Partida Rol por web

Los alumnos comenzáis a salir de las salas comunes y os dirigís al Gran Comedor. Por el camino os cruzáis con la señora Pomfrey, y veis que tras ella, controlada por un Encantamiento Levitatorio, va flotando una camilla con alguien encima: Valeria.

Tiene los ojos abiertos y una postura extraña. No está relajadamente tumbada en la camilla, sino que más bien parece rígida sobre ella.

Una vez en el Gran Comedor, veis que allí sigue la mesa redonda, y está el desayuno servido. Os sentáis. Hoy sobra una silla.

A pesar de la tensión vivida durante la noche, Liam tenía hambre. Así que en aquellos momentos la llegada de la hora del desayuno podía calificarse como una buena noticia. Hasta que al llegar al pasillo que daba acceso al gran refectorio, esa cierta alegría se tornó en pesar ante la visión del primer petrificado.

Una camilla que seguía a la enfermera fue acercándose lentamente, hasta que al pasar junto a ella pudo comprobar que la amenaza de Tom Riddle se había cumplido - ¡Es Valeria! - no podía creer lo que veía. Aunque nunca había tenido una gran relación con la Ravenclaw, la conocía desde el año anterior, y la recordaba como una chica amable y simpática con quien le hablaba. Siempre sumergida en sus libros, sin buscarse nunca problemas. En definitiva, una persona de la que se podría pensar que no tiene enemigos. Aunque en este caso eso daba igual, todos eran potenciales víctimas.

Las preguntas se acumulaban en su mente - ¿Quién ha podido ser capaz?, ¿Habrá sufrido?, ¿Quién será el siguiente? -
Llegó hasta la mesa y tomó asiento, aún sin decir palabra. Al pelirrojo ya se le había quitado el apetito.

El día anterior había estado demasiado aterrorizado como para hacer o decir nada. Si mi tío-abuelo Sapphirus hubiera vivido para verme, seguramente me hubiera desheredado. Lo que hace que caiga en la cuenta de algo, y miro nerviosamente a un lado y a otro, con la esperanza de no ver ningún cuadro suyo por ahí, lo cuál es probable.

Casi me había convencido que lo de ayer sólo había sido un mal sueño, una pesadilla, cuando al salir de la Sala Común y dirigirme al Gran Comedor con mis compañeros de Casa vemos a Valeria petrificada. La sangre se me hiela en las venas y quedo momentáneamente paralizado, de nuevo, por el miedo. El más puro terror que haya sentido antes. Me fuerzo a apartar la vista de su cuerpo rígido y me encamino hacia el interior, con paso indeciso y el estómago revuelto.

Fui hacia el gran comedor con mis, ahora 4, compañeros de casa. Me sentía en parte responsable por lo ocurrido. Había ocurrido en nuestra casa y no había podido hacer nada. Apenas probé bocado y esperé a que todos los demás llegasen. Me alegré al ver que todos los demás estaban bien.

-Esta mañana oí un grito que provenía del baño de las chicas. Me levanté y fui corriendo, encontrándome a Valeria tal y como la habéis visto ahora- hice una pequeña pausa- ¿Ha ocurrido algo esta noche en alguna de vuestras habitaciones? Es importante que nos mantengamos al día de cualquier situación.

El joven Downsend miró triste como la señorita Pomfrey llevaba a Valería petrificada. Eso hacía que todos los sucesos de ayer fueran más reales, ya no podían ser producto de una pesadilla.

- Un p-patronus - respondió Tim a Austin visiblemente consternado - Era un-un caballo blanco y nos di-dijo - Respiró profundamente para poder decir todo de una vez - "Sólo podéis confiar en uno de vosotros: KS".-

No sabía que era lo que significaba. Las iniciales KS podrían tener algo que ver con todo esto, pero no llegaba a concluir quien podría ser. Por otro lado, la frase no podía ser cierta o, por lo menos, no de la forma que podía ser interpretada. Sólo llevaría a desconfiar más unos de otros.

- ¿Estab-ba forzada la puerta? - preguntó a los Ravenklaw con la cara roja como un tomate. Tendría que luchar contra su timidez para ayudar en todo lo posible.

Ingreso al Comedor un tanto preocupada y más aún lo estuve cuando al pasar observo que Valeria iba en una camilla. Negando con mi cabeza algunos pensamientos, me quedo de pie un tanto triste y luego avanzo hasta sentarme. Ni siquiera hambre tenía. ¿Por qué Ella? 

De momento allí estaba,  con el corazón en vilo y un semblante que denotaba angustia. Sólo alcé la mirada cuando dijeron unas iniciales. - KS... - Kerry Stone.- pronuncio un tanto seria,  simplemente pensé en todos los nombres y él tiene esas iniciales. - ¿Cuando viste el Patronus? ¿En donde? - pregunto interesada. 

Mi mirada se dirigió a los chicos de Hufflepuff. Al igual que Maren, había llegado a la conclusión de que se referían a Kerry Stone. Pero había algo más que no encajaba. "Eso" no tenía sentido.

-Es importante que nos deis todos los detalles. Cualquier cosa por pequeña e insignificante que os parezca puede ser importante.

Camino por el pasillo junto con mis compañeros de casa. De repente, todos podemos observar cómo la señora Pomfrey transporta a una inmóvil Valeria "tumbada" en una camilla. Fue como si me hubieran golpeado en la tripa. Apenas había hablado con la chica; sin embargo, el verla vulnerable hacía que la amenaza fuera más real. El día parecía menos azul.

Una vez en el gran comedor, me siento en una silla con la cabeza gacha, los rizos cayendo por los hombros. No tengo apetito. Muy valientemente, Tim comenta al resto de los compañeros lo que hemos visto en las bodegas. Maren y Austin han llegado a la misma conclusión que ya sospechaba: Kerry Stone. Alzo la cabeza para mirar a los dos chicos.

-Tim no puede daros más detalles, es así como sucedió. Estábamos despiertos, y de repente un caballo blanco atravesó la puerta de las bodegas. Se encabritó y dijo que solo podíamos confiar en KS. Bueno, dijo no es exactamente la palabra. No dijo nada, es un patronus o algo así. Pero se escuchó una voz. Y no nos habéis dicho si la puerta de vuestra torre estaba forzada o no -respondió, esta vez mirando solo a Austin. Maren no tenía manera de saber eso. 

Me giré hacia Anne Wood. Tenía razón en lo que había dicho, los patronus no hablaban. ¿Podría ser un truco? Las piezas no terminaban de encajar por mucho que le diera vueltas. Decidí aparcar esos pensamientos por el momento y me centré en la pregunta.

-No, no lo estaba -contesté- Pero nos enfrentamos a los aliados de un tipo que ha puesto a dormir a todo un colegio de magos. No creo que una puerta les impida el paso- dicho esto, me giré hacia los gryffindor y slytherin- ¿Pasó algo esta noche en vuestras casas?

Miro, aún turbado, a Austin, intentando forzar mi mente a que se comportara normalmente. Sin embargo el miego aún me atenaza lo suficiente como para no ser capaz de hilar las palabras con fluidez.

- No... - niego con lentitud - No he visto nada raro en nuestra Sala Común - entierro mi rostro entre mis manos, al borde del derrumbe total - Creí que todo esto había sido un mal sueño... una pesadilla...

Al salir de la Sala Común, encabezo el pasillo hacia el Gran Comedor cuando paso al lado de la profesora Pomfrey. Noto que hay algo más detrás de ella y no puedo evitar girar lentamente la cabeza para ver lo que era. Valeria...- pensé mientras la veía petrificada por el rabillo del ojo. Toda esta situación me sobrepasa, bajo mi cabeza mirando al suelo y sigo caminando intentando guardar la compostura - ya somos uno menos...Una sensación de pena, miedo, frustración y no sé cuántas más emociones invade mi cuerpo, me siento impotente pues no tengo ni idea de lo que hacer, no entiendo porqué nos está pasando esto a nosotros y quién sabe si mañana puedo ser yo el que esté en es camilla o Nathan. 

Al menos todavía no es tarde, Voldemort aún no le ha absorbido el alma y podemos devolverla a la normalidad. Ahora solo tenemos que evitar que le vuelva pasar esto a alguien y descubrir quiénes son los cuatro traidores que lo han hecho.

Al llegar al fin, escucho a Austin y a Aslan, me doy la vuelta hacia ellos, algo decaído por lo que acabo de ver y por todo lo que está pasando en general:

- Yo tampoco he visto nada raro, de hecho por lo que me pareció, todos estábamos bien en Slytherin. 

Llego al gran comedor siguiendo los pasos de mis compañeros Slytherin. Me percato inmediatamente de la camilla que sobrevuela por encima de nuestras cabezas. La señora Pomfrey la guía con su varita. Miro y me quedo inmóvil con los ojos muy abiertos al ver a Valeria petrificada. ¿Por qué a ella? Es lo primero que pienso. ¿Qué motivo han tenido para hacerle esto?

Me siento en la mesa y me sirvo un vaso de leche al que apenas doy unos sorbos. Permanezco atenta a lo que cuentan el resto de compañeros. -Yo no he visto ni oído nada pero tal vez... - miro a los chicos Slytherin. -Alguno de ellos si.

Pronto llegaron todos al comedor, debíamos de hablar de lo de anoche y sacar cosas en claro. Escuchaba con la mano en la cabeza mientras tendía un pergamino encima de la mesa y empezaba a apuntar cosas, dichos, y su interlocutor... En un momento, sentí que debía de intervenir, y empezar a desenredar aquella maraña...- A ver... anoche, Kerry, Austin y yo hicimos guardia en Ravenclar... decidimos entre todos que había que intentarlo, aunque he de decir, que hasta que la voz de Valeria no nos sobresaltó... todo parecía estar en calma.

Mientras escribo en el pergamino digo en voz alta.- Un patronus es un conjuro de naturaleza especial y protector... con lo que deberíamos de confiar en sus palabras... ahora solo queda saber... Si esa KS se refieren a que hay que confiar en Kerry, o que es él quien mandó el caballo...- Miro a Kerry y digo serio.- Yo sé que se puede confiar en mí... por lo que tomo la segunda opción...

Los Slytherin decían no haber escuchado nada... ni haber sentido nada especial... por lo que aún quedaba una casa por hablar. Miro a todos los de Gryffindor y en especial a Maren y digo.- ¿Y en vuestra sala común ocurrió algo?... ¿Alguien más decidió no dormir en la noche y se percató de algo más... ?.- Esperé con la pluma en ristre esperando para apuntar...

James susurró algo y miró atentamente su reloj, tras lo cual volvió a guardarlo en su bolsillo interior

Se sentó justo al lado de Lavinia y intercambió algunas miradas con Nathan, su voz decidida siempre marcaba una sentencia que él mismo pensaba - E-entonces... Valeria era una sectaria que intentó atacar a Kerry, ¿y éste fue protegido por el patronus? o Valeria ha sido una víctima inocente de un cruel y engañoso encantamiento

¿Como podemos saber quien era Valeria?

Apunto las palabras de James, que hasta ahora apenas había hablado, pero si observado y digo, señalando con la pluma a Kerry.- Preguntándole a él...

Miro a Kerry y dije.- ¿El patronus es tuyo... ? ¿Lo usaste para defenderte... o como mensaje?... - Había mil preguntas más, pero todas nacían según la opción que escogiese... pues era diferente totalmente, pues en el primer caso el habría sido atacado aquella noche... y nos daría algo más de información.

Observo a James y asiento a su razonamiento.

Muestro mi apoyo a la investigación mientras Adrien pregunta a Kerry y escribe todo lo importante en un pergamino.

-Kerry aunque sea peligroso contar lo que sepas nos puede ayudar mucho si es verdad que Valeria te atacó. En otra situación no te pediríamos que te expongas pero es la única pista que tenemos.

Convenciéndome a mi mismo de que aquello no serviría de precedente, apoyo las palabras de Lavinia, dirigiéndome a Kerry, aún visiblemente afectado.

- Hazle caso, por favor. No hacerlo nos podría en un mayor peligro a todos.

De camino al gran comedor, aún medio dormido, vi como se llevaban a Valeria en una camilla, ya petrificada. Se me hizo un nudo en el estómago. No tenía relación con aquella chica pero era la única persona de Ravenclaw que había despertado curiosidad en mi, y ahora ya no podía hablar con ella.

Me pasé un buen rato con la mirada perdida, intentando despejarme, tanto del sueño como de aquella sensación de que todo lo que estaba pasando no podía ser real. Cuando empecé a escuchar las conversaciones volví en mí.

-Sí... en nuestra casa no ha pasado nada en especial, al menos que yo sepa. -Dije respondiendo a la pregunta de Austin.

Después comenzaron a hablar sobre un supuesto patronus invocado en Hufflepuff.
-No tiene sentido. Sinceramente, creo que solo quieren enfrentarnos más. "¿Solo podéis confiar en uno de vosotros?" ¿Por qué? Se supone que solo hay cuatro "ratas" entre nosotros. -Puse énfasis en el desprecio al pronunciar la palabra ratas. -Y las iniciales... si Kerry hubiese querido mandar un mensaje hubiese dicho su nombre, ¿no? Es decir, si KS se refiriera a una persona solo podría referirse a Kerry Stone. Todos sabemos que Kerry no es un lumbreras, pero no creo que pensara que dejando sus iniciales hubiese que ser muy agudo para saber de quien se trataba. Quien mandó ese "patronus" no fue Kerry, eso lo tengo claro.

Al terminar de hablar me puse a desayunar, esperando la respuesta de Kerry.

Al ver que Adrien llegaba al Gran Salón me acerco y tomo asiento a su lado, le dedico una sonrisa un tanto preocupada pero a su vez contenta porque allí estaba entre nosotros. - ¡Adrien! - le doy un beso en la mejilla y escucho la conversación con un halo de preocupación.

- Nosotros hemos dormido todos, nada raro ha pasado en nuestra Sala Común... Creo que esta noche haremos guardia, me ofrezco para la primera. -  respondo a Adrien pero termino la última frase dedicándole una mirada a mis amigos leones. 

Con respecto al Patronus, algo sabía de él y cuando surgía no era con malas intenciones. - Alguien que tal vez desea ayudar, por esa la voz y el hechizo... o quiso advertirles. Dudo que Kerry haya podido lanzar un hechizo semejante... Vamos, ni siquiera lo aprendimos y es complejo. - opino sacando algunas conclusiones un tanto precipitadas. No quería creer que había un basilisco aquí, por eso ni siquiera lo he mencionado. 

La sorpresa de la petrificación de Valeria fue mayúscula. No me lo esperaba, como todos, y me hizo sentirme increíblemente vulnerable.

Podíamos ser atacados en nuestras casas.. Eso era lo peor.

-Todo esto me parece tan extraño.. La señora Pomfey cuidará bien de Valeria, pero no quiero ni pensar que nos ocurra a alguno más de nosotros.. Kerry Stone. El único nombre que coincide con el mensaje del patronus, como habéis dicho. Ojalá tuviésemos alguna pista más, o alguna sospecha.. Cierto lo que dice Maren, en Gryffindor no sucedió nada extraño.