Partida Rol por web

Aquella estancia tenía dos puertas, las cuales se podía acceder sin ningún tipo de problema, una enfrente a la otra, así como dos secciones bien definidas a ambos lados de cada puerta. Ambas estancias incluso estaban bien diferenciadas por el estilo del techo de la estancia.

En la primera, a mano derecha desde la Sala de Trastos, se encontraban 2 Armarios cerrados y uno entreabierto que mostraba diversas ropas de distintos colores. Una mesa, un banco, un jarrón con lilas y un pequeño arcón de madera. Todo bajo la mirada de un cuadro de la virgen y su hijo. Sobre el armario había una linterna sorda y diversos vasos de cristal y recipientes de cerámica.

Por el contrario, en la otra sección se podía observar, un pequeño altar con margaritas, dos cuadros con temática religiosa, una pileta y una pequeña caja con una ranura, como si fuera un pequeño buzón. Además de eso, se podía observar una cruz de madera colgada en una de las paredes y un par de sillas.

La pileta está vacía, aunque algo húmeda.

Dentro de uno de los armarios había una caja con 3 orificios en la parte delantera, así como dos recipientes sobre cada uno de los orificios que se encontraban más separados, una botella de vino y una botella de agua; así como una cuchara dorada.

Acerca de los orificios era imposible ver el contenido de los mismos, pero eran lo suficientemente grandes como para poder meter dos dedos en ellos y así poder rebuscar en el interior.

También había una pequeña nota que avisaba acerca del contenido de los 3 orificios.

La Impureza y la Contaminación

La Impureza se encuentra en todos los lugares, en el aire, en el agua y en la tierra. Incluso se puede encontrar la Impureza en el corazón de las personas, pero la pregunta que todos nos hacemos es... ¿Cuándo una persona Pura se vuelve Impura?.

He estado estudiando este asunto por años a petición del Barón, y creo haber logrado encontrar una respuesta a esa pregunta que tanto le atormentaba. Pero para hacerle ver al Barón sobre los resultados obtenidos, he preparado un pequeño juego, ya que él es un amante de estos. La "Caja de la Pureza".

El juego consiste en llenar uno de los vasos que hay sobre la caja de Vino y el otro de Agua. Entonces usando la cuchara se trasvasa un poco de Vino en el Agua y se remueve. Una vez revuelto el vaso con la cuchara, se coge de esta nueva mezcla recién creada una cucharada y se le echa en el vaso del Vino y NO se remueve.

Entonces estudiando ambos vasos, se deberá escoger uno de los 3 orificios que le he echo y meter los dedos índice y corazón en él y así saber si has acertado o no.

Derecha: Agua

Centro: Ambos

Izquierda: Vino

Pese a que solo deseaba poner el premio en el orificio ganador, el Barón insistió en que hubiera un castigo en caso de haber fallado, así que no tuve más remedio que abrir la caja y meter un pequeño mecanismo de guillotina. Espero que el Barón no pierda los dedos, pero si lo hace, que sepa que él me lo ordenó.

-Morgan Rayleight

Virgen del Libro

Botticelli - 1482

Esta Virgen con el Niño, conocida con el nombre de Virgen del libro (en italiano, Madonna del libro), es una obra del pintor renacentista italiano Sandro Botticelli. Está ejecutada al temple sobre madera. Mide 58 centímetros de alto y 39,5 centímetros de ancho. Está datada hacia 1480-1482.

La Virgen del libro es una obra extremadamente suave y bella, en la que María y el Niño están sentados en la esquina de una habitación, enfrente de una ventana. Se ven algunas palabras, mostrando que se trata de un libro de horas, las Horae Beatae Mariae Virginis. Las manos de la madre y del hijo tienen la misma actitud: la derecha abierta en un gesto parecido al de la bendición, y la izquierda cerrada. El Niño mira a su madre mientras esta, seria, no se sabe si mira al hijo o está absorta en la lectura del libro abierto sobre el que descansa su mano.

Como símbolo de su futura Pasión, el Niño Jesús sostiene los tres clavos de la cruz así como la corona de espinas. Se trata de una representación frecuente en la iconografía cristiana.

Botticelli creó añadidos a la escena con gran amor hacia el detalle, y el conjunto de cajas y un cuenco con frutas exuberantes se parece mucho a un bodegón; las cerezas son una alusión al Paraíso. Las páginas del libro, los materiales y los velos transparentes tienen una increíble calidad táctil. Es un cuadro de gran equilibrio y sentido del color. Otro refinamiento de la pintura de Botticelli es la filigrana de oro con las que decora las ropas y los objetos. El uso de la cara pintura de oro fue el resultado de un acuerdo contractual que hizo con los clientes, que establecieron por escrito el precio de la pintura.

Última Comunión de San José de Calasanz

Francisco de Goya - 1819

El cuadro muestra a José de Calasanz comulgando por última vez a los noventa y un años en la iglesia de San Pantaleón de Roma. El santo, con rostro de moribundo, recibe la sagrada forma arrodillado sobre una almohada colorada, e iluminado por un rayo de luz divina, impregnando el oscuro cuadro de una tensión piadosa y mística.

La obra muestra un fervor real, pero la trascendencia religiosa que el arte tenía ya no es posible. Lo humano es lo que ahora da sentido a la iconografía religiosa: la agonía del anciano fundador, la actitud piadosa de las figuras que lo rodean, el recogimiento, la cercanía de la muerte.

Santas Justa y Rufina

Francisco de Goya - 1817

Justa y Rufina fueron dos hermanas nacidas en Sevilla los años 268 y 270, ambas murieron en el 287, son veneradas como santas por la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. Su festividad se celebra en Sevilla el 17 de julio (siguiendo la tradición medieval hispánica) y en otros lugares de España el 19 de julio.

Las dos hermanas aparecen en pie portando sus atributos: las palmas del martirio, vasos de cerámica alusivos a su profesión de alfareras y el león al lado de Santa Rufina, que recuerda el momento en que el precepto romano Diogeniano la colocó en el anfiteatro a expensas de la bestia que actuó como si fuera una dócil mascota, lamiendo los pies de la joven. Ambas miran hacia el cielo oscuro, tan solo iluminado por dos haces de luz que recaen sobre sus cabezas. Al fondo se divisa la torre de la Giralda que solía acompañarlas en sus representaciones, recordando su procedencia. A sus pies el pintor incluyó una escultura pagana hecha pedazos en referencia al episodio en el que las santas destruyeron la imagen de la diosa siria Salambó cuando se negaron a vender una de sus vasijas como ofrenda a la deidad.

El resultado fue un lienzo donde se fusionan los tonos negros con vivos colores, al estilo de El Greco. Para la composición, el pintor sin duda se basó en la obra del mismo tema de Murillo 

La mañana llegó sin mayores sobresaltos y los invitados decidieron preparar sus respectivos desayunos y comer algo de forma civilizada en el gran comedor, aunque lo primero que observan nada más entrar por la puerta les quita el apetito de golpe, puesto que pueden ven el cuerpo de alguien tumbado sobre la mesa y recubierto en una manta, la cual tenía a la altura de la cabeza un enorme mancha de sangre. Los pies del difunto salían por encima de aquel mantel que lo cubría en dirección hacia la ventana.

No sería otro que Antonio el que daría un leve tirón de la manta para ver quién se encontraba debajo con quizás un dolor de cabeza prominente, pero al parecer esta manta también estaba debajo del cuerpo, así que le costó un segundo tirón con mucha más fuerza y teniendo que apoyar un pie sobre la mesa para que el impulso fuera suficiente para sacar la manta de encima del cadáver.

Cuando lo hizo restos de sangre y sesos salieron despedidos hacia su dirección; manchando la mesa, el suelo e incluso la pared y la puerta; y por supuesto, a los invitados que ojipláticos estaban observando lo sucedido. Pero eso no era lo peor, sino el cadáver que ahí se encontraba, Ethan Harker con el cráneo aplastado por la parte superior, el cogote y la nuca. La cavidad resultante mostraba parcialmente el cerebro del joven artista de efectos especiales, así como otros trozos del mismo habían sido desperdigados por la mesa.

Tras aquel impacto inicial, los rostros de los investigadores se volvieron deductivos y con claros signos de sospecha mirándose los unos a los otros, y probablemente si Marvin estuviera ahí, este miraría a dos a la vez o a ninguno. Sea como sea, ahí fue cuando se percataron que Clarisa estaba desaparecida, la ventana estaba rota y en el marco inferior de la ventana signos de arañazos que caían a la parte exterior de la misma.

Otra pista que aquellos investigadores encontraron fue el pañuelo morado que la joven tenía siempre en su cabeza, entrar volando por la ventana hasta finalmente posarse sobre el pecho del difunto Ethan Harker.

Aún con cierta sorpresa, la investigación de la mansión debía continuar, por lo que los investigadores se reunieron en la Sacristía privada de aquel castillo perdido de la mano de dios; y a juzgar por los planos que todos habían visto de la mansión, eso significaba que ya estaban aproximadamente a medio camino de finalizar aquel trabajo, aunque ya eran muchos menos.

Johan se paseó por los diferentes ropajes en el armario, contempló algunos cuadros antiguos entre otras cosas, hasta encontrarse con algo que llamó su atención al ver al niño Antonio halar la manta que descubriría  el cuerpo de Ethan Harker, no sin mencionar la sospechosa escena, arañazos, un pañuelo morado y la cabeza aplastada del difunto.

Sólo se molestó en tomar bocetos de la escena mientras murmuraba - Vamos a morir todos si esto sigue así, somos nada más que marionetas en este circo de muerte. Al menos quedarán los bocetos de mi obra para la posteridad, espero que lo encuentre alguien sabio, y por supuesto que me de crédito por ello. -

- ​La señorita Clarisa, esto pinta mal, sospechoso...-

Sam encendió un cigarrillo procurando no hacer enfadar al niño Jesús. Aquello era lo último que necesitaba en aquellos momentos. La verdad es que si aquello continuaba así no iba a sobrevivir ni el apuntador. Descontando el hecho de que cada vez quedaban solo los más raros. Entre los que él no se incluía claro estaba.

-Y bien caballeros ¿están preparados para volver a acusar sin fundamento? Dio una larga calada mientras pedía perdón mentalmente. -Es evidente que alguien quiere que sospechemos de Clarisa aunque creo que ya se había demostrado su inocencia ¿Me equivoco?

Se sentó donde buenamente pudo. -Expongan sus motivos. Tenemos todo el día antes de que otro de nosotros pueda salir de aquí para reunirse con el creador.

-Hmm, así que tenemos dos hombres pájaro. Qué curioso. ¿Quién se ocultará bajo la máscara de cada uno? ¿Será alguno uno de los asesinos? -dijo, como si no fuera gran cosa mientras examinaba con curiosidad aquel pequeño arcón de madera. Luego se giró y dio una explicación que, sin duda, los allí presentes exigirían conocer.

-Antes, a la señorita Esperanto se le cayó una pequeña cámara de vigilancia con la que sin duda nos ha estado espiando a todos. Decidí colocarla en los calabozos después del incidente con la señorita Asha, a ver si lograba pescar algo y, vaya, cuál ha sido mi sorpresa al ver que entraba en la habitación un hombre pájaro idéntico idéntico al que ya teníamos encerrado.

La visión del pelirrojo y de sus sesos esparcidos casi logra hacerme perder el apetito, pero me sobrepongo a ello y examino el cadaver.

-La cabeza aplastada... no parece el modus operandi de ninguno de los asesinos que han actuado hasta ahora. Claro que quien mato al doctor Valerov lo hizo de una forma bastante improvisada, si encontraramos el arma homicida podría sernos de ayuda-

Hago una mueca por los comentarios de Sam y Johan Berlin -no se apresure en darla por muerta, la última vez que alguien desaparecio así fue Justin y volvio a aparecer, relativamente sano. Y no señor Diamond, Clarissa no ha demostrado su inocencia, practicamente nadie aquí lo ha hecho-

Abro la ventana rota y me asomo por si hubiera algo fuera, sea Clarissa o sea el arma homicida, aunque no puedo evitar oir a la rusa y preguntarme -¿dos cuervos?-

Espero que la Srta. Clarisa este aun viva la verdad. Y la niña fantasma la señaló como inocente no es verdad?

-buff, perdone que tenga mis dudas sobre lo que diga la niña fantasma- bufo mientras me asomo por la ventana, está algo alta y la barriga me dificulta la tarea

-La única persona que sabíamos que era "inocente" desaparecida...  Sin duda aquellas persona a las que acusaba estarán detrás de esto ¿A quien estaba acusando la señorita antes de desaparecer? Dijo Nobert reflexionando en voz alta.

Justin Case, detective privado, analiza la escena, observando a los supervivientes de su ficción comatosa mientras se acaricia su perilla millonaria de youtuber de éxito.

- Sin duda, sin duda - asiente varias veces-. Yo propongo que votemos todos al señor Carteaux, porque los buzos Misterio espaciales deben ser descartados de nuestra lista de sospechosos cuanto antes. Al menos todos estamos de acuerdos que votar al autoinculpado de Pierrot fue una buena idea, ¿no?

-Sr. Case echaba en falta que no me nombrara. Veo que sigue en sus trece... Yo sin embargo esta vez no le votare. Para mi esta claro que si no he desaparecido o muerto debido a nuestros ataques mutuos es mas que posible que usted sea un pobre loco... e inocente al fin de al cabo.

- Sin duda, sin duda - asintió Justin Case-. Yo sin embargo, si no he desaparecido, es porque usted sabe que mi estado comatoso me hace invulnerable a sus ataques ficticios, buzo Misterio cósmico. No me engaña usted señor Carteaux. Mientras no haya ningún loco autoinculpándose, usted es el candidato numero uno, como número uno era mi canal de youtube.

Fruncí el ceño al ver que Clarisa había desaparecido, ya que era una de nuestras mejores bazas para encontrar a los culpables. Ni por un momento se me ocurrió pensar que fuera la asesina.

- Espero que esté por ahí escondida como estuvo Cage - me acerqué a la ventana por la que había entrado el pañuelo y miré fuera - me disculpo, señor Cage, pero yo votaré por Asha. Es la última persona que Clarisa señaló y como prometido, si no hay más evidencias, votaré por ella.

Después, miré a la rusa levantando una ceja.

- Menuda casualidad, querida, que siempre encuentras los objetos de la gente que es encarcelada, como el antídoto de los niños. Menuda suerte la tuya - dije con marcado tono sarcástico.