Problemas en el muelle Aurek

Pese a que acumulaban un gran número de heridas tras las pelea en la cantina con los gamorreanos y los problemas en la torre de control con aquellos duros droides de seguridad, las cosas no les habían ido tan mal. Habían conseguido obtener el módulo de arranque del reactor de hipermateria y ahora solo necesitaban ir al muelle Aurek y tomar por asalto la nave de Trex, el Colmillo de Krayt, para poder largarse de aquel planeta cuanto antes. 

Avanzaron por las callejuelas de Mos Shuuta sin, por fortuna, encontrarse con ningún gamorreano más, hasta llegar a la ancha calle que conducía al muelle Aurek. Una calle algo más transitada y expuesta, ya que mucha gente la transitaba para tomar alguna nave en el muelle o para mover la mercancía que se alojaba en los muelles adyacentes, ya fuese para realizar envíos o recibirlos. Lo bueno era al ser una calle bastante concurrida, por donde circulaban numerosas personas, carros y otros vehículos de transporte de mercancías, podían intentar mezclarse con la multitud hasta llegar a la puerta del muelle.  

De repente, la muchedumbre que atestaba la calle se apartó y un escalofrío recorrió las espaldas de los seis fugitivos cuando divisaron a tres soldados con el blindaje blanco de la élite imperial. Por desgracia, los soldados de asalto también advirtieron la presencia del grupo y uno de ellos, quien llevaba una hombrera naranja en un lateral, alzó la mano para señalarles directamente. 

—¡Ahí están! ¡Cogedlos! —Su voz quebró el silencio de la multitud con el característico filtro mecánico de los altavoces de su armadura. 

Quien diera media vuelta, se pudo dar cuenta de que otra patrulla de tres soldados más se aproximaban por uno de los callejones laterales que desembocaban en aquella calle principal. La cosa no pintaba nada bien. 

Fayyn, ahora llena de energía, maldijo por lo bajo cuando vio aparecer a las dos patrullas de imperiales que aparecían ante sus narices. Los odiaba casi tanto como a los trandoshianos por lo que habían hecho en Kashyyyk, su planeta natal. Estaban tan cerca de su billete de salida…

Con un movimiento rápido, empezó a sacar algo de su bolsa con la intención de activarlo y lanzarlo contra aquel pelotón de indeseables.

—ARBBRRRRRRR GRRRRFFFFF!!*

Uk-47 vio aparecer a una de las patrullas y levantó el arma para apuntar pero a mitad de camino vio a la otra acercarse por el otro lado, seis soldados imperiales en total rodeándolos.

- Mier  da. Dijo mientras levantaba las articulaciones metálicas que correspondían a los brazos en señal de rendición. 

No había tenido apenas tiempo de recuperarse, cuando seis soldados imperiales aparecieron. No estaba seguro de que pudiera soportar un simple puñetazo en su estado, así que mucho menos un disparo de blaster.

La suerte es que tres de ellos aún estaban lo suficientemente lejos como para no suponer una amenaza si conseguían deshacerse de aquellos tres más cercanos de manera rápida y efectiva.

Rápidamente Kallia'star sacó el blaster y buscó un lugar donde atrincherarse y poder disparar

El rodiano puso los ojos en blanco al ver aparecer a las patrullas imperiales. O al menos los hubiera puesto en blanco si, vaya, si tuviese la capacidad de hacerlo. Pero, ¿qué demonios querían ahora los imperiales en Mos Shuuta? Anda que no había mierda que limpiar... o, mejor dicho, mierda en la que meter las narices en Mos Shuuta como para que los señoritos de armaduras blancas inmaculadas fuesen detrás de cuatro mataos' que lo único que querían era robar un carguero y poner pies en polvorosa lejos de las viscosas zarpas de los Hutt. ¿Acaso ahora los Hutt trabajaban codo con codo con el Imperio? No podía ser... y aún así la duda se instaló pronto en la mente de Klee. Pero si había algo que le proporcionaba más dudas que los imperiales lavando los trapos sucios de Teemo era imaginar al propio Teemo pidiendo ayuda a los imperiales. ¿Es que no conocía la existencia de los cazarrecompensas? Había gente muy capaz de reducir a aquel pequeño grupo de sinvergüenzas a polvo, mucho mejor que cualquier patrulla imperial. 

De cualquier modo, el escenario era el que era y ahora se encontraban en medio de dos de ellas. Habría que defend...

—¿Qué se supone que significan esas dos manos robóticas alzadas, montón de tuercas? —recriminó al droide por su actitud derrotista. —Saca el blaster y démosles caña a esos cabeza cubos. —dijo mientras hacía lo propio desenfundando su arma.

Somos seis, ellos seis, rendíos y cuando estén cerca les disparamos a bocajarro y por sorpresa...  Se llama pensar con inteligencia, antenitas, deberías probarlo alguna vez.

Que aparecieran imperiales era malo, que encima les reconocieran y fueran por ellos era peor, parece que Teemo tiene más poder de lo pensando, y el mecánico no estaba como para liarse a puños contra tipos con blaster y armadura, no pintaba nada bien.

- Da igual los planes, el wookie ya ha pensado por nosotros.

Tras divisar a los soldados de asalto todo se precipitó de inmediato. Fayyn sacó una granada de fragmentación y se preparó para lanzársela a los enemigos, Kallia'star buscó un sitio tras el que cubrirse en el inminente intercambio de disparos que se avecinaba, Klee desenfundó su bláster, y, para sorpresa de todos, UK-47 alzó sus brazos metálicos al cielo en señal de rendición. Klee y él intercambiaron unas breves palabras entre murmullos, al parecer se trataba de una especie de estratagema del droide para tener cerca a los enemigos. Aunque a juzgar por como los soldados de asalto corrían a su encuentro no debía preocuparse de que no se le acercaran. 

A la orden de su superior, los tres soldados que se habían cruzado de frente echaron a correr hacia ellos al tiempo que desenfundaban sus vibrocuchillos. A su espalda, la patrulla más lejana se colocó tras uno de los carros de mercancías y prepararon sus fusiles bláster para dispararles. 

Fayyn hizo lo mismo que había visto en los pozos de combate. Tenía práctica de sobra y cicatrices que lo atestiguaban. Esperó a que los soldados se acercasen lo suficiente, aprovechando que su tupido pelo taparía el arma y se preparó para lanzarla. Un tiro limpio. Un blanco fácil.

—GBRRRRRHHAGRRRRRH ARBBRRRRRRR GRRRRFFFFF!!*

Al ver el efecto de la granada lanzada por la wookie, Kallia'star aprovechó el daño y la confusión creado para disparar al soldado que tenía más cercano y eliminarlo lo antes posible. Había que tomar la ventaja proporcionada para poder encarar a los soldados con las armas largas que iban corriendo hacia ellos.

En la cabeza de Klee el plan era muy claro... prioridad uno: matar a todos los soldados imperiales de la patrulla cercana. Los que estaban al otro lado de la calle probablemente ni les rozarían habida cuenta de la legendaria mala puntería de las tropas del imperio. Prioridad dos: colarse a toda leche en el muelle Aurek y bloquear las puertas por dentro. Si allí hubiese gamorreanos sería relativamente fácil convencerlo de que el imperio intentaba entrar para incautar un cargamento privado de Teemo, o alguna triquiñuela parecida. Nota mental... entre tiro y tiro, pensar en una excusa convincente. Sin agobios... solo ha de ser convincente nivel gamorreano... no nivel cerano. En fin... ya se vería. Y con esto y un pelín de suerte, la lanzadera partiría del polvoriento Tatooine en dirección... dónde sea.

Pero para eso había que acabar con los muchachos de blanco de una vez por todas. LA poderosa Fayynchawlienga y su tremendamente expeditiva granada había dañado a varios de ellos y el twi'lek daba cuenta de otro. Eso le dejaba al rodiano a cargo del tercero. 

—¡Ja! —rio Klee con su voz metálica celebrando la consecución de sus planes. 

Ya la pelea había empezado, empezaban los tiros, los golpes y las explosiones, pues estaban tirando granadas como si fuera una fiesta, ya poca ciudad no debía saber que estaban ahí.

Acabar con los que estaban cercar era la prioridad o los de atrás eran incluso capaces de acertarles, Coldo se acercó al más cercano para frenarlo y darle un golpe.

UK-47 parecía esperar su momento con paciencia espartana. Todavía no... Todavía no... Todavía no.... 

Cuando la granada explotó y destrozó a uno de los soldados y dejó heridos a los otros dos UK-47 se dijo a sí mismo: ¡AHORA! y comenzó a correr disparando hacia los soldados restantes, los que estaban armados con vibrocuchillos y estaban heridos por la deflagración de la granada. 

La granada de la woockie cayó a los pies de los soldados de asalto que venían cargando de frente, dos de ellos la vieron caer a los pies de su compañero y trataron de alejarse. Cuando la granada estalló, el soldado salió volando por los aires sin apenas tiempo para gritar siquiera. Coldo se acercó de una carrera a los soldados cuando el humo de la deflagración todavía no se había disipado y le colocó un puñetazo en el casco blanco a uno de los patrulleros que estaba huyendo de la granada. Coldo se preparaba para sacudirle otro puñetazo, pero un disparo de Kallia'star se cargó definitivamente al soldado. 

UK-47, retomando las armas, disparó al tercero de los heridos por la granada de Fayynchawlienga. El soldado se retorció de dolor, llevándose una mano al hombro y alzando a duras penas el brazo herido para apuntar al twi'lek y devolverle el disparo cuando el bláster de Klee brilló enrojeciendo el humo que todavía persistía y hiriendo de muerte al soldado. 

Ya solo quedaban los tres soldados a sus espaldas, que al ver como sus compañeros caían malheridos corrieron hacia los fugitivos para darles caza con las armas en ristre y preparados para dispararles. 

Kaled aprovechó que aquellos soldados se habían puesto a tiro y disparó a uno de los soldados.... con escaso éxito.

Coldo tras dale un buen golpe al imperial que fue derribado por el resto del equipo, no tardo en echarle mano al rifle blaster, enseguida noto lo tosco de su fabricación en serie y como se podía mejorar con un poco de trabajo, pero ahora tocaba usarlo como estaba, se agacho un poco junto al cadáver y apretó el gatillo, intentando recordar los tiempos de cazar por las dunas, aunque no es que prestara atención a disparar, si no al proceso en si.

Tres soldados menos, la "primera impresión" había ido bastante bien. Tenían la entrada del muelle despejada, pero aún quedaban otros tres imperiales rifle en mano. Era hora de buscar una cobertura.

Encontró un lugar adecuado donde ocultar su voluminoso cuerpo y empezó a disparar.

Solo esperaba que el ruido no alertase a los gamorreanos de Teemo.

Los tres soldados que quedaban se acercaba al grupo rápidamente, y estos llevaban blasters en vez de cuchillos. No tendrían tanta suerte como antes así que tendrían que despacharlos si querían llegar a la nave. Si corrían hacia ella, se expondrían al fuego enemigo.

Además, siempre había cierto gusto en matar soldados imperiales.

UK-47 Recoge dos vibrocuchillos de los imperiales caídos mientras se cubre con sus cuerpos, luego procede a disparar a los otros soldados que ya venían hacia ellos.

La patrulla que se interponía entre el grupo y su objetivo había caído y, como no, el plan de Klee de colarse en el muelle se venía abajo por el ansia de sus compañeros de huida de matar a más y más imperiales. Y, ciertamente, el rodiano no podía culparles... matar soldados imperiales era como comer cortezas de graknar: una vez empiezas es difícil parar. Sin embargo estos tres no caerían tan fácilmente como los tres primeros. Para empezar no tenían ya el apoyo brutal de la granada de Fayyn... nota mental, comprar un par de esas monadas para ocasiones así... y para continuar, los rifles que mostraban los chicos de blanco acojonaban bastante. Otra cosa es que fuesen buenos tiradores... que casi seguro que no.

—Muerte al imperio... —escupió el piloto en pleno ardor guerrero, más por incitar a la violencia que por verdaderas convicciones políticas. 

Rápidamente se agazapó tras unos pequeños contenedores para buscar algo de cobertura ante el inminente fuego enemigo y, desde allí disparó a uno de sus objetivos.