Partida Rol por web

Al ver los nudos en Akemi y el tatuaje en la mano, una memoria surgió en Nival, una memoria lejana…

Era un día normal, casi corriente. El pequeño Nival jugaba con su perro en las inmediaciones de su hogar, porque tenía un perro. Era un perro pequeño, y algo viejo, pero era un gran amigo del chico. Estaba en la familia desde siempre, siendo para Nival como un hermano y para sus padres, como un hijo, por lo que cuidaban de tres preciosas criaturas. Uno era él, otro su perro, y la tercera era su pequeña hermana. La niña tenía dos años y compartía los mismos genes que su madre, padre y hermano… Un marcado cabello rojo.

Todos en el clan poseían tal color de cabello, e incluso portaban un collar con algún animal en él. En caso de su familia un búho nival, habitante de las cercanías, que representaba vigilancia y protección para los habitantes del clan. Su padre llevaba el búho, lo que lo hacía un guardián, un trabajo respetado en la comunidad, pues, dependían de él y de sus increíbles habilidades de observación para mantenerse seguros, y cuando podía, enseñaba a su hijo para que le sucediera cuando fuera más grande o que protegiera el clan con él. Algún día Nival, ganaría el derecho a portar ese búho en su cuello y cargar con las vidas de todos en sus ojos.

El día hubiera sido normal como cualquier otro de no ser por lo que aconteció en la tarde. Su padre volvió más temprano de lo habitual, pero no volvió solo… Venía acompañado de un grupo de personas, personas extrañas. Algunas de esas personas no tenían pelo, y las que tenían, no tenían cabello rojo… Era raro… Quizás fue esa rareza la que hizo a Nival acercarse, por mera curiosidad tal vez, aún cuando su perro ladraba y gruñía, pero era demasiado sobreprotector con su hermano humano al punto de ladrar a las aves que volaban la zona “por si las dudas”.

Al acercarse un poco, la curiosidad fue reemplazada por miedo. Su padre no llevaba puesta su camisa, era habitual verlo con el torso desnudo al volver pues, usaba su camisa como una bolsa improvisada para traer frutos. Sin embargo esta vez era totalmente diferente. Lo lanzaron al piso con fuerza mientras reían a carcajadas. Nival estaba en shock, con sus escasos ocho años nunca había visto morir a nadie, y aún sin conocer lo que era la muerte ni haber escuchado su concepto una sola vez, sabía que su padre estaba muriendo. Este observaba a su pequeño con los ojos apagados, estaba confundido y ni siquiera sabía que estaba clavando la mirada en los ojos de su hijo, quien estaba paralizado del miedo.

Se llevó las manos a la nuca, el golpe que le dieron al capturarlo pudo haber roto o fisurado algo, aún le dolía. Su otra mano fue a su boca, le habían cortado la lengua para entretenerse y sangraba bastante. Cada vez que se miraba la mano estaba más roja. El niño sin conocer de la muerte estaba seguro que su padre moriría pronto, y no se equivocaba… Contempló el momento exacto en que sus ojos se apagaron por completo, dejando una mirada vacía casi de robot, para luego caer pesadamente y dejar de moverse por completo, bañado en un charco de su propia sangre, un charco que se acercaba a los pies descalzos del pequeño nival. La sangre estaba tibia, su mundo estaba en llamas.

Al parecer el perro molestaba con sus ladridos, por lo que uno de ellos lo mató impunemente de un disparo –Maldito bicho, a ver si te callas de una vez!- Dijo mientras los demás festejaban su bromilla y su puntería entre risas.

Fue entonces cuando su madre, al escuchar un disparo, corrió preocupada a ver que su pequeño estuviera bien. Verlo parado en un charco de sangre perteneciente a su recién difunto padre, sumado a que estaba rodeado de hombres armados no eran una buena señal.  Gritó con fuerza, gritó como si quisiera desgarrar su garganta con ese grito… Gritó de dolor al ver a su esposo muerto en el piso con sus ojos abiertos mirando a la nada, gritó de tristeza al ver a su perro muerto, y gritó de miedo al ver que su hijo estaba en medio de esos hombres que podrían lastimarlo.

Uno de ellos sonrió con malicia al ver a tan bella mujer, destruída emocionalmente, tirada de rodillas en el umbral de la puerta. Caminó a ella relamiéndose los labios, parecía ser el cabecilla. –Traigan su cabeza, quiero que vea lo que le haré a su esposa- Su tono demostraba que se estaba divirtiendo con esto. Al señalar la cabeza de tu padre observaste por inercia su mano, la que al bajar, dejó el dorso al descubierto. Un tatuaje idéntico al que Nival acababa de ver, era portado por aquel hombre.

Tomó sin mucho esfuerzo a tu madre por los pelos y la arrastró a los gritos adentro de la casa para que luego uno de ellos cortara la cabeza de tu padre y te llevara a los tirones del brazo adentro. Todo fue surrealista, pasaba rápido, tanto que el pequeño no entendía que pasaba… Su vida pacífica y amorosa se vio destruída en solo un día…

Aquel hombre ató a tu madre con velocidad y presteza, con un nudo idéntico al que se veía en Akemi, más complejo quizás. Otro ató a Nival también, por diversión, para verlo ahorcarse mientras peleaba por liberarse o liberar a su madre. Su pequeña hermana lloraba, se había despertado por los gritos… Uno de ellos, el que mató al perro sacó su arma, lo que produjo otro grito de tu madre –N-NO POR FAVOR!! NO LE HAGAN DAÑO A MI BEBÉ!!-

El hombre que había tomado a tu madre de los pelos gritó entonces –Alto! Si será una mujer tan bella como su dulce madre, podríamos venderla bastante caro, la llevaremos-

-P-Pero señor- Se quejó uno de ellos

-PERO NADA! Se viene con nosotros, será una gran puta cuando crezca!- Dijo mirando de forma perversa a tu madre. Aterrada esta imploró una vez más por su pequeña, lo que molestó a aquel hombre, quien le propinó una golpiza ante tus atentos y húmedos ojos. Las risas de sus compañeros, los llantos de tu hermana y los gritos de tu madre se mezclaban. Pero no sería así por mucho tiempo más, pues sus gritos se entremezclarían con gemidos. Antes de ser asesinada sería violada ante tus ojos por cada uno de esos 5 hombres, cada violación más agresiva y dolorosa, para tu madre y para ti, que debías ver eso con solo 8 añitos.

Tras las repetidas violaciones desataron a Nival y pusieron en sus manos un cuchillo. Apretando con fuerza sus manos le acercaron poco a poco hasta el abdomen de su madre, quien apenas tenía fuerzas para respirar por las repetidas violaciones y palizas que había recibido en el transcurso de 6 largas horas. El niño trataba de pelear contra ellos, pero eran muy fuertes y con sus propias manos apuñaló a su madre subiendo poco a poco hasta abrirla y ver como sus órganos salían junto con su sangre…

Esa noche esos hombres se llevaron la vida de su perro, de sus padres, la inocencia del niño y su vida tranquila… Pero también, se llevaron a su hermana… Quizás aún la tengan??

El tatuaje en su mano, los nudos, los venenos... Era obvio quienes eran, escuchaste de ellos en el bajo mundo. Son un grupo de contrabandistas llamados la luna negra, un grupo que se dedica a la venta de esclavos. Cuando tomaron a Akemi la anudaron rápidamente para llevársela.

Su fama en los bajos mundos es pésima, suelen violar repetidamente a sus víctimas antes de venderlas. Violan y torturan desde mujeres, hasta niños varones. De haberse llevado a Akemi, la hubieran violado hasta el cansancio para luego matarla y quedarse su placa, pero uno de ellos se fijó en Akemi y otro de ellos se fijó en Aurora. Lo más probable es que si dejas que se lleven a Nakamura lo mantengan con vida para negociar un intercambio.

Lo que encuentras más probable es que decidan intercambiar a Akemi y Aurora por Nakamura y todas las placas (las de Akemi y Aurora mas sus tres placas), yéndose del examen los tres tipos con las dos chicas. De no aceptar buscarán un trato mas "justo", pero sabes que será una trampa para tratar de secuestrar a Aurora y Akemi. Aún tienen un factor sorpresa, no vieron a Garou y podría servir para joder a estos tipos. Una vez se vayan las prostituirán.

Ahora mismo su situación es desventajosa, tienen a Nakamura, Akemi y Wabi a su merced, pero en las negociaciones podrían buscar una ventaja para ustedes. Conociéndolos y conociendo su forma de trabajar, lo mejor para ustedes es dejarlos ir y rastrearlos para atacarlos en la noche por sorpresa, y si no funciona, negociar, buscando una ventaja para ustedes.

Esas personas suelen usar somníferos fuertes. Siendo que Akemi tiene Nen y ha aspirado el veneno gaseoso (el cual es menos efectivo) podría curarse por si sola, pero Nakamura necesita un antídoto, que es probable que ellos administren para mantenerlo vivo y negociar. Si no llevan el antídoto encima o se rompe en la batalla Nakamura morirá envenenado

El tatuaje de la mano del que sostenia a Nakamura removio mis recuerdos. La vida siempre encuentra la forma de joderlo a uno. De todo lo inutil que podia recordar, ¿por qué tenia que recordar ese dia? ¿Por qué tenia que recordar lo unico que me hacia falta olvidar? Seguro hay algun ente superior riendose. ¡Muy chistoso!

Sentia un ardor en el pecho y se me escapó un susurro: -Nival...

Tenia que ayudar a esta gente. Debia hacerlo.  No solo se traba de recuperar mi nombre, ahora podia recuperar mi vida. Cuidar de tu gente. Eso significaba el buho. 

Teniamos dos opciones, parlamentar que en el peor de los casos, tendriamos que luchar. O luchar y en el peor de los casos tendriamos que morir. Pediran que no los sigamos, se iran, y se escaparan con las pistas sobre Nevada. ¿Nevada?  Estaba por labor de nombrar cosas. Por ahora se llamaria asi.  Tambien recuperare su nombre. Pero primero, el buho debe cumplir con su deber. 

Saldria, hablaria con ellos, se escaparian y seriamos felices. Eso haria un buen buho. Pero no llegue hasta aca siendo un buho bueno. Saldria, claro que saldría. 

Tome otro cuchillo con la izquierda.  Estaba listo, tenia a frio, y silencioso. Uno en cada mano. Estaba de mal humor para usar a letal. Pero no tan malo como para uno ponerles nombres tambien a las armas. Me concentré, sentia el peso del acero en las manos, la sangre corriendo por las venas, las heridas del hombro y la pierna. Estaba hecho una mierda, pero totalmente dispuesto a embarrarla con los demas, solo tenia que esperar el momento. 

No les guardaba rencor. ¡No mucho! Mi hermana seria una total desconocida para mi. Una pista sobre ella, convertia a ¿Nevada? En un objetivo secundario.  Pero aun queria mi nombre, el de ella. El de todos. Los recuperaria todos. 

¿Que? ¿Que había pasado? ¿Cuando el chico raro había aparecido donde estaba la chica? Esa magia daba miedo... pero había salvado a esa chica... aunque... había sangre que venía de ese chico. No me gustaba ver la sangre.

Pero ahora teníamos a un herido... ellos habían dicho que no habría heridos si soltaban a sus compañeros -Grrr... ¡Hombres malos mentir! ¡Jess enfadar!- exclame con rabia -Grrr... grrr...- gruñia mientras miraba con enfado a la gente mala y continuaba en mi posición cuadrupeda. Entonces, mis colmillos empezaron a crecer, hasta que se asomaban por mis labios, y de mis dedos, surgieron unas garras como si fueran las de un gato: pequeñas y afiladas.

Entonces oí a Aurora y vi lo que estaba haciendo -¿Envion? ¡Jess obedecer! Jess propinar coz... ¡Jess enfadar hombres malos!- grite con furia, mientras miraba al hombre malo. Corrí entonces a cuatro patas con toda la velocidad que pude, haciendo un salto con pirueta con el que acabe con las piernas flexionadas en la espalda del tipo malo -¡Jess patear culo hombre malo! ¡Poyo!- terminé gritando mientras me impulsaba sobre el para darle con más fuerza todavia.

¿Por que actuaban de esa manera? ¿Que los motiva para llegar hasta tal limite? ¿No deberiamos simplemente dejar nuestras armas de lado y que los tipos se vayan? Quizás así tendríamos una oportunidad de poder tener a Nakamura sano y salvar a Akemi aunque dentro de sí algo le decía que les dejase morir, una parte muy oculta de él incitaba a que todo aquello quizás fuera para mejor y que debía ser de esa manera, si sobrevivía entonces podría seguir recorriendo el mundo, seguir con su camino y sus objetivos, si bien este pensamiento paso por su cabeza rápidamente fue silenciado por su necesidad de ayudarles. Nakamura utilizó nen en su dardo, mierda... Se mordió el labio inferior por un momento por la rabia de su propia incompetencia, si bien había aprendido nen hace apenas unas horas ya había alguien que podía dominar técnicas como esas, incluso con su acción apresurada y cambiar de puesto con Akemi había causado era una clara muestra de su habilidad. Este tipo...sabe mucho más de lo que yo puedo hacer, ¿pero que puedo hacer? Estoy siendo un maldito lastre en el camino de este grupo, no he podido hacer nada, mierda si que soy débil..Soy patetico. 

Lo único que había podido hacer bien durante estas tres pruebas era encontrar este grupo, presionar un botón y ya, no había sido de útilidad en ningún tipo de prueba y su desempeño sin duda alguna se podría considerar como deplorable y aquello le estaba pasando la cuenta en estos instantes, todos parecían capaces de sacrificar sus vidas por intentar salvar a Akemi y Nakamura quienes apenas se habían unido al grupo, no tenía más opción que destacar, debía luchar contra el instinto que sentía por vivir y arriesgar todo por ayudar a quienes estaban en una mala situación. Aunque eso pareciera una opción más que noble no era la verdadera, sin duda, aquello era por un detalle inconsciente por parte del Rubio, Nakamura era quien más sabía ahora mismo sobre Nen (sin contar a 484) si lo salvaba no habría otra opción de que le enseñara a dominar de mejor manera sus propias habilidades, sí...dentro de él aquello era lo que más deseaba en esos instantes las ancias de conocimiento eran mayores a las de salvar vidas humanas. 

Su atención estaba afilada, sus oídos podían indicarle pequeños detalles que sucedían en cada situación aunque no con la fiabilidad que gustaría más bien pudo avisarle que los movimientos de Wabi servirían para que éste se alejara un poco más de ella pero aún así poder encontrar un punto ciego en el sujeto, había observado de reojo las acciones de la pequeña chica enferma hasta el punto que cogió una roca, esa fue su señal y en su mente comenzó a imaginar como sería la escena, ya había visto a Wabi lanzar con su Honda antes por lo cual había asimilado levemente su capacidad de puntería, si atacaba a cualquier parte de la espalda del sujeto causaría que éste intentase mirar hacia donde fue atacado debía acercarse aún más, mucho más...cada paso era un punto a su favor, menos tiempo de reacción hacia él y mucha más atención al punto en donde se encontraría Wabi y el podría atacarle desde algún flanco. No morire...No hoy, debo conocer el mundo y sus secretos, debo saberlo todo...Lo necesito. 

Su mente realizaba una sinapsis inmensa mientras intentaba controlar unas ansias extrañas que tenía por sonreír. Sus pasos fueron como los de un asesino quien ataca en las sombras, las de un felino que espera el momento exacto para lanzarse contra su presa, más...mucho más... Estaba confiado de que podía acercarse lo suficiente sin ser escuchado. 

Fue en ese instante en que todo estaba por suceder, estaba dispuesto a jugarse la vida por salvar la de Nakamura, quizás no era la mejor opción, ni mucho menos la opción que hubiera tomado Garou en sus completas facultades mentales pero sin duda intentaría no arrepentirse de esa decisión. Aún tenía la daga en la mano derecha por lo cual solo debía lanzarla y a esa distancia esperaba que no pudiera esquivarla, la adrenalina ahora corría por sus venas desenfrenadamente y sentía las manos ligeras, los músculos con mucha más fuerza que antes e incluso la espalda tan relajada que podría doblarse 6 veces sobre sí mismo si quisiera esta será la única oportunidad que tenga. El muchacho intento hacer lo mismo que había visto a Nakamura, intento cubrir su daga con Nen antes de lanzarla aunque no sabía si había funcionado, por un momento el rubio pareció mostrar una mueca algo diferente a la de siempre, sin darse cuenta y aunque ante la lejanía de todos era dificil de observar un extraño color rojo se empapo en sus ojos. 

Sus mechones rubios tapaban sus ojos por lo cual habría que enfocarse en él para poder observar aquello, ese color pudo notarse unos instantes antes de que su cuerpo se moviera para realizar el movimiento al lanzar la daga, apuntaba directamente al hombro derecho, si lograba destruir esa parte del cuerpo del sujeto lo más seguro es que botaría el arma que tenía en la mano, los nervios del ser humano suelen ser lo suficientemente fragiles como para enviar una señal para soltar el arma y enfocar la contracción de la musculatura en la zona del impacto, aunque rápidamente el muchacho llevo su mano nuevamente hasta atrás y lanzó otra daga seguida de la otra hasta una zona parecida aunque esta vez al otro hombro para lograr que el sujeto esta vez soltara a Nakamura. 

Estaba listo para ir en busqueda de Nakamura luego del ataque, poder tomarlo y escapar, su cuerpo salió disparado hacia adelante mientras observaba el resultado de sus ataques, todo esto en fracción de segundos preparado para pelear cuerpo a cuerpo de ser necesario. 

Era un desastre lo que estaba pasando, irremediable confusión que no hacía más que empeorar con cada intento que hacíamos de sacar a la víctima de las garras depravadas. Tan siquiera lograba comprender mi poder, y ahora tenía que usarlo firme para lograr salvar una vida, exterminar una amenaza y redimir ese frustrante disparo que había cometido hace un momento. Era una reverenda cagada tener que hacer de rescatista arrojado, menos con ese ángulo tan frustrante que no permitía márgen de error. 

-Era tan complicado esperar y dejarme atacarlos desde la distancia...

Repliqué molesto, su actuación errática e impulsiva nos cerraba los caminos profundamente, a tal punto de que la única opción ahora era abrir fuego a diestra y siniestra, sin darles oportunidad a los secuestradores de reaccionar pensando ellos que actuaríamos sumisos estando entre Escila y Caribdis. Talvés podríamos aprovechar ese factor de soberbia, pero era tan arriesgado que temía por la vida de Nakamura, atrapado en las garras de un animal sagaz que no dudaría en arrebatarle la vida si se viera contra las cuerdas. Me fijé, y el cuerpo me tembló de sorpresa al notar ese distintivo tatuaje, sus negocios turbios en las zonas bajas del muelle, el comercio de personas, se me revolvió el estómago solo con pensar lo que les podría pasar si dejábamos que se fueran con las manos llenas. Lo entendí, la motivación de acabarlos, ahora era yo el que más quería acabarlos antes de que se llevaran en el costal al flacucho, no volvería a ser el mismo si duraba al menos una hora con esos animales. 

-¡Nisiquiera en las zonas altas del muelle toleramos a esas bestias! Sin debilidad, sin misericordia, un tiro un muerto, si no es así estarán condenados...

Pronuncié rabioso, pero sin perder la racionalidad del momento. Ya el arco no era suficiente para esas alimañas, y mi mano entendió exactamente mis pensamientos sin que pudiera ordenarla. Se deslizó automática en el bolsillo de mi abrigo, hasta sentir la fatal frialdad de mi arma esperando a escupir una lluvia de venganza, de requiem para las almas atrapadas en los corruptos ojos de esos seres infernales. Antes de apuntar, dejé mi brazo atrás como si estuviera a punto de lanzar un búmeran, y al visualizar el blanco lo mandé hacia adelante en movimiento curvo, parecía más como si fuera a tirar el arma más que a dispararla, pero era una manera de rodear el campo de vista del tipo con un tiro curvo, una técnica mortal complicada de dominar. Iba cargada con lo que me quedaba de aura agresiva, ojalá fuese suficiente. 

Sin saber de donde vino, aquel tipo recibió un piedrazo en la cabeza, producto del golpe que Wabi le propinó, al mismo tiempo que una flecha le impactaba a la enferma en la espalda tirándola del árbol

Aquel hombre volteó furioso y comenzó a apretar con más fuerza su cuchillo contra el cuello de Nakamura. Una pequeña bolita roja aparecía en la punta del cuchillo, sangre. Aún no punzaba la arteria, pero no estaba lejos.

Jess al mismo tiempo que la piedra viajaba exigía la liberación de Nakamura, quien ahora era su compañero en el examen, su amigo quizás, pero al ver el piedrazo y la furia del tipo se dio cuenta que no habría forma de negociar de forma pacífica. Sus compañeros habían decidido no dejarlos escapar, habían decidido que salvarían a Nakamura, incluso si era necesario hacerlo por la fuerza.

Aurora también lo comprendió. No estaba viendo eso, sino al arquero que mantenía a Wabi en la mira, y al verla atacar soltó la flecha que ya llevaba preparada con anterioridad... Aprovechó aquel momento y fingiendo que tomaría el líquido, viendo que bajó su guardia para atacar a Wabi, lo lanzó contra su compañero con fuerza instando a Jess a complementar su acción.

- Jess-chan, dale mas envión con tu peso!! Pateale la espalda!! Rápido!! -

Jess observó a Aurora y soltó un -¿Envion? ¡Jess obedecer! Jess propinar coz... ¡Jess enfadar hombres malos!- y corriendo en cuatro patas saltó con fuerza apoyando sus piernas en la espalda de su rival, usando sus poderosos gemelos para darle un potente envión

-¡Jess patear culo hombre malo! ¡Poyo!-

Y tras su grito de guerra aquel hombre voló.

Al mismo tiempo, un furioso Garou se lanzó al ataque usando todo su poder ofensivo, saliendo finalmente de su escondite. Sin embargo, tras haberse volteado para ver a Wabi, Nakamura se encontraba en medio del ataque. Todo sucedió tan rápido que ya nada se podía hacer, se clavarían en Nakamura de seguir así... Entendiendo que cada acción sucede encadenada, al mismo tiempo, en los mismos miseros seis segundos, al tiempo que Garou lanzó su segundo cuchillo entendió que mataría a Nakamura. Tiró de sus cadenas, ya era tarde, quizás no tanto... Pero entonces el arquero que Aurora y Jess sacaron volando impactaron contra la espalda de quien sostenía a Nakamura, era imposible para él esquivar un ataque en conjunto desde dos flancos diferentes... Sin quererlo, habían encontrado la forma de detenerle.

Tras el impacto, los tres volaron con fuerza hacia un lado salvándose así de los cuchillos, y Nival aprovechando eso, lanzó con fuerza uno de sus cuchillos contra quien fuera que pegara, imposibilitados de defenderse mientras vuelan por los aires, el cuchillo le impactó con fuerza de forma casi aleatoria, a la espalda de quien había atrapado a Nakamura

Cayeron los tres juntos en el piso, completamente sucios y ensangrentados. El Arquero fue el primero en reaccionar

-Hijos de puta!! me las van a pagar!!- Y llevó su mano al carcaj solo para darse cuenta que sus flechas estaban todas esparcidas cerca de Aurora y Jess... Su cara fue de absoluta sorpresa al verse desarmado, miró a su amigo, quizás tenga un plan

El que tenía a Nakamura abrió su chaleco buscando más de sus venenos, todos estaban rotos y esparcidos por su ropa... -Mierda!- Pensó. Solo le quedaba un antídoto, en situaciones como esta, serviría para negociar, era perfecto!! Sacó un pequeño frasco de vidrio con un líquido violaceo y comenzó a mostrarlo en el aire...

-Inyecté un poderoso veneno en su compañero, si no nos dejan ir, voy a romper este frasco, es el único antídoto que me queda, y sin él, en tres horas morirá!- Mostraba una diabólica sonrisa de satisfacción, eso siempre servía, la gente era estúpida y cedía cuando la vida de alguien peligraba ellos nunca...

Una flecha cortó el viento silvando con fuerza, impactando en la base de su pulgar, atravesando su mano de lado a lado y arrancándole desde la raíz su pequeño dedo. El frasco voló por los aires, al igual que su dedo, cayendo ambos cerca de Wabi y Garou

-AHHHHHH!!!!! HIJO DE PUTAAAAA!!!!!!!!!! HIJO DE PUTAAAAAAA!-

Los gritos y las blasfemias parecían resonar en toda la isla. El ojo certero de Ravenant había dado en el blanco, impactar en un punto tan pequeño y específico era toda una proeza.

El último de los enemigos, derrotado, borró la sonrisa que el reciente plan de su amigo había dibujado... Ahora los tres se encontraban desarmados y ya no tenían nada que hacer... No les quedaban recursos... O si??

Durante su vida de nómada interespecie, Wabi había recibido puñetazos, balazos, flechazos, garrazos, alambrazos, y una larga lista de "azos", menos abrazos. Pocas veces los había recibido estando sola, casi siempre era para ayudar a alguien, así que llevaba tiempo con ese tipo de vida. Después de ese tiempo, su cuerpo enfermo había descubierto que en situaciones como esta, en la que una flecha se te clava un poco por debajo de las costillas, hay una forma de aceptar y dejar pasar el dolor:

¡HAHAHAHAHAHA! 

Como cuando se mordió ella misma la mano, Wabi hacía algo entre gritar, reír, y llorar, con un ojo medio cerrado, y el resto de la cara arrugándose hacia ese ojo. El otro ojo salía un poco de su cuenca, y como si su peso desequilibrara toda la cara, Wabi tiraba el cuello hacia adelante, con los brazos abiertos como un oso. Riendo con esa expresión, empezó girar el torso de un lado y a otro, mirando a los tres enemigos por turnos muy cortitos, con la flecha clavada mostrando los drásticos cambios de ángulo. No recordaba qué tenían que conseguir de esa gente, pero lo básico es lo básico.

dddddddddDos opCIONESsss! Con los gritos, su voz sonaba más rota, más flemosa, más gutural. ¡¿¡¿RRRRRendirse!?!?! hahaHAHAHA! Paró en seco, como un perro que ha visto botar a su pelota favorita, agarró una piedra del suelo, ¡¿¡¿¡O MORIRSEEEEE!!!?!?!?!?! ¡¡HAHAHAHAHAHAUUUUU!! Soy horrible para la diplomacia... Pero ya casi no me acuerdo de que me duele! 

¿A quien habia lanzado, a frío o a silencioso? Sí, obviamente era Frío, solo el podria haber entrado hasta la base. Ya habia revelado mi posicion, pero habia salido bien.  Habian otros dos intactos y nakamura aun estaba en peligro. El antidoto estaba en el suelo y el otro hombre sangraba con el pulgar roto. Con Silencioso en la mano me moví hasta allá para tomar el antidoto y extraer a Frío del traficante. 

Cuando tengo el antidoto asegurado en mi bolsillo y el cuchillo en la mano traduzco la frase de Wabi.

-Tenemos mas gente oculta, no pueden ganar. Dejen sus placas, y vayanse. -señalo al hombre que estaba aun en el suelo- Ese lo devolveremos en un par de días.  Asi que, o confiar en nuestra piedad, o quedarse y ponerla a prueba.

Habia revelado a Wade, aunque no su posición. No seria util en combate despues, pero ellos no sabian eso. Podria ser una buena herramienta de persuación. 

Me rasco bajo el parche. Las negociaciones no eran lo nuestro, por lo que parece. 

-Alisten armas por si estos imbeciles quieren hacerse los listos. 

Después de ver como habían quedado las cosas, con nosotros habiendo en un principio "ganado" a los otros, pues me acerqué a ellos andando a cuatro patas guardando un poco de distancia, aunque sería quien más cerca estaba de todos ellos (desmayado incluido) mientras rondaba a su alrededor como un animal rondaba a su presa. Tenia especialmente vigilado con la mirada al que Aurora me señalo. Simplemente les miraba mientras los demas hablaban -Hombres malos hacer caso Sinojito. Dejar placas escapar hombres malos- dije repitiendo lo que el dijo... lo que dijo Nival de que nos quedaríamos con uno no lo entendí... ¿para que? No quiero tener a un hombre malo con nosotros.

-Hombres malos no hacer cosas raras... Jess no gustar hacer daño. Jess hacer daño hombres malos intentar cosa mala... Groaaar- terminé rugiendo alzando las zarpas a la altura de mi cabeza y enseñando los colmillos. Seguramente parecería más adorable que intimidante... pero bueno. La amenaza iba en serio... el primero que hiciera algo recibiría una dentellada.

Funciono!! Jijij- pensó Aurora al ver como los sujetos caían al suelo, sin darles interés se acerco a buscar a Nakamura y Akemi - cuida de ese sujeto! Si se porta mal golpearlo!! - le dijo Aurora a Jess en un tono audible solo para ellas, tenia que tener cuidado!! Pues lo olvidaría en cualquier momento y no podía dejarlo pasar.

Wabi llamó su atención, estaba lastimada... Miro a los suyos, ¿todo es culpa de esos tipos?, Parchesito se encargaba de negociar, Wabi le daba apoyo, Echi-kun seguro les cortaba la cabeza si se movían y músculos kun también. Avanzo hasta Nakamura - yo los cuido parchesito - dedico una mirada vacía al arquero, por que seria?, aquellos tipos le daban repulsión - les recomiendo, que si valoran su vida, se porten bien - una sonrisa que mostraba la punta de su colmillo acompañaba esos ojos, ¿por que estaba tan furiosa?, ¿por que sentía que serian una buena comida para Lion? Aaa... Como extrañaba a su amigo... Tenia que haberlo traído!!! Que paso que no lo trajo?, si ella olvida los caminos... Lion no y la ayudaría a volver a casa!!!.

Volvió al oír los gritos de Wabi, seguro le dolía!!, se arrodillo y cargo a Nakamura a su espalda... Bueno, mejor dicho la parte alta, sus pies se arrastraban por el suelo, el sujeto era muy alto!!! Y ella a comparación, era como un gnomo de jardín! Solo que con gorro de gato en vez de uno en punta, para cualquiera que vea esa comedia, resiste la risa seria algo difícil, claro que Aurora no lo había notado, sera una ventaja de distraída?

Lo llevo hasta quedar junto con Akemi, quien también estaba inconsciente en el suelo, le costo un poco pero lo bajo y dejo boca arriba, vio a Akemi y también la acomodo para que quedara boca arriba, una vez que terminaran con esos tipos los ayudaría!! Aunque seguro se olvidaba... Lo bueno es que parchesito no!!!, miro a Jess, por que seria?, ella también le daba esa confianza inigualable de recuerda x aurora....

Se paro delante de ellos y saco sus garras, si querían hacerles algo más, no se contendría!! Tendrían que pasar sobre su cadáver - yo los cuido! - sentenció mirando a los bandidos, ya había olvidado el por que inicio esa batalla... Pero si Echi-kun le saco un dedo a uno, era prueba suficiente de que un movimiento en falso que ellos hagan seria prueba suficiente para darles un terrible castigo por portarse mal!!!