Partida Rol por web

Pasaron dos semanas en los que las clases fueron la tónica habitual. Los entrenamientos de quidditch se tornaron divertidos y todas las casas animaban a los compañeros por que ganaran sus partidos para así conseguir puntos para las casas. Los marcadores ya habían comenzado a moverse, resaltando los 20 puntos que fueron sustraídos de la casa Ravenclaw y los 20 que fueron otorgados a Hufflepuff.

El director había convocado aquella tarde a todos los estudiantes y profesores pues tenía que anunciar novedades y era menester que todos estuvieran presentes. El techo del gran comedor mostraba un hermoso atardecer con una enorme luna en lo alto que iluminaba como una gran lámpara.

Alexander pudo fijarse que al lado del director había alguien que ya conocía. Su antiguo profesor personal y ex auror, William Vane.

— Bienvenidos a todos y gracias por acudir a mi llamada — No es que hubiera dado opciones a no acudir, pero el director siempre hablaba como si la diera. — Hoy tengo dos anuncios que hacer. El primero de todos es relativo al profesor Gaelos. Como sabréis no habéis tenido clases todavía con él. Las próximas semanas se dará prioridad a esas clases para recuperar el tiempo perdido. El profesor no podrá darlas este año, así que me complace anunciar a su sustituto durante el presente año. El nuevo profesor de pociones William Vane —

Delford comenzó a aplaudir y así siguieron el resto de profesores y estudiantes. Vane no saludó haciendo una inclinación con la cabeza, pero no dijo nada. El director prosiguió.

— Además se ha decidido cual será el primer colegio en el que se celebrará la primera prueba del torneo. Será en el colegio brasileño de Maketimao. — Guardó silencio unos instantes antes de proseguir. — Cada escuela podrá presentar dos estudiantes de cada curso empezando en tercero, y las pruebas se adecuarán a los conocimientos que se espera que posean cada clase. En ningún momento ningún estudiante estará en peligro, pues cada colegio podrá enviar también profesores para ayudar a vigilar durante las pruebas. —

— Aquellos que quieran presentarse deberán presentar su solicitud tocando con su varita el reloj que hay tras de mí. Dispondrán de una semana para pensarlo. Recuerden que en caso de aceptar participar no solo se están poniendo a prueba ustedes, sino que están representando al colegio entero; por lo que se espera compromiso y diligencia. —

Guardó silencio entonces, esperando preguntas o reacciones de los presentes...

Me sorprende ver a Wiiliam Vane como nuevo profesor de pociones. Sí, estaba claro que íbamos a necesitar un sustituto para Gaelos, pero no pensé que fuera Vane. No lo conocía en persona, pero sí conocía su nombre. Es un ex auror y tutor de Alexander. Espero que esto no juegue en contra para Alexander.

Lo que sí me alegra es la noticia de que se aproxima el viaje a Brasil. Conozco Brasil de haber ido a ver torneos de quidditch. Los brasileños tienen un estilo único. A diferencia de otros países, donde el quidditch se juega de modo más táctico y con los dientes apretados, el quidditch en Brasil se juega de forma muy vistosa, y a los jugadores se los ve siempre con una sonrisa, como si realmente estuvieran disfrutando el juego más allá del resultado. Además las fiestas son grandiosas, con música y danzas muy alegres. Ya le recomendé a Nicole que se apunte. Por más que ahora sea tutor en el colegio ella sigue siendo mi amiga, y será lindo poder divertirnos juntos en estas competencias.

Además he comprobado en estos días que mi corazón sigue en Gryffindor, y eso posiblemente nunca cambie. Ayer Raimundo Overeen, el profesor de Adivinación, me trajo a mi despacho a Gertrudis Orleans, de 4º de Gryffindor. Aparentemente Gertrudis quiso aprovechar la ausencia del profesor Gaelos para tomar sin permiso algunos ingredientes del laboratorio de pociones. Overeen dijo que había visualizado el hecho, yo en realidad creo que se la debe haber topado de casualidad. Como sea, los ingredientes coincidían con los necesarios para una Poción del Zorrino. Se la llama así porque así como los zorrinos segregan un fuerte olor fétido por sus glándulas anales, la persona que consume la poción comienza a tener grases olorosos. Esto no le genera dolor a la persona a menos que intente contenerlos, y la duración de su efecto va de unos minutos a unas horas, de acuerdo a la dosis que se consuma. Conociendo a Gertrudis, estoy seguro de que no quiso hacer más que una broma a algún compañero. El profesor Overeen se mostró dubitativo en cuanto a los puntos a quitar a Gryffindor, pero estaban más cercanos a los 20. Rápidamente yo sugerí que fueran 10, fundamentando que si bien el hecho había estado mal, no había utilizado esos ingredientes para hacer nada malo. El profesor Overeen, no muy convencido, aceptó. Quizás me habría pasado con cualquier otra casa parecido, pero que el descuento fuera a Gryffindor me generó particular malestar.

La sorpresa fue máxima cuando al tomar asiento junto a sus compañeros reconoció a su tutor sentado a la mesa de los profesores.

-¿Vane?- dijo perplejo, su mirada se cruzó con la del ex auror, que la sostuvo unos instantes a modo de saludo mudo entre ellos

Tal vez divertido por la expresión del rostro de su alumno, que como era de esperar rompió en los aplausos más sonoros del salón al saber que sería de nuevo su profesor y fueron los últimos en dejar de sonar cuando el director retomo la palabra. Noelle ya conocía el nombre de Vane de boca de Alexander, que siempre había puesto a su tutor por las nubes, pero cuando tomo asiento tras esa calurosa bienvenida aclaro a alguno de los Hufflepuff que lo miraban curiosos que conocía al nuevo profesor, sin entrar en detalles.

-vaya, eso suena...intenso – pensó en voz alta ¿quería participar en el torneo? Sus conocimientos no eran exactamente de la escuela, claro que la perspectiva de ir a Brasil y conocer otro colegio - ¿que te parece lo del torneo?...¿te vas a animar? - pregunto a Noella a su lado – seguro que medio Ravenclaw y Griffindor se presentan...¿nos animamos también?

Asiento con tranquilidad a la llegada de Vane. Hace ya casi una década desde nuestro primer encuentro, cuando vino a dar unas conferencias sobre la asignatura que en este momento imparto yo y, a pesar de estar dos cursos por debajo de la edad mínima para estar en ellas, me colé. Tardaron apenas diez minutos en descubrirme, pero Vane dejó que me quedase y me sentó entre los del último año.

Acabé gastando más de veinte pergaminos en apuntes, pero me quedé con todos los conceptos que había venido a darnos. De hecho, en muchos detalles algunas de sus ideas acabaron desarrollándose en los postulados básicos de mi teoría y en algunos de los hechizos que desarrollé para el Ministerio. Al final de la conferencia le cosí a tantas preguntas que me acabaron quitando 20 puntos por no saber comportarme. Cinco años después, cuando estaba yo en último año y vino a volver a dar una de sus conferencias, sobre otro tema, se acercó a recomendarme que entrase a trabajar al Ministerio. No serviría como Auror, pero era una mente fresca en un lugar en el que empezaban a faltar nuevas ideas.

Dados los conocimientos que tenía sobre pociones no es mala elección. Aún recuerdo su uso de la poción petrificante para protegerse de los ataques que pudiera recibir de animales salvajes. Este va a ser un año interesante en Hogwarts.

Cuando acaban con la presentación aplaudo como los demás, aunque estoy más interesado en charlar luego con él.

Noelle apenas podía creerse que ya hubieran pasado dos semanas tan rápido. Uno de los sucesos más destacados ocurrió en la biblioteca del colegio, cuando un par de inconscientes estudiantes de Ravenclaw, frustrados por no haber resuelto el acertijo de la clase del profesor Nash, habían intentado llevarla a cabo en aquel sagrado recinto de libros, por poco ocasionando la pérdida de valiosísimos tomos antiguos. El castigo se había reducido a sólo 20 puntos, pero ambos estudiantes tendrían que estar hasta las navidades atendiendo castigo semanal con el profesor Nash.

La noticia sobre el profesor Gaelos preocupó a Noe, puesto que desde que lo habían atacado no lo había visto, sólo escuchado los rumores de que seguía en la enfermería, y otros que decían que lo enviarían a San Mungos. No pudo pensar mucho más en eso, pues Xand mencionó el nombre de quien sería el nuevo profesor de pociones, alguien que ella conocía de oídas por el chico. -¡Ostras! Eso es estupendo.- Dijo hacia su amigo, sonriendo. -¿Será jefe de nuestra casa también?- Se preguntó en voz alta.

La parte del torneo le llamó la atención, y al igual que el resto se unió a los cuchicheos excitados de un lado y de otro. -Oye, pues no perdemos nada con apuntarnos...- Dijo, notando cierto nerviosismo en su amigo. Miró a Donnie y a Sandy, ellos seguro que se apuntarían también. -¿Te imaginas, poder conocer otros colegios?- Le dijo, intentando ver si lo animaba. -Claro, que apuntarnos tampoco significa que vayamos a quedar...- Dejó en el aire, pero en su sonrisa se mostraba bastante dispuesta a intentar quedar.

Mientras los amigos se planteaba tomar partido o no en la selección para el torneo, algunos manos comenzaron a alzarse en la sala realizando sus preguntas según Priskus iba nombrandolos. Algunas sencillas como la duración de la estancia en los colegios, otros consultaban si necesitaban autorización de sus tutores para el viaje y así siguieron por un rato.

-bueno...sería un puntazo que fuera el jefe de nuestra casa este curso - recapacito un instante mirando a Vane – sus conocimientos son casi ilimitados en todas las materias, puedes acudir a él para solucionar tus dudas que estar encantado de ayudarte – aunque nunca te de la solución si no las herramientas para resolverlo tu mismo, él estaba acostumbrado a su metodología y le encantaba, eran un reto en sí - ¿adivinas quien tiene la culpa que Oaktree me tenga ojeriza? - rió divertido – esta bien...- accedió – nos apuntaremos y veremos que sucede

En el fondo le entusiasmaba la idea, más con Vane allí pudiendo remarcar lo buen profesor que era. Sería genial que pasara a ser parte de la plantilla oficial de profesores durante su estancia allí, a fin de cuentas Gaelos no es que hubiera causado una gran impresión en él y estaba vivo, seguro que podría encontrar otro trabajo. Ay...si solo Alexander supiera lo que realmente le ocurría al profesor Gaelos, tal vez se hubiera arrepentido de esos pensamientos.

No hubo anuncio alguno sobre quien haría las funciones de líder de la casa Huffelpuf. Los primeros estudiantes aprovecharon la llegada del postre para levantarse y, previo saludo a la mesa de los profesores tocaban con su varita el gran reloj detrás del director. Parecían divertirse haciéndolo; y no era para menos... no era habitual que alumnos pasearan por la mesa de los profesores durante las cenas sin una reprimenda. 

Algunos profesores parecían molestos, pero Priskus no dejaba de saludar a ninguno de los que subían, riendo cuando ellos lo hacían también.

— Debí de haberlo anunciado después del postre me temo. —

Dijo para los profesores cuando ningún alumno andaba cerca.

Cuando los más rápidos iban terminando y se levantaban, Vane miró al director y a Sean.

— Veo que ha optado este año por algo diferente para las clases de Defensa contra las artes Oscuras director. —

Sonrío y ahora si se dirigió a Sean.

— Encantado de verte muchacho. Me alegra ver que todas esas ideas que revoloteaban en tu cabeza han terminado en un buen sitio para darles salida. ¿Que tal las clases? Refrescantes espero. —

Sandy miraba a Noelle y Alexander.

— ¿Decís enserio lo de apuntaros? — Su mirada estaba llena de un fuego que Alexander no había visto hasta ahora.

— Yo me apunto pero... ¿Podrás hacerlo estando en el equipo de Quidditch Noelle? ¿No se mosquará Abraham si faltas a tantos entrenamientos? — Dirigió una fugaz mirada al capitán del equipo, que reía y hablaba ajeno a la conversación unos cuantos sitios más allá.

A estos niños se les da demasiado bien usar esto - señalo la varita que tengo al cinto - y demasiado mal usar esto - señalo mi propia cabeza -. Creo que si les dejara una semana sin varita acabarían por no recordar cómo andar.

Indico con la mano el fondo de la sala.

Hubo un tiempo en el que nuestro alumnos no eran solo magos, sino hombres y mujeres capaces de conquistar el mundo con su ingenio - recuerdo -. Alguien, hace mucho tiempo, inventaría esos hechizos que ahora usamos. ¿Qué hubiera pasado si hace mil años alguien se hubiera conformado con la capacidad de hacer aparecer comida en el plato? Necesitamos una nueva generación de magos capaces de cruzar las aguas solo con el poder de su mente y no gracias a una escoba.

Miro a los alumnos.

Puede que ahí tengamos algunos, si les enseñamos a pensar.

Sonrío junto a Priskus a los alumnos que veo acercarse a tocar el reloj; no tengo dudas de que un año antes yo habría estado allí también. También veo el gesto de desagrado de otros profesores. En ese caso, lo que pienso es que espero no llegar a ser como ellos. Sí, me siento más cercano a Priskus y Kuffner en este sentido.

Sonrío también al comentario del director. Era cierto, o anunciar un "desde mañana", pero lo hecho estaba hecho y no ocurría nada grave. En ese momento escucho a Vane hablando con Nash, por lo visto se conocen. No quiero entrometerme en la charla, pero sí ser cortés.

_Sea usted bienvenido, profesor Vane. Soy Charles Honnigan.

- Me alegra ver que no has cambiado joven Nash. Estoy seguro que tus habilidades serán muy bien recibidas aquí. Este Delford tiene muy buen ojo ciertamente -

Se giró entonces e hizo una reverencia ante la presentación de Charles.

- Un placer señor Honnigan, he oído hablar de usted. En el ministerio no están muy convencidos de su utilidad, pero ciertamente creo que una figura como la suya era muy necesaria en un centro como este. -

Ahora hablaba dirigiéndose a los dos.

- ¿Que tal los primeros días? -

La profesora de cuidados de criaturas mágicas se puso en pié una vez hubo terminado, y viendo que poco a poco los estudiantes comenzaban a marcharse o a comenzar las conversaciones post cena.

- Un placer contar con su ayuda señor Vane - 

Miró al resto y saludó con la mano antes de marcharse.

La profesora Oaktree y Lantford hicieron lo propio. A decir verdad habían aguantando bastante siendo a las que menos gracia parecía hacerles que los estudiantes pasearan por su mesa como si nada.

_Bueno, espero que sea usted quien tenga la razón y no la gente del ministerio -le sonrío, agradecido por su voto de confianza-.

Saludo con la mano y deseando las buenas noches a cada profesor que se retira, sin perder el detalle de que son profesoras quienes lo hacen primero. Por mi parte, estoy cómodo donde estoy.

_En mi caso ha sido un buen comienzo. Algunos alumnos se han acercado y he podido acomodarme. Espero en las próximas semanas poder tener un rol más activo y poder presenciar algunas clases. Eso me ayudará a estar más cerca de los alumnos.

Sin saber como identificar esa mirada que Sandy les lanzaba, no sabiendo muy bien si solo a él o a los dos, se encogió de hombros y respondió.

-no veo porque no – se llevo un trozo del postre a la boca y lo saboreo – de apuntarnos a salir elegidos hay un trecho

El Quidditch...comprendió, o creyó, entender a Sandy. No conocía a la chica tan bien como su amiga pero no parecía de las competitivas, tal vez se equivocara.

-Abe no pondrá ninguna pega – tranquilizo por adelantado a Noelle – seguro que Elle podrá podrá entrenar con los equipos de Maketimao, según tengo entendido los brasileños tienen un juego único, así que traer tácticas nuevas puede beneficiar al equipo este año ¿no os parece?

Su mirada iba a de sus compañeros a la mesa de profesores, quienes parecían conversar animados, al menos el petit comité formado por Vane, Nash y Charles. Se moría de ganas de saludar a Vane y apuntarse al torneo, pero no lo haría hasta que todos hubieran terminado el postre y Noelle hubiera contestado.

Noelle pareció emocionada al escuchar a Sandy animarse, pero cuando habló de que podría afectar su juego, se le ensombreció el rostro. Escuchó entonces a Xand, y recuperó la sonrisa. -¡Eso es cierto! Además, Donnie también lo hizo muy bien en las pruebas, seguro que si yo quedo elegida para el Torneo, Donnie podría cubrirme en el campo. Y si Donnie queda para el torneo, pues yo sigo jugando, ¿no?- Dijo.

-Además, es sólo una semana de torneo, ¿cuántas prácticas perdería?- Cada vez se convencía más de que no habría problema. Aún así, se puso en pie. -Voy a hablar con Abraham.- Dijo, y se acercó hasta el puesto en donde estaba el capitán del equipo. -¡Hola! ¿Te vas a apuntar al torneo? ¿Lo hará alguno del equipo?- Preguntó tanteando primero.

Abraham miró a Noelle levantando una ceja.

— ¿Al torneo? — Negó con la cabeza — Ni loco. Es mi último año en Hogwarts y quiero ganar la copa sea como sea. No podemos permitir que Gryffindor vuelva a ganar la copa otro año más. Y de ser seleccionado serían 4 semanas fuera más una quinta en la que no creo que los participantes tuvieran tiempo de entrenar la verdad. —

El capitán del equipo miró fijamente a la muchacha unos segundos.

— ¿No estarás pensando...? — Dejó la pregunta en el aire.

Noelle se debatió internamente, llevándose la mano al cabello y revolviéndoselo un poco. -Pueeees...- Entendía la situación de Abraham, era el último año para él, pero para la chica aún quedaban cuatro años más de Quidditch en Hogwarts. -Este torneo ocurre sólo cada diez años.- Empezó, notando que se enrojecía apenada. -Además, anotarme no significa que vaya a ser elegida, ¿no? Son sólo dos alumnos por curso...-

Soltó el aire y se sentó junto al capitán. -Yo también quiero que ganemos este año, y sabes que pondré todo de mi parte. Es más, me comprometería a hacer prácticas extras si se diera el caso de que me eligieran, que ni siquiera es algo seguro... Y traería a Donnie conmigo a las prácticas, por si llegase a ser necesario que me supla, pero no creo que haga falta.- Ofreció.

Abraham calibró las palabras de Noelle y finalmente suspiró.

— Muy bien, pero si al final resulta que te eligen tendrás que hacer entrenamientos extras las semanas siguientes. Sin escusas... ¿Entendido? —

-¡Entendido!- Noelle abrazó a Abraham y le plantó un beso en la mejilla, antes de correr de nuevo hasta donde estaban sus amigos; pero no se detuvo sino que le tomó la mano a Xand y comenzó a arrastrarlo con ella en dirección a los relojes tras la mesa de profesores.