Partida Rol por web

La imponente fortaleza de los Seathorn, Zarzamar, era una fortaleza de construcción bastante nueva comparada con otros castillos de poniente. Situada sobre un pequeño peñon. su muro exterior orientado al mar salia directamente de la roca, mientras que la puerta principal estaba situada a ras de mar. El rastrillo de la puerta estaba flanqueado por dos columnas enormes con zarzas talladas en piedra.

Los invitados fueron pasando al patió interior de la fortaleza, donde Ynis Ironstone estaba dando una charla a un par de jovenes guardias de la guarnición sobre el uso devido de las armas. Guardo silencio al ver entrar a toda la multitud y los soldados que estaban con el empezarón a recoger todo lo que habia allí de entrenamiento.

Los Hadathor entrarón los ultimos y se mantubieron cerca de la entrada, separados del resto. Fayad se sentó sobre un barril antes de que lo retiraran, sus dos hijas legitimas lo flanquearon y se pusieron a hablar entre ellas.

Mientras Garlan y su tia lejana, con la que probablemente no mantenia contacto desde su nacimiento, se quedaron frente a la puerta de acceso a los salones de los Seathorn. Esperando el paso.

El resto del gentio siguió las conversaciones que habian mantenido hasta ahora. El olor a comida empezaba a impregnar la fortaleza y aun habia cosas que hacer.

El joven salió disparado desde las escaleras de acceso a la torre de el maestre, esquivando a la gente hasta llegar al Maestre. Se dispuso frente a el y extendió un pergamino enrollado- Maestre Kevinan! Maestre.... ha llegado un cuervo mientras estabais en el funeral de Lord Adam- El joven parecia algo alterado. Y no para menos, el sello de la torre con la llama sobre ella estaba roto.

Faday Aguardó en el barril sentado. Esperando que o el Lord o su sobrina, alguno le recepcionase. Tenia ganas de hablar con su sobrina, sus hijas estaban hablando entre ellas. Tamborileaba con los dedos sobre su asiento, su mujer se abrazó a el y empezo a susurrarle algo.

Vala entro a la fortaleza y se acerco al joven señor. Pasó por su lado y le dedicó una sonrisa- Venis Gaheris? esperemos al resto dentro- y siguio su camino hacia el gran salón. Se ajustó el cinturón y abrió la puerta. Detras de ella entraron algunos guardias mas.

El hermano menor del señor, y unico hermano vivo, caminaba justo unos pasos detras de Vala. Sonreia como si el fuera la estrella de aquel castillo y su mano estubo a punto de tocar el culo a la pelirroja, pero en lugar de eso se frenó y miró a Gaheris guiñandole un ojo. Despues miro a Alastor y se pusó mas serio- Si, Gaheris ve con la mujer, deja que los hombres hablemos de nuestras cosas- le tendió la mano a su hermano como señal de coordialidad. Hacia ya, desde la rebelión de los Greyjoy que no habia vuelto por Zarzamar, desde que se fuera a alrojardin.

- Ah... hijo mio- Se escucho al voz del señor de torreón Lubre, hogar de la casa Luber- es todo un placer volver a verte, y ademas desempeñando tus funciones como capitan de la guardia- Paso una mano por los hombros de Greil - ¿Cenaras con nosotros?¿o te sentaras en la mesa de los guardias y soldados? abrazame hijo mio- El hombre parecia mucho mas cansado, el hogar de la casa Luber estaba al otro lado del dominio, pero sus amistades con Adam tenian un vinculo muy fuerte y era su deber como compañero de armas en tantas otras guerras, asistir a su funeral. La cojera de Brean no era muy evidente, pero si permanecia mucho tiempo de pie, se resentia rapidamente- vayamos a un sitio donde poder sentarnos,¿te parece?

 No me había gustado el gesto de mi tío hacia Vala, ella no solo era mi guardaespaldas, si no también mi amiga y no toleraba faltas de respeto a ella, pero al tratarse del hermano de mi padre, y no haber pasado nada, opté por callar, por ahora...

 - Nos vemos luego, hasta luego... Tío, padre... - Me despedí con una reverencia hacia ambos, antes de seguir a la guerrera pelirroja.

Los hombres de los barcos fueron los ultimos en llegar a el castillo, la mayoria se quedaron en el puerto, aunque la muerte del señor era un evento muy importante, la cena era solo para altos cargos. Egbert habia sido invitado, no era un hecho demasiado relevante, tantos años en el castillo le hacian ser una figura importante, aunque sus tiempos de guerra y maniobras hubieran terminado hacia ya años. Adelantó al almirante y entro al castillo. Los otros capitantes y miembros importantes de el campo militar tambien estaban allí, pero preferian permanecer en los campamentos de las guardias de otras casas o la puerta del castillo hasta que fuese la hora de cenar.

Mientras todo el mundo se preparaba para la cena, el menor de los hijos de Lord Alastor no se despegaba de su hermana, el pequeño Marthin estaba aun agarrado a sus faldas toda la ceremonia y permaneció asi hasta llegar al castillo, Lady Eura, , parecia tener que atender a su familia. Mientras que Lord Alastor bastante tenia con administrar a todos los invitados a aquella cena.

Martha, la ayudante de camara de la joven señora, apareció rapidamente con un muñeco de trapo y paja para que Marthin se distrajera un poco- Mi lady aun tenemos que prepararos para la cena! subimos rapidamente a vuestra habitación o preferis quedaros entre la gente? contadme! algun joven señor?- Pregunto sin verguenza.

Saludo de manera cortés a todos los presentes conforme entran. Vuelvo a buscar con la mirada a mi señor tío, quien se encuentra ahora sentado en un barril. A la distancia sonrío, especialmente al ver a su esposa de piel oscura y abanicos de las Islas del Verano, siempre le he tenido cariño y entiendo lo que es llegar a una tierra completamente distinta a lo que fue tu casa, aunque ahora este sea mi hogar.

Cuando todos están tras los muros de esta fortaleza, bajo la protección del pan y la sal, le doy un ligero apretón al brazo a mi marido para llamar su atención discretamente. 

- Alastor, esposo mío, te pido un momento para saludar a mi tío. - le pregunto en voz más baja.

La mujer roja caminó entre los bancos y mesas, pasando entre algunos sirvientes que preparaban platos y llevaban jarras de un lado a otro. Algunos guardias empezaban a congregarse alrededor de la mesa de servicio, probablemente habrian terminado su guardia y querrian aprobechar para intentar sacar algo de bebida a los campamentos que habia fuera de la fortaleza, o filtrear con alguna camarera de puerto mora que habian venido a ayudar en el servicio.

Se detuvo frente a la mesa que ocuparia la familia en la cena y se volteo hacia Gaheris- ¿que opinas de todo este revuelto a la hora de enterrar a una honorable persona? - La mujer jugueteó con su pelo y despues se cruzó de brazos, era mayor, pero su pelo rojizo y su tez aun lisa la hacian aun atractiva, tenia algunas marcas de expresión ya. Cualquier guerrero sea hombre o mujer las tiene. Pero no por ello perdia su encanto. La armadura de cuero aun dejaba adivinar sus formas, aunque muchos guardias se oponian a que un miembro de la guardia personal no portara una armadura completa.

 Tragué saliva, tratando de no quedarme boquiabierto por su belleza. Ultimamente me pasaba demasiado a menudo, como con el resto de las mujeres hermosas del castillo, y debía de esforzarme para que no se notara. Pensando en su pregunta, le respondí:

 - Creo que debería de invitarse solo a la familia y amigos, para evitar lo que hizo Garlan Tyrell, que solo de pensarlo hace que me hierba la sangre, pero supongo que los compromisos políticos no deja que sea tan sencillo...

 Después de un rato pensando, decidí que lo mejor era decírselo, aunque me dio bastante vergüenza:

 - Antes, cuando íbamos a entrar, mi tío hizo ademán de tocarte... Bueno... el trasero, aunque al final no lo hizo... Solo quiero decirte que si él o cualquier noble trata de propasarse contigo, puedes decírmelo, ya sabes que yo te protegeré de cualquiera que quiera propasarse, aprovechándose de su rango... Es lo mínimo, no solo porque eres mi guardaespaldas, si no porque te considero mi amiga... - Entonces no pude evitar sonreír, la primera sonrisa que había tenido des la muerte de mi abuelo. - ... ¿Que te parece?. Nos protegemos mutuamente...

Cuando su sobrino se hubo alejado borró su sonrisa- Por fin padre ha muerto, - el tono no era de alegria, aunque la frase incial parecia celebrarlo, todo lo contrario- y ahora ya puedes desempeñar tu papel de Lord oficialmente- el hombre no mostraba resentimiento en sus palabras, pero su ausencia desde la rebelión de los Greyjoy habia dejado constancia en Zarzamar, Adam habia tenido grandes planes para el, pero tras la perdida de Arthur. Althor dejó los intereses de los Seathorn y se fue a servir a los intereses de los Tyrell para ganarse su favor, dejando de lado todo lo que tubiera que ver con los asuntos familiares.

Adam nunca habia contado a nadie que planes tenia para el joven Althor, cuando la rebelión empezó. Este estaba en edad de tomar esposa, pero los asuntos de la guerra tubieron que dejarlo para otro momento. Adam nunca dejó por escrito que le legara nada, y por algun que otro comentario, el padre si que estaba resentido con su hijo menor.

- ¿Que tienes pensado hacer? quiero decir, tu boda con Eura solo ha traido malos comentarios de parte de muchas grandes casas del dominio, ahora no tienes el yugo de padre sobre ti- Se cruzó de brazos y obvió que llevaban 8 años sin verse. O que el cuerpo de padre acaba de entrar en las catacumbas familiares.

El nuevo señor de Zarzamar se encontraba con su hermano, al que hacia años que no veia mas concretamente desde poco despues de la rebelión de los Greyjoy, y que se había acercado a compartir algunas inquietudes. Cualquiera que se fijase un poco podia ver claramente que no era un reencuentro precisamente emotivo entre ambos hermanos.

Pero antes contesto a su señora esposa.

-Id y saludad a vuestra familia, comunicale a tu tio que en cuanto pueda también deseo hablar con el. -Acompaño las palabras con una caricia por el brazo de Eura.

Cuando Eura se acercó a su tio Fayad este se levantó del barril casi de un salto. Sus hijas besarón a su prima en ambas mejillas y y sonrieron a la vez. Hacia tiempo que no la veian, tambien besarón a Amara, su hermanastra. Tras ellas, Melara hizo lo mismo, tanto con Eura como con Amara, no le importaba que su marido tubiera una bastarda de antes de su enlace, siendo de las islas de verano incluso aquello le pareció una muestra de su pasión por la familia y el amor.

Fayad estrechó en sus brazos a la unica hija de su hermano- ¿como esta mi sobrina?¿te trata bien esta gente?- Mientras hablaba se apartaba de su propia familia, para tener mayor intimidad con Eura- ¿que hay de tu esposo? como esta tras la muerte de su padre?-

Tenía todavía el asunto del hermano del señor en mente. No había aceptado la hospitalidad de la casa, lo cual suponía que no tenía que respetar a nadie ni a nada, pero alegaba ser parte de la familia, lo cual le obligaba a respetar las leyes. Estaba dándole vueltas a sus intenciones cuando su padre lo encontró.

-Padre- respondió devolviéndole el abrazo. Pensó unos segundos antes de responder, en una cena como aquella su lugar estaba cerca de su señor antes que con sus hombres, pero no había motivos para estar especialmente paranoicos, Alastor sabría juzgar bien la situación, y lo llamaría si hiciera falta. Además así el podría estar atento a conversaciones. Razones no le faltaban, y podría disfrutar de la compañía de su propia familia.

-Creo que podríamos sentarnos en la misma mesa en el banquete, la guardia está muy bien preparada, podrán pasar una cena sin mí- le respondió mientras lo guiaba hacia algún sitio donde pudiera sentarse. ¿-Hay algo que deba saber sobre nuestra casa-? le preguntó mientras, no estaría de más tener noticias.

Observaba a su hermano con seriedad, a pesar de haber pasado tanto tiempo sin verlo Alastor sentía mas ganas de golpearlo que de abrazarlo. Puede que fuese por ser el hermano menor, pero desde joven había sido descarado y despreocupado, demasiado consentido para el gusto de Alastor.
Y ahora volvía como si nada, haciendo insinuaciones que no le gustaban ni un pelo.

-¿Acaso has escuchado algo de lo que he dicho durante el discurso del funeral de padre? Eura es mi mujer y la madre de mis hijos ¿que insinúas que haga? Como he dicho pienso continuar con el legado de padre, el comercio con Lanza del sol continuara.

Mi hermano aun era demasiado pequeño como para entender nada de lo que sucedía, pero los excesos de gente no eran su fuerte, y no se despego de mi, cosa que a mi tampoco es que me importara mucho, quería a mi hermano con locura y me encantaban sus muestras de cariño y afecto por mi.

Cuando llegamos a la fortaleza y apareció Martha suspire aliviada, no solo era mi ayudante si no tambien una de mis amigas mas cercanas.

Con su pregunta asentí cogiendo de la mano al pequeño y yendo a mi habitación - Si será mejor que me prepare, no quisiera estar fuera de lugar en la cena y ahora mismo no es conmigo con quien desearan tratar si no con mis padres - Me agache mirando al pequeño - ¿Me ayudas a escoger un vestido apea la cena? Tengo que estar muy bonita - Seguí caminando hacia mi cuarto y en un tono mas bajo susurre a Martha - No he podido fijarme mucho la verdad, y no se si será el mejor momento para esas cosas... ¿No? ¿Tu crees que si? - La verdad es que ya comenzaba a sentirme ansiosa con ese tema, sabia que si yo no escogía pronto lo harían por mi y eso me daba aun mas miedo... 

Sonreí ante el cariño de mi esposo. Es un buen hombre, y a últimas fechas siento que demasiado para mí. Para lo que merezco.

Mi relación con Leviathan es un nivel diferente. Para nosotros los dornienses, nuestros amantes son como nuestros esposos y esposas. Me he estado cuidando. Mis hijos son los de Alastor, nacieron de su semilla y sangre.

Alastor es cariño. Leviathan es pasión y amor. Los sentimientos también son a un nivel diferente.

Con una sonrisa y dignidad me acerco a mis primas, acompañada de Amara. Las abracé y besé también en ambas mejillas, ¡como las he extrañado! Solo tengo gratitud y cariño para mi señora tía. Pocas familias pueden realmente hacer sentir orgullosos a sus integrantes por la relación más que por el nombre. Camino a paso lento, siguiendo el ritmo de mi tío Fayad.

- Resignado desde hace años - le contesto, tras asegurarle que estoy bien. He inculcado amor también entre mis hijos, y somos una buena familia - Estas rosas y flores son de delicada apariencia y más delicado orgullo, pero pese a las críticas he logrado cierto respeto. Mi señor esposo dio una buena idea de los roces que han habido, pero también no va a haber cambios más que en los títulos.

Le hablé de la vela que encendí a la madre y al desconocido, y le expliqué que lord Seathorn llevaba muchos años interiormente muerto.

- Solo mi hijo Gaheris podía penetrar esa tiniebla, pero ahora por fin ha encontrado descanzo. Alastor llevaba todas las funciones, así que en ese lado todo seguirá igual. Le gustaría tener una plática, por cierto, contigo.

Desde mi lugar le dediqué una larga mirada a Alastor, con simpatía y aliento, antes de bajar un poco el rostro. Alcé la mirada, buscando la de mi tío.

- Hablame de mi señora madre. ¿Como se encuentra?

- Si se invitase solo a la familia los protocolos se romperian- Se sentó en una de las sillas de la mesa principal, aunque ese no era su sitio en el banquete ni mucho menos- muchos señores perderian oportunidades de mantener relacion. Mandarian mas espias a las tierras de sus vecinos y creceria la tensión. Es bueno que los señores vayan de un castillo a otro, las leyes de la hospitalidad les protegen, ademas- añadió mirando hacia la puerta de entrada- asi veremos de que pie cojea cada uno, y con quien guarda mas o menos afinidad-

Le revolvió el pelo a Gaheris con su ultimo comentario- Hay cosas que aun no puedes entender Gaheris, aunque no eres tan pequeño como a veces me hago creer. Pero acepto tu ayuda!- Le tendió la mano para sellar el pacto.