Partida Rol por web

Mientras revisaba el lugar donde iba a dormir, Jack The Ripper encontró una serie de imágenes con un cierto toque picaresco... al parecer eran fotos navideñas de cierta muchacha adolescente. Viendo la parte posterior de dichas imágenes se puede leer el nombre de "Leiko Tatsukawa"... Era mejor no tener más detalles de esto... aunque en una situación así quien sabe si le pudiera interesar a alguien.

----------------------------------------------------------Día 1----------------------------------------------------------

 Sabiendo que debía estar preparado para visitas, estaría listo para recibirlas con mi habitación tan preparada y organizada como pudiese, con las cosas afiladas, o no precisamente apropiadas, ocultadas, teniendo a la vista una selección de algunos vinos de buena calidad. ¿Quién seria la primera en llegar...?

La primera en llegar a la habitación de Jack The Ripper no sería otra que Kanshu. Y bueno... y eso... no hay nada más que decir... la habitación era idéntica a la de Kanshu, por lo que parecía ser que todas eran iguales entre sí.

La segunda en llegar a la habitación de Jack The Ripper no sería otra que Blutmond. Y bueno... y eso... no hay nada más que decir... la habitación era idéntica a la de Blutmond, por lo que parecía ser que todas eran iguales entre sí.

 Caracterizado por mi magnifica mascara de cuervo y mi innegable carisma, solo comparable con mi caballerosidad, estaría preparado para recibir a las dos de las tres invitadas que llegarían a la que era mi habitación, una que a pesar de no ser muy distinta a la de los demás resultaría más ordenada y presentable para aquellos que se fijasen en los detalles: era mágica la diferencia que podían hacer unas camas con las sabanas ordenadas, los casilleros cerrados y los cables de los aparatos recogidos.

 -Kanshu-san, Blutmond-san... -retirándome el sombrero para hacer un caballeroso saludo, lo volvería a dejar sobre mi cabeza antes de invitarlas a ponerse cómodas donde gustasen, dirigiéndome a la mesa de la habitación para destapar una de las botellas de vino que allí se encontraban: no eran las bebidas más finas que se podían encontrar, pero eran significativamente mejores que las del bar de villanos. -. Cuento conque la hermana también quiera venir, pero mientras tanto podemos hablar de lo que deseen... -comenté mientras servía el licor en tres de las cuatro copas que ya tenía preparadas, tomando dos de ellas con las manos para ofrecerlas a cada una, siendo que una vez tomasen las suyas podría tomar la mía.

Jack-sama. - decía mientras exhalaba una nube de vapor desde su boca, la emoción le podía a la pobre peliblanca. - Y Blutmond-sama también, no podía estar en mejor compañía ahora mismo. - sin duda eran dos de sus personas favoritas, de los muy pocos que no habían necesitado parecer monos neandertales que acaban de descubrir el fuego para demostrar su autoridad.

Kanshu entonces sonrió con picardía al escuchar la propuesta de hablar de lo que quisieran. - Podríamos hablar de que talla os gastáis cada uno, ya sea arriba o abajo, pero tenemos temas más importantes ¿verdad? - se puso un poco más seria, pensativa.  - Hay un héroe infiltrado entre nosotros y a pesar de que ya se han soltado varias sospechas, me sorprenden varios factores.

El primero es que un solo héroe haya causado tantos estragos, ya que según "The last Survivor" hay un mercenario que le apoya, pero solo puede anular las singularidades. También me llama la atención que tenga tanta información alguien que parece que tiene la habilidad de sobrevivir constantemente... Está claro que algo nos oculta.

El segundo factor que me sorprende es que el más votado no es asesinado a sangre fría. ¿Está bajo sospecha de ser un héroe y no nos lo cargamos? ¿Significará eso que cuando alguien esté libre de sospecha podrá volver con los demás?

Kanshu estaba bastante seria durante esas charlas, pero entonces volvió a sonreír con cierta picaresca. - Y luego está el tema de compartir habitaciones, parece que solo trae beneficios. - alzó las cejas mirando a ambos. - ¿Nos dejarán hacer un trío? Como compañeros de habitación, digo, o al menos dos de los presentes.

Con dos es complicado hacer un trío...

Blutmond escuchó lo que tenían que decir ambos, dibujando distraídamente a Ripper. Si había ido allí no era por las proposiciones sexuales de Kanshu, aunque tampoco podía decir que estaba siendo molesta en sí misma. Al menos, no como lo era la pechona que le tiró los trastos al robotito "sexy".

— Pienso que esto no ha sido solo cosa del héroe... Algunos parecían demasiado excitados por ponerle las manos encima a otros villanos. No me extrañaría que unos pocos fueran tan poco civilizados como para dedicarse a matar para su propio placer.

Miró a Ripper, esperando a ver si decía algo al respecto de lo que había dicho de Kusatta, pacientemente y con una sonrisa mientras apuntaba el segundo dato que dejó caer Kanshu. Después de todo, no era solo una ninfómana de tres al cuarto. Eso era aún mejor... Si algo le gustaba a Blutmond no era solo una cara bonita. Que esa cara bonita pudiera pensar también...

— Je... Creo que dejaron bastante claro que no podríamos estar más de dos personas en una sola habitación. ¿Sería un error tan grave quedarse "por error" hasta tarde? — La pelirroja sonrió, mirando a Ripper para ver si habría reacción. Había parecido bastante estoico hasta ahora. ¿Seguiría siendo así si continuaban presionando?

Decidió dejar esas pesquisas aparcadas, sin embargo. Era hora de preguntar por lo que quería saber. — Ripper, hablaste de la herida de Kusatta, el osito. Apartando el hecho de que, por alguna razón que supongo tendrá que ver con su quirk, es un niño pequeño ahora, dijiste abiertamente que lo habías atacado. — Blutmond estrechó los ojos, calibrando a Ripper. — ¿Podrías explicar exactamente qué hiciste y por qué? Realmente no me trago eso de que te lanzaras como perro de presa a por el osito, pensaba que no eras como los demás. Espero no estar equivocándome. — Sonrió pasándose la lengua por los labios. ¿Esquivaría la pregunta, o inventaría una excusa? ¿Qué haría Ripper? No podía esperar a saberlo.

 No podía negar que los aires de confianza y lujuria que desprendía Kanshu eran característicos y hasta interesantes, pero Blutmond no sería la única que sentiría fascinación al ver que la albina también podía pensar en otras cosas, con la diferencia de que la máscara no permitiría que se mostrase mi expresión en esos momentos, y es que de ser así podrían ver mi amplia sonrisa de emoción debido a los puntos tan particulares que había resaltado la chica.

 -Ciertamente tengo curiosidad por conocer el verdadero número de infiltrados entre nosotros, así como explorar más detalladamente la habilidad del Survivor-san… -llevándome nuevamente una mano a la máscara, como si quisiese sostenerme el rostro a causa de una leve carcajada, añadiría. -. Dice ser capaz de sobrevivir a todo… ¿Curación? ¿Regeneración? ¿Inmortalidad…? Deseo saber qué es lo que oculta su ser, pero.. Tienes razón al apuntar el hecho de que la información que trae es numerosa en comparación a la que tenemos el resto… Cualquiera podría decir que hay más de un héroe entre nosotros por la cantidad de muertos y heridos, pero él ha declarado que no es un héroe, es un mercenario, un traidor… Claramente no cuida sus palabras, o se trae algo entre manos… -concluí antes de volver a adoptar una posición más relajada, pero no por ello descortés, mientras apartaba la mano de mi máscara para tomar la copa de vino. -. La razón del encierro seguramente es debido a que la liga no parece interesada en perder posibles candidatos así porque sí… Sería un desperdicio colgar a identidades tan interesantes por meras sospechas... -opiné a la segunda pregunta antes de soltar otra leve risa. -. En todo caso, de encontrarnos en una situación donde tengamos la identidad del héroe con seguridad… Podría mover algunos hilos… -añadí sin dar muchos detalles al respecto.

 Por supuesto, el tema de las habitaciones también era de mi interés, a pesar de que no lo expresaría con nada más que un acomodamiento de mi máscara para asegurarme de que estuviera bien colocada.

 -No se si sea buena idea llevarle la contraría a las normas de la liga en estos momentos… Pero si consiguen alguna manera de lograrlo, no me molestaría tener más de un acompañante en mi habitación -respondí antes de prestar especial atención a las preguntas de Blutmond. Permanecería de pie junto a la mesa donde estaban las botellas, mirando fijamente a la pelirroja mientras me interrogaba sobre mis declaraciones anteriores. -. Por supuesto, fue bastante simple: lo estuve esperando en algún lugar oscuro para poder apuñalarlo. Resulta que el hecho de que saliese al baño me hizo el trabajo más fácil, por lo que solo tuve que cubrirle la boca con una mano mientras la otra sujetaba el cuchillo. Luego simplemente me retiré: insisto que, a pesar de que estaba algo oscuro, mi objetivo seguía siendo un adulto… -expliqué antes de empezar a menear un poco la copa que sostenía, a la cual no le había dado ni un solo sorbo aún… esencialmente porque llevaba máscara. -. Sobre mis motivos… También los expliqué: Sospechó que la heroína infiltrada pudo haber intentado cubrir a su compañero, pero no son más que sospechas… Precisamente por eso solo le hice una herida menor, algo que evitase que utilizase algún truco que pudiese tener a mano, pero que le permitiera seguir al día con nosotros -concluí, dando a entender que podría haber causado un daño mayor al hombre-bestia si lo hubiese querido. -. En todo caso, mis sospechas ahora recaen en otra persona… Precisamente del que ya hemos hablado: Survivor-san… Tiene mucha información, y quiero saber por qué… -habiendo añadido eso, dejaría la copa con la bebida sobre la mesa antes de caminar hacia la litera para recostar la espalda sobre uno de sus bordes. -. Supongo que eso es todo lo que puedo decir de mi… Al menos mientras nos vamos conociendo mejor...

La tercera en llegar a la habitación de Jack The Ripper no sería otra que Sister. Y bueno... y eso... no hay nada más que decir... la habitación era idéntica a la de Sister, por lo que parecía ser que todas eran iguales entre sí.

-Así que la Liga de los Villanos no me odia tanto como pensaba...-musito divertida al ver que el cuarto era igual al que acababa de dejar. Si no fuera porque ahora mismo no tenía ni donde caerme muerta, me habría quejado de que nuestros cuartos no contaran ni con algún tipo de rendija al exterior. Pero también tenía todo el sentido del mundo que fuera una base secreta, y por lo tanto, lo más aislada del exterior en lo posible.

Saludo a los presentes, viendo que soy la última en llegar, y discretamente busco un lugar en el que sentarme, preferiblemente en la silla giratoria, o si no hay más remedio, me quedaré de pie lo más cerca de la pared.

 Más pronto que tarde nos veríamos gozando de la presencia de la invitada faltante, a la cual recibiría con un levantamiento de mi sombrero antes de invitarla a ponerse cómoda donde gustase, siendo que en mi caso únicamente ocupaba uno de los bordes de la litera para apoyar mi espalda en él.

 -Bienvenida, Sister-san... -le saludé antes de acercarme a la mesa donde se encontraban varias botellas de vino; no de la mejor calidad que se podían conseguir, pero si mucho mejor que los del bar, disponiéndome a servir de la botella que ya estaba destapada en la copa restante para ofrecerla a la rubia. -. Únete a la conversación: hablábamos del infiltrado, las personas que están hablando o actuando con mucha confianza, y sobre que tan dura será la liga con el número de personas que pueden compartir habitación...

Blutmond sonrió, aparentemente contenta de ver que finalmente Sister se había unido a ellos en la habitación de Ripper. Las cosas estaban realmente interesantes.

— Creo que te precipitaste al atacar a Kusatta, pero no te lo echaré en cara. A decir verdad me da bastante igual. Ah, sí. Ripper acaba de confesar que atacó al niñito, porque sospechaba de él desde que la que mató Shigaraki le puso malos ojos. Como si estuviera creándole la coartada, básicamente. También se ha hablado de otro tipo de menesteres... — Rio por lo bajo, permaneciendo en silencio después de ese breve resumen.

Hola hermana. - decía con una cordial sonrisa. - No te has perdido mucho, solo hemos hablado de lo mucho que parece saber Survivor, de que es interesante que las votaciones no lleven a la muerte, de compartir habitaciones y de las tallas de Blutmond-sama y Jack-sama. - rió levemente.

A mi sinceramente me parece bien que Jack-sama lo haya apuñalado, ya fuera a él o a cualquiera. En general hay pocos que me hayan causado una buena impresión a primera vista. - comentaba mientras asentía. - Todos se creen muy duros, muy "putos amos" y al final acaban dando una vergüenza ajena increíble. Por otra parte, si no me parece mal el acto, quizá el tiempo y también va por ti Blutmond-sama. - ladeó un poco la cabeza, con una cara ciertamente preocupada. - No sabemos que pueden hacer todos los demás y los estáis provocando mucho, pueden que tomen venganza de un momento a otro y no me haría gracia que os pasara algo tan pronto.

Volviendo al tema de las habitaciones, creo que deberíamos dormir nosotros cuatro en grupos de dos, así sabemos que si atacan a alguno, el otro lo verá, aunque eso también nos deja al descubierto de ser atacados por nuestro compañero de habitación. - sonrió con cierta malicia. - Pero no solo usemos las habitaciones para dormir. - se relamió, por un pensamiento que le acababa de venir... Aunque no era el que iba a enunciar. - Creo que son una forma perfecta de recabar información, si logramos que más gente nos abra sus puertas y en privado nos den razones de peso para confiar en ellos, creo que poco a poco podemos ir ampliando el círculo de confianza. Recomendaría hacer eso en grupos de dos también ¡por si acaso tenemos un infiltrado! Aunque de verdad espero que salgamos los cuatro de esta y lo celebremos. _{Por todo lo alto.} - eso último lo dijo casi en un murmuro apenas inaudible, mirando a la hermana. ¿Usaría el rosario solo para rezar? 

— Oh, pueden venir a por mí cuando quieran. Los estaré esperando... Quizá incluso pueda sacar algo de beneficio de ello. — La sonrisa de Blutmond se ensanchó, acariciándose el codo con la yema de los dedos mientras observaba al resto en la habitación. — Realmente el único al que le dije algo fue al niñato engreído, hablando del odio como si lo conociera realmente. El verdadero odio... eso es lo que quiero sentir. Y él, desgraciadamente, no podría ni tan siquiera imaginar cómo se siente eso.

— Diría que es buena idea dormir en parejas. Si Sister no tiene ninguna objeción, dormir con ella será todo un placer. Tú puedes quedarte con Jack, si quiere. Seguro que lo pasáis bien... Aunque espero que no te lances a apuñalarla a ella, a no ser que te lo pida — guiñó un ojo a Jack, pasando a mirar de nuevo a Sister.

— Si te apetece, podemos ir a tu habitación o a la mía. Todas son iguales, así que la cosa no debería importar mucho.

Acepto la copa sin rechistar, y a los pocos segundos estoy pidiendo que me la rellene. Sigue sin ser el vino que estoy buscando, pero no está nada mal, y así se lo comunico con un  asentimiento de cabeza mientras miro a Jack.

Es curioso verles así, los tres compartiendo opiniones y observaciones. Yo me guardo las mías para mí, aunque en general me alegra ver que tenemos ideas parecidas.

-De puerta en puerta, recopilando miembros... no sabía que éramos testigos de Jehová-a pesar de mi seriedad, me hace gracia la idea.-¿Habéis pensado por quién empezar?

-Todo lo que tengo lo llevo encima, así que podemos ir a tu habitación luego directamente.-asiento ante la propuesta de reparto de cuartos.

Las votaciones habían terminado, lo que implicaba que todos podían volver a las zonas donde se sintieran más cómodas, eso sí, al parecer la Habitación de Jack The Ripper se volvía un terreno neutral, una zona de nadie... pues este ya no estaba entre ellos... estaba encerrado.

----------------------------------------------------------Noche 2----------------------------------------------------------