A Jon le queda muy difícil controlarse después de los comentarios del Perro sobre su desconocida madre. Empuña con fuerza su espada, mientras su rostro deja ver tal ira y sus labios parecen retener alguna maldición. Luego parece calmarse a sí mismo, Nieve sabía que de nada serviría atacarlo, era mejor desenmascarar todo su juego, si es que había en verdad uno.
Ahora hacen exactamente lo mismo que hicieron cuando sentenciaron a Byden, tratan de hacer cuadrar una conspiración entre lo que digo y lo que dice alguien más, en este caso lord Stannis. Y tal vez lo mejor sea esperar a que mañana yo sea el sentenciado y con eso terminar con todo esa farsa que tratan de montar o tal vez prefieran tomarse la noche para acabar conmigo, solo espero que no se encuentren con la desfortuna que tuvieron la noche anterior. Dice con sus ojos fijos en el Perro, pero la intervención de su hermana le hizo suavizar un poco su mirada agresiva y agregar algo mas Me parece bien... Entoces, Perro, nos demostrarás tu don? Aún estoy esperando que digas que te han dicho tus sueños las noches anteriores dice con claro desprecio y escepticismo.
Se seguían amontonando los cadáveres y aún no había caído ninguno de los asesinos, algunos habían empezado a intentar a convencer al resto de que tenían habilidades como las mías, pero su forma de explicarla daba mucha cabida a la duda, dejando numerosas imprecisiones en sus descripciones:
-Al igual que Arya creo que le daré una última oportunidad a Clegane pues, aunque le pediría nos precisara mucho mejor y más exactamente la utilidad de su habilidad para que resultara más creíble, sería demasiado arriesgado por su parte decirlo y exponerse si no fuese cierto.
Reflexioné mirando a los demás allí congregados:
-Lo que voy a decir ahora no es una acusación y no debe ser interpretada como tal, yo prefiero pensar que ha sido una casualidad, pero analizando como se han producido las votaciones he de decir que ponerse delante de Robert Baratheon y Melisandre, es mortal, literalmente. Siempre son ellos quienes deciden a quien matar, y da la casualidad que siempre fallan. Esto no es más que una apreciación.
-Sin embargo lo que más me aterra es el silencio de Aemon, y me perturba de una manera indescriptible.- añado finalmente mientras lo miro en la distancia, esperando que responda.