Partida Rol por web

Aquel grandullón con aspecto de matón se acercó de forma inusualmente amable a Tooth, a fin de cuentas, casi nadie se acercaba principalmente por miedo a ser golpeada, sin querer, por aquella niña adorable y dulce; por lo que esto la tomó por sorpresa, y pese a que acercó la mano para estrechársela, esta finalmente decidió darle solo el dedo índice que era casi tan grande como la mano de aquel niño bien crecidito.

-A... MI... GO... -Musitó con voz dulce que claramente no coincidía con el tamaño de la gigantona.

Tras mi presentación me aparté, sonriendo nerviosamente y mirando a unos y otros. Viendo la cantidad de chicos y chicas que iban llegando y entregando sus billetes, no pude evitar decir - VAYA!! PUES SI QUE HABÍAN BILLETES! JAJAJA. NO SABÍA QUE TAMBIÉN VENÍAN ADULTOS y NIÑOS... EH... GRANDES!! -en especial me fije en Tooth y Katsumoto, que habían empezado a hablar entre sí. Luego, con una gota de sudor corriéndome por el lateral de la frente, y no queriendo llamar demasiado su atención saludé al recién llegado, le agarré de la mano y la sacudí a modo de saludo, exageradamente, sin saber cuando detenerme, y sin perder mi sonrisa nerviosa - HOLA SEÑOR!! ES OBVIO QUE ESTÁ USTED PERDIENDO UN BIGOTE FALSO SEÑOR!! NO LE DA VERGÜENZA?? ESTO ES UN EVENTO PARA NIÑOS HUÉRFANOS SEÑOR!! - desde luego, durante ese subidón que tenía, mi tono seguía siendo demasiado alto para una conversación normal. Pero si el señor Womkat le había dado el visto bueno, debería estar dentro de la norma.

Miró a Katsumoto sin inmutarse, entrecerrando ligeramente los ojos ante su indudosa declaración de intenciones. Casi tan indudosa como el bigote postizo que llevaba el tipo que hablaba raro, que comenzó a sudar nerviosamente sin ninguna razón aparente.

Decidió ignorarles, al segundo porque parecía demasiado nervioso como para entablar conversación, y al primero porque ya había decidido ignorarle a ella antes para hacer amigos, o engrosar su círculo de matones. Aunque, la verdad, Tooth no parecía violenta.

La chica pelirroja le increpó acerca de si era policía. Cerise tomó aire por la nariz y sacó pecho con orgullo. -Todavía no, pero pienso convertirme en una gran policía-. Aunque, si ganaba el premio, ¿entonces qué? Ya lo pensaría llegado el momento, pero no pensaba dejarse amedrentar.

El "niño encubierto" como lo habían llamado estaba nervioso porque aquel adolescente le hubiera podido descubrir por lo que hizo lo que todo adulto responsable haría, y esto es, separarse de él y buscar una forma de huida adecuada y rápida, siendo la elegida saltar en la espalda de la niña musculosa.

-¡Corre a la fábrica!. -Le ordenó a Tooth sin venir a cuento.

La joven Tooth Kowasu no sintió como un "niño encubierto" había saltado sobre su chepa, por lo que cuando una voz le habló en su oído esta se sobresaltó girándose sobre si misma en busca de aquella voz que le hablaba sin encontrar a nadie, evidentemente, por lo que, tras dar una revolución completa sobre sí misma, esta alzó su voz.

-¿Tu... ser... mi... conciencia?. -Preguntó la niña mientras miraba al infinito y más allá- ¿Cómo... cuando... tu... decir... "No puedo respirar, levántate" y... luego.... cuando... yo... levantar... ver... a... Abuela?.

Aquella revelación tenía mucho que desempacar, pero el niño encubierto no tenía ni tiempo ni ganas para andar desenvolviendo y abriendo cajas, por lo que hizo lo que todo niño encubierto haría en esos momentos y esto era mentir de forma descarada para engañar a una niña posiblemente mucho más fuerte que él.

-Eh... Sí. -Confirmó- ¡Ahora corre!.

Ignorando a todos los niños que pudiera haber en medio entre ella y la entrada de la fábrica, Tooth Kowasu avanzó en línea recta hacia la entrada de la misma, sin importarte lo más mínimo quien o quienes estuvieran entre medias ella y su objetivo; a fin de cuentas, todos que son movidos por su "conciencia" tienen justificación para cualquier acto que haga.

-Tooth... Correr... -Comentó con voz infantil- Yo... no... querer... tener... a... Abuela... plana... de... nuevo;... Abuela... plana... no... hablar,... Abuela... plana... no... hacer... galletas;... Tooth... deber... escuchar... conciencia... antes;... Tooth... no... volver... a... equivocar... de... nuevo,... por... Galletas...

La cosa había ido escalando hasta volverse algo ya muy extraño, desde un sinfín de presentaciones en que Tyrion se sintió tan visiblemente incómodo como los allí presentes hasta la cabalgada sobre Tooth, ese chico Mamoru, que para nada parecía mayor para estar ahí y cuyo bigote tenía una explicación perfectamente plausible, no debería usar así a Tooth. Era algo descabellado, ridículo y abusón. Tyrion respiró calmado, no tenía que enfadarse por cosas así... tenía que ser calmado

Volvió con los chicos de su estatura de nuevo - A mí no me importaría compartir la fábrica con todos.... es muy grande

Jinso acababa de perder su partida. - Maldita sea... - murmuró por lo bajo. Resignado, resopló y guardó su móvil en el bolsillo. - Hay gente bastante curiosa por aquí. - decía el chaval, alzando el dedo pulgar y guiñando un ojo, ya que lo decía de forma positiva. - ¡Eso es genial, porque así seguro que no nos aburrimos! 

Fue entonces cuando se cruzó de brazos, negó con la cabeza y estriando uno de sus brazos, después de haberlos cruzado, alzó el dedo índice y empezó a moverlo de lado a lado. - Pero también hay gente que tiene una actitud que tendría un "sin doncella" cualquiera. - no quiso mirar a nadie en concreto, pero esperaba que se dieran por aludidos aquellos que debían. - Aún hay tiempo de corregir tu comportamiento y dejarlo en una buena impresión.

Después de haber entregado su ticket Tanaka se había quedado un poco apartada, dejando que el resto de niños se presentasen al señor Womkat, mirando el espectáculo. Los más mayores parecían hablar de algo relacionado con "deshacerse" de los demás niños para ganar, pero Tanaka no acababa de entender de qué hablaban. Sabía que sólo habría un heredero, pero no tenía claro de qué manera iban a elegir al ganador. 

Enérgicamente levantó una mano para preguntarle al señor Womkat.

- ¡Señor! ¡Una pregunta! ¿De qué manera se va a...?

En ese momento, la chica grandota con el niño con bigote a lomos echaron a correr en dirección a la fábrica y el corazón de Tanaka dio un vuelco.

- ¡¡UNA CARRERA!! ¡¡ES UNA CARRERA!! -espetó riéndose, sabiendo que aquello le daba muchas oportunidades de ganar.

Así que sin pensarlo mucho más echó a correr detrás de Tooth.

Usagi miro aquella extraña escena, en la que un señor entrado en años abusaba mentalmente de una niña con evidebtes problemas mentales, e hizo lonque toda chica responsable debia hacer.

Saco una libreta y su movil.

-Vamos a ver señores, un poco de orden, atiendanme, aqui, si vamos, hagan sus apuestas, aceptamos quien llega antes, o posibles eventos como : "El señor sale por los aires" "La niña para en seco y su otro competidor se estampa" "La niña atraviesa las puertas de la fabrica como mantequilla" Vamos, vamos, no sean timidos, es una gran oportunidad para ganar un par de monedas.

Mire al resto de niños, señores mayores y a la cosa rara que da miedo y dice cosas que asustan mucho...

Estaba nerviosa quería entrar ya a ver los dulces, a jugar con todos los demás, tenía pinta de que iba a ser muy divertido, no podía esperar. 

Yo quiero, pero en el orfanato no nos dan monedas a los niños pequeños, los tienen los mayores. Yo creo que La niña para en seco y la otra competidora se estampa contra la grande.

La joven sonrio y se acerco a la pequeña Hana. 

-Bueno, si no tienes una moneda, no puedes apostar.

Usagu suspiro.

-Por suerte, puedo sacarte algo de valor, soy buena con eso.

Puso la mano detras de la oreja de Hana y con un agil movimiento hizo aparecer una moneda.

-Alguien te habia guardado una en la oreja al parecer.

Dijo riendo y golpeando el borde de la moneda haciendola girar en el aire para luego atraparla y darsela a la pequeña.

-Pues ya tienes una moneda pequeña.

Comento con una dulce voz.

Esperé un poco a la respuesta del mayordomo, no me dedicó grandes palabras, lo que no terminó de hacerme gracia. Por suerte, había alguien que si lo había hecho. Me dirigí primero a Emily, luego a Yuna, estas parecían tener un mínimo de idea de protocolo, o al menos lo aparentaban.

- El placer es mío, soy Emily Malcolm, a tu servicio.

Miré un poco el espectáculo, con una sonrisilla.

- ¿Y tu, por quien apuestas, Usagi? El adulto se va a colar y el mayordomo no le va a conseguir impedir el paso, creo yo. Y sino, bien valdrá perder la apuesta viendo la escena, eso si, me niego a correr yo. 

Tras la humareda dejada por la niña hyper vitaminada a lomos de un niño con bigote, o al revés, apareció Fasuto Boru mirando directamente la fabrica, sin reparar nada mas a su alrededor, a veces mordisqueando una chocolatina ya medio desecha en una de sus manos. Como era costumbre se había perdido y llevaba tarde a la apertura de puertas, pero no parecía importarle lo mas mínimo, asombrado por aquella gigantesca fabrica que con suerte seria pronto suya, para poder venderla y comprar el mejor equipo de baseball de la ciudad y hacerse su catcher para que el resto del orfanato; "La ruina Felix" dejaran de reírse de su sueño.
-Wualaaa... ¿Todo esto va ha ser mio? Aquí entra perfectamente un diamante. -Murmuraba hasta que se choco con el señor Womkat.

-¡UPS! -Alzo la mirada para verlo de cerca y seguir mordisqueando la chocolatina hasta terminarla y dejar en su mano tanto dulce como babas. -¡Hola! ¿Eres Willy? Es a ti a quien debemos darle el pase dorado ¿Verdad? ¿Donde esta Kandy? ¿Vamos a conocerle? -Saco el ticket de debajo de su gorra sujetándolo con la mano limpia y le ofreció la sucia y pegajosa. -Yo me llamo Fasuto Boru. ¡El muro atrapalotodo! -Sonrió ante el apodo que el mismo se puso y por el que todo el mundo terminaría conociéndole.

Me quede un poco apagada, no sabía como iba el juego, solo sé que quería jugar 
con los mayores y no me iban a dejar otra vez. Siempre lo mismo...

Vi como la chica se acercaba a mi aun así y ponía su mano detrás de mi oreja puntiaguda, y sacaba... ¿Una moneda?

Alguien te había guardado una en la oreja al parecer.

Salte emocionada con mi moneda nueva, nunca nadie me había hecho un regalo, corrí a abrazarla por las piernas tratando de no tirarla super feliz. Por fín iba a poder jugar con los mayores.

¡A la! ¡Qué guay!  ¿Cómo lo hiciste? Gracias, gracias aunque ahora no se si quiero jugar o guardarla, nunca me habían regalado nada. Pero siendo que me la diste jugare mantengo lo que dije. Por favor que no falle, no quiero perderla.

La joven Shiroi sonrio cuando la niña le abrazo las piernas, no estaba acostumbrada a las muestras de cariño, pero la acepto acariciando levemente la cabeza de la pequeña.

-Una maga no revela sus trucos.

Comentó guiñandole un ojo.

-Si quieres quedatela hazlo, compartamos la apuesta.

Dijo sonriendo mientras miraba a Emily.

-Yo confio en lo que ha dicho la pequeña, que la niña se para en seco y la otra choca.

Se encogio de hombros.

-Y como dices, esta apuesta si la pierdo tampoco va a ser un drama, como minimo nos vamos a llevar una escena divertida. Y yo tampoco pienso ponerme a correr, eso no es de señoritas.

No podía estar más feliz, el día había empezado genial con esta excursión pero ahora iba cada vez mejor, nada podía estropearlo. Mire la moneda super alegre y feliz y empecé a dar saltos de alegría.

¿De verdad me la puedo quedar? Gracias, gracias, la cuidare muy bien, lo prometo. Mire a la otra chica que también iba a jugar con una sonrisa radiante. A ver quién gana.

Kusuri siguió muy a su bola, llevándose ambas manos a los bolsillos de su maltrecho pantalón mientras su vista se mantenía perdida en los maravillosos colores del cielo. Tardaría bastaaaante tiempo así, contemplando la inmortalidad del cangrejo, dejando que otros niños y no tan niños entregasen sus boletos, hasta que por fin se dignaría a dar su nombre.

-Eeeeeeeh... Kusuri Chudokusei, así me pusieron, sí... En el orfanato. Bueeenos tiempos, sí....- Lentamente expulsaría el humo de su porrillo, sin importarle mucho que este acabase siendo respirado por tantas mentes jóvenes e inocentes. Ella también era joven, ¡E inocente incluso! Tenía un permiso que decía que lo era. -Es legal amigo... Lo juro. Lo malo es el tabaco, esa cosa esa, esa... Te daña los pulmones y te hace adicto. Peeerooo... Qué va... Fumar no es ilegal, solo portar... Pero yo tengo permiso para portar por mi kosei.- Un vacío legal cuanto menos cuestionable, pero que ella claramente estaba dispuesta a explotar pese a las críticas o malas miradas del resto. Sus ojos totalmente rojos lo demostraban.

Se quedaría bastante tranquila pululando por ahí, ajena a insultos, a críticas y demás. Parecía muy a su bola, divertida y contenta con mirar hacia el cielo y poco más, sin darse por aludida por absolutamente nada... Al menos hasta que una masa de músculos deformes pasó corriendo hacia la fábrica. -Woh... Esta vez creo que me pasé...- Miró su porrillo, riendo un poco, para después encogerse de hombros y seguir fumando. Tampoco le importaba demasiado.

Instintivamente comenzaría a seguir el mismo camino que Tooth y Mashiro, aunque simplemente caminando en lugar de correr.

-Bah, que aburrida. No me digas que tus papis lo son o algo así.-se burló del deseo de Cerise, imaginándose a una versión ridícula de la niña con uniforme.-¿Sabes que la mayoría de policías acaban haciendo trabajo de oficina y aburriéndose hasta la muerte?

De repente, algo la distrajo. Al parecer sus palabras inofensivas habían puesto nervioso al adulto con bigote falso, que enseguida se montó en aquella mole de músculos pelirrosado y salió disparado hacía la fábrica. A partir de ahí, varios niños se les habían unido hacía la entrada. 

-¿¿Ya ha empezado??

Y se giró hacía Wii-Liam, no fuera que de verdad anunciara que era una de las primeras pruebas. Más valía que no, porque si para ganar debían ponerse a hacer ejercicio, ya podía despedirse del premio.