Partida Rol por web

Llega Jarvy a la fiesta como todo el mundo, con el traje de protocolo. Que mas. Y ya con unas grapas encima, como debe ser.

No conduce, trae su tio en un Jeep, el Tio raro, le gustan los safaris e ir de cazeria. A Jarvy no le agrada la vida salvaje, pero de su Tio aprendio todo lo que necesita saber de supervivencia para sobrevivir en el inospito e inquebrantable mundo salvaje. Su padre estaba de viaje a menudo por negocios y Jarvy le tocaba estar con parientes. Su padre nunca confio en él para dejarlo solo en la mansion. Asi que cuando no estaba con un Tio, estaba con algun abuelo o algun otro pariente. Su hermana vivia en el exterior. Y su madre habia muerto en el parto de su hermana.

Llego y enseguida empezó a mover el cuerpo al ritmo de la musica* estimulado por la grapa y una bebida energisante que llevaba consigo. Un Red Bull. Y le dio alas a la noche para que empiece el show. "Gamgam, gamgam, gamgam style." pensaba mientras bailaba.

Diane hizo esperar un poco a Jason con una triple finalidad: contarle a Javi el corte especial que había decidido para esta noche, dejar a su padre que disfrute haciendo de padre y hacer sufrir a Jason un poco. No es que le molestara que se enrollara con otras porque no estaban saliendo y ella también lo hacía, pero sí le molestaba que la creyese tan tonta de no enterarse. En los vestuarios femeninos se habla todo y es rara la relación que no se hace pública. Aunque existir, existen, claro.

Colgó el teléfono dejando de hablar con Javi y se propuso a salir ya, pero la interrumpió su madre llamando a la puerta.

Sin la protección de su padre, su madre le insistió para que se pusiera el sostén preocupada por la reputación de su hija. Era muy cómico, porque nadie en el instituto podía tener mejor reputación que ella. Aun así, hizo caso a su madre y se puso el sostén.

Finalmente preparada, bajó las escaleras para encontrarse con Jason, imponente en su esmoquin blanco.

Le sonrió mientras bajaba y contestó a su halago.

Hola Jason. Lo sé. Tú también vas a ser la envidia de la fiesta - Porque vas a ir conmigo

Le dio un beso en la mejilla a su padre, que la miraba embelesado con amor de padre como si no la hubiese visto bajar minutos antes.

Papá, nos vamos

¡Espera! - Dijo su madre desde la escalera. - ¡Nos falta la foto de la parejita! ¡Rachel! - Su hermana asomó la cabeza desde la cocina y se puso muy roja al ver a Jason. Ese era otro de los motivos para ir con él al baile: Rachel se moría por probar los músculos de Jason. - Cariño, sácales tú la foto que yo no me arreglo bien con este aparato

Después de la foto, se despidieron de nuevo, pero esta vez fue su padre el que los detuvo.

Hijo, - Le dijo a Jason. - Me alegra verte. Nos deberíamos ver más a menudo. Que te parece si vienes el próximo fin de semana y me ayudas con el jardín. ¿Sabes manejar unas tijeras de podar? ¿No? Yo sí. No lo olvides. Ni tampoco lo que hablamos antes - Le fulminó con la mirada.

Diane no sabía que habían hablado antes, pero se lo podía imaginar.

¡Papá! - Le reprendió. Pero luego se inclinó para darle otro beso en la mejilla antes de salir de la casa y meterse en la limusina con Jason.

Lo primero que hizo al entrar, una vez estaba a salvo de la mirada de su madre por las lunas tintadas, fue quitarse el sostén sin quitarse el vestido y recolocarse los pechos.

No voy a necesitar esto - Dijo guardando la lencería en el bolso. Una cosa era quitárselo, pero era un conjunto super mono y super caro. No iba a perderlo.

- ¿Dónde vas con ese puto afeminado aborto entre Marilyn Manson y Edward Cullen? - cuando el hermano se enteró de que iba a ir al baile con el gótico su descerebrada maldad e inmadurez salió a flote, en una campaña de acoso y derribo contra su amigo y la decisión inamovible de Amy su intención se centraba en crearle un complejo de inferioridad al comparar sus físicos y gustos, despertar dudas acerca de lo que sentía por él. Todo el tiempo se pasaba criticando la mala pareja que hacían los dos.

Pero todo eso le entraba por un oído y le salía por el otro. Por suerte delante de ella los dos actuaban con total indiferencia. Aunque era raro a Amy le hacia gracia ya que parecía que no había más vida inteligente en la habitación aparte de ella y él que estuviese hablando en ese momento.

Una sonrisa genuína brotó de sus labios al ver la rosa roja que Marcus le había comprado. ¿A qué viene esto? - pensó para ella. En su interior se hacía la tonta y no terminaba de créerselo, era tan irreal... Ahora no te comportes como una estúpida. - pero ahí estaba su sonrisa blanca y reluciente, ensanchándose más y más al paso de los segundos y el piropo que le había dedicado. Tomó la rosa y la acercó a su nariz para olerla. - Gracias por este detalle tan bonito Marcus. La conservaré siempre. - era una promesa, Amy le daba peso a los recuerdos así que metería la rosa dentro de algún libro que él le había regalado para su cumpleaños o buscaría un tutorial por internet para que la flor aguantase mejor el paso del tiempo.

- Tu también estás genial... - lo dijo sonriente, sonrojándose un poco y se acercó decidida para darle un beso en la mejilla. - Me encanta tu pelo... - la verdad es que sentía ganas de acariciarle la melena pero viendo que le ofreció su brazo para salir de casa el pensamiento de hacerlo se pospuso para otro momento. - Perfecto porque con estos tacones de aguja no hay dios que aguante una caminata. - se fueron para el coche pasando olímpicamente de Mike.

Al rato de subir y ponerse el cinturón la chica sacó el móvil de su bolso buscando una canción de su playlist dark que incluía más de un estilo. Cantó el estribillo (I'm waiting for you to open your arms... and drown in this love.) mientras le mandaba un whatsapp a Joanne. - Nuestros amigos están en el parque. - le comentó al gótico que iba conduciendo concentrado sin saber que la letra de la canción iba lanzada con una indirecta para él. - Y Javi se ha ofrecido a llevarles en su limusina. - puso los ojos en blanco. - Si Sam sube, vuelvo a casa y me pongo un vestido putón de mi hermana. - sería surrealista, ambas cosas.

Amy escribiendo...
Joanne, os recogemos? no nos cuesta nada.

Esperó a que su amiga contestase el whatsapp para hacer una cosa u otra.

Joanne se rió ante la reacción de Marty. Estaba completamente segura de que trataba de recordar si le había pedido a Sam ir al baile con ella o no. Eres lo mejor. Le dijo, mirando lo que sacaba del bolsillo con excitación poco disimulada. Iba a ser una noche larga e iba a necesitar del poder de las plantas para sobrevivir a ella sin pegarse un tiro.

La amante de las verduras también se rió ante la fingida indignación de Sam. Lo cierto era que lo mejor de la fiesta iba a ser ir con ellos, sin duda. Se alegro al enterarse de que ellos no irían a la fiesta como pareja.

Cuando la punk se dirigió a Sam y comentó su vestuario, Joanne se sonrojo un poco y miró al suelo sin saber muy bien cómo contestar. Lo cierto era que, pese a considerarla una buena amiga, la chica siempre la había desconcertado bastante. Lo cierto era que, salvo a Marty y a Sam, no hubiese permitido que nadie la llamase de aquella forma. Pero ella sabía que, de su parte, no iba con mala intención.

Gracias. Dijo, levantando la mirada del suelo y dedicándole una sonrisa encantadora. Tu estás más rompedora que nunca. Habría querido usar otra palabra, como guapa, pero tenía miedo de que Sam se lo tomase mal. Lo vamos a petar en esa fiesta, siempre que nos hagamos con el control de la mesa de mezclas, claro. Sino tendremos que soportar Despacito en non stop. Puso los ojos en blanco.

Se disponía a decir algo más cuando algo la interrumpió. El ruido de un coche seguido de una voz conocida. Era Javi. Cuando Joanne vio la limusina puso los ojos en blanco. Escuchó lo que el chico tenía que decirle y negó con la cabeza, divertida. Javi, te tengo dicho que contrastes tus fuentes. Estoy bastante segura de que no hay ninguna limusina "hibrida amigable con el medio ambiente". Le dijo, de forma casi paternal. Iremos andando, que es lo más sano y no generamos emisiones. Miró a Marty. Bueno, casi. Nos vemos allí. Se despidió, acompañando sus palabras con un gesto con la mano y una sonrisa divertida. ¡Y guarda alguna de esas botellas para cuando lleguemos!

Tras despedirse, miró su móvil que acababa de sonar. Vaya, parece que Amy y Marcus también van en coche. En serio, se están perdiendo las costumbres más saludables.

Joanne escribiendo a Amy:

Tranquila, si estamos a unos cinco minutos de allí. Id yendo, en seguida llegamos y nos vemos. ¡Marty tiene traje!

 ¿Vamos tirando? Les dijo, mientras echaba mano del bolso y sacaba algo parecido a magdalenas. Podemos comer esto por el camino. He decidido experimentar con Marty Jr. Les guiñó un ojo.

-No es que fuera malo ir contigo como mi pareja- empezó Marty buscando un encendedor luego de que Samantha le increpara en broma-. Pero estoy seguro que preferirías salir con alguien más, mmm, responsable- y le sonrió con picardía-. Por cierto, estoy de acuerdo con ambas, están guapísimas las dos- esta vez la sonrisa iba de una a otra.

Justo cuando encendía su “cigarro” apareció Javi con una extravagante limusina. La idea de ir en eso a la graduación le gustaba, como todo lo que implicara diversión, sobre todo al ser gratis. Pero Joanne dio por tierra el asunto. Solo se encogió de hombros y le dio una buena calada a su cigarro, pasándoselo a Samantha.

-Marty jr- dijo aun aguantando el humo en sus pulmones-. Siempre fue mi preferido- soltó el humo hacia arriba disfrutando de la sensación-. Aunque Joany jr y Samy jr también crecen bien- las miró con los ojos vidriosos-. Tengo a todo el curso… hasta Diane Jr compite por verdosidad* y exuberancia- aun no sabían dónde demonios podía tener tantas plantas de marihuana, siendo su casa no muy grande. También estaba el tema de ocultárselas a sus padres-. Marcus y Amy. Los pequeños crecen tan rápido- y fingió que se quitaba una lagrima de su ojo derecho.

Después de que llegamos sin ningún contratiempo al gimnasio del insti que aún se encuentra vacío, Jeremy me ayuda a bajar consolas, mezcladoras, micrófonos y cables para preparar mi lugar, ¡el mejor lugar de la fiesta!

-Listo, un cablecillo por aquí, los audi por acá, Jerry, revisa los amplificadores por fa... ¡Vámos a realizar algunas pruebillas! 3... 2... 1...- Josh suelta la música.

El lugar comienza a retumbar ritmicamente, Joshua sigue el ritmo con la cabeza y un audi pegado a su oreja mientras con sus mezclas y su destreza comienza a darle vida al gym.

Jeremy levanta un pulgar desde una  de las bocinas más alejadas, ayuda en lo que le indica Joshua y luego se despide del lugar recordandole la hora en que pasará por él para ir de regreso a casa, Josh asiente con la cabeza y continúa inmerso en su música.

Cuando Marcus escuchó la frase con la que el hermano de Amy pretendía ofenderle, estuvo a punto de responderle con su frase maestra: "A la mínima te tumbo", con la que ya se había dirigido a otros jóvenes con los que incluso había llegado al enfrentamiento físico en el pasado. Por suerte, el gótico supo contenerse y, cuando la la adorable Amy le tomó del brazo, ambos se dirigieron hacia el coche del padre del amanerado y oscuro joven.

-¿Pasamos a recogerlos? -se ofreció Marcus, ante la revelación de que Joanne, Samantha y Marty se encontraban en el parque. El gótico mantenía la vista concentrada en la carretera y únicamente dirigía una mirada a la chica cuando se topaban con algún semáforo-. Me cuesta creer que Sam vaya a subir a la limusina que haya contratado Javi. Tengo entendido que no le cae precisamente bien, creo que no lo considera una buena influencia para Joanne. Aunque supongo que no querrá dar una imagen agresiva delante de Joanne, así que supongo que subirá sin más. -Sonrió con picardía y añado con sorna, dirigiendo una mirada a Amy-: Te va a tocar ponerte el vestido de putón, señorita.

Miré a Joanne tras su comentario, apretando la mandíbula con suavidad odiando la sensación que me trasmitía. Nunca había sido cobarde, no había considerado que lo fuera, pues mi vida había estado llena de problemas a los cuales me había lanzado de cabeza incluso a sabiendas de que saldría mal parada. En cambio con ella... ¿Por qué temía tanto un rechazo? Tragué saliva y tiré un poco de mi minifalda hacia abajo, una prenda que no estaba acostumbrada a llevar pero que conseguía dejar expuestos los tatuajes de mis piernas.

- Aunque te prefiera cuando vas de calle... - comenté dirigiéndome a Marty - Te ves bien, o supongo que las chicas te verán bien. ¿Has las traído gomitas? - pregunté soltando una suave risa.

Fue entonces cuando una limusina paró junto a nosotros. En cuanto vi quien había en su interior, miré a un lado tratando asqueada por la visión que me brindaba. No pensaba entrar ahí ni muerta. No sabía de qué iba ese tío, se creía guay cuando no era más que un niño rico sin dos dedos en la frente. Cuando Joanne le rechazó dibujé una sonrisa y miré al tipo, mostrándole mi dedo corazón como agradecimiento por su invitación. 

- Piérdete capullo, vete con los otros pijos de mierda que esperan en el baile - respondí de forma hostil - No sé como puedes aguantar a esa gente, Joanne, menudos hipócritas - terminé diciendo para nuestro reducido grupo.

Me quedé pensativa mientras mis amigos hablaban, imaginando cómo sería ver esa enorme limusina tras un accidente, toda en llamas. Oh, me agradaba esa visión, más si su ridículo ocupante no hubiera conseguido salir de dentro. Pero en cuanto Marty puso el cigarro delante de mí, mi mente salió de tan bonita ensoñación. Lo agarré entre mis dedos hasta llevarlo a los labios, dándole una larga calada con los ojos cerrados. Sentí el humo invadirme por dentro y lo aguanté hasta que mirando al cielo lo dejé escapar poco a poco. Cuanto lo necesitaba.

- Definitivamente sabe a Marty Jr... - dije con una risa - Aunque espero que no llames también así a tu polla. Joany Jr suena bien, esa no me importaría probarla - continué con el doble sentido en mis palabras - Toma.

Se lo pasé a Joanne, ahora con la marca roja de mi pintalabios dibujada en él, mientras comenzaba a caminar de nuevo hacia el instituto.

Javi estaba atento a la respuesta de Joanne, sintió un poco de tristeza cuando esta lo rechaza, pero después de ver la respuesta Samantha se molestó, pensó en algo que contestarle pero no quería ser grosero frente a Joanne y Marty pues se llevaba bien con ellos y aunque no soportaba a sus sentimientos hacia ella no llegaban a mas, se limitaba a ignorarla.

Entro al vehiculo y le dio un sorbo a su copa

-Manny, que esperas vamos al baile.

Entonces volvió a dar un trago de su copa, puso una de las recomendaciones de Joshua por bluetooth subio el volumen y grito

-wuuuuuu esta noche será a poca madre, a ver a quien vemos en el camino, Manny ve atento.

Mi madre y mi tía me habían tendido una trampa. Habían ido a comprar un vestido diferente a mi peto elegido para la fiesta, me habían planchado el pelo y me habían maquillado. Me habían quedado tan tan cambiada, que tuve que mirarme dos veces al espejo porque no me creía que esa fuera yo.  

Espera un momento, esta soy yo? Qué va! De dónde ha salido esta cara?! Y este pelo?!

Te lo dije cariño, que arreglándote un poco estarías fantástica. Me respondió mi madre.

Madre mía qué vergüenza! No sé ni dónde me voy a meter cuando llegue!

Meterte en dónde?! Lúcete! Esta hija mía es tonta.  Se quejó mi madre a mi tía.

Ay madre, que con estos tacones seguro que me la pego! Intenté excusarme.

Bueno hija, pero te vas a caer de todas maneras, si te caes con zapatillas planas! Me respondió mi tía.

Tenía razón, no era una excusa válida, me tropezaba siempre llevara lo que llevara.

Venga, sal ya de una vez que seguro que tus amigos están ya esperando en la fiesta. Mi madre empezó a empujarme hacia la puerta, la abrió y allí estaba Michael O'Callaghan ¿esperándome? Me puse roja como un tomate cuando se aceró a mí y dijo todo aquello.

Ay cariño! No me dijiste que ibas a ir al baile con un chico tan guapo y tan simpático?! Soltó mi madre que no tenía pelos en la lengua.

Uuuy, pero que buen gusto tiene tu hija. Dijo mi tía.

Mamá! Tita! Las reñí.

Que hacía aquí Michael O'Callaghan? Era una broma? Seguro que estaba Diane, Rebecca y Jason por ahí escondidos, con huevos podridos en la mano para lanzármelos en cuanto aceptase. Pero Michael no parecía este tipo de personas, siempre se había portado bien con todo el mundo y no era como esta gente.

Eh…..No me dio tiempo a responder, mi madre me empujó, con la mala suerte de que me tropecé y caí encima del muchacho.  Ayy, perdón! Me disculpé más roja que antes. Lo siento de verdad! Estaba apoyada en su pecho, madre mía que bien olía! Los hombres eran todos así?

Venga no lleguéis tarde! Exclamó mi madre. Es un placer conocerte, guapo, soy su madre y me llamo Anna.

yo soy su tía y me llamo Judith. si te cansas de mi sobrina vivo aquí al lado.

Judith!!! la riñó mi madre.

En las paradas con el semáforo en rojo Amy le devolvía la mirada a Marcus y sonreía con un brillo de travesura en sus ojos. - Sabes que no. Aún con las piernas amputadas iría arrastrándose hasta el instituto, la limusina se la hará meter por el culo, jaja.

Se inclinó hacia delante y ladeó su cuerpo mostrándole con picardía su espalda desnuda. - ¿Te parece que debería ir vestida más provocativa? - le daba curiosidad ver que respondía el gótico. De normal Amy usaba ropa cómoda, de deporte, zapatillas, vaqueros, sudaderas...

Pip, pip. - con la inquietud de saber que decía su amigo, agarró otra vez el móvil y respondió rápida a Joanne.

Amy escribiendo...
Ok! nos vemos directamente en el insti.
¿No me digas? o.o ¿También va afeitado? xD. Ahora lo veré...

-Bueno, Sam es mucha Sam -comentó Marcus, riendo divertido mientras pensaba en lo que habría sucedido-. Fiel a sus principios ante todo.

Imaginaba que a esas alturas, Javi ya habría tenido que desistir en llevar a Joanne en su limusina. El gótico tenía la sensación de que si el influencer intentaba acercarse demasiado a Joanne durante el baile de graduación, Samantha no se lo tomaría nada bien. "Que se prepare la limusina", pensó para sus adentros.

El gótico observó entonces que Amy ladeaba su cuerpo en el asiento, mostrándole la espalda desnuda y preguntándole si debería vestir de una forma más provocativa.

-Me parece que vas perfecta como estás -comentó Marcus, pasando un dedo índice por la espalda de la muchacha, a modo de caricia-. Pero si quieres vestir un poco más provocativa -el gótico sonrió con picardía-, creo que más de uno de los que están en la fiesta va a necesitar ponerse babero.

Rebbeca se había quedado toda la tarde en el instituto, ultimando los preparativos de la fiesta con el Comité de Alumnos. Era crucial que todo quedara perfecto para el baile de graduación. SUPER crucial. Habían llenado el techo del gimnasio de flores y el parque con farolillos. Habían organizado el cátering y las bebidas, por lo que habían conseguido colar cierta cantidad de cócteles con alcohol para los más selectos. (Sólo ellos sabían cuál era el sistema de distribución, claro) ¡Hasta un bol enorme lleno de preservativos en la puerta de entrada!, cortesía de su madre, y con el envoltorio dorado. ¡Divinos!

Y por supuesto, habían organizado un sorteo benéfico y los premios para los más guapos, la mejor pareja del baile y los alumnos estrella de su promoción.

Sin tongos, por supuesto. Todo hecho de una manera muy profesional.

Pero lo más importante, habían implementado la que sería la nueva tradición del instituto: La proyección de un video, un vídeo con fotos y grabaciones de todos esos años. Los mejores momentos, los más divertidos y los más emotivos. Seguro que sus amigas se emocionaban. Quizás a alguna hasta se le escapaba alguna lagrimita. (Tenía toallitas desmaquillantes, máscara de pestañas y colorete para todas, que no cundiera el pánico)

-Tía, va a ser la repera. ¿Seguro que no te vas a quedar a la fiesta? Puedes decirle a tu madre que te quedas a dormir en mi casa, a la mia no le va a importar. 

-No puedo, Becca.

-Bueno, pues ya que te vas, llévate mis cosas, porfi. Sólo tienes que llamar al timbre de casa y se lo das a mi madre.- Rebecca estaba preparándose en los vestuarios. Se frotó el desodorante por el sobaco y le lanzó el portatrajes y todo lo demás a la chica, que casi quedaba oculta bajo aquella masa de trastos. - No te cuesta nada.

Fuera ya se escuchaba la música y ella ya estaba meneando el culo al ritmo. ¡Qué ganas de bailar! Esa noche tenía que conquistar a Michael, no iba a poder resistírsele. Acabó de echarse purpurina en los ojos.

-BRILLA.- dijo parpadeando a toda velocidad. -Mañana hablamos. Que no se te olvide nada, porfiiiii.

Rebecca se guardó un par de aquellos preservativos dorados en el escote, dedicándole un mohín a su compañera y salió andando con gracia, ligera como una pluma sobre sus taconazos de infarto.

Cuando sonó el timbre me encontraba dándole los últimos retoques al maquillaje en el espejo del pasillo. Mi padre ni se inmutó, siguió viendo la tele como si todo esto no fuese con él, y es que llevaba enfadado conmigo un par de semanas ya, desde que les había dicho que quería independizarme. 

Mi madre, cámara en mano, fue la que corrió a abrir la puerta tras grabar mi gesto de pura emoción. Y eso fue lo primero que vio Joe nada más abrirse la puerta: una cámara apuntando directamente a su cara.

- ¡Mamá! -Con cierto tono de vergüenza fingida corrí hacia la puerta y cogiendo a mi madre del brazo, la aparté a un lado con cariño. Ella siguió grabando. - Hola... -Tras el tímido saludo, le di dos besos a Joe.- ¡Anda, te has puesto el perfume que compraste conmigo! -Sonreí.- Me encanta.

Miré de reojo a mi madre, la cual dándose por aludida, se alejó de allí. Aunque no en dirección a la casa, si no a la limusina, para no perder detalle de ella con la Canon.

Vale si, le había dicho que grabase hasta el más mínimo detalle para luego incluirlo en el vlog. 

Se le erizo la piel con la caricia de Marcus. - Para! me haces cosquillas... - le miró de reojo riéndose y pillándole el dedo, jugando a retorcérselo en broma sin llegar a hacerle daño. La verdad es que la respuesta que le había dado su amigo era justo la que esperaba escuchar... - Tete, ha costado 300 pavos... osea... - contestó imitando la voz de una cani profesional, en un tono muy parecido al que empleaba Steisy. Y ya poniéndose seria... - Menos mal que te gusta, a ver que dicen los demás. - se refería al grupo de amigos. Claro que sabiendo que Marty iba trajeado pensaba que la mirada de Sam al verla no sería tan inquisitiva.

- Agh, paso, que limpien las babas de los salidos Diane y la segunda abordo del aquelarre... - el nombre de Rebecca se le quedó atragantado. Cuando Amy no estaba con ella actuaba como si la chica fuese de lo peor. Le parecía ridículo porque las dos se ignoraban o hablaban mal la una de la otra delante de los demás, cuando en realidad se llevaban bien, pero habían pactado actuar de esa manera y los acuerdos que se firman en un baño son sagrados. - Ya me conoces... - dijo con una sonrisa cómplice. - Si usase ropa así no sería yo, sería mi hermana.

Desde el laboratorio, Benjamin había oído llegar a Joshua con su música. ¡Que niño más insufrible! ¿Como había conseguido aprobar hasta llegar allí? Por los pelos y no gracias a mí. Y venir con el mayordomo al instituto... Benjamin no le hacía especial gracia que tantos de sus alumnos fueran niños ricos, pero se podía perdonar si no hacían cosas como pasear al mayordomo por el centro. Benjamin decidió no bajar a ayudarlos, al fin y al cabo el se había ofrecido como vigilante, no como organizador (lo había dejado claro en la reunión con la arpía de la jefa de estudios). Aun faltaba la mayoría de estudiantes y el había decidido repasar el laboratorio (y comprobar/catar alguna de las botellas de licor que tenía escondidas como producto químico).

Sin embargo, cuando se percató de que Ethan había bajado del coche de sus padres si que bajó a saludarlo. Era uno de sus mejores estudiantes y no quería que estuviera allí esperando solo. ¡Hola Ethan! ¿Qué tal? ¿Vienes sólo? Pensaba que un chicarrón guapo como tu vendría con alguna de las chavalas de la clase. Le dice mientras se larga el coche descapotable del padre, que Benjamin mira con envidia.

Pero no llega a poder hablar con Ethan, antes de que este le responde. Se gira al escuchar alguien que murmura una música y se encuentra a Jarvis que nada más salir del coche va bailando como si estuviera en medio de la fiesta. ¡Ya va borracho y aun no ha empezado el baile!, se dice Benjamin que se debate entre la envidia del Ben, que quisiera estar bebiendo con la prima de Alan; y el enfado del profesor Johnson, que debía proteger a estos pobres niños del vicio. Se decidió por algo intermedio, ignorar el asunto. ¡Hola Jarvis! ¿Preparado para la fiesta?, dijo simplemente.

Fez salia de la ducha con la canción de We Are The World en la cabeza tarareándola, mientras se afeitaba, secaba, peinaba y cantaba, no necesariamente en ese orden. Estaba feliz, hoy era un buen día para él, las clases habían terminado, era el mejor en su trabajo en el insti, también el único y era el día del baile, donde todos van emperifollados y desfasan lo suficiente como para no importarle con quien se enrollan, con suerte podría acercarse a Joshua o tener un baile animado o dos con Samantha.

-¿Como ira la gatita? Seguro que como siempre, ella no se deja influenciar por los demás. -Comento en alto y sonriente mientras golpeaba sus mejillas con eso que llamaban after shave. -Pero Josh es distinto, él ira de gala y seguro que pinchara en la fiesta. Mmmmm... joder esto pica.

Con los gayumbos ya puestos, metió la directa hacia su habitación, evitando las miradas de la pareja que lo acogía como alumno de intercambio, no deseaba recordar lo que era antes de ser una orgullosa mascota de un equipo de instituto y evitándolos lo máximo posible seria la mejor forma, pero sabia que estaban atentos.

Se enfundo en un buen traje que le obsequio su padre de paja, todo de color azul oscuro, casi negro.
-Es increíble que Marc consiguiera salir con Amy, ¿En que estaría pensando? Je ese tío... -Pensaba mientras se acomodaba la corbata correctamente ademas de si él también debió de habérselo pedido a alguien, idea que descarto al reconocer su timidez al respecto.

-Descuida Fez. -Le hablaba al Fez del espejo quien le devolvía todo los gestos. -Hoy es el ultimo día para la nueva vida, vamos a empezar de cero una vez mas y para eso, tienes que darte a conocer como se merece una pareja solo te hará sombra, lo interesante llega durante el baile no antes. -Chasqueo los dedos, como ya hiciera tantas veces en los partidos y se arreglo el pelo hasta estar satisfecho. Solo entonces se decidió a bajar para salir por la puerta principal, en donde lo sorprendieron con un flash en toda la jeta.

-PERO que... -Ambos progenitores de paja estaban delante de él sonrientes, su "madre" tenia una cámara en las manos. -Vale lo pillo es el día de la foto, es gracioso... Nos vemos, no me esperéis despiertos.

Poco después estaba caminando por el jardín, tan emperifollado como el resto, con el cielo saludando al nuevo Fez, nuevo Fez... Fue entonces cuando torció la esquina y entro de nuevo en casa por la puerta trasera, subió directo a su cuarto, abrió el armario y recogió la cabeza de cabra de su disfraz. -El nuevo FEZ aun puede esperar un día mas.

Al poco la mascota del equipo salia de nuevo de casa, con el disfraz al completo, con el detalle de que la corbata la llevaba alrededor del cuello del disfraz y en su mano estaba aquel trasto de música que usaba para sus actuaciones. Por supuesto aun llevaba su traje de gala, pero por encima de este llevaba lo que era su segunda piel y tenia intencion de seguir usándola hasta el mismo final del instituto.

Así fue como Fez, alias la mascota del equipo, se puso camino hacia el colegio en su bici de asiento reclinada, especialmente maqueada para estar cómodo con el traje y poder dejar el aparato de música en la parte trasera, el cual encendió nada mas ponerse en marcha.

Primero iría al parque para saludar y luego a la entrada de la zona de baile para animar a los mas tímidos.

La música ya había empezado a sonar. No había mucha gente todavía dentro pero poco a poco iban llegando todos.

Todo estaba preparado: La iluminación adecuada con la esfera de espejos en el techo, la bebida (no alcohólica) puesta en las mesas para que todos pudieran tomar lo que deseasen. Un par de profesores y un par de padres que son los que se habían tenido que quedar allí para vigilar todo lo que estaba pasando.

Poco a poco iban llegando. Muchos iban en pareja, otros iban por separado y alguno en grupo. Fuera como fuese, ya era el momento de que empezase la fiesta, la música estaba a tope y el ambiente listo para disfrutar de lo que sería una noche inolvidable.

Lo que nadie se esperaba es lo que alguien había echado esa noche en el ponche. Un ponche que iba a dar propiedades increíbles a todos los que bebiesen de él. Y obviamente, nadie podría disfrutar del baile sin un vaso bien lleno.

-YAAAA, IM READY, OK...COMO ME VEO!!- Habia bajado corriendo las escaleras, mamá y papá esperaban abajo al pie de las escaleras para ver a su retoño llendo a su baile de graduación.

-Como un maldito fenómeno de circo.- fue la respuesta seca y agria como leche, del padre, se dió media vuelta y se encerró en el salón dando un portazo,  era evidente porque estaba sumamente molesto, esperaba que por primera vez su hijo fuese vestido decentemente.

Su madre por el contrario, era obvio que hizo de tripas corazón, así que sólo se le ocurrió decirle con timidez a su hijo -Divino...muy bien hijo...me...me gustan tus...ay...tacones.-.

Deshawn dio una vuelta de princesa al pie de la escalera, amaba sus tacones plateados, miró a su mamá levantando la ceja y le dijo de forma divertida. -Mamá ya sé que no soy Ru Paul, pero por algo se empieza...donde deje mi bolso...- cogió su bolso que habia comprado esa mañana, hecho su ipod para jugar, y vio las demas cosillas que llevaba dentro, seguro su mamá las habia guardado ahí, por cualquier emergencia. Le dio un beso a su mama, y le gritó a su papá -ADIOS PAPI!, PROMETO VOLVER CON LA CORONA PARA SER LA PEACH DE ESTA CASA, TU BUSCA A MI PLOMERO BIGOTÓN MIENTRAS- Salió riendose de la estancia con una carcajada escandalosa, y se quedó de pie en la acera de su casa.

Pasó un taxi, no le admiró la mirada de burla y repulsión del hombre y se instaló atrás, le indicó a donde quería ir, y en diez minutos llegó a la escuela. Se puso sus lentes de sol negros, estilo lady gaga, esta era SU noche ( en su cabeza). El taxi se detuvo y Deshawn bajó de el, como diva del cine haciendo entrada por la pasarela, se puso una mano en la cintura, levantó su bolsa en la otra, y miró a los alrededores...no veía un carajo con los lentes negros de noche, pero no importa.

Caminó en dirección a la entrada de la fiesta, su canción comenzó a sonar como para darle la bienvenida, desafortunadamente no era el tema de Rydia de Final Fantasy, pero aún asi amaba esa canción, lo hacia sentirse la doble de Ariana Grande...literal. Se imagino por unos momentos a Michael O'callahan y a Dylan O'brien amarrados a su cama, y a el, vestido en lencería blanca, cabalgandolos al ritmo de la música. Sacudió su rostro para borrar la escena de su cabeza, y sonrió a nadie en particular, sus dientes blanquisimmos aparecieron en su rostro moreno.

No vió a nadie, las divas nunca voltean a ver quienes han llegado, las divas deben ser miradas por los que han llegado.

Caminó en dirección a la ponchera, moviendo sus realmente anchas caderas al ritmo de la música, y alzando la mano con su bolso plateado por encima de la cabeza, habia bailado esa cancion cientos de veces en Just Dance. Se sirvió ponche y humedeció sus labios, un sabor extraño pero nada desagradable.

"Lashanda  Rodman, druida elfa de la noche lvl 65, y bruja muerto viviente nivel 110, segunda al mando de la raid de world of warcraft legion de fines de semana...esta es tu puta noche". pensó y sonrió sexymente.

Marcus rió ante la imitación que había hecho Amy. En su voz, Esteisy había sonado mucho más fina que de costumbre, aunque era evidente que había clavado la imitación. "Guapa, lista y graciosa" pensó el gótico, mientras continuaba conduciendo. "¿Qué he hecho yo para conseguir una chica de 10 como esta?".

Continuó conduciendo el coche de su padre hasta que aparcaron frente al edificio del instituto. El gótico bajó del vehículo y luego aguardó a que Amy abriera la puerta de su lado del coche, cuando le ofreció su mano izquierda, de manera caballerosa, para ayudarla a bajar.

-¿Señorita Hammond? -le preguntó Marcus, con una sonrisa pícara y arqueando una ceja-. ¿Vamos ya para dentro? Tengo muchas ganas de ver a Marty, Sam, Joanne y, para qué negarlo, también ver si Fez... Bueno, si Fez sigue siendo Fez. Siempre me ha parecido un tío muy simpático, aunque no me acuerdo cómo era antes de llevar ese disfraz.