Partida Rol por web

Las palabras de Enzo eran amargas, pero no le faltaba razón. A saber lo que podría haber hecho Luigi y lo que haría después. Lo de Sal era otro rollo. No acababa de comprenderle. Total, que esto tenía que seguir.

-No decía de entrar por detrás, sino de echar un vistazo a ver si todo está tranquilo. Pero vale, entremos los tres por delante y que sea lo que tenga que ser. 

Filippo se encogió de hombros.

-Venga, vamos.

Luigi se levantó tras doblar su periódico, y se apresuró (pero sin correr) para sacar la cabeza a la calle y emitir un silbido a modo de aviso para los 3. Esperaba que se girara alguno, posiblemente Phillipo que era el que conocía más su forma de silbar.

shiirubiiii!!!

Eh, vosotros, aquí!!! algo no va normal...

Les habló sin levantar la voz, pues no era cuestión de que toda la calle se enterara...

El grupo escuchó a su espalda el silbido de Luigi, y su voz susurrante artándoles. Acaban de pasar por la lavandería del señor Renzo, de donde asomaba medio cuerpo del mecánico haciéndoles gestos para llamar su atención. No lo habían visto dentro al pasar, fingiendo que leía un periódico mientras vigilaba la frutería, puesto que ellos también tenían la frutería en el punto de mira de sus preocupaciones. De hecho, Enzo no se enteró del silbido y se metió en Gino´s sin mirar atrás.

Luigi decía que algo no iba bien, y a Sal también le daba esa sensación aunque no sabía por qué. Por más que miraba la frutería, y la calle, todo le parecía normal. Sin embargo había algo que no cuadraba, y no sabía identificar qué era.

Filippo se giró al escuchar la voz de su primo. Parecía que había vuelto en sí, pero sabía que era mejor no hacerse ilusiones. 

-Ah, estabas ahí. Sí, es obvio que aquí pasa algo raro ¿Qué has visto?

Sonrió a Rosie, cuando quieras. No era muy guapa, pero era simpática y en cualquier caso, la adoración era lo más  importante para Enzo. ¡Ja! respondió a Matilde sonriente, seguro… no me creo que sea lo único en lo que no le hacéis caso, dijo mientras se acababa el azucarillo, y ella desparecedla debajo de la barra ordenando algo. Rosie estaba recogiendo los trastos de una mesa, cuando al mirar fuera, Enzo vio a Sal y Filippo acucamados donde la lavandería la esquina. Estaban hablando con medio cuerpo… con…  ¿¿Bacoli??. Miró a Rosie nuevamente que acababa de limpiar las mesas cercanas rutinariamente. El local parecía tranquilo, pero era mala hora, empezarían a venir a comer. A quien se le ocurre venir ahora a ver a Genaro. Se acercó.

- Rosie, estoy preocupado por Alex. A lo mejor le han metido en algunas cosas… que no le vienen bien ¿sabes? Lo aprecio. No quiero que le pase nada, pero va a hacer alguna tontería. Jugueteaba con el cenicero de la mesa donde había apoyado sus posaderas la buena de Rosita Bucano, con las manos sobre un mandil. Empujó el sombreo hacia arriba con gesto desenfadado. - Han tenido problemas con alguna gente. En la frutería aclaró señalando con la cabeza. Y lo mismo se han juntado con gente que los quiere mal.

- No os quedan muchas naranjas, dijo cambiando el tono con un cabeceo a la barra. - A lo mejor se acaban ponía ojos de cordero degollado, pero sin ocultar que se aguantaba la risa, Mira, le dijo en confidencia, si por lo que sea tenéis que pasar a comprarles un kilito antes de que cierren… luego me cuentas quien hay por ahí ¿vale? señaló al otro lado de la calle - Y si no, no hay problema, eh, le toco el brazo cariñosamente - Seguro que no pasa nada y por la tarde venimos a por una tarta. Puso una sonrisa final quitándose hierro, y saludó a las dos con el sombrero preparándose para salir.

Desde fuera se pudo ver una figura en la barra departiendo con una rubia, y luego charlando con Rosie al lado de una de las mesas. Tras unas palabras, se ajustó el sombrero y las solapas del abrigo. Giro a la derecha al salir embozado hasta las mejillas, y en la esquina correteo al otro lado de la acera en dirección a la tintorería.

Se colocó de forma que pudiera ver la puerta de Gino’s y asintió en dirección a Filippo y Sal. Miró a Bacoli, frunciendo el entrecejo. Hablaban de que la situación era rara. De qué habrían preparado algo para darnos por el culo. ¡JA! claro. Muy honrados somos, puntuales, con la hora y el sitio acordados. A Sal se le veía especialmente preocupado, y eso confirmó el sentimiento de intranquilidad en la nuca de Enzo. - ¿sabéis algo concreto? Mientras hablaban se giró sobre si mismo un momento, mirando hacia arriba, a la azotea del edificio de enfrente, y hacia los pisos por encima de la lavandería. Se fijaba en las escaleras de incendios que decoraban los edificios. Se mordió el labio inferior y se le oyó murmurar hay otras formas de hablar.

Volteó la cabeza al oír el silbido. Al reconocer a Bacoli sonrió nervioso.

-Es a nosotros, guapo?- bromeó. -Qué hay?

Buenas, ya hace un buen rato que la típica cola no existe. Los pocos que se acercan a la tienda están un breve momento y siguen su camino o se dan la vuelta. Desde luego así no va a hacer el dinero que necesita.

Pienso que puedan haberse parapetado dentro con alguna escopeta o algo similar. Que yo sepa la puerta del callejón estaba cerrada con cerrojo.

Entrar a la brava por la puerta principal puede que no sea la mejor idea... La acumulación de cajas y basura que hay en el callejón, bien servirían para provocar un incendio, cosa que podría abrir brecha por esa puerta trasera, pero llamaría tanto la atención, que vendrían los bomberos y la policía. No lo tengo claro...

Se podría mandar a un "ragazzo" con una nota, pidiendo a Don Genaro que fuera al Gino's con el dinero, si no quería que las cosas empeoraran. Al chavalillo con unos centavos lo tenemos contento, dudo que le hagan nada, no podrán decir que no estaban advertidos, y en el Gino's, dudo que Don Genaro se atreva a ninguna tontería, delante de todos?

No se que opináis.

Parecía que el estar solo un tiempo había servido para que su primo aclarase las ideas y concluyese que pasar de todo no era la mejor idea. Era mejor pasar página sobre lo sucedido.

-Bueno, esto confirma mis sospechas. Y sí, confirma que no tiene en mente pagar. Me parece buena idea mandar un muchacho con una nota. Y si no lo hace, podemos prender fuego al local. Nos acercamos embozados, lo rociamos  por fuera con gasolina y le plantamos fuego. Algo así no se lo esperarán.

-No no, fuego no... -negó Sal. Él mismo había amenazado con aquello a Genaro, pero no se le ocurriría pasar de ahí. -Podría liarse muy gorda* y no sacaríamos nada en limpio.  Lo del ragazzo no es mala idea, pero si se han parapetado no saldrá a pagar, claro, y significaría avisar de que estamos aquí.

Se pasó la mano por el pelo, pensando.

-Podríamos intentar forzar la puerta trasera** o bien ser pacientes y esperar a última hora, no se quedarán a dormir ahí...

Al escuchar a Bacoli se echó el sombreo para atrás, como hacía cuando descansaba un rato en la barra con Luca el “Bello”, mirando a las nuevas señoritas entrar a su turno en el circulo del breakaway. Enarcó una ceja. Su tono era gélido, denotaba más cansancio que hostilidad. Dos ostias a Genaro no. Ocuparte de Alex no. Pero ¿prenderle fuego al edificio? sin problema. Tu tienes la maquinaria suelta dijo sonriendo incrédulamente, pero sin malicia…  oye… no te voy a interrumpir yo la lucidez. 

Se giró hablando a Sal y Filippo. - Claro que no van a pagar, y claro que nos quieren dar por culo. Está claro, pero dijo levantando las manos… me alegro de estemos todos ya en la misma pagina. ¿un bambino? Mandadlo dijo encogiéndose de hombros, pero cual es el mensaje ¿Sal de ahí Genaro que te queremos partir la cara? En cualquier caso, mejor esperad a que cierren. Puede que Rosie dijo cabeceando hacia Gino’s, se pase ahora por la frutería a comprar algo y nos echa un vistazo. Si queréis entrar a las bravas, lo primero que hace falta es saber quién hay dentro dijo como explicación a las miradas que le echaron.  Por atrás si... dijo dudando... se puede, pero lo mejor sería encontrar una entrada al edificio por la azotea, señaló hacía arriba. Hablar de partirse la cara a golpes a Filippo y Sal, le seguía resultando un poco extraño. 

- Pero si... dijo asintiendo a Sal... no hay por qué entrar a lo bruto, ni quemarlos vivos... eh... por ahora... dijo a Filippo... ¿a quién le importa que unos paisanos se parapeten ahí? Estarán meándose encima, y si no lo están, solo hay que recodarle a Genaro que debería. Por mi, como si quieren echar el día ahí. Se encogió de hombros otra vez. Tendrán que cerrar. Tendrán que irse a su casa. Tienen familia. ¿eh? dijo con si fuera evidente. Yo no mandaría a cualquier bambino, concluyó con una sonrisa. Yo iría ahora mismo a casa de Genaro, a tomarme un cafe con la señora. Uno o dos se quedan con la familia tranquilamente. Los otros vuelven con la bambina y ella es la que entra a decirle a su padre que nos han invitado a casa a comer, y que quei pagliacci hizo un gesto despectivo en dirección a la frutería vayan saliendo de uno en uno y sin hacer ruido. Ese es el mensaje, y si Genaro sabe lo que hacer, la única forma de que no acabe nadie en una bolsa. Si queréis, voy, dijo con un gesto de las manos, miró el reloj en la pared de la lavandería, en 30 min estamos de vuelta. Seguro que siguen ahí, cada vez más cagados. Sonrió. Alguien tendría que quedarse a vigilar, y por lo menos uno venir conmigo ¿o... os parece mejor entrar a tiros? miró a Filippo y a Sal con gesto escéptico.

Lo siento, pero meter a la familia no me parece correcto. El que no paga es Genaro. Si la mujer de Genaro tiene familia, hermanos, primos etc,  estaremos ensanchando el circulo de gente que se pondrá en contra de Luciano y sus hombres. Al final será una situación poco interesante, y no creo que busquen eso. De hecho su sobrino ya está demasiado metido y le va a salpicar.

Entrar forzando la puerta? lo dudo, ya os he dicho que la puerta tiene un cerrojo, por el ruido diría que un pasador, eso no se abre con ganzúas. Volar la puerta a tiros es fácil, pero demasiado ruido. Creo que esperan que seamos más sutiles... mucho ruido requiere luego sobornar a la poli con más dinero del que sacan de todo esto.

Lo del fuego, no era quemar la casa, era más quemar la puerta de atrás, esa del cerrojo... Si se hace eso, o salen por delante, o por detrás, pero pueden tener más problemas... Aunque es cierto que no somos unos ases  en eso del uso de armas. Insisto en que eso también llamará mucho la atención.

Lo de entrar por el tejado, llevo 3horas dándole vueltas y no entiendo como. La tienda da a caso al tejado? hay una ruta directa? si no es así de que te sirve? saldrás a la escalera y de allí a la calle?

Y por último, por no pagar la primera vez, la mano destrozada, por no pagar la segunda, amenazamos con matar a su familia, porqué sin decirlo es lo que has insinuado, por lo tanto, entiendo que si dispara una escopeta o usa un arma blanca contra alguno de nosotros, ponderando la situación, deberemos matar a su familia entera, como escarmiento y que el resto de convecinos del barrio se lo piensen antes de no pagar, no? Vamos que lla amenaza (o farol) deberá realizarse...

Es eso no? porque no le veo términos medios...

No lo veo claro... Alguien recuerda si en la tienda tienen telefono? porque si no puede avisar a su familia, con mandarle una nota de que si no sale y paga, vamos a por ellos a su casa, sería suficiente para obligarle a salir, por las buenas o por las malas, pero creo yo que entonces si saldran. 

No le había preguntado a Bacoli. Era evidente. Pero era de esperar que el mecánico se sintiera impelido a proteger el honor de alguien. Enzo miró al suelo. La situación con Bacoli pendía de un hilo, y aunque no quería provocarle, le gustaría verdaderamente hablar con Sal y Filippo, así que respondió - No ves términos intermedios porque no tienes imaginación, sonrió con el sombrero echado para atrás - y crees que el resto del mundo es tan bruto como tú. Se te ve mucho más por la labor de gánster, vale... ¿pero porque no oímos lo que piensan ellos, los que si que van a entrar? ... y si tu quieres ir yendo a pedirles las llaves del coche ese que querías quedarte vigilando… ya sabes… hizo al aire, calle abajo.

Se giró otra vez a Sal y Filippo. Un águila… sonrisa sin decirlo, dice, he insinuado con amenazar a la familia. Se dio dos toquecitos en la sien. Ya sabía yo que no se le pasa una. Pero que les va a parecer mal, dice. Amplia sonrisa. Genaro, su señora, sus primos y la madre que parió a todo Dios debe entender que se paga o hay consecuencias. Punto. Joder se abrió de brazos ¿es tan difícil metérselo en la mollera? A quién le importa la opinión que tengan los primos del pueblo de la Sra Schimilliani de Lucky, o de mi, o de ti. Tenemos un trabajo. Lucky les cae mal dijo con exasperación. Yo les caigo mal. Tú les caes mal le dijo a Sal. Maal, dijo mirando a Bacoli. Ya le caes maaaaal a toda la familia de Don Genaro Schimilliani, Luigi. Todos nosotros dijo haciendo un gesto circular. De nuevo a Filippo y Sal. Le parece bien amenazarles pero de boquilla ¿que le decimos a Genaro? ¡ey! ¡los de ahí dentro! dijo parodiando la voz ronca de un policía en un atraco a un banco. - Maaal chico Genaro, que nos ha dicho un pajarito que nos quieres volar la cabeza ¿eh canalla? con retranca… va, venga, sal y pelillos a la mar eh, que si no… dijo exagerando … nos lo vamos a acabar tomando en serio eh, y... y vamos a tu casa, eeeh… un teatrillo como si hablara con un bebe imaginario… ay que vamos a tu casa, tontorrón… ay que no nos hagas enfadar eh… que somos muy malos eh. 

- Bah, no me jodas El movimiento se demuestra andando. ¿Quieres ir a su casa? Vas ¿Queréis entrar como brutos? vale, sacad las piezas esas y vamos. Y a ver cómo se nos da una vez dentro, que lo de dispararle a Alex a la cara seguro que nos es un drama, dijo desafiante. Pero si tenemos dos dedos de frente, no hay que montar un circo. Podemos ofrecerle una salida a Genaro y si no la toma ni al ver a su hija o a su señora… Sí. Luigi, le dijo, esperamos tranquilamente y le Men-Ti-Mos dijo marcándole las sílabas al mecánico… le decimos que la hemos mandado con Genovese y que va a hacer con ella lo que quiera. Y a quien ostias salga de ahí para ir a mear o armado para darnos nuestro merecido le partimos la mandíbula. Después lidiamos con Genaro. Bah… dijo apoyándose en la pared como si ya lo hubiera dicho todo, sacando un cigarrillo.

De pronto se acordó de algo. ¿Sabéis si el edificio es como los de Henry St? Parece… alternaba la mirada de la puerta de pisos al lado de la lavandería a las escaleras de incendio y la parte superior. – Ahí, los locales son el piso bajo, dijo mirando a Bacoli de forma más distendida y práctica, con una puerta a la escalera. La de la frutería no sé a donde dará por dentro. Lo mismo la han cegado dijo encogiéndose de hombros. 

-Bueno, pues si descartamos el fuego, descartamos ir a echar un vistazo disimuladamente y descartamos entrar por delante, no se me ocurren más opciones-dijo Filippo-Meter a la familia, no lo veo. Y no creo que le guste a Lucky, ni a Maseria. 

Pensó un momento.

-Lo de prender los desperdicios en la parte trasera, podría funcionar. Si conseguimos que creen humo y los obliguen a salir, obtendremos una ventaja. 

Se encogió de hombros. 

-No se me ocurren mucho más opciones. Al menos, que sean aceptables.
 

Sal dedicó a Enzo una mirada severa, un "tengamos la fiesta en paz" no disimulado. No era momento de lanzarse pullas, era el momento de resolver una situación peliaguda.

-Luigi y Filippo tienen razón; si secuestramos a la familia hay que estar dispuesto a cumplir la amenaza, y si realmente no tiene el dinero... Imagínate la situación: "Hola Lucky, mira, el dinero no lo hemos conseguido, pero le hemos pegado fuego a la tienda, bueno, a toda la manzana, y todos muertos. Ah, y hemos rajado a su hija y a su mujer." Regular -terminó el razonamiento moviendo la mano de lado a lado.

-Y sin embargo... Amenazar con ello puede ser una buena baza, en caso de que realmente se la esté jugando por esa miseria; no recuerdo que tenga teléfono para poder comprobarlo.* Pero mejor dejar esta baza para el final. Y es una excelente idea, Enzo, que esa camarera tuya se asome y nos cuente cuántos son y si los ve armados. Como alternativa, si hay que echar un vistazo por una ventana, yo me ofrezco. A partir de ahí podremos decidir qué hacer.

Pero quedaban pendientes otras cuestiones. -No sé si el edificio tendrá un patio interior.** Sería un buen apoyo para tener otro acceso y pillarlos desprevenidos. Y si queréis usar fuego, mejor humo: se rompe una ventana y se les cuela unos papelajos encendidos, bien pringados en aceite, o algo de goma, algo que o los deje medio asfixiados o los obligue a salir.

Miró a los otros uno a uno, evaluando sus expresiones y esperando sus reacciones. -De todas formas -concluyó-, si va a liarse, yo tiraré de hierro.*** No se me da bien partir mandíbulas. Por eso preferiría una salida dialogada, aunque no me parece probable. Y si hay tiros, habrá que ser rápidos. Meter lo que podamos en el coche y desaparecer. Tal vez ni siquiera sea buena idea ir todos a Scarpato's inmediatamente, sino separarnos y que uno se encargue de llevar lo que sea a Lucky mañana. Mejor dejarlo hablado antes de que empiece todo. Qué os parece.

Se rascaba la barbilla y fruncía el ceño, asomando la cabeza a la calle en dirección a la frutería. -¿Quiénes creéis que serán esos tipos, de dónde los habrá sacado?

El grupo estaba seguro de que Genaro y Alessandro se habían atrincherado en la tienda de alguna forma y estaban esperando su llegada para montarles un buen lío. Sin duda una valiente decisión para un tendero que apenas era capaz de conseguir doscientos dólares para saldar la deuda que ya le había costado un par de dedos rotos. Luigi tenía razón en cuanto al edificio, las viviendas estaban desligadas del local de la frutería y éste tan sólo tenía la entrada principal y una trasera, que como bien apuntaba el mecánico había sido cerrada a cal y canto con un cerrojo, que a él le parecía, a juzgar por el ruido que había escuchado, uno de considerable tamaño. Don Genaro, además, no vivía en aquel edificio, sino un par de calles más allá, todos conocían su casa y lo habían visto salir de la tienda a la hora de cerrar en innumerables ocasiones. Por lo que sería raro que tuviera una entrada que conectara con el interior del edificio, y de haberla probablemente estaría tapiada para evitar hurtos furtivos de fruta en las noches. La frutería tampoco tenía teléfono, los pedidos se realizaban de la forma más rudimentaria posible: llevando una nota a la frutería, normalmente era el más pequeño de la familia del cliente quien corría calle abajo y calle arriba para encargarse de llevar las listas de pedidos de su madre a las tiendas correspondientes.

Mientras los cuatro discutían como proceder con el plan, y elucubraban sobre los más diversos peligros y situaciones a los que podrían tener que hacer frente, Rosie, la camarera del Gino´s, salió del restaurante con la cesta de las naranjas bajo el brazo y cruzó la calle hasta la frutería. Trató de abrir la puerta sin éxito y después echó un vistazo al interior a través del cristal. Llamó un par de veces y después se giró para regresar por donde había venido. Al ver a la panda reunida al otro lado de la acera se dirigió hacia ellos.

-Hola, chicos. Que raro, Enzo. El señor Schilliamini tiene la tienda cerrada. Hay algunas cajas tiradas por el suelo y la fruta está desparramada. Me ha parecido ver a Don Genaro asomar la cabeza desde la puerta de la despensa, pero le he llamado y no me ha hecho caso. ¿Ocurre algo malo?

Se río cínicamente al ver las malas pulgas de Sal. Estaba acostumbrado a tensar la cuerda más allá de la comodidad para un tipo tan estirado como Marrone. Era divertido. El asunto con Bacoli no estaba ni mucho menos acabado, pero incluso en la inerme conciencia de Enzo se oía algo que decía “para otro rato”. De lejos, pero se oía. Un tema practico. Había problemas, y al fin y al cabo, el mecánico parecía avenido a trabajar. No todo el mundo disfrutaba con los mismos pequeños placeres que el chico de los Pagnotto.

- ¿secuestrar? que palabra tan fuerte le dijo a Sal echándose para atrás como suavizando el tema, medio en broma medio en serio ¿quién ha hablado de secuestrar? Y que manía con lo de cumplir las amenazas. Joder. Que pesimismo. La gente es razonable, dijo más en serio. Es mejor ser honestos con ellos. Si se les explican las cosas, claras, con la motivación adecuada, lo entienden. Y que hay más claro que enseñarle lo que se jue… pero de repente vio como una camarera cruzaba la calle. Se calló con un cabeceo en su dirección. Observaron a la pequeña figura de Rosie Buccano inspeccionar la entrada. Parecían un cuarteto esperando a que los sacaran a bailar, los cuatro mirando a lo largo de la calle. 

- Rosie le dijo adelantándose cuando llegó a su altura. Inspeccionaba de forma cariñosa el cesto de naranjas. ¿si? no, no, tranquila, seguro que es nada. Pero si te ha parecido raro, ahora nos pasamos y nos aseguramos de que todo esta bien, la mano el brazo. No vaya a ser que Alex haya tenido algún problema le dijo. Se le acercó y le dijo algo más en voz baja. Y luego pasó a por esa tarta eh. Guárdame una de limón, acabó con una sonrisa inocente y un apretón leve en el brazo de la señorita.

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Una vez que Rosie departió con los demás, y ya se alejaba camino de Gino’s, Enzo se giró sonriendo, primero enfrente, a Sal y Filippo, luego a Bacoli con una ceja alzada. - Bueno, parece que no hay tanta gente... y ya han debido de tener jaleo de algún tipo. Vete a saber. Veo que no se lo queréis explicar a la familia tranquilamente… dejó con sorna en el aire, os equivocáis en preferir ir a lo bruto, pero... no os voy a dejar solos así que parece que solo hay que decidir por dónde entramos. Dices que ni patio ni escalera... pensó un segundo y girándose ¿Luigi? ¿tú te ves capaz de forzar con una palanca la puerta de atras? Lo digo porque unos pueden ir por delante y llamar a Genaro, intentarle convencer de que salga, amenazarle de “boquilla”  si queréis repitió con guasa a Sal y Filippo  porque ahumarlos es un numerito. Si sale, bien, si no, romper la puerta de cristal por delante y cuando vayan hacia la entrada, reventamos la de atrás por si hay varios dentro. Si quieres tú y yo, dijo encogiéndose de hombros en dirección a Luigi. Pero vaya, como queréis. Es lo que decía Filippo, si nada vale menos entrar, entramos. Y si queréis esperar hasta que Genaro eche raíces, también me parece buen plan. Me tomo la tarta ahora dijo distendidamente hacia Gino’s

En el taller tengo una palanca de medio metro, que uso para la reparación de ruedas, y un tubo de unos 70 cm de largo, hueco, donde puedo ponerle dicha palanca. En total metro y poco de largo. Con eso se puede hacer fuerza y palanca, pero si no hacemos saltar las bisagras, el cerrojo no lo moveremos, y no será silencioso.

Como gustarme, me gustaria más que me dieran una excusa para actuar con contundencia, no empezar yo. Ejemplo, si me amenazaran o me dispararan con una escopeta, aunque eso sería muy peligroso.

Mmm, tengo en el taller una chapa de unos 4 milímetros de grueso, me la agencie para ponerla detrás del colchón que tengo en el patio, para cuando practicaba con el arma. No quería que me jodiera la pared.

Podria hacerme un peto protector y acercarme a pedir el pago... Si me disparan a la cabeza, os podréis atribuir el triunfo, a mi me dará lo mismo, pero si me disparan al torso, lo habrán dejado claro y yo seguiré vivo...y no me andaré con contemplaciones. A parte ya sabréis a que ateneros.

Necesito unas 2 horas para ir a por esto último y ultimar detalles para ajustármelo un poco. No me moveré rápido con eso, pero servirá para evitar un ataque directo, creo...

Sobre que han tenido jaleo? no he visto nada ni oído nada tampoco... Puede ser que se hayan peleado Alex y Genaro? o que hayan volcado material para dificultar la entrada?

Claro!!! ya lo tengo... esto lo estudié... era sencillo... química básica. Puedo preparar dos botellas con una mezcla de Aguafuerte y lejía, productos que todo el mundo tiene en casa para limpiar. En el taller tengo... Dicha mezcla produce unos gases tóxicos que en lugares cerrados producen el desmayo y si se está demasiado tiempo expuesto podrían producir un paro cardiaco... pero no creo que eso ocurra. Lo normal es que salgan entre toses o se desmayen. Con abrir ventanas y puertas y hacer correr el aire suficiente... Lo puedo preparar en el patio y traerlo. si se desmayan entramos y abrimos todo, si salen, perfecto... y si abren ellos pero no salen, nos facilitan la entrada... Como no caí en el detalle, jaaa Bacoli, si usaras mas la cabeza...

Que me decís?

- Enzo asintió a la palanca. - Si, eso. Eso nos va a venir bien.

- je je intentó contener la risa je je je JE JA JA  Imposible. Rompió con ganas al oír a Bacoli plantear que, en un rato, volvía acorazado. Se reía sin mala baba ni doble intención. Honestamente. Joder, Bacoli… el tono era de incredulidad, sin animadversión, que estampa. Intentaba aguantar el ataque, pero le costaba no imaginarse al hombre, con casco, vestido con dos placas de 1.5mx1m paseando por Mulberry St, entrando en una frutería vacía con el cañón de un 35 asomando en el medio del panel por un huequito, girando rígidamente a un lado y a otro  - Lo mismo no hay tanta gente y dijo todavía entrecortándose…. vamos a traer al 2nd pelotón paracaidista sin ir a la puerta a decir hola ni nada... ay… cuando empezó a hablar de química todavía seguía sonriendo… ay… que imagen… se restregó unas lagrimillas y miró a los tres sonriendo. - Como veáis… dijo con un gesto. Ahora o después, y para que salgan lo que sea, amenazas, humo, lejías…

- A ver ¿vosotros qué queréis? les dijo ¿entrar por los lados? ¿vigilar atrás y ahumarles o lo que sea para que salgan por delante? ¿ir a preguntar primero?

- Ah, y Sal, llevabas razón... si nos separamos mejor quedamos ¿dónde? a las 8 en ¿el Bar de Rocco?