Partida Rol por web

[HLdCn] Asesinato en el Orient Express

Compartimento 10

Cargando editor
02/11/2014, 00:26
Ada Birdwhistle

Cuando Ada y Phineas partieron a medianoche, la niña iba todavía medio dormida, frotándose los ojos que sentía pesados por el sueño y bostezando cada pocos pasos. 

Sin embargo, cuando volvieron de la excursión nocturna, la pequeña lo hizo con los ojos vivaces y despiertos y más animada de lo que había estado en todo el día.

Esperó a que su acompañante hiciese el ritual del pequeño papel por debajo de la puerta y después entró en el compartimento buscando a Abbey con la mirada rápidamente, para asegurarse de que estaba bien. Al verla le dedicó una sonrisa. - Hemos hablado mucho rato y la siguiente noche vendrá el señor Lancaster aquí. - Informó, antes de caminar hacia la litera de la que había salido hacía un rato. 

Allí se tumbó y dejó que su cabeza colgase fuera, para mirar a Abbey desde allí. - Y por el camino he espiado al señor Heath, pero tengo que pensar un poco en lo que he visto para entenderlo bien. - Reconoció, sonrojándose un poco por no ser capaz de tener una conclusión sobre el hombre tan pronto.

- Mañana cuando lleguemos al vagón restaurante pediré un té si es un malo malísimo. Y un chocolate si es bueno como nosotros y sólo es un poco raro. Es el plan que hemos hecho, pero usted tiene que saberlo también. - Comunicó, asintiendo convencida en dirección a Abbey.

- Y ahora el señor Poirot va a salir a buscar cucarachas. - Terminó mientras un bostezo enorme interrumpía sus últimas palabras. De nuevo en la cama, con los pies bajo la manta, empezaba a sentir el peso de las altas horas a las que se habían levantado. Ada nunca solía estar despierta hasta tan tarde y empezaba a recuperar el sueño perdido. 

Cargando editor
02/11/2014, 01:14
Director

Hasta el momento del brusco despertar, el resto de la noche ha transcurrido con normalidad y con un sueño plácido sin interrupciones.

Cargando editor
02/11/2014, 16:34
Abbey Lansbury de Kent

Los sonreí cuando volvieron, y escuché sus explicaciones en silencio, totalmente deseosa de información. Me encantaban los chismorreos por el mero hecho de enterarme de las cosas, aunque luego se me solían olvidar o les daba poca importancia. La cuestión era que me gustaba pensar que Phineas y Ada estaban en una especie de club elitista donde podían hablar y descubrir cosas acerca de los viajeros del tren. Y yo quería ser una más.

—Entiendo, entiendo— dije, asintiendo con la cabeza, algo divertida.

Me pareció una genial idea que Lancaster fuera el que se trasladara. Era mejor una persona merodeando que dos juntas en mitas de la noche. Me quedé más tranquila por ello, y seguí escuchando lo que Ada me transmitía.

No te preocupes, Ada—dije, sonriente—. No es fácil ser una buena espía— sonreí, divertida, mirando su cabeza desde la litera de abajo—. La gente tiene una máscara que siempre muestra, y su rostro real está escondido siempre— asentí, confirmando mis palabras—. Cuando estés preparada, estaremos encantados de escucharte.

Asentí, pensativa, recordando de manera cautelosa lo que Ada me acababa de decir. Chocolate y té.

—Vale, chocolate bueno— resumí—. Espero que pidas chocolate— suspiré, no quería ni pensar si Ada llegaba a ver a un hombre malo tan de cerca y sola después de todo lo que había pasado.

Después de un día tan largo, Morfeo me atrapó y me dormí casi al instante. 

Cargando editor
03/11/2014, 10:54
Phineas Poirot Lansbury

Largos minutos habían pasado de la media noche. La una amenazaba en ser protagonista en su reloj cuando salieron de las estancias del joven Lancaster. Hicieron una visita al excusado y, finalmente, acompañó a la pequeña a husmear al señor Heath, mientras él, vigilaba el pasillo.

-No te preocupes.- Le susurró. -Duerme, asimila la información, y mañana nos la comunicas según lo acordado.- La tranquilizó al verla arrugar las cejas como preocupada. -Tampoco yo nací aprendido.- Era mucha responsabilidad para alguien tan joven, y Poirot tampoco olvidaba que acababa de padecer un trauma al mismo día.

A la vuelta, tras la acordada transacción del papel por debajo la puerta y viendo que su esposa estaba bien sumado a que la pequeña Ada sabía resumir tan a la perfección aquella improvisada reunión, a Phineas no le tocó más remedió que confiar en la seguridad de ambas y partir. -Debo hablar con el señor Stiltoon. Y espero que las respuestas que me ofrezca sean satisfactórias. No sé cuanto tardaré, pero no os preocupéis.- Aseguró con voz reconciliadora y calmada. -Dormid. Antes del alba estaré de nuevo vigilando esta puerta.- Tenía una irritante convicción de sus propias decisiones y facultades.

Su esposa quiso sin réplica alguna devolverle la pistola que él quería que guardasen para su propia seguridad. Resignado, al fin, tras advertirlas de que bloqueasen la puerta que dividía el dormitorio respecto al resto del habitáculo, Phineas besó a Abbey con el apremio que el tiempo exigía y se mezcló de nuevo a las sombras. Pretendía hacerle una visita al licenciado y pedirle explicaciones sobre su errante actitud demostrada por la mañana y mediodía.  Posiblemente se auguraba una prolongada charla o interrogatorio. El detective no era un hombre de fe pero que Dios le guardase si las respuestas no le gustaban, pues se vería obligado él mismo a terminar con su existencia. No es que fuese un carnicero, pero otras veces se había visto obligado a exterminar algún que otro malhechor, y lo haría de nuevo sin ningún remordimiento, más aún estando la vida de su esposa, y su protegida, en juego.

Cargando editor
06/11/2014, 00:29
Director

Notas de juego

He añadido a Richard a este compartimento, pues los tres amigos así lo acordaron en la reunión de la pasada noche, para incluir así a Abbey en el colegueo.

Lo que escribáis aquí, lo veréis los cuatro.

Cargando editor
06/11/2014, 13:08
Abbey Lansbury de Kent

—¡No me gusta!— dije más alto de lo que me hubiera agradado, pero no podía evitarlo.

Pestañeé varias veces, notando un rubor subírseme a las mejillas por haber sido tan indiscreta y bajé la voz cuando continué:

Esa mujer no me gusta. Parece de piedra. Totalmente serena por los acontecimientos que pasan. Phineas, soy una mujer impulsiva, y sé lo que tengo en mi maletín de médico, dime que sea sensata y no la mate esta noche— murmuré, algo enloquecida—. ¿Y Heath? ¿Por qué parece ser una mente criminal cuando es un inocente cordero?— pregunté, exasperada—. ¿Y por qué siguen tomándola contra usted, Lancaster?— añadí, llevándome las manos a la cabeza, sin comprender—. ¿Es que este tren está lleno de incompetentes? ¿De absurdos?

Suspiré, dejándome caer en uno de los asientos, extenuada.

—En serio, hacen que la investigación se complique— dije, algo más calmada. 

Cargando editor
06/11/2014, 14:15
Ada Birdwhistle

Ada entró silenciosa al compartimento de los señores Poirot y una vez allí se quedó de pie junto a la ventana. Sus ojos recorrían el paisaje nevado, iluminado tan sólo por la luz que escapaba de las ventanillas del tren y se hizo más consciente que nunca de lo realmente atrapados que estaban. No había manera de escapar. Y si la hubiese, tan sólo una muerte fría los esperaba allí fuera. 

Las palabras de Abbey la sacaron del pesimismo de sus divagaciones y la niña se dio la vuelta para acercarse a los adultos que se habían reunido allí. - Creo que lo hemos estado haciendo todo mal. - Dijo en voz baja, dedicándole una mirada de disculpa al señor Poirot. - Siento que le hayan atacado, me equivoqué al sospechar de ese señor. - Admitió, antes de bajar la mirada un instante, contrita. 

- Ayer le dije que si yo fuese una asesina lo mataría. - Continuó, levantando la mirada hacia el detective y frunciendo el ceño. - Pero claro, eso sería si usted fuese un peligro. - Añadió, poniéndose un dedo en la barbilla. - En cambio si usted estuviese acusando inocentes, lo habría dejado con vida, ya que me estaría ayudando sin darse cuenta. Y cuando se descubriese que lo eran, la gente dejaría de creer en usted y ya no sería un problema.

La pequeña buscó un cojín de su litera y una manta y se sentó en el suelo, cruzando las piernas a lo indio y tapándose con la manta. - He estado pensando mucho hoy. Muchísimo. - Aseguró, con expresión seria. - Mi padre jugaba al ajedrez, ¿saben? Siempre intentó enseñarme, pero a mí me parecía un juego muy aburrido. Sin embargo, él siempre me decía "Ada, cuando no veas la solución a un problema, tienes que aprender a darle la vuelta al tablero". Nunca lo había entendido. - Reconoció entonces, arrugando la nariz. - Pero creo que ahora lo comprendo. Quiere decir que hay que mirar las cosas desde otro punto de vista, ¿no? - Preguntó, mirando al detective.

Hizo una pequeña pausa y sus enormes ojos color miel recorrieron a los presentes antes de que su dulce voz sonase de nuevo. - Sabemos que nosotros no somos malos malísimos, el señor Heath tampoco lo es, no encontré nada especial entre sus cosas. Sólo es un viajero más. También sabemos que el señor Collins no lo es. ¿Y los otros? Podría ser cualquiera. - La pequeña suspiró. - Creo que tenemos que fijarnos en quienes dieron ayer la razón al señor Poirot. Pienso que al menos dos de los malos le harían caso para tenerlo a su favor. Y también creo que no todos lo harían, para no ser muy evidentes. Incluso puede que algunos se votasen entre sí para disimular, como la señora alemana, que votó al muchacho sin motivos. - Arrugó de nuevo la nariz. - Quizá sí tenía motivos y quería tener excusa si después la mirábamos a ella. 

Se cruzó de brazos  y siguió hablando con el mismo tono pensativo. - En las votaciones de hoy no creo que podamos sacar demasiado. Aunque el señor ese fuese malo, los demás malos lo votarían para parecer buenos. Pero creo que tenemos que fijarnos en quiénes están empezando a intentar que dejemos de creer en el señor Poirot. El señor Lowell y la señora alemana. 

La niña se encogió de hombros y su mirada se centró un poco mientras dejaba sus hombros se echasen hacia delante, encorvando la espalda como su institutriz había odiado que hiciese. - ¿A quién debería espiar esta noche? Podría echar un ojo a la señora alemana, o al señor Lowell, o a esa otra mujer si usted quiere, Abbey. O al jovencito al que votaron por pobre. Fue el primero en oponerse a la monja cuando ella quiso matarme.

Miró a los tres adultos como pidiendo ayuda o consejo y finalmente sus ojos se detuvieron en el señor Lancaster. - No me molesta que me toque usted la cabeza. - Aseguró entonces, recordando lo que había pasado un rato antes en el restaurante. - Usted me cae bien. Y era amigo de mi padre. - Dijo, como si eso lo dejase todo claro. - Sé que no me haría nada malo.

Cargando editor
06/11/2014, 17:49
Richard Lancaster III

Richard, apoyado en la cama, fumaba un cigarrillo, pero su pulso no era firme. Probablemente, el estar recibiendo cada noche más votos le estaba pasando factura. Sin embargo, tuvo el suficiente temple para mostrar las notas que había hecho en una servilleta durante el día.

- Bien, seguro que en este viaje, como dijo el señor Poirot, hay alguien capaz de proteger a otros1, pero aún no se desvelado. También sabemos que la señorita Abbey tiene conocimientos médicos2, y que el señor Stiltoon era algún tipo de policía de incógnito3. También en este tipo de lugares suele haber personas que, tomando determinadas sustancias, dicen que ven a los fantasmas4, pero eso son tonterías que no afectan al caso. Nuestra querida Ada es una investigadora de primeray me juego el cuello a que hay en el pasaje la típica persona que sabe todos los rumores6. El señor Poirot ya reveló ir bien pertrechadoy el señor Collins reveló tener contactos suficientes para hacer que otro arriesgue la vida por él8 - dijo, tomando aire. No se percató de que el cigarrillo se había consumido por completo mientras hablaba - Seguramente entre los pasajeros se encuentre algún anticuario con algún objeto turco, como una capa o una cota de malla de recuerdo9. Sabemos que hay cuatro asesinos por las puñaladas, dejando a tres pasajeros normales y corrientes, entre los que me puedo incluir. ¿Qué les parece lo que tengo hasta ahora?

Luego escuchó las palabras de Ada y sonrió afablemente, relajando su nerviosismo.

- No dejaré que te pase nada, pequeña. Cuando lleguemos a Londres, me encargaré de que vivas en un buen hogar.

Notas de juego

Tomando la lista de Roles:

1 -> Guardaespaldas - ¿?
2 -> Médico - Abbey Lansbury de Kent
3 -> Policía de incógnito - Lorens Stiltoon III
4 -> Médium - ¿? (este rol me mosquea muchísimo, pero no es problemático)
5 -> Investigador - Ada Birdwhistle 
6 -> Vieja chismosa - ¿? (tampoco es problemático)
7 -> Justiciero - Phineas Lansbury
8 -> Diplomático - Sir Edward Collins
9 -> Exiliado otomano - ¿?
10 -> Pasajero1
11 -> Pasajero2
12 -> Pasajero3 (Richard)
13 -> Asesino1
14 -> Asesino2
15 -> Asesino3
16 -> Asesino4

Cargando editor
06/11/2014, 18:03
Ada Birdwhistle

Ada escuchó al señor Lancaster muy atentamente y cuando terminó hizo una pequeña mueca con la boca. - Tengo una tía en Londres. Se llama Edith. No la he visto nunca, pero mi padre dijo antes de morir que ella se haría cargo de mí. Siempre decía que tengo sus cabellos. Fraulein Rottenmeier me iba a llevar hasta su casa. - Añadió con cierta nostalgia. 

Tras un par de segundos sacudió la cabeza, apartando esas ideas de ella y miró al hombre, esforzándose por dedicarle una sonrisa. - Es usted muy listo también. Se nota que ha viajado mucho y conoce a la gente. - Aseguró. - El señor Heath no tenía nada de eso que usted dice, creo que sólo era un pasajero normal y corriente como cualquier otro.

 

Notas de juego

Añado a Heath como pasajero sin más ^^.

Tomando la lista de Roles:

1 -> Guardaespaldas - ¿?
2 -> Médico - Abbey Lansbury de Kent
3 -> Policía de incógnito - Lorens Stiltoon III
4 -> Médium - ¿? (este rol me mosquea muchísimo, pero no es problemático)
5 -> Investigador - Ada Birdwhistle 
6 -> Vieja chismosa - ¿? (tampoco es problemático)
7 -> Justiciero - Phineas Lansbury
8 -> Diplomático - Sir Edward Collins
9 -> Exiliado otomano - ¿?
10 -> Pasajero1 - Frank Heath
11 -> Pasajero2
12 -> Pasajero3 (Richard)
13 -> Asesino1
14 -> Asesino2
15 -> Asesino3
16 -> Asesino4

Cargando editor
06/11/2014, 18:12
Richard Lancaster III

El joven asintió y sonrió a la joven por su apunte.

- ¿Qué opinión tienen del joven Ivan Mc Gregor? Apenas si dice dos palabras, y si algo he aprendido en las fiestas navideñas de Su Majestad es que quien más calla es quien más tiene que ocultar. Me llamó la atención el motivo de su última votación.

Cargando editor
06/11/2014, 18:18
Phineas Poirot Lansbury

En cuanto entró en el compartimento, Phineas se hundió en su mutismo durante unos minutos, con la cabeza apoyada en su puño y la mirada perdida en la blanca nieve, que era lo único que podía avistarse por la ventana a la que se mantenía alejado. Luego, se levantó, rebuscó frenético hasta encontrar su pipa y se dejó caer de nuevo sobre el sillón sintiendo, de pronto, un dolor que por unos instantes había olvidado.

Apretujó la hierba con el dedo dentro del hornillo y la encendió, dando largas caladas antes no habló. Asentía levemente, y sin ser consciente, a cada palabra de la Sra. Lansbury. ¿Cómo se había podido equivocar tanto? Siempre acostumbrado a atisbar hasta el más pequeño detalle y ahí todo resultaba engañoso. Como si hubiese perdido su capacidad de deducción y percepción. Claro que tan solo había podido husmear en la escena donde murió la institutriz, aun así sentía rabia por no poder leer en los mismos pasajeros como solía tener costumbre de hacer.  -¡Maldito patán!- Susurró para sí impotente. “A Scotland Yard debería de haber pertenecido aquél hombre por su incompetencia” se repetía.  Suspiró escuchando como su esposa ponía voz a la misma pregunta que él se hacía. “¿Por qué todo el mundo en ese tren tenía que actuar como culpables?” Nunca, jamás, se había visto tan obnubilado en ningún caso. 

-Mierda, mierda, mierda. ¿Cómo no pude preverlo?- Se castigó recordando que, tanto Ada como Abbey, le habían sugerido no interrogar a Stiltoon, quién resultó ser lo que amenazaba: un hombre armado y peligroso. Sacó el aire de sus pulmones vaciándolo, como si también se vaciara de remordimientos. Culparse, y mirar atrás, no serviría de nada, era gastar energías de forma estéril.

Alzó la vista y observó frente de él a la pequeña, quién se acercó donde ellos estaban. –No se disculpe, señorita Birdwhistle. Usted no es culpable de nada, es más, propuso un cambio que nos hubiese resultado muy propicio y no atendí. Este desastre ha sido tanto culpa mía, como de la incompetencia del difunto. Solo que uno de los dos consiguió explicarlo, gracias a Abbey.- A quién dedicó una nueva mirada agradecida.

-Sois una señorita muy lista. No dejéis que os haga dudar de ello el hecho de cometer un par de errores que yo, a mi vez, con mi experiencia también cometí. Vuestro padre tenía razón en la valoración que os hacía.- Luego asintió silenciosamente a lo del ajedrez, no solo por la idea sino por la interpretación que ella había hecho.

Escuchó en silencio y meditando las distintas aportaciones que iban extendiendo unos y otros. Dando, sin levantarse,  un vistazo distraído a aquellos apuntes. -No le considero para nada un pasajero normal.- Afirmó Phineas riéndose del joven talentoso, mas recordando las circunstancias en que se conocieron. La mayoría de las opiniones, o medios, que proponían seguir y por los que se inclinaban no solo los compartía sino que había llegado en su tiempo a la misma conclusión.

-Obviamente, nuestra ahijada tiene razón. Habrá que observar con atención las votaciones del día de ayer, seguro que nos dicen más de lo que vemos, pero también podrían despistarnos si los asesinos quisieron votarse entre ellos para no hacer tan evidentes sus movimientos. Aún así, revisémoslos son bastante significativos ahora que sabemos bastante. En vista de eso, McGregor, pues aún no sabría decirles, de momento sospecho más de la violonchelista que tiene mucho interés por cambiar la dirección del tema sin realmente aportar nada, de la viejecita de estómago de hierro, del señor Lowell, como han apuntado nuestras inteligentes compañeras y no nos olvidemos de Stinson quién cambió su voto de Abbey a Sor Lorenza solo por seguir la tónica general.- Escrutó lo que pensarían todos. –Aun no te diré que no la mates, porque no sé lo como organizaremos nuestra estrategia esta noche, temo por ti, quizás realmente ahora sí vengan a por mí o Dios sabe quién puede ser su siguiente objetivo. Los granos de este enorme reloj de arena avanzan y tendremos que ser más listos que ellos. Puede que tengamos que asestar todo el golpe ahora que quizás aun estemos a tiempo, pero… ¿Cómo equivocarnos el mínimo posible? ¿Por quién ir Bey?¿Quién mirar la señorita Birdwhistle?¿Hacia donde empujaremos las votaciones mañana? ¿Me reservo o me muevo esta noche?- Eran muchas preguntas, dejó flotarlas un buen rato y cambió de tema para verlas más adelante con la mente más fresca.

-Respecto a que la tomen con nuestro amigo Lancaster, querida, no me preocupa. En cuanto veamos que las votaciones se salen de madre en su contra hablaré a su favor, aunque tenga que desvelar lo de este pequeño club, no se preocupen que no me perdí mi sensatez, aun. No hablaría del resto de sus integrantes… claro está. Si he dejado a esa mujer acusarlo, y que él se defendiese a sí mismo, fue por varias razones. Primero porque no me interesaba que las votaciones que estábamos ejerciendo cambiasen de cariz en otro sentido, cuando creo poderosamente en la culpabilidad de Otterbourne. Segundo, porque no quise alertarla de que es la principal en mi lista de sospechosos como dice dice Abbey. No, no eres la única a quién le escama. Creo, Bey que estas sobre la pista. Creo que ella es nuestra principal sospechosa, por el momento.- Se levantó y se estiró, pero le dolía tanto como estando sentado y se cansaba más rápido.

-Y el tercer motivo, por el que no he intervenido ha sido para no poner en una situación difícil a nuestro joven amigo, dejando claro tan tempranamente está relación tan provechosa, como productiva. Vamos mejor de lo que quieren hacernos ver el resto del pasaje. Cierto que hemos cometido un par de errores graves pero comprensibles y no olvidemos que estos nos han permitido ponernos sobre la pista correcta. Actualmente tengo mi lista limitada a seis sospechosos, no descarto del todo al señor Carmichael pero de momento es a quién más confío. Alargó su lista y dijo: Vuestra lista está perfecta, pero… -Sacó un papel de su bolsillo y garabateó rápidamente algunos nombres. -Démosle una vuelta al tablero.- Sonrió guiñándole un ojo a Ada.

Notas de juego

Pasaje:
1. Andrew Lowell (sospechoso)
2. Jhon Stinson (sospechoso)

Lorens StiltoonIII (Inocente)
Sor lorenza (inocente)
Richard Lancaster III (inocente)
3. Elga von Hollard (sospechoso)
4. Eleanor Bow (sospechoso)
Ferninman Götze (inocente)
Edward Collins (inocente)
Abbey Lansbury de Kent (inocente)
Phineas Poirot (inocente)
Ada Birdwhistle (inocente)
Frank Heath (inocente)
5. James R. Otterbourne (culpable según apuntan los hechos)
Edward Carmichael  (posiblemente inocente)
6. Ivan McGregor. (sospechoso)

Luego, Phineas apuntó:

Analizando la votación 1,2 (cambió su voto de Abbey al de la mayoría),4,6 votaron por Sor Lorenza.
3. votó por Lancaster
5. votó por Heath
1,2,3,4 -Tienen compartimentos aislados. Fácil salir de ellos sin que un compañero sospeche.

(En la lista había omitido el nombre de la institutriz por consideración a Ada, a quién no quería afectarla).

(Nota jugador: el problema de vuestra lista (que está estupenda ^^) es que nos da el trabajo de saber qué eran los muertos. Así nos centramos más a lo que tenemos y debemos inocente/culpable, pero sin nunca olvidar lo que habéis apuntado, que más adelante nos será de vital importancia.)

Cargando editor
06/11/2014, 20:09
Phineas Poirot Lansbury

Notas de juego

4 -> Médium - ¿? (este rol me mosquea muchísimo, pero no es problemático)

No sé si debería decirlo, porqué no es más que una tonta sospecha. Pero creo que es carmichael, lo de no faltar a los muertos y un par de cosas más de las que ha puesto me lo dan a pensar.

Cargando editor
06/11/2014, 20:13
Richard Lancaster III

Notas de juego

Entre nosotros, y para evitarme un "a toro pasado qué bien se ven las cosas", yo diré que el Director seguro que nos tiene algo guardado con el Medium... ¿un giro inesperado de la historia?

Cargando editor
06/11/2014, 20:16
Phineas Poirot Lansbury

Notas de juego

x'DDDDDDDDDDDDDD

Podría muy bien ser. Y eso si luego no hay algun rol que falte o sobre :P 

Pero viendo lo que sabemos... no estamos tan mal. ^^ la cuestión es quién correrá más.

Por cierto, en vuestros apuntes estáis obviando los enamorados. Creo que es MUY importante añadir ese dato, Ada lo dirá ;P

Cargando editor
06/11/2014, 20:36
Richard Lancaster III

- Bien, entonces, ¿cuál es nuestro próximo movimiento? ¿Nuestra intrépida investigadora echará un vistazo al equipaje de la doncella alemana, y nos dará la señal por la mañana?

Notas de juego

Que yo sepa, no hay Enamorados en esta partida, he cogido la lista de Roles que puso el Director. Otra cosa es que, como bien dices, haya Roles invisibles a los jugadores ;)

Cargando editor
06/11/2014, 20:38
Ada Birdwhistle

Ada estudió la lista que le tendió el detective y después hizo una mueca con la boca mientras se quedaba pensativa un instante. 

- A mí la señora esa del violoncello sólo me parece estúpida. - Dijo tras algunos segundos de reflexión, de esa forma directa que tienen los niños de decir las cosas más desagradables. - Me da más la sensación de que se siente amenazada y no quiere que la engañen y por eso desconfía de tonterías. Aunque quizá me equivoco, me parece más sospechoso el chico ese que dice el señor Lancaster. El señor McGregor. Él, el señor Lowell y la señora alemana. Ella sólo habla para dejar mal al señor Poirot. Y ellos dos no dicen nada pero luego votan haciéndole caso. Pero se esperan al último momento, creo que para ver hacia dónde apunta la gente. Puedo espiar a alguno de ellos esta noche, si quieren. ¿A la señora alemana entonces? También puedo espiar a la otra mujer para salir de dudas. - Preguntó, mirando a Abbey y esperando su opinión.

Miró entonces al señor Poirot y negó con la cabeza. - No creo que deba reservarse, señor. Cada vez nos queda menos tiempo. Pero no sé a quién podría usted interrogar esta noche.

Volvió a quedarse en silencio y habló después de nuevo, esta vez en voz más baja y frunciendo el ceño decidió confesar lo que la tenía más preocupada a sus acompañantes. - Creo que si fuera un asesino esta noche me mataría a mí. - Se encogió de hombros con un pequeño escalofrío y después se explicó con un hilo de voz. - El señor Poirot dijo que durante la noche había descubierto que el señor Heath no es malo. Y ya todos saben lo que él y Abbey saben hacer. No sería raro que pensaran que se lo había contado yo al estar en este compartimento. Y si creen que puedo espiarlos, seguro que quieren matarme. - La pequeña bajó la mirada a sus manos que temblaban por el miedo a que sus peores temores fuesen ciertos. 

 

Notas de juego

Los enamorados la pueden liar parda, si lo sabré yo XD. Sí que hay, es rol secundario, como lo nuestro de los tres amigos. Pero por ahora ni idea de quiénes podrían ser. Al menos sabemos que siguen vivos, eso seguro.

Cargando editor
06/11/2014, 20:43
Phineas Poirot Lansbury

-¡¡Tonterías!!- Espetó Phineas. Y tan pronto lo había dicho se suavizó acercándose a la pequeña dedicándole un gesto afable y protector. -No dejaremos que eso ocurra.- Si ella estuviese en lo cierto, aquello si que no podría perdonárselo, no solo por fallar a su amigo James, no solo por perder una de las mentes más brillantes que traerían los tiempos futuros sino que además, Abbey y él mismo, habían empezado a tomarle un profundo cariño. -No dejaremos que eso ocurra.- Repitió. -Vas a tener a uno de nosotros en todo momento a tu lado.- Había olvidado inconscientemente las formas. Quizás despuñes de todo el detective no era un hombre tan frío.

-No obstante, la observación me parece muy válida y muy adulta. Eso de los votos a último instante, es algo a tener en cuenta. ¡Muy avispada jovencita! Además, Elga en su primera votación fue muy "azarosa" según ella y, como dices, pone en duda mis habilidades pero luego secundarlas votando. Deberíamos tenerla en nuestros planes de esta noche, esto sin duda. Quizás pueda encargarme yo.- Meditó tal posibilidad.

-Usted y Bey, pues, ir por otros objetivos sean la señorita Bow y su voto dispar cuando estaba todo demostrado (aunque tu argumentación, señorita Birdwhistle es de tener en profunda consideración y casi empiezo a pensar lo mismo), o el señor Lowell. McGregor quizás sea culpable, pero es el que lo tiene más complicado para salir de su compartimento, si es culpable igual alguien lo oirá o verá antes de que todo termine. Los que duermen solos me parecen de mayor prioridad. ¿Qué opinan? Dado lo poco acertado de la pasada noche, hoy prefiero escuchar a los jóvenes, y después de todo también mi mente se encuentra algo embotada.

Cargando editor
06/11/2014, 21:05
Phineas Poirot Lansbury

Notas de juego

Estaba escribiendo mi post de despedida en la escena general. Incluiré algunos detalles o referencias, quizás mencionar "amigos" a ver si puedo alejar un poco la atención sobre Ada. Creo que tiene razón y es un mal necesario.

Cargando editor
06/11/2014, 21:20
Ada Birdwhistle

Notas de juego

¡Ten cuidado no la llames demasiado sobre ti al hacerlo! XD

Cargando editor
06/11/2014, 21:24
Phineas Poirot Lansbury

Notas de juego

Mis notas las tenéis, y mis observaciones también. Creo que seguiréis, de ser necesario, muy bien mi legado :P

XDDDDDD

No quiero morir, pero descubrir a los pocos que quedan, creo que vale la pena el intento. Además, si van pr mí no van por vosotros, lo sentiría mucho por Abbey, y su esfuerzo XDDDDD de verdad, pero prefiero que sobreviva ella y Ada. ^^

Igualmente os lo pongo aquí para que lo leáis primero a ver que os parece:

Decidme algo, puesto que no tengo nada de tiempo y tendré que publicarlo en 10 o 15 o 20 minutos a mucho esperar:

Aceptó con resignación la regañina de su esposa y su negación a darle la tan ansiada, y casi necesaria, droga. Más tarde, insistiría.

-Gracias por su colaboración, señor Heath.- Celebró Phineas cuando Frank  respondió a una pregunta que podría haber sido retórica si éste no tenía ningún secreto que esconder. -Siento que tenga que repetirlo, pero después de los antecedentes, bien tenemos que confirmarlo mucho. Que después, son ustedes muy prestos a señalarme por cómo conduzco la investigación.- Sonrió sin alegría pero cargado de ironía. Aunque  agradecía que aquél hombre inocente, contra toda posible duda que el detective pudiese albergar gracias a los amigos que al tren tenía, confirmase lo que sabían. No sospechaba de él, solo necesitaba confirmarlo, que luego no resultase que se había levantado para ir a robar bebidas al bar, o algo así. Cualquier cosa vergonzosa, quién sabe si deshonrosa, pero que por otra parte no merecían la pena ocultar para llevar un inocente al horno.

Se giró, murmurando un quejido y respondió: - Muchas gracias también a usted, señor Stinson. Puede que cuando tengamos más datos esta noche, puesto que, como comprenderá, no trabajo solo en este caso, entonces lleguen esas preguntas. Pero, por el momento, creo que por hoy es suficiente. Mis opiniones, como se ha visto pueden herir sensibilidades, así que, ahora por ahora, mejor me las guardo hasta tener detalles más sólidos sobre unos, u otros, antes de señalar a nadie, a no ser, que no nos quede otra salida.

Como el Revisor, el detective también puso su atención al silencioso Collins. Poirot mostró su contrariedad y llegó a la conclusión de que seguramente seguiría en estado de shock, o esa era su esperanza puesto que podía resultar alguna lesión más grave aún. No todo el mundo se recuperaba tan pronto como él de una experiencia violenta de aquél estilo, y ser responsable de la muerte de alguien era un peso terrible que había que aprender a llevar, como hacía cualquier médico, puesto que a veces era inevitable que un paciente muriese en sus manos y camilla, como bien solía recordar al pensar en Abbey, su pasado y servicio en la Gran Guerra.

De todas formas, su vista se nublaba, Phineas estaba forzando demasiado su cuerpo, así que no le quedó otra alternativa que retirarse y dar la escena por perdida. Después de todo, la habían pisoteado entre los testigos, la carreta del carbonero, y los que auxiliaron al desdichado hombre herido.

Observó el grotesco drama y conclusión de aquellas votaciones, leyendo cualquier rasgo de posible culpabilidad en el rostro del señor Otterbourne, hasta que la carreta desapareció y Abbey lo sacó de sus sombrías reflexiones. -Sí, será lo mejor.- Acordó acomodando parte de su peso en ella. Seguidamente, se dejó ayudar, pues a pesar de su orgullo, lo necesitaba.

 -Mi querido Revisor, ¿nos hará llegar algo de cena?- Preguntó a última instancia antes de dedicar una escueta despedida a todos los presentes.

Cuando la pequeña Ada finalmente les alcanzó, fue consciente de todo lo que podría estar sufriendo, de si lo habría visto en aquél baño de sangre, creyéndolo muerto. Finalmente, teniéndola cerca pudo preguntarle. –¿Está usted bien, señorita Birdwhistle?- La respuesta seguramente se perdió en la distancia.