Esta vez acepté el objeto sin problemas, a vista de todo el mundo tal y como parecía querer hacer Shin.

¿Es cierto lo del objeto que le has robado a Lenna? le pregunto al anciano pervertido. Si era una baraja del tarot podía ser algo útil... y peligroso para nosotros.

Una notificación en mi diario me puso la piel de gallina. Repetí mis palabras de la última vez.

-Parece que han sabido perfectamente que uno de nosotros ha fallecido. Eso me hace sospechar que alguien de aquí está involucrado en todo esto, si no, como podían haberlo confirmado?. Esta vez no dejé la frase en el aire. Y por si servía de algo empecé a hablar en código.

-CONFIRMADO, NOS ESCUCHAN. Después de todo lo dicho y hablado ya, era casi seguro que ya nos tenían identificados. - SILENCIO. - ORDENÉ... y entonces me callé y me giré para quedarme mirando a la posición en la que estaba el 4º. Aquello había sido frustrante. ¿habrían pillado a la 12ª por su forma de hablar? Después de lo planificado en estas pocas horas, si lo habían oído todo ya era demasiado tarde. 

La figura del 4º esbozó una sonrisa, bastante distinguible a pesar de estar entre las sombras; al parecer este hombre se encontraba no solo intrigado por la lógica que la 7ª había presentado encima de la mesa delante de todos.

-Por lo que veo no eres simplemente una silueta bonita. -Comentó el hombre bastante confiado en lo que iba a pasar en breve- Es cierto que desde siempre os he estado escuchando. De hecho, ahora tan solo que enviarle un mensaje a mi subordinado allí abajo y todo habrá terminado para vosotros. -Comentó el hombre bastante tranquilo por su parte- Hablar impunemente delante de todos los demás que os queremos muertos no fue una buena idea. "Acepta mi Objeto", "Siento no haberlo aceptado, te lo acepto ahora" y "He robado a Lena"... Información que les será muy útil.

Al parecer aquel hombre los había captado a todos, el juego de matanza mútua ya se podía dar por finalizado.

MALDITO 4º. Quería gritar de la frustración. Si me hubieran visto la cara estaría toda contorsionada con las mandíbulas y puños apretadas. Pero entonces...

Sucedió.

Los conejos.

Y... lo que quedó del Detective T. Y su teléfono. ¡Había estado comunicándose con el 4º, por vía de ese teléfono! y efectivamente iba a contárselo todo!!!  Habíamos caído de cuatro patas. Pero ahora su contacto estaba... muerto... 

-TODO ESTO ES COSA SUYA. ES USTED UN SER DEPLORABLE, 4º. - le espeté completamente enfadada. Maldito cobarde que nos había encerrado, y tenía a la policía o a los detectives de su lado. O intentaba tenerles de su lado. No sabía que más decir. No me atrevía a hablar más de la cuenta todavía.

Era evidente que la última muerte era algo que este no había tenido en cuenta en sus planes, pero a pesar de ello, esto no parecía que fuera algo que le trajera de cabeza, a fin de cuentas, seguía teniendo el control de la situación; por lo que este podía actuar a placer.

-Es por el bien de Sakurami City. -Respondió el hombre, bastante tranquilo a pesar de que su "contacto" en el interior estaba muerto- De todas formas, yo ya he ganado. Tengo a los tres restantes aquí mismo, encerrados. Solo es cuestión de tiempo de que mis chicos o cualquier otro os asesine. De hecho, no hay nada que puedas hacer para evitar que revele lo que sé de vosotros por el comunicador. El juego ya ha terminado y vosotros habéis fracasado.... yo...

Era evidente que la situación era de todo menos positiva paa aquellas tres personas, pero al parecer la fortuna corría a cuenta de ellos, aunque quizás la palabra "fortuna" no era la más adecuada para decir en estos momentos, a fin de cuentas, seguían bajo el encierro del 4º.

-No deseo ser valedor de malas noticias, -Comentó el hombre levantando la mano- pero los que están en Sakurami City en este momento deberían encender la televisión. Creo que es un asunto urgente que a todos nos beneficiará conocer.

Aquel comentario parecía haber salido de la nada, pero absolutamente todos los que se encontraban en la Catedral de la Causalidad y a su vez tenían sus cuerpos en estos momentos dentro del territorio de "Sakurami City" perdieron un poco la concentración, lo suficiente para ver una pantalla... y ver.... algo...

-Tadashi... -Dijo en voz alta la segunda antes de desaparecer.

Al igual que la Segunda, la Octava también parecía bastante preocupada por lo que acababa de ver en la televisión de donde sea que esta se encontraba, un sentimiento que compartió con cierto temor por la gente que esta quería, apreciaba y deseaba salvar y proteger.

-Oh, cielos... -comentó antes de desaparecer- Tengo que irme. Disculpad.

El tercero no dijo absolutamente nada, si bien aquello era un tema preocupante, no parecía estar relativamente afectado por los sucesos que ocurrían en su pantalla de televisión, principalmente porque al parecer el canal que había puesto, era uno equivocado, pero cuando este lo cambió, simplemente se desvaneció.

-.  .  . -No dijo nada.

Era evidente que el tema que estos estaban hablando era algo importante, puesto que uno a uno están desconectándose cuando estos se enteran de la noticia que aquellos encerrados parecen ignorar, y no podrán saber de qué se trata, al menos no hasta que logren salir de ahí.

-¿Bombas?. -Dijo en voz alta la Novena antes de desaparecer- Que raro, eso es lo mío y no tengo constancia de nada así...

-¿¡QUE HA HECHO QUÉ?!. -Gritó enfurecido el hombre, al parecer su conexión con la Catedral de la Cuasalidad se había solapado con la realidad que este veía, todo debido al gran odio que sentía por aquella situación- ¡VOY DE INMEDIATO!. ¡HAGAS LO QUE HAGAS, QUE NO ACTIVE LOS ROBOTS DE DEFENSA!. ¡QUE NO LOS ACTIVE!. ¿¡CÓMO QUE YA LOS HA ACTIVADO?! ¡¿CÓMO QUE SI NO SE HACÍA AHORA NO SE HARÍA NUNCA Y SERÍA UN MALGASTO PORQUE YA ESTABAN COMPRADOS!?. ¡VOY AHORA MISMO!.

Sin esperar a más, el hombre vuelve un poco en sí para dirigirse a aquellos tres que tenía localizados, al 10º, 5º y a la 7º, a esta en particular le lanzó una mirada de odio aún mucho mayor. 

-Tenéis suerte de que algo así haya surgido ahora. -Comentó con desprecio en sus palabras- Al parecer no podré hacer el anuncio, pero no temáis, si mis chicos no han conseguido acabar con vosotros por entonces, yo mismo me encargaré de que no salgáis del lugar con vida. ¡Habéis perdido!.

Tras esto, se desconectó.

Aquello claramente parecía ser algo de interes que les había sacado de un buen aprieto, aún así el 1º se mantuvo en su puesto, a fin de cuentas, este no era de Sakurami City de por sí, por lo que podía mantenerse tranquilo mientras veía como los demas se iban desconectando y perdían la cabeza.

-Pero qué curioso... ciertamente curioso... -Comentó el hombre mientras se regocijaba en aquella aventura- Espero que esto haga bajar a un par de participantes... Ciertamente sería interesante...

De los 10 participantes del Juego de Supervivencia que aún seguían con vida y que no se habían desvanecido, tan solo quedaban cinco que se mantuvieron en el lugar, si bien porque aquello no le interesaba o bien no estaban en Sakurami City, o bien aún estando en Sakurami City no podían hacer demasiado, ni siquiera informarse.

No sabía qué estaba pasando pero al parecer algo fuera del Bunker estaba alarmando a todos los que estuvieran involucrados. Todos habían hecho lo que el 11º dijo, mirar sus televisores. Eso significaba que todos ellos eran de Sakurami City sin la menor duda.

Excepto el 1º y el 11º ¿un par de participantes? Mientras el 4º sea uno de los que caiga, por mí como si son más. Solté furiosa. Estaba de lo más enfadada. Me la habían jugado pero bien. Pero de hecho hasta parecía kármico. Si hablaban de explosiones, bombas, y robots de defensa... nosotros estábamos en un búnker.

...Maldito Bunker. Sentía que estaban jugando conmigo desde el principio.

No tengo idea, de la desaparición de esas cartas. Y la verdad no me importa donde anden. Siempre podría hacer este juego más interesante. Pero sospecho que 4º, puede ser el responsable del robo, según sus palabras.

Si en verdad las tiene el sería un gran problema para todos, ya que está bastante loco, como para matarnos a todos.

- No todo está perdido, la estúpida coneja se ha vendido sola, aunque me sorprende, que justo matara a ese tipo con ese mensaje. Si la coneja ha sido manejada por el 4° entonces es aposta pero nos da una chance, busco convencer a otros de que nadie ponga a Yuu-... Séptima en duda como decía ese mensaje, tenemos que hacer ver al tipo de la TV como malo y a todos los otros que se expongan, Happosai, has sido visto apenas como un ladrón y pervertido pero no asesino, podemos, aún con la caída de Mirosuji.

Notaríase como es que soltó las formalidades de "hermanos y hermanas" y sus otras poeticidades habituales, estaba cabreado y hasta por otros motivos extras, quizá suprafuncionales, pero eso no de importancia. Sus palabras lo eran y que ellos sobrevivieran. Si aquel 1° y aquel 11° podían aportar o aunque sea no molestar tras desaparecer los otros, era suficiente.

- Happosai, déjame darte mi objeto sagrado mañana, tienes que aceptarlo físicamente. Si te parece claro.

No dijo más, le creía al viejo genuinamente sobre que no robó esas cartas aparte de las panties de la mujer rubia aquella. Solo tocaba esperar hasta... Hasta que pasaran más cosas.

Creía que había quedado claro que el 4º no controlaba a la coneja. La coneja había asesinado al contacto que tenía el 4º. Y me había perdido con lo que decía el viejo de que el 4º era el responsable del robo, me parecía que estos dos estaban más locos de lo que podían aparentar, o quizás estaban intentando hablar en clave?.

... 

No dije nada más, hervida en mi propia frustración.

- NOCHE 2 -

Aquella nueva noche había salido de la mejor forma posible, o al menos la mejor forma que este pudiera haber salido, a fin de cuentas, parecía evidente que habían sido atrapados al menos dos de los que se encontraban en aquel lugar, habiendo cumplido pues las indicaciones de lo que vendría.

-Hmmmmpff... -Comentó el hombre atendiendo a aquella escena.- Si se me disculpa, tengo asuntos más importantes que atender. -Comentó, disculpándose mientras se desvanecía.