Partida Rol por web

La noche anterior dejó el saldo de tres personas muertas lo que, en mi opinión, resultaba nefasto y para más inri ahora estábamos en las malos del psicópata de Cohen.

Sr. Chasey, coincido con la señorita Maum, usted no es un mal sujeto, pero debería tener más cuidado con sus amistades, pues anteponer sus objetivos personales al bienestar de la ciudad, creo que es algo que debería reconsiderar, pues al final puede quedar rodeado de gente que no dudará en asesinarlo  cuando no les resulte útil.

Y que conste que no estoy señalando a nadie, de hecho, reconozco las agallas que tuvieron algunos de hacer frente a esa cosa, especialmente después de que despedazó a una persona sin piedad alguna.

Personslmente, a mi esas bestias me aterran. - digo con sinceridad cuando escucho una alarma, seguida de las hélices de un dron de seguridad. 

Mierda, drones de seguridad yo me largo, no quiero ser un puto pato de feria. - agrego visiblemente alarmado mientras busco cobertura.

Una vez detrás de un parapeto, tomo 10 dólares y los arrojo hacia la aristócrata. - ​​​Señorita Meum, le recomiendo que aligere la billetera antes de que empiece a llover plomo. - añado al notar que la mujer era una de las dianas de los putos drones. - ¡Tenga, le presto 10 dólares para tal fin! - grito desde cubierto mientras arrojo el dinero.

Pare abruptamente de bailar, con la mirada aturdida. Que ha pasado, donde está la niña. La habéis matado, mire con horror a las personas que atacaron al big daddy. Recogí mi muñeca y me mantenía lo más alejado posible de esas personas.

- ¡Oh Diablos! - expresa el doctor al ver que unos drones han sido atraídos por Madamme Maum y el doctor Jeritza. De inmediato alerta a los demás gritando -¡Drones!- mientras retrocede buscando refugiarse.

John se quedó mirando a aquellos retrasados que habían activado las defensas automáticas.

- De verdad que no creía que alguien pudiera ser tan idiota, van a conseguir matarnos a todos. John era un fiel defensor de la selección natural y en esos momentos en que alguien demostraba tal nivel de estupidez... Simplemente no entendía como seguían vivos.

Tsk! . Mi disgusto fue enorme en cuanto fallé al intentar controlar las cámaras de seguridad. Pero lo peor no fue eso, si no las torretas que vinieron en pares. Y es que vinieron cuatro y estaban a punto de disparar. Nadie puede culparme por intentar mantenerme a salvo. Un consejo de seguridad para todos. Comenté frustrada al ver las cuatro potenciales metralletas. Por suerte algo entendía de ese sistema de seguridad. En casos como éste vamos a salir muchos mal parados, siempre hay balas perdidas con esos malditos e inestables cacharros con metralletas. Realmente estaba muy frustrada, pero sabía que tenía algo de tiempo. ¿Alguien que ponga una parte para poder pagar la dichosa multa o vais a quedaros todos mirando? Con dos torretas me arriesgaría pero con cuatro?! Van a volar los tiros!. El maldito tipo con pinta de detective tenía razón, y me estaba costando lo mío tragarme mi orgullo para admitir que había sido un error. Pero no fue sólo mio, también fue del que intentó hackear la máquina esa. Miré al tal 25. Dr. Marcus Jeritza. Eso va por usted también!

Ed negó con la cabeza. - Ni soy buena persona ni me preocupan aquellos que se oponen a Ryan. - admitió con un tono muy neutro ante los comentarios de los allí presentes. - Para lo primero estoy intentando ponerle solución, salvando a las pequeñas de esas bestias y los segundos saben que no les voy a estorbar e incluso pueden refugiarse tras la seguridad de saber que seré el primero en atacar a los Big Daddys.

Dirigió la mirada a Jordan Spencer. - Así que acabar rodeado de gente que acabe con mi vida cuando no me necesiten, no es mi preocupación, sería una forma ideal de acabar con mis pecados. - mostraba una gran determinación y no titubeaba lo más mínimo mientras hablaba. - Por todo esto y a pesar de su preocupación, apoyaré a los Vatijäger, independientemente de su ideología.

Con su muleta, sin dejar de mirar a Jordan, señaló a los bots de seguridad. - Más que por mi seguridad, deberías preocuparte por la tuya, que bastantes problemas tenemos encima ahora mismo. - por su parte, Ed no iba a aportar nada, ni dinero ni disparos, contra aquellos bots, pues todos sus recursos iban destinados a acabar con los Big Daddys.

    Vamos~vamos señora - mentaba con ligera risilla al ver el predicamento actual -  Que luego no se diga que no estamos todos como gatos... siguiendo las cosas brillantes Bwajajajajja - para mirar mi cartera... mover un par de billetes y quedarme con ellos en mano - Puedo dejar 15, pero... quiero su voto y el botiquín... - sonriendo aun mas - ¿ un precio justo... no ? Bwajajajajja.

Entré de las últimas a la nueva sala. Me había asqueado ver cómo carroñeaban a los recién fallecidos. Esta ciudad se ha deshumanizado... he tenido que salir de mi burbuja para verlo... Ni me fijé con quién iba hablando, porque en seguida saltaron las alarmas de unos bots de seguridad.

Instintivamente me resguardé detrás de un mostrador. Había tenido encuentros pasados con ellas. ¡Cuidado! ¡Van a abrir fuego! Crucé los dedos, esperando que no hubiera más muertos.

Giuseppe se apresuró a colocarse a resguardo, sacó su arma por si las moscas.

-¿¡En qué demonios pensáis!? No solamente un zumbado quiere a uno de nosotros sino que sacudís el avispero, ¡Arregladlo, presto!

Dicho esto, les arrojó diez dólares.

Madamme Maum miraba impasible a todos los que actuaron tras sus palabras. Tras una breve pausa, lentamente y pisando fuerte, sus tacones sonaron hasta llegar a donde Jordan Spencer había lanzado sus 10 dólares. Luego hizo lo mismo hacia los otros 10 dólares que arrojó Giuseppe Mallone, y se dirigió mirando al resto hacia el panel donde se pagaba la multa.

Pero antes de pagarla, se dio la vuelta para decir algo más. Bien. Por absurdo que parezca intentaba aprovecharme de ésta situación. Cuatro drones. Múltiples riesgos de que dos personas y varias personas aleatorias fueran heridas por un tiroteo, pues así funcionan las metralletas. Incluso lo he explicado y luego he "pedido ayuda". Me ha quedado claro que de las personas que han hablado después de mí, sólo aquellos que han puesto dinero les importa el bienestar del grupo. Desde mi punto de vista estratégico, significa que cualquiera que no haya intentado apoyar en éste momento, es que no le importa quienes sean heridos siempre que sean unos cuantos. Con poner un sucio dolar hubiera bastado. Así que lamentablemente, a partir de ahora estoy dispuesta a aceptar votos de aquellos que no han participado en absoluto desde que pedí que todos pusieran de su parte.

Me giro y pago la multa, haciendo desaparecer a los cuatro bots.

Se llama aprovecharse de la situación. Por si no ha quedado claro, estoy dispuesta a votar tanto a Ed Chasey como a  Spencer Rollingheart como a Beth Whistle.

Desde luego a los tres que me habéis intentado ayudar no pienso votaros nunca.

Quizás temiendo lo peor, Madamme Maum saltó a tirar de la palanca y a meter el dinero necesario por esta falta, pagando así su "multa" con la sociedad... y ya de paso, la multa con la sociedad del Dr. Marcus Jeritza. Y justo a tiempo, pues aquellas cuatro máquinas asesinas ya habían salido de su escondrijo para acribillarlos.

Con el pago realizado, las máquinas volvieron por donde vinieron, desaparecieron de la escena... al igual que las bonitas esperanzas de un sorpresivo tiroteo en medio de Fort Frolic.

     Bwajajajajajaja Y comediante nos salió la moza - carcajeaba luego de todo aquel discurso - sabe que... eso me recuerda a esos cuentos que ponen en la radio para entretener a la peña - haciendo el gesto como de estar recordando - OH, si~si, lo recuerdo... en donde el gerente de empresa se disfraza de simple conserje para poder saber que bien funciona su empresa a travez de otra mirada... pero ¿ sabe una cosa ?- ensanchando la sonrisa - todos esos idiotas de arriban de verdad piensan que somos ciegos...  pues no se dan cuenta que los de abajo sabemos como se ve el jefe por que lo vemos todos los dias... o el como cierta señora también rapiña los cadáveres mientras estruja cada billete...

     Podrá montarse cualquier historia... pero desde mi puesto solo estoy viendo a una Urraca mas ruidosa de lo normal Bwuajajajajajaja... - Riendo otro poco mas antes de voltear al resto - Y como la dama esta dispuesta a votar por mi persona hagamos esto interesante.

    8 dólares a cada que vote por la  Dama "experimento social" - decía animando a todos - claro~claro, si a alguien le llegase a deber, no se preocupe... tengo forma de pagar ese contratiempo

Arqueando mucho la ceja no pude evitar no sorprenderme en lo absoluto. Con un tono cansino, como si hablase a un niño pequeño, le respondí sin mirarle siquiera. Sí sí, señor Spencer... tal y como era de esperar de usted. Mismo patrón que antes. Lo dicho, ha quedado evidente que yo no necesitaba el dinero para pagarla desde un principio. Aquí tienen, caballeros, gracias por su inmediato altruismo. Les devuelvo los 10 dólares a cada uno de los que me los prestaron. A Marcus no, pues consideraba que él también tenía parte de culpa y aunque hubiera puesto menos que yo, había participado de todos modos.

Pero nuestro querido artista señor Cohen había pedido un nombre y nadie decía nada por defenderse o acusar a nadie más. ¿Qué quieren hacer?. Yo he dado mi opinión en base a lo que acaba de suceder. Esperaba que más gente tuviera tiempo de participar pero aguanté hasta casi el último minuto antes de que empezasen a disparar. No creo que estos escenarios se den tan a menudo.  4 torretas simultáneas por dos hackeo fallidos. Maldita mala suerte. ¿alguien tiene alguna otra idea? ...aparte de la inteligente participación de nuestro pistolero sobornador?.  Dije eso último con un aborrecimiento absoluto, la ironía era más que evidente.

- Los votos no deberían de comprarse señor Rollingheart, deberíamos de poder desenmascarar a los culpables del asesinato de 09.Aberash Mbaba sin tener que recurrir a eso.

- De todas formas mis predicciones fueron correctas, una mujer con un número menos de 10. La próxima vez quien tenga alguna forma de proteger a alguno de los posibles objetivos que lo haga, por favor, no podemos permitirnos perder, Rapture no puede caer. 

Ed estaba ciertamente molesto con la situación actual. - Sé que he dicho que en general no me interesa nadie, pero Rollingheart ya me ha ayudado anteriormente a acabar con una de esas grandes bestias y me gustaría contar con su ayuda esta noche también, sin embargo... 

Suspiró con pesadez. - Actualmente si votara contra Maum se generaría un empate y si bien cualquiera con un arma podría llenar el vacío que deje Rollingheart en los Vatijäger, tampoco me gustaría que ocurrieran dos muertes en el teatro. - admitió. Apartó su mirada del océano y miró al resto. - Si muere demasiada gente y demasiado rápido, no podré acabar solo con los Big Daddys y tampoco tendré tiempo para cumplir mi redención.

Volvió a apartar la mirada. - Solo os informo de que no me siento muy cómodo con la situación y aunque preferiría que la votación se decantara por solo uno de los dos o incluso un tercero, tampoco voy a faltar a mi palabra y cuando llegue el final del día, apoyaré a Rollingheart en los votos si la situación no cambia. - sonrió levemente, había tenido un pensamiento que le hizo gracia. - Dice la leyenda que los demonios no saben mentir. - pero pronto su sonrisa desapareció. -  Así que podéis fiaros de lo que digo.

El señor Abbot se aclaró la voz, buscando llamar la atención de los presentes.

—¿Han pensado en qué podría ocurrir si le entregamos al señor Cohen un sujeto que no considere "apto"? —presentó aquella cuestión con semblante firme.

- Yo apoyaré a ultranza a Spencer Rollingheart para votar en contra de Madamme Maum, a quién considero una vieja arpía sin sentido de la moralidad, que solo busca su beneficio propio y que poco o nada le importa la seguridad del resto... - sentenció la señorita de alta alcurnia, meciendo sus cabellos blancos con actitud engreída mientras desafiaba con su mirada a la oronda mujer que se creía la gran cosa - Por cierto, ¿Dónde están los sicofantes lamebotas que me instigaron a hacer uso del botiquín de primeros auxilios con el herido cuando este estaba en mi posesión? ¿Ahora callan como ratas después de que la vieja se haya excedido conmigo con el uso de la fuerza? ¡Ah, claro! ¡Que se os ve el plumero! Mmm... por supuesto. ¿Cómo no iban a votar en favor de nuestra insondable Madamme Maum?

A cada palabra que salía de la boca de Lenore, se podía entrever como destilaba veneno contra la vieja. Si estuviese allí presente su familia y allegados, más pronto que tarde hubiese mandado poner en vereda aquella mala bruja. No obstante, ahora mismo se encontraba sola frente a unos extraños de los cuales no sabía en quién podía confiar. La situación no era halagüeña que se dijese, pero se mantendría indómita hasta el final.

- Vamos a ver pequeña. Saco del bolsillo una tiza y dibujo una niña en el suelo delante de ella.

- ¿Dónde dices que te tocó la señora mala, vieja y horonda? Señálalo con la tiza en el dibujo, si me demuestras que usó la fuerza contra ti cambiaré mi voto ahora mismo.

- Yo sigo creyendo que, habiendo heridos, es necesario utilizar un botiquín en ellos. Al menos, si yo estuviera herido desearía que así fuera. Desearía de corazón poderme fiar de ustedes, pero no lo hago. Por eso mantengo aún mi pistola.

El hombre bien trajeado contemplaba taciturnamente a todos los presentes, pero trataba de relacionarse con ellos lo mínimo posible. Estaba claro que no se fiaba de nadie.

- Por favor, Madame Maum, puede votar a quien quiera pero disponga el botiquín a servicio de quien lo necesite.

Cuando el sistema de seguridad se desactivó, salí de mi parapeto. La situación que se había creado no me gustaba nada.

Aquí estamos a punto de morir todo el tiempo... y hay quienes se empeñan en que el ritmo sea aún más rápido. Apunté con el dedo a Spencer Rollingheart. Desde la batisfera, usted no ha hecho más que generar discordia. Me volví hacia Madame Maum. Y usted lo mismo, así que no piense que la estoy defendiendo.

Me sacudí el polvo de la ropa y de mi maleta. No sé quién es un parásito para Rapture, ni me importa. Sólo quiero salir viva de este embrollo.