Partida Rol por web

Uno de los tubos que llegan a la caja, a la zona posterior de los engranajes cae directamente al suelo, a la planta baja presumiblemente. ¿Qué es lo que puede haber ahí? No lo sabes bien, pero supones que tendrá relación con lo que hay justo encima del calabozo, o mejor dicho, detrás del Gran Recibidor. No sabes muy bien que puede ser. Ya que nno has tenido acceso a ese lugar aún.

El otro por el contrario parece que a ras de suelo se dirige hacia la base inferior de aquella fuente de piedra, por desgracia no había agua, aunque había rastros de agua recientes en la parte inferior. La fuente se dividía en 5 secciones, cada una separada por un mismo pilar de la anterior, cada vez más arriba hasta el punto máximo que era un capullo de una flor, en donde, supuestamente debía de salir el agua. Pero de allá nada salía y estaba demasiado alto para ver qué es lo que pasaba. Y dado que los bancos estaban sujetos al suelo, era imposible subirse a algo y ver la parte superior de la fuente.

Al parecer aquellas figuras de metal estaban sobre unos raíles en espacios de 6 x 6 cuadrados, y tenían formas rectangulares que ocupaban 2 o 3 cuadrados, tanto en forma horizontal como vertical; el mayor problema que estos rectángulos de metal presentaban es que no podían moverse libremente, las que estaban posicionadas de forma vertical solo podían moverse de arriba a abajo, y las horizontales de derecha a izquierda.

Destacando en una de las horizontales había una esfera de color azul, justo enfrente de la única salida que daba al estanque. Además de eso, al lado de aquella zona de cristal se encontraba una especie de plancha, que parecía estar atrayendo a una placa de metal. ¿Sería un imán?.

Antonio sin preguntar ni nada, va corriendo hasta los engranajes y con todas sus fuerzas lo hace girar en sentido horario. - ¡ANTONIOO!

En una zona cubierta por la maleza parecía haber algo, al retirar las hojas de aquellas plantas exóticas, los invitados pudieron leer algo que todos y cada uno de ellos intuían fuertemente, e incluso casi habían sufrido en sus propias carnes.

Con firmeza aquel joven giró el engranaje, se escuchó como el agua corría a través de las tuberías hasta llegar a la fuente, girándose para observar lo que sucedería, este pudo observar como nada había ocurrido, pese a que el agua llegara supuestamente a la fuente, no pasaba nada. Intentó girar el engranaje hacia la otra dirección o dejarlo tal y como estaba al menos, pero no funcionaba.

- Lo ha movido correctamente, solo que, teorizo, tenemos que intervenir primero en la otra parte del puzzle. La de las placas. ¿Que tal si intentamos liberar esa placa? - comentó Edgard, intrigado por el puzzle y atraído por la perspectiva de hombres inclinados hacia delante.

Se acercó a las placas y las comprobó con atención durante unos instantes.

-¿H y V? MMMm... ¿Sera como N y S de los polos? ¿Tal vez tenemos que igualar en números los polos que se atraigan? -Nuevas preguntas sin respuestas al parecer en la Mansion nada era sencillo.

Un enorme estruendo proveniente de la fuente cubría toda la estancia, como si hubiera una tormenta en aquella sala, ensordecedor. Este terrible sonido no hacía más que aumentar cada vez más, incluso podían notar como el suelo comenzaba a temblar bajo sus pies.

Al mirar hacia la fuente, la parte superior de la misma estalla, lanzando trozos de piedra de la fuente a todos lados; y si eso fuera poco, el agua que caía de ella estaba hirviendo, quemando a los que se encontraban más cerca, provocando ligeras pústulas y ampollas al contacto.

Por suerte Antonio giró en la otra dirección la caja de engranajes, haciendo que la fuente dejara de ser un volcán y escupiera a los presentes agua hirviendo. Una vez cerrada, los investigadores siguieron escuchando el siseo proveniente de la cima de la fuente, mientras veían el vapor emergiendo.

En la explosión, obtienes algo que cae del cielo, parece ser una ficha de Poker.

Aún quedaba un puzzle por descubrir, así que los investigadores volvieron a esta localización con tal de solucionarlo.

Antonio nio nio nio... - se lamentó el pequeño joven al no tener a alguien con una cara divertida experto en hacer ciencias con imanes y que resolviera aquél pequeño puzzle.