Partida Rol por web

Honor de Gladiador.

C20: Arena de Detritus.

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16/03/2009, 14:12
Master Oscuro.

HORTON:

- Acabas de ver morir al que durante tantos años fuera tu jefe en la banda de los Chuches. ¿Cuántas veces no habrás roto brazos o piernas por encargo siguiendo órdenes de Kurt el Narco? Cada vez que algún camello de poca monta se quería apropiar de una bolsita de polvo blanco que no era suya, cada vez que algún puñetero yonki no pagaba sus deudas, o cada vez que algún estúpido le decía a Kurt una palabra más alta que la otra.

- Tantos años trabajando para él, haciendo su trabajo sucio. Él confiaba en ti para que le protegieras y ahora es sólo un cadáver sanguinolento.

- ¿Y quién ha acabado matando a tu antiguo jefe? ¡Quién lo iba decir! ¡Bizcochito!

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16/03/2009, 15:41
Bella Mugiente.

Hoy no sera un dia como el resto de los que hemos vivido en la Escuela Amarilla, hoy es el primer combate al que tendremos que asistir. Me levanto meditabunda y estoy ensimismada en mis pensamientos hasta que los interrumpen trayendonos uno trajes amarillos que tendremos que vestir para el combate y ponen encima de la mesa central el desayuno. Un dulce olor invade la sala. Hoy no toca pan, tenemos gachas y el olor dulce era miel...dulce miel que trae incluida la racion de Flacucho. Babosa come con ganas un trozo de carne. Estan tratando bien a aquellos de los que esperan que den vida al circo hoy.

Nos llevan al circo, exponiendonos a la vista de la gente que curiosa se acerca a mirarnos y comentan en voz alta, cosas buenas para unos y no tantas para otros. Miro a la gente que se nos acerca, escucho sus comentarios. ¿Como pueden estar tan excitados y animados sabiendo que hoy va a morir una persona y que la sangre correra por la arena? No lo entiendo...Pero escucho los comentarios como si no se dirigieran a nosotros, como si yo no estuviera alli.

Llegamos al circo, pasillos y pasillos con poca luz, ya no recuerdo el camino hasta la entrada. Nos introducen en lo que dicen que es la zona reservada a nuestra escuela y nos sientan en la mesa. No estamos solo nosotros, hay curanderos del circo que se encargaran de atender a...¿Babosa? Un escalofrio recorre mi espalda.

En el exterior poco a poco empieza a escucharse a la gente que esta entrando. Un leve susurro al principio, subiendo de nivel hasta convertirse en un griterio incontrolado y sediento de diversion sangrienta. Suenan las trompetas, comienza la fiesta. Lo oigo todo sentada en la mesa de la que no me he levantado desde que hemos llegado, fija mi mirada en las vetas de la madera rayada, usada y con manchas negras...¿sera de sangre de algun otro gladiador?

Mis pensamientos se ven rotos cuando nos informan que tenemos que salir a desfilar a la arena, para que todos los que han venido a vernos esta tarde conozcan a los nuevos integrantes de las dos escuelas. Me toca salir la segunda. Otra sesion de miradas, comentarios, insultos y risas. Antes habia oido hablar de los circos, ¿asi que eran esto? ¿que hay de divertido en esto? ¿no ven que somos como ellos? escucho hablar de apuestas... ¿se apuesta dinero por ver morir o herir a otra persona? No concibo esto, esto no puede existir de verdad...

Volvemos a la sala y sacan solo a Flacucho, es su turno. Lo escucho todo desde mitad de la sala en donde me he quedado de pie sin saber que hacer con la mente sobresaturada de todo lo que estoy viviendo hoy. La realidad que me ha tocado vivir.

"!El narco se ha soltado!" alguno de mis compañeros grita asombrado ¿se ha soltado? podra herir a
Flacucho si se acerca a el...
Me vuelvo hacia las ventanas...todas ocupadas por mis compañeros.
Una pequeñita a la derecha libre, pero muy alta. "!Va hacia la integrante del equipo azul!"
Miro por la habitacion, cojo un taburete y lo coloco debajo de la ventana Espero que sea suficiente para poder ver algo me subo y poniendome de puntillas sobre el consigo ver la arena. No veo a Flacucho. Al fondo distingo a quien creo que es el narco, no veo a la chica del equipo azul "!Le ha dado!!Le ha dado a la chica!" Oh! esta detras de el, por eso no la veo desde aqui... Me intento asomar mas a la ventana y lo unico que consigo es volcar el taburete y terminar en el suelo.

"!Muerte! !Muerte! !Muerte! escucho fuera,la chica lo ha herido, ahora tiene que matarlo. Todo termina rapido. No he visto nada, no he querido volver a la ventana...no quiero ver eso.

Tambores, musica, baile, risas y griterio...gente pasandoselo increiblemente bien.

Turno del combate. La puerta se abre, cojen a Babosa y lo sacan de la habitacion, ni siquiera he podido desearle suerte. Miro el taburete, miro la ventana. Me coloco bien agarrada a los barrotes esta vez. El contrincante de Babosa aparece en la arena, desde aqui parece gigantesco y esta muy lejos de mi ventana. Es de la misma raza que Lagartija. Comienza el combate y una rapida carrera del lagarto pone a los dos contrincantes cara a cara. Que pequeño se ve Babosa desde aqui...

Sangre, sangre, sangre...solo veo a la terrible lagartija asestar golpes a Babosa. Mis pequeñitas manos aprietan fuertemente los barrotes de la ventana. Los nudillos blancos como la nieve, mis ojos completamente abiertos, incapaces de parpadear ni una sola vez. Mis dientes apretados contemplando la injusticia y el dolor de los que otros se rien y azuzan para que se impartan mas heridas. Babosa esta mal, muy mal. Consigue darle al lagarto. Ya hay sagre de ambos en la arena. Pero justo cuando se celebraba el golpe del enano en las gradas la lagartija sentencia el combate con su ultimo y feroz golpe. Babosa cae a la arena.

Un grito ahogado sale de mi garganta. No!

Mirando su cuerpo en la arena soy consciente, completamente consciente de que este es mi mundo ahora, de que lo que esta viviendo Babosa lo vivire yo, tal vez dentro de muy pocos dias. Es cierto lo que decian del circo, es real, aqui muere gente y la gente lo espera con ansias y alegria. Una realidad que yo nunca hubiera concebido ha tenido hoy lugar delante de mis ojos. Es real. Y yo estoy en la peor de las situaciones en este circo. Yo no vengo a divertirme sino a divertir...y a luchar por mi vida. Ahora soy consciente de ello mas que ningun dia desde que estoy aqui.

Pero ahora lo importante es Babosa. Babosa! porque no lo traen aqui! rapido!! rapido!!
Me bajo de un salto del taburete al ver que recojen a Babosa y lo sacan de la arena. Me dirijo hacia la puerta esperando que lo traigan, esperando verlo y saber que respira aun, que esos golpes no han sido mortales y aun se puede hacer algo....

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16/03/2009, 21:22
C20: ESCUELA AMARILLA

ARENA DE DETRITUS: SECCIÓN SUBTERRANEA DE LA ESCUELA AMARILLA:

- Flacucho ha sido derrotado, ha perdido la oportunidad de destacar y superar un tanto el prejuicio racial que la gente de Detritus siente hacia los elfos.

- Tras el combate entre Babosa y Marronoso, el enano es traído inconsciente y agonizante por los curanderos de la Arena y puesto sobre una mesa de madera en la parte de la enfermería. Al menos, parece que los curanderos conocen su trabajo, os hacen apartaros a todos y retiran el destrozado uniforme empapado de sangre que lleva Babosa.

- En un momento dado, Bella Mugiente se acerca chillando y llorando, los curanderos intentan apartarla, pero ella alcanza a tocar el pecho de Babosa. En ese momento se ve una limpia luz resplandeciente emanando de la mano de Bella y ambos enanos alcanzan a sentir el poder divino de Moradin, Padre de los Enanos. Instantes después, Babosa abre los ojos y parpadea confuso. Las heridas más graves parecen haber desaparecido por arte de magia, o más bien por intervención divina.

- Un tiempo después, todos sois conducidos de vuelta a las calles de la ciudad. Observáis que muchos guardias caminan cabizbajos, deprimidos. Limonero y el Instructor Amarillo no pronuncian palabra.

- Os llevan de vuelta a vuestra Escuela.

 

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16/03/2009, 21:29
C20: ESCUELA AZUL

ARENA DE DETRITUS: SECCIÓN SUBTERRANEA DE LA ESCUELA AZUL:

- De vuelta a la zona Azul de los subterráneos de la Arena todo es júbilo, incluso vuestros guardias gritan de alborozo y os abrazan movidos por la euforia.

- Alguien trae una barrica de vino y pronto todo el mundo tiene una jarra de vino en la mano.

- Herreforo está exultante y no para de felicitar a Bizcochito por el buen papel que ha hecho en los Juegos de hoy.

- Marronoso está bastante malherido, aunque su orgullo no le permite demostrarlo. Los curanderos le están atendiendo, aplicándole ungüentos curativos y suturando sus heridas. El Instructor Azul se acerca a él, le mira y asiente, obviamente orgulloso de su victoria.

- Tras un descanso, el Instructor Azul manda a Herreforo a recoger las ganancias del día. Cuando regresa (con una bolsa de monedas) volvéis a la Escuela Azul.

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16/03/2009, 21:36
C20: DETRITUS.

- Los luchadores y el personal de ambas Escuelas abandonan las instalaciones del circo por salidas opuestas, de regreso a sus respectivas Escuelas.

Notas de juego

- Salís todos de esta escena.

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17/03/2009, 13:22
[RIP] Flacucho.

El día pasa entre entrenamientos sencillos, mayormente carreras e instrucción con gladius y por la noche entrenamiento intensivo para quienes siguen entrenamientos especiales. La tensión del día siguiente se masca en el ambiente, todos sabemos lo que va a suceder, y percibimos que la intensidad de los ejercicios es menor. No quieren tenernos agotados para la siguiente jornada.

Conozco perfectamente mi misión, y esta no es de mi agrado, pero he tomado una decisión, lo haré. Lo haré por mis compañeros, lo haré para recuperar mi libertad, lo haré porque sé que mi vida, y la de mi oponente estarán en riesgo… se que nuestro oponente no dudará en mataros, es un asesino. Aun así la idea de matar no consigue acomodarse en mi cabeza. Kurt, el Narco.

La noche marcha con presteza y al despertar veo que la ropa ha cambiado, es un uniforme amarillo que al ponerme queda sorprendentemente bien para no haber sido confeccionado a medida.

El desayuno consiste en gachas de avena con azucar, miel y jengibre para Babosa y para mí. Parece que el día que hay un combate los condenados son recompensados con una ración mejor. Observo como Babosa recibe además un par de tiras de panceta frita… él será el que más arriesgará hoy. Tras pasar la mañana entre ejercicios ligeros comienza el calvario hacia la arena, recibiendo escupitajos, alabanzas y palabras de odio todos, pero especialmente los elfos.

¿Cómo puede caberles tanto odio, tantas ansias de sangre y de dolor dentro?

Al llegar a la arena nos conducen a unos subterráneos en los que para nada me siento a gusto…

Estoy deseando salir, este ambiente no es para los elfos…

No consigo fijar en mi mente prácticamente nada del subterráneo, a pesar de que según pasa el tiempo me voy habituando y mi vista mejora en la semipenumbra que reina.

Por fin en los vestuarios consigo retomar el control de mí mismo, agua, una enfermería con curanderos de la Arena que nos miran de forma hosca y una mesa con bancos para sentarse donde todos tomamos asiento con el Instructor y Limonero.

Pasan varias horas en las que el bullicio va creciendo y una opresiva sed de sangre empieza a filtrarse por las grietas del edificio. Al asomar por un ventanuco con más barrotes que espacio puedo admirar el espectáculo que se desarrolla fuera. Espectadores ansiosos de sangre, guardias de piel oscura paseando por la arena, extraños correteando en busca de algo… Tras un largo rato comienzan a resonar unas trompetas y percibo una reacción de tensión en los instructores. De pronto a través del ventanuco se onbserva como una docena de seres portan una lanza y una cadena que llega hasta el cuello de una persona. Uno de ellos clava un palo en mitad de la arena y sujeta al reo allí… ¿Kurt?

La gente abuchea y lanza objetos que son recogidos por los que se dedicaban a explorar la arena, y de pronto sale un número musical que hace que mis oídos chirrien al estar acostumbrado a las bellas canciones élficas.

Tras la música y el baile el Heraldo toma la palabra, su voz aumentada por alguna clase de dispositivo mágico que lleva en su collar. Anuncia las Pruebas de estos Juegos de Exhibición esplicando quien es el reo (Kurt, como había supuesto) y su condena a muerte en la Arena en el Desafío del Arquero.

Tras esto nos levantamos y no podemos ver nada más, aunque podemos percibir que el sonido varía y se modula de una forma distinta.

Vuelven a resonar las trompetas y se abre la Puerta Sur, por la que sale el Instructor Amarillo seguido de un enano cubierto de tatuajes, con un físico formidable.

-Babosa, luchador de la Escuela Amarilla!" – Anuncia el Heraldo

Tras ella va una enanita rubia con roetes, el público comienza a reír, mofándose sobre todo la zona de los afines a la escuela azul. El siguiente en entrar en la Arena es Champiñón y el Circo entero no puede aguantar las risas limpiándose las lágrimas de risa con la manga, repartiendo éste gestos obscenos al público.

Yo no lo haría, es animarles más a disfrutar.

Tras Champiñón entra un bicharraco pequeño y con cuernos, que muestra unos extraños dientes color violeta que recibe abucheos.

Mi turno. Y parece que paso casi inadvertido…

El siguiente es Lagartija, aclamado por el público, aunque muchos parecen decepcionados. Parece que fue la portada del GLADIATOR'S y se le veía muchísimo más grande y amenazador

Tras él pasa Pisaverde, un semielfo recibido con gritos de “Bastardo”.

Por último Princesita que tiene un efecto extraño en la multitud.

Se me hace entrega de un arco y un carcaj con 10 flechas con plumas de color amarillo… No son de la mejor manufactura, y salgo hacia la arena viendo a mi contrincante en frente.

-Si te mueves más de dos pasos más allá de la puerta serás eliminado. – dice un guardia.

Eliminado… vitalmente o de la prueba… será mejor no comprobarlo.

La puerta se cierra por completo a mi espalda emitiendo un sonido de veredicto, y de pronto la cadena de Kurt el Narco cae al suelo.

El delgado individuo forcejea con el palo hasta que lo desclava del suelo y entonces mira con una fría mirada de asesino primero hacia Flacucho y luego a Bizcochito más intensamente.

Incluso a esa distancia percibo en su mirada odio acumulado y ganas de derramar sangre, sin importarle de quién, realmente no merece vivir, pero no debería ser yo quién tomase parte en ese asunto.

Es una decisión que he tomado, que la Diosa me perdone y entienda mis actos.

Mantengo ambos pies firmes sin dejarme amilanar por la mirada del preso, alzo mi arco junto con una plegaria y tenso la cuerda agradeciendo los brazaletes que visto. Apunto y antes de disparar consigo percibir que no seré su objetivo, un motivo más para atacar, ha decidido ir a por el rival más débil, no hay honor y debo proteger la vida de mi oponente en el duelo. Mi intención no es matar, es salvar.

Entre estos pensamientos suelto la cuerda que restaña y una flecha parte de mis manos silbando en el aire, hasta clavarse en la espalda del reo, que ha salido corriendo hacia Bizcochito a gran velocidad. Veo que sólo tendré una oportunidad más por la distancia

Si tuviese mi arco y mis flechas…

Veo como Bizcochito lanza una flecha que impacta y tras cargar la mía y lanzarla veo que no impacta, y que está demasiado lejos como para poder intentar otro disparo. En ese momento me pongo en cuclillas y observo el combate que se desarrolla ante mis ojos sin poder hacer nada. Veo como Bizcochito evita los golpes de un rival que por segundos pierde sus fuerzas hasta que cae al suelo y el Maestro de ceremonias se levanta.

-¿Cuál es el veredicto del público?

¡¡MUERTE!!, ¡¡MUERTE!!, ¡¡MUERTE!!

-¡Que muera el reo! – dice el Maestro de ceremonias. El Gobernador ha alzado la mano el pulgar claramente hacia abajo.

Bizcochito hunde el gladius que un guardia acaba de tenderle y acaba con la vida del infame Kurt.

No envidio su triunfo…

Eldorin se deja llevar desde ese momento hasta que ve a Babosa en muy mal estado. Tan sólo trata de buscar el sentido a esta existencia, el ansia de sangre, la búsqueda del dolor ajeno…

No hay esperanza para esta gente. Un meteorito debería acabar con ellos.

Tras finalizar todo se da cuenta de que su escuela ha perdido ambas pruebas y de que Babosa está bastante malherido. Aun así son conducidos de camino a su escuela, a aguardar la siguiente orgía de sangre y dolor ajeno.

Con qué acabarán antes, con mi vida, o con mi alma.

 

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19/03/2009, 16:48
CALENDARIO.

UNA SEMANA MÁS TARDE:

Calendario Imperial:
- Año: 4480.
- Mes: Erathis.
- Día del Mes: 13.
- Día de la semana: Sangre.

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19/03/2009, 16:48
Master Oscuro.

Celebración del Campeonato de Detritus, Eliminatorias, día de la Sangre de la segunda semana de Erathis Año 4480.

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20/03/2009, 22:07
[RIP] Princesita.

Como ella bien sabía, todo había sido en vano. No había podido contra seres inferiores a ella y mucho menos iba a poder contra una bruja que le lanzaba hechizos a la distancia. Aún así, se dedicó a pelear, a hacer lo que podía con la ayuda de un duende que le susurraba estrategias al oído. Una sonrisa se dibujó en su rostro, sabía lo injusta que era la vida pero aún así, estaba contenta pues no defraudaría a los suyos, a lo sumo con partir pero segura estaba que el hecho de preservar su propia vida, les haría pronto olvidarla. Lo último que sintió, fue aquel tibio liquido recorrer por su garganta, bajo el yugo de otra pobre desgraciada que como ella intentaba sobrevivir; casi habría esbozado un gracias pero aquello le hubiera significado demasiado esfuerzo, así que simplemente cerró los ojos ante el grito de muerte.

Lo sabía, lo supo siempre... La vida no le dejó sorpresas, la vida no era justa y el creador aún menos pero estaba segura de que al menos había muerto con dignidad.

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21/03/2009, 00:12
[RIP] Bola de Sebo.

Horton, más serio que de costum bre, observaba desde el graderío cómo la lucha, a partir de ahora, era seria. Todo había dejado de ser un juego. Ahora, además de por la fama, tendría que luchar por la supervivencia.

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21/03/2009, 02:02
Master Luminoso.

1) Bilis gana Fama (Total +1), 1 punto de Gloria y ascenso al Rango de Escupitajo de la Arena.

2) Caraculo gana Fama (Total +0), 1 punto de Gloria y ascenso al Rango de Escupitajo de la Arena.

3) Flacucho gana Fama (Total +0), 1 punto de Gloria. Ya tenía el Rango de Escupitajo de la Arena.

4) Lagartija gana Fama (Total +3), 1 punto de Gloria, 1 punto de Honor y ascenso al Rango de Escupitajo de la Arena.

Tapón gana Fama (Total +2), 1 punto de Honor y ascenso al Rango de Escupitajo de la Arena, pese a ser Eliminado del Campeonato de Detritus.

5) Marronoso gana Fama (Total +4), y 1 punto de Gloria. Ya tenía el Rango de Escupitajo de la Arena.

Babosa gana Fama (Total +2) y 1 punto de Honor. Ya tenía el Rango de Escupitajo de la Arena.

6) Bizcochito gana Fama (Total +4) y 1 punto de Gloria. Ya tenía el Rango de Escupitajo de la Arena.

Bella Mugiente gana Fama (Total +2) y asciende al Rango de Escupitajo de la Arena.

 

NOTA: El Rango de Escupitajo de la Arena es Rango 1 a efectos de Ranking.

A partir del Rango 2 y cada Rango par se gana un bono de +1 en la Tirada de Muerte y Clemencia en caso de derrota (los luchadores veteranos tienen más seguidores acérrimos que no quieren verlos morir).

 

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22/03/2009, 15:22
Bilis.

El día del primer combate a muerte llegó  y esta vez Bilis se dirigió al Circo como en un sueño. Apenas fue consciente del griterío de  la gente mientras atravesaban Detritus, de las chanzas y recriminaciones que les lanzaban. La espera en el sótano norte, mientras se llenaba el Circo se le antojó eterna y rechazó, como la mayoría de sus compañeros, el ofrecimiento de comida y bebida. Deseaba acabar cuanto antes, que su destino se zanjara sin demora, para bien o para mal. Los Demonios del inframundo debieron oír sus deseos porque fue ella la llamada para enfrentarse en el primer combate. Se levantó aliviada y  sin decir palabra salió a la Arena.

El sol la deslumbró unos instantes e intentó cubrirse el rostro de la luz intensa de la mañana, mientras calibraba a su oponente. Una guerrera bárbara. No voy a morir hoy pensó mientras miraba la inútil daga que sostenía en su mano. Avanzó resuelta dejando fluir el poder por sus venas. El bullicio de la muchedumbre se hizo lejano y se convirtió en apenas un murmullo, mientras el mundo de Billis se reducía a esa guerrera que avanzaba torpemente desde el otro lado de la Arena. Una sonrisa siniestra asomó a los labios de la tiefling. No voy a morir hoy. Lanzó su primer conjuro impactando de lleno y una alegría oscura recorrió su cuerpo al ver la sangre de su adversaria derramarse en la arena. Nuevo conjuro, nuevo impacto, y una exultante sensación de poder se apoderó de ella mientras una risa malévola bailaba en su garganta. No vio venir el contraataque de la guerrera que la dejó inmovilizada en su sitio mientras sentía que su negra sangre brotaba de una herida en su costado. Los orbes dorados de la tiefling se clavaron en los ojos de la mujer ¡NO VOY A MORIR HOY ¡ y toda la furia de Bilis, su ira más ardiente se desplegó como una marea de fuego hacia su adversaria que se desplomó en la arena sin un sonido. De repente el mundo real volvió a estar allí y Billis escuchó los vítores de la multitud, reprimiendo una exaltación sangrienta que nunca antes había sentido y el ansia feroz de clavar su daga en el cuerpo inerte de su contrincante. Jadeó, recuperando el control. Miró con desprecio a la muchedumbre que pedía la muerte de la guerrera caída -No, yo no voy a morir hoy- y sin remordimiento le clavó la daga en la garganta, escupió al suelo a la atención del publico y se retiró de la arena. Viviría un día más.

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22/03/2009, 15:38
Lagartija.

Mi vista estaba fija en la Arena. Habíamos perdido a dos compañeros, Pisaverde y Princesita y Flacucho daba sus últimos pasos antes de clavar su puñal en el corazón del contrincante de la Escuela Azul, un brujo humano de aspecto enfermizo, bajo el veredicto de muerte del hambriento público. La esperanza volvió a brillar en los ojos del Instructor quien no pudo reprimir su entusiasmo a la llegada del mago. Yo, por mi parte, estaba concentrado y rezaba una oraciones a Kord, mi dios.

¿Por qué el Instructor decidió que yo fuera el siguiente? Lo ignoro. Pero cuando pronunció mi nombre, un escalofrío recorrió mi espalda. Me volví y me limité a asentir antes de volverme hacia la mujer enana y clavar una rodilla en el suelo.

- Mujer enana, quiero recordarte tu promesa. Reza a tu dios para que también vele por mí en la batalla.

Después, me levanté, tomé la gladius que me tendía mi Instructor dirigiéndole una inclinación de cabeza, y salí a la Arena. Los gritos del público aclamándome llenaron mis oídos y un torrente de adrenalina inundó mi cuerpo. Alcé la espada y saludé a aquellos que, en caso de derrota, deberían decidir mi destino. Y entonces lo vi. Un enano saliendo por la puerta norte y empuñando un arma idéntica a la mía. Él iba a ser mi contrincante.

Sin ningún prolegómeno, el enano, a pesar de su escasa estatura, salió corriendo y yo avancé, despacio, sin apresurarme, evaluándolo. Fuera cual fuera la razón que le asistiera, se detuvo adoptando una postura defensiva, cuando el terreno entre ambos aún era excesivo. No tenía intenciones de agotar mis energías en una alocada carrera en un combate que sabía era cuerpo a cuerpo. Detuve mis pasos y me limité a saludarlo ceremoniosamente. Las formas, incluso en un combate que puede acabar con nuestras vidas, deben mantenerse.

A partir de ese momento, la estrategia se impone. El enano me observa y, precavidamente, da unos pasos en mi dirección antes de volver a adoptar una postura defensiva. La distancia es óptima si quisiera cargar contra él, pero incluso en el mejor de los casos, una iniciativa de ese tipo acabaría dejándome en una posición vulnerable. Así que siguiendo su ejemplo, acorto las distancias y yo también adopto una postura que me permita defenderme mejor en caso de que me ataque. Él, impertérrito, parece no dispuesto a renunciar a su estrategia y se mantiene firme en su posición. Sonrío, sus intenciones son demasiado claras. Quiere que yo vierta la primera sangre. Un privilegio que aún no estoy dispuesto a gastar. Acorto aún más la distancia que nos separa y me defiendo, en la postura mil y una veces ensayada en la Escuela de manos de nuestro Instructor. Los abucheos del público que quieren acción no me afectan. No es su vida la que está en juego, sino la mía. Un paso en falso significa la diferencia entre ver un nuevo sol o no ver más que oscuridad. Sonrío.

Y es entonces, cuando el temperamento del enano despierta, bien por mi sonrisa, bien por la presión de las gradas. Ah, son impacientes estos enanos macho. Lo sé bien por mi compañero de alegrías y desdichas, mi buen enano, cuyo nombre ignoro y al que me resisto a llamar por su nombre de esclavo, Babosa. Veo cómo los músculos de sus piernas se hinchan, como su mano se aferra a la gladius y sé que va a cargar. Me preparo para su embestida, encomendándome a mi dios Kord. Como una manada de reses desbocadas impacta contra mí y su gladius dibuja un arco. La primera sangre es la mía. Nada grave. Aún. Su rostro enrojecido habla del esfuerzo realizado. Tampoco soy pieza fácil de cobrar. Y ya es hora de que yo juegue.

La hoja de mi gladius silba como el viento, cercenando su carne, mientras una nube de mi ponzoñoso aliento inunda sus pulmones. No hay lugar a la tregua, al descanso y en un último esfuerzo, en este baile de muerte donde ambos intercambiamos nuestras posiciones, mi gladius canta su canción letal. Me permito un simple paso en retroceso. Contemplo a mi adversario. Sus heridas son graves aunque sigue en pie.

Entonces veo brillar su piel en un proceso regenerador y unas pocas de sus heridas cicatrizan ante mis ojos. Toma energías de sus escasas reservas y me ataca, pero su presente debilidad le juega una mala pasada pues aun cuando logra herirme, apenas siento su impacto.

Es un buen combate. El enano es un guerrero honorable y la pelea puede ser larga a pesar de su estado. Sé de lo que hablo. Ya lo he visto antes en esta misma Arena. Las apariencias solo son apariencias, la suerte es la suerte y no hay que dejarlo todo a su arbitrio. Inspiro profundamente, entonando en silencio la palabra sanadora que permite que mis heridas se desvanezcan como si nunca hubieran existido. Y en buena lid, contraataco, mas por primera vez, fallo y mi espada no encuentra su cuerpo. Precavidamente, retrocedo pero él, ante el hueco abierto en mis defensas lanza un rápido mandoble que consigo a duras penas esquivar.

Pero mi maniobra es efectiva. El enano apenas logra alcanzarme y es como si hubiera invertido toda su fuerza en llegar junto a mí, pues mueve su gladius con torpeza y detengo su estoque con facilidad, replicando con nuevas heridas en su cuerpo con un vaivén de mi espada. La sangre lo baña. Retrocedo un poco.

Entonces, un vívido resplandor baña su arma, fruto de algún tipo de magia y logra golpearme. Mi mano, llevada por la inercia del entrenamiento al que me he sometido, busca y encuentra. Al enano, no le queda mucho. Escupe sangre y murmura:

- Maldito pagano.

Sonrío paciente. Es un paladín, sin duda, acogido a los favores de su deidad a quien ha jurado fidelidad. Al igual que yo a la mía.

Valeroso, a pesar de su estado, busca mi cuerpo y consigue herirme superficialmente. Correspondo a su bautizo de sangre con más daños y cierro brevemente mis ojos dorados y murmuro una palabra de aliento que me permite curarme. De mi salud, de mi entereza, de mi fuerza dependen el resultado de este combate y el honor de nuestra escuela.

Y como si el enano fuera consciente de ello, de forma sorprendente, arroja su espada a mis pies. Su voz, en medio del sepulcral silencio que se ha apoderado del coso, resuena clara:

- Me rindo, Pelor no está hoy conmigo.

Sus palabras son de inmediato ahogadas por una estremecedora algarabía. Sordo a ella, contemplo al enano. Su imagen me trae las de aquellos que ahora son mis compañeros. Su brazo ha empuñado la espada con vigor, con fuerza y con honor. Y ahora, inclina su orgullo ante mí ofreciéndome la victoria. Le saludo, de guerrero a guerrero, y tomo su ofrenda.

- Has peleado con honor. Acepto tu espada.

El sonido de los arcos de la Legión tensándose me hace volver la mirada. El Gobernador, en pie, muestra un gesto de desagrado. No me extraña, ¿qué sabe el del honor y de la gloria sentado en su palco, alimentándose de la sangre de esclavos? El Heraldo grita acallando las voces:

- ¡Oh, gran público de Detritus! ¡El enano se ha rendido ante el poder del dracónido! ¡Lagartija, favorito Amarillo! ¿Cuál es vuestro veredicto, oh, Detritus?

- ¡CLEMENCIA, CLEMENCIA, CLEMENCIA, CLEMENCIA!

Sonrío, esta vez con orgullo, ante la sabia decisión del pueblo. Rujo con fuerza y les dedico este triunfo. Es mi premio a su generosidad.

Abandono la Arena, viendo como los curanderos se llevan al herido enano. En nuestras dependencias, recibo la felicitación del mago elfo perplejo al verme ileso. Sí, hay motivos para alegrarse. Mi dios y el de la mujer enana me han protegido en esta jornada. Mi instructor me habla. Creo que hay satisfacción en su mirada.

- Excelente victoria, Lagartija, la necesitábamos.

- Gracias, Instructor. Te la prometí y mi palabra la mantengo.

Rememoro nuestra privada conversación de hace unos días. Si me ha hecho caso, habrá ganado un buen dinero apostando por mí. Si no, habrá perdido lo poco que disponía y no lamentaré que no haya confiado en mi victoria. Aunque eso suponga más té frío, pan duro y gachas.

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22/03/2009, 15:58
[RIP] Bizcochito.

Otra vez sobre la arena. Mi segunda visita a ella y esta vez que debía enfrentarme a muerte contra alguien? Era totalmente irreal e ilógico, pero al igual que la anterior vez, no tenía alternativa, debía combatir por la escuela azul y tratar de que no me mataran.
Al escuchar como me llamaba mi instructor, mi ánimo e vino abajo, no pude evitar mirar hacia el suelo, no, no quería salir a dar un espectáculo tan horrible de nuevo, y más sabiendo que esta vez la persona a la que debía enfrentarme podía ser otra persona en mi misma situación..
Como era lógico, acabé saliendo a la arena para ver justo como por la otra puerta salía una enana.. Tras armarme de valor, sacando una flecha, me dispuse a acercarme a ella, ya que desde donde estaba el arco no me iba a servir de mucho y disparé mi primera sin errar en el mi blanco. Resulta bastante alentador dar cuando disparas y sabes que tan sólo te quedan nueve flechas más. La enana, como respuesta únicamente se acercó más a mí, pero no quedando lo suficientemente cerca como para pegarme.
Disparé una segunda flecha, volviendo a impactar de nuevo, pero para mi asombro, una luz envolvió su cuerpo, sanando parte de sus heridas y yo, con otra flecha menos. ¿ Cuántas veces podría curarse ¿ Me llegarían las flechas? El milagro que acababa de presenciar me hacía hacerme demasiadas preguntas para nada bueno.
El resto del combate pasó ante mis ojos haciendo prácticamente lo mismo.. Mi contrincante me lanzaba una y otra vez conjuro que me quemaban, aunque muchos de ellos, por suerte, no llegaron a impactarme, mientras que yo lanzaba flechas una y otra vez..
Al final, la enana cayó al suelo y miré al juez esperando al veredicto. Di gracias a todos los dioses existentes cuando escuché que la perdonaban la vida y sin poder evitarlo, pedí perdón a aquella gran enana que aceptó mis disculpas.
Al menos esta vez, no he tenido que matar a nadie para poder seguir viva, pero no siempre voy a tener tanta suerte..

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22/03/2009, 17:11
[RIP] Babosa.

Casi no fui consciente del tiempo, mis compañeros entraban en la arena y algunos como Pisaverde y Princesita volvían con los pies por delante, vi llega a Flacucho y a Lagartija vivos, una medio sonrisa aflora a mi rostro.. es la hora.

"Babosa... Si sales tú ahora seguro que el Instructor Azul saca a su mejor baza. Sería muy interesante para nosotros eliminar a su mejor luchador".

Haz lo que quieras, sácame ahora o luego. Tarde o temprano tendré que despellejar a alguien o ser despellejado - respondí.

"Creo que es un buen momento para que salgas, gracias a Flacucho y Lagartija estamos empatados. Es hora de inclinar la balanza" - dijo el instructor.

Sácame, mataré a quien salga a luchar contra mi o moriré en el intento - dije un tanto enfadado.

"Toma esta gladius, demuestra lo que vales" - dijo el instructor mientras yo la tomé con una de mis manos, con el ceño fruncido salé por el rastrillo

El instructor dice que tras la victoria de Lagartija ante el enano debo salir yo para eliminar a Marronoso. Lo tenía bastante claro, si el gigante había elegido un arma estaba jodido, si había elegido una armadura habría posibilidades.

Al salir a la arena el combate quedo zanjado antes de empezar, el muy cabrón tenía un manual colosal. La gente gritaba enloquecida, yo no les prestaba atención.. no había demasiadas posibilidades y tenía que jugar mis cartas bien.

Sonrío y echo a correr hacia Marronoso riéndome, Marronoso hace lo propio lanzándome un desafío mientras viene a mi encuentro. Ante el desafío de Marronoso escupo al suelo y sigo corriendo hacia él hasta estar a la distancia conveniente, freno en seco y clavo mis pies adoptando una posición defensiva. Él carga contra mi, como me esperaba el golpe no es muy grabe y contraataco rápidamente, un barrido giratorio a la altura de sus piernas lo hace caer de espaldas en la arena y aprovecho mi buen hacer con un impacto segador que vierte la sangre del coloso mientras está en el suelo. Un pequeño paso atrás y le grito - ¡Un mangual, luchas sin igualdad de condiciones escoria!.

Pero a Marronoso no parece importarle luchar sin igualdad de condiciones, se levanta y me rocía con su aliento, me cubro con los brazos, son quemaduras leves que no molestan demasiado. Respiro hondo, me siento mejorar y vuelvo a adoptar una posición defensiva contra el gigante. Él se acerca y me lanza un impacto segador que me hace daño, pero tampoco es lo mejor que le he visto hacer, puedo aguantarlo y él está más jodido que yo.

Aprovechando lo que me enseño el instructor pruebo mi técnica, encajar el golpe de Marronoso y devolvérselo rápido - "Esta va por ti instructor, si acierto le joderé bien, sino estoy perdido" - el golpe falla y retrocedo un paso aunque se que ya nada puedo hacer, estoy a su merced a pesar de estar casi en plenas condiciones, algo en sus ojos me dice que tiene un as guardado bajo sus escamas. Se acerca y sus músculos se hinchan, interpongo mi gladius, pero se hace añicos y el golpe que me propina me hace volar por los aires y perder el conocimiento, el público se queda mudo, yo ya no escucho nada, solo un pitido en mis oídos.

Supongo que estaré muerto.. no veo nada, tampoco siento dolor alguno y por encima de ese pitido escucho como si estuviesen lejos - "¡¡¡¡CLEMENCIA, CLEMENCIA, CLEMENCIA, CLEMENCIA!!!!" - en mi cabeza se forja una maldición - "Cabrones, no queréis dejarme morir".

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22/03/2009, 18:59
[RIP] Caraculo.

Había llegado el día, hoy entraría a la arena para matar o morir, su destino estaba en juego y aunque no le importaba sabía que no lo pondría nada fácil si debía morir...

El primer combate había expirado y Caraculo apenas le prestó atención pues se concentraba para cuando fuera su turno, no quería ver de lo que eran capaces los demás luchadores para reprimirse, al final escuchó al público pedir la muerte del perdedor y escucha los vítores cuando la ejecutora así lo hace sin miramientos, había ganado Bilis de su escuela, y por la cabeza le pasó que al menos tenía la suerte que por ahora no debía enfrentarse a ella...

Mientras retiraban el cadáver de la caída en combate, el instructor de la escuela azul buscaba un nuevo luchador para el siguiente combate, en el fondo esperaba ese momento pero hasta que se lo comunicó el instructor no lo habría jurado...

Le tocaba salir a la arena, en un principio había pensado salir con capucha para que la gente no se llevara una impresión al verle, pero la desestimó, decidió que debían verlo desde el principio, nunca mas se ocultaría, pues ahora estaba frente a frente con la posible muerte, al entrar murmullos y caras de asco por todo el recinto se vieron como nunca antes se había visto, y es que quizá nunca antes había aparecido un ser tan demacrado...

Mientras se encamina a la arena ve que en la otra escuela se piensan a quien sacar, y algo de nervios le entran en las piernas a Caraculo, " Bueno, ahora deberás sacar lo mejor de ti, hay que enfrentarse con la muerte, no le tengas miedo, lo mas probable es que tema el mirarte "

 - Jajajaja... Una sonrisa irónica surgió de su boca mientras pensaba...

Al final se deciden por un semielfo el cual entra con la misma arma que llevaba Caraculo, desde un principio se ve como el semielfo evalúa al individuo que tiene delante, mientras tanto Caraculo hace lo mismo... " seré capaz de vencer, quizá? "

Los dos se lanzan corriendo uno contra el otro hasta estar delante, una vez allí Caraculo mantiene la distancia de seguridad, pero Pisaverde aprovecha un hueco en esa defensa para hacerle un rasguño con el gladius en el brazo, Caraculo enrabiado opta por intentar uno de sus mejores ataques mientras le escupe, pero tal vez por esa acción acaba fallando por los pelos, ya que el semielfo logra esquivarlo en el último instante, este se confía un instante y momento que aprovecha Caraculo para asestarle un golpe inesperado el cual le da de pleno en una pierna, haciendole alguna herida, el público empieza a aclamar pues el combate parece bastante igualado y saben que seguro que verán bastante sengre en el...

Pisavere al verse el rasguño en la pierna avanza en un ataque veloz que logra darle a su oponente, pero este aprovecha su movimiento para contraatacar con otro de sus rápidos golpes logrando alcanzar otra pierna, la gente se ánima, la sangre se empieza a discurrir por las heridas de los combatientes...

Hay una pequeña pausa y se dedican a mirase el uno al otro, rodeándose, entonces caraculo ve una oportunidad que utiliza logrando un gran ataque y dejando a Pisaverde maltrecho, la cosa pintaba mal para el semielfo, pero no todo había acabado, Pisaverde hace un gran esfuerzo y parece recuperarse algo, mientras retrocede algún paso, entonces Caraculo aprovecha la ocasión y lanza uno de los ataques que aprendió hace tiempo, este le alcanza a un costado al oponente y hace que escupa sangre, parece todo decidido, Caraculo se confía demasiado y no ve venir el ataque a la desesperada que hace su contrincante, en el último momento intenta parar el golpe pero no lo logra, y este le inflige una herida bastante grave que empieza a chorrear sangre a su alrededor, aturdido por lo acontecido es presa fácil de otro ataque del semielfo que logra impactar y alejarse para recuperar el a liento, pues el también tenía lo suyo.

Caraculo mira a su oponente, parecía menos cuando lo vio en un primer momento y ahora parece que está apunto de matarle piensa el, hace tripas corazón e intenta olvidarse de las heridas, se echa unos pasos atrás para coger aliento, mientras mira a su contrincante le sonría con una sonrisa maléfica " aproximate, valiente " , el semielfo lo mira atentamente y parece dudar, entonces se pone en posición de defensa, por lo visto si quiere luchar , deberá acercarse el...

Caraculo con la sonrisa en la cara que parece irónica tan demacrada avanza para atacar al semielfo, pero este estaba preparado y logra parar el golpe, por consiguiente al semielfo intenta buscar un hueco donde clavar su gladius pero no lo consigue, los movimientos son ahora mas lentos a causa de las heridas que tienen ambos, Caraculo intenta un nuevo movimiento que el semielfo logra esquivar por poco, y aprovecha para atacar por un hueco en la defensa de Caraculo, logrando un buen alcance, Caraculo por consiguiente vuelve a sangrar y se tambalea apunto de caer, enrabiado Caraculo se lanza haciendo su habitual cinta y el semielfo no puede defenderse, a Pisaverde se le ve pálido, los dos están muy mal heridos y pronto uno u otro caerá a la arena...

Pisaverde mareado y malherido igual que su contrncante decide hacer un último ataque a la desesperada, justo lo que estaba esperando Caraculo que se agacha en el último momento y hunde su gladius en el estomago atravesando su torso, Pisaverde cae a la arena con un golpe sordo levantando polvo en la caida, Caraculo suspira aliviado y pone una rodilla en el suelo para descansar un poco, enseguida se escuchan los vítores del público pidiendo la muerte del desgraciado elfo, Caraculo levanta la cabeza en el instante que el gobernador indica con su pulgar su decisión, Caraculo agacha la cabeza y se levanta pausadamente, y con paso despacio se acerca al caído semielfo, sin pensarlo dos veces acaba con la vida de este y se retira para que miren sus heridas mientras piensa en el combate y lo cerca que ha estado de la muerte...

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22/03/2009, 22:55
[RIP] Bola de Sebo.

Horton salió a la arena convencido de sí mismo, aunque con un hambre atroz despues de unos cuantos días sin alimentarse igual que cuando estaba en libertad.

Aun así, el enorme mediano pensaba que debería probarse a sí mismo para ver si era digno de combatir y defender los colores de la Escuela Azul. Observó cómo su instructor le observaba y por ellos supo que él creía que estaba preparado.

El combate comenzó cómo a Horton le gustaba, de manera pausada. Con movimientos lentos, un contrincante se fué acercando al otro hasta que el viejo Tragacochinillos se paró y retó a su adversario hacéndole toda clase de burlas.

horton, veterano de mil peleas de bar, utilizó su estratagema favorita, pues en cuanto su contrincante estuvo lo suficientemente cerca, cargó contra él infringiéndole algún daño menor... Y esa fué su perdición...

Por confiarse, el mediano, sin apenas darse cuenta, había recibiodo ya varias heridas de muerte, algunas de ellas a traición.

Horton, apenas fue consciente de que debería haber mantenido la guardia en todo momento y no haber sido tan bravucón. Sentía cómo se le iba la vida, a borbotones, salpicando el ocre de la arena, y veía cómo el horizonte se le iba tiñendo de rojo.

El viejo Horton siempre supo que su fin iba a ser similar al que tuvo... Siempre pensó que el que a hierro mata... a hierro muere... y por eso no estaba apenado. Simplemente, tenía hambre... Esa mañana debería haber desayunado más...

Y en la faz del corpulento mediano, una sonrisa se dibujó permanentemente... Había muerto pensando en lo que más le gustaba... Un buen cochinillo, asado a espeto.

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22/03/2009, 23:36
Master Luminoso.

- Champión gana +1 Fama, 1 punto de Gloria y asciende al Rango de Escupitajo de la Arena.

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23/03/2009, 15:56
Bella Mugiente.

Como la vez anterior, hemos tenido que pasar a través de toda la gente de Detritus que han venido a vernos. Gritos, abucheos, animos…todo se junta en el mismo griterio desenfrenado que vivimos la otra vez, pero hoy la gente tambien pronuncia nuestros nombres, ya nos van conociendo.

Hoy he dormido mal, preocupada por mis compañeros y por mi reacción al salir a la arena. ¿Cuántos de ellos no volverán a dormir esta noche en nuestra escuela? ¿Seré capaz de hacerle caso a Lagartija?

Al llegar de nuevo al circo intento quedarme con el camino que hay que recorrer hasta llegar a nuestra zona, mas que por saberlo por intentar distraer mi mente de lo que dentro de poco tiempo será nuestro destino. Creo que solo recuerdo los dos primeros pasillos, despues solo recuerdo las miradas que nos dedicaban los trabajadores el circo, mezcla entre excitación por ganar las apuestas hechas y de pena porque tal vez a quien están mirando debe morir para que ellos ganen.

Nos ofrecen comida al llegar a nuestra habitación. ¿Quién va a probar bocado ahora? Sorprendida escucho al mediano pedir cerveza y lo envidio por un momento. ¿Bebe para tranquilizarse o porque realmente no siente temor? Algo me dice que es lo segundo…algo me dice que el mediano es quien menos sufre con nuestra situación. Esta raza es curiosa.

Hoy no veré los combates. Tengo algo mucho mas importante que hacer. Le prometí a Lagartija y a Babosa que rezaría por ellos, y el resto de mis compañeros no van a ser menos. Moradín tendrá mucho trabajo hoy sobre la arena. El elegirá cual será el destino de cada uno de nosotros. Le pediré que les proteja a todos y que luche junto a los gladiadores de la Escuela Amarilla, de mi Escuela, aunque debería pedirle por todos...Me siento en la mesa y me concentro, necesitamos su ayuda... Oh! Moradín, escucha las suplicas de esta tu servidora...

Princesita es la primera que sale. Gritos, gritos, abucheos,mas gritos de mis compañeros a cada golpe que Princesita recibe. De pronto el silencio en las gradas y en la habitación, roto por un clamor gigantesco en las gradas y un silencio sepulcral en nuestra sala. Princesita debe morir, así lo ha decidido el publico. Aprieto mis manos con fuerza, no la veré mas.

El nombre de Pisaverde resuena en la sala, es el siguiente. Lo miro antes de que salga a la arena y con mas fuerza me dirijo a Moradín. No puede dejar que el muera hoy. Cada vez que recibe un golpe aprieto mas fuerte mis manos y mis dientes. Me hinco mis uñas en la palma de las manos de la fuerza con la que aprieto, pero no reparo en eso, solo en que el publico pide su muerte. Ya no tendré otra oportunidad de hablar con el.

Me revelo contra Moradín !No es justo! !ponte de parte de nosotros un momento! !Escúchame un poco!...No me abandones de nuevo...no por mi, sino por ellos...!!no dejes que muera nadie mas hoy en la arena!! No recuerdo si lo grite o no en voz alta, tampoco importa.

Flacucho, el elfo que le habla a los enanos, es el siguiente. Empieza la lucha, parece que a el le va mejor. Despues de un buen rato se vuelven a escuchar gritos en la gradería pidiendo la muerte de uno de los dos contrincantes, pero esta vez han decidido la muerte del luchador del Equipo Azul. Respiro aliviada y le pido a Moradín que perdone mi arrebato de furia anterior. Odio sentirme contenta porque va a morir alguien, pero nuestro elfo volverá a su celda esta noche. Y eso es lo que me importa en estos momentos.

Lagartija...su nombre resuena en la sala. Ahora le toca a el. Echo a correr hacia el pero la puerta se cierra antes de que pueda decirle nada. Me quedo parada detrás de la puerta y con mas fuerza y coraje que nunca me dirijo hacia Moradín. !No permitas que muera! !No lo permitas, oh, Moradín! Me quedo junto a la puerta, mi mano apoyada en ella, sintiéndola vibrar bajo los gritos de los espectadores. Unos gritos diferentes me traen de vuelta al mundo real sacándome del estado de concentración en el que he caido. Oigo algo diferente...corro hasta una de las ventanas y alli lo veo, triunfante frente a su adversario, !!casi sin un rasguño!!! !!Y el publico pide clemencia para el integrante de la Escuela Azul!! Una sonrisa aparece en mis labios, todos los combates tendrian que ser asi. Me alegro por Lagartija y la mitad del peso enorme que sentia en mi corazón desaparece...por ahora, el tendra que volver a luchar al dia siguiente.

Pero la otra mitad de ese peso sigue latente y al escuchar el nombre de Babosa, se hace insoportable. Cada golpe que recibe, cada golpe que intenta dar a su adversario, hacen la lucha eterna. Los gritos van de acorde a la cantidad de sangre del enano que baña la arena. Marronoso es demasiado fuerte, esta demasiado sediento de sangre. Si no lo para algo acabara con Babosa !Moradín...Moradin...ayudalo...! Silencio. Si una mosca hubiera volado en la sala del Equipo Azul se hubiera oido en la nuestra. Con miedo me asomo de nuevo a la ventana, Babosa esta en el suelo. Contengo la respiración y las gradas estallan al grito de !Clemencia! Una lagrima corre por mi mejilla, espero que siga vivo. Desde aquí solo puedo ver que no se mueve...

El instructor se dirige hacia mi y me ofrece una daga, mi hora ha llegado. Al escuchar las palabras de Lagartija, que ya esta con nosotros en la sala, lo miro y le sonrio, no puedo articular palabra. Con un pequeño empujoncito me sacan a la arena. Levanto la vista lentamente, los gritos, las risas, las apuestas, el sol radiante de la mañana se juntan todo en uno. Delante mia, al fondo aparece el que será mi adversario, es la chica que acabo con El Chuches. Y trae su arco. Mientras la miro, un reflejo plateado aparece delante de mi vista y un fuerte dolor lacerante recorre mi costado. Al bajar la vista veo una flecha clavada en mi cuerpo y sangre roja tiñendo el traje amarillo. Las palabras de Lagartija resuenan en mi cabeza. Es ella o yo. Es ella o alguno de mis compañeros otro dia. Agarro fuerte la daga y empiezo a acortar camino en su dirección, acabemos cuanto antes si este es mi destino, ser una luchadora en esta arena podrida de odio e injusticia. Moradin, si no es esto lo que tengo que hacer, que una flecha se lleve mi vida rápido y sin dolor...

Me acerco mas a ella, intentando alcanzarla antes de que este dispuesta a volver a disparar, pero ella es mas rápida y otra flecha se hunde en mi cuerpo. Me encojo de dolor y me cuesta respirar. Casi sin pensarlo invoco a Moradín que acude en mi ayuda haciendo que mejoren mis heridas y mi fe. El me protege en esta arena, !no estoy sola! Me acerco mas y otras dos flechas se hunden en mi cuerpo Tengo que vencerla, tengo que poder! Solo recuerdo a partir de ahí mas flechas y mas intentos por recuperarme de las heridas inflingidas, Moradin acudio en mi ayuda mas veces y curó mis heridas solo para volver a recibirlas. Tambien creo que consegui darle un par de veces a Bizcochito... es todo un poco borroso.
Tengo claro mi mirada a la arena cuando otra flecha se clava en mi pecho, profunda como ninguna, y me hace caer de rodillas. Mis manos agarran el trocito de madera que sale de mi pequeño cuerpo, casi no puedo respirar. Intento mantenerme consciente mientras se decide mi futuro. !Clemencia!!Clemencia! Me desplomo sobre la arena y Bizcochito se acerca pidiendo disculpas, es una buena mujer despues de todo y hay que reconocerselo, eso no lo hubiera hecho cualquiera ha sentido el tener que disparame, aquí hay buena gente, no solo criminales. No te preocupes, has luchado como una gran mujer le digo mientras le cojo con mi mano llena de sangre la suya y los curanderos me montan en la camilla.

Lucho por respirar y soportar el dolor que me inflinge la cabeza de la flecha en mis pulmones. Moradín...Champiñon...Dientes...cuida tambien de ellos... Ya no recuerdo nada mas de esa mañana.

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23/03/2009, 16:33
Tapón.

 Al fin llegó, el día tan esperado en el que se juzgaría la valía de Bannor. Tras despertarse y hacer sus oraciones matutinas, el desayuno el ligero, entrenamiento el enano, junto a sus camaradas de escuela fueron conducidos a la arena, siendo exhibidos ante la muchedumbre. Esta ciudad está corrupta hasta los cimientos, apesta.

 Tras una larga espera, llegó el momento en el que empezó el torneo. Cerca de la puerta fue viendo como se sucedían los combates, los contendientes se enfrentaban a muerte, y así ocurrió, la primera víctima en la arena, fue la humana norteña, Princesita la llamaban, pero Bilis, la bruja de nuestra escuela salió mal herida del enfrentamiento. Luego fueron pasando los duelos... algunos luchaban de forma honorable, otros luchaban para sobrevivir. Pero en todos los casos el público pidió muerte para el caído. Miserables.

 Pelor, dame fuerzas para mantenerme fiel a tu doctrina. Permíteme ser dueño de mi destino.

 Al final su turno llegó, se tenía que enfrentar a un dracónico, como Marronoso, pero no parecía tan terrible. Al parecer el instructor azul quería ver que pasaba si se enfrentaban un enano y un draconiano y no fueran el enano amarillo y Marronoso.

 Allí está, en la otra punta, orgulloso, determinado, Lagartija lo apodaban. Bien no hagamos demorar este desenlace.

 Bannor mira al firmamento, sintiendo el contacto cálido del astro en su rostro. Que empiece el combate.

 Sin más, el enano emprendió la carrera para llegar cuanto antes al cuerpo a cuerpo. Pero mientras él corrió con todo su determinación, su rival avanzó y le saludó, mostrando su valía. Entonces las dudas asaltaron a Bannor, en que me he convertido tras esas dos semanas, tanto he cambiado que ni tan si quiera me he presentado a mi enemigo.

 Tras perder el ímpetu inicial, Bannor, perdió la iniciativa del combate, yendo a la zaga, avanzando con precaución observando a Lagartija. Al final cuando estuve a la distancia justa, emprendí una carga, no lo hagamos durar más de la cuenta. Con este ataque pudo hacer uso de la técnica aprendida en la escuela, lanzando una estocada a fondo, hendiendo la piel escamosa del rival, haciendo brotar sangre de la herida, pero lejos de amilanarse el draconiano atacó a su vez. Hiriendo su piel enana. Arggh golpea fuerte...

 Durante los siguientes asaltos se lanzaron estocadas, haciendo fintas, parando y aguantando las estrategias de uno y de otro.

 Al poco tiempo estaba sangrando profusamente, sus fuerzas se le escapaban, mientras parecía que Lagartija se recuperara a medida que pasaba el tiempo. El público gritaba y juraba al ver el combate, les fascinaba ver como sangraban los gladiadores. Estoy perdiendo la poca honra que me queda, siento no estar a la altura de tus enseñanzas Padre Radiante.

 Al final, Bannor,manteniéndose en pié por pura fuerza de voluntad lanza el gladius, clabándolo en la arena.

  - Me rindo, Pelor no está hoy conmigo.- A cada palabra parecía que perdía su vida.

 Entonces el público estalló sorprendido ante la reacción de Bannor.

 El rival aceptó la rendición, era el momento de esperar el veredicto...

  - ¡¡ Clemencia, clemencia, clemencia!! - Gritó el público para sorpresa de Bannor.

 El señor de la arena, condicionado por el gentío de las gradas no pudo más que perdonar la vida de Bannor. Al final no me has abandonado Padre.

Al poco tiempo estaba siendo sacado en camilla por los curanderos azules, mientras se dejaba seducir por la inconsciencia...