Partida Rol por web

El Jardín Exterior era amplio y lleno de flores de distintos colores, pero los que más predominaban era el morado, el rosa y el magenta; pese a su amplitud tan solo había dos bancos, uno bajo cubierto cerca de la iglesia, a la izquierda del enorme agujero que había en el murete de piedra; y otro tras el enorme Olmo, fijando las vistas hacia el acantilado.

Entre otras cosas que destacaba aquel jardín es que la entrada a la Capilla había sido bloqueada desde el exterior con un tronco transversal que ahora se encontraba en el suelo; así como la gran entrada de las puertas de garaje al Almacén del Jardín Exterior había sido completamente devorado por una hiedra en flor.

Tirado en el suelo había una pala, un rastrillo y unas tijeras largas para cortar las plantas que crecían de los muros superiores del castillo desde una distancia segura. Además de eso había un montón de tierra removida en el suelo, tierra que parecía haber sido traída y revuelta recientemente en estas últimas semanas.

Por último se encontraba en una esquina, una pequeña caseta del servicio, un barracón donde los miembros del servicio dormían todos juntos y apelotonados. Aquel lugar parecía constar de una cocina pues una pequeña chimenea se alzaba sobre esta construcción. Por desgracia la puerta estaba cerrada desde dentro y la única ventana que había estaba lo suficientemente alta como para alcanzarla, y el suelo de piedra alrededor de esta casucha estaba mojado y cubierto de musgo, por lo que era una zona resbaladiza.

Durante la noche, un extraño sueño apareció en la mente de todos los presentes, el sueño databa de un lugar que aún no habíais visitado y participaba en el gente que tampoco habíais conocido, pese a ello, todo era familiar, de algún modo, todo lo que estaba pasando en aquel sueño, era como si ya lo hubierais sabido de antes...

Los matraces, los tubos de ensayo, las probetas y los vasos de precipitado cayeron al suelo vertiendo el misterioso contenido que hubiera dentro de ellos; algunos parecían inocuos y otros en mezcla con los que habían caído estaban comenzando a emitir unas pequeñas hileras de humo de distintos colores, verde, morado y azul. Y pese a que sin lugar a dudas no era algo que iba a ser positivo de respirar, la poca concentración que había de ello no suponía un peligro para los Millonarios presentes más allá de un suelo resbaladizo y quizás quemaduras químicas si llegara a tener contacto con la piel.

El Arma de Gerard, lo que parecía ser una pequeña motosierra de bolsillo había roto el silencio que quedó tras la rotura de los distintos frascos de cristal que había en la mesa cercana. Con un traqueteo continuo bien acompasado con una mirada rota por parte del Sommelier, la cual podría ser desde lascivia hasta depravación; este se abalanzó sobre Arieth.

De un primer tajo que Arieth trató de esquivar al tratar de retroceder unos cuantos pasos y con cuidado de no pisar ningún cristal o resbalar con algún líquido, la piel y el músculo del vientre de la Directora de una cadena hotelera fue desgarrada como si no fuera más que una hoja de papel. Con un tremendo dolor y en completa desesperación, la joven trató de contenerse, nunca mejor dicho, pues los intestinos se habían comenzado a descolgar cual lianas tropicales de su vientre abierto.

Algo que aprovechó Gerard para dar una segunda tajada con aquella poderosa arma, rebanando cual mantequilla el brazo izquierdo de la joven que ya había logrado impedir que gran parte del intestino delgado tocara el suelo donde un liquido morado estaba esparciéndose junto a trozos de probetas y matraces de cristal rotos. Con el corte, no solo hizo que el brazo y los intestinos finalmente entraran en contacto con el suelo, siendo clavados por los cristales e impregnados del químico morado, sino que provocó un corte diagonal ascendente en el rostro de la joven, desde la barbilla, arrancándole la nariz y dejando vacía la cuenca del ojo derecho que estalló cual huevo frito en contacto con el pan.

Este segundo golpe fue lo suficientemente poderoso como para hacer que, finalmente Arieth sucumbiera al dolor, a la perdida de sangre y a las heridas, y aún viva pero sin fuerzas para mantenerse en pie, cayó hacia el frente, sobre trozos de cristal y químicos. Dejando al traje de Gerard ligeramente manchado por el crimen cometido.

 

- ¡Eres un puto monstruo! ¡Eres peor que yo! ¡No te dejaré volver a poner las manos encima a ninguna otra persona! ¡¿ME OYES?! ¡VOY A ERRADICAR TU PUTA EXISTENCIA PUTREFACTA DE ESTE MUNDO! - dijo William preparando el hacha para cargar hacia adelante - ¡Vamos, matemos a este hijo de puta o no saldremos vivos de este manicomio!

 

ERES UN HIJO DE PUTA GERARD, PERO NO SABES COMO VOY A DISFRUTAR EL QUE ME HAYAS DADO PIE A MATARTE DE NUEVO. En el fondo hasta me alegro. SOLO QUIERO VER TU CARA SIN ESA PIEL DE CERDO QUE LLEVAS

Maynard estaba temblando de ira y le costaba mucho mantenerse tranquilo y no hacer una locura. La mayor serenidad de William era el pivote que le mantenía controlado, y avanzaba pegado a su hombro, con su objetivo en mente. Por haber fallado, una persona más había muerto. Pero ahora ya no habrá marcha atrás, es hora de acabar.

 

Richi que estaba un poco atolondrado miro la escena de los tres hombre sin saber como actuar. Tan solo busco un sitio con cobertura para evitar que Ger pudiera dispararle si llegara el caso.

-¡Tengan cuidado! lleva una pistola, ademas del cuchillo y el destripador. Ademas se protege con una coquilla y unos guantes. Ataquen al cuerpo. -Nunca pensó que llegara decir semejantes palabras.

 

La batalla había dado comienzo, William Smith empuñando su hacha se abalanzó sobre un confiado Gerard, quien al ver al médico acercarse violentamente contra él, dio un fuerte empujón con la pierna al cuerpo destripado y sangrante de Arieth Schrollder, haciendo que los intestinos de esta se pusieran en el camino de William, haciendolo tropezar y resbalar sobre estos, cayendo finalmente con el hacha en alto contra el armario, rompiendo la vitrina de cristal y varias estanterías, provocando que los trozos de cristal y tantos otros objetos extremadamente finos y delicados cayeran al suelo, algunos incluso sobre la cabeza del médico.

No solo eso, Gérard aprovechó esta distracción para atacar a un tendido y expuesto William, usando cual bayoneta el destripador, las intenciones de Gerard eran claras, desgarrar a un indefenso William. Por suerte para el médico, un rápido Jorge bloqueó el incesante impacto de la sierra usando nada más y nada menos que la hoja oculta que tenía sobre su muñeca izquierda. Las chispas saltaron, mientras la sierra seguía tratando de cortar a través de la dura hoja, con un doloroso y preciso movimiento de muñeca, Jorge desvió el arma lejos de él y de William.

La batalla no había terminado, al contrario, no había hecho otra cosa que comenzar; ayudando a un William manchado de sangre, Jorge lo levantó como el había sido levantado por el médico minutos atrás. Ambos mirando con un ferviente odio a un confiado y macabro Gerard, quien había sacado de la parte trasera de su cinturón un cuchillo de cocina.

Ambos hombres saltaron nuevamente, y esta vez a la vez contra aquel macabro sommelier, y aunque contaban que la lucha sería complicada y reñida por la experiencia asesina que parecía tener Gerard, no contaron con que el enemigo que tenía delante podía desprenderse de sus posesiones con suma facilidad, y así lo hizo. El cuchillo de Gerard voló por los aires hasta clavarse el hombro derecho de Jorge, el cual el gran dolor, sumado con los químicos del suelo, hicieron que este cayera al suelo, agarrándose de dolor el hombro.

Mientras tanto, la batalla a unos cuantos centímetros más arriba se seguía desarrollando, de nuevo, William había bajado verticalmente con fiereza el hacha, haciendo que Gerard no tuviera remedio que retirarse dando un par de pasos hacia atrás, y William esta vez golpearía horizontalmente, haciendo que nuevamente Gerard tuviera que seguir dando otro paso hacia atrás, pues el tamaño del hacha, hacía imposible que el arma de tan corto alcance de Gerard pudiera competir con la de William, el cual la manejaba con gran soltura.

Otra retirada más por parte del Sommelier esquivando otro hachazo del Médico hizo que este chocara su cadera contra una de las mesas del fondo de la habitación, buscando ciegamente con su mano libre, el Sommelier encuentra un objeto, una pequeña báscula y se la lanza al rostro de William, pero este logra no solo evitar el golpe, sino desviarlo con la hoja del hacha lejos de los presentes. Momento que aprovechó el Sommelier para avanzar contra el Médico con el destripador de nuevo en alto.

Por desgracia, no pudo alcanzarlo, de hecho, no pudo mover la pierna derecha ya que desde el suelo, y lleno de heridas en el cuerpo y en el rostro a causa del químico y los cristales rotos, una firme y sigilosa mano de Jorge había hecho todo el camino para agarrarlo e impedir que se moviera. Distracción e impedimento suficiente como para evitar que William fuera ensartado y destripado, así como dando la oportunidad a un William de realizar un poderoso golpe contra Mercier.

Alzando su hacha e impulsándose, con sus piernas, el médico logra clavar y ensartar firmemente el hacha en el hombro izquierdo del Sommelier, hundiéndose un palmo dentro del cuerpo de un agonizante Gerard, quien no pudo ver venir el golpe a causa de la distracción generada por el Empresario.

Aún consciente y con una rabia ciega, el Sommelier cayó de rodillas ante el dolor y el hacha, pero no por ello pudo distraerle de su objetivo, matar al mayor número posible de millonarios en el lugar, y por ello apunto con el destripador a un indefenso y al alcance Jorge Maynard. Y cuando este iba a ensartar en el cuello y desgarrar al pobre empresario, el hacha que tenía el Sommelier clavada en el hombro fue sustraída con rapidez, y con un elegante giro de muñeca por parte de William, esta volvió a elevarse, cercenando al instante la mano derecha del Sommelier, haciendo que el Destripador cayera al suelo.

Y con un último movimiento por parte del médico, el hacha volvió a caer con fuerza sobre el Sommelier, en esta ocasión horizontalmente, rebanando el pescuezo del que había sido el mayor asesino serial de todos los que se encontraban en el Castillo del Barón de Mandeville.

El sueño podía haber continuado, Pero algo alertó a todos los presentes. El sonido de una enorme explosión. Aún en pijama, todos los investigadores se abalanzaron a la aventura, o al menos al misterio de qué era, o de qué había sido, aquella interrupción de aquella película de terror que todos, inconscientemente, habían sincronizado.

Al llegar al exterior, la intensa niebla impidió a los invitados ver más allá, pero a medida que se iban alejando de la seguridad del Castillo, cascotes, rocas, piedras, tierra, arena, grava y plantas quemadas, chamuscadas o directamente ardiendo se fueron encontrando, dejando un pequeño crater en donde se podían distinguir tres cuerpos distintos, pese a ello no se sabía bien quién era quien.

Al hacer el recuento, los resultados fueron evidentes; obviando a los Niños que seguían en el calabozo y a Amonet que parecía seguir desaparecido, los otros tres restantes eran Klaus Himmler, Dr. Freud y Cat Lam. Lo que parecía ser las víctimas más probables de aquella explosión del chaleco bomba.

- Bueno, señor Tsoukalos. - Jean buscó con la mirada al hombre, inquisitivo - Creo que ahora puede decir abiertamente quién de esos tres tenía mi... artefacto. Podremos deducir que uno de los otros dos, si no los dos restantes, eran asesinos. Mínimo uno de ellos, puesto que si no se hubiera sentido al borde de la muerte el poseedor del chaleco dudo que se inmolara sin motivo.

El Dr. Egon puso los ojos en blanco...

Llevo diciendo ya tiempo que escuchasen a Rubi...

Tras encontrar y revisar un nuevo cadaver, encontré pisas que me llevaban a un mas que posible sesino.

Señorita Cat Lam, podrias darnos algo mas de información sobre su habilidad, porque lamento decirle he encontrado pruebas que la incriminan del asesinato del señor Gavin. Aun no lo tengo confirmado 100% por eso me gustaría confirmar si estoy en lo correcto o no.

Si el Sr. Alien confirma que el chaleco no lo tenia la Srta. Lam, creo firmemente en su inocencia Sr. Pierrot

Caso 0.11??? -La venganza del doble Ciego. Dos reunidos en secreto y un escucha, dos que decidieron terminan con sus diferencias en la noche y una celosa. Dos que al menos uno de ellos estaba protegido y dos que no lo sabian. El forcejeo hizo que hiciera click y los tres acabaron en cenizas. ¿Podría ser un caso sobrenatural? Poco probable. -Fox se mordía las uñas pensativo, no parecía un caso que el investigara, pero desde luego no era un caso fácil de resolver.

-Bueno supongo que ha estas alturas ya no importa. Como dije anteriormente el chaleco lo tenia, efectivamente, el Dr.Freud. Así que al menos sabemos que el fue atacado. Pero que mueran tres por la explosión eso si es raro. -Se rasco la cabeza con sus dedos fantasmas.

-Ahora que menciona a la señora Ruby. ¿Alguno a sido capaz de encontrarla? Porque Entonces ya seria la tercera que la casa se traga sin dejar rastro. -Aun estaba pensando en eso de los dedos fantasma, ¿Acaso el se había convertido en uno de esos fenómenos que tanto buscaba?

Teoria...

La Srta. Lam atacó al Dr. Freud y ambos salieron por los aires.

Alguien atacó al ciego...

Ergo aun quedan asesinos...

Bueno, yo sabía que la señorita Lam no era todo rosas como pretendía aparentar cuando constantemente me incriminó a MÍ por algo que tenía ELLA, poniéndose aún más nerviosa cuando hice mi pequeña prueba para ver su reacción, pero algunas personas no muy inteligentes decidieron que era MEJOR idea encerrarme después de dar argumentos de peso sobre mi inocencia la otra vez.

Me encantaría decir que os lo dije, pero no soy tan arrogante... ¿O sí? 

Os. Lo. Dije - dijo Jean, disfrutando de cada palabra que salía de su boca. - Aunque por desgracia probablemente mi gozo no dure mucho, ya que todavía tenemos... algunos sueltos. 

En cualquier caso, creo que lo que ocurrió fue un fuego cruzado, donde el sr Freud se inmoló, llevándose por delante a dos asesinos que tenían un objetivo distinto. Uno de ellos iría a por él, mientras que el otro, probablemente, se encontrara en ese momento acechando al asesino que atacaba a Freud, como bien usted ha dicho Dr. Spengler.

Entonces Pierrot, ¿Al liberarte no se ganó tu confianza el desaparecido Amonet? ¿Acaso cree usted que Jack "flaco" grayson, Amonet y yo no somos de su mismo bando?

Si confía en nosotros por qué no votar en coalición contra el que decidamos conjuntamente.

Niego con la cabeza observando el crater humeante, imposible estar seguro de quien estaba en la explosión sin análisis de ADN

-estás últimas noches han habido 2 asesinatos. Las teorias de Spengler y Pierot son perfectamente posibles. Evidentemente Freud fue una de las víctimas y al menos uno de los otros dos un asesino, ni Himmler ni Cat Lam me eran muy de confianza. Lástima que Ruby no dijera algo mas antes de caer con el tractor por el barranco-

Miro pensativo el barranco y me encojo de hombros, tras lo cual cojo la pala abandonada y empiezo a cavar en la tierra removida

-algo debe haber aquí-
 

Estamos seguros de que el ciego era un asesino? Yo realmente pienso que era la Srta. Lam y el ciego... bueno, quizas fura una segunda victima, pero nunca lo sabremos.

A lo de usar la pala... yo le ayudaria, pero creo saber lo que hay ahi enterrado... y creo que los demas piensan lo mismo... pero decirlo y sobretodo desearlo, me pondrá en la picota.

Oh, perdonen mi inmodestia, solo lancé al aire esas palabras, cada uno después es libre de sentirse aludido o no. Especialmente lo decía por quienes creyeron las palabras de un pobre loco como el sr. Justin, y a una mentirosa a todas luces como era la señorita Lam. 

En cuanto al ciego, no sé si era asesino o no, pero desde luego algo tenía que ver si acabó en medio del fuego cruzado. O podría ser al contrario y ser la que acabara Lam entre ambos. Pero si intentamos pensar en otras posibilidades de por qué ellos dos se encontrarían con el señor Freud en el momento de ser atacado, la teoría más factible para mí es que ambos eran asesinos con objetivos distintos. 

Por cierto, algo que nunca me quedó claro, señorita Asha. ¿Estaba bajo algún tipo de control mental cuando dijo que Esperanto la había violado? ¿O fue cosa del brebaje que le proporcionó el señor Himmler y que casi la mata? Creo que eso despejaría muchas dudas...

Me encojo de hombros por las diversas posibilidades que plantean -o Freud era el asesino, Cat Lam e Himmler eran amantes capaces de defenderse y al hacerlo detono el chaleco, realmente puede ser cualquier cosa. Tendremos que conformarnos con la casi total seguridad de que ha muerto al menos un asesino, tal vez dos-

-La desaparición de Amonet me intriga, puede que si dijera la verdad con eso de que tenía un 75% de probabilidades de morir por manipular los resultados de la votación. Y si, soy consciente de que tal vez descubramos eso ahora, y prefiero asegurarme, no es el único desaparecido-

Asiento a las preguntas de Jean Paul a Asha mientras sigo cavando

Entonces hoy podemos votar como hemos hecho siempre, no hace falta pensar en si nos van a alterar los resultados de las votaciones.

Touret: Por otra parte, Pierrot, he de reconocer que tiene razón al sospechar, no estaba bajo la influencia de nadie cuando liberé a Esperanto, simplemente me gustaba y quería follármela y como comprenderán era difícil a través de los barrotes. Hummmm, fue especialmente gratificante por cierto.

De todas formas, creo que ya se el poder especial de Amonet, cuando alguien muere o es apresado recibe el poder de ese alguien. Eso explicaría por qué ha podido robar a Egon las ganzúas y alterar las votaciones, ahora que han muerto esos tres recibirá sus tres poderes supongo así que podrá hacer infinidad de cosas a favor nuestro. ¿No creen? Bueno, eso si vuelve.

Otra cosa, creo que lo lógico sería que hiciéramos recuento de la gente que queda viva. A mi por lo menos no me queda claro quien sigue por la mansión. Nombro a los que creo que siguen y me corrigen si me equivoco.

En principio seríamos:

Klaus Himmler

Alexandra Ivanovich Fyodorovich Odoyevski-Maslov

Fox A. Tsoukalos

Jean Paul Pierrot

Niños "Glowneye" Prisioneros.

Jack "flaco" Grayson.

Dr. Egon.

Norbert J. Carteaux.

Johan Berlin.

Edgard Richstone.

Justin Case.

Amonet Vobisccium.

Asha Ahsa.

La lista de Asha hace que deje un momento el trabajo con la pala

-me temo que ha incluido algunos muertos, creo que la lista es mas bien así:

Fox A. Tsoukalos

Jean Paul Pierrot

Niños "Glowneye" Prisioneros.

Jack "flaco" Grayson.

Dr. Egon.

Norbert J. Carteaux.

Johan Berlin.

Edgard Richstone.

Justin Case.

Amonet Vobisccium. Desaparecido

Asha Ahsa.

Vale, entonces, ¿Que tal si discutimos a quién vamos a votar? Creo que deberíamos ponernos de acuerdo ¿No creen?

Yo por mi parte, si nadie tiene otra opción voy a votar a Justin Case. Desde el principio me parece un tipo que intenta decir lo mínimo manteniendo un perfil bajo, además de que no dice nada útil ni propone nada. Lo único que quiere es "despertar" como si neo estuviera esperándolo al otro lado para llevarle a Sion.

- Si hablamos de mantener perfiles bajos, no es el único que lo hace. El señor de la libreta, Johan Berlin, también coincide en esa descripción. Aunque con menos locura que el tal Justin, espero. Norbert fue el primero que hizo la jugada de sacar un bote de veneno de sus ropas alegando que no sabía nada, igual que Cat. Aunque a diferencia de ella él sí fue el primero, y por ello me predispongo a creerle más que a otras personas. De usted, señor Richstone, no sé que pensar. Espero que los presentes puedan darme alguna información más, pero por ahora mis dos principales sospechosos son el señor Justin y el señor Johan. 

Jean Paul miró a Johan Berlin, diciendo: - No es nada personal, espero que lo entienda. - dijo. Era difícil deducir si lo decía en serio o de forma sarcástica, puesto que el abuelete francés ya estaba harto de tanta escoria.

Johan pausó el dibujo de su libreta al escuchar el testimonio del señor Pierrot culpándolo por mantener un perfil bajo, - Entiendo su testimonio señor Pierrot, pero es lo único que me ha mantenido con vida hasta ahora. Tengo que ponerme en la posición de votar por Justin Case, quien me ha inculpado anteriormente sólo por defender la posición de Carteaux, sospechosamente comenzó a culpar a diestra y siniestra sin ninguna base concreta. - Johan mostró el primer boceto del buzo en el momento que Justin corría describiéndolo en aquel entonces. - igualmente no es nada personal y tampoco tengo pruebas en concreto, sólo tengo teorías, en cualquier caso espero que todos tomen la mejor decisión. - Johan volvió a su libreta.

Por favor, pongámonos de acuerdo en qué vamos a votar, se nos acaba el tiempo.