Partida Rol por web

Kegan se sorprendió al encontrarse a tanta gente allí, miró a todos, se acercó a una cama y se tumbó en ella. Se encontraba exhausto.

Parecía que estaban hablando de algo, pero tampoco puso mucha atención, simplemente saludó con un gesto de su mano y dedicó una media sonrisa a todos. Por otra parte, le hubiese gustado decirle algo a Marian, pero no encontraba las palabras… la pobre tendría que haberlo pasado mal.

A sí que se tumbó y cerró los ojos… dejando que sus músculos se relajasen por primera vez desde antes de comenzar el partido de esa mañana.

No quiso decir nada al respecto, pero con la información que acababa de proporcionarle Vilma, desde luego Eileen y Emily habían tenido una actitud de lo más sospechosa. El profesor Pullap comentó que había sido un accidente, ¿pero estaría encubriéndolas por alguna razón? Sea como fuere se calló sus suposiciones porque no quería hablar sin certezas.

- Te acompañaré allí si quieres. Yo también quiero enterarme de las cosas.

Lo observó entrar pero no le saludó. En vez de acercarse a los demás se tumbó en una cama. Ya debía de estar avisado de todo lo sucedido y lo cierto es que parecía realmente cansado. Quizás debería haberle dejado descansar y estar a solas, pero lo cierto es que Mía pensó que si no lo intentaba ahora, jamás podría encontrarse con una situación similar en que estuvieran realmente a solas.

Se acercó pues a Kegan.

- Hey, Kegan.- no le llamó capitán, como en otras ocasiones. Estaba algo nerviosa. Había visto a Catherine llorar a moco tendido momentos antes por el rechazo del chico- ¿Qué tal... fue el examen?

Emily le había contado ciertas cosas, ella había deducido algunas y ahora algo le decía que el anuncio bomba de Bella era una pieza más en un asunto que debiera haberla intrigado cuando el interrogatorio de Aengus si no fuera porque tenía la cabeza en otro sitio.

- ¿Eso tiene que ver con el Veritaserum que Emily le robó a Rhys? - preguntó con suspicacia, en el fondo convencida de  que era tal y como decía -. Pero tía, con Rhys no, si es una puta borde. ¡Amenazó con matar a Pinky porque se me escapó! ¡Y hace un rato me ha acusado a mí de culpable de los ataques! Y cuando le he explicado todo, lo de Aengus incluido, me dice que sigue sospechando de mí. Que no. Que puede estar como un tren pero es gilipollas perdida. Antes prueba con Wilson. Es guapa, es buena persona... y a mí me quitarías una preocupación. Sólo tienes que ir con cuidado cuando intenta hacer un encantamiento pero por lo demás...

Kegan estaba tumbado, descansando, cuando Mia se acercó a preguntarle por el examen. Abrió los ojos y le dedicó una sonrisa a la chica.

- La verdad es que bastante bien, menos cuando el sauce nos ha dado un buen repaso a mí y a Williams… hay que decir que ha sido peor que chocarse contra Isaac. - tras el comentario, se rió unos segundos.

A pesar de su resistencia, tenía heridas por todo el cuerpo, siendo la peor la que le había hecho la araña en la pierna, la cual a pesar de no haberle inyectado veneno, le escocia considerablemente. Pero para no preocupara Mia, alzó su mano con el pulgar hacia arriba y le añadió.

- Pero tengo un diez en el examen además de cincuenta puntazos para nuestra casa.

Tras eso, recordó algo que había estado pensando durante el examen, y ahora que tenía a Mia ahí, se lo dijo.

- Por cierto Mia, había algo que quería pedirte… - esperó unos segundos, pensando las palabras - a ti… ¿Se te dan bien los encantamientos? Me gustaría mejorar en ese campo y necesito a alguien que me ayude…

Siempre tan fuerte y positivo, eran las dos grandes facetas de Kegan además de ser una buenísima persona. Sonrió, contenta de que le hubiera ido bien en el examen. 

Entonces comentó que había algo que quería pedirle e inconscientemente se puso aún más nerviosa, antes de caer en la cuenta de que no podía ser lo que había pensado. Aún así, le sorprendió la petición. Eileen, que era amiga buena suya y a saberse qué más, era la mejor en encantamientos. ¿Por qué no se lo pedía a ella?

- Vale. Te ayudaré.- ni se atrevió a preguntar por Eileen.- De hecho... había algo que yo también quería preguntarte.- apartó la mirada de él un momento, pero pronto, valiente, la fijó en sus ojos.- ¿Se te da bien bailar? Porque... me gustaría que fueras conmigo al baile de Navidad.

- No estoy hablando de una relación seria.- intentó explicarse- Ya sé que es una borde insoportable, pero es lo que dices, también está buenísima.- hablaba como si hablara de algún tipo de famoso, sin expresar ningún tipo de sentimiento especial por ella que pudiera notarse- No quiero ir al baile con ella ni con nadie, pero la verdad es que para pasar un buen rato... ¡y tenías que ver cómo se puso de colorada! No me ha vuelto a mirar a los ojos desde entonces.- y rió divertida nuevamente. Después alzó ambas cejas ante el nombramiento de Wilson.- Está pilladísima por ti. Sí, podría currármelo y quizás, solo quizás, se olvidaría un poco de ti. Pero no me interesan las chicas así. Además, yo creo que ni sabe que es lesbiana. Que solo te quiere a ti y ya está. Podrías crear un club de fans a este paso. Kegan, Stana...- bromeó, enumerando.

Mia aceptó su petición y Kegan sonrió complacido, le agarró las manos sin darse cuenta.

- Muchas gracias Mia, sabía que podía contar contigo - entonces ella comenzó a preguntarle algo - Claro mujer, te ayudaré en lo que sea necesario - y entonces, le pidió ir al baile.

Se quedó congelado unos segundos, no se lo esperaba y con tantas cosas que habían pasado esa mañana ni si quiera había pensado en el baile. Lo pensó durante unos segundos, sin soltarle las manos pues se había quedado congelado en esa posición.

- No sé cómo bailaré… quizá acabas con los pies como si fuesen los de un payaso… pero si estás bien con eso, vayamos juntos - y le dedicó una sonrisa completa.

Finalmente, para intentar quitarle un poco de tensión al asunto, añadió al final para intentar molestar a su amiga.

- Y cómo quieres que vayamos, como compañeros o amigos o… como novios.

Perpleja. Alucinada. Ojiplática. Congelada. Paralizada. Sorprendida. Así era cómo se encontraba en aquellos momentos Mía. ¿Estaba hablando en serio? ¡Debía de estar haciéndolo! Porque Kegan no bromearía sobre algo así, ¿no? Continuaba con sus manos unidas a las de Kegan, sintiendo cómo el rubor se acentuaba en sus mejillas. Llevaba varios segundos sin hablar, aún sin encontrar las palabras.

- ¡Oh! Pues...- ¿en serio tenía que abrir más su corazón? ¡Le había pedido ir al baile! ¡¿Cómo iba a ser solo como amigos?!- Yo me refería... a... ya sabes...- miró de nuevo a Kegan, suspicaz.- ¿Me estás pidiendo que sea... tu novia?

El corazón no podía irle más deprisa. Era evidente que Mia se lo estaba tomando en serio.

Por más que Bella razonara que lo de Anwen era sólo físico, para ella le parecía simplemente imposible. Era como si Emily o cualquier chica heterosexual - incluso cualquier chico homosexual - decidiera besar a Kenning. No importaba que fuera guapo porque era demasiado asqueroso como para experimentar ningún tipo de atracción por él. Ella, por ejemplo, veía a Anwen y aunque pudiera pensar que era guapa no se le pasaba por la cabeza nada más que rechazo.

- Pues pena. Pobre Wilson. Me sabe fatal por ella, la verdad, pero no puedo...pensar...sentir nada por ella - quería decir que no podía pensar en nadie que no fuera Emily pero decidió corregirse y no mencionar a su rubia amiga. Mucho estaba haciendo manteniendo una conversación ligera y espantando las lágrimas de sus ojos como para enviarlo todo al traste por un nuevo desliz -. Y no me hables de Kegan, es un rencoroso - musitó con tono agrio -. No quiero admiradores para nada... - intentó que su tono no reflejara su amargura pero no pudo evitarlo, obligándola a hacer un esfuerzo consciente para recuperar la compostura -. Voy a morir virgen. Y con treinta gatos. Y con Pinky. Y con Blummy. Ellos se comeran mi cadáver cuando yo haya pasado a mejor vida.

Kegan se sorprendió y lo que había dicho casi sin pensar había afectado mucho a Mia… ellos dos ¿Novios? Se lo repitió varias veces a si mismo y… la verdad es que tampoco le sonaba mal, él y Mia como novios…

- Pues… - dudó y calló unos segundos, no le salían las palabras - bueno… solo si… tú quieres…

Cayó segundos mientras pensaba en lo que había dicho, y añadió apresurado.

- ¡Si no, podemos seguir siendo solo amigos e ir al baile juntos igualmente! - rió nervioso… sin saber que decir.

No podía creerme que de verdad me invitase a ir con él, a investigar en serio, no como aquí dónde era algo que solo podía hacer entre clases (y no demasiado bien), cuidándome de que nadie sospechase nada. Además, con Aengus fuera de juego poco me quedaba que hacer aquí. Sí, podía ser peligroso, pero no sólo confiaba Sean en mis capacidades, sino que yo confiaba en él plenamente. Haríamos buen equipo, y fuera de los muros de la escuela podríamos hacerlo juntos, no como ahora. Tal vez debería inventsrme mi nombre y decir que era un auror en preparación... O tal vez había visto muchas películas.

Cuando comentó lo de mi padre agité la mano quitándole importancia.

- Mi padre suele tener unas navidades muy cortas, si es que las tiene, y con lo que está ocurriendo no creo que ni se pase por casa. Le diré que me quedo aquí, o que voy con Eileen, como he hecho muchas veces. - lo dije todo sin pensar, dandome cuenta en ese instante que también había perdido eso. Ir a casa de los Morgan, celebrar cosas como si fuésemos una familia, molestar a Jeremy junto a Eileen... Parecía una tontería, pero para alguien con una familia cómo la mía vivir esas cosas era pura felicidad. En casa todo era más serio siempre. Cuando papá tenía tiempo de hacer algo conmigo a solas era mucho más relajado, pero nada cómo la casa de los Morgan. Tal vez lo que más se acercaba era cuando papá y yo nos fuimos de acampada cuando yo tenía doce años. Debía haber sido una semana, pero solo fueron tres días porque había algo urgente y tuvo que volver a trabajar a pesar de estar de vacaciones. Aún así habían sido tres días geniales, con bromas, con papá hablandome de magia pero también de cómo se pescaba, de cómo cocinar el pescado en el fuego y cuáles eran las hisgorias tras las constelaciones en el cielo. Recordaba haberle contado un par de esas historias a Sean este verano. Tras un par de segundos en los que me había quedado en silencio miré a Sean y me reí avergonzada. - Perdona, estaba en otro planeta. Y prometo que nada de locuras. Seré buena y te haré caso en todo, mi capitán. - dije cachondeándome un poco mientras me llevaba una mano a la frente en estilo de saludo militar.

Me sentía relajada por primera vez desde el desyuno. Ya era hora, tanta tensión seguro que era mala para la salud. Cómo tantas veces antes, deseé poder parar el tiempo en ese instante, con él, solos, cómo si no existiese nada ni nadie más en el mundo.

- Supongo que tendrás un montón de cosas que hacer hoy...

Asintió ante las palabras de Emily sobre las vacaciones. Bueno, eso facilitaba las cosas, desde luego. Aunque él no tenía casa fuera de Hogwarts. 

Tendré que alquilar alguna.

- Vale.- aceptó la idea de que decirle que se quedaba con Eileen. A Sean no le gustaba mentir, pero desde luego no quería conocer al señor Van Dyck. ¡Eso sí que podría ser el final de su carrera en Hogwarts! Intentó aguantar las ganas de sonreir mientras negaba con la cabeza ante el nombramiento de "capitán". La atrajo hacia él de forma bromista- Eres muy graciosilla, ¿lo sabías?

Y ahora negó con la cabeza ante la última de las frases que le había dedicado Emily.

- La verdad es que no tengo mucho que hacer. Ha sido una mañana intensa, así que iré a mi habitación y me tiraré en la cama. Después... de recoger el registro. Imagino que tú sí tendrás muchas cosas que hacer hoy.- sacó la fotografía que había guardado en el bolsillo trasero de su pantalón y se la enseñó- Supongo que quieres que me la quede yo.

Seguía alucinando. ¿O acaso es que aquello era un sueño? Acababa de pedirle ir al baile a Kegan, chico que le gustaba desde hacía ya varios años, pero ahora podía irse de la enfermería siendo la novia de Kegan Porcher. Y qué bien sonaba eso... ¡¿pero aquello estaba pasando realmente?! Desde luego no era el lugar más romántico, ni la proposición había sido de cuento, pero no dejaba de ser cierto. 

Asintió con urgencia al ver que Kegan parecía estar incómodo o a punto de echarse atrás por la falta de respuesta de ella:

- ¡S-sí! - aceptó. Acababa de aceptar ser la novia de Kegan Porcher.- Es decir, yo quiero. Y tú... tú al parecer también. Así que... sí.- carraspeó, nerviosa y con calor- Sí que quiero.

¡¿Y ahora qué?!

Levantó los brazos y los sacudió de forma exagerada mientras decía:

- ¡Hala! ¡Hala! Ya salió a la luz doña exagerada.- paró de hacer movimientos, pero negó con la cabeza varias veces. No tenía remedio. ¡En cuanto se olvidara de Emily un poquito aunque fuera podría tener novia sin dificultades! ¡¿Es que acaso no se veía al espejo cada día?!- No permitiré que ocurra eso. Y es fácil de arreglar. Te acuestas conmigo y punto.- bromeó al tiempo que le guiñaba un ojo mientras sonreía antes de ponerse más seria.- Estás exagerando las cosas. ¡Y demasiado!

En su camino hacia el séptimo piso se encontró, ya en el pasillo de la Dama Gorda, con Meredith que justo salía de allí. Miró a Max y le sonrió al tiempo que se acercaba a él:

- ¡Hey! Antes de nada. ¿Rojo, verde o negro?

En cuanto entró en la sala común, Albert se levantó del asiento y corrió hacia ella con urgencia:

- ¿Se puede saber dónde andabas? Han pillado al culpable de los ataques. Me lo ha contado Katherine- observó su aspecto unos segundos antes de continuar- ¡Aengus! ¡Él era el que nos atacaba!

- Contaba contigo. -Le digo a mi amiga, agradecida por acompañarme a pesar del frío que hacía. 

Estuve un rato contándole anécdotas de Aen y me animé un poco. Seguiría siendo mi amigo pasase lo que pasase. Aunque seguía sin entender cómo había llegado hasta ese punto. 

Al cabo de un rato, noto como la pobre Kat tenía los pelos de punta y me pongo en pie. -Comienza a hacer frío, vayamos dentro. Tengo que ir a ver a Will a la enfermería, si sigue ahí. Es raro ¿verdad? Me quería consolar pero lo he dejado ahí porque no tenía ganas de estar con nadie. -La miro por unos momentos.- Bueno, con nadie que no sea de confianza. Además, necesitaba ir a la enfermería aunque es un cabezota. Por cierto, tu primo antes me ha abrazado. - Digo sonriendo, fingiendo que ya se me había olvidado el tema de Aengus. - A todo esto, ¿Has visto a Henry?

Puso los ojos en blanco y por primera vez dibujó una diminuta sonrisa en sus labios como prueba de que sus palabras no iban tan en serio como parecía.

- Sólo bromeaba - a medias. En verdad no le preocupaba tener o no posibilidad de encontrar pareja, estaba convencida de que en caso de querer, no tendría tantas dificultades pero el caso era que en aquel momento sentía como si eso nunca fuera a suceder. Una parte de ella quería creer que todo ese dolor, ese sufrimiento, esa fijación, algún día desaparecería. Pero también le daba miedo volverlo a sentir por otra persona. Aunque claro,e so estaba tan lejos que casi no existía en su futuro -. Pero oye, gracias, si cuando tengo noventa años sigo a dos velas te doy un toque y me desvirgas. Nunca es tarde para aprender cómo va esto del sexo lésbico. Y...eh...a todo esto...¿cómo se hace? Es decir...¿tú lo has hecho, no?

Tenía dominado lo que era el sexo heterosexual, aunque fuera de oídas pero el homosexual era casi un algo misterioso del que sólo se escuchaban cosas.

Alucinaba. La sed de conocimiento de Eileen y su curiosidad no tenían límites. Alzó una ceja mientras intentaba explicar algo como aquello.

- Sí.- lo primero era afirmar que lo había hecho. Lo siguiente, hasta para alguien abierto como Bella, era difícil de describir- ¿Cómo se hace? Dejándose llevar.- se encogió de hombros mirando a Eileen. Sabía que no era esa la respuesta que quería. Ansiaba algo más específico.- Bueno... predomina el sexo oral, ¿sabes? Aunque eso no dista mucho de lo que hacen los heteros supongo. Sabes cómo va el sexo oral, ¿no? Aunque no lo hayas experimentado. Deberías eso sí. Y... bueno- ¡Eileen y su sed de conocimiento! Bueno. Bella no tenía vergüenza. ¡Tenía que continuar siendo así! Lo explicaría- Besos, te quitas la ropa, metes mano... todo eso dejándote llevar, claro. No hay nada calculado.- se explicaba con las manos como podía. Iba a necesitar de gestos para la siguiente parte.- Y... bueno, ya sabes, hay contacto físico, así...- unió ambas manos pegando el geme de una mano con el geme de la otra- O así...- siguió haciendo diferentes "posturas" con las manos.- Y es todo muy intenso, y pasional, y descontrolado, y pringoso ¿Te haces una idea o tengo que demostrártelo?