Partida Rol por web

Megatón

Ocupantes: 9/12

Noche 0

Todo transcurría apaciblemente en la ciudad de la bomba. La iglesia del Átomo veneraba la bomba atómica sin estallas que se encontraba en el medio de la ciudad noche y día, y según ellos, rezaban por todos los habitantes de Megatón y por todos los del Yermo tambíen. Esa misma tarde, varios supervivientes decidieron entrar en ella, para comprar algunos víveres o simplemente para curiosear y ver de cerca esa bomba sin estallar. Pero en ese momento, el Sheriff de Megatón, ordenó que cerrasen las puertas y decretó una especie de toque de queda. Los rumores que se escuchan entre los habitantes son que El Enclave ha desplegado fuerzas cerca del lugar y para mantener la seguridad de los Megastonianos que allí vivían, se decretó la ley marcial.

Y allí están los supervivientes, en una sala que destinaron para ellos, ya que no eran habitantes de Megatón. Una sala con paredes hechas de telas y plásticos, en una de las casas de chapa desvencijadas abandonadas. Todo estaba tranquilo esta noche, pero el robot de la entrada parecía bastante nervioso.

Sarah se encontraba apoyada contra una pared, con los brazos cruzados. Parecía ligeramente nerviosa.

¿Que está pasando? ¿El enclave anda cerca? Esto no me gusta nada... - pensaba Lyons.

Hola a todos - dijo a modo de saludo a los presentes que compartían sala con ella - Soy la centinela Lyons, de la hermandad de acero ¿Como estáis?

Estaba molesto la humedad destrozaria su peinado, por lo que lo mantenía en su sitio a base de usar el peine una y otra vez.
Joder para una vez que no vengo con los chicos y pasa esto. Estoy gafado.-Chuto el aire y miro a quien había hablado.

-Hola guapa. Soy Bucht DeLoria. Pero tu puedes llamarme, "mi chico".-Tonteo con ella, si iba a estar encerrado por no sabe que tonteria, al menos tendría un poco de diversión ¿o?

Esta desorientada sin saber donde estaba metida... no sabía que hacia aquí faltaba más gente. Pero el conclave o lo que fuera algo estaría sucediendo porque solo estábamos tres personas por el momento...

Mientras que no muriera yo m quedaría tranquila. Me dirigí hacia donde estaban ellos y les die. –Hola me llamo Verónica Santangelo , sabéis que hacemos en este lugar. Y a que tenemos que ayudar  o qué pintamos aquí. Porque yo no tengo ni idea…
 

Arcade Gannon, pero podéis llamarme Arcade.

Son las primeras palabras que digo mientras observo alrededor todo el lugar, aún sin saber demasiado bien cómo todo había terminado así, al menos parecía que no iba a estar sólo, lo cual sería realmente un consuelo. Entonces me acerco hacia el droide de la entrada.

¿Sucede algo, droide?

Le pregunto, no obstante, cargado de interés.

Llevado por la curiosidad de Megatón (era su primera vez en la ciudad) se vió a si mismo encerrado en aquella sala con un montón de gente que no conocía. Torciendo el gesto pero aún curioso por saber qué ocurría escuchó a varios de los presentes hablar.

- Me alegra tener a alguien de la Hermandad del Acero aquí, señorita Lyons. No puedo decir que esté muy bien porque no vine aquí buscando un encierro espiritual, pero supongo que esto es mejor que ser devorado por necrófagos salvajes por el Yermo. - dijo de buen humor mientras se encogía de hombros, acercándose de paso hacia Arcade y el droide a la espera de que éste respondiera.

Al escuchar a varios que estaban diciendo que eran de la hermandad de Acero. Me llamo la curiosidad y le digo al último que vino mirando a todos... 
-Por lo que veo que los que estamos aquí somos de la Hermandad de Acero… porque yo también soy pero sé que hacemos aquí, o para que nos han llamado... No creo que no van a condenar o a decir que tenemos que matarnos unos a otros… sería una locura…

Sarah observó a Butch con una mueca de desagrado.

Lo que me faltaba - pensó. Decidió que lo mejor por el momento sería ignorarle, mientras observaba las presentaciones del resto que la acompañaban.

Ante las palabras de Red, se acercó a el y le puso una mano en el hombro.

No te preocupes, todo irá bien. Si estamos aquí será por simple seguridad, seguro que podremos irnos en breve.

Después, su atención se desvió hacia Verónica.

Siempre me alegra encontrarme con alguien mas de la hermandad de acero. Pero ¿que te pasa? No entiendo lo que dices ¿Matarnos unos a otros? ¿De que hablas?

Probablemente, Verónica estuviese tensa y estresada por la situación actual y por eso reaccionase de forma tan extraña.

Al ver tanta gente solo reaccionaba de forma de hablar de decir estupidez por mi cabeza o delirar... solo me daba por hablar y primero hablaba y luego actuaba... cuando me di cuenta de lo que dije mire a todos y dije.. – Perdón a todos no quise decir  lo de matarnos a unos a otros... es que como estamos todos en esta lugar... y sin saber que hacemos aquí. Pues quería dar un poco de Virilla al asunto...

Dicho lo que dije sonríe con cara de inocente como si no hubiera pasado nada. Dije en general... -yo también estoy contenta en conocer a gente de la misma hermandad. Espero que nos llevemos todos bien o hagamos una pilla en lo que pueda pasar en este recorrido... O lo que vayamos hacer.

-Malditos cabrones- Mascullé cruzándome de brazos -Quien cojones creen que son para encerrarnos en esta puta chabola sin clase ni rock´n roll- di una patada a la destartalada pared.

-Por lo menos hay chicas- dije en un tono socarrón poniendo unos sexys morritos contoneándome suavemente como si estuviera empezando a bailar mientras ojeaba a los presentes, quizás un poco mas a las presentes...

-Me llaman el Rey- mientras realizaba un semiarco horizontal con la mano derecha meneando la pierna izquierda -y me gusta tan poco estar aquí encerrado como a vosotros; así que intentemos llevarnos bien- terminé con un semblante serio acercándome al robot al que Arcade había preguntado. 

Bostece ligeramente mientras estaba recostado en el suelo, con la cabeza apoyada en mi mochila y con el sombrero cubriéndome el rostro. No tendrán nada mejor que hacer que ponerse a charlotear – pienso mientras sigo tirado en el suelo escuchándoles hablar. Maldita sea, ya me han jodido la siesta.

Retiro mi sobrero ajado de mi rostro para quedarme sentado en el suelo, observando a mis compañeros de habitación. Estiro mis brazos antes de empezar a hablar.

- Mi nombre es Charon, y el Yermo es mi hogar. Con eso ya sabían bastante de mí. Y no os preocupéis por que nos hayan dejado encerrados, en previsión de un ataque siempre es preferible tener a todos los recién llegados y desconocidos en un lugar controlado, así se evitan problemas. Es lo habitual.

Bufo al ver como le ignoraba la chica, después se mantuvo callado mientras el resto se presentaba. Y mas de una de las frases que soltaban no le gustaban un pelo.

-No se si es lo habitual, pero ese bicho empieza a ponerme nervioso y no suelta prenda.-Señalo con su peina al droide a quien le habían echo 2 preguntas y no daban ninguna respuesta.

DÍA 1

MEGATÓN

Algo parece que está sucediendo justo en la entrada de Megatón esta mañana. Los disparos de Láser y las balas, parecen repiquetear en las paredes de metal de la ciudad. El Sheriff Simms, se ha ocupado de ver que todos vosotros os encontráis bien, pero lo más importante, que la bomba que se encuentra enterrada en el medio de la ciudad no haya recibido daño alguno.

Todos podéis ver la bomba nuclear sin estallar que está allí enterrada y no hay que ser un supermutante para saber que si eso llegara a estallar, todo se vendría abajo y por supuesto, todo quedaría destruido y vosotros, volatilizados.

Tras una media hora de revuelo, los disparos parecen haber cesado, sin embargo, el robot de seguridad que controlaba la entrada ahora mismo no parece operativo. Al parecer lo han dañado lo suficiente para que no pueda hacer su trabajo y eso, mermaría la seguridad del lugar.

Pero el peligro ha pasado, y las puertas se han abierto de par en par para los que queráis marcharos de ese lugar.

Recursos:

Pincho de Ardilla x2: Recupera 1PV +1RAD.

Agua Sucia x3: Recupera 1PV +1RAD.

Estimulante x1: Recupera 2PV.

Y ahí estaba yo, rodeada de extraños y en un lugar bastante inhóspito. Ya era mala suerte llegar y encontrarme en esta situación, así que hice lo único que podía hacer, armarme de paciencia y esperar por acontecimientos futuros. Ya que estaba en aquel lugar, al menos quería controlar todo lo que me rodeaba. Eché un vistazo a mi alrededor para comprobar el lugar en el que estábamos encerrados, y un segundo vistazo para observar a mis nuevos compañeros de habitación... Un grupo de lo más variopintó -Mi nombre es Sonrisas -dije mientras permanecía quieta observando cómo los demás se movían.

De repente se empiezan a oír disparos y alboroto en el exterior, no sabemos que ocurre fuera de esta habitación, lo que hace que permanezca alerta por lo que pueda suceder. Tras un rato, todo el ruido cesa y la puertas puertas se han abierto de par en par, puede que sea el momento de irse de aquí...

De la que me encamino hacia la puerta descubro unos objetos en el suelo, los observo y decido coger uno de los pinchos de ardilla, por sí las moscas. El resto que se lo repartan como quieran.

Era un nuevo día, y era algo alarmante se escuchaba desde la distancia disparos y no sabía lo que estaba sucediendo, pero nada bueno tenía que estar pasado. Sonaban los disparos muy cercanos y eran como si fueran de pistolas laser…Me agacho por la zona donde estoy e intento avanzar agachado hacia delante, para ver lo que estaba sucediendo. Cuando veo que de golpe cae una bomba desde la nada y no estalla me alejo más largo posible de este sitio. Alzo la voz y digo. – Qué diantres está pasando aquí, tenemos que encontrar el modo de salir aquí lo antes posibles, si no volverán a disparar.

Estaba un poco asustado pero quería mantener la calma y está tranquila, pero sentía como mi corazón bombeaba lo más rápido que podía esta… No quiera entra en estado de shock o que me entrara un ataque de nervios, porque sería peor para poder continuar. Me relaje pensado en algo cálido y sereno como en una isla perdida con templado la olas y la apuesta del sol reluciente…
 

¿Pero que diablos...? ¿Que acababa de pasar ahí fuera?

Sarah se mantuvo en posición de combate durante todo el tiempo que duraron los disparos y pareció relajarse ligeramente cuando cesaron, pero sin bajar la guardia.

Bueno, parece que todo ha pasado. E incluso puede que saquemos algo de este cautiverio - dijo señalando los pinchos de ardilla y el agua - Sino os importa cogeré un poco de este agua. Ya nada mas me retiene en Megaton, por el momento, y me vendrá bien para el viaje. Gracias.

Que os vaya bien - añadió finalmente con una amistosa sonrisa.

Todo el tiempo que habían estado allí encerrados había permanecido en las sombras, intentando pasar desapercibida. Sólo se hacía notar cuando realmente merecía la pena, y entonces, lo conseguía con creces. Sin embargo no sabía muy bien qué esperar de aquella situación aún por lo que prefirió mantenerse a la espera prudentemente. Observó a los presentes mientras hablaban y entonces se dio cuenta de que algunos pensaban irse del lugar. Caminó hacia el montón de provisiones y con cautela eligió uno de los pinchos de ardilla, mirando a su alrededor casi con miedo de que se lo quitaran.

_ Hola.. Soy Cereza... _ dijo simplemente mientras se levantaba de nuevo, quedándose parada en el centro dudando si dirigirse la puerta o quedarse allí. Parecía muy asustada, encogida sobre sí misma y con el cabello pelirrojo cayéndole ocultando un lado de su cara.

Así que al final si que ha habido un poco de acción, lastima habérsela perdido, hubiese estado bien comprobar de primera mano si eran tan buenos como dicen ser – pienso al escuchar los disparos sentado cómodamente en el suelo mirando la puerta de reojo y con el arma cerca.

Acerco mi cantimplora vacía, y la relleno con un poco de agua sucia, el olor de radiación se introduce por las fosas nasales y una leve sonrisa aparece en mi rostro.

- Con un poco de sustancia – murmuro al guardar la cantimplora en mi mochila – Hasta otra y que el yermo no acabe con vuestra vida – termino diciendo para prepararme para salir de Megatón con mi arma colgada del hombro.

Sonriente -Parece que la pista de baile está ardiendo ahí fuera...- No podía perder mas tiempo en este agujero, asi que rellenando la cantimplora un poco de agua contaminada me giré hacia los demás caminantes -Damas y caballeros, El Rey abandona la chabola, si alguno gusta de buena compañía... parto en dirección a  Little Lamplight en cuanto intercambie unas palabras con el sheriff local- terminé brazos en jarra mirandolos alternativamente a unos y otros.

Encantado, Sonrisas. Por mi parte marcharé hacia Inframundo o Vault 01, si alguien quiere compañía hacia cualquiera de esos dos lugares, estaré encantado de acompañaros.

Mientras hablo no puedo evitar fijarme en la velocidad sorprendente de coger los restos.

Carai, ni las ratas del Yermo son tan veloces.

Comento con sincera sorpresa. Entonces me pongo al lado de Cereza y le sonrío amablemente.

Si necesitas ayuda, sólo tienes que pedirla, claro está.