El señor Himmler no sabía si la joven había llegado a entender su explicación y trató de ayudarla en la medida de lo posible, siendo más preciso en sus indicaciones. Intentando recrear lo mejor posible la estancia y las estatuas que había visto recientemente en su mente, no tardó en aportar la información necesaria cada vez que escuchaba a la joven como se desplazaba hacia cada una de las estatuas del Gran recibidor.
- En la de abajo a la izquierda debería poder encajar la "Guadaña". ¿Lo tiene? Perfecto. Después la escuchó desplazarse hacia la estatua de arriba a la izquierda. En esa de ahí arriba a la izquierda va la "Balanza". Eso es. La mujer tenía un caracteristico andar que quedaría grabado en la mente del hombre, que la escuchó desplazarse esta vez hacia la parte superior derecha. Arriba a la derecha debería estar la "Espada" y ya finalmente, en la parte de abajo a la derecha deberá colocar el "Arco", último de los elementos.
Tras estrecharle la mano a aquel apuesto y atractivo hombre Sam se sentó en un casi cómodo sillón y se volvió a encender otro cigarrillo. La verdad es que todo aquello era de locos, todo el mundo tocandolo todo. Seguro que más de uno se iría de allí con algo en los bolsillos.
Así pues sentó y esperó a que algo pasara. Más allá de un grupo de adultos llegando a casa ajena y poniendose a tocar todo lo que podrían tocar. ¿Cuanto tardaría alguien es meterse debajo de la alfombra?
El Dr Freud jugueteó con los discos, poniendo ambos en Aries, luego ambos en tauro y por último ambos en Géminis. Pese a ello, no parecía dar ningún resultado al poner esas combinaciones, al parecer tanto el círculo exterior como el interior se encontraban en una posición no idonea, o al menos, uno de ellos.
Tanto movimiento le había dado sed, si aquello funcionaba se u¡iba a dar un gran lingotazo e invitaría al señor Himmler, a fin de cuentas el hombre ya tenía tres cuartos del ciego de serie.
Balanza ----- Espada
Guadaña ------------------------- Arco
Sentado en la silla del recibidor, Justin Case, detective privado, observaba al resto de sus compañeros resolver puzzles y pelearse por ver quien era el más capaz. Pero claro, Case no era muy capaz. ¿O si? En todo caso, cruzó las piernas en el sillón, y comenzó a asentir cuando uno u otro pasaba delante suya.
- Sin duda, sin duda - afirmaba-. Interesante, sin duda.
Viendo que los demás invitados se dedicaban a toquetear todo lo presente y ya comenzaban con la investigación, Esperanto se decidió por descansar un poco hasta que alguien viniera a recibirlos más adecuadamente. Después de todo, no sería cortes que la Baronesa llegara y los viera removiendo la casa. Incluso siendo una chica naturalista, Esperanto entendía cuestiones de etiqueta.
Aunque en vez de sentarse en alguno de los sillones vacíos, se posicionó en el suelo en canastilla y se dispuso a meditar en silencio. Con una sonrisa natural y amena en su rostro.
Una vez colocado la última estatua, el cajón que estaba bajo el busto se abrió de par en par, dándole la oportunidad al ciego de mirar lo que había dentro y cogerlo sin problemas ni miedo a que otro se le adelantara, pues era el que más cerca se encontraba y el que se había ganado el derecho a ello. Klaus había resuelto el Puzzle planteado con la ayuda de Nadine.
Objeto: Cilindro de Cera
Parece ser un cilindro de cera sin nada en especial, puedes observar que está grabado, quizás diga algo.
Klaus Himmler: Cilindro de Cera
Todos ya se habían reunido que mala suerte, bueno no quedaba más que adentrarnos en aquel hermoso castillo, o eso pensaba el buen señor McFlyn, descendió de su vehículo con toda la paciencia del mundo sin saber lo que se encontraría, pero eso era obvio necesitaban de su servicio como espiritista profesional para resolver los misterios o algo así había leído, quizas se había equivocado, como aquella vez que fue a ese extraño hotel donde se encontró con un chico y su perro, el chico creía que su perro hablaba, pobre muchacho, realmente a este punto estaba divagando así que espanto esos pensamientos moviendo la mano y decidió entrar de una vez.
-Santas y buenas tardes- saludó con su refinado modo de hablar - Soy Gavin McFlyn, es un gusto estar con ustedes- dijo pero al parecer nadie lo escucho, por lo que el resto del momento se dirigió a avanzar con su maleta en mano, dispuesto a ver lo que ocurría en el castillo.
-Niños, vaya- denotó al observar a los pequeños que merodeaban por la zona - encantador, hace tiempo tuve un hijo, el pequeño Jimmy que habrá sido de el, 15 años era demasiado tiempo- dijo en voz alta como una señal de un recuerdo, por lo que se quedo mirando a un punto fijo del castillo.
-Lo lamento en que estaba- camino sin prestar mayor atención que a los cuadros, incluso movió la nariz al comprobar que una pintura le había guiñado el ojo, una observación por las paredes o un fantasma, esperaba resolver ese misterio, pero en fín pese a lo largo de los pensamientos de Gavin, estaba ahí esperando a ser notado.
- Ejem, permiso, ¿quieren hacer el favor de apartarse de mi camino?
Jean Paul era... un hombre excéntrico. Llevaba un curioso libro bajo el brazo, y al llegar se negó a entablar la más mínima conversación con nadie del lugar. La visión de los niños correteando por la zona le dio dolor de cabeza, pensando lo malditamente difícil que sería leer con tanto ruido. Y mucho menos pensar. Pero bueno, no le quedaba otra. Con un suspiro, y haciendo gestos de enfado, se fue a una habitación de la misma forma que había entrado en la mansión: sin decir palabra y refunfuñando.
La princesa se acercó al apuesto hombre del esmoquin blanco que, como ella, se había puesto a contemplar aquel dantesco espectáculo de gente removiendo hasta el último rincón de la entrada al castillo. Artefactos pasaban de un lado a otro y cambiaban de manos. -¿Qué está haciendo esta gente? ¿Se ha vuelto loca? -comentó con el tal señor Diamond, horrorizada. -¿Acaso son miembros del servicio y están preparando la sala para recibir a la Baronesa? -no se habían presentado como tales, pero a Madame Maslova le cosataba imaginar qué diablos estaba sucediendo exactamente. Una jovenzuela, la tal Esperanto, qué sí tenía en cambio el aspecto de pertenecer al servicio, optó en cambio por tumbarse en el suelo. Qué horror, qué falta total de decoro...
Pero qué fenómenos!!! Están ustedes desentrañando los misterios de esta casa antes que canta un gato... - dijo el señor Valerov no sin cierta envidia mal disimulada. Para no ser menos que sus acertados compañeros, se dispuso a seguir manipulando el cofrecillo, esta vez apretando los puntos hacia los que apuntaban con sus arcos ambos angelitos.
Pues eso, que a lo mejor apretando esos puntos o moviendo alguna pieza movil de los arcos o las flechas se abriría el preciado cofre.
Sobre el puzzle que falta, es evidente que tenéis que llevar la marca del circulo exterior y la marca del circulo interior en unas determinadas posiciones, la cuestión es... ¿En cuáles?. XD
El Dr Freud cansado y superado por el enigma de los símbolos zodiacales decide mover las esferas al azar de un manotazo y marcharse disimulando como si allí no hubiera pasado nada.
Las zonas de hierro caen al azar alineándose una en el símbolo de Sagitario y la otra en el de Escorpio.
Alineo con las zonas rellenas de hierro los símbolos de Sagitario y Escorpio.
No quería intervenir para ser descortés era obvio que la alineación de las flechas era especifica, pero no teníamos idea de cuál - Disculpe mi buen amigo, ya ha probado usted alinear ambos espacios en un solo signo Zodiacal- sugirió susurrando al hombre que movía las manecillas - si es así omita mi sugerencia- comenté tranquilamente mientras la maleta seguía en mi posición.
GÑÑEE
Me acerco a los discos que el Dr. Freud ha abandonado y los giro hasta marcar Géminis y su opuesto.
Miro al doctor, saco una nueva zanahoria y la empiezo a mordiquear
What's up, Doc... GÑEE
Observo interesado como el supuesto ciego resuelve el puzzle de las estatuas, "¿nos han traido aquí para jugar?"
-para eso me quedo viendo el tiempo es oro en mi casa- murmuro malhumorado, entonces me fijo en lo que hace el tal Freud
-¿jugando a la ruleta de la fortuna? no sea idiota, se supone que hay pistas. Busque algo que tenga relación con signos del zodiaco aquí. Por ejemplo los venados y todo ese monton de trofeos de caza, está claro que eso es capricornio. Y los dos cofres con angelitos puede ser Geminis, actue con cabeza hombre-
Tras esperar por si la posición al azar del doctor funciona y me toca tragarme mis palabras pruebo a poner los círculos en capricornio y geminis
pruebo a poner los círculos en capricornio y geminis
me pise con Marvin
Ni géminis ni su opuesto ni géminis ni sagitario parecían ser la respuesta de aquel y último puzzle resoluble en esos momentos, o penúltimo si contamos el otro entramado de círculos que aún permanecía estático en su posición inicial debido a unos malos cuidados por parte de la dueña, o de los criados.
Los Invitados lentamente decidieron moverse a las Habitaciones, a fin de cuentas, la noche iba a ser larga y tediosa y juguetear con un mero puzzle no sería suficiente ni gratificante como para hacer perder el tiempo a todos los que estaban ahí. Al ir al pasillo donde se encontraban las numerosas habitaciones de los invitados, notaron que absolutamente todas tenían un diseño idéntico y, para fortuna, había suficientes para los 28 que eran... al parecer la Baronesa hizo una ligera ampliación del diseño original del castillo mientras la reforma daba lugar.
Escribid en el Post del Capítulo 1. Que este lo cierro.
Defraudado por su torpeza tanto para resolver el enigma como para escapar indemne de allí el Dr Freud maldice para sus adentros, — maldita sea, ahora todos me están mirando —, oye como un tipo gordo y feo arremete contra el y el rarito de las zanahorias lo mira mientras mastica una. Un tipo le hace una pregunta educadamente cuando pasa junto a el y decide contestarle para pasar el mal trago y dejar de ser el centro de atención de aquellos dos locos. — Señor Gavin, si claro que lo prové pero tampoco funciono. Me quedé cerca pero ese dichoso acertijo pudó conmigo, ummm —. dijo mientras secaba el sudor de su frente, — yo creo que tienen que ver con los cuatro jinetes del apocalipsis, escorpio representa la muerte como la guadaña y sagitario el arco, en el otro circulo debería corresponder a libra la balanza y no se, no se, ahí me pierdo.