Partida Rol por web

-No se más que vosotros, y no acabe sin pantalones... acabe desnudo... llevo algo perteneciente a alguien que esta un poco muerto en esta habitación, no, no lo he matado yo. Tampoco puedo hacer otra cosa ya he revisado esta habitación entera y no tengo ni idea de que hacer ahora.

¿Qué opinas buzo? ¿Le sacamos alguna cosa más o le dejamos ahí? Volviéndose hacia la puerta, profirío otro grito. Estamos tardando un poco, tú sigue ahí tranquilo. Por cierto, ya que esto igual tarda no nos vendría mal un poco de charla. ¿Cómo te llamas? ¿Sabes como acabaste en el castillo del barón?

Una gran perdida mi porta sandías...

podriamos gastarle una broma... Tu Tu mete tus dedos amputados junto la llave, cerramos la puerta y gritas como de dolor como si hubiese sido culpa de la puerta, así no deberá una

Maquiavélico y delicioso, pero igual se da cuenta de que el sangrado es anterior. Ya ha coagulado y no va a colar. De todas formas, nos va a deber bastante por salvarle.

Gustavo Montoya no escucha nada, no entiende nada, de repente todo lo que hay a su alrededor se vuelve ligeramente borroso y este cae desplomado sobre la mesa, pese a que Jorge Maynard intenta saber lo que le ocurre, o si ha muerto; se alegra al ver que tan solo se ha desmayado, pues el cansancio pudo con él, sumado a un bajón de azúcar por inanición en toda esta aventura.

Joder, vaya cagada. Ahora no puedo abrir al tío éste, igual intenta atacarnos o algo. Joder, o actúo rápido o se me muere y no puedo dejarle aquí tirado.

Con gran esfuerzo, Maynard intenta transportar al buzo hasta su habitación.

Salgo de la sacristía con el buzo hacia mi habitación.

Antes de salir le comunico al hombre encerrado que volveré.

Nada más entrar en la estancia, Luis Montoya observa el cuerpo de un hombre orondo vestido de sacerdote siendo penosamente arrastrado por otro hombre de traje. 

Me sorprendo por lo que veo ante mis ojos, al parecer estaba presenciando la escena póstuma al asesinato de aquel hombre disfrazado del Sacerdote del Castillo. Sacando mi arma reglamentaria apunto a aquel hombre de traje elegante y le indico con el cañón de la pistola que se aleje del cuerpo y se ponga contra la pared.

-No sé que diablos ha ocurrido aquí. Pero quiero explicaciones: Primero, ¿Por qué este hombre está vestido como si fuera el Sacerdote, con las ropas de Morgan?. Segundo, ¿Qué diablos le hiciste?.

No pierdo de vista a aquel hombre de traje ni un instante, y una vez que se aleje compruebo las constantes vitales del hombre gordo disfrazado del sacerdote.

Tranquilo vaquero, le ha dado un bajón. Y bueno, lo de las ropas es una historia larguísima debido a los... Peculiares gustos de mi amigo. Quizás es por no haber comido o por desnutrirse. Iba a llevarlo a mi cuarto y luego volver para liberar al hombre que ha quedado encerrado ahí dentro.

Cuanto más hablaba Maynard, más se daba cuenta de lo difícil de explicar todo esto, así que se apartó y dejó que el recién llegado lo viera por sus ojos. Pero sin apartar la vista de su pistola.

Un dolor le recordó algo que precisaría más explicación.

Sobre porqué tengo la mano chorreando sangre y los dedos cortados... Acércate a la caja esa del armario y deléitate con el cortasalchichas que hizo el mamon del barón. Pero no metas los dedos en la caja.

Tras mirar el cuerpo de Gustavo, añadió

Pero date prisa. Si está deshidratado o demasiado cansado cuanto más tardemos peor será. Y no le voy a dejar tirado

Gustavo Montoya está vivo (el que va vestido de sacerdote).

Me alivio que aquel hombre no se encontrara muerto, aún sin perder la vista de Maynard guardo la pistola mientras reviso el cuerpo del hombre, a ver si tenía algún arma o pista que pudiera serme de utilidad para descubrir los secretos que aún quedan por desentrañar en este castillo.

-Mi nombre es Luis Montoya, soy un Detective de la Policía. He venido aquí tras lo sucedido a Elora Dannan, una niña que al parecer tuvo un accidente con una estatua. Y por desgracia, una vez dentro, no pude salir del lugar; y ahora estoy en busca del Barón y del asesino que está matando a la gente en este castillo.

-Una tal "Eider Relish" ha confesado el asesinato de "Diana Lister" por el asesinato de "Sean McOwen", y al parecer su compañera sentimental,"Inara Serra" quería llevarse a solas a "Renfri Dakota", acusándola de ser la dueña de los venenos que portaba Diana y que Eider usó contra ella y sin querer ella misma.

-También he confirmado la muerte de Tylor MacRury en la Celda X. Y según han dicho, Diana Lister envenenada con un suero de la verdad afirmó que ella y Renfri Dakota lanzaron por la ventana del comedor a un musulman.

-Esta casa es de locos, y si en verdad los dos estáis juntos, fuisteis afortunados de no sufrir ningún ataque por parte del asesino o asesina que hay en esta casa, o de la locura colectiva que a algunos les ha llevado.

Cojo la llave dorada del bolsillo del orondo disfrazado de sacerdote, a fin de cuentas no era nadie para quitarle sus enseres personales, así como no me era útil coger alguno de esos objetos que aquel hombre poseía. Investigando la habitación busco donde puede ser usada aquella llave. Intento abrir la puerta a la Capilla.

La puerta hacia la capilla esta bloqueada por una cadena dorada desde el otro lado; por desgracia no logras alcanzar el candado, y apenas puedes meter el brazo dentro. Pese a ello, escuchas que hay alguien en el otro lado, y parece que está desesperado por salir, por un vistazo rápido logras ver que es un chaval pelirrojo y se encuentra medio desnudo por algún motivo.

Lanzo la llave dentro de la capilla, con intención de golpear a aquel chaval, si mi teoría no me falla, esa llave ha de abrir la puerta y sólo se podrá abrir desde el otro lado. Si el chaval parece tan indefenso como vi, eso significa que es otra víctima más de esta situación. Así que confío en el para abrirnos aquel nueva área.

-Tu, el trajeado. Si quiere llevarse a su amigo a su habitación hágalo; si lo prefiere, podemos entrar en la Capilla y hablar con el que sea que esté ahí, y cuando despierte, estar los 4 sanos y salvos y tomar un aperitivo.

Muestro dentro de la maleta de cuero negro que cae a la altura de mi cintura, los 5 bocadillos envueltos en papel de aluminio.

Vale, cuando el de dentro abra me ayudas a meterle dentro. Le vendrá bien comer algo y que cargue yo con él solo por ahí podría ser peligroso. Y lo de la llave bueno, no iba a darle una oportunidad a quien estuviera dentro de atacarnos a mi y a mi compañero así que íbamos a regresar luego a por el. Al menos que perder los dedos me sirviera de algo.

Maynard se quedó mirando a aquel hombre que decía ser policía, determinando si el que no le hubiera volado la cabeza en el acto a ambos se debía a no dejar rastros inútiles o a auténtica bondad. Con toda la información que había soltado, parecía más lo último.

Eso me recuerda que no me he presentado. En este infierno poco importan los putos modales. Soy Jorge Maynard Smith, vine por unos negocios y me encontré en el jueves negro. Como usted, llegué más tarde y muchas de esas cosas ni las sabía. Digamos que mi amigo el dormilón me ayudó a desenvolverme y desde entonces intentamos no separarnos.

Maynard estuvo repasando mentalmente la información. La confirmación de la muerte del aristócrata de Tylor le resultó cuanto menos peculiar ya que era una figura que no desentrañaba aparentemente ningún peligro para nadie. A su mente le vino una imagen de la bella señora Eider.

¿Entonces Eider asesinó a alguien o vio como Lister asesinaba a Sean? Vaya, no sabía que el viejo escocés también había muerto. A su lista de muertos, debe añadir un cadáver especial, uno anónimo que encontramos en el despacho del barón. No se si seguirá allí el cadáver.

Mientras esperaba que la puerta se abriera, me giro hacia aquel hombre y le vuelvo a repetir lo que le había dicho antes:

-Un Musulman amenazó con inmolarse en el Comedor, y tanto Renfri como Diana lo empujaron por la ventana.

-Renfri Dakota trajo un par de venenos al Castillo.

-Diana Lister cuando encerró a Renfri Dakota en el Calabozo a causa de las votaciones, le requisó los venenos.

-Se encontró el cadaver de Sean McOwen en el Comedor.

-Eider Relish atacó a traición a Diana Lister, ella solo quería esposar y llevar a los calabozos a Gerard Mercier, Diana decidió no oponer resistencia. Luego Eider rebuscó en su bolso, encontró los venenos y se los hizo tomar a Diana.

-Diana envenenada con un suero de la verdad, dijo que Renfri y ella empujaron al musulman por la ventana.

-Diana murió por el veneno que le obligó a tomar Eider.

-Eider se envenenó sin querer con el segundo veneno.

-Inara quería llevarse a un lugar privado a Renfri Dakota. Yo lo impedí.