Partida Rol por web

Tomé nota mental del nombre de Robert Middleton. Busqué su expediente en el montón y miré en busca de algo que me explicara porqué Artemis lo tenía tan enfinlado. Por el estado de su foto en el tablón estaba claro que era algo más que un objetivo táctico.

El hallazgo de los expedientes del MACUSA hizo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral. ¿Porqué estaban tachadas las fotos? ¿Los había eliminado Artemis? Miré cada uno de los expedientes para ver si conocía a los magos e intenté hacer memoria sobre alguna cripta. Sin duda, eso tenía que ser una buena pista.

Al leer la nota de Allison se me encogió el corazón. Le di la vuelta y busqué la fecha en la que se lo mandó. Me pregunté si sería la última nota que había recibido de ella y dónde exactamente estaba el parque a la que se refería.

La fecha de la carta es un la misma que la del incidente Potter. Los rostros de los aurores te resultan extraños, lo que es muy lógico, pues de acuerdo a la información sus carpetas, todos son Americanos.

Lo más probable es que se trate de los aurores de los que te habló Jackie.

Finalmente, encuentras la pieza de información que buscabas entre las notas de Artemis, la misma que dice:

Responsable de la operación inquisición, objetivos primarios Hermione Weasley, Harry Potter, Freddy Townsend.

La nota es clara y concisa, este sujeto es el responsable del incidente Potter y tenía en su lista a la Ministra y al Jefe del Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

Al parecer su objetivo era dejar al Ministerio acéfalo e incomunicado, dificultándole así a la Comunidad Mágica inglesa el poder organizarse adecuadamente.

Kat viendo los gestos de suspicacia de la gente de su alrededor intento pensar en una excusa, algo creíble.

—Lo que ocurre Caballeros es que AUCH—repentinamente se había mordido la lengua.—raios—maldijo con su lengua algo hinchada.

No fue lo peor, intento ponerse de pie rápidamente pero el tacón de su zapatilla cedió tirándola al suelo nuevamente.

—Raios—maldijo nuevamente.

- Sacreblu madmoisele. - dice el primer auror en un perfecto francés, mientras se recompone ante la impresión que le causo el espectáculo dado por Kat.

Permítame ayudarla, soy Jean Francois Lupín, Jefe del Departamento de Seguridad mágica francesa, estoy aquí por asuntos oficiales. - dice el hombre tendiéndole la mano a Kat con galantería.

Le ruego disculpe mi reacción, pero son tiempos difíciles y con una guerra en ciernes, lo mejor es desconfiar de todo el mundo que permitirles sorprenderte.

-Entiendo sus intenciones-dijo Freddy tratando de no mostrar el enfado que sentía en esos momentos-Pero... ¿Cómo iban a mantener a la opinión pública de su lado? Asaltar un colegio no da muy buena imagen en ningún lugar.

Ya tenían bastante información pero, por desgracia, no sabía cuanto tiempo requerirían sus amigas para obtener lo que necesitaban del despacho de Artemis.

Al escuchar la pregunta de Freddy, tanto el auror como los agentes del MI 5 lo observaron un tanto condescendientes.

- Se nota que eres un buen sujeto, a diferencia de tu amigo, él sabe tan bien como nosotros que esto es una de esas operaciones en las cuales la verdad nunca se sabe, una de esas operaciones en las cuales podemos actuar libremente y sin consecuencias. - responde uno de los agentes mientras Artemis palidecía.

- No tengo idea de cual va a ser la versión oficial, sin embargo, no es difícil inventar algo, después de todo es un jodido castillo lleno de magos rebeldes. - añade el otro agente con una sonrisa maliciosa.

- Malditos bastardos, no pienso permitir que le pongan un dedo encima a los niños, antes los asesino con mis propias manos. No van a privar a nadie más de sus hijos. - dice el auror echando mano de su varita con los ojos cargados de furia.

"No van a librar a nadie más de sus hijos" pensó Freddy. Las palabras de su amigo replicaban en su cabeza. Parecía que iba entendiendo lo sucedido.

-Iba a haber consecuencias... Estoy seguro de ello-dijo Townsend entristecido. Había conseguido bastante información y entendía, en ese momento, el estado de animo de Artemis-. Deberíais dar la información sobre vuestro jefe directo. Es lo mejor que podríais hacer... Sin duda.

-Tranquilo Freddy, yo sé quién es el jefe de estos dos, es el mismo infeliz que ordenó la muerte de Potter y ya tengo agendada una reunión con él, sólo que ese miserable aún no lo sabe. - dice el auror con la voz cargada de rabia.

Ahora ayúdame, necesito que envíes tu patronus a Ronald Weasley y cuéntale que Hogwarts está en peligro, dile que necesitamos al Ejército de Dumbledore.

Yo convocaré a la orden del Fénix, con ellos protegiendo la escuela, finalmente podré concentrarme en ganar esta maldita guerra. - añade Artemis mientras crea su propio patronus.

Ni bien termina de tomar forma, el halcón plateado sale volando a toda velocidad a transmitir su mensaje al ex ministro Shacklebolt.

Aceptando la cortesía del Auror Kat tomo su mano para volverse de pie, un tanto difícil ya que su tacón roto afectaba su equilibrio.

—Gaias—balbuceó Kat.

Ahora tocaba ponerse presentable, sacó su varita de uno de los bolsillos de su traje y apuntó hacia su zapato roto y balbuceo:

—Repao

Para su suerte el conjuro funciono y su tacón se soldó solo. Ahora con eso resuelto tocaba arreglarse el rostro, vio al Auror y haciendo un gesto con la mano le pidió un par de minutos. De su traje sacó un espejo de mano con él cual examinó su lengua, estaba hinchada como una oruga gorda. Apuntó su rostro con la varita y conjuró:

—Iat'ze

Seguidamente dibujo las runas curativas en su mejilla, estas liberaron un calor reconfortante que desinfló su lengua y hasta el plus de eliminar un par de arrugas minúsculas que tenía por el rostro. Se retocó el maquillaje y otra pasada del labial, listo, estaba impecable otra vez.

Ya lista se volteó con su interlocutor y continuó:

—Lamento la espera Señor Lupin. No hay duda, estos son tiempos espantosos y desconfiar es la norma.

El nombre de ese hombre era curioso, lo que la llevó a preguntar:

—Un momento, ¿Lupin? ¿como el héroe del ejército de Dumbledore?

Me temo que ese es otro Lupin, yo soy Artemio Lupin, Jefe del Departamento de Seguridad Mágica del Ministerio de francés, muchos de tus conciudadanos pronuncian mal mi apellido, de allí la confusión, en mi idioma natal se pronuncia Lupan. - responde el auror en tono galante.

Y bien señorita, dicen que usted es amiga de Artemis, quizá pueda ayudarme, tal vez tuvo algún duelo con él alguna vez. ¿Quizá notó algún tic o algo que me permita leer su patrón de duelo? - preguntó el hombre en tono meloso.

Freddy asintió ante las palabras de su compañero. Parecía que la guerra podría terminar antes de empezar y eso era una buena noticia. El problema es que no estaba seguro de que su patronus funcionara de la forma que tenía que hacerlo ya que, en el pasado, aún no era capaz de mandar mensajes.

Combocó a su patronus sin ningún problema e intento dar la comunicación. Si no funcionará tendría que decir que estaba nervioso por la reunión cosa que, en el fondo, era cierta.

Tras recibir sus respectivas indicaciones, los patronus de Freddy y Artemis salieron a toda velocidad a transmitir su mensaje, luego el auror sacó una segunda varita, la misma que tenía una cinta rosa atada en el mango.

Bueno, no me gusta usar magia contra muggles, pues me parece un abuso, pero esta vez voy a hacer una excepción, pero descuiden mi hechizo no hará nada más que devolverles todo el daño que ustedes han hecho. - dice Artemis con una sonrisa bastante siniestra.

Iratze. - exclama Artemis realizando el mismo conjuro con ambas varitas, para luego grabar dos palabras rúnicas en el aire con absoluta maestría.

Lo que ven aquí son runas angelicales, las mismas que grabaré directamente en su piel, lo cual no sería problema para ustedes, sino hubiera incluido las runas de retribución y justo castigo.

En cuanto estas runas toquen su piel, sentiran en carne propia todo el dolor que han causado a cualquier otro ser vivo a lo largo de sus vidas, desde niños inocentes asesinados en un parque público, hasta la más pequeña hormiga que pisaron por error en un paseo por el campo.

Espero por su bien que no hayan matado muchos insectos a lo largo de su vida. ¿Unas últimas palabras antes de quedar sumergidos en este infierno de dolor? - pregunta el auror antes de lanzar las runas.

- Púdrete infeliz. - respondió el que parecía ser el más rudo de los hombres.

- Por favor no, yo sólo seguía órdenes. - clamó el hombre con evidente terror ante las palabras del auror.

- Lo hubieras pensado antes. - sentencia Artemis listo para aplicar su castigo.

Con gesto grave miré lo que decía y me lo memoricé bien antes de volver a dejarlo todo como estaba. Aquello era preocupante, parecía que Artemis iba detrás de la ministra y de Freddy, estaba totalmente descontrolado. Y, ¿qué demonios era la operación inquisición? Tenía que preguntarle a Freddy... un momento, Freddy se encontraba en aquellos momentos con... Artemis, sólo en las mazmorras. 

- ¡Mierda, tenemos que encontrarlo!

Rápidamente, volví a adoptar la forma de ardilla y salí corriendo para encontrarme con Kat. Debíamos encontrar cuanto antes a Freddy, no creía que fuera a pasar nada dentro del ministerio, pero mejor no tentar la suerte.

Cuando sales del Despacho de Artemis, ves a Kat conversando con un hombre de vestir elgante y acento francés.

Me escabullí a un rincón donde nadie pudiera verme y volví a adoptar mi forma humana. Me arreglé la ropa y me acerqué a Kat.

- Buenas tardes - saludé al hombre mirándolo bien si podía reconocerlo, después me dirigí a Kat con una sonrisa intentando disimular mis prisas - Katherin, ya he entregado los documentos. Deberíamos irnos, aún tenemos muchos documentos que revisar y sabes que hoy necesito ir pronto a casa.

La miré intensamente para que entendiera que teníamos que irnos enseguida.

-Para-dijo Freddy con tonó sombrío-. No debemos rebajarnos a su nivel... perder lo que nos separa de ellos. La venganza no es un castigo que sus victimas merezcan. Sus atacantes merecen que no desaparezcan de su memoria y recuerden, cada día, el motivo de su encarcelamiento.

Sus dudas no se disiparían, estaba seguro, pero debían intentar ser mejores. El viejo Townsend parecía agotado con todas las revelaciones que había recibido, pero aún así no quería que la tortura de los culpables cayera sobre sus conciencias.

-Tendrán un juicio y verán, en él, la cara de cada una de sus victimas-continúo Freddy-Lo lamento, pero vuestros crímenes tendrán su castigo y deberéis vivir con lo que habéis hecho el resto de vuestras vidas.

Esperaba que sabiendo que iban a tener un castigo duradero su amigo no les torturara y perdiera, con ello, algo de si mismo.

Ellos mataron a Potter Freddy y junto a Potter a Allison y a mis hijos, me tomo tiempo encontrarlos y ahora van por los chicos de Hogwarts.

¿De verdad quieres que los deje ir después de lo que hicieron? Su jefe te quiere muerto, tanto a ti como a Granger. - confiesa Artemis mientras su mirada irradia una furia ciega.

Tal vez no haya podido proteger a Potter y a mi familia, pero al menos déjame protegerlos a ustedes. Freddy te quiero como a un hermano, pero si no detengo a esta gente nadie lo hará. 

Por favor Freddy hazte a un lado y deja que les de lo que merecen. - dice el auror con la voz entrecortada.

-No quiero que los dejes ir-dijo Freddy con voz grave-, pero tampoco que ensucies la memoria de sus victimas con la tortura. Pagarán el resto de sus vidas acordándose de cada una de sus ellas.

En ese momento el viejo Townsend parecía más mayor. Su voz reflejaba una irá retenida extraña en él y ya no sabía si pararía a su amigo si realmente cumpliera su amenaza.

-La muerte es un final fácil y sencillo. La tortura es un camino que ensucia tanto al torturador como su causa. Pero la justicia... es el final que les espera. Pagarán en nuestras prisiones por lo que han hecho y sabrán, sin duda, que su acto no ha funcionado. Que han sacrificado vidas inocentes por una causa sin valor.

Muy bien, en honor a nuestra amistad, voy a perdonar sus patéticas existencias, pero a cambio, quiero que me guardes el secreto de lo de Allison, si los demás miembros del Concejo de Seguridad lo supieran, cuestionarían mi idoneidad.

Y si eso sucede, podría perder mi puesto y terminar bajo custodia, lejos del campo de batalla, dónde pertenezco. 

Es lo menos que le debo a Allison y a mis hijos, intentar salvar tantas vidas de magos como me sea posible, aún a costa de la mía y si muero al menos así podré estar con ellos. - dice Artemis con la voz quebrada.

Por primera vez reconoces en el implacable auror a tu amigo de antaño, quien se debate entre el hombre que fue y el que necesita ser en estos tiempos de necesidad.

¿Tengo tu palabra Freddy de que me guardarás el secreto de todo lo dicho en esta sala y no se lo comentarás ni a la Ministra? Ella no tiene idea que el jefe de estos la quiere muerta. - pregunta Artemis con seriedad mientras baja las varitas y cancela su hechizo.

Parecía que el buen señor estaba interesado en el estiló de duelo de Artemis, pero:

—Vera Señor Lupin, en todos mis años conociendo al señor Flamel su defensa ha sido infranqueable, claro ha perdido uno que otro duelo pero eso habrá sido por presionarlo para mantener la defensiva.

Dijo así ya que en los duelos vistos el mismo había perdido por verse rebasada su defensa. En medio de la charla llegó Jane (por suerte) y esta saludo cordialmente.

—Buen trabajo señorita Rose.—volteo a ver a Lupin—Si nos disculpa, tenemos que atender otros asuntos. Que tenga muy buena tarde.

Una vez se despidió miro a Jane y se fueron juntas hacia donde tuvieran que ir.