Partida Rol por web

Tumbado en la cama, compongo una media sonrisa mientras el cansancio me va venciendo de nuevo. Suelto una risita muy suave cuando la joven me llama creído pero aún así dice que me quede, y ya que se acomoda en mi pecho tras darme un beso correspondo con unas suaves caricias arriba y abajo por su espalda mientras hablamos en tono quedo... hasta que el tema de resolver mañana los temas de su entrenamiento la vuelve a acelerar, ante lo que suelto un quejido con un mohín cuando se incorpora para sentarse y preguntarme.

- Jo, con lo a gusto que estaba... -me quejo, pero aún así parpadeo un par de veces tratando de que las conexiones sinápticas funcionen al menos un poco para hacer algo inteligible- Vale, te cuento un poco para que te relajes y luego dormimos, ¿vale? -negocio antes de cubrirme la boca mientras bostezo.

Pienso por unos momentos para ver qué digo y entonces comienzo a explicar.

- A ver... todas las personas tiene Aura alrededor, o Fuerza Vital si lo prefieres. El caso es que cuando despiertan tu Nen eres capaz de ver ese Aura y controlarla, evitar que se escape de tu cuerpo y emplearla para hacer cosas. -explico- Hay cuatro "habilidades" básicas que son lo que principalmente te enseñarán. El Nen, de por sí, es tu fuerza mental para controlar ese Aura. Las técnicas básicas son: TEN, impides que el Aura se escape y haces que se quede a tu alrededor como una barrera protectora -coloco una mano en horizontal y con la otra lanzo un puñetazo contra los dedos, de tal manera que impacte recto contra el frontal del dedo, algo que sería muy doloroso, pero es como si el puño pegase repentinamente contra una barrera invisible (para la mayoría) y se detuviese antes de hacer daño- ZETSU, obligar al Aura de tu cuerpo a entrar en tu interior, para recargarte, aunque hace que cualquier golpe te duela más. -como demostración, activo ZETSU a un nivel mínimo, desvaneciendo mi aura, y usando un dedo y el pulgar, me doy una toba en el brazo mientras aprieto los dientes. Mis ojos se abren por el dolor del nimio golpe y se nota que la zona se enrojece en el acto. Igualmente, no era algo devastador por ser un entorno controlado y ser muy resistente por naturaleza, pero se nota que el daño ha sido mucho mayor de lo que debería- Luego está REN, liberar de manera controlada un montón de Aura para que mejore alguna capacidad física específica. -para demostrarlo, muevo las manos como si hiciese una escala en un piano sobre la cama, tan rápido como puedo sin emplear la habilidad, y entonces intensifico mi Aura y haciendo los mismos gestos fácilmente duplico o más la velocidad del movimiento- Y por último GYO, que no lo aprendí, pero es para mover el Aura a una parte del cuerpo... generalmente en los ojos para detectar el Nen oculto, por lo que dijeron. -concluyo.

Tras eso me quedo mirándola con una suave sonrisa.

- Personalmente, me gustaría que entrenases TEN todo lo que pudieses para que ningún imbécil pueda hacerte daño, pero eso queda a elección tuya. Luego hay más cosas, habilidades avanzadas y tu Hatsu, que es tu predisposición a lograr hacer técnicas de una determinada forma. La mía es Emisión, que me permite separar mi Aura del cuerpo sin problemas, pero entrené para lograr usar Materialización, que permite crear objetos tangibles, las cadenas, para poder crear cosas sólidas y útiles para otros también... aunque empiezo a creer que hay algo que no va biene con eso. -concluyo finalmente.

A regañadientes, Gin decide explicarle parte del nen y las repercusiones que aquello trae, y ella siguió cada una de sus indicaciones, primero sin dar del todo cabida a lo que le contaba, pero cuando le demuestra con hechos se da cuenta que no estaba demente ni exageraba, aunque debería dar fe de todo aquello, después de conocer a Hades y lo que otros participantes habían demostrado, como la chiquilla de los ojos rojos, ahora comprende, en parte, todos esos golpes que había intentado darle y que si no fuera con Gin, la hubiera dejado a medio morir. 

— tú solo quieres que nadie me haga daño, pero debes darte cuenta que soy tan fuerte que tú y definitivamente más lista, así que déjate de preocupar tanto, ya tengo suficiente con Nero — replica, mirando de reojo hacia donde roncaba su hermano y vuelve a suspirar — realmente espero que no siga en la prueba... — piensa en voz alta, por unos segundos pensando que podría perderlo pero vuelve en seguida, volviendo a mirar a Gin — emisión... ¿Hades es una manifestación del nen? ¿has preguntado eso a los cazadores?, y... ¿por qué no te ha funcionado la materialización? — aún no sabía que tipo de nen tenía, y cuando lo hiciera, sería bastante divertido, para ella, claro. 

- déjame ver ese brazo — le jala el brazo para ver donde él mismo se había lastimado— ¿sabes si se puede combinar las técnicas?, digo, poder concentrar en un lugar el nen para dar un golpe pero sin perder la posibilidad de protección? — ya sabía qué entrenaría más, se aplicaba más a sus cualidades personales.

Compongo una sonrisa algo culpable cuando se da cuenta de por qué le recomiendo desarrollar TEN.

- Lo se, lo se... -suspiro con algo de pesar por el rechazo a mi idea- Bueno, igualmente medítalo. Puede no ser ninguna tontería. Como te explicarán, liberando aura para hacer REN, se gasta más energía que para hacer TEN, el doble a un determinado nivel de habilidad, de hecho. -explico- Así que puede ser la forma de vencer un combate, obligar a un rival a desgastarse sin ser capaz de hacerte daño.

Después niego con la cabeza ante sus palabras.

- No está claro lo que es Hades. -respondo, pues el misterio continúa- Las Cadenas del Tártaro son mi Hatsu, como puedes ver, un objeto real, tangible, que creo a distancia por la Emisión. Materialización y Emisión. Y no tengo claro si se puede hacer lo que dices... de los novatos, al menos, ninguno es capaz de hacer varios a la vez. No se si usuarios experimentados podrán. -no podía darle muchas más respuestas, pero le tiendo el brazo para que haga lo que quiera con él.

Al poco rato, igualmente, pregunto:

- ¿Dormimos? -se nota en mi gesto que estoy aguantando despierto esencialmente por ella.

Lástima que me cueste tanto discernir sus ojos en la penumbra del barco... Adoro el color de sus ojos.

No le dio tanta información, de hecho, nada nuevo, más allá de nombrar lo que había pasado al finalizar la segunda prueba, explicando en parte lo que había visto o alcanzado a percibir. Cadenas, pensando, por un segundo que su amigo realmente era un pervertido al que le gustaba el tema sadomasoquista, y a mismo tiempo, pensando en la técnicas que podría hacer, pero no sabía si eran posibles o no, como un cubo de realidad alterna, algo así como un video juego en donde diseñara las torturas parra sus víctimas. 

—  realmente estas muerto de sueño, vamos, a dormir, ya es tarde y también estoy cansada —  se volvió a recostar a su lado, apoyando su cabeza en su pecho —  mañana veremos que podemos hacer y que tanto puedo avanzar antes de que la tercera prueba comience —  habla, aunque más consigo misma que con Gin que ya estaba a medio dormir, observándolo hacia arriba, —  te quiero... —  susurró, cerrando los ojos y durmiéndose rápidamente. 

Por desgracia, aún no soy ninguna clase de maestro como para ayudar de verdad a Phryne. Creo que cuando esté más despejado podré guiarla lo suficiente como para que desarrolle su Nen y reducir un poco las posibilidades de que pasen cosas raras con su aura, siempre y cuando resulte que el capitán siga siendo mañana un trapo etílico.

Asiento cuando acepta lo de dormir, tumbándome y permitiendo que se acomode para rodearla entre mis brazos con gentileza. Su cuerpo es realmente pequeño en comparación a mi altura y volumen, lo que causa que tenga un aspecto realmente adorable, aunque se que si quiere ser peligrosa no hay nada tan temible dentro de todo este examen, salvo quizás 484. Es algo extrañamente cautivador, tanta capacidad en unas manos tan pequeñas...

Mientras la rodeo con mi brazo izquierdo (dado que para permitir que se me recueste en el pecho ahora estoy boca arriba), acaricio con la otra mano las yemas de sus dedos suavemente mientras dice una frase más, al pensar en esto, y dibujo una sonrisa en mi gesto adormilado.

Apenas entiendo lo que dice en su último susurro, pero con lo poco que capto provoca que mi cerebro se reactive ligeramente, parpadeando una vez más para aclarar la visión, aprovechando ese instante de lucidez para colocarle un mechón rebelde detrás de la oreja con una suave caricia.

- ​​Si fuese un poco más valiente... Un poco más parecido a ti...​ -musito con cierta tristeza.

Ella había roto sus cadenas cuando aún era muy pequeña, se protegió a sí misma aún antes de que yo me atreviese a hacer nada. Yo sólo soy un idiota inspirado y con ciertas capacidades, pero ni siquiera se estar solo... Tampoco entiendo por qué hago muchas cosas que hago a veces, por eso aunque discuto como un imbécil a veces, al final se que si bien es Phryne quien no se considera tan alta moralmente, es gracias a ella cuando logramos algo que en verdad merezca la pena.

Por eso la admiro, la quiero... y me da tanto miedo a la vez estropearlo todo. Con estas erráticas divagaciones en los últimos instantes de duermevela, finalmente caigo dormido de una vez, entre sueños complicados acerca de nuestro pasado tanto juntos como separados.

Me despierto un poco antes que Phry. En algún momento se ha separado un poco de mí durante la noche y permanece echada de espaldas a donde estoy. Observo su figura, dormida, y no puedo evitar una leve sonrisa. Es tan adorable cuando duerme...

Con cuidado, me incorporo un poco y miro desde mi posición por la sala, dándome cuenta de que ahora estamos solos. Como era de esperar, el resto de los que despertaban el Nen (y la que así lo ha sentido) se han largado en algún momento, así como también Nero. Suspirando, vuelvo a apoyarme en la almohada y entonces me quedo mirando hacia Phryne. De repente me encuentro con mi mano acariciando suavemente su cabello, sin saber en qué momento exacto la he extendido.

— ¿vas a seguir acariciando? — se movió, estaba despierta desde antes, o quizás no, pero si se había dado cuenta de lo que había hecho, de sus caricias, Phry se sentó en la cama y se estiró, mirando inmediatamente hacia donde estaba durmiendo Nero, él no estaba y debió preguntarse si se había molestado por verlos dormir juntos, él debe estar sospechando algo, incluso algo que ni Gin y Phry se dan cuenta aún. Entre bromas, la misma Phry le dijo si quería irse a bañar con ella, como una forma de jugar, a lo que Gin no tardó en responder que sí iría, como si no estuviera dispuesto a perder esa oportunidad, aunque sabía que era solo una broma. 

 - te quieres mucha fe, Ginnei - chasqueo un poco la lengua, extendiendo su mano hacia su amigo — vamos, sé que me has imaginado desnuda demasiadas veces, es tu oportunidad — si que se la estaba poniendo difícil, Gin  había acertado en algo que había dicho, era lista pero a veces algo cruel y sadica, al jugar con más espectativas de las personas, lo bueno eso sí, es que se encontraba de buen humor y solo era un juego inocente, pero también podría no serlo, la noche anterior le había dicho que lo quería, y en eso si había sido muy sincera.

Sonrío divertido ante las palabras de Phry. Desde luego no tiene pelos en la lengua en sus juegos o no-tan-juegos. Lo cierto es que sí, la había imaginado muchas veces desnuda y... bueno, en situaciones más variadas que bañándose, pero eso es otro cantar.

- Pfff ¿Y tú qué? No se me pasan las miraditas... -respondo con cierta malicia- Si quieres, por mí vale, aunque si nos ve Nero terminaré con un perdigonazo en el trasero. -sin duda, no espero que acepte en verdad, pero es como jugar a la gallinita.

A ver quién se rinde primero.

— obvio, estas de buen ver, aunque hay otros chicos que me gustaron, quizás debería ir a coquetear, quizás salga con novio — rueda los ojos y baja su mirada, caminando hacia la puerta, cogiendo la toalla que tenía en el bolso que había llevado, aun le dolía el cuerpo y tenía los moretones que le habían dejado los golpes de Akemi

Suelto una pequeña risa ante las palabras de Phry, y cuando se gira, avanzo hasta rodearla por la espalda en un abrazo, cuidando de no tocar donde la golpearon.

- ¿Oh, sí?¿Y quién te ha llamado tanto la atención? A mí no hay chica en el examen que me interese tanto... -comento, aunque se me nota un poco de duda al final.

 - ¿tanto?- detecta aquella duda, pero no se gira, le dolía el cuerpo, y estaba aun cansada - pues... un chico de cabello blanco, creo que se llama Ravenalgo, se me hizo interesante, y hay un pelirrojo muy mono - respondió la chica, poniendo sus manos en el brazo de su amigo.                        
 - hay alguien que si te interesa ¿quien es? ¿debo hablarle? quizás si lo hago... espera... ¿te interesó la chica tetona?... ¡por eso le quisiste sacar el brasier... vaya eres un marrano - rodó los ojos, molesta por lo que le habia hecho al chico - deberías haber sido menos violenta... pobre mujer, no sabía que te gustaban creciditas - se muerde la punta de la lengua.

La respuesta quizás me pone un poquitín celoso, pero no mucho. Con "el pelirrojo" me pregunto a quién se referirá, ¿quizás el arquero?

- Es secreto. -respondo divertido, sacándole la lengua- Hasta para ti. - O quizás expresamente para ti... Ese es el motivo por el que había dudado, que la única chica que me interesa tanto aquí es ella, y al mismo tiempo no me veo lanzándome a por ella por lo que pueda pasar.

- Y bueno, la tiradora es atractiva, pero ya está. Hay varias chicas que... No están mal para pasar un rato, aunque no creo que se me ocurriese tenerlas de novia. -replico con mi mejor cara de "conquistador".

Prefiero no dar más vueltas al tema de Mary, así que callo con respecto a eso. Lo hecho hecho está... Aunque es cierto que es una de las chicas que me parecen atractivas, como ya le había confesado antes de dormir.

- eres demasiado, chico, para esas niñas - le siguió el juego, divertida, girándose para quedar demasiado cerca, solo que al ser más baja que él, debía mirarlo hacia arriba - o quizás cualquiera de ellas te dejaría las bolas de collar, y les tienes miedo - lo picó un poco en los costados, riendo - Gin tiene miedo, Gin tiene miedo - cantunero para molestarlo mientras lo seguía picando.

Compongo una sonrisa que en seguida se tuerce un poco.

- La verdad, parece que es más bien al contrario. ¿Sabes? Ayer la chica del pelo azul, la mayor de las dos, me pidió que no me acerque a ellas. Parece que ver a Hades causó pesadillas a su hermana pequeña. -le cuento.

Este examen me obliga a mostrar esa cara más de lo que me gustaría, y no parece que vaya a cambiar. A pesar de lo triste que le cuento, me quedo mirando sus ojos sin soltar el abrazo ahora que me mira. Me dan ganas de besarla, pero en ésta situación no quedaría como un juego, sino como algo bastante más romántico.

 Deja de molestarlo y pone un gesto más serio, torciendo su gesto.
— pues... no la culpo, Hades también me produce escalofríos y pesadillas, es como el coco, bueno... no es como... es el coco — medita en voz alta y levanta sus brazos hacia el cuello de Gin, colgándose de él, — no pongas esa carita, eso no quiere decir que no me guste, es solo que si da yuyo, y creo que a otras le puede gustar ese ladito malo... maloso... — cuando pronuncia esa última frase lo hace con un tono más sensual, entrecerrando los ojos sin dejarlo de observar.

La sonrisa pesarosa se mantiene mientras reconoce que a ella también le da cosa Hades. Es algo lógico, en verdad, hasta a mí me asusta en cierto modo. El que me hable con esa voz me eriza los pelos de la nuca, así que sujetando su espalda para que no se desprenda al inclinarme, acerco mis labios a los suyos y los desvío en el último segundo para besar su barbilla en vez de los labios.

- A mí sí me gusta ese "lado malo" que tienes. -respondo a sus palabras- Tanto cuando quieres hacer algo bueno como cuando quieres joder a alguien, se lo merezca más o menos, te entra un brillo especial en los ojos... Se ve lo decidida que eres. ​-quizás no sea una santa, lo se, pero me encanta ese ímpetu que toma cuando toma una decisión.

Siempre era ella la que lo besaba, y sólo era para hacerlo callar o para desconcentrarlo o para molestarlo, o cualquier cosa, menos cuando era una situación en donde realmente se tratase de algo más romántico,como en ese momento, como en ese instante en que la sujetó por la espalda para inclinarse y besarla. Phry por poco lo esquiva, su cuerpo se tensó y aunque su cabeza le decía que debía apartarse antes de que todo se tornara demasiado complicado, su cuerpo no reaccionaba. Cerró los ojos justo antes de pensar de que la iba a pasar, incluso imaginando ese momento,algo que obviamente se negaría, el beso terminó en su barbilla. 
la dejó en silencio, Phryne quedó callada incluso ante los halagos que  le daba, que por lo demás eran muy agradables y algo que no se daba tanto entre ellos. 
— ¿qué te pasa?... — termina soltándose un poco de él —  estas actuando raro..digo ¿me querías besar? ¿te gusto? — se acerca a él con las manos en la cintura y un gesto inquisidor, poniendo su dedo sobre su pecho — vamos, Gin, dimelo? — lo estaba tentando, solo para producir el efecto contrario, pues se río volviendo a tomar una mayor distancia entre los dos. Su corazon estaba acelerado, pero culpó a sus nuevos poderes.
— tú no has conocido mi lado malo — sonrió de medio lado, cerrando los ojos como si hubiera ganado una gran batalla.

Un placer un poco malvado me recorre al ver cómo Phry incluso cierra los ojos al ir a recibir el beso, aunque al final lo deposite en su barbilla tal como había pensado. Sus siguientes preguntas son más o menos esperables, y por suerte o desgracia es algo que tengo preparado hace mucho tiempo, así que es de las mentiras que tengo más ensayadas.

- Claro que me gustas. -respondo simplemente.

¿Y dónde está la mentira que evita que lo nuestro se vuelva innecesariamente complicado con esas palabras? Son la mirada y el tono, una mirada excesivamente sencilla para la confesión, un tono demasiado intrascendente como para hablar en un sentido romántico. Aún así, Phryne ya se había separado con una risa para quitar hierro al asunto.

Su frase sobre no conocer su parte mala me intriga tras este tiempo juntos.

- Pues también quiero conocerla. -replico sonriente.

El momento había pasado "sin incidentes", al menos...

                        Negó con la cabeza, el no quería conocerla, no tenía porqué haberlo, Phry sonreía pero internamente repasaba todas las cosas que no deseaba que supiera o que tuviera presente cuando la viera, como el haber quemado a su padrastro, sintiendo alegría al escuchar sus gritos, o el robar por robar, no había una intensión de justicia por medio, ni siquiera cuando colaboraba con la policia, no, robar, extraer información, venderla al mejor postor, almacenarlas en pequeños pendrive que podrían desestabilizar países completos. No era una buena persona, no, una buena persona no tatúa en el pecho de su violador "cerdo", una buena persona lo denuncia y deja que la justicia haga lo suyo. Ella era vengativa, esa era su naturaleza incluso si aparentaba amar a otro, porque esa simulación de una emoción real era lo más cercano que podía llegar de sentirlo.
— no, no quieres — agregó, dandole la espalda — y si fueras listo, tampoco te gustaría — se encoge de hombros, pensando en la terrible persona que era y lo lejos que debería estar de los que quería proteger.

Mi mirada y mi sonrisa no flaquean ante su negativa, ni siquiera cuando me da la espalda. Casi puedo ver en sus ojos todo lo terrible que le haya pasado: quizás no conozco tanto de ella como ella de mí mismo. Quizás es verdad que haya cosas terribles en ella o en su pasado, más que en el mío y en mi falacia de bondad.

Me acerco y ahora, en vez de abrazarla, simplemente coloco mis manos sobre sus hombros.

- Pues llámame tonto, si prefieres. -contesto- Quizás hayas hecho cosas malas, quizás incluso las disfrutaste... Pero no soy quién para juzgarte por ello, no creo que sea mejor. Yo me escudo en que es Hades quien hace esas cosas, pero sé que eso no hace que no hayan pasado ni que sea otra mano la causante. -no quiero desviar la conversación, así que vuelvo hacia ella- Creo que no valoras todo lo bueno que has hecho como deberías, y que hundirte a ti misma al pensar en lo malo no lleva a nada. Quiero estar contigo, no me vas a perder tan fácil. Confío en ti, Phryne. -termino.

No me gusta que Phry piense que es tan mala. Si no fuese por ella, yo... No, si no fuese por ella, mucha gente hubiese sufrido de manera innecesaria.