Partida Rol por web

El templo de Omekata es uno de los más importantes de la región. En él se halla el oracúlo: Tsubaki Kasugano, una joven de 14 años que dice ver el futuro. Todos los días, a todoas horas, el santuario recibe a miles de fieles.

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Nishijima sigue conversando por teléfono animadamente.

Un fiel de la religión, al parecer un hombre mayor, se acerca para preguntarme sobre algo.

Yunly se queda a escasos centímetros del puente, ha decidido no entrar conmigo, dice que no se fia de la sacerdotiza.

Una bomba procedente de una mochila explota en la parte donde me hallo. La sacerdotiza es salvada por Yunly y Nishijima.

DEAD END

El cuarto, Nishijima y yo nos encontramos en el templo.

No me fío de la sacerdotiza. Parece que tiene ... ''oscuras'' intenciones.

Una explosión se produce en una de las partes del templo.

El cuarto es alcanzada por ella.

Una vez llegados al templo, Yunly escuchó el ruido procedente de su móvil, al igual que el de Kurusu. Al parecer la bomba que extallaría en el ayuntamiento, no ha sido programada.

-Kurusu, yo te espero en este lado del puente -comentó la joven-. Me quedaré con Nishijima, quien parece ausente...

En ese momento, la joven de cabellos morados miró la pantalla del móvil.

-¡ESPERA! -le gritó una vez que Kurusu había cruzado el puente de madera-.

Volvía a aparecer el mensaje de Dead End...explosivos, mochila. Eso llevó a Kurusu a la conclusión de que Nishijima podía estar traicionandole y que hablaba con un usuario que esperaba a que se alejara para hacerle volar por los aires. Eso también implicaba que aunque el oficial tuviese el detonador y pudiese hacer detonar la bomba, también lo podía hacer alguien desde la distancia si Nishijima le decía por teléfono.

Maldita sea Nishijima, ¿Me estás traicionando? Después de todo lo vivido juntos durante largos años...¿Te has vendido al mejor postor? Joder.

Cuando escuché el grito de Yunly me acerqué de nuevo a ellos, hice como que olvidé algo en el coche y dejé la mochila con los explosivos en el interior, cerca del asiento donde estaba Nishijima hablando animádamente y recogí otra de similar apariencia que sabía contenía ropa de trabajo. Después volví a encaminarme hacia el templo sujetando la mano de Yunly para que ambos nos alejáramos del vehículo, comprobando la entrada del móvil por si había vuelto a cambiar.

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Yunly tiraba hacia atrás, para no ser llevada arrastras hacia el templo.

-Kurusu-san, no sé por qué me quieres llevar allí si no quiero...-comentó inflando los mofletes, adoptando una actitud de niña pequeña-. Siento un vacío en mi interior que no es escuchado. Eres malo, Kurusu-san

Sigue igual ;)

Keigo no entendía lo que estaba pasando. Si iba a morir por una explosión proviniente de una mochila, las opciones eran pocas, o era la mochila con explosivos que había estado llevando junto a él, la que intentó usar el octavo. O era otra mochila distinta, proveniente de alguien externo que se acercaría a él. 

Habían cambiado de lugar, desde el ayuntamiento hasta el templo...¿Dos mochilas en lugares distintos...preparadas para ser detonadas cuando llegara?  Parecía demasiado complejo e improbable...o nos seguían y siempre al llegar querían enviar a alguien para que se auto-inmolara frente a mí...o se trataba de otra cosa, la opción más comprensible era que Nishijima me hubiese traicionado tratando de ganar un puesto mejor, mi puesto, por manipulación del alcalde.

La bomba no se programó cuando nos alejamos del ayuntamiento, ¿pasaría lo mismo al alejarnos del templo? Demasiadas dudas carcomían la mente de Kurusu. Comprobó por si acaso el contenido de la otra mochila, la que acababa de coger con ropa...y decidió enseñarle las entradas de su movil a Yunly.

- Encanto, tengo un serio problema y ya ves cuál es. Me aparece Dead End en cuanto me alejo de vosotros. Pasaba en el ayuntamiento y pasa ahora en el templo. Comentó haciendo ver que era una conversación tranquila a ojos de Nishijima quien estaba algo alejado de ellos dos. Siempre la muerte viene precedida por alguien que se acerca a mí, un vagabundo, ahora un anciano religioso, explota una mochila y muero. He dejado la mochila dentro del vehículo, junto a Nishijima, y nos hemos empezado a alejar, esta otra mochila no lleva más que ropa...¿Que leñes está pasando? Se me ocurre que me están siguiendo y alguien se disfraza hasta colocar una bomba en una mochila y acabar conmigo, o que alguien de los presentes me esté traicionando. Nishijima no para de mantener una conversación por teléfono, podría ser otro usuario que busca que nos alejemos para hacernos volar...tú siempre me has avisado del peligro, confío en ti. ¿Sugerencias? Podemos cambiar nuevamente de lugar pero algo me dice que el problema nos sigue a todas partes...hice un gesto con la mirada mirando a Nishijima. Me enseñas tus entradas, ¿por favor?

-La sacerdotiza -dice señalando al interior del templo, donde se concentraban una gran masificación de personas-, estará en apuros. Tienes dos opciones, rescatarla o dejar que arda, que por mí...

Se encogió de hombros y le mostró las entradas al ver que al fin le pedía ayuda y no le arrastraba hacia el interior.

Intuyo que estás en peligro, de hecho, lo estás, por ello te he gritado en cuanto me han aparecido. Estas son las de ahora:

El cuarto, Nishijima y yo nos encontramos en el templo.

No me fío de la sacerdotiza. Parece que tiene ... ''oscuras'' intenciones.

Una explosión se produce en una de las partes del templo.

El cuarto es alcanzada por ella.

Y estas las de antes:

Hoy 07:15

 

El cuarto se reúne con el alcalde en el despacho de éste.

Nishijima y yo nos quedamos en el vehículo.

La sexta se encuentra en el hospital, junto con la décima.

Una explosión se produce en el ayuntamiento.

El alcalde y el cuarto son alcanzados por ella.

Además, ¿has visto que el alcalde se ha ido justo minutos antes que nosotros con rapidez? En mi diario ponía 7:15. Él, a las en punto o a y cinco se fue. Por cierto, Nishijima debería dejar de hablar de asuntos de maternidad cuando estáis en apuro... -espetó enfadada-. Estás en peligro, debemos trazar un plan. Por lo que sé esa mujer puede ver el futuro...

Después de ver las entradas de Yunly, Kurusu entendió varias cosas pero la fundamental estaba por resolver. ¿Quién detonaba las bombas? ¿Había algun usuario que controlaba a donde iban y pretendía activarlas al llegar ellos? No parecían meras coincidencias... En cuanto a Nishijima, era cierto que estaba casado pero no recordaba que fuese a tener familia, debería preguntarle por ello y en caso de ser cierto, felicitarle por ello.

- Bien es cierto que si la sacerdotisa nos pronosticara el futuro para encontrar un Dead End contundente para Yuno o el alcalde sería fundamental para nuestros propósitos, pero no pretendo entrar y morir sin un seguro de que esto saldrá bien. Si eres tú la que acudes a ver a la sacerdotisa...¿tu diario también cambia? Quizá tú puedas conseguir ese pronóstico de la sacerdotisa...si, ya se que te desagrada...pero si logras con ello información para deshacernos de Yuno y el alcalde. ¿No vale la pena intentarlo? 

Después de eso comprobó si su diario cambiaba de no acceder al interior del templo y permanecer afuera. También quería ver si la joven correría su misma suerte si era ella la que accedía...

Yunly entra al santuario y conversa con la sacerdotiza.

Nishijima rastrea la periferia.

Un fiel de la religión, al parecer un hombre mayor, se acerca para preguntarme sobre algo.

DEAD END

Aunque no muy decidida, Yunly entró en aquella zona. Descalza, observó a cada uno de los fieles. Parecían rezar en dirección a la meca, pero sin Meca. La joven hizo una inclinación de rodillas y esperó a que la otra, al parecer cuatro años menos que ella, hablase.

Esto es muuuy incómodo.

Desde mi posición, encerrada en aquella especie de cárcel, visualizo cómo una joven, nueva a mi percepción de mi ojo vago, entra en mi morada haciéndome una revelencia, como si suplicase de su vida. Parece que no viene sola, pues en la puerta, un policía aguarda a su espera.

Yunly Amano, escapó de un Dead End.Es una extraña chica cuya información sobre ella es escasa...Aunque siempre va acompañada de ese policía que es... nada más y nada menos que el cuarto jugador. ¡Já! Asi que... dos jugadores en mi terreno. Se me escapa un detalle. Esta joven me recuerda a alguien a quien he visto por el templo...

-Les doy la bienvenida -comento animadamente a pesar que el policía no entre-. Soy la omekata,  Kasugano Tsubaki. Es un placer conocerles. ¿Por qué no entras, Kurusu? -realizo una breve pausa-. ¿Puedo ver tu rostro, Yunly?

El diario de Yunly no parecía haber cambiado, su vida no corría peligro. En cambio la de Kurusu seguía marcando en Dead End si permanecía allí quieto y esperaba la llegada del anciano religioso, debía moverse si quería cambiar su destino. Nishijima había terminado de hablar por teléfono y se disponía a dar una vuelta por la perifería por lo que se acercó a su posición y le indicó que le siguiera.

- Ey Nishijima, ven conmigo. Me gustaría hablar contigo un momento...le dijo con su habitual naturalidad, alejándose del templo en dirección al vehículo policial. Esperaba que algún cambio se produjese o al menos, ver si por detrás de les acercaría algún anciano, de momento no divisaba nada. Hacía bastante que te quería preguntar...se que estas casado y que planificadas tener algún crío. ¿Te decidiste o qué? Ya sabes que en mi situación, desde la muerte de mi esposa, abandoné la idea de volver a casarme y tener familia , pero tú caso es muy distinto...¿Valoraste la posibilidad al final? Yo estoy tratando de rehacer mi vida...

En todo momento estuvo pendiente de sus alrededores y quiso constatar que Nishijima no llevase nada encima, una mochila por ejemplo.

Nishijima mira confuso a su jefe...¿Le estaba haciendo una declaración de intenciones?

-Minene está embarazada de mellizos -comenta con una sonrisa-, me estaba comentado que ha ido al ginecólogo y le han dicho el sexo de ambos. Jefe, si tienes intenciones con esa jovencita, debe usted saber que es demasiado joven. Deberá esperar usted más tiempo... Aunque sea ya con cincuenta -le guiña el ojo-.

En ese momento, llegan nuevos fieles, entre ellos ancianos, niños...

Yunly se acerca más aún, en el término de la reja observa el ojo vago de la joven.

-Necesitamos su ayuda...

-Desde hace semanas, mi diario predice el futuro. Lo he llamado 'el diario de clavidencia'.

Siento cómo la joven se quiere salir del lugar. Sin embargo, la tranquilizo diciéndole que no soy un jugador, sino un aprendiz de diario.

-Ya veo -comento desplegando el pergamino-, Kurusu se encuentra con un Dead End y tú también señorita, aunque... parece que se ha arretrasado. No hace falta que huyas, no tengo la intención de convertirme en Dios, pues soy una mensajera de éste. Sería una blasfemia si quisiera  -río, mirando hacia la puerta observo a más fieles llegar-. Pero... esto no quiere decir, que no ayude a Deux a elegir a su sucesor... ¡Kurusu morirá y tú no podrás hacer nada!

En ese momento, las puertas se cierran, dejando a la chica rodeada ante millones de hombres. La puerta sólo se puede abrir desde adentro.

Mis súbditos, rápidamente se acercan a ella y le rodean.

-¡Oh!, pobrecita... Yo hace años me encontraba como tú, hasta que estos malnacidos decidieron jugar un poco conmigo...

En ese momento, escucho como el diario de la joven emite un sonido.

-¡RETIRÁDSELO!

Tras el grito de aquella fémina, Yunly escuchó el sonido de su diario. Lo miró con las manos temblorosas y al comprobar la entrada... quería huir. Sin embargo, para cuando se levantó, la puerta se había cerrado a sus espaldas, dejando la sala en penumbra, iluminada por unas velas.

-¡Kurusu!

Sabía que él no la iba a oír. Para colmo, se había dejado el arma en el vehículo. Si ella no salía de ese lugar... Lo iban a matar.

-¡SOLTADME! -gritó al verse acorralada-.

Pero era demasiado tarde. Tsubaki había estallado en risas y su diario había caído al suelo al intentar abatirse, siendo cogido por uno de los tantos hombres que empezaban a inmovilizarla.