Partida Rol por web

Llama Fantasma, turno 1

No sabes muy bien porqué te han sacado de clase tan a primera hora, pero uno de los auxiliares de servicio se pasó por clase para notificarte que debías presentarte en el despacho del rector, nada menos. Saliste de tu facultad y paseaste entre el verde del campus hasta llegar al Rectorado, un antiguo edificio blanco de aspecto clásico que se extiende desde una imponente cúpula. Te llamó la atención encontrarte a sus puertas varios coches negros con las lunas tintadas, de aspecto sólido e institucional, y a varios policías esperando junto a sus motos.

Un burócrata te llevó al despacho del Rector, (lo cierto es que no habías ido nunca), y te hizo un gesto para que pasaras. Sin embargo, al entrar no te encontraste a quien esperabas. El despacho era impresionante, con una alfombra roja, un escritorio de roble, paredes enmaderadas y un montón de retratos de antiguos rectores. Pero lo más impresionante era quién lo ocupaba: el Alcalde del Protectorado.

El hombre permanecía sentado en el lugar del rector, con una sonrisa lobuna en la boca, un puro entre los dientes y los pies sobre la tapicería del escritorio. Detrás de él, una mujer imponentemente grande y atlética permanecía quieta como una esfinge, envuelta en una armadura tecnológica de colores negro, azul y blanco.

(Sigue, no postees aún)

El hombre tras el escritorio, (uno de los hombres más poderosos del país, y probablemente del mundo), bajó los pies con displicencia y le hizo un gesto a su acompañante. "Sim, quédate junto a la puerta. Que no entre nadie, quiero entrevistar a este joven estudiante", afirmó.

(Sigue...)

La mujer, sin decir nada y con movimientos mecánicos y estudiados, pasó a tu lado echándote una mirada imperturbable de arriba a abajo, y al llegar a la puerta se plantó frente a ella y puso la palma sobre su superficie.

(Sigue...)

El hombre al otro lado del escritorio te guiña un ojo y señala a la mujer con la barbilla. "Parece una chica normal, ¿eh?. Pero ahora nadie puede abrir esa puerta. A menos que sea alguien capaz de mover un elefante, o algo así", termina con una risa entre los dientes. Quitándose el puro de la boca, se levanta y se pasea lentamente hasta ti.

"Bueeno, te preguntarás porqué te he hecho venir... perdona las molestias. En realidad es sólo trámite, es algo que quería hacer desde hace tiempo, pero ya sabes. Soy un tipo ocupado", dice guiñándote un ojo. "El hecho es que me he estado informando del incidente en el que falleció el Dr. Valerius, y ya sabes, hubo llamas verdes y esas cosas. Y ahora tenemos a un tipo llameantemente verde flotando por ahí. Tú estuviste presente, y me gustaría preguntarte si sabes algo al respecto. O sea, he leído el informe, pero quizás había alguien más presente, no sé, algún bedel o alguien del servicio de limpieza que sufrió algún accidente y ahora es, ya sabes, verde...", se encoge de hombros. "Quizás te asustaste y no lo comentaste, no sé. Tengo la corazonada de que lo que le pasó a Valerius está relacionado con ese... héroe", termina encogiéndose de hombros.

"¿Qué me dices?. ¿Alguna información?", te pregunta sonriente. "Puedes confiar en mí".

(Sigue...)

¿Le confesarás tu secreto?. ¿Dirás que había alguien más presente?. ¿O que no tiene nada que ver el incidente y la aparición de Llama Fantasma?. ¿Te harás el loco?. ¿Saldrás corriendo?. Es tu turno, y tu decisión.

Tienes el tiempo que quieras para responder, no hay prisa ;)

Tom parece turbado al escuchar las preguntas del Alcalde.

- Oh, vaya, Sr. Alcalde. No sé que decirle. Todo ocurrió muy rápido y está tan reciente... - en ese momento finge estar muy afectado, no deja de ser verdad. - Se abrió una especie de fisura que no llevaba a ningún sitio y las llamas comenzaron a salir y a extenderse por todos sitios. No recuerdo si había alguien más allí. Pero esas llamas atravesaban las paredes. Quizás hubiera alguien cerca del laboratorio y resultó afectado por ellas. Yo solo pude ver como el Prof. Valerius desaparecía y eché a correr para escapar de allí. Siento no poder ser de mucha ayuda.

El alcalde suspira y asiente con la cabeza antes de quitarse el puro de la boca, apoyado sobre el escritorio a tu lado. "Entiendo", afirma con la cabeza. "Debes ser todo un valiente después de lo que te pasó, hijo. Gracias por ayudar a tu ciudad", termina.

(Sigue...)

Sim te lleva hasta la puerta y el trajeado te despide con un gesto, antes de que te quedes fuera. No eres un buen mentiroso, pero lo cierto es que has sonado muy convincente. Y parece increíble que alguien como el poderoso Alcalde del Protectorado te haya creído, pero todo apunta en esa dirección. Ese día vuelves a casa con tranquilidad.

(Fin del turno. Siguiente turno en el número 1. No postees por ahora).