Partida Rol por web

Vlad tomó la mano de su esposa Eli al escuchar las palabras de Aleister y se acercó al personaje. No podía negar que le asombraron las acertadas palabras pero más aún las vestimentas y la figura en general. Parecía flotar más que caminar. 

- Buen día tenga usted. Sabias palabras que brotan de su interior. Ha logrado llamar mi atención más que cualquier bárbaro de los presentes. Un placer saludarle señor.... - esperó respuesta. - 

La dama es Eli Bathori, mi reina y permítame presentarme, soy Lord Vlad Tepes, gobernante de las tierras oscuras. 

- Curiosa encrucijada repleta de lujos que en la que nos han metido, ¿no le parece? 

Suavemente, con la altanería que les correspondía, dirigió de nuevo a su mujer - Cariño, ¿deseas degustar alguna otra cosa? ¿Y vos? - le preguntó al extraño señor

¿A quien llamas bárbaro señor Tapes?dice mientras se levanta de su asiento.
Si no te gusta la compañía puedes irte al club de campo negro, o al casino maldito o donde quiera que vayas de fin de semana en tus tierras oscuras del fin del mundo más allá de Mórdor o del jodido puente del unicornio zombie! Dice con sarcasmo.
Y hablando de tierras oscuras, voy a plantar un pino! Y se va como si no hubiese dicho nada, en un repentino canvio de humor.

Al escuchar la invitación al brindis no soy descortés y alzo la copa, levantándome de mi asiento, poniendo porte firme y sereno.

A la vez, con tranquilidad, respondo a Naivé señalando con mi mirada el ropaje raído y mugriento de la anciana, a la altura de las muñecas.- Nadie olvida la historia del Zafiro ahogado del Blasón Real de la Dama Sanguinaria... Sólo una de entre su estirpe fue capaz de robar el emblema de entre las demás... aunque según la historia, esa vieja bruja por aquel entonces lucía deseable y carnal... 

Miré a Naivé a los ojos y digo con el gesto de brindar.- Una joya siempre queda el recuerdo de un pirata... cosa del destino... ¿Verdad..?

- Por supuesto, querida Alfhird. - Se apresuró el lacayo a seguir las indicaciones de su señora.

Los maniquís, por su parte atienden sin problema las peticiones gourmet de la dama, pero parece que tienen algunos problemas en cuanto a los ratones amaestrados.

- Por favor, señorita. No se haga daño - Pero la niñera se esfuerza en sonreír, tratando de ocultar el miedo que la niña le produce - Diviértase, señorita.

Detrás del amante de las explosiones -Terrorista nº2 - aparece un contrariado contraterrosita lleno de polvo. - ¡No puedes seguir haciendo esto, maldita sea! Conseguirás hacer daño a alguien. - Entonces se fija en el entorno.

- ¿Una piscina de bolas? Diría que ese no es un maniquí corriente.

Un hombre con el rostro cubierto se suma al brindis de Alesteir, en el absoluto silencio de quien le gusta pasar desapercibido.

Cuando Bellatrix le habla, asiente, obediente - Vale mami. Prometo no matarlos mucho ^^ - La sonriente niña echa a corretear, con los ojos muy abiertos y encantada de ver tantas cosas nuevas. Cuando se aleja lo suficiente de su madre, su sonrisa de ensancha, traviesa. Es evidente que está pensando en alguna trastada...

-¡Eso de bárbaro aplíqueselo a sí mismo, viejo pincha-ranas con turbante!- Solté de bastante mala leche hacia Tepes.

-Señora…- Dije haciendo una forzada y obviamente fingida reverencia hacia la Dama que lo acompañaba.

La dama, sin embargo sonríe. Como si disfrutase con la escena. Cuando habla, lo hace en dirección a su marido - Es interesante cómo evoluciona la nueva sangre.

Las palabras del encapuchado consiguen que mis pupilas se dilaten, prestando atención, entreabriendo los labios como para pronunciarme... pero él prosigue, de modo que aguardo hasta que termina.

Cuando ha terminado, tras brindar y llevarme, sin dejar de mirarlo, la copa a los labios para saborear las amargas burbujas, hablo, con un tono divertido y despreocupado.

Esos son cuentos de hadas, en tiempo de brujas -mi sonrisa se perfila-. Aunque supongo que tenéis razón, serán cosas del Destino... pero parece que el Cambio es, a veces, inevitable -mira hacia su acompañante espectral-. Personalmente creo que este aspecto la favorece ¿no te parece?

La sombra a la espalda de Naivé, aquella a la que han nombrado como Yidorac, cierra los puños con fuerza y... varias burbujitas de plástico explotan con un alegre repiqueteo que en en nada se parece a lo que brilla en los ojos de la vieja.

-A callar, perdiste ¿Recuerdas? Me debes sumisión. -Dijo molesto Terrorista, aunque su expresión no cambiara, ni siquiera sus ojos detrás de sus gafas, si es que realmente tenga ojos detrás de ese par de pixeles gigantes que simulan gafas.

-¿Como que no es un maniquí? Si se mueve como uno y esta hecho de lo mismo es uno de ellos. -Comentaba mientras se acercaba a la Sota de Bastos. -Mmmmm... vale, te ofrezco una tregua solo si habla. Si habla no es uno de esos esclavos ¿No? Tienes una oportunidad de demostrarme que me equivoco. -Hecha la apuesta solo quedaba saber quien la ganaría.

-Oye maniquí con sombrero. Si tienes algo que decir es el momento. La verdad es que esta muy bien hecha... vieja y ajada, pero bien hecha. -Se dirigía directamente a la Sota de Bastos.

Sonriendo con cierta suavidad ante el pequeño, le observo hablar, eso si sin perder de vista a Catrina y a Bruno, el hurón es precioso pero a saber que piensa mi dulce acompañante de él, casi la escucho nombrar el número exacto de sesiones con el estilista que le recomienda al hurón, no, no, es solo mi imaginación.

-Que interesante - conteste con tono suave -¿y como...? -estaba a punto de preguntar cuando el hurón comenzo a jugar entre mis piernas, un poco espantada, retrocedí un paso albor de de soltar un grito, no precisamente por mí ni por la zapatilla... es que no quiero mas pieles de animales en mi habitación y Catrina... por suerte Philippe se hizo cargo de su mascota y solté un suspiro aliviado

-Gracias, es un animal muy bonito... y animado ¿no? ¿Lo tienes hace mucho? -pregunte con curiosidad, eso sino acercaría mi mano hasta él.

En aquel moemnto llego un hombre brindando en voz alta, le dí una mirada y por educación, eleve también mi copa en el aire diciendo lo mismo ¡salud! pensé y bebí un poco del vino tinto, antes de devolver mi mirada a mi interlocutor.

Cita:

-¿Enferma? -pregunte sorprendida antes de, con una sonrisa amable, negar con la cabeza -no, no estoy enferma, es mi color natural... por donde vivo el sol no es muy amable sino en ciertas épocas del año... y no soy muy amante de salir a dar paseos al aire libre -concluí -¿y tú? ¿De dónde vienes?

Tanto bullicio, no se puede disfrutar del alcohol. Meh.

-Vamos a la biblioteca.- le digo a mi lacayo. Diciendo esto, levanto el escudo, agarro la jarra de bebida y me encamino hacia la dichosa biblioteca, con mi lacayo siguiendome

Volviendo del baño... Muchachos...mirando a los hombres y mujeres que allí reunidos bebían junto a él.
Hay que hacerlo... dijo con seriedad...
Tenemos que montar un grupo musical! tras la sandez que había soltado un silencio le siguió...
O podríais contarme algo interesante, ¿¡qué se yo!? mientras da un buen trago de vino...

-Fube conmigu- cogió al pequeño tejón con cierta dificultad y lo subió a la mesa, donde ambos comenzaron a comer todo lo que estaba a su paso.

-¡HORA DE LA CROQUETA!- tras el grito saltó de la mesa con una energía propia de un niño (sumado al chute de azúcar) y comenzó a hacer la croqueta por el piso seguida de la pequeña bola peluda, que la imitaba en todos sus movimientos. Al menos hasta ese momento. Al tejón manchado de chocolate le llamaron la atención las dos mascotas que habían por allí cerca, por lo que se apresuró a acercarse rodando. 

-¡Mordeeeeeen!- viendo que su mascota no le hacía caso se apresuró a seguirle, llegando a donde se encontraban los otros dos invitados más jóvenes. -Hola, soy Unko- esbozó una amplia sonrisa mientras se limpiaba parte del chocolate que le manchaba toda la cara con la mano que después extendió para saludar a los niños. El tejón por su parte parecía intentar olisquear a sus dos mascotas.

A Bellatrix le irritaba tanta falsa alegría. Veía a todos beber y divertirse y no entendía el propósito.
Hasta que escuchó a la criatura del lobo hablar.

- SÍ! Música! Perfecto! - y en serio sabe hablar? Pensó.

Disfrutaba de las buenas vistas que aquél lugar ofrecía, muchos culitos bien puestos para pasar un buen rato. Pero uno en especial me llamó especialmente la atención, sobre todo porque la portadora de aquél culo parecía ser una buena chica para estar en este lugar.

Creo que yo ya he encontrado algo “interesante”, si  me disculpas prima, voy a hacer amigos. Le digo con una medio sonrisa, que muy bien ya sabía ella a que era debido. Siempre es bueno tener buenos contactos, no?

Ella negó con la cabeza sonriente, resignada, ya sabía que yo no podía hacer un buen trabajo si no me desahogaba antes.

Me acerqué a una chica pálida de aspecto angelical* que parecía estar pasando el rato con unos niños.  Que hace una chica buena como tú en un lugar como este? Le pregunté con una sonrisa pícara, mientras la miraba de arriba abajo sin cortarme ni un pelo. no tienes miedo de que te ataquen los lobos???

Mi primo se fue a buscar un buen…. “pasatiempo”, yo ya sabía que no había manera de persuadirle de lo contrario, era su único vicio y nada de lo que hiciera o dijera haría que eso cambiara. Quizás era momento de divertirse un rato y olvidar por un rato el trabajo. Al contrario que mi primo, lo que a mí me llamó la atención fueron las explosiones de dos extraños tipos*.

Esos dos sí que saben divertirse! Nada mejor que una buena explosión para…. encenderse. Me bebí la cerveza ,que tenía en la mano, de golpe y me acerqué a ellos.

Hola señores, veo que ustedes saben cómo divertirse. Yo también traigo un par de juguetitos muy divertidos que quiero probar. Puedo unirme a su juego? Mi nombre es Ana.