Partida Rol por web

Hogwarts Adventures - En busca del tiempo perdido

2038 - XIII

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26/08/2014, 23:46
[Narradoras] Pizpireta y Polvorilla

¿Valentía, inconsciencia, temeridad o simple y llanamente locura? Cualquier palabra valía para definir a estos chiquillos que preferían lanzarse al vacío, a ciegas y sin paracaídas, que quizás suene muy muggle, mejor decir sin escobas, antes de esperar a que el túnel se hubiera llenado del todo antes de que la tapa invisible se desplegase y dejara que todos los insectos cayeran al fondo, dando más tiempo a los chavales para que encontraran alguna salida. Pero no, habían tenido demasiada prisa, puede que por miedo, coacción divina al ver que había pocas posibilidades al encontrarse en una encrucijada y no pararse a pensar, no importa, los niños se lanzaron.

Empezaron a caer, primero a lo loco y según iban pasando los segundos, minutos, algunos de ellos empezaron a acostumbrarse e incluso a cogerle el gusto. Kelly no paraba de dar vueltas, sin ser capaz de controlar los giros de su cuerpo en el aire, esperemos que le gusten las montañas rusas, porque sino aparte de cuatro niños cayendo, tendremos el estómago de una de ellas como compañero adicional de caída libre. Maxwell no tardó demasiado en conseguir ser uno con el viento, o con lo que fuera aquello que estaban traspasando al caer, que parecía ser más denso que el aire; aunque de vez en cuando perdía el control, conseguía mantenerse horizontal aminorando su velocidad o colocarse en posición de zambullida para alcanzar a las niñas cuando él se quedaba rezagado disfrutando de la caída. Gabriela caía sin control, como Kelly, pero por alguna razón era capaz de mantener el control de donde era arriba y donde estaba abajo, ahorrándose nauseas, mareos y cualquier posibilidad de añadir un sexto compañero a la caída. Erzsébet sin su escoba no era nadie, con una simple maleta en las piernas le hubiera ido mejor, estaba claro, tenía el cuerpo de una saltadora base, pero no la cabeza; con escoba podía girar y girar y girar sin marearse, pero lo de esta vez era muy distinto...

Tras lo que pareció una eternidad,  la velocidad de los pequeños pareció irse reduciendo según se iba espesando el ambiente, hasta que vieron -los que podían y no estaban con los ojos cerrado pensando en lo bien que se estaría muerta- una capa de insectos muy extensa, que al ser traspasada por sus cuerpos, resultó estar cubriendo agua, muy muy fría y muy muy profunda.

Cerca parece haber una orilla, donde unos cangrejos blancos y muy raros, pues tienen el doble de patas y pinzas que los cangrejos normales, están poniéndose hasta las botas con los insectos que se quedan atrás tras la bajada de la marejada. No son peligrosos ni tampoco temen a los niños.

Notas de juego

Nadar, dificultad 10

Si alguno falla, otro puede "ayudar" con una segunda tirada de Nadar, dificultad 15.

Cualquier tirada que queráis hacer después, dificultad 12.

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28/08/2014, 00:59
Maxwell Alden

Tanto tiempo llevaba cayendo, que decidió que contar los segundos sería una actividad provechosa. Dejó de hacerlo cuando la frustración por no saber cuántos habían transcurrido antes de iniciar la cuenta, y el convencimiento de que  había mejores formas de pasar los últimos momentos de su vida.

Podía imaginar los libros que ya no leería. Ah, pero eso solo le ponía de mala hostia. Mejor imaginar los que ya había leído. Lástima que le diera por pensar en un detalle que no recordaba, y no había una biblioteca a mano para consultarlo. Ni siquiera tenía el terminal para conectarse a la red y buscar la información, y aunque lo hubiera tenido, no habría funcionado.

Moriría pensando en algo agradable en lo que pensar. Y ni siquiera sería rápido. Ese precipicio interminable no tenía compasión por los niños. El aire era pegajoso y denso, más cuanto más caían. Se agarraba a sus cuerpos como las hebras de una telaraña, nunca deteniéndolos, pero ralentizándolos lo bastante como para que el impacto con el suelo no fuera de letalidad instantánea.

Maxwell se veía ya como un manojo de miembros rotos en posiciones imposibles, esperando una muerte tan horripilante como la de aquel ladrón que se había quedado atascado en la chimenea de una casa vacía, cuando vio los insectos. Más bichos, joder. Arriba o abajo, la muerte sería la misma. Era para reírse a carcajadas, si le ocurría a otro hijoputa.

Cuando sus pies tocaron los bichos, cerró los ojos y apretó los dientes.

—Glbuagluff —, dijo. Lo que en un idioma más comprensible, como el que podía usarse cuando no se estaba sumergido en agua helada, hubiera sonado como: joder.

Instintivamente, Maxwell manotéo, con más eficacia que gracia, hasta sacar la cabeza del agua. Por fortuna, los insectos solo formaban una capa sobre el estanque. Miró a su alrededor, apartando los bichos con las manos, buscando indicios de la presencia de las niñas, que habían caído con él, pero por sus giros en el aire, quizás en peores condiciones. No muy lejos vio el final de la extensión de agua. Allí le llamaron la atención unos cangrejos con demasiadas patas y pinzas, parecidos a los de las alcantarillas del polígono, que acudían a alimentarse de los insectos.

- Tiradas (1)

Motivo: Nadar

Dificultad: 10

Habilidad: 0+9

Tirada: 4 4 5

Total: 4 +9 = 13 Éxito

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28/08/2014, 19:27
Kelly Doherty

Kelly ya no sabía qué era arriba y qué debajo de tantas vueltas que estaba dando, mientras caía le dio tiempo a pensar en unas cuantas cosas como por ejemplo que aquel era el fin y que iba a morir a menos que hubiera un cochón de plumas blandito y gigante abajo, bien grande, porque llevaba un rato cayendo.

Por suerte para ella parecía que su caída se iba frenando paulatinamente, se atrevió a abrir los ojos y vio abajo más insectos, se resigno a pensar que había saltado para nada pero la resignación se le quito de golpe en el momento en que se zambulló en el agua. Se le cortó la respiración del frío lo que fue una suerte porque si no habría tragado agua.

Emergió y vio la orilla no demasiado lejos, trató de nadar hasta allí pero se encontraba demasiado mareada, nunca había sido buena nadadora y las piernas y los brazos se movían arrítmicamente cada uno siguiendo un son en particular y sin ponerse de acuerdo, lo único que estaba consiguiendo era cansarse y no avanzar.

- Tiradas (1)

Motivo: Nadar

Dificultad: 10

Habilidad: 0+5

Tirada: 1 7 8

Total: 1 +5 = 6 Fracaso

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29/08/2014, 23:01
Gabriela Sánchez

Gabi comenzó a caer, logrando enderezarse y mirar el abismo sin fondo bajo sus pies. Pero sus piernas y manos parecían tener vida propia, como si, dejándose llevar por el pánico intentaran nadar fuera de ese agujero negro en el que estaban. Y un grito escapó de su boca.

-¡AAAAAAHHHH!- Gritó pensando que moriría, hasta que sus pulmones se vaciaron de aire y, viendo  a Kelly pasar a su lado retorciéndose en el aire, por el otro estaba Erzy, quien también parecía fuera de control. Volvió a gritar, aunque esta vez con menos energía. -¡Aaahhhh!- Y nada que llegaba el final.

-¿Pero qué sucede?- Alcanzó a pensar. -¿Acaso la muerte es tan lenta?- Se preguntó, recordando aquello que decían de que uno veía la vida pasar delante de sus ojos, pero ante ella lo que vio fue a Maxwel, que parecía caer como si de un paracaidista se tratara.

Abrió la boca para pedirle que usara su magia, a ver si podían flotar de alguna manera. Pero sintió sus pies romper algo y cerró los ojos, con el corazón encogido del pavor. Entonces tragó, dos lombrices y algo asqueroso y muy crujiente y se dio cuenta de que había caído en agua. Tosió bajo el agua, tragando otro poco más y, desesperada palmeó hasta que pudo ponerse a flote, respirar y toser y volver a respirar y toser un mosca.

-¡Qué asco!- Pensó arrugando la cara y mirando en torno a sí, buscando a sus amigos, deseando en el fondo que ninguno se hubiese enterado de semejante bochorno. Nadó apartando a los bichos con sus brazos y se acercó a Kelly, al parecer Maxwell estaba mejor preparado para salir hasta la orilla.

-Kelly ¿Estás bien?- Le preguntó a su amiga. -Ven, yo te ayudo.- Se ofreció, estirando su brazo para yudarla a ir hasta la orilla.

- Tiradas (1)

Motivo: Nadar

Dificultad: 10

Habilidad: 7

Tirada: 3 9 10

Total: 9 +7 = 16 Éxito

Notas de juego

Nota: no sé si tengo que hacer otra tirada para ayudarla o con la que hice es suficiente.(por haber superado los dos niveles de dificultad)

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30/08/2014, 00:34
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Según caía y daba vueltas y más vueltas, los bichos que Erzsébet había ido ingiriendo empezaron a ir saliendo uno a uno, como si hubieran trepado por el esófago y escaparan por la boca abierta de la cría que gritaba un grito mudo. Hubiera sido una perfecta escena de película de terror, con los bichos saliendo, vivos, los que tenían alas consiguiendo estabilizarse y los que no simplemente moviendo sus extremidades según caían a una velocidad mucho más lenta. Sí, habría sido un final perfecto para una niña glotona, muy al estilo de Charlie y la fábrica de chocolate, pero no, Erzsébet no estaba muerta, pataleaba y movía sus brazos, llorando con gotas que eran arrancadas por aquella sustancia más espesa que el aire que atravesaban, porque la comida se le escapaba y su estómago empezaba a agarrotarse.

Incapaz de rectificar el rumbo, girando cada vez más rápido, no se dio cuenta del momento en que dejó de flotar en el aire para pasar a hundirse en las aguas. Empezó a manotear, confundiendo arriba con abajo y no acertando a encontrar la superficie. Decidió recurrir a la técnica de las piedras y soltó todo el aire que tenía en los pulmones, para así saber hacia donde se hundía su cuerpo ahora más pesado. Encontrada la trayectoria mortal, se recolocó y braceó hacia la superficie. Al romper la capa de insectos, vio que Maxwell estaba cerca de la orilla y que Gabriela estaba ayudando a Kelly. ¡Eso ha sido divertido!, gritó, olvidándose que durante la caída había estado llorando mientras paría bichos por la boca.

- Tiradas (2)

Motivo: Gabriela: Nadar salvar Kelly

Dificultad: 15

Habilidad: 0+7

Tirada: 8 9 10

Total: 9 +7 = 16 Éxito

Motivo: E: Nadar

Dificultad: 10

Habilidad: 0+9

Tirada: 2 5 5

Total: 5 +9 = 14 Éxito

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30/08/2014, 01:01
[Narradoras] Pizpireta y Polvorilla

Para haber recorrido tanta distancia y que la única fuente de luz fuese el musgo del tejado, la verdad era que aquel final de acantilado no estaba nada oscuro. Aparte de la orilla que formaba una especie de luna creciente, las paredes del aquel gran lago estaba formada por doce altos arcos, cinco de ellos en tierra firme y los restantes siete surgiendo del agua.

Desde lo que sería el centro de la orilla, surge un camino de color dorado que se adentra en uno de los arcos secos. El arco de al lado está muy oscuro, como si la negrura de ahí dentro absorbiera la luminosidad natural de las profundidades de aquel lugar misterioso. El siguiente reluce con tono blanquecino, pues es de donde vienen y a donde van los cangrejos tras haber saciado su hambre en la orilla. Los otros dos arcos secos son como los siete mojados, pasadizos que se adentran a lo desconocido sin ninguna particularidad especial.

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31/08/2014, 21:56
Kelly Doherty

-Gracias- Kelly se agarró al brazo que le prestaba Gabi, aun no estaba lo suficientemente desesperada como para hundirla con ella y su contacto la serenó lo suficiente como para que consiguiese poner en orden sus pensamientos y llegar hasta la orilla donde pudo respirar tranquila.

La caída no había quitado a Erzsébet su buen humor –Si, muy divertido- dijo con una sonrisa, lo cierto es que no lo pensaba en absoluto pero se sentía a salvo, al menos momentáneamente, y eso la alegraba.

Sentada a la orilla y con mucho cuidado de no aplastar a los cangrejos blancos miro a su alrededor –Tenemos que decidir por donde vamos ahora- los arcos que se encontraban en el agua no la atraían demasiado, así como el que estaba muy oscuro, el único que le llamaba la atención era el de color dorado, sus padres eran joyeros y ese color curiosamente le evocaba su hogar. – ¿Qué os parece ese?- dijo señalándolo.

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01/09/2014, 00:34
Maxwell Alden

Maxwell frenó cuando el agua le llegaba a las rodillas. Había visto a Kelly chapotear desesperada, en apariencia incapaz de mantenerse a flote por sus propios medios. No fue necesario que volviera a meterse al estanque; Gabriela había agarrado a la rubia, arrastrándola hasta la orilla.

Erzsébet gritó desde el agua que había sido divertido. Su cara mostraba otra cosa. Le notaba el brillo de las escleras hiperémicas* y el rostro retorcido como una toalla doblada.

—No he podido disfrutarlo —se lamentó el chico desde la orilla—. Creía que nos hacíamos mierda contra el suelo.

Se acuclilló entre los cangrejos mutantes mientras las demás nadaban hasta él. Los cabronazos se estaban poniendo las botas, y con tanta maldita pata, necesitaban unas cuantas. Agarró uno y se lo acercó a la cara para observarlo cuidadosamente. Era raro, pero normal al mismo tiempo, como si esas extremidades de más fueran algo natural. Nada que ver con los que había conocido en las alcantarillas, esos parecían escapados de un laboratorio del infierno.

Dejando al crustáceo en el suelo, se incorporó para mirar a su alrededor. La disposición de ese lugar era familiar. No habíacolumnas esta vez, pero en el muro circular había abiertos varios arcos. Doce, en concreto, como un reloj.

—Esta vez falta el trece —observó.

Que estuviera relacionado con las horas o no era algo secundario en ese momento. En el contexto en el que se encontraban, la observación era evidente.

—Podemos probar en varios —sugirió, no por primera vez, cuando Kelly propuso explorar el iluminado por luz dorada, uno de los únicos tres que presentaba características definitorias—. Somos cuatro.

Notas de juego

*guiño, guiño, codazo, codazo.

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02/09/2014, 16:00
Gabriela Sánchez

Gabi chapoteó todo lo bien que pudo, tirando de Kelly hasta la orilla. Se sentía satisfecha por haber ayudado y, al mismo tiempo, sorprendida por el comentario de la gemela. La había visto caer descontroladamente durante minutos y eso -¿Le divirtió?- Pensó que definitivamente la niña era extraña, o al menos tenía una concepción algo distinta sobre lo que Gabriela entendia por diversión.

Entonces escurrió un poco su ropa, ya de pie, mientras estudiaba el lugar, los cangrejos le parecían graciosos, pero no quería jugar ahora mismo con ellos. Sobre todo cuando vio que se comían a los insectos. Torció levemente el gesto y miró lo que hacían sus amigos.

Kelly y Max ya estaban concentrados en esos misteriosos arcos.

-Si, se ve llamativo.- Contestó a la rubia, acercándose al arco para verlo mejor de cerca y ver si su resplandor le abrigaba un poco del frío que comenzaba a sentir.

-Pero yo no quiero ir sola.- Le respondió a Maxwell algo consternada, separarse para ella sería terrible. -Deberíamos ir todos juntos.- Afirmó con decisión.

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02/09/2014, 23:31
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Erzsébet llegó la última a la orilla y al salir trató de despegar un poco el camisón que se le había quedado pegado, marcando un cuerpo que aún no había empezado a desarrollarse. Bajo la tela blanca se transparentaban unas bragas de color fucsia con topos negros.

Buscó por las paredes alguna posible subida: escalas de cuerda, agarraderos metálicos o alguna zona tan rugosa que se pudiera usar para escalar, pero las paredes eran lisas, tal y como se quedaba la roca tras milenios de erosión. ¿Subiría el nivel del agua o estuvo allí arriba alguna vez y ya no?

¡Vale!, le pareció bien a la niña la elección de Kelly. Se sentía como Dorothy siguiendo el camino de baldosas amarillas, tenía todo lo necesario, la leona cobarde, la mujer de hojalata sin corazón y el espantapájaros desviado, solo faltaban los zapatitos de cristal. Erzsébet se miró los pies descalzos y arrugó el morro.

Sí, es verdad, falta la trece. ¿A lo mejor son entradas a los sitios a donde llevan las otras horas?, propuso. Sin su hermana allí, Erzsébet se sentía algo perdida.

Pues son mayoría, dedicó una sonrisa a Maxwell. ¡Tendremos que ir juntos! ¿Qué más daba si ella apoyaba a Maxwell y empataban? Así si nos encontramos a Anthony por aquí abajo puedes zurrarle y nosotras verlo, le dijo.

Arrastrando los pies para no pisar ningún cangrejo, se acercó al arco por el que entraba el camino dorado.

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02/09/2014, 23:48
[Narradoras] Pizpireta y Polvorilla

Según los niños se acercaban a aquella boca gigante, caminando por la lengua dorada, el arco iba creciendo de manera exagerada. Al mirar atrás, el lago era una extensión irregular de bichos y los arcos que podían ver habían empequeñecido de manera alarmante, como si nunca hubieran tenido un tamaño mayor que el de una cerradura.

El túnel al ir avanzando pasaba de ser roca lisa y húmeda a primero tener unas cuantas baldosas sucias y rotas recubriendo las paredes a finalmente encontrarse con mosaicos adornando todo el recorrido. Al principio esos mosaicos conformaban figuras geométricas y más adelante empezaron a formar escenas. Una extensa representaba una ciudad de rascacielos, bajo el brillo verduzco del moho; otra más adelante mostraba la zona superior de uno de los edificios encumbrado por una escultura de un ser muy semejante a un dementor, con el rostro tapado y las telas grisáceas.

Finalmente tras una larga caminata llegaron a una sala alargada. El camino dorado acababa ahí y la poca luminosidad que expelía desde la entrada mostraba altos montones en el suelo. En uno de los montones había todo tipo de relojes de bolsillo y de pulsera, todos de cuerda. No había nada digital y algunos parecían tan antiguos que parecían de otra era. En otro de los montones se acumulaban zapatos, algunos de vestir, tenis, bailarinas, chucks, botas, casi cualquier estilo de calzado, incluso zancos de madera o chancletas de goma.

Según los niños se adentran van viendo montones con pantalones, otro con camisetas, incluso uno con gafas. Según profundizan, alejándose de la luz, los montones dejan de ser visibles.

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03/09/2014, 00:19
Gabriela Sánchez

Afortunadamente Erzy había apoyado a las niñas en la decisión de seguir por el arco dorado. Pronto lo habían atravesado y Gabi sucumbió al impulso de experimentar con sus propias manos los cambios en la textura del lugar. Sin embargo, cuando llegaron a la parte de los mosaicos, la niña retiró la mano instintivamente, esa figura encapuchada le generaba incomodidad.

Su mirada recorrió la estancia en la que se encontraban ahora.

-Guao ¿Por qué habrá aquí tanta ropa?- Preguntó para hacer algo de conversación. -¿Creéis que podemos cambiarnos la ropa mojada? Aquí parece haber cosas de nuestra talla.- Añadió agarrando unos pantalones marrones y midiéndolos con la mirada. Rápidamente tomó algo de aqui y de allá y a la advertencia de: -Esperenme.- Se fue tras uno de los montones y se cambio rápido su ropa de dormir por una camisa manga larga de algodón azul, unos leggins negros y zapatos deportivos.

-¡Tarán!- Dijo en modo teatral al mostrarse a sus compañeros. -Todo me quedó perfecto.- Se vistió a la usanza mugglepor considerarla más cómoda en esta ocasión. -Erzy, Kelly ¿No se van a cambiar?- Preguntó con una sonrisa, esperando que las niñas se animaran como ella. No invitó a Max porque el chico había demostrado en anteriores ocasiones lo poco que le importaba llevar ropa apropiada para el momento...

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04/09/2014, 12:02
Kelly Doherty

–Si, me parece bien que vayamos todos juntos- asintió, la suposición de Erzsébet también se le había pasado a Kelly por la cabeza así como que el propio lugar deseaba que fueran por la puerta señalada con el camino dorado, aunque no sabía si esto era bueno o malo.

A medida que se adentraban Kelly fue observando los mosaicos, había visto muchas películas muggle en las que los aventureros conseguían descifrar mensajes ocultos en las paredes.

Por fin llegaron al lugar donde parecía que concluía el camino que habían seguido, Kelly miro los montones de ropa y pensó que debían estar ahí por algún motivo. Gabi se apresuró a cambiarse, pero Kelly prefirió rebuscar primero entre los montones para ver si encontraba algo que pudiese darles alguna pista sobre el enigma que trataban de resolver.

-Creo que esta ropa esta aquí por algo…- dijo ante la invitación de su compañera de casa.

- Tiradas (2)

Motivo: Atención

Dificultad: 0

Habilidad: 0+10

Tirada: 4 10 10

El dado ha explotado: 6 6 10

Total: 16 +10 = 26 Éxito

Motivo: Buscar

Dificultad: 0

Habilidad: 0+11

Tirada: 3 6 7

Total: 6 +11 = 17 Éxito

Notas de juego

Atención es para los mosaicos.

Buscar es para los montones de ropa.

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04/09/2014, 13:15
Maxwell Alden

Maxwell sacudió la cabeza, contrariado por la cobardía de sus compañeras. Como si hasta el momento hubiera cambiado un ápice la situación de haber estado solo cualquiera de ellos.

De todas maneras, se fue tras las chicas por la entrada iluminada, sintiéndose como una oveja conducida al matadero después de ser esquilada. Claro que un chico de ciudad no podía saber cómo se sentía una oveja esquilada de camino al matadero. Y un chico de campo, por cierto, tampoco, a menos que fuera transformado en oveja y llevado al matadero. Aunque en ese caso, sería más correcto afirmar que sabía cómo se sentía un niño transformado en oveja, esquilado y conducido al matadero. Concretamente, cómo se sentía ese niño, porque no es posible asegurar que otro niño cualquiera se sentiría de la misma forma.

De cualquier modo, Maxwell caminó, concentrado en elucubraciones triviales.  Se quedó atrás un momento solamente, observando los mosaicos que representaban diversas escenas. Al fondo del túnel, en una cámara alargada, los esperaban montones de ropas y accesorios, provenientes aparentemente de todas las épocas. Mientras Gabriela se ponía esa ropa que nadie sabía de dónde podía haber llegado, Max se quedó mirando al techo, en busca de agujeros por los que podía haber caído.

—Igual esta ropa es de los que llegaron antes que nosotros —aventuró, en respuesta al comentario de Kelly, mientras se acercaba a la pila de pantalones para comprobar si eran todos del tamaño adecuado para niños de su edad—, y tenemos que dejar la nuestra como ofrenda. Booky y la tipa esa dijeron que esto pasaba todos los años, ¿no?

- Tiradas (1)

Motivo: Conocimiento muggle

Dificultad: 0

Habilidad: 0+13

Tirada: 3 5 8

Total: 5 +13 = 18 Éxito

Notas de juego

C. Muggle para los mosaicos. Los rascacielos paracen cosa muggle XD.

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06/09/2014, 01:41
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Aunque los mosaicos debían ser algo importante, la verdad era que Erzsébet no les dedicó más de unos segundos de atención. ¿Arte en paredes? No, aquello no entraba en su amplio rango de aficiones, ¿quién sino un tonto con mucho tiempo se dedicaría a colocar piedrecitas para hacer un dibujo pudiendo sacar una foto? No, nada. Ella siguió adelante aunque algunos de sus compañeros se quedasen atrás investigando.

Pero al llegar a la ropa antigua, ohh, eso fue algo muy distinta. Había todo tipo de estilos, de muchas épocas y localizaciones. Algunas de esas prendas, las que estaban más hundidas en los montones incluso podrían haber sido expuestas en museos de vestimenta, con unos ligeros arreglos claro estaba.

La niña arrugó el entrecejo y sacó el labio inferior al ver como Gabriela se cambiaba de ropa. ¿Crees que es inteligente ponerse esta ropa? ¡Imagínate que tiene enfermedades de épocas pasadas y no sé, se te cae la piel a tiras o, a ver... se te salen los ojos!

Después escuchó a Maxwell y se quedó cavilando ella también. ¿Dices que quizás deberíamos dejar nuestra ropa aquí? ¿Toda?, preguntó no por pudor sino para asegurarse que había escuchado bien. Ella estaba dispuesta a quitarse el camisón, total, estaría más cómoda desnuda que con aquella tela que no acababa de secarse, pegada al cuerpo.

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06/09/2014, 01:52
[Narradoras] Pizpireta y Polvorilla

Al ir mirando los mosaicos, Kelly y Maxwell se iban dando cuenta que el tejado también estaba recubierto con ellos, al igual que el suelo. En uno se veía una vista aérea de aquellos rascabóvedas, como los hubiera llamado Booky de forma jocosa, cada uno encumbrado con una escultura distinta de algún animal: dragones, sierpes de mar, pulpos, toros y peces, e incluso parecían identificar las figuras de las cuatro casas de Hogwarts. En otro se veían varias avenidas, como si fueran todas de paseo, sin vehículos, por las que paseaban figuras muy parecidas a los fantasmas de Hogwarts: grisáceas, etéreas y flotando sobre el suelo. Los mosaicos tenían un detalle excesivo, casi enfermizo. Justo antes de entrar en la sala de los montones, un círculo pequeño lucía otro mosaico, muy distinto a los anteriores, pues no parecía situarse en la ciudad; representaba un paisaje con una única encina, una entrada a una cueva en una colina y juguetes abandonados en el exterior: un caballito de madera, un soldadito de plomo, un cascanueces y un osito rosa de peluche.

Los montones de ropa parecían tener una cosa en común, que todo pertenecía a niños. Era cierto que los niños y niñas de once años podían abarcar un gran rango de alturas y pesos, pero las tallas de las prendas parecían ser todas bastante concordantes a la media de un crío de primero de Hogwarts.

En un principio parece que a Gabriela no le pasa nada con la ropa que se ha puesto, salvo que con la suciedad que ha debido ir acumulando durante el tiempo y la cantidad de bichitos minúsculos que debe contener, seguramente no sea nada cómoda.

Según se van adentrando y sus ojos se van habituando, pueden ir viendo algún montón más. Hay un montón con ropa interior, cosas actuales como slips y boxers masculinos o braguitas de niña, hasta enaguas para ellas o pantalones interiores para ellos. Otro montón más que reluce, pues contiene monedas, unos pocos galeones, bastantes sickles y muchísimos Knuts, junto a alguna que otra moneda por ahí perdida de proveniencia muggle: libras esterlinas, dolares americanos, rupias indias o yuanes chinos, etc

Pero aún hay más montones que siguen al irse internando uno en la oscuridad.

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06/09/2014, 13:42
Gabriela Sánchez

El comentario de Erzy dio justo en el blanco...

¿Crees que es inteligente ponerse esta ropa?

Gabi se sintió inmediatamente tonta. -Sí, soy una tonta. Hacer desfiles de moda no es algo que corresponda con la situación.- Se reprendió a sí misma, al tiempo que comenzaba a sentir algo de comezón en brazos y piernas.

-Ya vengo.- Dijo, antes de volver rápidamente sobre sus pasos, recogiendo la ropa húmeda que había dejado en el suelo a un lado del montón enorme de ropa abandonada. Así estaba, cuando la gemela preguntó a Maxwel si debían desvestirse, aquello era más bien complicado, ella no quería desnudarse, eso lo tenía claro. Lo máximo que podría hacer en dado caso sería quedarse en bragas.

Miró a Maxwel esperando una respuesta. Al tiempo que se rascaba la nuca, esta ropa vieja picaba y mucho. De pronto una imagen terrible cruzó por su cabeza -¿Y si las dueñas anteriores de la ropa tenían ese malvado animalillo muggle llamado piojo?- Miró alarmada la ropa que llevaba y, sin aguantar más, se la quitó a toda prisa, volviendo a ponerse su ropa de dormir.

-Tienes razón Erzy, no es una buena idea..-Reconoció con una sonrisa de disculpa

 

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06/09/2014, 23:38
Maxwell Alden

Maxwell se encogió de hombros. La ropa coincidía con lo que esperaba; era ropa de niños, pero cómo iba a saber él si quitarse las suyas y dejarlas era la forma correcta de proceder.

—Ni zorra —reconoció—. Es solo una idea.

En algún momento, Maxwell había confiado en que ese lugar, esos lugares, tuvieran algún sentido. No solo no tenía la menor idea de dónde estaban, o si estaban en algún lugar o era una ilusión, sino que desconocía qué tipo de lógica lo gobernaba. ¿Hacia dónde coño iban? Habían seguido la luz, se habían tirado por el abismo y había elegido el arco iluminado, pero habían dejado muchos caminos atrás. No podía especular sobre si la dirección que seguían era la correcta, o incluso si había una dirección correcta. Vaya puta mierda.

Habían avanzado algo más, mientras decidían, pasando montones de ropa interior, y llegando hasta nuevas pilas que no contenían prendas, sino monedas.

—Revisamos todo el túnel y decidimos —dijo—, para no precipitarnos.

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07/09/2014, 12:42
Kelly Doherty

A Kelly le pareció factible que aquellos montones de ropa fuesen de otros niños que habían estado allí antes que ellos, y por un momento temió que Gabi fuese presa de algún tipo de maldición. Inmediatamente miró hacia donde se encontraba su compañera de casa que había vuelto sobre sus pasos para buscar y ponerse de nuevo su pijama.

 –No creo que tengamos que dejar aquí nuestra ropa- respondió ante la idea de Erzsébet. Aquella proposición le pareció más típica de Maxwell a quien le gustaba pasearse en ropa interior, aunque conociendo el carácter de las gemelas tampoco le pareció tan extraño la falta de pudor.

Tras terminar de examinar los montones de ropa que estaban más a la vista y decidir que aparte del hecho de que toda parecía pertenecer a niños de 11 años de diferentes épocas, Kelly se puso en pie –Si, creo que lo mejor es revisar bien toda la sala.

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08/09/2014, 00:26
Erzsébet y Orsolya Padurearu

Pero..., dijo Erzsébet, quizás podamos coger algunas de las cosas más chulas y llevárnoslas. Así los elfos las desparasitan y las vacunan, sonrió a Gabriela.

La chica se acercó al montón de ropa interior y consiguió encontrar unos pololos blancos. ¡Hala!, qué chulos. Tiró de la cinturilla y la apoyó contra sus caderas para ver si eran de su tamaño.

¿No?, preguntó a Kelly. A lo mejor es una de esas pruebas de la tele, que si pasas con ropa, te quemas, pero si pasas desnudo consigues avanzar sin morir, fue su aportación. No estaba convencida ni de lo acababa de decir. Sin su hermana notaba que la mayoría de sus propuestas carecían de fundamento.

Bueno, aceptó la propuesta de Maxwell, haciendo un burruño con los pololos.