Partida Rol por web

Mi buen señor. - digo mientras centro mi vista en Konrad. - ​​​​​​El todopoderoso nos libre de tener que derramar sangre, por ello le ruego no tergiverse mis palabras.

Lo que yo sugiero es investigar y hallar a los verdaderos traidores, ya será el señor Sullivan quien se haga cargo de ellos.

Sin embargo, dejo en claro que debemos ser minuciosos con nuestras pesquisas, pues, de lo contrario, estaríamos enviando a un cordero al matadero mientras los lobos vestidos de ovejas se dan un festín con el resto.

Así que, pierda cuidado, yo no quiero que nos matemos entre nosotros, sino todo lo contrario que colaboremos para sobrevivir, pues para Sullivan somos todos culpables, además que, ya dejó en claro que él no está por la labor de investigar. - digo llamando a la cordura y dejando en claro que el propio Sullivan ya nos había dicho que no podíamos esperar mucha ayuda de él.

Mantened los ojos abiertos y compartir la información con todos, pues, sólo la verdad nos hará libres.

Las duras declaraciones de Sullivan no parecieron hacer mella en Anthony. Su semblante continuó siendo sereno, manos entrelazadas a la espalda, como si se le estuviera contando una anécdota en lugar de acusándole de traición, o peor aún, ser un comunista. Dedicó una breve mirada a su equipaje, que también había sido asaltado como el resto, a lo que enarboló una pequeña sonrisa.

No obstante, el arrebato de aquella mujer le tomó tan por sorpresa como a cualquier otro. Por primera vez el señor Abbot perdió sus buenas formas, quedando en su lugar una expresión de sorpresa. Observó los acontecimientos con receloso interés, listo para quitarse de en medio si la acción acababa aproximándose más de la cuenta. Masculló una maldición al ser testigo de cómo aquellos guardias acababan siendo poco más que despojos escarchados, consternado.

Ya con el improvisado "espectáculo" habiendo alcanzado su fin, se encontraban encerrados en el Centro de Bienvenida y con supuestos traidores entre ellos. Anthony ajustó su americana y retrocedió hasta la batiesfera para tomar la radio de onda corta consigo.

Acto seguido se aclaró la voz.

—Damas y caballeros, si me permiten un momento —anunció en voz alta, aproximándose al centro de la sala—. Les ruego que mantengan la calma, estoy seguro de que no hay traidores entre nosotros. Esto es lo que se llama una prueba de lealtad. Ya saben que Rapture no es para todo el mundo, ¡no señor! Y por eso mismo el señor Ryan tiene que comprobar de tanto en tanto que aún estamos comprometidos con los ideales de esta nuestra utopía.

Se concedió un instantes para ordenar sus ideas y continuó:

—He de admitir que este método no es el más elegante... y estoy seguro de que el incidente con aquella señorita no había sido planeado... ¡pero todo es parte del precio que debemos pagar por vivir en el mejor lugar que existe! Estoy seguro de que todo lo que el señor Ryan quiere es que nos mantengamos leales a Rapture y demostremos que no tenemos absolutamente nada que ocultar —gesticulaba animadamente—. A fin de cuentas, cuando nombran a un encargado en sus negocios, ¿no les gusta comprobar lo que hace cuando el jefe no está? ¿Saber que de verdad hace su trabajo con arrojo, sin evitar sus responsabilidades?

»Debemos de demostrar que confiamos en Rapture, y que somos capaces de comportarnos como los seres humanos civilizados que somos. ¡Nada de lanzarnos sobre las gargantas del prójimo! La duda es una enfermedad que corrompe la mente, se extiende como un virus y causa la caída de hasta los imperios más poderosos.

*Gasp* Acababa de vivir en prima persona una escena de los bajos fondos de Rapture. Plásmidos, persecuciones, asesinatos. Me sentí insegura... y extrañamente excitada. No me van a creer en casa... ¡para nada! Musité. Esta escena era mucho más explosiva que los chismorreos y cotilleos que había oído en superficie. Incluso que haber estado en la superficie.

Tras tomar mis cosas, hablé como el resto, pero sin buscar que mi voz se oyese más que las demás, como hacían aquellos señores y señoras se alta alcurnia. Haya calma, sí. Seguro que el incidente se resuelve pronto. Asentí a mis propias palabras repetidas veces.

Lo de los traidores... no es novedad...  Rapture no es hoy lo que fue... hay mucha inseguridad... pero seguro que Sullivan les encuentra pronto.

Callé, dispuesta a no perder el hilo de ninguna conversación.

    Ooooe~oooe Oe!! - con evidente mosqueo le empezaba a increpar a la pequeña radio de donde salia la voz de Sullivan - mas te vale que tus chicos no hayas desbaratado de mas mis cosas!!, por que si se devalúan por no estar con su estado optimo te juro que te reviento !! - para entonces comenzar a revisar el desorden que alguna vez fue mi equipaje e intentar darle un aspecto algo mas lustro a la vez que iba escuchando por encima lo que decía el resto.

   Pues vaya prueba de lealtad señor - señalando a uno de los ultimo que había hablado y luego los restos de los actuales cubitos de hielo - que para llevarla acabo necesitar llevarse para el otro barrio a unos cuantos de sus muchachos, Bwajajaj -  dejando escapar una ligera carcajada aunque sin llegar a cambiar el semblante de mosqueo - Y como dice la moza es que ni sorprende a estas alturas, que con los alborotos que se estar armando en las zonas bajas, todas las ideas y talentos de esa gente se a desbocado a como sobrevivir. 

Phil Isidore es un chico joven, apuesto, moderno para su tiempo.
Siempre tiene un cigarrillo en su boca.
Y da el aspecto de que nada le importa.
Pero incluso a él le sobresalta el espectáculo que acaban de presenciar.

-En serio? Debemos permanecer aquí, encerrados como ratas cualquiera, después de haber sido despojados de nuestra intimidad, rodeados de escoria humana,sin honor alguno. le da una calada al cigarrillo y tenemos que pensar tranquilamente como descubrir a la escoria mirando a todos uno a uno cualquiera de nosotros podría serlo y que hacemos entonces? Nos matamos? tira al suelo el cigarrillo y vuelve a encenderse otro.

-Esta muy bonito todo lo que contáis le da una gran calada pero esto no me huele nada bien.

No pasó demasiado tiempo desde que la última batiesfera llegó de nuevo a Rapture para que empezaran a haber muertos otra vez. - Hogar dulce hogar. - dijo sarcástico para sí mismo, aunque tampoco le importaba demasiado que le escucharan. - Nuestro pequeño paraíso cada día se parece más y más al mundo exterior. - admitió. - ¿Será que todos los humanos estamos destinados a llevarnos por el mal que arraiga en nuestro interior?

Negó con la cabeza, no esperaba respuesta por ninguno de los presentes, simplemente hablaba para sí mismo en voz alta. El pánico no había cundido de momento, lo cual era bueno, sin embargo las teorías locas ya habían empezado pero una en concreto le llamó la atención. - La teoría de ¿Abbot? - preguntó, pues no recordaba su apellido con claridad. - Cuadra bastante con la forma de actuar de Ryan. Quizá simplemente nos está poniendo a prueba y está viendo hasta que punto somos capaces de llegar por Rapture. - alzó los hombros. - Porque de tener dudas de que tan si quiera uno de nosotros pudiera estar en contra de sus ideales, ya estaríamos todos muertos. A no ser que... - se echó la diestra a la barbilla. - A no ser que entre nosotros haya alguien importante para Rapture, alguien cuya inocencia valga la pena ser demostrada.

No reconocía a nadie en particular, sin embargo su teoría también le parecía acertada, pero con Ryan nunca se sabe, quizá quien dio en el clavo fuera Abbot. - Hasta el momento, todo son teorías, la única certeza que tenemos es que todos estamos armados. - suspiró, con algo de pesadez. - ¿Quién no lo está hoy en día? - miró al suelo y se apoyó en su muleta. - Propongo que no utilicemos nuestras armas hasta que tengamos un claro culpable. Aunque dudo que todos seamos capaces de mantener las armas en su sitio por mucho tiempo. - murmuró.

Me asome desde una esquina, ¿la gente mala, ya se ha ido? ¿Están todos bien?, dije tímidamente. Hay que tener cuidado, si hay gente mala. Nunca sabes, que aran a los demás. Por eso espero, los señores, se puedan encargar de los tipos malos.

El problema es cómo se reconoce a los malos, si no han hecho nada malo. No es como si pudiéramos abrir sus cabezas y mirar dentro de ellos; para ver que está mal o roto. ¿O se puede hacer? Dije de forma retórica.

Decido ignorar completamente las conversaciones. Sin embargo de vez en cuando me llegan a mis oídos algunas palabras, palabras que siempre identifico con mi persona en particular.
[I]Estamos entre los despojos y tenemos que encontrar despojos.[/b]
Decido acercarme a la máquina de Plásmidos y escoger una, pues soy consciente de que dentro de poco la locura empezará a cundir. Y prefiero para entonces tener alguna forma de defenderme.

Cuando usamos el elevador, para bajar a la ciudad, podía ver la maravillosa ciudad, por medio de la ventana, mis ojos sin las veces que lo viera, no podía creer la maravilla de la ciudad acuática, que es Rapture. Podía ver los peces, los pulpos y los busos trabajando, sin alguna duda, mi empresa aportado su gramo de arena, para que esta maravilla que no se puede replicar, gracias a...  ¿Por que se esta matando la gente? Estaba maravillado con la ventana, que no me había dado cuenta lo que pasaba, incluso cuando Sullivan, hablo de traición, muerte y bla bla bla, estaba en mis pensamientos, así que me quedo con la regla, sobre no hacer una estupidez, así que escucho al resto de la gente, para lograr entender lo que estaba pasando. Ah, al parecer hay traición, que al aparecer el negus, quiere destronar a Ryan. Me quedo viendo lo que pasa, solo para percatar, que cada quien esta algo nervioso. No podía culpar por estar nerviosos, agresivos o intentando poner orden, ya que yo igual estaba algo inquieto, incluso podía sentir escalofríos en mi espalda, junto a la gran tensión en el aire, que se puede cortar, como si fuera mantequilla. Así que procedo a calmarme, para poder hablar, ya cuando estoy calmado, me dirijo a todos los presentes, mientras me termino mi cigarro. 

-Nuestras únicas armas, que podemos usar, son nuestras Palabras.  Así que será mejor, que mantengamos el calma, sin llegarnos amenazar uno al otro. Señalo los cuerpos de los guardias. Por eso el que no debe, no teme. Si la tal Amy Callister, se puso así, es porque es una traidora, debemos estar atentos, quienes fueron sus aliados. 

Tras decir eso al grupo, para acercarme a Mbaba, que se apartado para comprar algo de la maquina. -Veo que es para defensa, te comprendo. Sin saber que clase de armas tenemos cada uno, es mejor estar preparado. Me recargo en la maquina, a uno de sus costados. Yo por ahora, voy pasar de comprar algo, ya que tengo mi métodos, para estar "protegido". 

En mi caso nunca he sido una persona agresiva señor Castle le digo al tipo que se me acerca, por eso he escogido algo que no hace daño. Espero que sea suficiente.
Miro a los demás y niego un poco con la cabeza. No creo que tarden mucho en empezar a intentar matarse unos a otros. Sus palabras son razonables pero el señor Sullivan parecía indicar que en caso de que no encontremos a los culpables todos podríamos terminar siéndolo. Así que ahora empezarán a tirarse los trastos unos a otros, y finalmente llegarán a las armas.

Klymene estaba totalmente impactada por lo ocurrido.

-Schrecklich, schrecklich... Se suponia que Rapture un lugar seguro era... ¿Como ha todo esto ocurrirdo?

Diria seriamente impactada.

-Por que comprar cosas para protegerse tener, se supone que la seguridad para protegernos estar

Entró en el lugar con los ojos entrecerrados, la luz le hacía daño en las córneas, el maldito EvE mezclado con el tabaco y las especias aquellas eran un subidón impresionante, pero cuando bajaba le pegaba fuerte y le afectaba al sentido de la vista.

- ¿Qué tenemos? Dijo de forma cortante pero a la vez cortés, sin duda alguna el apuesto hombre con acento británico era un tipo elegante y educado.

La joven de alta alcurnia se quedó sorprendida ante los recientes acontecimientos, quedando bastante perpleja y sin saber que decir. No esperaba que aquel tour guiado fuese a convertirse de pronto en una cacería, un "survival" en el que gente inocente y traidores estuviesen entremezclados. ¿Cómo diantres habían llegado a esa situación en un abrir y cerrar de ojos?

La dantesca escena que acababa de presenciar seguía grabada en sus retinas, y es que jamás en su corta existencia había visto como alguien era congelado de súbito, para terminar estallando en decenas de fragmentos. ¿Tan peligrosos podían llegar a ser los splicers? ¿A qué se había referido el señor Sullivan al hablar de Atlas?

- Estoy con el señor Abbot de que lo más prudente es mantener la calma y no precipitarnos en tomar acciones. - habló en un hilo de voz, un tanto temblorosa y asustada ante lo que acababa de presenciar - Tratemos de mantenernos unidos e ir hallando respuestas mientras hablamos e investigamos el lugar. Quizá poco a poco seamos capaces de ir cercando a los posibles traidores, y cuando lleguen el señor Sullivan y sus hombres, entregarlos para que paguen por sus crímenes...

No perdió detalle de quién se abasteció de recursos en la máquina expendedora, y trató de escuchar atentamente al resto y seguir el rumbo de las conversaciones. Todavía era pronto para determinar quién podía estar diciendo la verdad u ocultando su identidad, pero nada era casual y tarde o temprano los objetivos y propósitos de cada cual irían saliendo a la luz. 

Después de esas pocas palabras de acusación y parásitos, me propongo a buscar unos cigarrillos en mi maleta los cuales no encuentro - Vaya momento de tensión para no tener algo para fumar - dejo la maleta y digo levantando la voz - ¿Yo puedo ser el primer interrogado? si eso me hace libre de poder irme lo mas pronto posible, hay cosas de negocios a las que debo volver

La hermosa explosión de carne congelada y fuego fue todo un espectáculo, digno de ver y oír, como quien observa fuegos artificiales en el cielo, en Rapture los artificios venían desde lo mas hondo del cuerpo humano y eso a la vez que terrible era hermoso, al menos para quien supiera apreciarlo correctamente inmortalizado en un lienzo. Por eso me acerque a los hechos cuando las cosas se hubieran calmado, por eso recogí una falange aun congelada de uno de los guardias, para admirar la bella geografía humana, que como los anillos de los arboles, el hueso con la carne formaba igualmente hermosas formas, de esa manera recordaría los fuegos orgánicos que nos habían brindado aquella escaramuza entre traidores y ciudadanos y podría pintarlos para deleite de los conocedores reales de la hermosa anatomía humana. -Maravilloso-Musite aun observando el lienzo humano que eran los desechos de aquellos hombres, antes de recoger a prisa mis pertenencias; apenas una muda o dos, lienzos y pinturas, para seguir al resto a donde quiera que fueran, no tenia intencion de quedarme solo.

-El Señor Ryan premia la paciencia, solo debemos esperar pacientemente a que los traidores salgan a la luz por si solos y entonces podremos salir de aquí y seguir con el trabajo de nuestras vidas. -Miré a todos. -Pero que salgan rápido, tengo mucho que pintar. -Sin sospechosos a quien señalar y siendo conocedor de que todos estaban igualmente armados, era de estúpidos querer ser Sullivan por un día, mejor esperar a que los nervios por ser traidor les delataran, seguro que así lo quería mi amigo.

-¿Donde tenia yo un cuaderno? Es mejor empezar a esbozar ahora. -Musite mientras buscaba en mi maleta mi cuaderno de dibujo.

Pero señor Kantelinen, como hacemos para que salgan los malos. No podemos simplemente señalar a gente al azar, y culparlo. ¿O no? Dije con dudas.

Además, por muchas armas que compremos, eso no dará pie a que los malos también cojan armas, y eso no sería peor todavía. Creo que es mejor esperar.

- Esto puede ser una masacre. Propongo que nos desarmemos todos aquí. Yo la pistola que llevo es para mi defensa, pero una defensa más eficaz es la de negar las armas a aquellos que quieren lastimarnos. Si en verdad hay traidores, y como no puedo discernir quién lo es, lo más seguro es que todo el mundo entregue sus armas a la seguridad de Rapture.

Dicho esto, el elegante hombre de Arizona saca de la solapa interna de su chaqueta una cajetilla de pitillos enlatada y ofrece uno a aquel que no encontraba los suyos, a la par que él se enciende otro.

- Tome uno de los míos. Tengo suficientes, me parece.

Alzo la mirada del cuaderno cuando escucho su apellido, al parecer una niña pequeña o tal vez una mujer con una gran deficiencia de hierro se estaba dirigiendo a él.

-Si son tan tontos como para oponerse al Sr.Ryan, seguramente su fuerte no sea la paciencia y pronto intentaran algo para salir de aquí y seguir con sus estúpido terrorismo, entonces podremos empezar a señalarlos para los agentes de Sullivan. -Su lógica era simple y aplastante, al menos él estaba muy seguro de sus palabras. -Y claro que se puede señalar sin ningún tipo de criterio, niñ... El exterior lleva señalando y culpando a la gente desde el inicio mismo de la humanidad, por intereses o simplemente porque estar podridos. Y con esa gente hay que estar mas atentos todavia.

Volvió a su cuaderno en cuanto termino la conversación. La había dado por terminada pero su voz se escapaba en murmullos a veces. -Si sabre yo cuan estúpida en la gente, juzgando sin saber, ni tener criterio alguno sobre tu persona, tu arte, tu obra... Obtusos y de miras estrechas...

     Me encanta como la gente da unos hermosos discursos sobre el como tenemos que comportarnos, solo para caer como hienas ante la presión del resto - luego de llevar un rato en silencio, tiempo que no se hubiera roto si no fuera por los últimos movimientos - Pues en vez de preguntar primero a que se debe al silencio de los presente, prefieren señalarles sin pensar que igual el pánico del momento, ¿ no se suponía que usted era doctor... señor Konrad ?, donde quedo eso de los chequeos o el juramento Hipo...pota...monese - señalando esta vez al sujeto y su presentación allí arriba.

   Pero como en esta vida la gente solo se mueve o por miedo o por dinero, elijo la segunda -  sacando entonces mi lanza arpones - Entre todos que voten por el doctor repartire parte de mis pertenencias, el arma... sus cargas y hasta el Puro que llevo en la chaqueta - mostrando también este ultimo - vamos que si vamos a señalar al aire que tenga chica esta mierda Bwajajaja !!

Ed alzó la cabeza después de votar. Los comentarios de Spencer eran muy tentadores. - A mí ni me va ni me viene a quien votar ahora mismo siempre y cuando no sea yo mismo, pero si de verdad ofreces tu arma por mi voto, lo tendrás. - hablaba con un tono apático, como si el tener un arma tan interesante no fuera realmente lo que le llamara la atención.

Cambió su voto, tal y como había pedido Spencer Rollingheart. - Has mostrado parte de tus cartas y has hecho una propuesta, accedo a ella porque quiero el arma, la munición no me interesa. - asentía. - Un arma menos en circulación es un peligro menos para todos nosotros, por ello no quiero tener la capacidad de dispararla.

Miró entonces de forma directa a Spencer con su único ojo, sin mostrar ningún tipo de sentimiento excepto el de una tremenda apatía. - Pero si no cumples tu palabra, atente a las consecuencias. No creo que a nadie le haga gracia estar con un mentiroso en la sala, menos aún sabiendo que hay gente ocultando sus verdaderas intenciones. - Y tras terminar de hablar, volvió la mirada a la profundidad del mar que los rodeaba.