Partida Rol por web

Luego de la cacería los invitados llegaron de vuelta al castillo y comenzaron a vestirse para la cena. Davos termino de arreglarse antes que el resto y como aún no habían llamado a cenar decidió dar un paseo por los pasillos de la fortaleza. Entre idas y vueltas, en una de las esquinas se encontró con Daenyra.
-Buenas noches mi señora, se ve muy elegante esta noche.- Dijo con cortesía.

Daenyra tenía muchas cosas en mente, una de ellas era aprovechar la oportunidad que le traían los festejos para intentar relacionarse con gente importante. Acabase como fuera aquello, siempre se podría tomar como una victoria cada aliado que consiguiera traer a su lado.

Había estado intentando dar con el heredero de los Baratheon para esclarecer el altercado ocurrido en la cacería y, en definitiva, conocerle mejor.

- Buenas noches milord, vos también lucís impecable. ¿Tenéis tiempo para acompañarme a dar un paseo? Seguro que la posada está aún abierta y podríamos compartir algo de vino. He escuchado que ha sido una cacería complicada. ¿Vos habéis acudido?-

-Los rumores corren a una velocidad endemoniada.- Dijo Davos a Daenyra mientras emprendía la caminata a la posada. -Supongo que a cada uno de los que asistió nos tocara contar nuestra parte. Si, fui a la cacería pero no vi el incidente. Quede en otro grupo bastante alejado, no supe que paso hasta que casi había terminado la jornada de cacería pero como mi padre estaba en el grupo de los involucrados creo que me entere de más cosas.- Dijo el chico imaginando por que Daenyra lo había invitado a pasear. -¿Que es específicamente lo que quiere saber mi señora?

Sintió que la conversación no había empezado con buen pie, ella había demostrado su interés por el tema de la cacería demasiado pronto, así que intentó rectificar su error.

- Pero Milord, no creeréis que os llevo a tomar vino para sacaros información, ¿verdad? Me interesa más saber qué tal os lo estáis pasando. ¿Habéis estado alguna vez en alguna de las islas? Yo me temo que nunca he estado en el Bastión de las Tormentas, me han dicho que es una fortaleza impresionante. Tengo entendido que vuestro hermano tiene interés por las armas, pero de vos no sé nada. ¿Qué es lo que os gusta?- 

Davos escucho a la chica en silencio y habló. -Eh estado en Rocadragon varias veces. Mi padre es hermano natural del rey y también su mejor amigo así que varias veces me toco estar en una isla.- Contestó. -Bastión de tormentas hace justicia a su nombre, la zona en donde se levanta es realmente el centro de todas las tormentas. Me cansé de ver al mar tragase barcos enteros desde la ventana de mi habitación. Sin embargo el castillo sigue ahí, imponente y ni siquiera la sal del mar desgasta la piedra. Mi madre dice que es porque el castillo tiene un embrujo realizada por Bran en constructor, el fundador de la casa Stark.- Contó. -De todos modos mi madre sabe mejor la historia, el castillo, era de su padre que a su vez era el rey de las tormentas. Mi padre lo mato en la guerra de la conquista y desde ese momento el vive allí, pero la que conoce bien el lugar y sus secretos es mi madre.- Agregó soltando un poco la lengua.

-En mi caso mi fuerte creo que es el comercio y la economía. Soy muy bueno con los números y los libros de contaduría. Pero tampoco es algo que me guste por gustar, soy bueno y lo hago. Espero dar en algún momento con mi pasión. ¿y a usted mi señora? ¿Qué le gusta hacer?

De inmediato quedó impresionada con la historia sobre la fortaleza. Por supuesto algo había escuchado, aunque nunca prestó mucha atención a las aburridas clases del Maestre Forthwind, pero debía ser impresionante ser testigo de la furia del mar y del viento protegida por fuertes muros. Aunque más impresionante sería navegar la tormenta a lomos de un dragón.

- A mi me gusta volar.- Era algo que había descubierto recientemente, pero que había soñado toda su vida. Cuando se dio cuenta de lo raro que sonaba eso tal cual, añadió- en dragón, me refiero. Me encantaría recorrer el mundo a lomos de un dragón. Conocer otras culturas, otros continentes.- Y conquistarlos todos... Aunque eso último no lo expresó en voz alta por razones obvias.

- Si os gustan lo libros, o llevaréis muy bien con mi hermano Maegor. A él también le interesan esas cosas, aunque también le gusta trabajar en maquetas creo. Pero me habéis dicho que no lo hacéis por placer... Venga, seguro que hay algo con lo que soñéis, que o gustaría hacer si no tuvieráis que concentraros en vuestros deberes. A mí podéis contármelo, no soy más que la menor de la familia y no tenéis que guardar ningún protocolo estúpido conmigo.- Le dio un codazo cómplice para intentar que se soltara y viera que estaba entre amigos. Aquello no era una reunión política ni mucho menos.

-Claro, ese es un privilegio que gozan los de tu familia.- Dijo al escuchar que lo que le gustaba a Daenyra era volar. -Supongo que en tu situación yo también sería un fanático de volar. Supongo que si tuviera un dragón no ve bajaría del animal nunca.- Dijo imaginándose lo que haría con una criatura así.
-Lo bueno de tener esas bestias es que serás bien recibida y mimada en cualquier lugar al que vayas. No existes mas dragones que los suyos según dicen, salvo en Asshai pero los de allí son terroríficos y no salen de ese lugar.- Comento contado algo que había leído una vez.
-¿Al novio le gustan los libros? hemos perdido una oportunidad de oro para ofrecer un buen regalo de bodas. Mi padre opto por un excelente arco largo, es un buen regalo pero no se si tu hermano es aficionado a la arquería. Contó.
-Es usted muy buena para hacer preguntas que pueden poner a algunos en problemas, se que los rumores son una moneda fuerte para las mujeres en las cortes y es difícil mentirle u ocultarle algo a alguien tan alta belleza como usted mi señora.- respondió. -Pero puedo decir que me interesan mucho investigar las religiones, sé que hay cultos interesantes en todo el mundo incluso muchos de ellos aun siguen vigentes en este reino como el culto a los arboles de los norteños pero temo que mi alguno de los vasallos religiosos de mi padre vean eso como algo malo y quieran apretarlo por ese lado, al fin y al cabo el es medio Targaryen y los dragones tienen otra fe.-

-Hablando de eso vi que hay una extraña sacerdotisa que viste de rojo, vino en el barco de los invitados de Braavos y me muero de ganas de hablar con ella sobre su religión pero supongo que mi timidez me impedirá hacerlo.-

La charla con Davos estaba siendo más amena y fructífera de lo que se había esperado y enseguida Daenyra se sintió cómoda hablando con él.

- Bueno, pues dos cosas os puedo prometer; una, que si alguna vez tengo un dragón os llevaré en él a donde queráis, y otra, que no saldréis de esta isla sin conocer a esa enigmática mujer. Me encargaré yo misma de presentárosla.

Si tanto os gusta el tema de religiones, decidme, qué sabéis de la religión de la Antigua Valyria y qué religión procesáis vos mismo.-

-Eso sería algo increíble, creo que espero con muchas ansias el día en que usted consiga su dragón.- Dijo Davos con sinceridad, volar era una experiencia reservada para solo un puñado de personas en todo el mundo. Ser uno de esos era algo que lo entusiasmaba, aunque fuera solo una vez en su vida.
 Davos estiro un poco el cuello para ver a las personas con las que se cruzaba buscando señalarle a la mujer de la que hablaba. -No la veo por aquí, me gustaría que nos la cruzacemos para que pudiera indicarle quien es.- Comento. Le gustaba la idea de ser presentado ante la mujer roja.

-uff sus dioses son muy interesantes, lo único que me apena es que todo lo que se conoce es a través del material que trajeron los Targaryen cuando se escaparon de la maldición de Valyria. No hay mucho mas de donde conseguir, tal vez la ciudadela tenga algo que explorar en su sección prohibida pero no lo creo, supongo que deben tener conocimientos más tangibles y peligrosos allí. Pero bueno, volviendo al tema se bastante sobre los sempiternos dioses de lengua Valyria. Está Syrax: una diosa de las profecías y el futuro, Meraxes: Un dios de la sangre, poder y riqueza, Balerion: Un dios sin género de la guerra y los dragones, Vaghar: Diosa de los volcanes y fuego, Enlil:. Dios de los esclavos, Inanna: La Arpía. Dios del placer y los esclavos Este es diferente a Enlil ya que este ultimo los adoraban los esclavos y le pedían su libertad, Madre Rhoyne: Diosa de los ríos del continente, Arishok: La Cabra oscura, Dios del sacrificio rival de los dioses Valyrios; Boash: el ciego Dios de la humildad. Creo que hay algunos otros más pero ya no tengo más material del que buscar. Tal vez algún día cuando pierda la cordura me embarque a lo que quedo del Feudo franco de Valyria para buscar más material sobre esta fe.- Conto con gran entusiasmo.

-¿Yo?... supongo que no profeso ninguna. Es decir, hago los ritos de los siete pero no soy devoto de ellos. Creo que aun no encuentro una fe con la que me sienta cómodo.

 La charla sobre los dioses fue tan amena para Daenyra y para Davos que antes de que pudieran darse cuenta ya estaban en la posada.
Como siempre el posadero despejo su mejor mesa para la señora de la casa e invito a los comensales con cerveza y algo de cordero asado con cebollas. Todo sin costo alguno por su puesto.

- Por la salud de los novios- brindó antes de pegarle un buen trago.

- Pues la verdad es que el tema de la religión es muy interesante, aunque, si has estudiado algo sobre Valyria también sabrás que la mayoría no creía en ningún dios realmente. Muchos pensaban que los dioses son una mera invención para explicar cosas que no entendemos como la magia o la muerte, o incluso un medio para obtener poder y controlar a las masas.

No hay mejor método que meter miedo en el corazón de un hombre para que obedezca ciegamente; 'haz esto o los dioses te castigarán', y claro uno termina haciéndolo por si acaso.

¿Os acordáis durante la conquista lo que pasó con el loco de Lodos? ¿El que dijo que era la reencarnación del Dios Ahogado? Cuando llego el momento de llamar al Kraken, ahí no le hizo caso ni el más triste de los cangrejos.

No dudo que exista la magia y cosas que desconocemos... ¿Pero los dioses? No estoy yo tan segura de eso.-

En ese punto parecía que a Daenyra se le estaba soltando la lengua más que a Davos.

- Mira, sabes qué, cuando nos terminemos estas cervezas vamos a buscar a esa mujer a ver si ella nos puede convencer de que su dios existe, ¿Qué te parece?- dijo algo achispada.

- A propósito, venga, cuéntame qué paso en esa maldita cacería que nadie me quiere contar nada, como si fuera un secreto entre hombres o algo así...-

Davos brindo por la salud de los novios y sonrió al escuchar lo que la chica le decía y de pronto se mostró más emocionado que antes.

-Ese es un debate filosófico muy interesante. Puede que tengas razón y que todo sea un invento de control pero antes esa teoría te pregunto ¿Piensas que somos el organismos más avanzado que existió? ¿somos lo más complejo que puede existir en la historia? yo creo que no. Yo creo que estos dioses son algo incomprensible para nosotros y solo le damos una forma para tratar de entenderlos. Somos una hormiga tratando de construir bastión de tormentas. No sabemos ni cómo empezar y lo único que podemos hacer es algo que sea lo más parecido posible a nuestra comprensión del bastión. Como para dar un ejemplo.- Conto con una pasión poco vista.
-Pero bueno es un debate muy interesante para desarrollar y no creo que podamos hacerlo en una taberna, más que nada porque la cerveza hará efecto y ya no podremos centrar las ideas principales.- Agregó tomando media jarra de cerveza de un solo sorbo. Al parecer había heredado la sed de su padre.

-Tal vez. Ojala que ella pueda enseñarme más sobre los dioses, ese es mi objetivo en la vida. Intentar comenzar a comprenderlos. Pero para eso tengo que escuchar muchos dogmas.- Dijo y casi comienza a hablar nuevamente del tema pero se detuvo por qué sabía que si no hablaría toda la noche.

-Creo que me has dado una conversación tan gratificante que mereces saber el "chisme".- Dijo Davos. -Pero en realidad no hay mucho que contar. Mi padre estaba en ese grupo y Etain alerto que había visto una presa. Rapidamente disparo en esa dirección, cargo y volvió a disparar. Mi padre tiene ese problema en su mano de la espada así que solo llego a cargar la ballesta. Eso te lo puedo jurar, mi padre nunca disparo. Le cuesta mucho hacerlo sin una mano.
-No mucho tiempo después tu hermano y el joven Bastian de la casa que responde a ustedes se lanzo contra el grupo de mi padre. El pobre Arryn ni siquiera tenía su ballesta en las manos, se había dedicado solo a charla con mi padre y Etain y de un momento a otro tu hermano, Revan creo que es su nombre, le abrió un tajo en el pecho y vinieron a acusarlos de intento de regicidio y demás. Creo que si mi padre tuviera sus dos manos mañana habría un velorio en vez de una boda pero por suerte no paso a mayores. Discutieron un poco hasta que se dieron cuenta que el Arryn estaba en el piso con el pecho abierto y se fueron a llevarlo a algún maestre pero no hay nada más.
Mi padre ama a el rey todo lo que un hombre pude amar a otro. Es su medio hermano y su mejor amigo, jamás lastimaría a uno de sus hijos, pero supongo que por el castillo están todos corriendo de un lado a otro inventando la historia de cómo mi padre intento matar a Maegor para luego Matar a Aerys y quedar como heredero o alguna idiotez así.- Dijo con un gran enojo.

 Davos parecia estar defendiendo a su padre porque suponía que Daenyra venía a escuchar alguna versión poco conocida del  "intento de usurpación de los Baratheon" como si en cualquier momento a algún Baratheon se le ocurriera la traicionera y estúpida idea de  usurpar el trono de sus hermanos los Targaryen.

  La conversación daba buenos frutos y Daenya podía sentir que todo estaba saliendo bien. Pero no muy lejos de donde estaban sentados la chica escucho una risa Familiar.
Dhalia de Lys compartía una mesa junto al Heredero de la casa Velaryon, uno de los hijos de Theo Tyrell y uno de los bastardo de Gargon Qoherys, Señor de Harrenhall que había llegado a la isla como caballero errante para participar en el torneo. Al parecer no solo Daenyra estaba haciendo bien sus deberes.

Estaba teniendo una agradable velada hasta que vio a la de Lys, confabulando descaradamente a los ojos de todos.

Su sangre Targaryen hirvió en sus venas alimentada por el alcohol de las cervezas que ya había tomado. Se sorprendió a sí misma pensando en lo agradable que sería ver a aquella mujer abrasada por las llamas de Arrkax.

Si Davos estaba pendiente de ella podría ver como la pequeña de los Baelralys luchaba por contenerse. Su mano sujetó, crispada, la jarra por un momento en un gesto de furia. Pero no duró mucho, al parecer la cordura ganó la batalla interna y relajó el gesto.

- Oh, mira!- dijo de repente- Ahí está Dhalia. Es una invitada de mi padre y viene de Lys. Ella también tiene unas costumbres muy particulares y seguro que sabe mucho de las religiones de Essos ¿Te parece que nos sentemos con ellos un rato?-.

Daenyra pensó que de algo se terminaría enterando, ya fuera porque cambiaran de conversación de repente como que no lo hicieran. Al menos le fastidiaría la reunión.

- Venga- animó al Baratheon a levantarse e ir hasta la mesa donde estaba la de Lys.

- ¡Amiga mía!- saludó de forma algo exagerada, dándole un beso en la mejilla y un abrazo-. Veo que estáis rodeada de buena compañía, ¿os importa que nos sentemos un rato con vosotros? Lord Davos, os presento a Dhalia de Lys. Hablábamos sobre religiones exóticas ¿y vosotros? ¿Qué es lo que traman mis señores?- saludó al resto de los comensales con una reverencia.

Davos vio el enojo de la chica y pensó que tal vez hubiera hablado de más sobre las religiones. Sabía que para muchos era un tema muy sensible y que tenía que tratar de no explayarse tanto cuando le preguntaran. ¿o tal vez era que no le creía lo que dijo de su padre? Estaba a punto de cambiar el tema de conversación cuando la chica propuso compartir mesa con la joven Lysena.

-Joven Daenyra ¿cómo se encuentra? veo que está usando un hermoso vestido ¿Es uno de los que le mande a hacer para encadilar los ojos de los gallardos hombres de ponientes? porque de será así veo que funciona.- Comento la mujer.
-Puedes sentarte si quieres pero estábamos teniendo una conversación que puede no ser propia para una niña. No creo que los gustos de Lord  Qoherys sean un tema para compartir con la hija del señor de la isla.- Agregó poniendo un tono más dulce como si estuviera hablándole a una criatura pequeña.
-¿Así que charlaban de religiones? no te tenía como una mujer de fe Dany pero me alegra que tengas un interés en esos campos. En Lys tenemos varias religiones y además poseemos el templo más grande de los sacerdotes de R´hllor.

 Los otros señores rieron cuando Dhalia hablo con Daenyra ya que al parecer les pareció gracioso el trato. No hablábamos de nada más que eso.- Dijo Theo Tyrell. Además disfrutábamos de la enorme belleza de esta mujer, pero al verla llegar me alegra que quiera quedarse ya que usted posee también esos hermosos rasgos Valyrios que vuelven locos a la gente de poniente

Se notaba que algo estaba tramando y no era nada bueno. ¿Qué hacía aquella extrajera reunida con lo herederos de casas importantes? Si fuera para conseguir un matrimonio a Naerys o a ella misma tendría sentido, pero la forma de provocar a los presentes no indicaba que hubiera venido a eso sino de todo lo contrario.

- ¿Así que hablabais de temas picantes? Bueno, aunque he de reconocer que no tengo la experiencia que tenéis vos pues ya contáis con una edad y un hijo que lo prueba, tampoco me asusto fácilmente, así que, si es por mí, no se inhiban mis señores.

A propósito mi querida Dhalia, ¿Qué le pasó al padre de vuestro hijo? ¿Sois viuda y estáis buscando un nuevo marido? Debe ser difícil encontrar a un hombre que quiera hacerse cargo del hijo de otro, pero no os preocupéis que seguro que entre tanto caballero alguno encontraréis, además, todavía sois muy bella.-

Daenyra se sentó donde la dejaron sitio y empujó algo más para que también le permitieran un hueco a Davos. Se sintió un poco mal por él pues la verdad se lo estaban pasando bien antes de obligarle a cambiar de mesa, pero es que aquella reunión era demasiado sospechosa.

- Hablando de mujeres bellas, el vestido más hermoso, confeccionado por nuestra amada invitada de Lys, lo llevará mi hermana Naerys. Sé que nuestra heredera es algo tímida, pero ya les aviso que, como se entretengan en mujeres vulgares como nosotras- dijo refiriéndose a la de Lys y a ella misma- algún heredero de las otras casas se les van a adelantar y se van a quedar sin catar lo mejor de la isla- guiñó un ojo para demostrar que ella también podía hablar de cosas picantes.

Sé cómo te sientes Dany, yo a tu edad estaba estallada en el deseos de la carne. Todas las señoritas de tu edad están así.- Contesto la mujer. -Por eso confío en que no te asustes de estos temas pero temo que estos relatos alimenten tu imaginación y termines cometiendo un error grave que te condene de por vida.- Agrego Dhalia poniendo un tono de preocupación que no era difícil ver que era falso.

-La historia del padre de Tideo solo puedo confiársela a los más cercanos querida niña. Espero que no te haga sentir mal que no te incluya en ese grupo. Los dioses saben que te tengo estima pero sé también que a tu edad y en tu entorno los chismes son una moneda fuerte.- Dijo tratando a la chica de chismosa y promiscua. -Por suerte no necesito de nadie para que cuide a mi muchacho. Lord Baelon nos protege bien y está encantado con el niño así que no temo a mi futuro inmediato.

El grupo se amontono un poco más para hacer espacio a los recién llegados y Davos se sentó junto al bastardo de los Qoherys que lo miro de arriba a abajo desestimándolo como hombre.

¿Dany como vas a considerarte una chica vulgar? esas chicas de las que hablas tienen cuerpos hechos para el pecado y hacen caer a los hombres rendidos a sus pies con solo palabras y promesas. Ellas son deseadas y pueden hacer que los hombres maten por ellas. Tú no eres así, tu eres una dulce flor. La hija de un gran señor que te conseguirá un hermoso matrimonio con un bello caballero, como sucede en los cuentos que lees.- Dhalia mosto una amable sonrisa la terminar de hablar mientras que los señores se reían de lo que la chica había dicho ya que desestimaba la posibilidad de que Daenyra se casara con un heredero y que solo podía aspirar a un caballero hacendado.

Davos siguió la conversación en silencio sin decir una palabra había intentado hacer una pregunta sobre las religiones de Lys pero su voz fue tapada por la de Dhalia. Decidió quedarse callado ya que alli estaba uno de los Hijos de la casa Tyrell y no quería mostrar su interés frente a ningún noble que no fuera de su confianza.

Aquel juego sí que le parecía vulgar y aunque tenía que reconocer que había caído en él en un primer momento, no pensaba seguirlo.

Ya había abierto a debate el tema de su hijo y del padre que nadie sabía si seguía vivo o quién era si quiera. Eso sería una duda suficientemente razonable para echar atrás a cualquier heredero que la pretendiese, o eso creía ella.

- Bueno, también se puede desear, amar y venerar a una mujer noble, como Lady Elaena, o la reina Visenya, sin ir más lejos. Mi hermana Naerys es como ellas. ¿Quién no desearía estar con una mujer así?¿Mis señores no están interesados?- dijo mirando a los comensales masculino sentados a la mesa.

- Si alguno quiere conocerla puedo presentársela con mucho gusto- buscaba desviar la atención que los señores habían puesto en Dhalia y enfocarla hacia su hermana. Sobre todo la del heredero de la casa Velaryon que pensó les vendría muy bien como aliado.- ¿Sabéis que es una formidable guerrera? No penséis que es solo una bella flor que decorará vuestros castillos, tiene carácter y sabe defenderse muy bien sola. El valiente que se atreva a cortejarla va a tener que andar con cuidado.

No es tan fácil como muchas de las cortesanas que veréis estos días por las fiestas, eso es seguro- obviamente se refería a la de Lys.

No pensaba quedarse mucho tiempo más en compañía de esa pécora, pensaba que su trabajo ya estaba hecho y no quería torturar más a Davos que se le notaba incómodo con ese grupo de gallitos. Se acercó al oído del Baratheon para susurrarle:- No os preocupéis nos iremos enseguida, siento que tengáis que ver esta lamentable escena, os lo explicaré más tarde.-

-Claro que si Daenyra, como bien dices a veces se puede amar a una mujer noble. No dudo en que Lady Elaena recibe todo el amor que lord Baelon puede darle. Estoy seguro que su casamiento fue algo que los alegro mucho a los dos ya que se nota que lo que ellos tienen es amor verdadero.- Dijo la mujer metiendo el dedo en la yaga. Al parecer también conocía la historia de Lord Baelon.

La mujer prefirió no decir nada mientras Daenyra endulzaba con palabra la imagen de su hermana solo se limito a escuchar y a asentir de vez en cuando

-Seguramente estos señores podrán dar con una bella mujer que les robe el corazón y los lleve a un compromiso. Si tienen suerte pueden tener la atención de Naerys pero tengan cuidado, tal vez quiera que ganan su corazón en un combate cuerpo a cuerpo.- Bromeo la mujer. Los hombres con los que se rodeaba no solían buscar mujeres guerrera sino mujeres lindas fogosas y obedientes.

 
Por su parte Davos ya comenzaba a inventar una excusa en su cabeza para retirarse cuando Daenya le habló. -Me alegra oír eso- Contesto sin dar mucha mas información esperando que la promesa de aquella mujer se cumpla pronto

Se le encendió la sangre cuando habló así de su madre y a punto estuvo de tirarse al cuello de esa mujer y partirle la cara. Entonces se dio cuenta que, como no se fuera de ahí ya, terminaría haciéndolo. Esa mujer era un vívora que no soltaba más que veneno por su boca. Si su madre no se encargaba de darsela de comer a Arrkax, terminaría haciéndolo ella.

- Bueno, me temo que vamos a tener que dejar a mis señores de nuevo así pueden hablar de esas cosas tan interesantes sin que les moleste mi presencia, hice una promesa a Lord Davos y yo soy de la que las cumplen. Tengan cuidado de esta mujer no vayan a enfadar a su marido y decida envenenaros, que ya sabemos cómo solucionan lo problemas por aquellos parajes.

Buenas noches- Daenyra se levantó y esperó a que el Baratheon hiciera lo mismo. Esperaba alguna pulla más por parte de esa bazofia de Lys antes de irse así que respiró profundamente para aguantar lo que seguramente se le venía encima.

Dhalia se rio del comentario de Daenyra y logro que algunos de los que la acompañaban le siguieran la risa. -De ser así ha sido muy imprudente de tu parte sentarte a compartir la mesa con migo, pero se de corazón que no piensas eso de mi.- Dijo tratando de quedarse con la última palabra mientras despedía a la chica con un saludo de su mano y una sonrisa fija en su rostro.

Davos no espero ni un solo segundo y salió detrás de Daenyra, tanto le incomodaba estar en ese lugar que ni siquiera se molesto en saludar a nadie.

-¿Que fue todo eso?.- pregunto algo extrañado mientras se ponía al lado de Daenyra para poder conversar de manera más privada.

Daenyra resopló como un toro bravo mientras salía a toda prisa de aquella taberna

- Lo habéis visto ¿verdad? No han sido imaginaciones mías... Esa mujer me estaba desafiando continuamente.- La joven hizo un esfuerzo por calmarse, recordando que el que estaba a su lado no era Peyton, acostumbrado a los cambios de humor de la chica, sino uno de los nobles invitados a la boda.

- Disculpadme Lord Davos, realmente no pensé que fuera a salir así la conversación, esperaba enterarme de qué estaban hablando y quizás que ella nos contase algo sobre sus tierras, para nada esperaba que saliera con ese tipo de comentarios.

Como sabéis es una invitada de Lord Baelon y, aunque todos piensan que es su amante, no creo que lo sea. Pero es la incertidumbre de no saber su papel en esta isla lo que me hace desconfiar de ella. Tened cuidado, ya habéis visto que es una víbora que todavía no nos ha mostrado su verdadera piel.

En fin, no quiero arruinar esta velada tan maravillosa que estábamos teniendo. ¿Qué os parece si la terminamos por todo lo alto y vamos a buscar a esa sacerdotisa roja de Braavos?

Y sobre lo de vuestro padre en la cacería, os diré que en ningún momento he dudado de su lealtad ni de ninguno de la casa Baratheon. Solo quería saber vuestra versión de la historia. Me alegro que vuestro padre estuviera presente pues estoy segura de que gracias a él las cosas no fueron a más. Es un orgullo teneros como invitados en nuestra casa.-

La muchacha se sujetó del brazo de Davos con una sonrisa, dispuesta a que él dirigiera el paseo.- Bien,¿ por dónde empezamos a buscar a esa exótica mujer? ¿Probamos con su carpa?-