Partida Rol por web

Michael sintió como se le aceleraba el pulso esperando la respuesta de Wanda cuando de repente la muchacha tropezó y fue directamente contra él, vio como se sonrojaba mientras intentaba disculparse. 

- No te preocupes, no pasa nada - le dijo para quitarle importancia al incidente. Después se dirigió a la madre y la tía de Wanda. - Señoras, soy Michael O'Callaghan, compañero de clase de Wanda y capitán del equipo de rugby del instituto, es un placer conocerlas. Ahora si me disculpan... Se volvió de nuevo hacia Wanda ofreciéndole su brazo - Nos vamos? Hay una fiesta a punto de empezar y estoy deseando que todos nos vean llegar juntos. 

Durante el trayecto Michael no dejaba de mirar a su acompañante, no podía creerse que hubiera sido capaz de decidirse a pedirle a Wanda que fuera con él al baile y, lo que era mejor, que ella hubiera aceptado.

- Yo no puedo llevarte en una limusina espectacular como harían  Jason o Joe, pero un paseo tampoco va mal, no crees? - bromeó Michael

A lo lejos ya empezaba a escucharse la música y todo el mundo empezaba a llegar. Michael pensó que esta iba a ser la mejor noche de su vida, o al menos eso es lo que el creía

El semáforo se puso en verde y en pocos minutos la pareja estaba frente a la puerta del insti bajando del coche. - Que caballero... - bromeó tomando la mano cálida de Marcus. - Vamos dentro a saludar, si. - se levantó ligeramente la falda para asegurarse de no caerse con los tacones que llevaba. Caminar sobre esos dos palos estrechos era como un reto de equilibrismo. Esa noche podía ser que fuese a la par con Wanda. - Fez es un caso, nunca le he visto el rostro pero me gusta no saber como es. Así es más misterioso. No me imagino quien hay debajo del disfraz. ¿Crees que cuándo está en la cama... también lleva la cabeza de cabra para...? - rió a carcajadas.

Amy no bebía ni fumaba pero estaba claro que para la graduación iba a ponerse ciega. La última vez que se pasó de rosca terminó cediendo a liarse con Chester McDonald, un tio popular que conocía de veranear juntos hacía ya un tiempo. Enamorada no estaba pero una cosa llevó a la otra. De alguna manera su rechazo hacia el alcohol y el sexo era una mezcla de trauma por la noche que perdió la virginidad. Posiblemente Marcus lo arreglase.

La música ya estaba sonando pinchada por Joshua cuando vieron al profesor Benjamin en la entrada hablando con Ethan. - Que raro que haya venido solo, con lo majo que es y la amistad tan bonita que tiene con Wanda... - susurró por lo bajo. Era observadora, que no maruja, comentaba sin maldad. - Buenas noches profesor Benjamin, Ethan, que elegantes. - sonrió a ambos. El profe iba embutido en un smokin que le disimulaba muy bien la barriga.

Siguieron para dentro y vieron a Deshawn de espaldas moviendo las caderas a ritmo de bang bang. Le hacia gracia el gamer, se movía de puta madre con los tacones, ya quisiera ella, pero cuando hablaba de videojuegos Amy pensaba... "ok apaga la luz".

Hizo un barrido general del salón y aún estaba bastante vacío. - ¿Nos tomamos un ponche mientras esperamos a Joanne, Sam y Marty? - le preguntó a Marcus con una sonrisa pícara, no esperó a que respondiese lo arrastró del brazo hacia la mesa donde estaba la bebida, suponía que sin alcohol, si llevaba tampoco pasaba nada. - Brindemos y pidamos un deseo. - Amy sirvió dos copas y le dió una a Marcus. Ella fue la primera en beber... - Que ricó que está.

Empieza a sonar la musica de verdad y Jarvy no nota la diferencia entre la real y la que suena en su cabeza. Se acercar al ponche, al asqueroso ponche sin alcohol y bebe. Es tan protocolar tomar ponche como todo lo demas. Por suerte la grapa previa le da un empujoncito para no aburrirse. En cuanto pueda estara tomando cualquier bebida alcoholica que pueda. Incluso tomara de algun frasco de colonia si alguien se descuida.
Jarvy sigue bailando al ritmo de la musica mientras bebe ponche. Probablemente ya alla fumado algo de mariguana tambien. Por que en el salon hay duendes, adas y unicornios. Debe ser la grapa/red bull/mariguana.

Los alumnos ya empezaban a llegar, algunos se habían puesto a bailar en seguida, otros hablaban en grupos. Benjamin no los había podido saludar a todos, pues un padre (¿Como había dicho que se llamaba?) lo había arrinconado en un lateral para avasallarlo a preguntas sobre su hijo y sus estudios. No sabía muy bien como, Benjamin había conseguido contestarle a todas las preguntas con respuestas lo suficientemente vagas y genéricas que, creía, el señor no se había dado cuenta de que no tenía ni idea de quien era su hijo. (Espero que no esté aquí y me haga quedar mal, pero creo que me ha dicho que no estaba). Y también le había preguntado por Regina, aquel padre la estaba esperando y Benjamin suponía que quería ligar con ella, lo que tampoco sonaba tan mal. Benjamin mintió diciendo que había hablado con ella y que estaba a punto de llegar. Ya le había mentido también a la jefa de estudios, para que se largara de una vez y no se quedara esperando a Regina. Pero Regina llegaba tarde y si no venía él se metería en un lío. Regina, me debes una, murmuró para sí mismo mientras aprovechaba que el padre estaba al telefono para largarse de allí.

Se acercó a la ponchera y se quedó mirando el ponche. Algunos alumnos se habían acercado ya alllí (la mayoría era lo primero que hacían al llegar, como otro de tantos rituales de adolescente). Jarvis ya lo había hecho, así que quizás el ponche ya no era tan "puro" como se esperaba. Era el momento de probarlo, se sirvió un vaso y lo cató como si fuera un gran vino. El gusto era demasiado dulzón y estaba muy frío, al beberlo sintió que el frío le subía por la garganta y le pinchaba el cerebro por un momento, dejandole una sensación extraña. Pero no había alcohol, así que por el momento no habría problemas.

Benjamin, entonces se dirigió a viva voz a los pocos estudiantes reunidos. Hey! Chavales,  ¡Que guapos ho habéis puesto! Así no venís a clase, eh?  Será una gran fiesta y lo pasareis bien! A bailar mucho y a celebrar que os habeis graduado, pero no os paseis que no quiero líos.  Ya sabéis las normas todos y sois mayorcitos. No me quiero tener que enfadar, que esto es una fiesta. Teneis suerte que estoy yo aquí y no algún viejo como el director o la jefa de estudios. Enjoy, enjoy. Que bueno está el ponche, no le hace falta nada más, verdad?

-Espero tener suerte esta noche- dijo a Samantha con una amplia sonrisa mientras continuaban caminando hacia la fiesta-. Dentro de poco empezaré a desbaratar esta imagen de chico confiable y galán, el Marty de siempre está detrás de esta fachada sexy- si bien el traje había sido un regalo de sus padres, no le vendría mal estar presentable, sobre todo para la profesora Rave-. Y no, no le he puesto nombre a ninguna parte de mi cuerpo.

Ellos caminaban algo lento, sobre todo para terminar el cigarrillo que habían prendido y charlar un poco de todo. Era lo bueno de fumar con ellas, los temas eran tan variados y raros que resultaba imposible encontrar un hilo conductor que les relacione.

-Hey, ¿ese no es el auto de Marcus?- en realidad no era el auto de Marcus sino de su padre, pero recordaba haberlo visto cuando fue a visitarlo-. Ya deben estar dentro. ¿Entramos? Quiero molestarles un poco.

Sin esperar una respuesta y saludando a los que se encontraba en el camino con grandes movimientos de sus manos, Marty entro en el salón. La música sonaba bien, sobre todo para Marty quien no tenía una preferencia musical definida, pues para él todo sonaba genial mientras fumaba.

-Oh por dios- grito en cuanto descubrió a Marcus y Amy charlando al lado de la ponchera-. Pero qué bonita pareja- exageraba cada gesto y palabra, quería ver como alguno de los dos se ponía colorado de vergüenza, sobre todo Marcus, seguro que se le notaria más en su palidez crónica.

-Creo que sí -respondió Marcus a la pregunta de Amy acerca de las actitudes sexuales de la mascota del equipo del instituto-. Cuando está en la cama con una chica, también es "Fez", aunque creo que eso lo hace más interesante para las chicas. Espero que esta noche el paleto de Hewitt-Hewitt no vaya muy pasado de vueltas. Como vea a Fez disfrazado, podría suceder una tragedia...

El gótico se unió a las carcajadas de Amy y, junto a ella, entraron el instituto. Al llegar al salón, vieron al profesor Johnson charlando junto a Ethan Moon, Marcus les saludó con un gesto de mano y añadió:

-Buenas noches, profesor. Está muy elegante.

Ante la sugerencia de Amy de tomar un ponche, el joven hizo un gesto de asentimiento y se dirigió junto a ella hasta la mesa de las bebidas. La chica fue la primera en beber y afirmó que estaba bueno. Marcus, ni corto ni perezoso, se llevó la copa a la boca y se bebió el ponche con la misma facilidad que un vampiro bebe sangre. Aquel exilir estaba sabroso, sin duda, aunque le hizo sentir extraño. ¿Seguro que era ponche?

-Sí, este ponche está... de muerte -sentenció el gótico, sirviéndose otra copa.

En ese instante, escuchó el grito de Marty y se dio la vuelta. El fumeta oficial de la clase iba más elegante que de costumbre, e incluso parecía otra persona.

-¡Marty, amigo! ¿Cómo lo llevas? -le preguntó Marcus, con una sonrisa, y observando a su amigo-. Se me hace raro verte con traje, pero estás genial, tío.

La limusina nos deja justo en la puerta del instituto. El chófer se baja y abre la puerta por la que salgo primero para poder tenderle la mano a Diane mientras sale, como si fuera una princesa. O una actriz a punto de recibir un Oscar. La verdad, es que sólo le faltaba la alfombra roja. Tan guapa, tan divina.

- ¡EYYYY FEEEEEEZ!

Llamo la atención de la mascota del equipo, y me acerco a él para hacer el saludo oficial deportivo del instituto.

- ¿Qué pasa, colega? ¿Has venido solo?

Dejaba que las miradas se fijaran todas en Diane para que estuviera feliz y encantada. Preparados para entrar, puse mi brazo para que ella se cogiera al mío y entrar juntos, como si bajo nuestros pies hubiera una alfombra roja, a juego con el vestido de la jefa de animadoras, y del precioso ramillete que le había regalado.

No sabía cómo había pasado aquello, iba a ir la fiesta con Michael O'Callaghan de verdad? No podía ser! Esto tenía que tener truco.  Le agarré del brazo, de alguna manera había acabado aceptando, o más bien mi madre y mi tía. Me gusta caminar, además vivo cerca del instituto. Estaba bastante nerviosa, no me hubiera imaginado nunca acabar así de preparada y del brazo de Michael.

Michael, me encanta que me hayas invitado, pero siempre pensé que se lo pedirías a Rebecca o a alguna otra animadora, desde luego no sería por falta de pretendientas. Supongo que me resulta extraño porque hemos hablado más bien poco. No quería parecer antipática, pero todavía no sabía cuáles eran las intenciones reales de este chico.

Llegamos al instituto y de momento nada de huevos podridos ni de burlas. Esto cada vez era más raro.  Bueno, aquí estamos. Solté un suspiro, todavía nerviosa.  Entramos?

Entrar del brazo de Jason parece lo más apropiado, así que lo hago con una sonrisa. En realidad no me gustaría que se piensen que somos pareja, aunque para el baile sí lo somos.

Todas las miradas de los mediocres se posan en mi al entrar. Veo en sus ojos la envidia que les corroe o la lujuria y me siento satisfecha.

Con esto ya casi podría pasar del baile y llevarme a Joe a los baños. ¿Dónde estará?

Veo que mi cohorte de animadoras está casi al completo incluyendo a Ami Wong, pero no veo a Becca. Tampoco a Esteisi o Javi.

Lo que sí veo es que la tropa Goofy de los horrores ya ha llegado y está junto a la ponchera. Parece que ha abducido a Marty. También está el profe que aun no me ha visto llegar, como atestigua que aun no se ha acercado a mirarme las tetas desde una perspectiva mejor.

No me apetece acercarme al grupo en minoría ni tampoco pasar la inspección de Johnson aún, así que me cuelgo del cuello de Jason apretando mi pecho contra su brazo en un gesto plenamente medido.

Tengo sed Jason. ¿Podrías traerme un poco de ponche, cariño?

Mientras espero mi ponche, veo que quien sí que ha llegado es Joshua, que está dándole caña a la música, aunque de momento sólo ha hecho bailar a Deshawn y Jarvy.

Me acerco a Joshua para saludarle y, al pasar junto a Deshawn y Jarvy que ni siquiera están especialmente próximos el uno al otro les digo.

Vinitos, me alegra que al fin encontrases una buena pareja, pero cuidado en la trastienda, los negros siempre tienen grandes entregas de paquetería, aunque la envuelvan en bragas.

Continúo camino hasta Joshua sin detenerme a obtener respuesra.

¡Hola Josh! ¿Tienes buena marcha preparada? Vamos a necesitar una buena fiesta para que no nos la amarguen tanto nerd

Jason me trae el ponche en ese momento, cuando estoy hablando con Josh. Le recibo con un beso y me bebo el ponche de un trago. Está dulce. Nada de alcohol, pero algo lleva porque se me enfría el cerebro un instante.

Uuugh. ¿Qué lleva esto? - Le pregunto a Jason. - No vendría mal una petaquita para mejorarlo

En ese momento al fin veo a Rebecca. Levanto el brazo y le hago señas para que venga con nosotros.

¡Becca! ¡Aquí! ¡Ten cuidado no te acerques demasiado a esos y te salten los piojos!

Poco a poco fui llegando a la zona de la fiesta. Desde la calle anterior ya se veía revuelo y tumulto entorno a la puerta.

Según me acercaba distinguía a varios de ellos. Sam y Marcus eran bien reconocibles. Fieles a su estilo sin pensar en el que diran. Empecé a pasar la mirada por el resto cuando sin darme cuenta mis ojos se abrieron al encontrar a un Marty trajeado de arriba abajo.

Me acerqué al grupo con las manos en los bolsillos y saludé con un gesto de cabeza a todos y cada uno de ellos, y a las chicas les guiñé un ojo. Hubiera sido algo más correcto pero tenía algo que decir a Marty.- Tío... a ti tu madre también te ha comido la cabeza. Somos unos pringaos.

Me giré al resto y empecé a saludar un poco más formal y dije.- Chicas en vuestro caso estais genial, de verdad.- Intenté esgrimir una sonrisa, algo que en mi caso desde hacía mucho tiempo era casi impensable, pero me esforzaría en al menos despedir aquella etapa con algo más de felicidad de la que se podía esperar para mi estado.

La media sonrisa se heló al ver a Diane entrar colgada del capitán del equipo. Me fije en todo, en su vestido, en su colgante, y en como sólo quedaba ese colgante, pues yo ya era invisible. Una mueca en mis labios, y un saludo con la cabeza a pesar de ser invisible. No podía disimular.

Cogí un vaso de la mesa lleno de ponche y sin pensarmelo lo bebí al trago. Me llené otro y mirando al grupo que el resto llamaba de raritos dije en una especie de brindis.- Porque lo que venga sea mejor siempre... - Y más para olvidar que para otra cosa volví a descargar el ponche en mi garganta.

Saqué un pitillo y lo encendí, empezaba a ponerme nervioso. Me daba cuenta y sin saber como disculparme, tendí el paquete a Marcus y dije.- ¿Queréis?.

El grupo de inadaptados crecía a cada instante. Lashanda y Jarvy bailaban un poco más allá, solos y sin importarles mucho el ritmo, eso le agradaba de ellos. Había visto a una Wanda totalmente cambiada, tanto que recordó que el mismo iba bastante bien vestido. Le agradaba ver que parecía contenta al lado de Michael. Diane y Jason eran la imagen de la perfección (desde el punto de vista de ellos mismos) y la “diva” soltó un par de frases despectivas en su dirección. Marty movió su mano en un saludo como si esta les hubiera hecho un cumplido.  Cuando Dylan apareció, con su eterna actitud melancólica y triste, podrían decir que necesitaban un buen brindis.

-El traje no es lo que define a una persona- dijo llenando varios vasos de ponche que iba repartiendo a todos los allí reunidos-. Es su interior- y abriendo ligeramente su chaqueta mostró una bolsita con muuuchos cigarrillos de marihuana, seguramente había preparado para fumar y repartir a diestra y siniestra-. Y en mi interior hay mucho que me define- con una media sonrisa alzó su copa junto con la de Dylan-. Por el futuro, sea cual sea.

DYLAN O´BRYEN, sabes que no se puede fumar aquí. Benjamin se ve obligado a actuar, al ver que el muchacho se encendía un cigarro, y le reprende con voz dura. Si vas a hacerlo, que yo no lo vea. Añade con una voz más suave y señalando con sus ojos el patio exterior. La verdad, prefiere que fume a que le coja un ataque rarito, pero esta prohibido y le podría caer el pelo si alguien se queja. Regina llega tarde y él es el único profesor, que mierda no poder hacer de poli bueno.

Sin esperar a que Dylan apague el cigarro, prefiere darle una oportunidad de irse educadamente a fuera, Benjamin se coloca de espalda a él y se acerca a donde estan Diane y sus amigos, para saludar y echar un vistazo a los modelitos. Eh, Diane, ¡que guapa te has puesto! Seguro que te eligen reina. Rebecca, ¿estás en el comite de organización verdad? De momento todo parece correcto, ya he visto que el ponche es normativo, jejejej. Espero que no hayas preparado alguna de tus típicas gamberradas de animadora.
 

Michael y Wanda llegan al instituto mientras ven como sus compañeros van entrando. Se detienen un momento en la puerta y Michael nota el nerviosismo de Wanda cuando ella suelta un suspiro justo antes de decirle de entrar.

-Tranquila Wanda, te noto bastante tensa. Entremos, seguro que cuando empecemos a hablar con nuestros amigos será todo más fácil. Nos lo vamos a pasar muy bien esta noche.

Al entrar ven que la fiesta ya empieza a estar bastante animada. En seguida ven a Diane, Jason y el coro de tolais que les hacen la pelota, entre ellos Rebecca y el profesor Johnson. Pasan de largo sin hacerles el menor caso.

Al fondo, al lado de la mesa donde está el ponche ven a Marcus, Amy, Marty y Dylan.

- Vayamos a tomar un ponche y de paso saludamos al grupo.

Se acercaron a sus compañeros dándose cuenta que estaban algo extrañados de verlos juntos.

- Hola chicos, como va? Saludó Michael mientras llenaba un par de vasos de ponche y le ofrecía uno a Wanda.

- Por la primera de muchas noches inolvidables - Le dijo Michael a su pareja mientras brindaba. Acto seguido dio un gran trago al ponche

Desde luego de la combinación de la cabra Fez y Matthias podía resultar una relación tan explosiva como dinamita, era grotesco imaginarlos juntos pero la imaginación de Amy volaba sola con rapidez. Rió por la broma de Marcus y al instante vieron aparecer a Marty todo elegante en la zona de la ponchera. Emitió una risa cantarina al escuchar que hacían buena pareja. - Maaarty. - lo llamó sonriendo de oreja a oreja. - Veo que te has rendido a la formalidad del acto. - le dió unos golpecitos suaves en el hombro. - Aunque como bien dices el traje no representa lo que eres. - dijo muy digna sirviéndose otra copa. Por algún motivo se estaba deshinibiendo, si ni siquiera se sonrojó de que la vieran emparejada con el gótico.

- Jajaja, tienen buena pinta. - replicó al ver la mercancia que llevaba oculta bajo la chaqueta. Nunca había fumado pero curiosamente se le antojó probarlo, que mejor que la maria de su amigo para estrenarse con la droga. - ¿Me enseñarás como se fuma? - dijo en un susurro girando el rostro para evitar que el profe la escuchase, si lo hacía ni mil brownies la salvarían de que se quedase con una mala impresión de su alumna.

Saludó a Dylan O´Bryen con una sonrisa y un gesto de mano, pobre chico, estaba colgado.

- Profe Benjamin el ponche no lleva alcohol? luego hemos de volver a casa y Marcus ha de conducir... - sonrió preguntando en un tono inocente. - Hoy es un día especial por lo tanto teníamos que venir arreglados como usted. - apuntó con solemnidad. Lo cierto es que hasta que no vio entrar al gorila de Jason y la bruja de Diane de su brazo, no se percató de lo sucio que era el color de su vestido y las posibles bromas pesadas a las que estaban expuestos esa noche los frikis y empollones.

Al escuchar las estupideces que salieron de boca de Diane otro tipo de música empezó a sonar dentro de su cabeza, más que hastiada de las impertinencias gratuitas de la zorra rubia. Era muy normal que Amy fantasease despierta en cualquier situación dejar K.O a la pareja.

- Me dan ganas de quitarme este vestido y probarme a mi misma dándole una patada a Diane. Clavarle el tacón en todo el ojo. ¿Te imaginas? - sonrió maliciosa. - Aunque no sé como diablos lo haría. - susurró para Marcus. En su imaginación el tacón era tan jodidamente afilado y largo que traspasaba el cráneo de Diane y la ensartaba por el medio como un pincho de carne. - Aún conservo algunas cosas de clase y frikadas en mi taquilla personal, no las he recogido. - eso incluía un cosplay de Rey. Marcus y ella interpretaban los papeles de los protas de Star Wars en la intimidad e incluso se habían montado una coreo con sus espadas láser de merchandising oficial. En cuanto esto terminase se iban para la Comic Con de San Diego. - Esta noche te tienes que unir a mi contra ella Kylo, dejemos a un lado nuestras disputas personales por la galaxia. - bromeó metiéndose en el papel de la famosa chatarrera de Jakku.

-Me encanta Maléfica.- Disimulo lo mucho que me gusta la jefa de animadoras y la saludo normal.

-Todo súper, DI, mira lo que traje...- quito una manta con la cuál cubro uno de los cañones de confetti que tengo preparado para animar la fiesta.

-Los otros tres están distribuidos de manera estratégica, pero este...- le doy unos golpecitos cariñosos al cañon. -Este tiene carga especial, preparé una mezcla gelatinosa y muy colorida, una sorpresita para el grupito de nerdos.- saco un botecito con pintura gelatinosa.

-Señalamos el objetivo y ¡Fuego!.- Con el mentón señalo al grupo de frikis e inadvertidos que ya se están juntando.

-El baño de pintura será la primera sorpresa y casi enseguida la lluvia de confetti, ¡Tendremos piñatas, esta va a ser la madre de todas las bromas!.

Mientras Uptown Funk con Bruno Mars suena a todo por todo el gimnasio.

Cuando se abrio la puerta ni siquiera tuve tiempo de darme cuenta de que su madre se encontraba al otro lado asaltandome con la camara de fotos, mi mirada fue directa a Billie que se encontraba al fondo del pasillo retocandose el maquillaje. Nunca la habia visto tan guapa y por un momento me quede sin habla.

Te ha dicho algo, responde imbecil. -Ah si, te has dado cuenta.- Me consoló ver que ella estaba tan nerviosa como yo.

-Te he traido algo.- Dije mientras le colocaba el ramillete en el tirante de su vestido sobre el hombro derecho. Rapidamente, y ante la atenta mirada de su madre y su camara, me dirigí a la limusina y le abrí la puerta. -Vamos?-

Mi mirada se cruza con la de Dylan cuando este mira hacia a mi. Con movimientos automáticos, cojo el colgante con la mano derecha con delicadeza y le dedico una sonrisa que resulta extraña en Diane, pero que no es la primera vez que ve. Aunque sí hace mucho tiempo de la última.

El profe Johnson me saca de mi ensoñación y aparto la mirada de Dylan. Ni le vi llegar, pero tampoco es que sea algo nuevo. Sabía que iba a venir a mirarme con lascivia disimulada. Finjo voz angelical

¡Gracias profe! ¿Usted cree? Ay... no sé. Están todas tan guapas. El que seguro que será el rey es Jason - Digo, y al decirlo le cojo de la mano y la aprieto con fuerza mientras dedico una sonrisa inocente. - Ahora que lo dice... Me pareció oir hablar a Ami Wong algo en los vestuarios de embadurnar de resina el traje de animadoras para las chicas de las pruebas del año que viene, o algo así. Pero cuando llegué, cambiaron de tema y no pude enterarme bien. Quizás debería ir a comprobarlo en la taquilla del equipo de animadoras de los vestuarios femeninos antes de que se salga con la suya. Es mala. Creo que voy a echarla del equipo como último acto de este curso y darle el puesto honorífico a alguna otra chica más buena. Como último gesto de despedida en favor de la integración entre alumnos, ya sabe. Ahora que lo pienso. No veo a Wong ¡Igual debería ir al vestuario ya mismo! - Me intento librar del profe. Si está pegado a nosotras no vamos a poder tramar agusto. ¡Y el momento para tramar es el comienzo de la fiesta! - Vaya y vuelva rápido, por favor, ahora que hemos sacado el tema me he quedado intranquila y no voy a poder disfrutar de la fiesta. - Le digo con una fingida voz de aflicción.

Cuando convenzo al profe para que nos de un poco de cancha, guiño un ojo disimuladamente a Jason y a Becca.

Entonces veo pasar a Wanda y Michael y me fijo en la reacción de Becca con cierta curiosidad. Veo como la pareja avanza hasta la zona de los nerds, sonrío orgullosa de haber conseguido enseñarle algo y me reafirmo en mis pensamientos. Es entonces cuando Joshua lanza la bomba de la pedazo de broma que tiene preparada.

Me aseguro de que el profe no me oye y le digo.

¡Dios Joshua! ¡Eres un genio! Me casaría ahora mismo contigo. - Le digo cogiéndole con ambas manos por las sienes y haciéndole inclinar la cabeza para darle un sonoro beso en la frente, de tal modo que sus cara apunta directa hacia mi escote. - Pero tienes que prometerme una cosa. Que esperarás a que saque del grupo a una persona. No queremos que cierta persona sea confundida con un nerd - Añado mirando significativamente a la pareja que acaba de entrar. A buen entendedor...

Cuando entré al instituto casi vomito en un ataque de cursilería. Me quedé parada viendo a toda esa gente con sus trajes, con sus vestidos, como si aquella noche fuera la más importante que habían vivido durante su aburrida vida. ¿Qué hacía yo en un lugar así? Debía haber salido con mis amigos, emborracharnos y fumar en un parque, o al menos en un lugar donde hubiera música de verdad. No esas canciones modernas, vacías de sentimiento. Pero al final... haciendo de tripas corazón comencé a caminar para acercarme a la mesa del ponche. Algo de alcohol me vendría bien y por fortuna había traído un poco de reserva en una pequeña petaca.

- Qué elegantes os habéis puesto para esta mierda - pronuncié con una sonrisa, mirando Amy y a Marcus. Eran una extraña pareja, pero parece que se llevaban mejor de lo que hubiera pensado. Si hubiese tenido que apostar... - Deja de pensar en cómo vas a volver a casa y diviértete joder, usas demasiado la cabeza - dije riendo con suavidad.

Entre la gente vi también a Fez, pero parecía entretenido con sus amigos musculitos. Qué pena de chaval. Lo prefería cuando era el extranjero. Desde que se había puesto ese traje de animal se había vuelto más sociable y eso no iba conmigo precisamente. Alcé la mano para saludarle, dedicándole una sonrisa. Por las malas, si me aburría durante la noche podía llevármelo lejos del gimnasio y divertirnos un poco juntos. Seguramente hubiera aprendido más cosas, la última vez estuvo tan verde, pobre. Pero solo con pensarlo ya me salía una pequeña sonrisa. Una lástima que buscásemos cosas diferentes.

Tras eso me acerqué a la mesa, echando un poco de ponche en el vaso antes de apartarme y aderezarlo con amor añejo. Le di un trago que me hizo arrugar la nariz, tenía un sabor extraño, aunque con el segundo trago fue gustándome más. 

-¿Diane ensartada por un zapato de tacón?

El gótico habló entre susurros para que solo quienes estaban cerca de su posición le escucharan, y rió ante el divertido comentario de Amy, mientras le daba más tragos a la copa de ponche. Aquella bebida estaba deliciosa. Nunca antes había saboreado tanto un ponche.

-¡Por los sagrados testículos de Marilyn Manson, pagaría por ver eso! -exclamó Marcus, intentando controlarse la risa-. E incluso saldría en las noticias, ¿te imaginas? Ya puedo ver los titulares: "Animadora petarda pierde un ojo por un zapato de tacón". Aunque no moriría, seguramente, no creo que tenga nada dentro de la cabeza. Oxígeno o éter, como mucho. Claro que te ayudaría, chatarrera. Aunque no seas del Lado Oscuro -El gótico se puso una mano sobre la boca y forzó una voz grave y bien modulada, casi mecánica y con una pesada respiración-. "Si pudiese ser seducida, sería una aliada muy poderosa".

La limusina para cerca de la entrada del baile, Javi antes de bajar termino la última copa de vino de un solo trago comentándole a su chofer que él le hablaría por teléfono cuando necesitara de sus servicios.

Entonces entro al gran salón y viendo el conjunto de decoración y escuchando la música pensó,

Qué conjunto tan excepcional, sin duda Becca no solo es bonita tiene una gran habilidad y creatividad, en cuanto a la música, siempre se puede confían en el buen Joshua.

También logro ver que se estaban formando grupitos alrededor del salón, con mucha confianza en sí mismo entro al salón pasando así por los grupitos, saludando con un ligero movimiento de cabeza a Marcus y Marty, Lashanda y Jarvis, continuaba su camino hacia donde se encontraba Diane y Joshua cuando ve que Johnson se sitúa a un lado de Diane, pare evitarlo cambia su camino en un giro de más de 90°, entonces ve el ponche y piensa en tomar un poco para esperar a que el profe deje a Diane y así poder evitarlo; entonces bebe del ponche provocándole una sensación rara.

Noo seaas mamoon que le echaron al ponche, sabe bien pero le falta alcohol.

Y así continuo bebiendo mientras veía al grupo de Diane y esperaba que se apartara el profesor Johnson.