Día 3

Un nuevo amanecer para unos héroes que cada vez estaban más cerca de perderse a sí mismos, frente a un gran vacío de locura, de soledad, un vacío que podría devorarles en cualquier momento.

Al abrir los ojos, al contrario que otras tantas veces, sólo bruma, el calor deshace la escarcha, y a su vez esta forma una neblina que hace que no se pueda ver nada al no ser que se alcen en pie, y aún así la neblina alcanza la cintura de los héroes.

Varios se mueven, buscan inútilmente... algunos de los que deberían de alzarse no lo hace.

Falta Pharao, señor de las Arenas.

Falta It'bure, hechicero elemental.

Falta Rienott, sabia del agua.

Falta Arya, maestra de fuego y agua.

Falta Troolshy, anciano de la tierra.

Poniéndose rápidamente en movimiento, tanto Mei Tseng como Delos alzan el aire para apartar la niebla de los ojos de todos los presentes, un viento agradable a la par que intenso. Se puede escuchar el quejido lejano de Arya. Se puede ver a It'bure frotándose un ojo recién despierto, somnoliento y dubitativo. Se puede observar a Pharao, expectante... Apenas reconocible, Rienott se alza con un poco de hielo en la punta de la nariz, el frío es muy superior en ella que en el ambiente... aunque con un poco de perspicacia también es Sheph el que el blanco de su capa es mayor. Nuvamente el quejido de Arya hasta que llegan a ella, apartan el viento, y sobre Arya...

Completamente consumido, no sólo vísceras, también músculos, cuencas de los ojos... una carcasa vacía de lo que habían sido los últimos vestigios de vida de un anciano loco... Troolshy no se hallaba ya entre los vivos, pero como anciano excéntrico que era sus huesos llamarían la atención incluso tras morir: se encontraría justo sobre Arya, mientras ésta tiembla de frío, de miedo, pálida, incapaz de moverse apenas bajo el cuerpo del anciano, además, posiblemente moverlo le haría quebrarse como una sencilla rama.

Él había cruzado el Abismo que le llevaba al otro lado, pero el frío era mayor aún tras su marcha.

Los copos de nieve comienzan a arremolinarse, a formar la silueta del hada que hacía justo un día había abandonado el lugar, una silueta que mira llena de compasión... y que se desvanece. Al igual que caer por el Abismo es algo realmente sencillo, ascender por él representa una distancia generalmente insalvable.

Mentes llenas de dudas sin fin. Mentes llenas de respuestas sin pregunta. Un camino sencillo de ida. Un abismo insalvable de regreso.

Aún el tiempo sólo acaba de comenzar... y se acerca con los héroes a un inexorable final.

El abismo crece, así como la desconfianza. El abismo mengua, así como las posibilidades.

Al despertar me siento confuso, perdido ante la privacion de mis sentidos, pero entonces recuredo mis enseñanzas cierro los ojos fisicos y abro el ojo de la mente, qje me permite percibir el entorno con otros sentidos, siento la muerte entre nosotros, igual que miedo y frio.
Incluso antes de que la niebla se esfume, yo ya me dirijo a la fuente de esa sensaciin de desasosiego, pero cuando lo hace, puedo ver efectivamente a Sorta bajo el cuerpo del anciano.
Llego junto a ella con tremenda rapidez, y tras observar un segundo la situacion, en que unos segundos de indecision podrian traer otra muerte, a si que golpeo con la mano desnuda en varios puntos del cadaver. Los huesos aflojan su presa al separarse los unos de los otros como si ya nada los uniese, y es entonces cuando alzo a la joven y la acerco a mi pecho, puede que sea un anciano, puede que tenga frio, pero ella lo tiene mas, y es deber de los mas ancianos cuidar de los mas jovenes.
- Utilizad mi calor corporal para calentaeos, es todo cuanto puedo ofreceros.

- Ñí...

Arya temblaba. De frío, de miedo, por lo que fuera... temblaba. Su cuerpo, engarrotado de frío apenas tenía fuerza para sostenerse a sí misma, mucho menos para llamar a su magia y liberarse de la fuerza de aquel cuerpo sin vida. 

Sintió como en una nube que la liberaban y alzaban, pero apenas estaba siendo consciente de quien lo hacía, en aquel momento sólo pudo agarrarse a él, mientras murmuraba, con los ojos muy abiertos.

- Me han marcado... es la tercera marca... me han marcado igual que hicieron con Sneaf y con Troolshy... me han marcado... quieren matarme... no quiero... no quiero morir...

Ñí..

El calor de aquella persona conseguía que se relajara, y lentamente sus balbuceos se fueron apagando. Conseguía centrarse.

- ¿Ferriel? yo... gracias...

Los ojos de Delos se abrieron haciendo caer la escarcha de ellos, el cálido abrazo del guardián había derretido la nieve que los rodeaba, incluido la espada de hielo que sostenía, que ahora no era más que un simple charco de agua a sus pies... miró a su alrededor y sorprendido y algo asustado vio que la bruma cubría mucho terreno. ¿Tantos habían caído? no podía ser!!. Se alzó en el aire y con sus alas empujó la niebla, haciendo fuerza hasta que aliviado comenzó a descubrir que los desaparecidos solo estaban dormidos... 

- Menos mal.. - más sus palabras se acallaron cuando vio la fría resolución.- Arya... 

Troolshy había caído... ¿realmente estaba equivocado con él? Delos negó con la cabeza aquello no era importante lo importante era los que habían sufrido aquel trauma, mientras Ferriel abrazaba a Arya él se acercó volando hasta la cara del guardián.

- ¿Podrías prestarnos algo de tu musgo para cubrir a los que aún siguen helados?

Tras su pregunta descendió al suelo de nuevo y se quedó cerca de Arya y Ferriel para empezar a mover el cuerpo del anciano... pero cualquier movimiento que visionara su cuerpo se desharía en cenizas... Ya hablaría con Arya para tranquilizarla, estando con Ferriel si alguien mas le hablaba solo la agobiaría.
- Ahora Arya... ultimamente no eres capaz de proteger a nadie... menudo caballero estás hecho Delos...

- Pharao...- dijo el caballero- ¿Puedes hacer algo por él sin destruir lo poco que queda de su ser?

Todo se torna etéreo ante vosotros.

Un silbido lejano.

Vuestras manos van a vuestros oídos mientras todo se desvanece.

Las figuras de los caídos se dibujan claramente visibles, una sonrisa amable... Sentís sus presencias.

Un impacto en el pecho que perfectamente podría arrancaros el alma... Una pena que os hunde en la mayor de las profundidades.

Y un latido.

Aunque a vuestros ojos todo es aún parcialmente etéreo... Al menos estáis vivos. Y sus almas están, al menos en parte, con vosotros, aunque no podáis verlas, podéis sentirlas.

La historia volvía a repetirse, al comienzo de cada día una nueva victima y, como siempre, nadie parecía tener claro que hacer.

Pobre anciano - dijo con un lamento y observó a Delos, con aprobación, ante sus palabras - Si, Pharao, si pudieses hacer algo por el, estaría bien. Es lo único que podemos ofrecerle ahora mismo...

Dudas y mas dudas. De seguir así, acabarían consumiéndola.

Miro el cuerpo desecado de Trooshy, y niego con la cabeza.

Me hubiera esperado ser yo la victima, por tener las cosas tan claras, pero no él... seguro intentaban redimir nuestras fuerzas.

Escuche a Delos y asentí.

Me acercé sobre el cuerpo marchito y mientras me deshacía entre granos de arena deje caer delicadamente una joya que antiguamente engalanaba los pectorales de los reyes del valle de Egipto.

Aquella esmeralda jaspeada relucía mientras reducido a granos de arena, portaba el cuerpo hasta el panteón. tan solo mi espaldas cubiertas de arena sobresalian del suelo.

Dejé descansar aquel cuerpo y su bastón sobre una losa, para que guardará lo que quedaba de él, mientras volvía con gesto sombrió y triste hasta la superficie.

Mire con desdén a aquellos que creía culpables, y rompí mi silencio. Alcé mi mano para enfrentarse contra Rienott, y le digo: ¿Tú?... ¿Te atreves a decir, que no respondí tus dudas y que callaste cuando se preguntó, tú?... No me hagas reir.

Luego miro a It'bure y digo: ¿Cuál era el problema que te impedía ver en mi interio o en el de Rienott?... Hago cierto gesto de mofa con la cara y digo: Ah, claro ya se cual es el problema, que en verdad no posees el don que dices tener, y no podrías sino equivocarte al mirar en mí, y mirar en Rienott y mentir sobre ella te delataría aún más...

Me giro airado, mientras que el aire se funde con los rastro de arena que aún guarda mi piel: Sucios... mentirosos, y lo que es peor aún, seguis encubiertos.

Vuelvo a mirar a Rienott, y digo: Estate tranquila, pues arrodillarme y pedir perdón es algo que no haría perder mi coraje, sino aumentarlo.

Si fueras capaz de demostrar que es falso todo aquello que creo, no tendría problema en hacerlo... Lástima que nunca puedas llegar a hacerlo.

Miro a Ayra, guardada bajo los brazos de Ferriel y digo: Ni tu ni yo hemos caído, pero pronto querran nuestra sangre cubriendo el suelo que hoy pisamos.

Y antes de callar de nuevo dije mirando a Ayra: Una vez discutí por esa palabra que conlleva grilletes, no lo volveré a hacer... pues ahora veo que sin saberlo volvía a ser esclavo de este amalgama que nos cautiva.

Miro a Isar'i y digo: Te debo una disculpa... volvería a ser Dijin, si eso salvase la situación, pero ahora tan solo soy Djin, libre aunque dueño de los años de cautiverio que me enriquecieron en silencio.

Sin más me quedo apoyado sobre el Panteón a sabiendas de que pronto estaría allí, mirando a los ojos a aquellos que creía culpables.

Con esfuerzo consigo levantarme a pesar de que me siento como si todos mis huesos estuvieran recubiertos de hielo y a punto de quebrarse.

Mis dientes castañetean fuertemente, dificultándome el hablar, pero aún así hago un esfuerzo para dirigir una mirada aburrida a Pharao y responderle. - No estoy de humor para jugar contigo hoy, hombre de arena. Tienes las respuestas sobre mí delante de tus narices y no eres capaz de verlas. Tu cegera y tu arrogancia terminarán pesándote cuando puedas ver la verdad, es todo lo que tengo que decirte.

Sin más palabras me acerco a Sheph y le pongo una mano temblorosa, que se ha vuelto azulada por el frío, sobre el brazo. - ¿Estás bien? 

Al iniciar mi sistema me levanto, despacio, observando a mi alrededor. La escarcha, convertida en bruma, probablemente sería un problema para los ojos humanos.

Cuando los falsos caídos comienzan a hablar, escucho atenta sus palabras. Quizá sepan cosas que los demás no sospechamos.

- Arya, ¿a qué te refieres con que te han marcado? - pregunto. Después escucho las palabras de Pharaoh - Todo el mundo es libre de seguir o no tus órdenes, igual que It'bure lo es de no observar a quien tú hayas dicho. Paralelamente, mis análisis no me aportan ningún motivo para desconfiar de Rienott más que de ti. ¿Por qué exiges a los demás demostrar algo que tú no haces?

Arya está aún algo afectada, pero se esfuerza en recuperar la serenidad para responder, aún cuando las palabras de Pharao no la ayudaban a calmarse. Con un gesto de agradecimiento, se separa de Ferriel, para acabar sentada en una roca. Sus ropas siguen cubiertas de escarcha y tirita mientras habla.

Está bien... me queda un día. Eso, si siguen la misma dinámica que hasta ahora y no cambian de objetivo. En un día aún puedo hacer mucho. 

Para empezar, compartir lo que se. 

Primero, deben saber que he liberado mis secretos. No se a quien le habrán alcanzado, pero todo lo que se cuenta en la liberación, es cierto. Ruego a esa persona que no diga lo que soy. Me basta con saber que otro de los presentes lo sabe, y comprende cómo es posible que vaya a afirmar lo que afirmo. 

El pensamiento de que estoy marcada es por una constante, Ehalli. Se ha repetido dos veces y hay pocas opciones a la casualidad. Bludi cayó y fue Sneav quien descubrió el cuerpo, justo a su lado. Murió Sneav y su sangre llegó hasta los pies del anciano... y ahora él ha amanecido... muerto, sobre mi. 

No puede ser casualidad, aunque me quede el consuelo de que cambien de parecer, o tener aún un día más para burlar las acciones de un posible defensor que se interponga en su ataque. 

Por Zyba... aún hay algo que he de decir, aunque no te va a gustar, Pharao.

Comprendo las razones que te llevan a desconfiar de Rienott, pero puedo afirmar sin opción a equivocarme, que no es una seguidora de Raquedus. No conozco los secretos de su profundidad... y es cierto que algunas criaturas marinas causan tanto pavor como fascinación, así que lo comprendo. Pero te repito... Ella no está con Raquedus.

La mirada de Delos se posó en la de Arya y sus labios tras sonreírle con agradecimiento pronunciaron algo sin palabras que solo ella comprendería, mientras se ponía la máscara esta vez en su rostro, pues necesitaría ambas manos para lo que haría ahora, acto seguido algunas de sus plumas cayeron al suelo como si el viento que le empujara hubiera perdido algo de fuerza. Luego miró al resto y tras que se llevara la mano a la cabeza como si le doliera, se giró a Mei y a Corey.

- Tenemos algo pendiente... - Sin decir nada más y abriendo sus alas sin importarle el clima que hubiera lejos del guardián, se encaminó volando hacia el lugar de donde pudieran haber escuchado el lamento la noche anterior.

- Por zyba... que curioso.- Fue lo que el ser alado dejo escapar de sus labios mientras se alejaba.

It´bure volvió a aparecer de dónde quiera que se encontraba, con una sonrisa en el rostro y un ojo morado. Ni siquiera él sabe como se hizo el moratón, sin embargo, tenía sus teorías. La primera era que no se despertaba y Cell le dio una bofetada demasiado fuerte, la cual descartó al principio. Se llevó la mano a su ojo derecho y frunció el ceño del dolor, pero después, volvió a sonreir.

- Bueno, creo que tenemos un ganador. - Dijo con una sonrisa. - ¿Recordáis que tenía dos nombres por investigar? Bueno, al final la moneda cayó por el lado de Isar´i. ¿Y a qué no sabéis que he encontrado? Oh, amigos, se os van a caer las bragas, a quién llevéis de eso, o los gayumos, idem anterior, cuando os cuente lo que he descubierto. -

El muchacho carraspeó.

- Bien, veréis, nuestro amigo Isar´i... está corrompido por Rakedus. Pero ojo, ¡OJO!, no es que lo haya elegido por su propia consideración, sino que él ha elegido a Eir, aunque según las palabras de Cell, ha sido corrompido por la Sombra. Ahora bien, si miramos más dentro de su alma, podemos descubrir un par de cosas. Sus Dones, o sus poderes son bastante interesantes. Veamos, su primer poder es el de proteger a una persona, día si, día no, y esa persona mientras él esté vivo, no podrá morir. ¿A qué no sabéis a quién protege? -

It´bure buscó con la mirada a Lianne y sonrió.

- Si amigos, la protege a ella. ¿Cómo puede ser? Interesante, ¿no? Bueno, sigamos. Su poder, corrupto trás la Sombra, le permite obtener el poder de un muerto, en este caso, es Sneav. Y también tenemos más información: está en el Bosque, sea lo que sea eso, con más personas. Así que, señores y señoras, y señoritas, tenemos otro ganador: Isar´i. Que junto con Lianne y su esbirro Krasor, nos están haciendo la vida imposible. -

Baje de los cielos después de despejar la neblina junto a Delos y contemple horrorizada la imagen que tenía ante mí. Cierto es que el anciano no era de mi agrado, pero ni el más miserable de los que aquí se encontrase seria merecedor de un destino tan fraudulento. Parecía que le habían exprimido hasta la última gota de vida…

Escuche a Pharao con atención y me acerque a él, le puse una mano en el hombro y le dije cariñosamente:

-Ten cuidado con tus palabras, podrían llevarte rápidamente a ese hermoso panteón que has construido. Y eso no seria justo para ninguno de nosotros. Aunque digáis la verdad y sea cierto, tener cuidado con el camino que recorréis.

Me aleje de Pharao y seguí el camino que emprendimos ayer Delos, el malhumorado encapuchado y yo. Me empuje hacia el cielo rápidamente sostenida por una fuerte ráfaga de viento que me aparto de la vista de todos en escasos segundos y reanude la marcha junto a Delos.

no se siquiera por que me molesto en hablar, ya explique las cosas ayer, pero nadie se digno en hacerme ni caso, es mas, todos me ignorasteis sin que nadie me dijera nada. justo cuando Krasor me acuso, sirve de algo que diga algo ahora?. yo se, que no sirvo al sombritas de Rakedus, renegué de el, y si me hubiera venido luego, le habría dado una patada en el culo, pero claro, ahora soy el malo, y todos me acusáis. pero yo aun sigo esperando una respuesta a mis palabras anteriores. a mi petición. si habéis decidido matarme, se que mis justificaciones no serbirán de nada, pero... como dije, hay una persona que quiero salvar. es la única vida que justo ahora me importa

suspiro cansado y me apoyo sobre un árbol

haced lo que queráis, pero, espero una respuesta

ya veremos si ahora volveis a seguir ignorando mis palabras o almenos os dignais en contestar

- Ah, me olvidaba. Y ahora que lo leo me ha hecho acordar. Si veis que nuestro amigo oscuro tiene ganas de morir, es por un motivo. - Dijo el chico. - Puede seguir votando desde la tumba, y de manera extrema. Varios votos a una persona. Y claro, si esa persona es la que muere, el resucitará con más poder. -

La mañana hacía y con un frío inmenso nos cubría a todos. Pero tras ese frío una muerte yacía ante nosotros.

Esta vez no había ningún cuerpo muerto, solo unos huesos de uno de nosotros, esos huesos correspondía al anciano Troolshy. Y como nos tenían acostumbrados tras esa muerte un marcado. Una persona marcada por la muerte de esté.

Sería la próxima en caer...o solo son trucos para desviar la atención sobre los asesinos. Pero están acabado realmente con los malos o gente inocente...

Entre mis pensamientos podía escuchar de fondo a los primeros alarmados por la muerte del anciano. Algunos empezaban hablar desde la rabia y la impotencia y otros como de costumbre con acusaciones hacia otros.

Caminaba abranzándome a mi misma para no sentir más frío del que empezaba a sentir, con mis brazos cruzados con los pechos sobre saliendo de mis brazos.

Vi a Delos y lo notaba más cambiado desde lo sucedido conmigo... ya no le notaba como era antes, era de otra manera y en ocasiones mi mirada era triste y de desconcentrada.

Entonces escuché las palabras de aquel crío nuevamente cargando mis ojos cambiaban de color 

y le dije.

- Otra vez en contra de mi, de verdad no tienes nada más interesante que hacer con tu vida. Dedícate a buscar a los que han matado al anciano y déjame tranquila. Yo tengo a mi amada que me protege, si Isar`i me protege no tengo nada que ver con ello. No sé ni tengo entendido que él me esté protegiendo la verdad. Lo sé lo que sé de mi amada, nada más. Pero si sigues por este camino. Voy a empezar hablar de una vez yo también... -

Nuraus observa todo lo que acontece. Al parecer el viejo ha caído y una noche más los asesinos han ganado la batalla. Nuraus lo sabe, sabe que la noche es su oportunidad.

Escucha a unos y otros hablar, pero lo que le sorprende son las palabras de Lianne:

-Nuraus quiere que Lianne hable. Nuraus quiere que todos hablen y así Nuraus encuentra a llos asesinos. Nuraus quiere que Lianne deje de amenazar y diga lo que tiene que decir. Nuraus escucha y tras escuchar decide. Si Lianne amenaza y no dice, entonces Nuraus votará por Lianne hoy. Nuraus sabe que eso a Lianne no le importa, pero Nuraus dice a Lianne que debería importarle si Lianne es sensata.

-Nuraus cree que si Lianne sabe algo y no dice…entonces es tan culpable como los asesinos de la noche y Nuraus no sentirá pena por Lianne ni Essecya cuando vote esta tarde.

Tras haber cedido mi propio calor corporal en pos de la joven, ahora mi pecho ha vuelto a adoptar un tono azulado de frío, y la zona más alejada de la cara de la barba está decorada por trocitos de hielo, algo bastante exagerado para lo ocurrido, la verdad.

Asiento en dirección a Arya cuando esta me hace un gesto de agradecimiento dando a entender que cualquiera lo hubiese hecho en mi lugar.

-En los ojos del joven, arde la llama; en los del viejo, brilla la luz. - Digo mirando a la joven alejarse para sentarse en la roca, a si que me mantengo firme en mi posición, ignorando el estado gélido de mi piel como buenamente puedo, que no es otra cosa que con pura fuerza de voluntad.

- Lianne lo que sabe es que desde el odio mucho gente me juzga a mi, no son capaces de dejar el rencor y el odio que sintieron hacia mi en la anterior batalla.

Si a mi me acusan yo digo, que hay quienes se esconden entre las oscuras sombras como ya han dicho y tras un bosque. Hmmm quizás Sheph, pueda saber algo de lo que digo o quizás no...Quizás si esa persona que domina a Delos y deja de separarnos salga todo a la luz. Pero es mejor estar desde la distancia y no decir nada. Por qué están empeñados en separarnos por qué. -

Caminaba sin dejar de darme calor y continué hablando.

- Aquí el niño habla y habla, puede llevar razón o no en algunas cosas, pero no veo que salgan más nombres de su boca, si tanto dices que los muertos tienen derecho pues que los muertos hablen, ellos saben quiénes son sus asesinos. Ellos pueden aclarar más cosas que todos nosotros.

Al igual que los callados calla, otros hablan y en lo que dicen son mucho más sospechosos que otros. Pero claro de esos que hablan y las sueltan no decimos nada.

Pues estoy cansada de que se me juzgue, estoy cansada de luchar por el bien de este Amalgama, estoy cansada que no se le preste la atención a las palabras de Pharao, como estoy cansada de que nos separen a Delos a mi con falso enfrentamientos que provocan hacía nosotros. -

Cuando Rienott se acerca la abrazo para ayudar a que entre en calor, estas temblando.

It'bure, tus palabras indican una cantidad de detalles que si te lo has inventado serías un genio del mal, así que lamento haber dudado de tus palabras, según dices Isar'i es la sombra del mal....te compadezco Isar'i porque así trabaja Rakedus se las apaña para corromper por la fuerza lo que le viene en gana. Mi mirada se centra en Lianne, Lianne tiene razón, atacais a la persona equivocada y el origen de nuestros problemas se esconde en un bosque. Matemos a Isarí porque el es la sombra de Rakedus y es mi compañero como uno de los guardianes del bosque y solo si el te lo ha dicho puedes saberlo Lianne, lo cual añade una prueba mas a la complicidad de Isar'i y Lianne. Matemos al protector para que la siguiente sea Lianne.