún sin saber si el resto estaba de acuerdo con su trato, lo hizo ella.

-La razón por la cual no sé nada es porque mis poderes son pasivos. Soy una superviviente, se necesitan dos ataques a la vez como mínimo para matarme o matarme por votaciones, así que supongo que los asesinos  no pueden matarme ellos solos si alguien no me ataca al mismo tiempo o si me atacan ellos mismos dos veces la misma noche, suponiendo que eso sea posible si alguien recarga a un asesino. 

Sabía que había alguien que potenciaba poderes, ella misma lo había recibido hacía poco, aunque con ella era poco útil.

-Ayer alguien me dio una recarga de poderes o algo así, pero con mi poder supongo que sirvió igual que si no lo hubiera hecho. De todas formas, gracias, supongo que si no ayer algún día han intentado conmigo sin éxito- por eso creía que ahora lo intentaban con ella de otro modo-. Por otro lado, tengo también otro poder si finalmente muero, a los tres días después de estar muerta, volvería  a la vida me trajeran o no. Poder que no he necesitado hasta ahora, por suerte.

Miró a los demás.

-Por otro lado, si Irina es inocente- creía en ella, y Alexei tampoco le daba mala espina- no tendría razón para mentir. Para los que no estuvieran aquí antes de que ella muriera hoy, dijo que vio a Yetsvie atacando a Ember. También dijo que era Tatiana la que resucitaba a otros, y que mandó una carta en secreto a Irina confiándole su poder.

Asintió tras escuchar las palabras de Kerr.

-He compartido con ustedes la información de que disponía-afirmó con calma-. Y no tengo inconveniente en revelar mis capacidades. Tuve ocasión de traer a otros de vuelta, y de regresar yo mismo, como han podido ver.

Estudió a la joven, pensativo.

-Me resulta interesante que haya recibido ayuda de un benefactor anónimo, señorita Kerr, considerando las recientes conversaciones que mantuviéramos los difuntos. Muchos escucharon las palabras que se dijeron en su contra antes de que yo decidiera actuar...como les he dicho, me haré responsable de mi acusación. No estoy dispuesto a fingir ser un hombre amable u optimista, ni tan siquiera un hombre inocente, para granjearme su confianza-no se molestaba en disimular el cansancio que, como una corroída mortaja, cubría su rostro-. Espero cuando menos que, cuando esta tierna joven propicie mi muerte, tengan ese detalle en consideración.

Estaba claro que contaba con la posibilidad de morir pronto, como le había ocurrido en días anteriores. Mostraba el mismo entusiasmo ante la perspectiva de fallecer como ante la de seguir viviendo. Al menos, en esta ocasión su hipotético finamiento quizá sirviera para que los supervivientes se percataran de la verdad. Había decidido jugar su última carta en beneficio de todos, lo que le dejaba al descubierto. Todavía apoyado en la pared, cerró los ojos y pareció evadirse de la escena.

-Pues yo no sé qué narices te han vendido los muertos, de los cuales supongo habrá ya más de un asesino. Pero sí, te cueste o no creerlo ayer alguien me potenció el poder. No miento en eso, ni mucho menos. Y tampoco miento en que Irina dijo que Tatiana le resucitó y que se lo dijo mediante carta el día que pudimos mandar cartas secretas.

Tatiana había vuelto a la vida, así que le miró a ella.

-¿Ella mentía en eso? ¿Es cierto que resucitas gente? Porque si lo es, supongo que uno de los dos miente, a no ser que haya dos personas con el mismo poder, lo cual sería bueno- aunque siempre estaría el caso de que resucitaran a un asesino- pero no sé siquiera es posible.

Yevtsye estuvo escuchando serena todo lo que pasaba. Estaba apática, como apagada, viendo como volaban las palabras y la información era distribuida. Había escuchado de todo hasta acusaciones en su contra. Lo que coronó el debate fue que algunos confesaran que tenían dones, justo como una señal del cielo, era el momento de terminar esta locura.

Abandonando su cómoda roca en la esquina Yevtsye se acercó al grupo y dijo:

-Esas han sido palabras interesantes, todas ellas. Creó que ya va siendo hora de terminar con esta pesadilla.

Serena dio un par de pasos al frente y continuó:

-Si vamos a hacer confesiones debo decir que las inyecciones también me dieron una habilidad-Fue con el venerable anciano, con Alexei quien lucía sereno, le toco en el hombro. Al momento una suave brisa tibia paso a través de el, Yevtsye le sonrió-¿Acaso sintió una sensación parecida a esto al menos dos veces?-Dejó a Alexei y fue con Lydia a la que tocó del hombro haciendo lo mismo-¿Sentiste algo así? ¿Cuando te potenciaste?.

Se alejo de los demás un par de metros, parecía triste pues no tenia manera de demostrar que su poder fuera real, que el viento pasará con los que señaló solo fue coincidencia.

-Me temo que Mariano si es uno de los agresores. Yo fui la primera en señalarlo ya que me parecía muy correcto en todas sus maneras, tan formal y rígido, un hombre así que sería incapaz de romper un plato. Y como dice el dicho "Solo dios es perfecto" me hicieron sospechar de el. Desde entonces toda votación y varias agresiones se han dado contra mi, como si quisieran sacarme del medio y una vez lo lograron pero algún buen samaritano me trajo de regreso. Ante esto solo puedo confirmar que el es uno de los agresores.

Mirando hacia los restos derretido de Irina la señaló con el dedo y declaró:

-Tambien estoy segura que Irina era uno de ellos, que yo sepa yo ya he muerto y es lógico que los asesinos no atacarían a los suyos. En cambio ella sostenía que me vio anoche, eso es imposible pues cada noche he sido llevada con otros a un sitio distinto y no voy por mi voluntad. Quizás vamos para ser observados por quien sabe que.

Luego de decir esto fue junto a los restos de Clive a los cuales miró con tristeza:

-No puedo creer que Clive fuera uno de ellos, el era uno de los que iban a ese sitio junto con otros más. ¿como podía hacer esas cosas horribles mientras estaban con nosotros?

Mucho cruce... - Sin perder atención me acerco hasta las pertenencias de Taylor. Pongo una rodilla en el suelo y empiezo a atropar algunas de las cosas de esta chica de forma selectiva: Cartera, pasaporte, móvil, espero que tenga unos guantes... – Es curioso – digo sin girarme, a su vez voy metiendo todo en una mochila – He aportado picos activos de colaboración desde un principio, he sido gratuitamente señalada de cara, y también me han acechado por la espalda... - Sí, me estoy quejando - Habré formulado una docena de preguntas, tal vez relevantes, y se me ha respondido mierda casi sistemáticamente - ¿y quieren que les cante mis poderes? - En cierto modo debería mandaros a más de la mitad a pastar margaritas a los campos de dios, pero... a estas alturas tampoco voy ponerme en duda por nada - frunzo el ceño - Mi primera inyección no me otorgó mutación física alguna – Aseguro - De hecho... ni lo llamaría mutación, me tocó los sentidos. Escogí una compañera en quien confiar seguro. Ambas nos daríamos posición – ¿Hace falta que lo mastique? – Es a través de su muerte como pude caer la inocencia de Cossette, por modus operandi – Luego... - Mi segunda inyección, evidentemente, sí me trajo algo más mutante... - me echo la mochila al hombro... no creo que hagan falta mayores explicaciones.

- Lydia, me va a quedar un tic en el labio con tanto enlace de azares, porque sinceramente no me creo casi nada. Eso que cuentas suena muy interesante para una defensa tan oportuna que no te lo voy a discutir, pero me voy a permitir probarlo. Eres lo suficientemente espabilada para saber que tu respuesta ni se asoma a lo que acabo de preguntarte. 

Prosigo con Yevtsye - Si los sujetos negativos siguen alguna pauta desde luego tú no entras en el perfil de víctimas directas. Te recuerdo, aunque ya lo sabes, que caíste en votaciones fruto de un empate muy fuera de lugar, no por la noche, y aquí se dice... pero nadie aclara (o no me entero?) por qué Mariano jugaba sucio. Yo tan solo sé que se llevó a Tatianna por delante – sigo – Por un lado más oscuro, que hayas recargado justo-justo a una de las personas de quien más llevo desconfiando no cuenta, puedo equivocarme, pero no me agrada en absoluto – más - Casualmente también has recargado a la persona que viene señalando Nicolaj (?)– vaya... – No eres de quien más recelo tengo, pero por mí puedes hacerle compañía a esa roca una ratito más, a mi juicio sois igual de útiles – Achico los hombros.

Para Cossette, el hecho de que Mariano en vez de defender su inocencia pasara a insultarles y llevarse consigo a Tatianna tal vez por venganza, no había provocado que la mujer durmiera bien esa noche. Despertó tratando de encontrarse alguna escena más agradable, pero las sorpresas no habían acabado por enterarse que Ember, Alessandra y Taylor habían tenido su mismo destino que hace unas noches, siendo la primera golpeada, la segunda con evidencias de privación de sus dosis y la tercera con algo más porque no veía evidencia de maltrato como tal.

Irina y Clive compartieron sus observaciones, pero ni siquiera hubo oportunidad porque justamente esos dos murieron de maneras nada que ver con la lógica para dar paso a Maddie y a Nicolaj, quienes habían regresado a la vida una vez más y la francesa demostraba una evidente mescolanza de miedo y estupefacción con la escena, resaltando de la escena a comparación de otros que aparentaban tranquilidad.

Se mantuvo callada escuchando al resto seguir con sus acusaciones, explicaciones y referencias del por qué de algunas evidencias cuando Tatianna también volvía de la vida y de nueva cuenta Cossette se mostró aún más turbada, pero tratando de escuchar lo que los demás decían del asunto que parecía enredarse más y más. ¿Acaso podría colaborar con algo para esclarecer o solo empeoraría? Cuando todos hubiesen terminado de hablar, consideró que había llegado su turno.

-En primera... si voté por Mariano fue porque me pareció muy sospechoso que a pesar de su ataque de cual fue salvado gracias a Alexei si recuerdo bien, al día siguiente no dijo nada de sus atacantes. ¿Que si no hubiese recordado su o sus rostros? Vamos, hubiese bastado información de contexto como la hora, la intensidad de los golpes, las huellas... pero no, no dijo nada y eso a mi parecer fue sospechoso. Además, que al ser votado matara a Tatianna a pesar de que los doctores estaban ahí mismo. ¿Por qué precisamente ella? Segundo, el mismo día que quise hablar y colaborar con lo que estaba pasando acerca de las mutaciones, mis observaciones y demás... alguien fue a mi tienda a someterme y junto a otro me ataron para dejarme morir... como me dijeron en el mundo de los muertos, parecía que me consideraron peligrosa y aunque no lo veía así, el hecho de que quienes tuvieron un destino así fueron, en parte, quienes hablaron sus puntos de vista tratando de marcar una diferencia da mucho a qué pensar.

Cossette se estaba desahogando. Nunca olvidaría lo que sintió esa noche mientras moría por la falta de dosis.

-En su momento sospeché de Clive, porque quien me sometió era alguien extremadamente fuerte y podría haberme defendido si hubiese sido una persona con una fuerza promedio, y no lo digo por presumir ni mucho menos. Tercero, si ya llegamos a ese punto entonces puedo compartir que las dosis me otorgaron una habilidad que más que agresiva es de beneficio personal: puedo saber qué habilidades tienen otros extrayendo algo, pero si lo hubiese pedido a alguien vivo era obvio que se negarían, así que lo hice a quienes habían muerto. ¿Por qué lo oculte todo este tiempo? Si el o los asesinos se hubiesen enterado de mis capacidades me habrían eliminado más rápido, porque gracias a esto sé y puedo corroborar que lo dicho por Nicolaj y Yevtsye acerca de Mariano es verdad... él era uno de los asesinos. Así que si no sigo viva para mañana ya lo saben.

Rememorando, la mujer francesa esperaba que así se ataran cabos que estuviesen sueltos a estas alturas.

-Cuarto, agradezco a Maddie su voto de confianza-le dedicó una sonrisa de agradecimiento real, pues a estas alturas estaba segura que la confianza que tenía a esa mujer era correspondida-... y es obvio que Mariano no trabajaba solo. Las dosis les otorgan más velocidad, más fuerza y una mutación física similar al de un animal, deformando la apariencia hasta eliminar la forma humana como la conocemos para... ¿matar? Un instinto de supervivencia más arraigado en uno que en otros... por necesidad, por poder... no lo se con exactitud-se encogió de hombros y se sentó en el suelo mirando al resto-... no se si me quieran creer, pero es la verdad. Yo no vine por el dinero o la fama, sino para verificar si la dosis era de verdad efectiva contra la radiación sin efectos secundarios graves; y viendo y sabiendo lo que ha pasado... ha sido una decepción total.