Aqui comienza tu historia...
 

It'bure

Poderoso hechicero de los elementos... ¡Que tus enemigos se arrodillen ante tí! Todos creen que es un camino fácil... Todos creen que es una magia menor. ¿Por qué aprender a controlar el rayo cuando se puede cambiar el tiempo, la vida, los sueños?

¡Ignorantes todos! ¡Los elementos siempre están a tu disposición! ¡Puedes lanzar un rayo en menos de lo que tardaría un mago del tiempo en darse cuenta de que está muerto! ¡O una bola de fuego en menos de lo que tardaría en darse cuenta un mago de muerte que se le ha acabado el tiempo! ¡Eres versátil, rápido y letal! ¡Maldito sea aquel que no lo entienda! Además, existe un viejo truco...

Combinando todos los elementos, algo en lo que tú eres un experto... Puedes abrir portales a otros mundos, mundos llenos de conocimientos, de poder. ¡Y de aventuras! ¿No mencioné que eres un aventurero? Bueno, da igual, y eso a ti te encanta.

Viajaste dejando atrás a aquellos ignorantes condenados a saber demasiado, a ti te basta con saber cada rincón de lo poco que sabes, con eso es más que suficiente, y siempre descubres algo nuevo, algún camino, algún truco de un elemental de agua, la combinación del golem de barro, cualquier cosa... Tu mente lo absorbe todo, eres un genio del que dicen que malgastó su talento. De hecho, aún recuerdas a tu profesor, el viejo Rakedus, maestro de Planos y de Mentes, él siempre te dijo que podrías haber sido su perfecto aprendiz... ¡Y un rábano frito para él! Tú eres tu propio aprendiz y la vida tu maestro. Se enfureció, pero así le parta un rayo. Y si se lo lanzas tú... Mejor, ¿no?

Pero recientemente te has enterado, tu viejo maestro perdió la cabeza, casi sientes lástima por él. Él te pagó los estudios, fuiste para evitarlo, pero ya era tarde. Bueno, si era su destino... Y ahora hay una amalgama de planos, de elementos... ¡Esto promete ser divertido! Puedes escoger tu camino ¡Qué más da qué hagas luego con todo ese poder... lo importante es que quizá descubras nuevos... caminos ¡Y hasta tal vez algún amigo! ¡Chao chao Rakedus!

¡Oh! Espera... ¿Se me olvidó mencionar que en realidad eres una chica? Bueno... Supongo que no pasa nada ya...

Maestro Elemental: Al comenzar la partida podrás elegir una habilidad de entre las habilidades elementales que hay en juego, aunque no sabrás sus efectos hasta que la escojas.
Escudo de Piedra: Puedes escoger a un personaje en cualquier momento, una vez por partida. Hasta que pase un amanecer y un anochecer enteros, esa persona estará protegida frente a cualquier tipo de ataque o cantidad de ataques que atente contra su vida.

El gran hechizo: Cuando el que te busca te encuentre podrás aprender una nueva habilidad elemental al azar entre todas las disponibles en ese momento entre los vivos y los muertos, además, podrás cambiar de bando.
Agua Negra: Puedes devolver la vida a alguien que acabe de morir (24 horas) ó devolver a la muerte a alguien que acabe de volver a vivir (24h).

Furiosa: Cada vez que caiga un compañero deberás de escoger un objetivo y lanzar 1d20, si sacar 11 o más, eliminarás a tu objetivo debido a la rabia de la muerte de tu compañero. Por compañero se entiende cualquier personaje con el que SEPAS que compartes objetivos.

Vidente: Cada vez que cae la noche podrás escoger un personaje, entonces, al amanecer sabrás todos los secretos que ahonden en su alma, sean positivos, o negativos, y su Capacidad, lo cual puede ser un peligro, ya se sabe que la información es poder.

Una luz invade tu ser.

Te sientes impresionada, rodeada. Varias siluetas se dibujan enfrente tuya, las identificas rápidamente como Cell, Rakedus y Zyba.

Una mano amistosa te hace girarte y entonces ves a Eir. Ella te sonríe y su sonrisa te calma.

Esto es el Juicio, tranquila. Estaré aquí para guiarte. Ellos pueden ofrecerte su apoyo si lo deseas, pero la elección final dependerá en exclusiva de tí. No dudes en preguntarme a mí o a ellos si tienes alguna duda, pero recuerda que aquí se pondrá en juego tu Alma, el Don único que te identifica con el resto de la existencia.

Dicho esto, Eir retrocede un paso.

Zyba se adelanta. Te observa de arriba a abajo, evaluándote. Finalmente esboza media sonrisa.

Deberías de cambiar con más frecuencia, se vé claramente que eres una chica.

Se gira y prende fuego de su varilla blanca y ahora incandescente en su punta. Se la lleva a los labios y aguarda.

Vuelve a ser mi aprendiz y álzate con el poder y conocimiento verdadero, ya sabes lo que puedo ofrecerte.

Tras sus palabras, las sombras engullen a Rakedus.

Enorgullécete de tus capacidades. No ocultes quién eres. De mi lado podrás descubrir la verdad, apartarla como si fuese un velo de mentiras.

Cell te observa y extiende su mano.

Oh, venga, no me deis mucho por saco. ¿Ahora qué? ¿Tengo que elegir entre vosotros tres? ¿Así, sin saber a qué me enfrento? Cojones, es que está en juego mi alma, ¿sabéis? Y digamos que le tengo algo de aprecio a mi alma. Veamos, Maestro, por fin me he desprendido de ti y ahora me vuelves a ofrecer consejo o que vuelva a seguirte... o tu Cell, ¿qué quieres de mí? Por no hablar de Zyba, encantada, guapo.

It´bure sonrió.

Así que, si queréis que elija, mejor que me des algo a lo que agarrarme más que frases cogidas con pinzas.

Eres uno de los mejores aprendices. Sabes perfectamente lo que puedes aprender, ví tu potencial... ¿Cómo si no han llegado a tí libros reservados a los mayores arcanos elementales? No, no fué casualidad. Son más que palabras lo que te ofrezco: hechos.

Te ofrezco ver más allá de los velos. ¿Es una banalidad? Sé que puedes comprender a lo que me refiero. Sé que lo deseas. Deseas ser sincera con el mundo. Deseas que el mundo sea sincero contigo. Que te reconozcan. Y eso podrás conseguirlo del lado del Orden. Es necesario un cierto Caos dentro del Orden para que éste pueda sobrevivir. Y lo mismo se dá al revés.

Por el contrario, un tanto más pícaro, Zyba se adelanta y toma tu mano para besarla con suavidad, el tiempo preciso para que lo sientas, pero no el necesario para que se torne molesto. Te mira a los ojos.

El placer es mío.

Una mano que se extiende, sin llegar a tocar tus cabellos.

El cambio... Es asombroso.

Parece fascinado con algo, quizá tú no seas capaz de ver el qué, pero él sí.

Va, va, venga. Dejad de endulzarme los oídos. Sólo sé una cosa, que no quiero estar del lado equivocado. No quiero andar matando gente simplemente por que alguno de vosotros cree que es lo correcto, así que, si podéis ser más específicos... Dijo It´bure con una sonrisa, para terminar mirando a Kyba. Y usted, caballero, ¿qué es lo que está viendo en mí que ni yo me doy cuenta?

La muchacha, aún vestida de chico, se encogió de hombros.

No quiero más poder del que puedo tener, y Cell me esta ofreciendo ver más allá de los velos. Eso sí es una buena oferta. ¿Alguien da más?

Cell sonríe y se yergue victorioso a tu lado.

Me debe todo lo que es. Todo en usted es pura Locura. Os ofrezco los conocimientos que usted puede albergar. Os ofrezco ir más allá, aprender nuevos caminos, nuevas sendas. ¿Os parece poco? ¿Va a decirme que me equivoqué al creer que érais un dios?

Zyba se aparta de la contienda.

No ofrezco nada, quien camine a mi lado será por que lo desea. Aquel que es capaz de ver más allá de las palabras. Veo un cambio en tí. Un cambio que podría ser, pero que sólo tú podrás decidir si será... O no.

Dicho esto en su mano una roca, pero la roca mana agua constantemente... Un agua que ebulle hasta convertirse en vapor. Te sonríe.

- Oh, no cantes victoria, querido Cell. Te conozco tanto a ti como a Rakedus, y si que entre vosotros hay una especie de tensión desde hace algún tiempo y si te digo la verdad, no me gustaría estar en medio de ella. Sé que buscaréis aliados, para un bando y para otro. Conozco a mi viejo maestro, y sé que tras tantas palabras dulces, esconde algo bastante oscuro. - Dijo la muchacha mirando a uno y al otro.

Así que, dió dos pasos hacia el pelirrojo.

Era el único que no se había metido en la refriega.

Lo miró, le sonrió, y le tendió la mano.

- Lo siento Maestro, lo siento Cell. Pero ya he elegido. Vamos, pelirrojo. ¿Qué es lo que me querías mostrar? -

Zyba... ¿Segura? Una vez que tomes la decisión no habrá vuelta atrás.

Falta poco aún... Pero verás el Cambio del que te hablo.

Asiente con la cabeza y aguarda tu respuesta.

¿Prefieres a ESE antes que poder ver a través de los velos? ¿Tanto temes a tu viejo maestro?

Bueno, pelirrojo, me he cansado de tus adivinanzas. Me voy con Cell, que por lo menos me ofrece "ver a través de los Velos", sea lo que eso sea. Tu hablas de cambio y la verdad, que para cambiar ya me visto yo de chica y cambio.

Habló después al aire.

Eir, venga, no me preguntes más. Esta es mi desición final.

Se encoge de hombros.

Como desees. Veo el Cambio... Y el Cambio es mucho más que cambiar de ropa. En cualquier caso, suerte.

Se aparta con delicadeza de tu lado.

Sonríe victorioso. Te mira evaluándote y te extiende su mano.