Partida Rol por web

Suspira al verlo tan atribulado por ocultar lo que estaba pasando entre los dos a Nero, Phry se encoge de hombros va hacia dónde se había sentado Gin para ponerse a su lado, tomando su mano entre las de ella, estaba helada, la chica le sonríe, era adorable aunque en ese momento era tentación pura, a pesar de que ya había abandonado las intensiones de molestarlo con eso, para Gin era importante y para ella también, solo que Phry no sabía como comportarse ante situaciones así.

— de todas formas no hay mucho que decir... a Nero, ni siquiera nosotros sabemos lo que nos pasa — ella no sabía, Gin estaba mucho más claro en eso — pero digámosle, ¿vale? Son amigos y no quiero ser un problema entre ustedes... y no somos fuertes, solo tuvimos más suerte, nada más — acaricio su mejilla — y no te disculpes por haberme tocado, estoy bien, y tú también, me gustó... que lo que te conté no te haga pensar que soy una niñita que solloza cuando la tocan... lo he superado — se inclina hacia él para besarlo en los labios — entiendo que fueron las ganas... de tanto tiempo, de parte de ambos  — se burlo un poquito, sin dejar de acariciar su mejilla.

— te quiero... — fue un susurro, con los ojos entrecerrados.

La miro de reojo cuando se sienta a mi lado. Carraspeo para aclararme la garganta, tratando de pensar en otra cosa. La verdad es que sigue oliendo maravillosamente y una parte de mí me incita a preguntarme cómo sabrá. Mejor me abstengo de especificar qué parte de mí.

De todos modos, el simple hecho de que acuda a apoyarme es suficiente para levantar mi ánimo. Me dejo besar ahora que toma la iniciativa, igual que las veces que lo hacía para silenciarme y al mismo tiempo tan distinto ahora. Devuelvo el beso con ternura y sonrío ante su pulla.

- Yo también te quiero, Phry. -respondo con suavidad, besando su pelo- Gracias por lo de Nero, creo que le diré cuando regresemos a menos que me pregunte antes, tiene demasiado en qué pensar ahora mismo. -le digo, pues lo de Nero también era un tema a tener en cuenta. Cambio mi expresión a una un poco más traviesa- Y yo sí se qué nos pasa, tanto tiempo cerca de un chico como yo, natural que estuvieses deseando llegar a esto... -la provoco una vez más.
A pesar de lo sucedido un rato antes, hay cosas que no cambian. Entre los instantes románticos que antes evitábamos a toda costa y ahora aceptamos, las bromas y puyas que siempre nos hemos hecho siguen presentes.

Y que siga siendo así.