Partida Rol por web

A Oca la resulta imposible forzar la puerta de una forma silenciosa. En sus intentos es capaz de darse cuenta que los Pistoleros se encargaron explicitamente de sellar esa salida y seguramente todas las que daban al patio del hotel. Hubiera sido una buena estrategia si hubieran conseguido salir por esa puerta.

Siempre quedaba la opción de usar la violencia.

Por su lado, Panda llega al piso superior, no parece que nadie la haya podido escuchar. En la inmediatez al lado de las escaleras no hay nadie mas.

Cita:

-No... Nada esta bien.- Dije, sacando la pistola y tomando aire bajo la mascara.- Pero no es como que podamos parar ahora ¿Verdad?-

Intente ignorar las voces en mi cabeza y seguí a Oca con arma en mano, este siendo detenido por una puerta tapiada con tablones, teniendo problemas aun con sus herramientas, aunque era comprensible, cualquier en su estado tendría problemas incluso en caminar mas de cinco pasos. Mientras este se enfocaba en la puerta, indique con una mano la cocina, empezando a caminar silenciosamente a esta.

Al menos esa era mi intención, hasta que el ruido de una botella rota crujió bajo mi bota.

Cuando Panda llega al piso superior puede ver la puerta bloqueada que lleva a la terraza, así como una zona de descanso vieja y abandonada. Todo está lleno de polvo y hay rastros de pisadas por todas partes. El papel de las paredes se ha desconchado y la humedad ha dejado feas manchas por todos lados.

Hay una puerta que lleva al lado Oeste justo cerca de las escaleras, así como un pasillo que lleva a los ascensores, ventanas y mas pasillos al lado este.

No hay movimiento o ruidos, solo un silencio incomodo.

Asomo la cabeza con cautela. Sin miedo a la morir, pero sin desear ponérselo tan fácil. Nadie ... Unos cristales crujen y el silencio los amplifica hasta hacerlos un ruido patosamente delatador. Joder. Bajo un par de escalones para mirar a mis compañeras y no tardo en identificar quien ha hecho el ruido. Su actitud de culpabilidad la delata.

Pateo un guijarro del suelo para que caiga repicando el suelo del recibidor. Tan solo para llamarle la atención al pájaro negro. En cuando lo consigo, niego con la cabeza a la vez que señalo el comedor.

Por su parte, oca esta peleando con la puerta sin que esta esté dispuesta a ceder fácilmente. Bien ... Me quedo en la escalera, observando sus acciones, sin que mis orejas dejen de prestar atención a cualquier cuido que pudiera provenir del piso suprior.

- A tomar por saco.- Fueramos por donde fuésemos, los pistoleros iban a tener la oportunidad de agruparse y darnos por culo, fuese por dentro o por fuera, si es que existían ventanas sin tapiar que diesen al patio. Me alejé un poco de la puerta y traté de descerrajarla de un escopetazo.

Oca termina destrozando la puerta para poder salir por la terraza. Por suerte o desgracia continuabais sin movimiento en el piso superior donde Panda estaba alerta.

En el exterior se podían ver todas las ventanas tapiadas de forma similar y las escaleras que también subían hacia arriba.

Viendo la indecisión del grupo Cerdo cargó su escopeta y fue el primero en salir por la puerta, mirando a ambos lados para que nadie lo emboscara y señalando al grupo que había una escalera en el lado derecho al salir al patio.

Suspiró e hizo un extraño ronquido con su maltrecho cuello.

Tras el exasperante forcejeo con la puerat lo que más deseaba oca era descargar su escopeta contra el primer elemento con que se cruzase, puede que por eso fuese buena idea salir al patio, donde a fin de cuentas posiblemente no encontrarían nada más que los asquerosos hongos de la piscina caída en desuso y puede que liendres de algún  tipo y ratas desesperadas por una nueva dosis de revistas porno descoloridas que algún pistolero habría dejado caer por la ventana tras mancharlas accidentalmente.

Replicó al gemido de Cerdo con una imitación similar pero más acentuada, de cerda pasivo agresiva, y se dirigió hacia las escaleras que el enigmático cabecilla les señalaba.

El disparo de oca puede propiciar una buena ocasión para subir. No creo que haya pasado desapercivido para nadie en los cinco pisos adyacentes. Miro hacia arriba ... miro hacia abajo, donde cerco y oca se comunican con gruñidos. Sin quererlo se me escapa una sonrisa que la máscara se encarga de dejar solo para mi. Me gusta esto.

Me toma unos segundos de dura pelea con mi ideas suicidas hasta que decido que ir por sepatado no será tan buena idea como me gustaría pensar. Una cosa es morir, pero si puede ser matando a los mas posibles ...
Vuelvo a bajar las escaleras andando pero procurando no hacer mas ruido del necesario.

Nos esperan en cualquier lugar - Anuncio en un alarde de oratoria como nunca habia hecho hasta el momento, en cuando les alcanzo por la espalda. Decidida a respetar su camino, encargándome de que nadie nos sorprenda por detràs.

El exterior es una mezcla de silencio y ecos de la ciudad rebotando en la fachada del hotel. El patio del hotel es todo polvo, suciedad y moho creciendo por todas partes, con restos de runa de los trozos que se van desmoronando de aquí y allá del edificio.

Todas las ventanas están selladas a base de ladrillos o tablones de madera y no parece haber ningún acceso.

Vuestro paso hacia las escaleras deja un rastro muy obvio de pisadas, cada huella agujerea un sucio gris para dejar entrever el vivo pasado del edificio con baldosas de colores chillones. No parece que haya guardias, drones o cámaras (útiles) en el exterior y podéis subir a la segunda planta sin encontrar dificultad alguna.

Aunque las puertas y ventanas de ese piso están igual de tapiadas que en la primera planta.

- Si no he entendido mal el tal Jonas estará en este planta mientras que el otro cabecilla está en la cuarta planta. Creo que Jonas tiene perros de combate. ¿Alguna idea sobre cómo proceder?- Consulté en voz baja a is compañeros.