Partida Rol por web

- Espero que sí, pero Akira lo está investigando en el puente de mando. Por cierto, Julián, - dice, girándose hacia él. - ¿No deberían haberte reparado ya?

Posiblemente tarden un poco mas, teniendo en cuenta que directamente exploté, vamos, no es lo mismo reparar un corte en la garganta o una perforación, que hacer una reparación y montaje completo de todo mi cuerpo. Me había autodestruido

Claude se recuesta sobre el hombro de William, para dejar un beso suave en su cuello antes de volver a hablarle, todavía en voz baja. - Buscábamos cosas muy diferentes, yo quería vivir un cuento de hadas y él estaba de vuelta de todo.

A la joven le encantaría que el intercambio de información fuera recíproco, pero sabe que el pobre William no tiene recuerdos que compartir. Suspira, pensando en los últimos días, le habría gustado tanto que las circunstancias fuesen otras... Se acurruca entre sus brazos y, sin soltar sus manos, gira un poco la cabeza, buscando sus labios para perderse en ellos de nuevo, completamente aislada de lo que sucede y se habla a su alrededor.

Respiro de forma pausada cuando Claude se recuesta sobre mí, y juego con sus dedos hasta que termina de hablar.

Mi primera reacción entonces es prometerle que conmigo no será así, que después de enfrentarnos a todo esto hacer que salga bien será coser y cantar. Pero por suerte me muerdo el labio antes de decir nada. Claro que no será así, porque no será de ninguna manera. Yo ni siquiera estaré aquí.

Por primera vez desde que desperté hace más o menos una semana en un corredor de la Nostromo me preocupa un poco menos no recordar quién era. Recibo su beso y correspondo largamente, acariciando sus manos y sus muñecas mientras tanto. Si me concentro un poco soy capaz de centrarme sólo en el tacto de sus labios y su lengua, e ignorar todo lo que está por pasar.

Cuando tras unos minutos que parecen pasar en un suspiro abandono la calidez y la humedad de su boca la miro durante unos instantes a los ojos, y aún en esta circunstancia una tenue sonrisa sincera aparece en mis labios. - Si te pido algo... - comienzo, apretándola suavemente contra mi pecho y llevando la vista al frente para observar el Valhalla - ¿Podrías mostrármelo sólo a mí?

Los ojos de Claude se entristecen al escuchar la petición de William. Odia tener que decirle que no puede hacer algo así, pero no puede mentirle y sacude la cabeza lentamente mientras acaricia los dedos del hombre con los suyos con suavidad. - No. No puedo, lo siento. - Responde mirando a su alrededor y suspirando antes de volver a clavar sus ojos en los de William. - Puedo pedirle a Yule que cambie el Valhalla si lo deseas, pero será igual para todos. El sistema está muy poco desarrollado todavía, hay muchas cosas que no han conseguido hacerse aún. 

Isabela escribió:

-¡JA! ¿Volver nosotros? Creo que aun no eres consciente en donde estamos... -Empezaba a ser demasiado directo.

-¿Yule, danos mas detalles, que esta pasando. No sera que la otra nave se ha estrellado contra la Normandia?-El interés era simple curiosidad, ya no le preocupaba lo que les pudiera pasar al resto, para que. Nadie esperaba nada de él y eso tendrían.

- No tienes nada que sentir. - respondo despacio, mirándola de nuevo - Sólo era una idea, pero nada importante.

Luego me quedo unos segundos callado, simplemente disfrutando del calor de su contacto. No puedo evitar sentirme culpable por la muerte de ella, pero es cierto lo que dijo: yo habría hecho lo mismo. Suspiro, mirándola a los ojos, preguntándome durante unos instantes qué habría pasado si nos hubiéramos conocido en otra situación. ¿Realmente nos habríamos fijado el uno en el otro?

- Tendríamos que haber hecho esto antes. - digo entonces, aún sin venir a nada, acercando una de sus manos a mis labios para dejar un beso en sus dedos. - Por ejemplo, hace cinco años. - añado después, con una pequeña sonrisa, intentando no relacionar lo que he dicho con el poco tiempo que debe restar.

Claude sonríe primero y suelta una pequeña risa suave con las palabras de William. Finalmente suspira con resignación, pero sin perder la sonrisa. - Yo a estas alturas me conformaría con que hubiéramos podido tener cinco minutos a solas... Así que cinco años suenan como un verdadero paraíso. 

Se estira para volver a besarlo, sintiéndose completamente al margen del mundo en cuanto roza sus labios y cuando se separan, sigue acariciando su mano despacio manteniéndose varios segundos en silencio antes de volver a perderse en sus ojos y hablar de nuevo, poniéndose seria. - ¿Sabes, William? Todo este viaje, estar aquí ahora, toda esta... mierda... merece la pena por haberte conocido y por este momento. Suena tópico, pero... No podría ser más cierto.

La joven mira a Manfred con franca curiosidad entonces, como si hubiese algo que se le escapase. - Lo siento, no puedo contarte nada más, Manfred Vaessen. El miembro de la tripulación que me controla se encuentra aquí también. No tengo más información.

-Mmmm... que molesto. Pensaba que al mantener tu doble apariencia, aun mantenías al menos una visión de los vivos. Esto va a ser mucho mas aburrido sin tus revelaciones.-Se cruzo de brazos.

- Sólo soy un avatar. - Explica entonces, encogiéndose de hombros. - Tendremos que esperar a que llegue alguien para que os informe. O a que la Normandía llegue a un puerto y descarguen vuestras consciencias. Aunque si el golpe fue otra nave, podrían marcharse y dejarnos aquí. Nadie más en la tripulación sabe usar este sistema.

Recibo la respuesta de Claude tranquilo, y mi sonrisa se amplía de manera estúpida cuando habla de lo que habría sido tener más tiempo para nosotros. Al notar cómo vuelve a acercar sus labios preparo los míos para ella. Su forma de besar comienza poco a poco a resultar familiar, y me siento bien al notar cómo nos vamos amoldando el uno al otro.

Después, cuando hace esa nueva declaración... Es mucho lo que dice, y probablemente en cualquier otra situación me parecería demasiado... pero sin embargo sus palabras me aportan calidez.

Me encuentro a punto de responder, encantado, cuando mi mirada se pierde unos instantes. Me centro luego en sus ojos, aún callado, con la mente en otra parte. Poco a poco mi expresión va cambiando a una mueca de dolor emocional, y sólo puedo acercarme a abrazarla. Me cuesta centrarme en los sonidos que me rodean, y un instante después comienzo a sollozar.

Permanezco así, agarrado a ella, con mi pecho temblando y sin ser capaz de decir nada hasta que, poco a poco, todo va pasando.

- Yo... - comienzo entonces, con la voz temblorosa - Creo que acabo de comunicarme con Fran. - explico - Se lo he contado todo.

La expresión de Claude se vuelve preocupada al ver cómo cambia el rostro de William y simplemente lo abraza en silencio, acariciando su cabeza y su cuello despacio y tratando de acunarlo en sus brazos. 

Cuando parece que todo pasa ella asiente con la cabeza a sus palabras, todavía sin soltarlo, antes de hablar en voz baja y cálida. - Sí, yo también pude hablarle la primera vez que vine aquí. ¿Te sientes mejor ahora?

Me quedo durante unos instantes callado, simplemente dejándome consolar con la cabeza escondida en su cuello. Poco a poco mi respiración va calmándose, y tras casi un minuto suspiro largamente.

- Sí. - respondo, con la voz tomada - Pero no por él. - le digo, dejando un beso en su piel.

- Es increíble la suerte que he tenido contigo. - susurro al final, apretándola un poco contra mí.

Yule suspira largamente en silencio antes de cerrar los ojos durante varios segundos.

El lugar se oscurece lentamente y cuando la luz vuelve, de nuevo todo ha cambiado. 

Un rincón donde relajarse, donde olvidar los problemas de fuera y donde las consciencias por fin pueden descansar. Un rincón cargado de intimidad y calma. El pub Valhalla está lleno de ellos. El suelo de madera oscura hace juego con las paredes, forradas de bambú. Numerosas mesas bajas están repartidas por el local, acompañadas de sofás y cojines sobre los que recostarse cómodamente. 

Sobre cada mesa la luz de una pequeña vela acompaña, iluminando con calidez, las luces filtradas en tonos saturados, que tiñen de una forma onírica los avatares de las consciencias aquí recogidas. La música, tranquila y relajante, colabora a crear el ambiente apropiado al lugar.

Al fondo, una barra y tras ella una joven que recibe con una sonrisa traviesa a los visitantes del pub. Su pelo es rubio y largo y uno de sus ojos azules está tapado por un parche de cuero. Vestida enteramente de cuero negro, se apoya indolentemente sobre la barra, con un gesto tranquilo pero divertido.

La camarera mira a todos los presentes despacio, sin perder su media sonrisa divertida. - Me han dicho que me echabais de menos. ¿Queréis tomar algo para amenizar el rato?

Después su mirada se posa sobre Julian y enarca una ceja, con una leve sorpresa. - ¿Qué haces aquí todavía? ¿Aún no te han reparado?

Ya dije que seria difícil reconstruir mi cuerpo, habrá quedado hecho pedazos