Lentamente las alumnas fueron llegando a sus respectivas habitaciones después de que la fiesta decayera un poco, algunas habían logrado volver a sus cuartos por su propio pie, mientras que otras simplemente fueron arrastradas por sus compañeras de clase después de aquella fiesta; por lo que todas y cada una de ellas, más o menos podían tumbarse en sus camas a dormir la mona, mañana iba a ser un día de limpieza del desastre de ayer...
No posteeis por aquí aún, esta escena está cerrada en todo momento salvo los Viernes 00:00 a Domingo 23:59. Este Post es tan solo para tener un poco de lógica en la continuidad en la historia.
Después de aquellas votaciones las alumnas que no habían sido elegidas regresaron sin problemas o inconvenientes a sus respectivas habitaciones. Algunas estaban solas mientras que otras podían matar el tiempo y los nervios que sentían teniendo una charla antes de acostarse con su compañera de habitación, quién sabe... quizás fuera la última...
—Vamos contestad... —dice casi desesperada mientras sostiene el móvil en su oreja y pasea en círculos alrededor de su zona—. ¿Por qué tienen que celebrar el Hanabi con los móviles apagados?
¡Puf! No contesta nadie. Ni llamadas ni mensajes. ¡Menudo lío! Pero claro, incluso la policía debe estar en la celebración y no son capaces de dejar un mínimo de servicios. ¿Tan creyentes son? Como ella... —se le sonrojan las mejillas—. Resulta que está encerrada en un edificio con muchas compañeras, de las cuales al menos una de ellas es una psicópata asesina y no sabe... y no sabe ni siquiera si su compañera de cuarto es la culpable o no... Tiene miedo, incluso de separar la cortina y encontrarse con ella.
Pasado un rato desde que dejó de insistir con el móvil, se decide a separar la cortina. Al principio asomando reojo, haciendo trampas, luego abriéndola de par en par para que las dos se encuentren. Ahí está, tan serena y dura como de costumbre. La verdad es que admiraba a Ryo, todos estos años había sido de inspiración para ella. No había una chica igual en toda la academia a la que quisiera parecerse, aunque sea un poco. Esas gafas de sol y ese pokki en forma de cigarrito, junto a sus chaquetas de moda, la hacían una persona muy estilosa. Maemi no sabe si encajaría en su estilo, no cree ser tan segura. Bastante tiene con ser ella misma para querer ser otra persona, pero ¡ella es tan guay!
—Ho.. hola Ryo-neesan. ¿Cómo vas? Menudo lío tenemos... Yo no sé si salir más de mi cuarto, la asesina sigue aun ahí fuera. Tengo miedo. ¿Crees que Yuzurin tiene algo que ver? Estuvo tan rara después de las votaciones...
Era el momento de descansar, la muchacha no sabía cuando pero finalmente había quedado dormida en su cama, ya mañana iba a ser otro día, uno más tranquilo, o eso esperaba, uno en donde podía demostrar su verdadera valía y como podía solucionar todos los problemas que el día anterior habían dejado pendientes en el tintero.
Era el momento de descansar, la muchacha no sabía cuando pero finalmente había quedado dormida en su cama, ya mañana iba a ser otro día, uno más tranquilo, o eso esperaba, uno en donde podía demostrar su verdadera valía y como podía solucionar todos los problemas que el día anterior habían dejado pendientes en el tintero.
Aún era de noche, pero la muchacha se levantó, aún había cosas por hacer a esas altas horas, comprobando que su compañera no la escuchara, esta decidió marcharse haciendo el más mínimo ruido posible. Ya tendría que volver después con el mismo tipo de cuidado y cautela con no despertarla.
Volviendo a su habitación la muchacha entró con tanto cuidado como el que había usado para salir de ella, esperando no haber llamado la atención de nadie en aquel paseo nocturno que había hecho y esperando que tras aquella noche de sueño esta pudiera ver el mundo un poquito mejor... metiéndose de nuevo en cama esperó a quedar dormida nuevamente.
En mitad de la noche un enorme grito proveniente de una de las habitaciones despertó a aquella muchacha que tanto ansiaba -y merecía- un sueño reparador. Despejando por completo el cansancio que sentía a la par que recuperaba sus energías a medida que su corazón comenzaba a latir apresuradamente, esta salió corriendo hacia el grito... en contra de la acción lógica de auto-preservación.
En mitad de la noche un enorme grito proveniente de una de las habitaciones despertó a aquella muchacha que tanto ansiaba -y merecía- un sueño reparador. Despejando por completo el cansancio que sentía a la par que recuperaba sus energías a medida que su corazón comenzaba a latir apresuradamente, esta salió corriendo hacia el grito... en contra de la acción lógica de auto-preservación.
Lentamente las alumnas fueron llegando a sus respectivas habitaciones después de que la votación hubo concluido y aunque todas ellas estaban expectantes y nerviosas por lo que acababa de ocurrir, el cansancio generalizado era algo bastante prominente en aquellos cuerpos jóvenes que ni la ducha logró despejar.
Era el momento de descansar, la muchacha no sabía cuando pero finalmente había quedado dormida en su cama, ya mañana iba a ser otro día, uno más tranquilo, o eso esperaba, uno en donde podía demostrar su verdadera valía y como podía solucionar todos los problemas que el día anterior habían dejado pendientes en el tintero.
Cerca del amanecer un enorme grito no-humano, proveniente de una de las habitaciones despertó a aquella muchacha que tanto ansiaba -y merecía- un sueño reparador. Despejando por completo el cansancio que sentía a la par que recuperaba sus energías a medida que su corazón comenzaba a latir apresuradamente, esta salió corriendo hacia el exterior para encontrarse con aquello...
Lentamente las alumnas fueron llegando a sus respectivas habitaciones después de que la votación hubo concluido y aunque todas ellas estaban expectantes y nerviosas por lo que acababa de ocurrir, el cansancio generalizado era algo bastante prominente en aquellos cuerpos jóvenes
Era el momento de descansar, la muchacha no sabía cuando pero finalmente había quedado dormida en su cama, ya mañana iba a ser otro día, uno más tranquilo, o eso esperaba, uno en donde podía demostrar su verdadera valía y como podía solucionar todos los problemas que el día anterior habían dejado pendientes en el tintero.