Partida Rol por web

Lobombre volvió a vestirse, lentamente, sin prisa. Miró a trompi con una sonrisa en la cara y le dijo:

- Por supuesto que te acompañaremos Trompi, ¡y más si nos ofreces esa jugosa recompensa! -  era raro que a un lobo le gustara la tarta de manzana, pero a Lobombre le encantaban -. Háblame más sobre esa variedad especial de manzana – le encantaba recopilar toda la información que podía sobre todo lo que se encontraba.

-Yupiiiiii. ¡Tartaaaa!- grita Don Moniato al escuchar la oferta de la Señora Trompi.

Acto seguido recoge el resto de manzanas que quedan y con ellas entre los brazos echa a correr hacia la casa de la elefantita.

-Vamo Tompiiii, ¡yo tengo agua! Piniiiiiii

Don Moniato es lento pero sus zancadas son grandes, aunque no lo parezca avanza bastante y mueve su cuerpo con facilidad pero vamos a simple vista tiene que ser pesado, muy pesado. Es un ser peculiar.

Durante el trayecto, Trompi os comentó algo que podría ser de interés.

- Ahora que me acuerdo, hace unos días cuando iba a buscar algunas manzanas me encontré con un librito muy viejo y estropeado. Pero pensé que podría ser importante. ¿Qué os parece si os lo regalo además del trozo de tarta en cuanto lleguemos a casa? - Trompi sonríe alegremente y se siente muy segura a vuestro lado.

Era sabido que Lobombre disfrutaba del conocimiento, todo lo que fuera dar respuestas a preguntas que incluso no habían sido formuladas le encantaba. Por ello, en cuanto Trompi habló sobre ese libro exclamó:

- ¡Un libro antiguo! – dijo entre un estado de nerviosismo y excitación -. Me encantaría echarle un vistazo.

Aunque Musculitos prefería dos trozos de tarta antes que un libro antiguo, lo cierto es que no iba a poner reparos en el regalo de Trompi. Quien sabe, quizás en el libro encontrasen algo interesante, como un tesoro, o un lugar para comer mas tartas. 

Libros, ¡Libros antiguos! Que devoto cultista iba a poder resistirse a semejante regalo. - Oh, si... me encantaría echarle un vistazo... - Respondí, ávido de posar mis manos sobre un polvoriento tomo de conocimiento oculto. La tarta de manzana tampoco era un mal aliciente, leer solía dar hambre al fin y al cabo, así que comer tarta mientras leía no parecía un mal plan para pasar la tarde.

En el trayecto, hablasteis de tartas, libros antiguos y demás enseres sin que ocurriese nada fuera de lo normal. Tras un ratito caminando, llegasteis a casa de Trompi. Ella os invitó a entrar a su casa y os ofreció tarta y zumo de manzana y os puso el librito sobre la mesa. -Que ganas de saber que puede ser, aquí tenéis. - Trompi estaba contenta de tener visita y poder charlar.

El libreto está quemado y emborronado, pero algunas de sus partes aún son visibles. La mayoría de sus páginas son ilegibles, pero presenta varios diibujos y diagramas.

Lobombre fue el primero en tomar el libro (fue a por él corriendo, ignorando casi por completo la comida y al resto del grupo), y empezó a examinarlo:

- Mmm interesante… Muy interesante – dijo mientras echaba un vistazo, para acto seguido pasar su nariz por todo el libro-.

Durante el trayecto Don Moniato no podía pensar en otra cosa más que en el trozo de tarta que se iba a pimplar en casa de la Señora Trompi, qué rico le va a estar y si encima lo acompaña con zumo de manzana. Mmmmmm DELICIOSO. Iba tan abstraido en sus pensamientos que no se percató de lo realmente importante: UN LIBRO ANTIGUO.

Al llegar deja todas las manzanas que portaba donde su amiga le indica y después se sienta ansioso en el piso de la casa. En cuanto le sirven el pedazo de tarta y el zumo se dibuja en su cara una sonrisa de... ¿Orifico sonoro a orificio sonoro?

-¡Yupiiiiii! ¡Mi favoritaaaa! ¿Lo has sibido como Tompi? Mmmm- hacerca su orificio nasal a la tarta y sin que os lo esperéis ninguno... ¡Empieza a usar el cuchillo y el tenedor que os ha dejado la infitriona! ¡Qué fino!

¿En cuanto al libro? Pues claro que tiene lo que preguntar, qué os i´bais a pensar...

-Tompi... ¿Eto se come? Paese chamucao que etá.

¡Qué pregunta más útil! ¡Dí que sí Do Moniato!

Mientras K'zulu y Musculitos comían su tarta, Lobombre y Don Moniato echaron un ojo al libro. Aunque Don Moniato no se lo pensó mucho y siguió comiendo.

Trompi, observaba con alegría como sus invitados saciaban su hambre y cuando acabaron ofreció un pedazo extra de tarta a cada uno. - ¡Comed! ¡Comed! ¡Tengo toda la que queráis! - Trompi estaba muy feliz de tener a tantos amigos en casa.

- ¿Y que pensáis del libro?

Al observar el libro, te das cuenta de que la portada tiene lo que parece el dibujo de una especie de cofre del tesoro, pero está medio quemada y no consigues distinguirlo del todo bien. Al abrirlo, puedes ver que muchas páginas faltan o están totalmente negras, manchadas y carbonizadas; pero puedes distinguir algo parecido a un mapa en una de sus páginas.

Finalmente con tu olfato, distingues un olor a pantano o algo por el estilo.

Lobombre, con el libro en brazos, se acercó a la mesa donde estaban comiendo el resto de sus compañeros, y dejó el libro suavemente. En un tono serio, dijo:

- Chicos, esto es lo que he averiguado - se aclaró un poco la garganta antes de hablar -. En la portada aparece lo que creo que es un tesoro y además he encontrado una especie de mapa dentro de él, pero no logro descifrar mucho más. ¿Alguno podéis reconocerlo?

Consigues ver que el primer punto del mapa es... ¡El Pantano del Mal Rollito! Es posible que por eso oliese a pantano el mapa ¿Quién sabe?

Musculitos come las tartas de Trompi con ganas. Le encantaban los dulces y desde luego, las tartas era de sus postres preferidos. A duras penas echa un vistazo al pequeño libro de Trompi. Sin embargo, las palabras de Lobombre hace que se detenga momentáneamente y se fijo con un poco de detenimiento en el librito. 

Don Moniato agradece un pedazo de tarta más de la Señora Trompi y sigue zampando, en verdad no se come solamente un trozo más, se come otro y otro y así sin parar mientras sus compañeros hablan sobre el libro.

Llega un momento en que mastica, mastica y mastica pero la comida no se cuela por la garganta, INCREIBLE PERO CIERTO, Don Moniato ha llegado a su límite de ingesta y se puede apreciar como trozos de tarta caen por la comisura de la boca, sus ojos se entrecierran pesarosos y su tripa relincha cual caballo.

-Ohhhh ricaaaaa ees pero no más...- hace el esfuerzo de hablar aunque sea sin mucha potencia.

Lobombre empezó a comer algo de tarta mientras meditaba sobre el mapa que había encontrado en el libro. En cuanto probó un pedacito de tarta no pudo parar de comer hasta quedar más que saciado, olvidándose por completo del libro y del tesoro.

Ya con la barriga llena, le vino de nuevo a la mente el mapa:

- ¡Lo tengo! ¡Lo tengo! ¡Lo tengo! –gritó exaltado-. ¡Este primer punto del mapa es el pantano del Mal Rollito!

Vaya, creo que eso no nos pilla muy lejos de aquí- dice Musculitos tras acabar de la tarta- podemos terminar de comer aquí y luego ir a investigar esa zona. Quizás encontremos un tesoro realmente molonguí alli.